- Introducción
- Cartera de Inversión
- Presupuesto de capital y análisis de inversión
- Decisiones bajo incertidumbre
- Análisis de inversiones en condición de inflación
- Decisiones de inversión con riesgo
- Crecimiento empresarial y de inversiones
- Interrelación de las decisiones de inversión y financiamiento
- Inversionistas institucionales: públicos y privados
- ¿Cómo se adoptan las principales decisiones de inversión?
- Decisiones de inversión nacional y extranjera en el contexto venezolano actual
- Análisis de casos y ejemplos
- Conclusiones
- Bibliografía
- Glosario
Introducción
Cuando disponemos de una cantidad de dinero, pocas veces pensamos en la posibilidad de invertir en Instrumentos que desconocemos, por la incertidumbre que nos genera este concepto.
La mayoría de las veces, pensamos que las inversiones las hacen únicamente los empresarios o los expertos en Finanzas. Sin embargo, existen en el mercado numerosas opciones que brindan la posibilidad a los pequeños inversionistas de obtener atractivos rendimientos de su dinero.
La segunda preocupación que viene a nuestra mente es el Riesgo. Sabemos que todas las opciones de Inversión, tienen implícito un cierto grado de incertidumbre, que se incrementa conforme los rendimientos que ofrecen son mayores. Es en este punto, en donde la mayoría de los inversionistas se detienen. El miedo a arriesgar una cantidad de dinero les impide que puedan hacer crecer ese patrimonio.
En seguida, señalamos algunas consideraciones que le ayudarán a enfrentar el temor de invertir:
Representa mayor beneficio invertir ese dinero que guardarlo simplemente en una cuenta de débito.
Las opciones de inversión, tienen distintos niveles de riesgo dependiendo del Instrumento que se maneje. Es decir, podemos escoger uno de bajo riesgo, que sin embargo, nos reporte más rendimiento que gastarlo o tenerlo sin "trabajar".
Con ayuda de un Asesor financiero, podemos invertir una parte de nuestro capital en una inversión de riesgo mediano o alto. El especialista se encargará de obtener los mayores beneficios y no tendremos que preocuparnos de ser expertos en el comportamiento del mercado financiero.
En tiempos actuales, enfrentar el riesgo es casi indispensable, considerando que son necesarias ciertas reservas de dinero para enfrentar emergencias, aprovechar oportunidades o para tener un retiro digno. Cabe señalar, que hay opciones de inversión que nos permiten tener acceso a nuestros fondos todos los días.
Una vez que haya tomado la decisión y que haya leído toda la información posible acerca de las características de las distintas opciones, recomendamos que acuda con un Asesor financiero, aún si ha decidido invertir en las modalidades de bajo riesgo. El especialista le brindará orientación para sus necesidades en particular y le dará herramientas para que se sienta seguro respecto a su decisión.
Objetivo y clasificación de las inversiones.
Tradicionalmente se ha venido considerando como objetivo de la empresa la maximización del beneficio. Sin embargo, este objetivo se ha criticado mucho; actualmente se defiende la existencia de un conjunto de objetivos, consecuencia de un proceso de negociación entre los distintos participantes de la empresa, que de un modo u otro esperan algo de ella.
A pesar de que hoy día se acepta que la empresa debe alcanzar diversos objetivos, la moderna Administración Financiera plantea como objetivo prioritario la maximización del valor de mercado de la empresa desde el punto de vista de sus propietarios (accionistas, en el caso de una sociedad anónima). También se plantea como la maximización del valor de las acciones de la empresa, aunque este objetivo plantearía problemas en el caso de empresas que no coticen en bolsa.
Aunque se ha criticado este objetivo, se asume de forma más generalizada debido a que:
1.- Se puede compatibilizar con el objetivo de máximos beneficios: a mayor beneficio, mayor valor de la empresa.
2.- Es operativo y sencillo.
3.- Es único.
4.- Es un objetivo cuantificable, y por tanto susceptible de incorporar a modelos matemáticos.
Hay que destacar que este objetivo es idóneo para las grandes empresas que cotizan en bolsa; sin embargo, presentan dificultades operativas al intentar aplicarlo a las PYMES. Respecto a cómo se consigue este objetivo habría que considerar que la toma de decisiones no se realiza por los propietarios sino por los directivos; sin embargo existen al menos cuatro motivos por los que la actuación de los directivos tenderá a satisfacer los intereses de los accionistas maximizando el precio de las acciones:
1.- El primero es la existencia de un mercado de trabajo que paga más a aquellos directivos que han conseguido mejores resultados con los precios de sus acciones.
2.- En las pequeñas empresas que no cotizan en bolsa, el motivo más evidente para que el directivo actúe en interés del accionista es la amenaza de despido. Pero también en las grandes empresas se han producido casos en los que los accionistas han despedido a directivos que no actuaban en su interés.
3.- La posibilidad que ante una bajada en los precios de las acciones surja otra empresa que desee adquirirla para cambiar la dirección y mejorar con ello el valor de la empresa. (Es lo que se conoce como OPA hostil no deseada por los directivos).
4.- Hay ocasiones en que los directivos son compensados con acciones ante buenos resultados por lo que son a la vez accionistas, y de esta forma están interesados en que sus acciones valgan lo más posible.
Este objetivo (MAXIMIZAR LA RIQUEZA DE LOS ACCIONISTAS), presenta una triple vertiente interrelacionada, la decisión de inversión o presupuesto de capital, la decisión de financiación y la decisión de dividendos. La optimización de la decisión conjunta de perseguir siempre la maximización del valor de la empresa para sus accionistas, o lo que es lo mismo, la riqueza de estos.
Cartera de Inversión
Es un conjunto de al menos dos instrumentos financieros en los que se ha invertido de forma simultánea. Los instrumentos financieros con los que se puede crear una cartera son variados y pueden proceder de los siguientes mercados:
· Mercado de dinero
· Mercado de capitales
· Mercado de derivados
· Mercado de divisas
· Mercado de commodities
Las carteras tienen su razón de ser en la idea de la diversificación que facilita la disminución del riesgo y sustento en el rendimiento.
La clave de la diversificación se encuentra en la dependencia entre los instrumentos que conforman una cartera. Tales relaciones de dependencia se estiman con la correlación3. Mientras menor sea la correlación de los activos, la cartera estará más diversificada.
Rendimiento y Riesgo. Cuando se debe elegir entre dos carteras los indicadores más importantes son el riesgo y el rendimiento que presentan.
El rendimiento muestra el crecimiento en el valor de la cartera. Se debe distinguir entre rendimiento realizado y rendimiento esperado. El primero se refiere al rendimiento que en la realidad tuvo el portafolio en tanto que el segundo es una estimación del rendimiento futuro de la cartera.
Frecuentemente el riesgo se define como la posibilidad de pérdida y se puede vincular con un mercado a la baja pero aún en este escenario es posible obtener ganancias mediante posiciones cortas. Por tanto para estas notas el riesgo indica la dispersión de los rendimientos realizados con el rendimiento esperado.
Tanto el rendimiento como el riesgo cuentan con diferentes métodos de estimación como promedios móviles para el rendimiento y modelos GARCH para la volatilidad. Sin embargo, en este material se hace uso únicamente del rendimiento promedio y de la desviación estándar como estimadores del rendimiento y del riesgo respectivamente.
2. Las comisiones para corredores o brokers son fijas sin importar la no existencia de ganancias.
3. Existen nuevas técnicas como las copulas (de la palabra inglesa couple) que también indican la dependencia entre dos activos.
4. Las inversiones de los inversionistas
En los mercados financieros existen diferentes tipos de inversionistas pero una primera clasificación considera dos clases: individuales e institucionales. No obstante, la necesidad de invertir y las condiciones en las que se encuentre el inversionista son los factores que determinan los tipos de inversiones.
Bancos Una misma institución financiera puede contar con distintos portafolios con base a las políticas de la alta dirección. Así, en una institución financiera, se pueden encontrar un portafolio de trading conformado por instrumentos líquidos para rebalancear (cambiar la composición de la cartera) con frecuencia y un fondo de pensiones compuesto de instrumentos de mayor plazo con menor liquidez pero que ofrecen la posibilidad de explotar ciertos arbitrajes regulatorios. El arbitraje regulatorio (solo aplicable para la banca múltiple) consiste en la inversión en instrumentos para los cuales los organismos regulatorios soliciten un capital regulatorio que sea menor al capital económico4.
Seguros Las instituciones de seguros deben invertir las reservas debido a que éstas son los recursos con los que se responde a los siniestros. En la circular S 11.2 de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas se establecen las características de las inversiones en las que puede participar una compañía de seguros. Esta circular señala límites de inversión con base en el tipo de activos y en la clase de reserva.
Presupuesto de capital y análisis de inversión
Expresión usada en el contexto de la administración, organización de la empresa, negocios y gestión.
En inglés capital budget. El presupuesto de capital se considera como sinónimo de inversiones a largo plazo. Las inversiones que se estudian en el presupuesto de capital pueden incluir activos fijos, activos intangibles o incluso inversiones permanentes en el capital de trabajó (activo circulante). En general, el presupuesto de capital se refiere al hecho de que el dinero que se haya de invertir (de capital) es escaso, y debe presupuestarse entre alternativas de inversión competitivas. El presupuesto de capital incluye tres áreas básicas de estudio:
a. La determinación del tamaño óptimo de la empresa (área de economía).
b. Determinar en qué invertir: se habrá de determinar qué parte de los recursos constituye capital de trabajo y qué parte constituirá activos no circulantes.
c. Determinación de las fuentes de financiamiento: buscar las fuentes de financiamiento más baratas, e invertir en los proyectos más rentables.
Decisiones bajo incertidumbre
Hasta ahora hemos analizado las distintas inversiones como si de situaciones de certeza se tratara, sin embargo la realidad es bien distinta y nos encontramos con que la certeza no existe. Así pues cuando hablamos de un proyecto de inversión a medio y largo plazo estamos hablando de unos flujos dinerarios que esperamos se produzcan en un plazo de cinco o más años a partir del momento actual. Es por ello que además de tener en cuenta todas las anteriores variables debemos de tener en cuenta la incertidumbre como una variable más del modelo.
a) Esperanza matemática de los distintos flujos de caja
Cuando hablamos de un proyecto de inversión a futuro nos podemos encontrar con varios estados posibles de la naturaleza, en este sentido el concepto de Esperanza Matemática de los flujos de caja expresa la ganancia media esperada en cada situación.
Fórmula del VAN teniendo en cuenta distintas situaciones de probabilidad.
Donde:- VAM = Valor Actual Medio de la Inversión.
– A = Valor de la Inversión Inicial.
– Qi = Valor neto de los distintos flujos de caja. Se trata del valor neto así cuando en un mismo periodo se den flujos positivos y negativos será la diferencia entre ambos flujos.
– Pi = Valor de la probabilidad de producirse el flujo neto de caja Qi.
– ki = Tasa de retorno del periodo.
b) El ajuste de la tasa de descuento
Otra de las opciones que podemos utilizar para contemplar el efecto de la incertidumbre en el análisis de un determinado proyecto de inversión es el ajuste de la tasa de descuento.
Este método consiste en incrementar dicha tasa de descuento con una prima de riesgo. Al hacer esto lo que conseguimos es penalizar enormemente los flujos de caja más lejanos de tal modo que lo que estamos haciendo es aminorar enormemente el valor actual de dichos flujos.
Tasa de descuento ajustada: S = K +PDonde:- S = Tasa de descuento ajustada.- K = Tasa de descuento en estado de certeza.- P = Prima de riesgo establecida para el modelo.
Fórmula del VAN con la tasa de descuento ajustada.
El ajuste de la tasa de descuento lo podremos realizar conforme a la fórmula anterior, donde la tasa de descuento es ajustada para cada periodo de la inversión, o simplificando el modelo y ajustando una única tasa para toda la vida de la operación.
c) Reducción de los flujos de caja a condiciones de certeza
En este caso en vez de ajustar la tasa de descuento aplicada al criterio lo que ajustamos son los distintos flujos monetarios que produce la inversión.
Al igual que en el caso anterior podemos utilizar un mismo coeficiente de ajuste para toda la vida de la operación o un coeficiente distinto para cada flujo de caja.
La determinación de dicho coeficiente es algo que tendremos que realizar nosotros en función del grado de certeza que a priori consideremos que tiene la inversión. En cualquier caso dicho coeficiente debe ser inferior a la unidad y superior a cero. Cuanto menor sea dicho coeficiente mayor es la desviación esperada entre nuestra estimación del mencionado flujo monetario y la realidad.
La fórmula del VAN utilizando este sistema quedará del siguiente modo.
Donde:- VAN = Valor Actual Neto de la Inversión.- A = Valor de la Inversión Inicial.- Qi = Valor neto de los distintos flujos de caja. Se trata del valor neto así cuando en un mismo periodo se den flujos positivos y negativos será la diferencia entre ambos flujos.- ki = Tasa de retorno del periodo.- a i = Tasa de inflación esperada del periodo.
Análisis de inversiones en condición de inflación
Cuando hablamos de una inversión a largo plazo nos encontramos con que la inflación juega en nuestra contra por lo que deberemos tener en cuenta la inflación esperada durante la vida de la inversión para analizar de una forma más veraz su resultado.
La inflación podrá por tanto afectar de dos formas distintas a nuestra inversión:
1ª La inversión es independiente de los flujos de netos de caja.
En este caso los flujos netos de caja se mantienen constantes. Es el caso de las inversiones donde los flujos de cobros y pagos se han fijado mediante un contrato. Recibimos los flujos contratados pero cada vez con un menor valor real.
Así pues la fórmula del VAN quedará del siguiente modo:
Donde:- VAN = Valor Actual Neto de la Inversión.
– A = Valor de la Inversión Inicial.
– Qi = Valor neto de los distintos flujos de caja. Se trata del valor neto así cuando en un mismo periodo se den flujos positivos y negativos será la diferencia entre ambos flujos.- ki = Tasa de retorno del periodo.
– g = Tasa de inflación esperada del periodo.
2º La tasa de inflación afecta por igual a los distintos flujos de cobros y pagos.Se trata del caso más habitual, decidimos realizar una inversión pero nos encontramos con que la inflación juega en nuestra contra pues no hemos fijado ni nuestros cobros ni nuestros pagos a través de un contrato.
Fórmula del VAN en este caso.
Donde:- VAN = Valor Actual Neto de la Inversión.
– A = Valor de la Inversión Inicial.
– Qi = Valor neto de los distintos flujos de caja. Se trata del valor neto así cuando en un mismo periodo se den flujos positivos y negativos será la diferencia entre ambos flujos.- ki = Tasa de retorno del periodo.
– g = Tasa de inflación esperada del periodo.
En este caso y como se desprende de la fórmula nos encontramos con que si simplificamos el criterio podemos realizar el análisis sin tener en cuenta la inflación pues como se puede observar multiplica y divide de igual forma a los distintos flujos de caja.
3º La inflación afecta de una forma distinta a la corriente de cobros que a la de pagos.Este es el caso más habitual; en muchas ocasiones la empresa se encuentra con que no todo el efecto de la inflación en sus compras lo puede trasladar a sus ventas, bien en su importe bien en el momento de producirse el incremento de costes.
En este caso nos podemos encontrar con tres tipos de inflación distintos: – c = Inflación repercutida en los cobros.
– p = Inflación soportada en los pagos.
– g = inflación general del mercado.
Fórmula del VAN teniendo en cuenta los tres tipos de inflación posible.
Donde: – VAN = Valor Actual Neto de la Inversión.
– A = Valor de la Inversión Inicial.
– Qi = Valor neto de los distintos flujos de caja. Se trata del valor neto así cuando en un mismo periodo se den flujos positivos y negativos será la diferencia entre ambos flujos.
– ki =Tasa de retorno del periodo.
– g = Tasa de inflación esperada del periodo.
– c = Tasa de inflación esperada sobre los cobros.
– p = Tasa de inflación esperada sobre los pagos.
ImpuestosOtro aspecto de vital importancia cuando realizamos una inversión es el gravamen que vamos a sufrir cuando realicemos los flujos negativos de la misma y las posibles ventajas fiscales que podemos obtener por el hecho de realizar la inversión.
Así pues con respecto a las inversiones nos tenemos que fijar en dos aspectos básicos:
1º- Tipo impositivo que vamos a soportar en los beneficios obtenidos con ella.Fórmula para el desarrollo del modelo con un tipo impositivo que grave los flujos de caja netos:
Donde:- VAN = Valor Actual Neto de la Inversión.
– A = Valor de la Inversión Inicial.
– Qi = Valor neto de los distintos flujos de caja. Se trata del valor neto así cuando en un mismo periodo se den flujos positivos y negativos será la diferencia entre ambos flujos.
– ki = Tasa de retorno del periodo.
– t = Tipo impositivo sobre los beneficios del periodo.
Como podemos observar el tipo impositivo aminora el importe de los flujos netos de caja provocando en muchos casos el paso de una inversión aconsejable a una inversión no aconsejable.
2º- Ventajas fiscales obtenidas como consecuencia de la realización de una inversión.Fórmula del VAN en este entorno:
Donde:- VAN = Valor Actual Neto de la Inversión.
– A = Valor de la Inversión Inicial.
– Qi = Valor neto de los distintos flujos de caja. Se trata del valor neto así cuando en un mismo periodo se den flujos positivos y negativos será la diferencia entre ambos flujos.
– ki = Tasa de retorno del periodo.
– t = Tipo impositivo sobre los beneficios del periodo.
– A = Parte de la inversión susceptible de ser amortizada.
– n = Años en los que se va a amortizar la inversión.
Como vemos en la anterior fórmula la existencia de unos coeficientes de amortización también van a influir en el resultado del modelo. Vemos como el efecto de la amortización aminora la disminución de los distintos flujos de caja producidos por el modelo.En caso de que realicemos la inversión a través de una financiación el tipo de interés de dicha financiación también resultará determinante en el desarrollo del modelo, de tal forma que la rentabilidad de la inversión se verá condicionada por las posibles fluctuaciones del tipo de inversión.
Decisiones de inversión con riesgo
Para satisfacer la demanda de bienes y servicios, las empresas necesitan hacer inversiones en maquinaria y equipo, insumos y demás, lo cual crea la necesidad de disponer de suficientes recursos financieros. Además, toda empresa dispone de capital limitado que reduce sus posibilidades de inversión y sólo en la medida que las operaciones sean rentables, el presupuesto de capital se irá ampliando y permitirá a la empresa sobrevivir y tener éxito; éxito que, por lo demás, depende de la habilidad con que las personas encargadas de tomar las decisiones puedan concebir, analizar y seleccionar las oportunidades de inversión que resulten más rentables. En tal sentido, una de las áreas fundamentales de la gestión empresarial es el área financiera que, junto a otras, se constituyen en áreas prioritarias de la gerencia, con el fin de tratar de conseguir los mejores resultados económicos con los recursos de que dispone. Se deben tomar decisiones que influyan de manera positiva en el desarrollo futuro de la empresa, decisiones que implican tomar ciertos riesgos al destinar recursos, en este caso financieros. Y es que mientras menor sea la información que se tiene sobre el futuro y más largo sea el tiempo de recuperación de la inversión, la magnitud del riesgo aumenta: de ahí que la gerencia debe evaluar cuidadosamente los aspectos relacionados con cada acción, entre los cuales cabe destacar: a) análisis de la situación actual de la empresa y de su entorno, así como sus fortalezas y debilidades ante su propio mercado y ante la competencia; b) análisis de escenarios futuros, identificando peligros y oportunidades y c) planteo de varias opciones y su evaluación, para escoger la mejor.
Se dice que una acción es riesgosa cuando no se tiene certeza sobre su resultado y como este resultado tiene lugar en un momento futuro, prácticamente todas las acciones que realiza la gerencia de la empresa son, en mayor o menor grado, arriesgadas. De ahí que las decisiones empresariales determinadas por el futuro están sujetas al riesgo e incertidumbre. Esa incertidumbre, generalmente asociada a los flujos de caja de una inversión, es debida a muchos factores, a saber: que una empresa se declare en suspensión de pagos y no haga frente al servicio de la deuda, que los índices de inflación sean elevados y progresivos, que cambien los gustos de los consumidores, lo cual producirá descensos en los flujos de caja, que el Estado ponga en práctica políticas económicas generalmente inadecuadas como controles de precios, devaluaciones monetarias y control de cambio, alzas de impuestos, incremento en las importaciones, poco interés en el fomento de la actividad productiva, etcétera.
En la actualidad, muy pocos autores consideran la posibilidad de abandonar un proyecto en un momento dado, como una real alternativa de decisión y mas bien parece como si considerasen que una vez tomada la decisión sobre un proyecto de inversión, la empresa debe llevarlo adelante hasta el fin de su vida. Esta falta de consideración sobre la posibilidad de abandono de un proyecto se traduce en la poca información disponible sobre el tema, lo cual ciertamente ha sido una limitación de este trabajo. Los pocos autores que han escrito sobre abandono lo han hecho en unas pocas páginas de algún artículo de un texto. Pero aún así, con todo y lo reducido de la información, el tema tiene una gran significación al evaluar proyectos de inversión. El propósito de la investigación es demostrar el efecto que en la evaluación de un proyecto de inversión tiene considerar la posibilidad de abandono futuro de dicho proyecto.
Riesgo país:
Gracias al desarrollo de proyectos conjuntos entre el Gobierno venezolano y compañías de Irán y China, Venezuela captó en el primer trimestre de este año 906 millones de dólares en inversión extranjera, una magnitud que representa un salto de 42% respecto al mismo lapso de 2008.
Si bien este resultado demuestra que la inversión extranjera, una herramienta útil para crear puestos de trabajo y obtener tecnología, va en aumento, los montos que recibe Venezuela son ínfimos respecto a las principales economías de América Latina.
De hecho, esto sucede a pesar de que la crisis financiera internacional obliga a las multinacionales de Europa y Estados Unidos, principal fuente de inversión extranjera en el resto de la región, a recortar planes de expansión.
Colombia sufre una merma de 22% en la inversión extranjera del primer trimestre y aun así registra 1.724 millones de dólares, es decir, un monto que supera en 90% lo obtenido por Venezuela, y Chile contabiliza una caída de 45%, pero recibe 3.505 millones de dólares, una cifra que rebasa al país por 286%.
La inversión extranjera que recibió Brasil en el primer trimestre se traduce en un descenso de 40%, sin embargo, equivale a 5.342 millones de dólares, y México, después de un declive de 36%, capta 2.663 millones de dólares, cifras que también dejan muy atrás a Venezuela.
Analistas estiman que el riesgo de invertir en el país es alto si se toma en cuenta que hay control de precios; apetito del Gobierno por apoderarse de lo que denomina 'sectores estratégicos'; control de cambio, que dificulta la repatriación de dividendos; y trabas para la importación de algunos rubros.
La administración de Hugo Chávez lleva adelante un plan de nacionalización de empresas que le ha entregado al Estado la supremacía en sectores clave como el financiero, telecomunicaciones, cemento, hierro, acero y rubros de alimentos.
El plan ha obligado a multinacionales como AES, Verizon, Cemex, Lafarge, Holcim, Techint y Cargill a entregar empresas que mantenían en sus rompecabezas.
De acuerdo con estadísticas de la Cepal, Cargill, junto a Nestlé y Bunge, es la multinacional en el campo de los alimentos con mayor inversión en América Latina, mientras que AES domina en el rubro de energía eléctrica.
Indicadores financieros, evaluados por las empresas al momento de tomar decisiones de inversión, no arrojan buenos resultados para Venezuela.
El riesgo país, un termómetro que mide la diferencia entre el rendimiento que exige un inversionista para no comprar bonos del Tesoro de Estados Unidos y adquirir papeles venezolanos, se ubica al cierre del 25 de mayo de este año en 13,4%, una magnitud que supera con creces a 2,5% de México, 2,9% de Perú, 3,1% de Colombia, 3% de Brasil, y sólo se aproxima a 13,8% de Argentina.
Venezuela registra baja inversión extranjera en una región de poco peso en la economía globalizada. La Cepal indica que en 2008 América Latina captó 8% de la inversión extranjera en el mundo, mientras que Asia y Oceanía lograron beneficiarse con 21%.
África sólo recibió 4% y los países desarrollados absorbieron 61%.
Crecimiento empresarial y de inversiones
Toda empresa necesita diversos tipos de recursos para funcionar adecuadamente, tales como recursos humanos, tecnológicos,… y también financieros. Estos recursos son imprescindibles en el momento de la creación de la empresa y también a medida que se va creciendo, una vez el proyecto va teniendo éxito.
En lo que se refiere a los recursos financieros, existen una serie de temas que conviene evaluar para decidir lo que es más conveniente para la empresa en cada momento. Entre estos temas destacan los siguientes:
-¿Cuál es la proporción adecuada entre recursos propios y recursos ajenos?
-¿Cuál es la proporción adecuada entre deuda a largo plazo y deuda a corto plazo?
-¿Qué tipos de deuda conviene utilizar?
-¿Qué parte de los beneficios generados conviene repartir en forma de dividendos?
En estas líneas se presentan algunos de los aspectos a considerar en relación con la decisión sobre la proporción adecuada entre recursos propios y recursos ajenos.
La financiación basada en fondos propios tiene grandes ventajas. Entre estas cabe destacar la independencia frente a los acreedores y el menor nivel de riesgo financiero. Tradicionalmente, se ha situado la proporción ideal entre capital propio y deuda entre el 40% y 60%, aproximadamente. De todas formas, esta proporción depende mucho del sector en el que opere la empresa. Si que conviene recordar que la mayoría de estudios sobre esperanza de vida empresarial suelen indicar que a medida que la empresa cuenta con una mayor proporción de recursos propios, aumenta su esperanza de vida. Sin embargo, esta proporción tan elevada de capital puede limitar el crecimiento de la empresa, cuando no se generan recursos suficientes o no se cuenta con la posibilidad de ampliar el capital.
En cambio, trabajar con deuda permite aumentar las inversiones más allá de lo permiten que los recursos generados por la empresa. Por otro lado, en un entorno de tipos bajos como el actual, el coste de la deuda es menor que la rentabilidad deseada por los accionistas, por lo que es más barato financiarse con deuda. Así, endeudarse es una forma de reducir el coste medio de todos los recursos financieros utilizados por la empresa.
Además, la deuda es deducible fiscalmente, por lo que su coste real suele estar por debajo de la tasa de inflación. Tampoco podemos olvidar que la financiación a través de deuda puede permitir que los accionistas perciban dividendos periodicamente al no estar tan comprometidos los recursos generados internamente para seguir financiando inversiones.
En la actualidad, muchas empresas están considerando elevar la proporción de deuda con el fin de poder financiar el crecimiento, ya que los bajos tipos de interés favorecen el efecto apalancamiento, es decir, el uso de deuda para aumentar la rentabilidad de los recursos propios. Esta situación es posible siempre que la rentabilidad de las inversiones que hace la empresa sea superior al coste de la deuda. Hoy en día, dado el crecimiento que están experimentando los beneficios empresariales, se trata de una situación muy frecuente. En sectores como la construcción de infraestructuras, por ejemplo, está creciendo del uso del project finance. En este tipo de financiación la entidad de crédito gestiona las necesidades de financiación tanto a corto como a largo plazo, a lo largo de la vida del proyecto.
Lógicamente, la política financiera depende de la etapa en el ciclo de vida en el que se encuentra la empresa. En los primeros años de vida es posible que la empresa tenga más dificultades para acceder a la financiación externa, por lo que es más normal contar con una mayor proporción de recursos propios. Cuando se trata de proyectos innovadores en sectores tales como las tecnologías de la información, biotecnología y similares, existen diversas instituciones que actúan en el campo del capital riesgo que pueden aportar financiación que tiene las ventajas de los recursos propios. Un aspecto a tener en cuenta es que las empresas de capital riesgo desean rentabilizar de forma importante su inversión en plazos de tiempo que oscilan alrededor de los cinco años. Este horizonte más a corto plazo puede dificultar el uso del capital riesgo en empresas que precisan de un mayor plazo de tiempo para empezar a generar riqueza de forma importante.
Una vez la empresa ya ha demostrado que su modelo de negocio es capaz de generar riqueza, se puede plantear el acudir a bolsa para aumentar su financiación. Esta opción sólo es planteable en el caso de empresas de dimensión mediana y grande.
Aunque la mayoría de las fórmulas de financiación que se han indicado (capital riesgo, project finance, bolsa,…) suelen tener costes elevados, tienen como ventaja añadida el que obligan a la empresa a actuar con elevados niveles de profesionalidad y transparencia.
De lo anterior se desprende que la decisión sobre la proporción entre capital y deuda debe hacerse considerando elementos como el riesgo, las necesidades de inversión, los costes de cada fuente de financiación, la rentabilidad de los accionistas, la fiscalidad, … Por suerte, hoy en día existen múltiples vías de financiación ya sea a través de recursos propios o de recursos ajenos, por lo que no debería descartarse ningún proyecto interesante de inversión por falta de financiación.
Interrelación de las decisiones de inversión y financiamiento
LAS DECISIONES FINANCIERAS.
El análisis de las decisiones financieras se sitúa dentro del área de la Dirección Financiera y constituyen el nexo de unión entre la teoría financiera y la política financiera. Debido a las interacciones existentes entre las decisiones financieras y a su interrelación con el objetivo de la empresa, la Dirección Financiera se ocupa de evaluar el efecto combinado de dichas decisiones sobre el objetivo financiero. Este tipo de decisiones empresariales suponen un aumento o disminución del empleo de los recursos de las empresas y responden a los tres interrogantes planteados por SOLOMON:
1.- ¿Cuál debe ser la dimensión de la empresa y su ritmo de crecimiento?
2.- ¿Qué clases de activos debe poseer la empresa?
3.- ¿Cuál debe ser la composición de su pasivo?
Estas cuestiones están estrechamente ligadas. El volumen total de activos dependerá de las posibilidades específicas de inversión, así como de las posibilidades de financiación. Las facilidades para obtener recursos financieros dependerán a su vez de la cantidad y calidad de los proyectos de inversión en los que van a ser utilizados. Las tres cuestiones constituyen tres aspectos de un mismo problema fundamental, las cuales deben resolverse simultáneamente en la práctica.
Así, la empresa ha de hacer frente a tres categorías de decisiones financieras:
1.- Volumen y destino de sus inversiones.
2.- Volumen de los dividendos a distribuir.
3.- Volumen y origen de los recursos a utilizar.
Es decir, decisiones de inversión, decisiones de dividendos y decisiones de financiación. Cada una ha de valorarse en relación con el grado de cumplimiento del objetivo financiero de la empresa.
Quizás la decisión económico-financiera fundamental de la empresa sea la determinación del nivel y composición de su inversión. La empresa puede invertir en activos físicos o financieros (títulos). Las decisiones de inversión de la empresa determinan la renta futura de la misma. La rentabilidad de las inversiones se ve influida tanto por factores externos al control de la dirección como por decisiones de producción.
• DECISIÓN DE INVERSION
La decisión de inversión consiste en la colocación de capital en proyectos de inversión de los que se esperan beneficios futuros (Van Horne, 1.986).
La dirección se encuentra con tres problemas importantes que afectan a la decisión de inversión: el primero de ellos es localizar nuevas oportunidades de inversión; el segundo es estimar los flujos de tesorería de los proyectos; y el tercero, establecer una regla o técnica de decisión consistente que permita elegir entre diversos proyectos de inversión. La regla de decisión debe ofrecer la propiedad antes mencionada de maximizar la riqueza de los accionistas.
La estimación de los flujos de caja no es sencilla debido a que son flujos esperados y por tanto futuros, por lo que no pueden estimarse con certeza. Por este motivo, los proyectos de inversión deben evaluarse en función de su rentabilidad esperada y del riesgo económico que llevan consigo.
Para la valoración de proyectos de inversión a partir de la rentabilidad esperada y del riesgo se seleccionan un conjunto de proyectos de inversión para elegir entre estos el proyecto que maximice la rentabilidad para un determinado tipo de riesgo o bien que minimice el riesgo para un determinado nivel de rentabilidad.
• DECISIÓN DE FINANCIACIÓN
Las decisiones de financiación determinan los medios que la empresa ha de utilizar para financiar sus inversiones.
La empresa se va a plantear si financiar sus inversiones con fondos propios o con fondos provenientes del endeudamiento, es decir, con fondos ajenos.
Cada uno de los medios que utiliza la empresa para financiarse supone un coste, que en su conjunto, da lugar a lo que se conoce como coste de capital de la empresa.
El coste de capital, por consiguiente, relaciona, a través de la tasa de rendimiento requerida de los proyectos de inversión, las decisiones de inversión con las de financiación. La empresa al conocer el coste de capital va a seleccionar las inversiones a realizar y estas serán las que incrementen el valor de la empresa, es decir, las inversiones cuya tasa de rendimiento interna sea mayor al coste de capital de los recursos financieros utilizados.
• DECISIÓN DE DIVIDENDOS
La decisión de dividendos consiste en determinar el volumen óptimo de distribución de beneficios que permita mantener una política adecuada de autofinanciación y una retribución suficiente a las acciones de la empresa. Por tanto la política de dividendos supone la decisión de distribuir beneficios versus retención de los mismos para reinvertirlos en la empresa.
El tema central que se deriva de la decisión de dividendos es si el valor de la empresa en el mercado es independiente o no de la política de dividendos seguida por la empresa.
Los economistas no están de acuerdo en esta cuestión y hay dos posturas claramente opuestas. Por un lado, Modigliani y Miller (1.961) afirmaron que la política de dividendos es irrelevante para el valor de la empresa en el mercado. Por otro lado Gordon (1.962) dice que existirá una política óptima de dividendos que maximice el valor de la empresa al suponerse que el comprador de una acción paga sus futuros dividendos.
Inversionistas institucionales: públicos y privados
Los inversionistas institucionales constituyen una fuente importante de financiamiento para el gobierno central. En 2000 los fondos de pensiones, las compañías de seguros y los fondos comunes de inversión tenían en su poder aproximadamente la cuarta parte de la deuda total del gobierno central en los mercados emergentes. Para 2005 la proporción de la deuda pública en manos de inversionistas institucionales había aumentado a casi un tercio de la deuda total del gobierno central (FMI, 2006b).
Aunque los inversionistas institucionales revisten una importancia crucial para el funcionamiento del mercado de deuda pública interna de un país, no constituyen un grupo homogéneo con objetivos de inversión similares. Por el contrario, cada tipo de inversionista institucional sigue sus propias directrices de inversión y, como resultado, la demanda de títulos públicos abarca desde letras de tesorería a corto plazo hasta instrumentos a largo plazo. Los fondos de pensiones y las empresas que ofrecen seguros de vida tienen un flujo de fondos predecible y pasivos bastante predecibles durante largos períodos; en consecuencia, su horizonte de planificación es a largo plazo y prefieren activos que generen un flujo estable de rentas reales. En cambio, los fondos comunes y las sociedades de inversión se centran en el valor actual de mercado de sus carteras, que es el principal indicador de su desempeño. Además, dado que sus accionistas pueden exigir el rescate de sus tenencias prácticamente en cualquier momento, y que se les obliga a ajustar el precio de sus activos al valor de mercado, prestan mucha atención a la liquidez de los instrumentos financieros en los cuales invierten.
Los bancos difieren de los inversionistas institucionales normales por la índole de sus pasivos. Como tienen depósitos a corto plazo que son fijos en términos nominales y rescatables a la vista, estas instituciones se diferencian de los fondos comunes de inversión (que también tienen pasivos a corto plazo pero cuyo valor fluctúa según el valor de mercado de sus activos) y de las compañías de seguros y los fondos de pensiones, que tienen pasivos a largo plazo.
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