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El velero de cristal

Enviado por Mirian


Partes: 1, 2

    1. El viaje
    2. La conquista del velero
    3. Gakusha, el tigre
    4. La dama de las sombras
    5. Conversaciones en las tardes sin importancia
    6. El caballero Bolitro
    7. Gabriel, la luna y el lago
    8. Conversaciones, simples conversaciones
    9. Al caer de las velas
    10. Velero de cristal, velero de las estrellas
    11. El grito de Anna

    EL VIAJE

    Eduardo viajaba con su tía Anna hacia la casa, era un día muy caluroso pero a él le gustaba el calor porque no sentía dolores como en el invierno, además le gustaba viajar viendo el paisaje.

    Al llegar se detuvieron para ver el mar y fue cuando Edu vio la casa iluminada en el muelle que para él era "un velero de cristal".

    LA CONQUISTA DEL VELERO

    Edu luego de reposar bastante por el largo viaje comenzó a recorrer la casa la cual le pareció maravillosa, y de la cual le atrajo una estatua de tigre al borde de la piscina.

    A el le pareció que no estaba dentro de una casa sino de un barco, porque desde ella se podía ver el mar por todos lados. El encontraba a todos los objetos de la casa muy atractivos.

    GAKUSHA, EL TIGRE

    amigos y podía mostrarle muchas cosas maravillosas, hasta en las noches sacarlo a pasear. Pero Edu no debía contar a nadie que el tigre tenia Edu luego que su tía saliera, sale a ver la estatua del tigre la cual le llamaba la atención y puso su oído en ella, al oír sus latidos se alejo con miedo y ella le hablo y le dijo que no temiera que podían ser vida. Así nació una amistad entre ellos. Edu seguía maravillado con el velero.

    LA DAMA DE LAS SOMBRAS

    Edu tenia que permanecer en la casa porque hacía varios días que el mar sufría una tempestad, por lo cual él no podía salir a hablar con su amigo el tigre.

    Edu sentado en un gran sillón aproximado al gran ventanal comienza a sentir nostalgia por su familia, y en eso oye que doña María Jurandir le habla porque se había desencantado lo cual ocurría martes, jueves y sábados, y venia para charlar con el, ella era una lechuza muy quejona.

    Edu seguía afligido porque su mamá no había llamado.

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