Adulto mayor, hijos y nietos: una relación necesaria (página 2)
Enviado por M. Sc. Esperanza de la Caridad Hern�ndez P�rez
Si vemos la vida del ser humano como parte de un conglomerado entonces no hay que temer a la vejez. El hombre se perpetúa en sus obras, en sus sucesores. La vejez vista como un estado, presenta varios índices que señalan su comienzo, unos de carácter biológico y otros de naturaleza social, relacionados con la percepción, del anciano por parte de los demás en cada sociedad concreta. La entrada en ella se produce a través de un proceso más imperceptible y dilatado que la entrada en la adolescencia, un proceso además que por tener su base biológica (el envejecimiento celular), comienza muy pronto en la vida y se halla en marcha, en cuanto termina el desarrollo infantil y adolescente. En esta etapa debido al inevitable paso del tiempo aparece el declive de ciertas funciones vitales y psicológicas, pero también junto a este proceso de deterioro intrínsico a todos los seres humanos, pueden coincidir procesos de desarrollo psicológico de cambio positivo que implica conservación y hasta acrecentamiento de lo alcanzado. El desarrollo en esta etapa no se da en el plano físico, sino de la subjetividad. El viejo que no experimente desarrollo en esta etapa no podemos afirmar que es producto de algo intrínseco a la misma, sino a la persona que transcurre por ella. (1).
El proceso de envejecimiento tiene lugar en los distintos sistemas o estructuras del organismo y de la personalidad, desde el subsistema inmunológico y biológico de supervivencia hasta el sistema comportamental-adaptativo ante las amenazas y los nuevos estímulos, esto nos lleva a pensar que no podemos ver el mismo como un proceso simple o unitario, sino como un conjunto de procesos asociados entre sí. En el camino hacia la vejez se van produciendo cambios en los órganos y sistemas que tienen su repercusión directa en todo el funcionamiento del organismo, como el envejecimiento de la pituitaria, las glándulas endocrinas, cambios en la función reproductora femenina, en el sistema renal, óseo, cardiovascular, y enfermedades como neoplasias, enfermedades vasculares y degenerativas que en muchos casos justifican la noción general de pérdida que predomina durante dicha etapa, en la sociedad. Sin embargo al decir del psicólogo Joseph. A Rodríguez (1994) : "Una inmensa mayoría de las personas mayores de 65 años, no sufren problemas limitantes, desarrollan con toda normalidad sus actividades y son felices en sus vidas… cuando las limitaciones aparecen en sus vidas no son únicamente producto de un declive bio-fisiológico, sino resultado de las transformaciones en las estructuras sociales, culturales y económicas. La separación del mundo social en que han transcurrido sus vidas se convierte en muchos casos en la mayor fuente de desazón y sufrimientos". (2)
En esta etapa de la vida es importante garantizar las condiciones necesarias para elevar la calidad de vida del adulto mayor, indicador de bienestar material y espiritual del hombre y en particular en un contexto socio ambiental determinado (3). Esta categoría está ligada a aspectos psicológicos, económicos, sociales, ecológicos, niveles de salud física y mental, y capacidad para ejercer autonomía, es decir, decidir por si mismo, poder ejecutar estas decisiones y lograr con ello satisfacción de si mismo, de la familia y la sociedad. Evaluar el bienestar y la calidad de vida existente en los ancianos y proporcionarle fórmulas médico-sociales para mantenerlos o mejorarlos es una de las tareas fundamentales de los equipos de atención geriátrica en estos tiempos. Investigaciones realizadas demuestran que aquellas personas que vivencian una vejez plena, se han caracterizado durante su historia de vida por tener una alta autoestima, predominio de una experiencia satisfactoria de la vida, pensamiento racional, estabilidad emocional y una personalidad que se acepta a si misma y asume la vida y sus limitaciones. (1)
"Nuestra esperanza de vida depende del estilo de vida que llevemos a lo largo de toda su duración. La esperanza de vida no es únicamente sinónima de duración sino también de su calidad. Se centra en como nos volvemos viejos y no a los años a los que llegamos". (4). Lamentablemente para muchas personas esto no ocurre siempre así pues aparece la discrepancia entre la imagen que tienen de sí mismos, y la que tienen los demás, lo que da lugar a que como "viejo" se limite en muchas ocasiones el propio espacio vital. No siendo solo los "achaques" y la mala salud los que hacen consciente al individuo de su edad; sino también la actitud del entorno social respecto al envejecimiento. La actitud predominante de los demás y no los propios deseos o la pérdida de facultades es aquello que obliga a adoptar un comportamiento adecuado a la edad. El hacerse viejo se convierte con frecuencia en una sobrecarga para el individuo, porque hace que la sociedad le plantee determinadas expectativas de comportamiento orientadas hacia las representaciones tradicionales frecuentemente estereotipadas dificultando la adaptación al envejecimiento de las funciones psíquicas.
Cuando nos referimos al envejecimiento o deterioro de las funciones psíquicas, lo asumimos como un fenómeno individual influenciado por: la herencia, las capacidades mentales anteriores, la afectividad, la actividad actual y la enfermedad. Según Quintero. G Trujillo ,1990 (5) las principales características psicológicas en el envejecimiento son:
Percepción sensorial: El proceso perceptivo se ve afectado por la alteración de los órganos sensoriales. Las capacidades sensoperceptivas del sujeto envejecido sufren cierta disminución, lo que provoca dificultades para procesar los estímulos e informaciones que reciben del entorno, lo cual varía considerablemente de un individuo a otro. Estas disminuciones sensoperceptivas provocan una evidente pérdida de la velocidad de reacción, transmisión y respuesta del sistema nervioso central (SNC) y una disminución en la capacidad de coordinación neuromuscular.
Memoria: Constituye el proceso psíquico que funciona como indicador tradicional del envejecimiento, lo que está reconocido tanto por los científicos como por el saber popular. En el adulto mayor la memoria primaria se caracteriza porque se pierde la información si no se repite. En la memoria secundaria se evidencia dificultad para almacenar la nueva información aprendida. La memoria terciaria, la de los recuerdos antiguos, se mantiene con la edad, algunas investigaciones realizadas demuestran que el pasado permanece por más tiempo que los recuerdos recientes.
Inteligencia: Mucho se ha investigado acerca de los cambios establecidos en la capacidad de la persona envejecida, a pesar de las dificultades metodológicas e instrumentales. Los resultados más sobresalientes apuntan a la conservación, la estabilidad y muchas veces al incremento de las habilidades verbales, mientras que las habilidades de ejecución decaen cuando la persona envejece. Se plantea que el rendimiento intelectual se relaciona con el grado cultural, en esta etapa hay un predominio de la inteligencia cristalizada, que aplica a la situación presente la acumulación de las experiencias anteriores.
Motivación: En el adulto mayor es la misma que en etapas anteriores cuando se trata de necesidades básicas, no obstante otras motivaciones están asociadas a la fisiología, la expresión cultural y la historia intelectual del individuo, pareciendo que la tendencia a explorar nuevas cosas podría reducirse y el anciano presenta una verdadera necesidad de controlarlo todo, que puede estar relacionada con un problema de confirmación personal.
Con la edad disminuye la motivación para actividades físicas y mentales; influenciado esto por la existencia de barreras motivacionales como:
· La imagen social de los adultos mayores centrada en la pasividad y las restricciones.
· Creencias sobre el deterioro de las potencialidades con la vejez.
· La imagen propia del anciano, la decadencia del atractivo, el incremento de la ansiedad y el miedo.
· Las enfermedades. (4)
Afectividad: Los procesos afectivos se manifiestan a través de estados de ánimo, emociones y sentimientos que expresan la relación que existe entre las necesidades y la satisfacción que procede del medio. Los cambios en los estados de ánimo son más difíciles de identificar que el funcionamiento de la esfera cognoscitiva. En los ancianos son frecuentes los estados de ánimo particulares de irritabilidad, inestabilidad y pesimismo. La afectividad del anciano está fundamentalmente influida por los eventos vitales que ocurren como: la jubilación, la pérdida de familiares y/o amigos y otros.
A veces la reducción del sistema relacional y social es tal que se puede hablar a favor de una muerte social que precede varios años a la muerte biológica y que lo hace vulnerable a la depresión y el suicidio. El rol del viejo puede ser o no convergente con las necesidades del sujeto, en el caso que el impuesto implique grandes pérdidas o no satisfaga las expectativas e intereses del individuo, se habla entonces de una divergencia entre los roles sociales, que trae consigo la reducción de las actividades y de las relaciones humanas así como de la autoestima.
En muchos casos los trastornos afectivos pueden ser consecuencia de las perturbaciones intelectuales por lo que es necesario buscar en su génesis antes de considerarlos patológicos. Ciertas formas de ansiedad, inseguridad y agitación son con frecuencia el indicio de un deterioro intelectual naciente. Cuando no existe un enriquecimiento de nuevas aportaciones, el anciano se apega inesperadamente a lo adquirido y evoluciona dentro de un universo restringido. Lo anterior se vuelve un círculo vicioso en donde la regresión intelectual engendra un vacío afectivo, el cual conlleva a un mayor deterioro por falta de estimulación.
Personalidad: La personalidad es descrita como el conjunto estructurado de características (rasgos) de los que dispone un individuo para sentir, pensar y comportarse según su propia manera; según los investigadores se conserva a lo largo de la vida adulta modificándose lo relacionado con el proceso adaptativo (equilibrio psicológico y satisfacción por la vida). La rigidez e hipertrofia de algunos rasgos del carácter del anciano pueden presentarse como forma de adaptación y comunicación con el medio social. Neugarten (1968), sustenta el criterio de que la personalidad es continua, que un individuo a los 70 años no difiere en mucho de lo que fue en su juventud y mediana edad y señala además, que los cambios en la personalidad se realizan más en el aspecto interno que en el externo. (6)
Allport desde la década de los 30 concebía el proceso de la personalidad como continuo, de diferenciación, advirtiendo que la personalidad del anciano se halla caracterizada por una complejidad mayor debido a la experiencia que presentan, y al menor control de impulsos. Para Finley y Delgado (1981), por ejemplo, el único descubrimiento con respecto a la personalidad del anciano es que con el incremento de la edad, surge una tendencia a la introversión. (6)
La personalidad posee particularidades únicas e irrepetibles para cada sujeto; y si bien existen características generales en la ancianidad la manera de comportarse y vivenciar este período de la vida está muy relacionada con el medio social y familiar en que está inmerso el adulto mayor y su interacción con él. La personalidad se encuentra en constante intercambio con el medio exterior y su función es la de orientar, dirigir el comportamiento, regularlo y autorregularlo. Compartimos el criterio de que durante la tercera edad se mantienen las tendencias de la personalidad que se fueron formando durante la ontogénesis y que en esta etapa se enriquecen por la experiencia acumulada. La personalidad es dinámica, activa, porque todo sujeto asume una posición ante la realidad en función del sentido que le confiere a la misma, manifestada a través de la reflexión y la elaboración personal. En la vejez no se pierde esta influencia sino que aparecen nuevas formas de adaptación y comunicación.
La satisfacción por la vida también ha sido tomada en cuenta en los estudios sobre esta temática. El sentimiento de bienestar positivo o negativo influye en el proceso de envejecimiento; según Morgan (1987), este parece mantenerse hasta la edad de 75 años donde se aprecia un ligero declinar. Para este autor la satisfacción por la vida se relaciona altamente con el compromiso social, el cual se encuentra determinado por la actividad que realiza el anciano, así como por sus relaciones afectivas. Mientras más amplias son la actividad y las relaciones afectivas, se logra más satisfacción por la vida. (5)
Las estrategias de enfrentamiento que desarrolla cada individuo para lograr una vejez gratificante están en dependencia de las características de personalidad y de la situación social de desarrollo en la que están inmersos. Según la investigadora Teresa Orosa (7) existen tres aspectos determinantes que convierten el mundo subjetivo del "viejo" en un fenómeno complejo y de amplia susceptibilidad psicológica: la conciencia de su propia muerte, la jubilación y la representación negativa que acerca de la vejez se ha construido en la sociedad, los cuales serán enfrentados de diferente manera por los individuos.
Para algunas personas hablar de envejecimiento y pensar en la muerte, es un hecho casi simultáneo. El adulto mientras envejece va concientizando sus cambios físicos: aparecen arrugas, manchas, la piel pierde su brillo característico, hay pérdida del cabello, etc.; se percatan entonces de que son mortales y piensan en su próximo final, toman conciencia de su muerte. Al elaborar los proyectos de vida, la muerte puede aparecer como límite, obligando a una reestructuración espacio-temporal de lo que será en el mañana, empobreciendo así la riqueza de dichos proyectos, incluso algunos carecen de estos. Según A. Fierro "es como si negaran su derecho y posibilidad de pensar en el futuro mostrándose como algo que vive del pasado enfrentándose al presente pero sintiéndose sin fuerzas para lograr sus sueños y por tanto deprimiéndose constantemente." Sentirse cercano a la muerte conlleva al individuo a traer el pasado constantemente a un primer plano, hace de este una forma de sobrevivir en el presente y nos permite apreciar su falta de perspectiva futura; lo que conduce a un vacío existencial. (1)
La jubilación, situación social en que se encuentra una persona a partir de la cesación de la actividad laboral remunerada pone al adulto mayor en una situación de "inutilidad obligada" donde se hace necesario cambiar roles, reestructurar contactos sociales, se modifica la economía; cambia la categoría de tiempo libre, convirtiéndose muchas veces en un fantasma. El status de jubilado marca la entrada a la vejez para la gran mayoría de la población activa y en muchos casos las expectativas iniciales relacionadas con el estado positivo esperado, deseado durante años y en ocasiones idealizado se convierte en la pérdida de una base imprescindible para la identificación personal y el sentido de la vida. De aquí que en investigaciones realizadas en nuestro país se concluyera que solo el 5% de los jubilados sabe autoadministrar su tiempo libre (7).
La jubilación hace que el individuo tenga mayor conciencia de sí mismo, lo que influye en el incremento de la conciencia de su avanzada edad, en un trasfondo social donde priman los estereotipos que consideran a la vejez como un estado de ocio, de fealdad, de inutilidad, como un mal que hay que evitar, lo que ocasiona cambios en el autoconcepto, y una disminución de la autoestima y la autonomía. (8) Los mayores han perdido su rol social, laboral y las implicaciones que de esto derivan marcan su nueva situación en dependencia de la cultura de la jubilación. Además juega un valioso papel el enfrentamiento a la pérdida significativa, siendo el duelo la vivencia de un cambio importante del estado de ánimo y que en muchos casos desemboca en un estado depresivo. En esta etapa ocurre una reorganización de roles, lo que depende de los prejuicios y estereotipos asociados a la vejez que existan en el medio social en que se desenvuelven.
La investigadora Teresa Orosa, al analizar el desarrollo psicológico en etapas anteriores donde se encuentran muy bien diferenciados los sistemas de comunicación y actividad ,concluye que el geronte enfrenta una situación social de desarrollo diferente, muy determinada por la cultura, la familia y el propio desarrollo alcanzado por el individuo; de esta manera y siguiendo los postulados del enfoque Histórico-Cultural de Vigostki define tres determinantes del desarrollo psicológico en el adulto mayor:
Determinante socio-cultural: Principales prejuicios y opiniones que la sociedad ha producido para la vejez de acuerdo a la cultura y época en que el adulto mayor se desarrolla como individuo y familia.
Determinantes familiares: Principales eventos que acontecen en el desarrollo de la familia como grupo humano portador del adulto mayor de acuerdo con la situación social económica y cultural de la familia actual y que se expresan como influencias socializadoras en la forma en que el anciano perciba su relación con la familia.
Determinantes individuales: Características del desarrollo biológico- psicológico del individuo que están determinadas por la familia y la sociedad en que este se desarrolle. (7)
Hasta la actualidad la cultura tiende mayoritariamente a estimular para la vejez los sentimientos de soledad, segregación limitada para la vida sexual y de pareja y de la propia funcionabilidad e integridad social del anciano. Esta autora considera que los elementos conformadores de identidad en esta etapa, es decir aquellos que propician su subjetividad como miembro de la tercera edad son tomados generalmente de los prejuicios negativos que la cultura como tendencia ha reservado para la vejez: "" Soy viejo porque ya me queda menos, soy inútil, incapaz."(7)
Aquellos rasgos positivos o negativos en el adulto mayor expresan las determinantes del desarrollo que inciden en la relación familia-tercera edad y que constituyen influencias a considerar para un proyecto de orientación familiar. Es necesario comprender a la edad como tal y no propiciar su negación. Asumir que se es viejo como miembro de una edad en desarrollo. Las características de la edad y los criterios sobre ella dependen de las condiciones económicas, sociales y culturales de la sociedad. Resulta determinante el papel de los miembros de la familia en la formación del individuo y permite asumir al propio sujeto como constructor de su subjetividad, como parte de los otros que lo potencian o no, de aquí se desprende la importancia del carácter activo del sujeto en la conformación de su personalidad.
La comunicación se convierte en la necesidad básica en esta edad, y se expresa fundamentalmente en el vínculo con la familia y los contemporáneos.
Envejecimiento y apoyo social al anciano:
El ser humano durante su vida está inmerso en una serie de relaciones con las demás personas que se entrelazan formando una red, de ahí el concepto de red de apoyo social, estructura dentro de la cual el apoyo es recibido, brindado e intercambiado. El apoyo social ha sido calificado por los diferentes investigadores como de gran valor para el bienestar psicológico y el mantenimiento de la salud. A finales del siglo XIX Durkhein puso de manifiesto la importancia del establecimiento y mantenimiento de las relaciones sociales para el logro de la salud óptima. En el envejecimiento el apoyo social cobra vital importancia, pues en esta etapa se producen una serie de trasformaciones que pueden constituir riesgo para la salud, numerosos estudios confirman este planteamiento. (9).
Lowenthal y Haven ((1968), Kahn (((1979) y Wan (1982) plantearon que las redes sociales en el adulto mayor son más pequeñas que en las personas más jóvenes, con una mayor significación alrededor de los 70 años (10). Las relaciones en esta etapa suelen ser asimétricas, es decir el anciano recibe más apoyo del que puede dar, esto provoca la existencia de mitos sobre esta edad de ahí la frase ""un viejo es como un niño"". Los gerontes necesitan saber que son importantes para otras personas, y que se conozca que ellos también pueden ofrecer ayuda.
Roca (1999), define el apoyo social: como los recursos accesibles y/o disponibles a una persona, encontrados en el contexto de las relaciones interpersonales y sociales y que pueden influir tanto de forma positiva como negativa en la salud y bienestar de los individuos implicados en el proceso. Su característica distintiva radica en su carácter interactivo, dinámico y extensible a lo largo de la dimensión temporal (11).
Existen dos formas de analizar el apoyo social: La estructural centrada en los aspectos estructurales y formales de las redes y la funcional dirigida a los aspectos referentes a la calidad e incluye la valoración subjetiva de las personas, su percepción y grado de satisfacción con el apoyo recibido.
Los aspectos estructurales de la integración social incluyen la cantidad de contactos con la familia, los amigos y la comunidad, así como la participación activa en grupos formales e informales; el tamaño y densidad de la red pueden analizarse tanto a nivel grupal como comunitario y tributa a estudios epidemiológicos y sociales. Es indiscutible el hecho de que la soledad constituye un factor de riesgo para numerosos problemas físicos y psicológicos y que el hombre como ser social satisface sus necesidades básicas en relación con el otro que le proporciona bienestar y del cual resulta sumamente difícil prescindir; no obstante es necesario tener en cuenta los aspectos estresantes de las relaciones sociales, las demandas que imponen estas interacciones y tal vez uno de los más importantes componentes, la forma en que resultan evaluadas y afrontadas por los individuos concretos (11).
En este sentido resulta interesante la afirmación de Richard L.Logan, 1983 cuando dice; ""El apoyo social puede ser visto como la disponibilidad de relaciones de ayuda y la calidad de estas relaciones". (11) En esta afirmación se aprecia tanto la estructura como el contenido y la dinámica del proceso y es entonces que adquieren significación las medidas de carácter funcional. En el proceso de interacción social es muy importante el mundo interno, la subjetividad de cada individuo, conocer como es percibido el apoyo, como el propio sujeto evalúa la naturaleza de las relaciones e interacciones que establece, estos son elementos claves a la hora de desentrañar la naturaleza de estas relaciones en el sentido de que sean beneficiosas o perjudiciales a la adaptación y el bienestar del sujeto. Muchos autores consideran que el verdadero apoyo social es el percibido, pues si el individuo no percibe la ayuda ofrecida o los recursos externos que están en su disposición, estos difícilmente influirán en su bienestar bio-psico-social (11). El apoyo social percibido está evidentemente mediatizado por la subjetividad y su evaluación se basa en las respuestas que dan las personas sobre su percepción de la disponibilidad o adecuación de los recursos proporcionados por otros y no necesariamente de su efectividad real.
Dentro de las redes de apoyo se encuentra la formal e informal.
La red de apoyo formal facilita el establecimiento de relaciones de ayuda a través de instituciones u organismos de grupos humanitarios y hogares de ancianos, casas de abuelos, círculos de abuelos; iglesias entre otros.
La red de apoyo informal está constituida por aquellas personas cercanas al anciano; familiares, cónyuge y amigos fundamentalmente , a pesar de los grandes esfuerzos que los gobiernos realizan para que el anciano reciba apoyo, la familia continua ocupando el primer lugar como fuente de amor y confianza para el adulto mayor. Cuando las personas mayores necesitan apoyo social lo reciben en general en este orden del cónyuge, un hijo, otros familiares (12). Amigos y vecinos suelen dar apoyo afectivo y compañía. Los hijos son los que proporcionan más apoyo instrumental como los cuidados de atención personal y doméstica, realizando estas tareas por más tiempo.
En la recepción del apoyo social del anciano resulta imprescindible partir de un análisis integracional a lo largo del ciclo vital. Algunos autores confirman que el anciano durante su vida crea o genera una cantidad de apoyo similar al que ha previsto con anterioridad y que se ha denominado "Banco de apoyo"" (13). Los terapeutas cognitivos Mckay y col. (1984) opinan lo contrario, pues afirman que aunque no parezca justo una no recibe en la vida una proporción de ayuda similar a la que brindó. (13)
La satisfacción del individuo con su desempeño en las diferentes relaciones sociales que establece constituye un impulso determinante para la salud, el bienestar psicológico y para lograr un sentimiento de satisfacción por la vida. Kahn y Antonucci (1980) desarrollaron la idea del convoy a lo largo del desarrollo vital; es decir la persona está integrada a grupos específicos de personas que la ayudan y permiten transitar a través del tiempo. Dentro de este convoy las relaciones más estables y permanentes son las referidas al área familiar, así el niño pequeño, por ejemplo tiene(o debe tener) a su disposición, el apoyo y el cuidado de sus familiares de manera incondicional; durante la juventud y la adultez ya el individuo es responsable en muchas circunstancias, de la calidad y cantidad del apoyo recibido, así como de la funcionabilidad de sus redes sociales, la vejez por otra parte constituye una etapa especial donde numerosos cambios ocurren rápidamente en la vida, se considera por tanto que al igual que en la niñez el anciano es por excelencia un receptor de apoyo social, sin embargo esta afirmación no se puede absolutizar, pues todo individuo a la vez que receptor puede ser un proveedor de apoyo social.(11)
Para el anciano es tan importante recibir ayuda de su familia como brindarla, sentirse reconocido, querido y que no es un estorbo para las personas que lo rodean. El bienestar que generan las relaciones sociales se debe sobre todo a los diferentes apoyos que posibilitan. La situación de proporcionar y recibir cuidados es constante a lo largo del ciclo vital de las personas (14). La familia puede ser fuente de apoyo tangible, informacional, y emocional, por tanto cualquier alejamiento de sus parientes puede ser motivo de soledad y abandono.
La familia y su relación con el adulto mayor:
Según el Código de Familia Cubana "la familia constituye una entidad en la que están presentes e íntimamente entrelazados el interés social y el interés personal puesto que en tanto célula fundamental de la sociedad contribuye a su desarrollo y cumple importantes funciones en la formación de las nuevas generaciones y en cuanto centro de las relaciones de la vida en común de mujer y hombre, entre estos y sus hijos y de todos con sus parientes, satisfacen intereses humanos afectivos y sociales de las personas".(15)
Acerca de ella se han pronunciado poetas, escritores, artistas, juristas y diversos especialistas de las ciencias, lo que da idea de la importancia de esta institución. Para algunos terapeutas familiares, es la más antigua de las instituciones sociales humanas, es el grupo primario de adscripción .De acuerdo a la teoría de los sistemas la familia es considerada un sistema abierto, o sea, un conjunto de elementos lagados entre si por reglas de comportamiento y por funciones dinámicas en constante interacción entre si y con el exterior. (6)
También cambia el concepto de familia si lo enfocamos hacia su extensión: así tenemos la familia nuclear, formada por los padres e hijos que habitan bajo el mismo techo y que comparten la abundancia o la escasez; familia extensa, si están incluidos los abuelos, tíos, etc.; familia ampliada, si se incluyen individuos que no tienen lazos consanguíneos. Existen diversas definiciones pero podemos concluir que es un grupo de pertenencia natural, en el cual se establecen relaciones de dependencia y vínculos afectivos entre sus miembros. Posee estructura jerárquica y funcionamiento sistémico. Tiene carácter de subsistema abierto en relación con el sistema social , en tanto se encuentra en interacción recíproca y constante con otros grupos sociales debe cumplir con las funciones que permitan a sus miembros satisfacer sus necesidades , desarrollarse y relacionarse con el mundo circundante.
En la literatura revisada se describen tres grandes grupos de funciones que de forma conjunta deben cumplirse por la familia (6, 16):
Función bio-social: De reproducción; en la familia se gesta la necesidad de la descendencia y se crean las condiciones para el desarrollo físico, psicológico y social de sus integrantes.
Función económica: Se ejerce a través de la realización de actividades para garantizar la integridad de sus miembros. Incluye la obtención y administración de los recursos tanto monetarios como bienes de consumo, la satisfacción de necesidades básicas tanto por la vía de abastecimiento como el mantenimiento.
Función educativo-cultural: Se incluye toda la influencia que ejerce la familia en sus miembros, en todo el proceso de aprendizaje individual y el propio desarrollo familiar. Es la función que produce el proceso de transmisión de experiencia histórico- social de valores ético-morales, concepciones ideológicas, en fin contribuye al proceso formativo del desarrollo de la personalidad individual.
Estas funciones están sujetas a variaciones relacionadas con los cambios de estructura y con la etapa que atraviesa.
Desde el punto de vista psicológico existe una función básica de la familia y es la afectiva y que consiste en la transmisión del amor que se profesan entre si sus integrantes. El afecto es el vehículo para ejercer el resto de las funciones. La satisfacción de las necesidades afectivas que ocurre a nivel familiar permite el desarrollo de la confianza básica, la seguridad y la autoestima que requieren los individuos para la vida, además constituye la base de apoyo y estabilidad psicológica. La familia constituye la primera red de apoyo social que posee el individuo a través de toda su vida y por tanto se reconoce que esta instancia ejerce una función amortiguadora ante las tensiones que genera la vida cotidiana. Es conocido que una ayuda familiar tanto de índole económica, material o espiritual, a menudo contribuye disminuir el impacto de ciertos cambios de alto significado para la vida del sujeto. Es el más efectivo espacio, muro o puntal de contención que tiene el individuo para tolerar las exigencias provenientes del propio proceso de su desarrollo; de los otros grupos e instituciones y de la vida social en el cual se encuentra inmerso.
La familia como institución y grupo es en parte la responsable del funcionamiento inapropiado de algunos de sus miembros pero también puede ayudar a ser en si misma portadora de recursos en materia de asistencia de posibilidades creativas. (17). El desarrollo armónico de la familia se ve influido por múltiples factores; uno de ellos lo constituye la satisfacción de las necesidades materiales, afectivas, la comunicación y la forma en que la familia perciba las situaciones estresantes.
En la A.P.S. se han realizado estudios sobre la salud familiar e individual, para ello, parten de conceptos epistemológicos, así como del funcionamiento de la familia, sus roles, actividades y valores de sus integrantes y la interacción entre ellos. (16)
A pesar de ser la familia una institución milenaria y un grupo humano reconocido como primordial y decisivo para el desarrollo humano, debemos reconocer que su estudio es complejo y requiere de una mirada multidimencional, transdisciplinaria e integradora. Los procesos familiares discurren a su vez en ámbitos considerados como privados lo cual implica para su evaluación e intervención entrar en la esfera más íntima de la persona. Por ello casi todos los estudios recientes de familia proceden de la terapia familiar, es decir de aquellas familias que ante su problemática acceden a que se les estudien por solicitud explícita de ayuda. El funcionamiento familiar según señala Patricia Arés es prácticamente inmedible, pero se puede hacer un análisis en el "aquí" y "ahora"; se puede hacer un corte y valorar su categoría. (17)
La familia como red social de apoyo acrecienta su importancia durante el envejecimiento, pues es una etapa donde los ancianos tienden a retraerse de otras relaciones sociales. De ahí la necesidad de encarar la problemática de la vejez desde el espacio familiar. Este continúa siendo el mejor recurso de apoyo a pesar de la imagen de que la atención a los padres se ha degradado en las últimas décadas. Investigaciones realizadas en Francia (Arrias Donfut, 1995) y en Estados Unidos (Mullins, Jonhson y Anderson, 1997) muestran la vigencia de la familia como grupo social de apoyo para el adulto mayor. (11)
Una investigación realizada en Cuba demostró que la dimensión familia, es la que más contribuye a la percepción de calidad de vida alta y además constituye la principal fuente de ayuda, compañía, cuidados y respeto para las personas de edad avanzada. (Álvarez Bayarre, Quintero, 1996). (18) Otros trabajos del Departamento de Estudios sobre Familia del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (Duran, 1994; Chávez, 1997) han considerado a la familia como grupo social fundamental para ayudar al adulto mayor a desempeñar sus roles.(18)
Existen dos procesos sociales en la actualidad que complican el envejecimiento y contribuyen a la vulnerabilidad ante trastornos psicológicos: los cambios en la estructura tradicional de la familia y el síndrome de la invisibilidad. (19). Muchas familias aíslan al anciano, o lo estresan dándole responsabilidades por encima de sus capacidades. Los individuos y la sociedad en general frecuentemente dan la espalda a las necesidades físicas, sociales, económicas y psicológicas. (19)
La familia como sistema multigeneracional
La familia crece y se desarrolla a través del tiempo, no es una estructura homogénea con un comportamiento estable, sino que por el contrario se trata de una organización relacional muy compleja, en la que tres, cuatro o más generaciones se tienen que adaptar simultáneamente a diferentes cambios en el ciclo de vida familiar. La mayoría de los derechos, obligaciones y necesidades básicas de las personas se expresan y satisfacen en las familias de tres generaciones. En general se pertenece a este tipo de familia desde el nacimiento hasta la muerte. Existe a lo largo del ciclo vital una continuidad con la familia extensa. Se da una reciprocidad de intereses, relaciones y servicios; es la solidaridad intergeneracional (20). Una de las funciones de las redes familiares en casi todas las culturas es proveer de sustitutos, cuando se han perdido por muerte o emigración quienes eran los compañeros principales de relación. Puede decirse que la familia extensa es una institución en la que son fundamentales los principios de auto compensación y reemplazamiento (20).
Los cambios que se han producido en la familia de la sociedad moderna han modificado la naturaleza de los lazos que se mantienen con los ancianos. Las modificaciones en el ciclo de vida familiar y la estructura familiar y el hecho de que el estado asuma funciones de cuidado que eran propias de la familia tradicional están contribuyendo a la reorganización de las relaciones de las personas mayores con su familia. En un primer momento se ha pensado que las nuevas estructuras familiares conducían al aislamiento de los adultos mayores. El hecho de vivir en domicilios diferentes y frecuentemente distantes, la falta de medios y de espacio en la casa de los hijos para acoger a los padres, han llevado a pensar que la única opción de las personas cuando sobreviven la discapacidad y la enfermedad es valerse por si mismos o ingresar en una institución (21)
Sin embargo a pesar de las distancias los lazos siguen manteniéndose. Incluso ocurre que al eliminar las cargas de la familia, ha aumentado la importancia de los lazos afectivos frente a otro tipo de dependencia que los hijos puedan mantener con los padres. Los hijos comienzan a asumir el papel de mediadores entre las necesidades de cuidado de los padres y los sistemas formales de ayuda. Las funciones de la familia en relación con sus mayores más que desaparecer, se han redefinido y los hijos están asumiendo nuevas tareas. Diversas investigaciones demuestran que a pesar de los cambios experimentados en la sociedad actual los lazos entre generaciones se han fortalecido debido a una mayor convivencia en el tiempo entre los miembros de la familia (20). La solidaridad familiar se ha medido por un conjunto determinantes psicosociales que aparecen en el grupo familiar y que son: su estructura, el nivel de interacción entre sus miembros, el grado de cohesión y las funciones que cumplen.
Donfut (1995) plantea la hipótesis de que las relaciones que comportan un alto nivel de solidaridad intergeneracional poseen la capacidad de reducir el estrés patogénico de los padres ancianos y de reforzar así su actitud para vivir más tiempo. (20) En las familias multigeneracionales es posible que las diversas necesidades e intereses experimentados por las diferentes generaciones se contrapongan en determinados momentos y circunstancias lo cual provoca tensiones en su seno que afectan el bienestar emocional y los niveles de satisfacción de los adultos de más de 60 años (22). Uno de los aspectos mas importantes que provoca la complejidad de las relaciones en la familia multigeneracional radica en el modo como los diferentes miembros asumen los roles que le son asignados. Los padres tienen expectativas de ser retribuidos con afecto, apoyo moral, y ayuda financiera, en especies o atención en caso de enfermedad .Es en la interacción de estas expectativas cuando surgen muchos de los nuevos conflictos intergeneracionales entre hijos adultos y padres viejos.
Con el envejecimiento de algunos de sus miembros la problemática familiar se complica por la superposición de diferentes generaciones con diferentes necesidades y demandas que poseen desiguales sistemas normativos. Además aumenta la carga emocional del adulto mayor al sentirse dependiente, existen relaciones interpersonales de conflictos nunca antes resueltos y para la persona que envejece el sistema familiar adquiere relevancia mayor. (22). Los hijos de los mayores generalmente están en la edad adulta entre los 40 y 60 años. Son ellos los que tienen el rol jerárquico más alto y por lo tanto, pueden estar sometidos a mayores tensiones. Ello es consecuencia de la responsabilidad con la que deben asumir la toma de decisiones en momentos difíciles para el grupo familiar, ya que estas últimas van a afectar a todos sus integrantes
Para considerarlo mejor desde esta perspectiva, tengamos en cuenta que se encuentran posicionados entre la generación de los hijos que inician su independencia y la de sus padres que van perdiendo su autonomía. Es en esta etapa que se instala en ellos la temática del paso del tiempo, del envejecimiento y de la muerte. También una valoración profunda del matrimonio, si este se encuentra bien constituido, como de las relaciones interpersonales comprometidas.
Como hemos dicho, sus hijos pasan de la niñez a la adolescencia o de esta a la juventud lo que supone una serie de modificaciones para facilitar el desarrollo en estas etapas y que traen aparejadas un cambio en la dupla padre- hijo, convirtiéndose esta en una relación de igualdad, apoyo y enriquecimiento mutuo. Siguiendo esta evolución en el tiempo, la generación intermedia va a encontrarse con la falta de autonomía de sus padres y la consecuente inversión de roles entre hijos y padres ancianos. Cuando estos últimos ya no sean capaces de autoabastecerse, cuando se inicie la pérdida de su autonomía, es este el momento en que los hijos van a encargarse del cuidado de sus padres mayores.
Asumir este rol es una tarea difícil, y en muchos casos evitada, ya que es común que se acumule:
-La sobrecarga de las tareas de control del entorno familiar.
-La sobrecarga económica.
-La elaboración de los problemas relacionales paterno- filiales, sucedidos durante el transcurso de la vida.
-La anticipación de la muerte de sus padres asociada a la vivencia de acortamiento del tiempo futuro propio y la elaboración de su propia muerte.
-La vivencia de falta de autonomía futura y la inversión de roles que tarde o temprano se va a repetir con sus propios hijos. (23)
Las relaciones entre padre e hijo pueden estudiarse en función de cinco dimensiones (Mangen, Bengston y Landry, 1988). (24)
– Solidaridad asociativa: En la actualidad se está desarrollando un tipo de familia extendida basada en la comunicación y en las relaciones más que en el hecho de vivir bajo el mismo techo. Son frecuentes las interacciones entre los miembros de la familia y sus adultos mayores, aunque no vivan bajo el mismo techo.
– Solidaridad afectiva: Los datos disponibles indican que se dan niveles altos de afecto entre los padres que envejecen y sus hijos, tal como lo manifiestan ambas generaciones (Rossi y Rossi, 1990). Estos niveles de afecto disminuyen ligeramente con el tiempo en función de la salud de los padres. Estos son, precisamente, quienes manifiestan niveles más altos de afecto hacia los hijos, en vez de lo contrario. Parece ser que las interacciones familiares durante la vejez se caracterizan por la proximidad, el afecto y la satisfacción en la interacción.
– Solidaridad de consenso: los valores y creencias sobre temas externos a la familia no convergen con la edad de las personas. En una investigación sobre valores religiosos, políticos y asociados al género se encontró que, con la edad los hijos influían cada vez más sobre las actitudes de los padres (Rossi y Rossi, 1990).
– Solidaridad funcional: Se refiere a las tareas de cuidados mutuos que se comparten. La dirección del apoyo no va exclusivamente de los hijos a los padres en las actividades de la vida diaria y en el apoyo de su salud. En muchos casos los padres son las principales fuentes de ayuda, en algunos estudios se ha encontrado que el apoyo económico y emocional se dirige fundamentalmente de padres a hijos.
– Solidaridad normativa: Aunque las personas mayores no esperan recibir ayuda se han encontrado niveles altos de responsabilidad filial en las familias contemporáneas. Existe una gran heterogeneidad en las normas de responsabilidad filial. Las expectativas sobre el contacto, el afecto, el acuerdo y la ayuda entre generaciones varían de un grupo a otro.
En cuanto a las relaciones con sus nietos algunos investigadores plantean que estos son muy importantes para los gerontes, el 75% de las personas mayores de 65 años tienen nietos y establecen relaciones con ellos de forma frecuente (21). En una encuesta aplicada a mayores, se reportan un conjunto de razones por las cuales ayudan a sus hijos; "Porque me satisface hacer algo por ellos", "Porque lo necesitan","Porque de esa forma me siento útil"," Porque es lo menos que puedo hacer ya que vivo en la casa de ellos"," Porque ellos también me ayudan a mí". (25).
Los abuelos constituyen una fuente de recursos para la familia, proporcionan la continuidad con el pasado y sirven de alternativa a los modelos de rol adulto para los niños (25). La Abuelidad llega a convertirse en el rol que produce identidad para esta edad. En otras culturas no ocurre de la misma forma. Los abuelos preparan su jubilación para vivir solos o en instituciones preparadas al efecto, carente de vínculos familiares, ejemplo: Gran Bretaña. En Cuba, como parte de la cultura iberoamericana emerge el rol de la Abuelidad para la tercera edad. El adulto mayor continúa siendo un recurso de familia, aún cuando no conviva, ni sea proveedor principal de economía. El abuelo ha jugado un papel importante en el cuidado y formación de los nietos, ha sido facilitador de salida laboral para sus hijos, y el mismo ha sido protagonista de una historia de participación social.
En una investigación realizada en Estados Unidos, Neugarten y Weinstein encontraron cinco estilos principales asociados al papel de los abuelos: el formal, en el cual los abuelos dejan toda la crianza del niño a los padres y limitan su interés por aquel a ocasionales cuidados y al ofrecimiento de agasajos especiales; el buscador de bromas, que llega a ser un compañero de juegos para el nieto en una relación mutua que ambos disfrutan; el progenitor sustituto, que asume la responsabilidad de cuidador real, usualmente debido a que ambos progenitores trabajan fuera del hogar y tienen que dejar a sus hijos a su cuidado; el receptáculo de sabiduría de la familia, un papel autoritario en el cual el abuelo dispensa habilidades o recursos especiales; y la figura distante, que tiene contacto ocasional con los nietos en celebraciones o cumpleaños, pero básicamente alguien remoto con respecto a sus vidas. (7).
En realidad el papel de los abuelos varia en las distintas sociedades y a su vez existen diferentes formas de "" Abuelidad"". Ser abuelo en nuestra sociedad no es una tarea fácil. Muchos carecen de las habilidades sociales para establecer un diálogo constructivo en las familias. La creciente importancia de la "Abuelidad" ha llevado a desarrollar procedimientos de formación para asumir este nuevo rol (7).
Las particularidades de este rol en el caso de los adolescentes no han sido encontradas por nosotros en la literatura revisada y aún menos desde la percepción de esta generación, difícil en si misma por ser una etapa de tránsito entre la niñez y la adultez caracterizada por sentimientos de aislamiento, ansiedad, y confusión, unidas a una intensa exploración personal que conduce al logro de su identidad personal. En esta etapa surge el pensamiento teórico y se manifiesta una actitud cognoscitiva más activa hacia el conocimiento de la realidad, lo que unido al desarrollo de formaciones motivacionales complejas como la autovaloración, los ideales, el interés profesional, posibilitan la regulación más consciente y efectiva del comportamiento. Estas adquisiciones al ser objeto de reflexión consciente por parte del adolescente, lo impulsan a exigir de quienes lo rodean mayor independencia y respeto hacia su individualidad y mostrar conductas que permiten valorar esta etapa como critica donde frecuentemente existen contradicciones con los adultos por la divergencia de sus ideas, acerca del carácter de sus derechos y la medida de la independencia de este. (26).
En los distintos momentos por los que transita la familia, aquel en el que uno de los hijos entra en la adolescencia, marca un hito en la relación con los padres y por consiguiente en la dinámica de todos sus miembros. Muchas veces existen diferentes insatisfacciones pues no se cumplen las expectativas padre – adolescente o viceversa, lo que demanda cambios que lo aproximen al ideal de hijo o padre. Esta red de relaciones que tiene el sesgo de las expectativas mutuas se incorpora a la estructura familiar con la presencia de los abuelos en la familia extensa y en ocasiones el adolescente es objeto de demandas contradictorias e inconsistentes, creándose conflictos y alteraciones en la dinámica familiar.
Las relaciones intergeneracionales están determinadas por múltiples factores: unos de tipo físico – material y otros psicológicos, de los que depende en mayor o menor medida el fortalecimiento y la armonía familiar, el bienestar y seguridad de los adultos mayores. La forma y el significado de estas relaciones varían de una sociedad a otra, según los antecedentes culturales, sociales y económicos, pero siguen siendo esenciales para el mantenimiento de la asistencia, la comunicación y la prestación de servicios en diferentes generaciones. Naturalmente estos intercambios funcionan en ambos sentidos, el contacto personal entre los hijos y sus mayores es para unos y otros un medio de realización individual y de actividad creadora. (27)
La familia cubana es una interesante cantera de estudio; en ella se ponen de manifiesto los impactos de nuestras políticas sociales de educación, salud, seguridad social, el papel de la mujer en la sociedad, la forma concreta de como se materializan en el seno familiar, la crisis económica, las medidas de ajuste socio-estructural que tuvo que desarrollar el país para salir de ella, las transformaciones demográficas, las migraciones, la relación entre la cultura y la realidad social. La familia cubana en su función tiene avances impresionantes y contradicciones no resueltas, fortalezas y debilidades, riesgos y conductas. En nuestro país el ámbito familiar exhibe indicadores de cambios propios de países desarrollados debido al acelerado proceso social, por ejemplo la divorcialidad, la reducción en el número promedio de hijos, la esperanza de vida, la mortalidad infantil y el elevado envejecimiento, todo ello hace que afrontemos problemas que se corresponden con países de niveles de desarrollo elevados.
Por otra parte por ser un país subdesarrollado que a su vez ha vivido una cruenta crisis en estos últimos diez años, la forma de vivir en familia y de ponerse de manifiesto estos indicadores de cambio son diferentes. Múltiples problemas de vivienda, de presupuesto familiar, la escasez de recursos, hacen que vivamos situaciones desarrolladoras en contextos subdesarrollados. La familia se ha unido más como estrategia de sobrevivencia económica y es común encontrar la convivencia intergeneracional. "El 1% de los ancianos se encuentra en instituciones, el 9% vive solo y el resto lo hace en convivencia familiar."(7). Al adulto mayor le ha tocado, ser protagonista de estos cambios, políticos, sociales, tecnológicos, genéricos y familiares, que lo han dignificado e instruido a lo largo de 40 años, lo que exige nuevas tribunas de desarrollo y protagonismo social.
Las experiencias que percibimos los profesionales en contacto con esta realidad nos muestran que por lo general, la sociedad no esta preparada para enfrentar estos cambios y por tanto tampoco lo está la familia. Según Patricia Ares, 2002: "a pesar de los niveles alcanzados existen también conflictos de comunicación, violencia, maltratos, e incomprensiones que ponen de manifiesto aun, escasa cultura para la convivencia y la cotidianidad." (17)
Según Teresa Orosa, aún carecemos de políticas educativas que contribuyan a mejorar la imagen de la vejez y en sus estudios destaca la importancia de la familia como una cantera fundamental para la actividad orientadora; señala también que es válido profundizar antes en el funcionamiento familiar y lar relaciones intergeneracionales, teniendo en cuenta no solo la mirada del adulto mayor, sino, la de otros miembros de la familia. "El ambiente familiar es de gran importancia porque en él se sitúan muchos episodios de interacción, de educación interactiva a través de los cuales la familia va proporcionando andamiajes para el desarrollo individual de cada uno de sus miembros incluso en la última etapa del ciclo vital" (7).
En el primer encuentro Iberoamericano de Asociaciones de Adultos Mayores, Cuba, 1996, se expuso la importancia de la relación familiar para la tercera edad y declararon que "la no satisfacción de las necesidades básicas de afecto para la familia, origina respuestas de inmovilidad, encierro, aislamiento, angustia, postergación y hasta depresión, que en algunos casos suele ser profunda" (7). La familia cobra un significado especial en la vejez porque es la proveedora principal de cuidados y fuente de sostén preferida por el anciano, constituye un eslabón de defensa de sus relaciones sociales y es el área de vida más importante para el junto con la salud y la economía.
En la época actual, en nuestro país, nos encontramos ante un modelo de vejez en tránsito, en desarrollo de nuevos modelos o referentes de ser viejos, en particular teniendo en cuenta la determinante familiar. Resulta entonces un momento sensible para el desarrollo de investigaciones y acciones comunitarias de salud y educativas. (7). El significado de la familia en la vejez, el reto lanzado por investigadores precedentes y el hecho de que nuestro municipio es uno de los más envejecidos de la provincia con un índice de Rosset de 19,6% y donde más del 70% de los mayores convive con su familia, constituyeron las razones para que como psicóloga de la salud me sintiera impulsada a realizar esta investigación encaminada a responder la siguiente interrogante:
¿Cómo perciben la relación con el adulto mayor, los hijos, los nietos y él mismo?
Necesitamos de la rica experiencia de los mayores y de la resistencia y creatividad de los mas jóvenes, de aquí nuestro interés en conocer que perciben unos y otros, para poder entre todos aportar lo mejor, lo mas dulce y tierno que tengamos dentro. Solo así logramos enriquecer la savia de nuestras vidas, mantener nuestras tradiciones y fortalecer nuestro desarrollo personal.
Objetivo General:
- Caracterizar la relación familia tercera edad desde la percepción del adulto mayor, sus hijos y nietos.
Objetivos Específicos:
- Explorar la percepción del Adulto Mayor acerca de su relación con los miembros de la familia.
- Describir la relación anciano-hijo a partir de la mirada de este último.
- Identificar el vínculo abuelo-nieto a partir de la percepción de este último.
- Interpretar las principales regularidades de la relación familia- adulto mayor percibidas por cada generación.
METODOLOGÍA
El estudio de la relación familia-tercera edad desde la percepción de diferentes generaciones demanda de una epistemología donde los métodos dejan de ser un fin es sí mismos, emergiendo la comunicación como un mediador esencial que posibilita la implicación en el escenario estudiado y la interacción con los propios actores sociales que van construyendo y definiendo el conocimiento. Es por ello que consideramos el diseño cualitativo como el más coherente con nuestros fines investigativos ya que permite describir he interpretar los fenómenos, estudiar los significados de las acciones humanas desde la perspectiva de los propios sujetos.
La investigación cualitativa se considera un proceso activo, sistemático y riguroso de indagación dirigido, en una situación de campo, en la cual se toman las decisiones sobre lo investigado y que se distingue por ser especialmente flexible y abierto, prácticamente emergente.
Con vistas a ganar claridad al respecto referimos las siguientes características básicas de la investigación cualitativa planteadas por Janesick (1994). (28)
1-Es holística. Se mira con una visión amplia y comienza con una búsqueda por comprender lo complejo.
2-Se centra dentro de un sistema o cultura.
3-Hace referencia a lo personal, cara a cara, e inmediato.
4-Se interesa por la comprensión de un escenario social concreto, no necesariamente en hacer predicciones sobre el mismo.
5-Exige que el investigador permanezca en el lugar de estudio durante largo tiempo
6-Exige tanto tiempo para el análisis como para la estancia en el campo.
7-Supone que el investigador desarrolle un modelo de lo que ocurre en el escenario social.
8-Requiere que el investigador se constituya en el instrumento de investigación. El investigador debe tener la habilidad suficiente para observar y agudizar su capacidad de observación y de entrevista cara a cara.
9-Incorpora el consentimiento informado y la responsabilidad ética.
10-Describe las posibles desviaciones propias del investigador y sus preferencias ideológicas.
11-Requiere el análisis conjunto de los datos.
Guiaron nuestra investigación las siguientes interrogantes:
– ¿Cómo perciben los adultos mayores las relaciones de los miembros de su familia con él?
– ¿Cómo perciben los hijos las relaciones con el adulto mayor?
– ¿Cómo perciben los nietos las relaciones con su abuelo?
Procedimiento general de la investigación
Se utilizó como estrategia de diseño de la investigación el estudio de casos definido por Denny (1978), como "un examen completo o intenso de una faceta, una cuestión o quizás los acontecimientos que tienen lugar en un marco geográfico a lo largo del tiempo". "Implica un proceso de indagación que se caracteriza por el examen detallado, comprehensivo, sistemático y en profundidad del caso objeto de interés". (28). Un caso puede ser una persona, un grupo, una organización, un programa de enseñaza, una colección, un acontecimiento particular o un simple depósito de documentos. La única exigencia es que posea algún límite físico o social que le conceda entidad.
Realizamos un estudio de caso colectivo (clasificación de Stake – 1994), pues nos interesamos en la indagación de un fenómeno, población o condición general, no en un caso concreto. El diseño es de casos múltiples, ya que se utilizan varios casos únicos a la vez para estudiar la realidad, explorarla, describirla, explicarla evaluarla o modificarla. Se utilizó un enfoque descriptivo etnográfico. La investigación transcurrió en el periodo de enero a diciembre del 2005. (28)
Descripción del Escenario
En Cuba, en 1984 el doctor Cosme Ordóñez, profesor y científico cubano define la Atención Primaria de Salud "como el conjunto de actividades planificadas de atención médica integral que tienen como objetivo alcanzar un mayor nivel de salud en el individuo, la familia y la comunidad, aplicando la metodología científica con la óptima utilización de los recursos disponibles y la participación de las masas organizadas". (29)
Su misión es lograr un adecuado estado de bienestar físico – mental y social en personas familias y comunidades con una amplia participación de los actores sociales intra y extra sectoriales a través de acciones de promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación lo que se logra en la medida que sean capaces de garantizar la equidad, eficiencia, efectividad y la mayor calidad científico – técnica de las actividades que se desarrollen.
Los principales gestores son el Médico y Enfermera de la Familia que desde su principal tribuna, el Consultorio Médico, ubicado justamente dentro de la comunidad, se convierten en conocedores de la estructura de las familias, de su composición, características, etapa del ciclo vital en que se encuentran, desarrollo de roles y jerarquías y crisis por las que atraviesan. Esa fue la razón que nos condujo a seleccionar el Consultorio Médico 5-1 del Policlínico "Octavio de la Concepción" del municipio de Camajuaní como marco de referencia para definir el escenario de nuestra investigación. El mismo se caracteriza por tener una población altamente envejecida (Índice de Rosset = 19.2) y un 80% de familias extensas, geográficamente está ubicado en el centro urbano de la localidad, con un predominio de hogares con buenas condiciones económicas y socioculturales.
El primer paso para determinar los informantes claves fue apoyarnos en un grupo de expertos, formado por el Equipo Básico de Salud del Consultorio y el Equipo Multidisciplinario de Atención Gerontológica los cuales seleccionaron las familias que cumplían con los siguientes criterios de inclusión y exclusión:
- Criterios de inclusión:
Adulto Mayor Joven (60-79 años): Ambos sexos. Consentimiento informado. No deterioro cognitivo y/o discapacidad mental (Minimental State Examination y Escala Psicoafectiva). (Ver Anexos 1y 2)
Hijo del Adulto Mayor (Adulto de 30-60 años): Ambos sexos. Convivir con el adulto mayor. Consentimiento informado. No deterioro cognitivo y/o discapacidad mental
Nietos: Adolescentes de 12- 18 años que convivan con el adulto mayor. Consentimiento informado. No deterioro cognitivo y/o discapacidad mental
- Criterios de Exclusión: Sujetos con trastornos psicológicos y/o psiquiátricos.
Las familias que sirvieron de escenario de la investigación se describen de la siguiente manera:
Familia 1: Extensa, compuesta por el matrimonio de adultos mayores, la hija y nieta adolescente. En etapa de contracción. No crisis relacionada con el ciclo vital, crisis transitoria por desmembramiento (esposo de la hija en el extranjero) Se cumplen funciones. Condiciones socioeconómicas buenas.
Familia 2: Extensa, compuesta por seis miembros, el matrimonio de adultos mayores, la hija y su esposo, y los nietos, de ellos una adolescente y un menor. Se encuentra en etapa de contracción, sin crisis relacionadas con el ciclo vital, cumplen funciones, buenas condiciones socioeconómicas.
Familia 3: Extensa compuesta por el matrimonio de adultos mayores, cinco hijas y dos nietas adolescentes. Sin crisis relacionadas con el ciclo vital. Se cumplen funciones. Condiciones socioeconómicas buenas.
Familia 4: Extensa, en etapa de contracción, compuesta por el matrimonio de adultos mayores, una hija y el nieto adolescente. Sin crisis relacionadas con el ciclo vital. Se cumplen funciones. Condiciones socioeconómicas buenas.
Familia -5: Extensa. Compuesta por el adulto mayor, el hijo, la nuera, y el nieto adolescente. En etapa de disolución, con crisis por fallecimiento reciente del la esposa y conflictos familiares.
La muestra es típicamente pequeña, con un criterio de selección de manera que la misma refleje realmente el fenómeno, su diversidad complejidad e integridad, asegurando lo peculiar y lo subjetivo, y que estén representadas todas las características posibles del mismo, además tuvimos en cuenta que se cumplieran los siguientes requisitos:
· Acceso fácil a las mismas.
· Alta probabilidad de que se diera una mezcla de procesos, programas, personas, interacciones y/o estructuras relacionadas con las cuestiones de investigación.
· Se pudiera establecer una buena relación con los informantes.
· Pudiera desarrollar el papel de investigadora durante todo el tiempo que fuera necesario.
· Se asegurara la calidad y credibilidad del estudio.
Acceso al campo
El campo, contexto físico y social en el que tienen lugar los fenómenos, hechos y situaciones objeto de investigación, es lo desconocido lo que escapa a las previsiones, lo que no puede someterse a control. La investigación cualitativa se caracteriza por obtener las evidencias y los datos en el contexto natural y espontáneo del campo sin ningún tipo de manipulación controlada. Esto su-puso cumplir las siguientes exigencias:
-Negociar y explicar la entrada al campo. Solicitar permiso.
-Permanencia prolongada en el contexto familiar.
-Participación activa con los protagonistas del estudio.
-Definir y adquirir nuestro status desde el marco de las relaciones sociales existentes en el contexto.
– Ponernos en el lugar de las personas cuyas ideas, métodos y herramientas de trabajo o producciones tratamos de comprender.
Como miembro del grupo de expertos por ser psicóloga del EMAG y el GBT, pudimos recorrer el espacio físico, escuchar conversaciones de los integrantes de las familias y realizar entrevistas informales a estos; estrategia de vagabundeo que nos facilitó la entrada al campo. Nuestra presencia física no fue el problema principal a la hora de conceder el permiso para acceder al campo, sino la problemática que pretendíamos abarcar en la investigación. Se hizo necesario explicar minuciosamente a cada sujeto nuestros objetivos y la necesidad que como profesionales teníamos de su cooperación y sinceridad asegurándoles el anonimato y la privacidad. Nos resultó claro que el acceso al campo es algo más que un mero problema físico y que llega a significar la posibilidad de recoger un tipo de información que está vetada para la mayoría de las personas ajenas al grupo en cuestión.
Después de obtener el consentimiento informado de los participantes comenzamos a negociar los roles que unos y otros íbamos a desempeñar a lo largo de la investigación. En este caso asumimos los siguientes roles:
– Rol de investigadora: Mostrarme como conocedora de mi trabajo con dominio de habilidades y técnicas que permiten planificar y realizar una investigación.
– Rol de participante: Convertirme en un instrumento que escucha, observa, escribe. Realizamos las funciones propias de aquellas personas con las que compartimos determinada situación educativa
– Rol de intermediaria: Convertirme en intérprete de los modos de vida y los significados propios de una cultura para mostrársela a los grupos o comunidades que la desconocen por pertenecer a otras culturas diferentes.
Abandonamos el campo cuando consideramos tener los datos necesarios para llegar a la comprensión del fenómeno para evitar el riesgo de ser considerada parte integrante del contexto familiar.
Descripción y fundamentación de los métodos aplicados: Para la recogida de los datos se utilizaron los siguientes métodos:
Observación: Su propósito fundamental es la recogida de datos e información de manera sistemática en contextos y situaciones determinadas sobre un fenómeno o acontecimiento tal y como este se produce. Se emplea como método complementario y permanente en toda la investigación como vía de confirmación o contrastación de las informaciones obtenidas en las otras técnicas empleadas por lo que contribuye a la legitimación de los resultados y con ello a consolidar la calidad de la investigación. La utilizamos durante todas las sesiones individuales con los sujetos de la investigación, teniendo en cuenta los siguientes indicadores:
- Actitud del sujeto.
- Expresiones emocionales de estos durante la interacción con el investigador (verbales o no).
Observación participante: Es una de los procedimientos mas empleados en la investigación cualitativa- Es un método interactivo de recogida de información que requiere de la participación del observador- investigador en los acontecimientos que esta observando. La implicación supone participación en la vida social y compartir las actividades fundamentales que realizan los sujetos que forman parte del escenario de la investigación. En este caso nos desempeñamos como un observador marginal, que durante las visitas a los hogares donde permanecimos por varias horas pudimos observar el comportamiento de la relación intergeneracional como un espectador aceptado o tolerado por el grupo familiar. Esto nos permitió obtener las percepciones de la realidad estudiada lo que difícilmente podría lograrse sin implicarnos en ella de manera efectiva y acercarnos a las experiencias reales que viven los sujetos investigados.
Entrevista inicial focalizada: Es una técnica que se realiza de manera individual con cada uno de los sujetos investigados. El investigador se presenta haciendo una breve introducción de su rol profesional, su identificación y otros datos de interés. Los objetivos de la misma van dirigidos a crear un ambiente de desinhibición y confianza, valorar las expectativas que origina la investigación, y lograr la motivación de los participantes en la misma. Este primer contacto entre los sujetos y el investigador es de trascendental importancia para el desarrollo posterior de la investigación, aquí debe fomentarse el clima de confianza y seguridad necesarios para continuar el trabajo en equipo y recoger los datos generales de los sujetos.
Entrevista en profundidad: Se considera como el eje metodológico principal para adentrarse en el mundo subjetivo de los individuos. Se caracteriza por establecer reiterados encuentros entre el investigador y los informantes dirigidos hacia la comprensión de las perspectivas que tienen los informantes respecto de sus vidas, experiencias o situaciones, tal como lo expresa Taylor Bigdam (1992). (30)
- Es no directiva, no estructurada, informal abierta y flexible con un propósito explicito.
- El entrevistador busca acercarse a las ideas y opiniones de los otros.
- Se ofrecen explicaciones sobre lo que pretendemos.
- Los entrevistados se expresan con sus propias palabras.
- Es una conversación entre iguales y no un simple intercambio de preguntas y respuestas.
- El entrevistador debe mostrarse interesado, atento, brindar confianza, apoyar lo que dice el sujeto, repetir sus explicaciones o al menos usar sus mismas palabras cuando se intenta aludir a un mismo concepto.
Para lograr nuestro objetivo de conocer la relación adulto mayor – familia desde la perspectiva de los propios sujetos utilizamos los tipos de preguntas propuestas por Patton (1984). (8)
- Preguntas sobre experiencias y comportamientos: Descubre lo que los sujetos hacen o han hecho. Su objetivo es descubrir experiencias, conductas, acciones y actividades que podrían haber sido observadas.
- Preguntas sobre opiniones y valores: Pretenden averiguar lo que la gente piensa de sus comportamientos y experiencias, informan sobre las metas, intenciones, deseos y valores de las personas. Conllevan una explicación racional y una toma de decisiones por parte del entrevistado.
– Preguntas sobre sentimientos y emociones: Tratan de conocer las respuestas emocionales de las personas sus pensamientos y experiencias.
Cuestiones de conocimiento: Permiten descubrir información que posea el sujeto.
Las entrevistas fueron registradas con grabaciones de audio casete para garantizar la calidad y fiabilidad de la información. Luego se hizo una lectura general de la transcripción de los contenidos obtenidos en la entrevista en profundidad, completando la audición con indicadores de tono de voz, vacilaciones y omisiones que pueden ser esenciales para su comprensión. Las transcripciones fueron hechas minuciosamente, registrando los contenidos como los sujetos los verbalizan (Ver Anexo 3).
Test de dibujo "Mi Familia y Yo". Se considera dentro de las técnicas proyectivas más utilizadas en la psicología clínica – asistencial, sobre todo en el trabajo con los niños, lo que no excluye su utilización en el Adulto Mayor. Se utilizó con el objetivo de obtener más elementos acerca de la percepción de las relaciones familiares por los miembros de cada generación. Esta técnica se aplicó de manera individual. La consigna consistió en pedirles que se dibujaran con su familia realizando alguna actividad. Al concluir el dibujo se les solicitó que expresaran lo que acontecía en él y quiénes eran sus miembros.
Materiales: Hojas de papel en blanco, Lápices y Colores
La forma de calificación es cualitativa en función de indicadores tales como: inclusión o no del adulto mayor, aparición de los diferentes miembros de la familia, ubicación especial de estos en el dibujo, posibles formas de comunicación entre ellos, tipo de actividad que realizan o ausencia de actividad, relación de contacto, así como el análisis cualitativo del reporte verbal que hace el sujeto (Ver Anexo 4).
Test de percepción del funcionamiento familiar:
Creado en Cuba en 1994 por Pérez de la Cuesta Lauro y Bayarre y denominada FF -SIL, fue validada en una muestra de familias de dos municipios de La Habana y obtuvo una alta confiabilidad y validez. (31). Se mide la percepción del funcionamiento familiar a través de las dimensiones siguientes:
Cohesión: Unión familiar física y emocional al enfrentar diferentes situaciones y en la toma de decisiones de la tareas cotidianas.
Armonía: Correspondencia entre los intereses y necesidades individuales con los de la familia en un equilibrio emocional positivo.
Comunicación: Los miembros son capaces de transmitir experiencias y conocimientos de forma clara y directa.
Adaptabilidad: Habilidad para cambiar estructuras de poder y relación de roles ante una situación que lo requiera.
Afectividad: Capacidad de los miembros de vivenciar y demostrar sentimientos y emociones unos y otros.
Rol: Cada miembro de la familia cumple las responsabilidades y funciones negociadas por el núcleo familiar.
Permeabilidad: Capacidad de dar y recibir experiencias de otras familias o instituciones.
Se ordena al sujeto leer detenidamente cada enunciado propuesto y luego de valorar los mismos marcar con una (x) en el que considere correcto.
Las opciones de respuesta se desglosan en: casi siempre, muchas veces, a veces, pocas veces, casi nunca, Cada respuesta se evalúa de 5 a 1 punto.
Calificación final:
· Familia funcional: 70-57
· Moderadamente funcional: 56-43
· Familia disfuncional: 42-28.
· Familia severamente disfuncional: 27-14.
La calificación se realiza cualitativamente por análisis de contenido (Ver Anexo 5).
Test de relaciones familiares: Técnica encaminada al estudio de las relaciones familiares desde la óptica del sujeto que se investiga. No fue creada para la tercera edad pero algunos investigadores han obtenido resultados satisfactorios en esta. Consta de cuatro subtest con 12 ítems cada uno:
– Valoración de la familia.
– Distribución de roles.
– Manifestaciones de afecto entre los familiares.
– Diálogo en la familia.
Se le pide al sujeto que marque con una ( x ) en el número que mejor expresa su sentir de acuerdo al valor asignado en la cabeza de cada columna, donde aparecen las categorías: casi nunca, nunca, a veces, siempre. La calificación se realiza cualitativamente por análisis de contenido (Ver Anexo 6).
Método del Círculo Familiar: Author: Thrower S, Bruce W y Walton (1982). Se dio a conocer en Cuba en 1994 por G. Ruiz Rodríguez. Es un método gráfico, fácil de ejecutar y sencillo. Aporta datos de interés para el especialista sobre el funcionamiento familiar, sobre términos fundamentalmente de atracciones y rechazos en el ámbito familiar.
Materiales: Lo único que se necesita es una hoja de papel y un lápiz.
Instrucción: Se le pide al sujeto que haga un esquema de su familia en los términos siguientes:
"Imagina que este círculo grande que yo hago representa tu familia en general tal y como es ahora. Dibuja pequeños círculos que representan tanto a ti mismo como a todas aquellas personas importantes o significativas, sean familiares o no. Pueden estar dentro, fuera, tangentes al círculo o inclusive alejadas de el. Pueden ser grandes o pequeños en dependencia de su significación o influencia. Si existen otras personas suficientemente importantes en tu vida como para estar dentro del círculo, ponlas; así como cualquier objeto, auto, etc. Dentro de cada círculo escribe la inicial del nombre para poderlos identificar bien."
La técnica se aplica a cada miembro por separado. Para lograr la uniformidad del círculo se puede confeccionar de cartulina de 8 cm. de longitud y cada miembro de la familia copiarlo. El primer paso en la discusión y análisis del círculo familiar es la descripción y explicación del dibujo por parte del sujeto. Esto lleva, lógicamente, a precisar aspectos tales como: intimidad, distancia, jerarquía de poder, toma de decisiones, cercanía, patrones de comunicación, espacios y límites personales. Ejemplos de preguntas para precisar elementos reflejados en el dibujo, pudieran ser ¿Cómo compararías el círculo que dibujases con el que hubieras querido que fuera?, ¿Cómo redispondrías los círculos para efectuar los cambios deseados?, ¿Qué harías o dirías a la familia para ello?, ¿Si alguna persona en el círculo cambia su forma de ser, se muda o muere, qué efectos o modificaciones produciría en otros?
Los círculos y su significado representan una imagen subjetiva de la propia familia del sujeto. El rol del especialista consiste en formular preguntas de manera tal que broten o se expresen aquellos conflictos o problemas que ayuden a definir áreas de influencias familiares, así como cambios deseados. El diálogo en realidad cumple múltiples fines: preguntar, aclarar, orientar, precisar, situar metas. El círculo familiar es útil como parte integrante de los datos clínicos. Ellos suministran información definida sobre aspectos psico – sociales que de hecho pudieran sospecharse pero que no tienen suficiente claridad (Ver anexo7).
Sesiones de trabajo: Las sesiones de trabajo se realizaron todas en los hogares, y se estructuraron en tiempo y frecuencia según las particularidades de cada sujeto. Las pruebas psicológicas fueron aplicadas en el horario de la mañana en condiciones de iluminación, ventilación y privacidad adecuadas. La duración de cada sesión fue determinada por el ritmo de trabajo de cada sujeto.
De forma general distribuimos las sesiones de la siguiente manera en cada sujeto:
Primera sesión: Establecer contrato formal con los sujetos y crear rapport, obtener datos generales. (Entrevista inicial focalizada).
Segunda sesión:
– Test de percepción de las relaciones familiares.
– Dibujo de la familia
Tercera sesión:
– Test de relaciones familiares.
– Círculo familiar.
Cuarta sesión:
– Entrevista en profundidad.
La observación la usamos en cada visita como método indirecto para la recogida de datos. La aplicación de estas técnicas estuvo encaminada a triangular la información obtenida en la entrevista para determinar cuales eran los indicadores relevantes que se manifestaban en el estudio. La triangulación consiste en la combinación dentro de un estudio único de distintos métodos o fuentes de datos. Aunque las notas de campo basadas en la experiencia directa en un escenario, proporcionan los datos claves en la observación participante, otros métodos y enfoques pueden y deben emplearse en conjunto con el trabajo de campo. La triangulación suele ser concebida como un modo de protegerse de las tendencias del investigador Se utilizaron las siguientes estrategias de la triangulación:
– Triangulación metodológica: Se utilizaron varios métodos para trabajar sobre los mismos aspectos a investigar.
– Triangulación de datos: Uso de diferentes fuentes de datos. Estudiar un fenómeno con diferentes sujetos, tiempos, lugares y ambientes.
Análisis de la información: El análisis de la información se realizó a partir del esquema propuesto por Miles y Huberman (1994), según el cual concurren tareas de reducción de datos, presentación de datos o extracción y verificación y conclusiones. (28)
La tarea de reducción de datos consiste en simplificar, resumir, y seleccionar la información para hacerla mas abarcable y manejable luego de una lectura atenta y repetida de la misma o "lectura flotante" que al decir de Barding (1977), es necesaria para impregnarse del material.
Posteriormente separamos el material siguiendo un criterio temático y según lo planteado por cada generación objeto de estudio en cada técnica empleada lo que supone la categorización:
La categorización hace posible clasificar conceptualmente las unidades que son cubiertas en un mismo tópico; las categorías se refieren a situaciones, contextos, actividades, acontecimientos, relaciones entre personas, comportamientos, sentimientos, perspectivas sobre un problema, métodos, estrategias, procesos. La categorización es una tarea simultánea a la separación en unidades cuando esta se realiza atendiendo a conocimientos temáticos.
La codificación es la operación concreta por la que se asigna a cada unidad un indicativo (código) propio de la categoría en la que la consideramos incluida.
Se analizó la percepción de la relación familia-tercera edad por cada generación en base a categorías:
Afectividad: Capacidad de los miembros de la familia de vivenciar, demostrar y/o expresar emociones y sentimientos. Actitud ante los problemas del adulto mayor.
Armonía: Vinculo entre los intereses y necesidades individuales y los del adulto mayor.
Cohesión: Unión familiar física y emocional al enfrentar diferentes situaciones relacionadas con el geronte. Inclusión del mayor en la toma de decisiones.
Comunicación: Capacidad de dialogar, transmitir experiencias y conocimientos de forma clara y directa entre el adulto mayor y su familia.
Rol: Papel jugado por el adulto mayor en el núcleo familiar, actividades que realiza.
Tras un análisis de datos de cada caso en particular, manteniendo su carácter único y holístico, se realizó un análisis integral que supone la triangulación de resultados para luego arribar a conclusiones.
La calidad de la investigación se refiere al rigor metodológico con que ha sido diseñada y desarrollada y a la confianza que como consecuencia de ello podemos tener en la veracidad de los resultados obtenidos.
La cientificidad se evalúa por los siguientes criterios:
Credibilidad: Alude a la confianza en la veracidad de los descubrimientos realizados en una investigación y hace referencia a la necesidad de que exista un isomorfismo entre los resultados de la investigación y las percepciones que los sujetos participantes poseen de la realidad estudiada. (28). Durante esta investigación desarrollamos dos estrategias que permitieron superar los problemas de credibilidad: El hecho de estar presentes como observadores de la realidad estudiada para comprender lo esencial, lo característico, diferenciándolo de lo anecdótico y ajustar las categorías extraídas de la realidad y el uso de la triangulación como procedimiento de análisis de los datos, que hizo posible contrastar los mismos e interpretarlos a partir de la diferentes técnicas y sujetos, asegurando arribar a las mismas conclusiones a partir de diversas clases de datos.
Transferencia: Hace referencia a las posibilidades de aplicar los resultados de la investigación a otros sujetos o contextos. Aunque la generalización no es posible dado el carácter único e irrepetible de los contextos, conductas y fenómenos estudiados, sí cabe la posibilidad de algún tipo de transferencia de contexto, dependiendo del grado de similitud entre los mismos, por lo que en este estudio creemos haber ofrecido una descripción exhaustiva y copiosa que facilite establecer comparaciones y transferir resultados.
Dependencia o consistencia: Se relaciona con la posibilidad de que obtuviéramos los mismos resultados al replicar el estudio con los mismos o similares sujetos y contextos. En esta investigación los criterios de independencia han quedado garantizados a través de la triangulación de los resultados, pues se han contrastado las perspectivas individuales de los sujetos objetos de estudio y los resultados obtenidos en las diferentes técnicas.
Confirmalidad: Es la garantía de que los descubrimientos de una investigación no estén sesgados por motivaciones, intereses y perspectivas del investigador. Al igual que en la dependencia, en la medida que hemos expuesto de forma clara y precisa los resultados del presente trabajo, así como las vías utilizadas para lograrlo, dejamos garantizado en tal sentido la fiabilidad externa o confirmalidad. El empleo de la triangulación, y sobre todo el ejercicio de la reflexión realizados, ofrecen evidencias de la misma.
ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS
Análisis de los resultados por técnicas según la percepción del adulto mayor:
Dibujo de la Familia.
Afectividad: En todos los dibujos "Mi familia y yo" los adultos mayores se incluyen dentro de la misma, lo que denota un sentido de pertenencia hacia el grupo familiar, la expresión emocional es buena y hay una tendencia a colocarse junto a la pareja, pues refieren existe un vínculo afectivo mas estrecho. En las familias 1-2-3-4 se representan los hijos y nietos incluso los que no residen con ellos; aún cuando en los reportes verbales se expresan algunas insatisfacciones en cuanto a la relación con los hijos fundamentalmente.
Armonía: En las representaciones gráficas y reportes verbales se observa un ambiente emocional equilibrado, aunque con ciertas insatisfacciones en cuanto a la no coincidencia de intereses entre ellos, sus hijos y nietos.
Cohesión: En general los gerontes se dibujan a si mismos y a su familia realizando actividades de forma heterogénea, sin un fin colectivo. La realización de actividades conjuntas solo esta presente en la familia 3; existe una tendencia a agrupar al matrimonio de adultos medios y sus hijos o por generaciones, lo que habla a favor de poca unión física y emocional con el adulto mayor según su propia percepción.
Comunicación: Al analizar la disposición de los miembros en el dibujo de los adultos mayores 1-2-3, se observa que la comunicación es más estrecha intergeneracionalmente, según el geronte la transmisión mas clara y directa de opiniones, pensamientos y sentimientos se realiza con su pareja; no ocurre así en la familia 4 y 5 .
A continuación se describen los relatos realizados por los adultos mayores en sus dibujos:
Adulto mayor 1: Se coloca junto a su pareja, luego la hija que vive en el hogar y la nieta. " Todos juntos en la casa, mi yerno es de la familia pero ahora está en España".
Adulta mayor 2: Dibuja en primer plano a su yerno, la hija y nietos. "Como mi esposo trabaja en Varadero y solo viene los fines de semana, mi yerno es como el jefe de familia, ellos siempre están juntos, salen y pasean". "Yo, junto a mi esposo porque es mi pareja desde hace 45 años y nos queremos mucho".
Adulta mayor 3: Coloca a su esposo en primer lugar: "El es el jefe de familia, siempre estamos juntos"; luego todas sus hijas en orden de nacimiento y posteriormente los nietos. "Todos estamos juntos en una reunión, así nos colocamos muchas veces".
Adulta mayor 4: Coloca en primer lugar a la hija que no vive en el hogar: "Es mi hija menor que vive al lado pero siempre estamos juntas y nos llevamos muy bien". Junto a ella la otra hija que va para el trabajo, su esposo realizando los mandados, el nieto jugando pelota y finalmente ella conversando."Pocas veces realizamos actividades en conjunto, nos llevamos bien pero no somos muy unidas".
Adulto mayor 5: Se coloca con sus nietos e hija que vive en otra provincia, excluye al hijo que reside en el hogar." "Mi esposa murió hace poco", " No sé si mi hijo quiere que lo coloque".
Círculo Familiar: Todos los gerontes se colocan dentro del círculo junto a los miembros de su familia, incluso los hijos y nietos que no viven en el hogar lo que denota se consideran parte integrante de la misma, El adulto 5 excluye nuevamente al hijo ya que existen dificultades en sus relaciones. Expresan afecto hacia sus hijos y nietos pero al colocar los miembros de la familia la pareja vuelve a ocupar el lugar central y se unen los restantes miembros según generación. Se recogen expresiones tales como:
Adulto mayor 1: Todos siempre estamos unidos.
Adulta mayor 2: Me sacaron de la familia. Ellos se agrupan para realizar actividades y últimamente para tomar decisiones.
Adulta mayor 3: Todos estamos dentro del círculo porque aunque existan algunas diferencias somos una familia. Mi esposo a mi lado porque siempre estamos juntos".
Adulta mayor 4: Quisiera que nos lleváramos mejor y la familia fuera más unida.
Adulto mayor 5: Si mi esposa estuviera viva la colocara en primer lugar. No pinto a mi hijo porque casi ni nos hablamos y no sé si él quiera estar allí. Claro, quisiera que todos estuviéramos juntos.
Test de percepción de las relaciones familiares: Desde la óptica de nuestros adultos mayores las familias 1 y 2 son funcionales, la 3 y 4 son moderadamente funcionales y la 5 disfuncional. Al analizar cualitativamente esta técnica apreciamos los siguientes resultados:
Afectividad: La expresión de emociones y sentimientos se ve limitada entre los miembros de la familia. Los gerontes refieren querer a su familia, pero se quejan de que a medida que avanza el tiempo las demostraciones de cariño, físicas o verbales de sus hijos, van disminuyendo. Recuerdan con añoranza los tiempos en que los hijos eran pequeños y se besaban o acariciaban (Adultos mayores 1y 2). No ocurre así con los nietos los cuales a pesar de expresarse verbalmente, en ocasiones, de forma negativa, si son capaces de besarlos; acariciarlos y dar muestras físicas de afecto.
Adulto mayor 1: Nosotros nos tenemos afecto.
Adulta mayor 2: Mi hija es cariñosa; pero menos que antes.
Adulta mayor 3: Nos queremos, pero pocas veces nos lo decimos o no los demostramos.
Adulta mayor 4: Nosotros no somos muy besucones, nos resulta difícil expresarnos.
Adulto mayor 5: Cuando eran pequeños, mis hijos eran iguales y les di todo, pero ahora nos llevamos muy mal mi hijo y yo.
Armonía: Los adultos mayores perciben en su mayoría que no existe correspondencia entre los intereses y necesidades de cada generación, lo que hace que con frecuencia ellos se sientan tristes, apartados y en desequilibrio emocional con sus hijos. Así expresan:
Adulto mayor 1: Nos llevamos bien, aunque los intereses no coincidan a veces.
Adulta mayor 2: Nos llevamos muy bien, pero a veces no se dan cuenta de lo que necesito y eso me entristece.
Adulta mayor 3: A nuestra edad se necesita paz, en ocasiones los demás no lo entienden, me pongo triste.
Adulta mayor4: A veces existen discusiones entre mi hija y nieto y hasta conmigo, pero yo ahora me callo, pues lo que quiero es tranquilidad.
Adulto mayor 5: Cada cual anda por su lado, muchas veces discutimos, no hay paz.
Cohesión: Todos los adultos mayores consideran que existe unión familiar al enfrentar diferentes situaciones fundamentalmente las relacionadas con sus problemas de salud, lo que esta avalado por reportes verbales como:
Adulto mayor 1: Mis hijos siempre están pendientes de nosotros.
Adulta mayor 2: Cuando me enfermo todos me atienden enseguida, mi hija deja de trabajar y mi nieta me ayuda bastante.
Adulta mayor 3: Somos una familia muy unida.
Adulta mayor 4: Bueno, mi hija tiene su forma pero cuando mi esposo o yo nos enfermamos ella es la que corre.
Adulto mayor 5: Mi nuera es la que siempre me atiende.
En cuanto a la toma de decisiones los adultos mayores muchas veces se sienten excluidos, considerando que en este sentido la generación intermedia (hijas y yernos) desempeñan el papel principal, opinan que esto ocurre porque ya no tienen autoridad y los más jóvenes no quieren escuchar sus consejos.
Adulto mayor 1: A veces tengo opiniones diferentes a mi hija y nieta pero al final ellas siempre hacen lo que entienden pues tienen mejor gusto y mi hija es la que paga.
Adulta mayor 2: Mis ideas son escuchadas y a veces las consideran, pero otras no.
Adulta mayor 3: Con frecuencia hay pequeñas discusiones entre mis hijas y yo porque ellas piensan de manera diferente, me dicen que soy "antigua" cuando doy un consejo.
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |