- Alimentación
- Comunicación
- Reproducción
- Amebas parasitarias
- Entamoeba histolytica
- Test utilizados para detectar la enfermedad
- Entamoeba coli
- Entamoeba gingivalis
- Dientamoeba fragilis
- Blastocystis hominis
- Amebas de vida libre
- Naegleria fowleri
- Balamuthia mandrillaris
- Hartmanella
- Conclusión
- Vocabulario
- Bibliografía consultada
- Anexos
Las amebas son protistas unicelulares. Son células eucariotas, que se caracterizan por su forma cambiante, puesto que carecen de pared celular, y por su movimiento ameboide a base de seudópodos (prolongación del citoplasma), que también usan para capturar alimentos (a través del proceso llamado fagocitosis). Las amebas pueden vivir libres en agua o tierra o parasitando el intestino del hombre o de los animales.
Se encuentran típicamente en vegetación en descomposición. Sin embargo, debido a la facilidad con la que se obtienen, pueden guardarse en laboratorios, ya que son objeto común de estudio.
Cada ameba solo posee un núcleo, y una vacuola que mantiene su presión osmótica, y obtienen su comida por fagocitosis.
Las amebas se pueden dividir en dos grupos: las amebas de vida libre y las amebas parasitarias.
Fisiología
Las amebas se desplazan extendiendo el citoplasma hacia afuera y forman prolongaciones similares a tentáculos, conocidos como seudópodos o pie falso. La ameba es un organismo de nutrición heterótrofa. La formación de seudópodos se produce como respuesta a los estímulos químicos generados por los microorganismos que constituyen su alimento; de manera que los seudópodos engloban por cualquier parte de su superficie celular al microorganismo alimento y lo introducen en una cavidad o vacuola. Un ácido secretado en la cavidad descompone este alimento en sustancias químicas solubles que son difundidas desde la cavidad al citoplasma. Por ende, es una digestión intracelular. Este proceso es conocido como fagocitosis.
El material de desecho y los restos no digeridos son eliminados a través de las vacuolas del ectoplasma, el cual también absorbe oxígeno del medio líquido en que se encuentra la ameba y elimina el dióxido de carbono originado en el metabolismo. Se trata de una forma de respiración. Tras un período de crecimiento, la ameba se reproduce por división en dos partes iguales.
Alimentación
La ameba se alimenta de toda clase de plantas y animales microscópicos y de bacterias. En la ameba, como en casi todos los animales, el alimento ha de sufrir tres procesos antes de llegar a ser útil; éstos son:
Ingestión
Mediante la ingestión, la presa queda incluida dentro de la ameba. Esto puede hacerse en cualquier punto, ya que la ameba no tiene una boca localizada. Ocurre, bien por simple penetración del alimento, permaneciendo la ameba casi inactiva; o bien porque la ameba rodea la presa emitiendo un pseudópodo que la envuelve o, si la partícula se adhiere al ectoplasma, se transforma en endoplasma.
Comunicación
Las amebas no tienen sistema nervioso, sino que se comunican por medio de la interacción de la membrana celular con el exterior que le rodea. Como respuesta por ejemplo a un estímulo nocivo, irritante o alimenticio, la comunicación intracelular produce una reacción de la célula completa, alejándose o acercándose al estímulo respectivo.
Reproducción de un ameba
Reproducción
Las amebas maduras se multiplican asexualmente por fisión binaria, en la que el material genético se duplica por mitosis, mientras que la célula se alarga y el citoplasma se divide en dos células hijas. Cada una se queda con una copia del ADN.
Amebas parasitarias
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