A lo largo de la historia, el narrador principal inserta comentarios que consolidan la trama, que mantienen al lector pendiente de lo que ocurre, le explican ciertos hechos y le recuerdan que la historia está enmarcada por otra mayor (el matrimonio de Peleo y Tetis). El narrador asume, como nosotros hemos hecho anteriormente, el punto de vista de cada personaje a medida que la historia avanza.
Cabe destacar un hecho interesante: el narrador, aunque en contadas ocasiones, asume también la visión de Teseo. Este hecho se observa al referirse el narrador al rey Minos como el "injusto rey de Gortina" (Catulo, V: 75), o al relatar cómo Teseo "… se encaminaba a la muerte o a los premios de la gloria, deseoso de combatir contra el monstruo cruel [el minotauro]" (Catulo, V: 100). Estos pasajes son los únicos momentos del relato en los que podemos ver la historia desde el punto de vista de Teseo. Observemos que, sin embargo, estas observaciones sólo se refieren a la misión épica de Teseo, pero en ningún momento se nos da algún indicio del punto de vista del mismo con respecto a Ariadna.
En el momento de relatar el despecho y el dolor de Ariadna al ser abandonada, se refiere a Teseo como "el joven ingrato"; ciertos pasajes demuestran esta idea más claramente:
"Entretanto el joven ingrato empuja las aguas con los remos al huir, abandonando sus vanas promesas a los vientos de las tempestades." (Catulo, V: 55)
"…o bien cómo su consorte partiendo con su pecho ingrato la abandonó atados sus ojos al sueño." (Catulo, VV: 120- 125)
Es claro que en este momento de la ékphrasis el narrador asume la visión de Ariadna, y por lo tanto le da a Teseo los apelativos que ella le daría. Pero en el momento de relatar los actos heroicos de Teseo lo presenta como un ser valeroso, arrojado y noble:
"Así, al ingresar el feroz Teseo en la casa…" (Catulo, V: 245)
"…Teseo mismo optó por arrojarse de cuerpo entero por su querida Atenas, antes que fueran transportados a Creta estos cadáveres vivientes de Atenas…" (Catulo, V: 80)
En este momento particular de la ékphrasis, el narrador parece asumir el punto de vista de Egeo y de todos aquellos que odian al rey Minos o sufren su tiranía.
Al momento de realizar la descripción del cobertor, el narrador refiere que éste "representa los hechos valerosos de los héroes con arte asombroso" (Catulo, V: 50); esta expresión es sumamente confusa, ya que luego de realizar el comentario pasa a relatar el abandono de Ariadna por parte de Teseo, por lo que no resulta claro si el autor utiliza aquí la ironía para recalcar la bajeza del abandono o si realmente pretende anticipar el relato de las hazañas de un héroe. En un principio, a medida que avanzamos en el relato y percibimos el dolor de Ariadna y sus _concedidos_ deseos de venganza, podríamos inclinarnos por la primera opción. Pero el narrador pasa entonces a describir el heroico enfrentamiento entre Teseo y el Minotauro, y cómo "desde allí volvió sus pies con gran gloria" (Catulo, V: 110), por lo que nuestras anteriores suposiciones quedan sin fundamento, y el relato vuelve a ser ambiguo.
Esta "distancia irónica que hay entre las "hazañas viriles de los héroes" y el abandono cruel de Teseo" (Gaisser J. H., Pág. 590) es, quizás, el punto que más claramente ostenta el carácter ambiguo de la presentación del personaje de Teseo.
El personaje de Teseo presentado a lo largo del relato es multifacético y confuso: así como se muestran sus glorias y grandes virtudes, también se muestran sus peores defectos. El relator principal zigzaguea entre el héroe y el humano, confundiendo al lector, obligándolo a dudar entre una y otra caracterización y sin ofrecer bases sólidas para interpretar la intención del autor.
¿Desea Catulo presentar a Teseo como un ser abnegado y valiente que ilumina la vida de sus semejantes con sus actos heroicos, o desea mostrar sus debilidades y defectos, exponiendo su naturaleza egoísta? Nada en el relato nos permite tomar una decisión al respecto. Por lo tanto, la hipótesis planteada en la introducción de esta monografía ha sido comprobada.
Teniendo ya la seguridad de que el autor muestra a Teseo de un modo ambiguo, sin realizar un juicio definido acerca del mismo, surge un interrogante:
¿Por qué Catulo presenta a Teseo bajo diferentes fisonomías, sin permitirnos decidir por ninguna de ellas?
Quizás, a partir de la lectura del poema, podríamos inferir dos razones:
Los héroes son vistos por la persona común como seres sumamente abnegados, valientes, casi dioses; al idealizar de esta manera a una persona resulta sumamente difícil imaginar que ésta tiene también defectos y debilidades. En la antigüedad se veía, además, a los héroes como seres que tenían una existencia predeterminada por su vida de abnegación: quizás Catulo inserta el egoísmo del abandono en el relato de los actos heroicos de Teseo para recordarle al lector que además de un héroe es un ser humano.
También cabe suponer que Catulo utiliza este recurso para mantener en suspenso al lector, haciendo más emocionante y atrapante el relato.
CATULO, Cayo Valerio. Carmen LXIV, en (VENECIANO, Gustavo y ERRO, Guadalupe (traducción y notas)): Compendio Literario de Apuntes Ciclo de Nivelación de Letras, Febrero, Córdoba, pp. 31- 37.
GAISER, J. H. 1995. "Threads in the labyrinth: Competing views and voices in Catullus 64" en (Erro, Guadalupe (traducción)): American Journal of Philology 116, 579-616.
A.V: 1961. Lo Sé Todo, Larousse. Buenos Aires.
ARIAS TOLEDO, María Eugenia
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