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Amenaza por roturas superficiales del terreno, y deslizamientos en un área del municipio del Cuá (Jinotega, Nicaragua) (página 2)


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5.1.1 Grietas en carretera y escuela

La mayoría se observan en la carretera, a lo largo de 150-200 metros, o cortándola en tres puntos diferentes. Estas grietas cortan el suelo del terreno de la escuela, y de cafetales aledaños pertenecientes a la Hacienda Alaska.

Las grietas cortan inicialmente la carretera y posteriormente el suelo del terreno, las paredes y el piso de las dos construcciones del Centro Escolar Juan Carlos Vanegas. Otra grieta se observa en la carretera, a unos 100 metros al sur de la escuela, visible en el sector.

Las grietas se distribuyen cubriendo una cierta área, como grietas abiertas o formando escarpes de varios centímetros de ancho y altura, sugiriendo la evidencia que no se trata de una sola grieta o fractura definida, sino de una serie de fracturas escalonadas en una zona de grietas de unas decenas de metros en el terreno

La grietas presentan geometría ligeramente arqueada, desconociéndose su profundidad.

Otros elementos que incrementan los daños de la escuela, es la construcción de una poza séptica casi inmediatamente debajo de las aulas de clase, la apertura de una pequeña zanja, sin revestimiento, para evacuar el agua de precipitación pero que también facilita la infiltración de un suelo limoso-arenoso con buenas condiciones de drenaje.

De esta manera se le resta la capacidad natural de soporte del suelo con relación al peso de las construcciones.

5.2 Deslizamientos de suelos

Los deslizamientos ocurren en laderas con pendientes moderadas a fuerte de quebradas y de terrenos removidos por los cultivos. Los deslizamientos en ese lugar son pequeños y se desarrollan a lo largo del borde de la quebrada.

Un rasgo común y expresivo, es su relación con suelos profundos y poco consolidados, sueltos y removidos, fácilmente saturados por agua y un horizonte de meteorización de la roca y se desarrollan siguiendo el borde de la ladera paralelo al curso de agua y son de pequeñas dimensiones.

El factor desencadenante es la precipitación que satura el suelo y en contacto con la roca meteorizada se crea un plano de debilidad que lleva a la ruptura, o la corriente erosiona la base de la ladera y el suelo pierde estabilidad y se desliza.

Algunas laderas de cafetales, muestran evidencias de antiguos deslizamientos con aguas estancadas.

Un caso particular de inestabilidad de laderas se encuentra en un hundimiento vertical del suelo, en terrenos de la Hacienda San Isidro. Esto llevó al abandono y traslado de la casa de beneficio de café.

5.2.1 Sector La Chata

La Chata es una pequeña comunidad al NE de El Cuá, accesible desde Golfo Arriba por la antigua carretera. En terrenos de la Hacienda Buenos Aires, coordenadas 643661E / 1473699, se localiza un terreno ondulado con presencia de grietas en un área un poco menor de una Hectárea, actualmente sembrado con maíz.

El suelo es poco consolidado de color café-oscuro y de textura areno-arcillosa, suelto y removido que lo hacen susceptible a procesos de remoción del suelo mayores. En las partes mas inclinadas presenta zonas de desprendimiento de flujos de suelo que amenazan a las casas situadas en esa parte del terreno.

5.2.2 El Cuá, el Cerro San Cristóbal y el Río Cuá

El poblado de El Cuá, la cabecera municipal se localiza fuera del área de visita, unos 15 kilómetros al Norte. Se menciona por su ubicación geográfica en el valle fluvial del Río Cuá y próximas al pié de una serie de cerros. Su ubicación debe ser considerada como de riesgo por las autoridades locales, para propósitos de reducción y manejo de amenazas de deslizamientos e inundación.

El Cerro San Cristóbal es una elevación de 1,342 metros, varios kilómetros al Suroeste de El Cuá. Se extiende al Noreste en una fila de cerros de alturas menores que 500 metros, en cuyas laderas y pie se asientan casas y asentamientos.

En la mayoría de los casos, las laderas conservan árboles y arbustos, pero algunos cerros pequeños cerros carecen de éstos y sus laderas cultivadas de maíz, observándose ruptura del suelo que potencialmente darían paso a procesos de erosión y transporte de sedimentos con formación de cárcavas y flujos de lodos que afectarían el poblado.

El mayor factor de riesgo, es su ubicación en la llanura de inundación del río, apenas unos 2 metros por arriba del nivel normal del agua. Esto lo hace altamente vulnerable a las inundaciones por crecidas del río. Una experiencia así, ya fue vivida durante las lluvias del Huracán Juana, en 1988.

El diseño del nuevo puente de acceso a las zonas rurales, no favorece la rápida evacuación de las aguas, sobre todo durante crecidas torrenciales cuando transporta troncos y ramas de árboles. Durante las ultimas lluvias de mayo, la mayoría de las alcantarillas del puente fueron bloqueadas y las aguas de la crecida inundaron las calles aledañas, hasta en un metro de altura.

Los deslizamientos en la parte alta de las quebradas, podrían represar temporalmente la corriente. En caso de rotura, producir un flujo de lodo peligroso que podría alcanzar el poblado de El Cuá, el puente nuevo y ampliar su impacto.

5.3 Flujos de detritos

Ocurrieron con las lluvias del Huracán Juana y sus evidencias ha sido borradas, como lo señala Don Eusebio respecto a los que afectaron el Cerro El Canario, al Oeste.

Se localizan entre las laderas altas y de fuertes pendientes de las montañas aprovechando las nacientes de quebradas. La escorrentía pluvial recoge el material coluvial de la laderas y los incorpora al flujo, transportándolos cuesta abajo.

6. AMENAZA SÍSMICA Y SISMICIDAD SUPERFICIAL DE EL CUÁ

Según datos aportados por instituciones especializadas nacionales, la mayoría de los sismos sentidos en Nicaragua se generan en Pacífico y la Cordillera Volcánica. Una tercera zona, es la región montañosa del país, en donde los sismos son poco frecuentes.

Un factor que contribuye a considerar la sismicidad poco frecuente en esta región, es el poco conocimiento; aunque se registran enjambres sísmicos hasta de 5 grados en la escala Ritcher.

Una estimación del grado de la amenaza sísmica para el territorio del Municipio de El Cuá-Bocay, la evalúa como 4, en una escala de 0 a 10. Sugiriendo una amenaza sísmica moderada.

Esta puede verse incrementada debido a la calidad de la construcción y de los materiales usados para esta. Lo cual determina el grado del riesgo y su vulnerabilidad ante sismos

Por otro lado, según el GSHAP, (1999) la aceleración máxima de la onda sísmica en roca o sea el valor de PGA para el terreno del Municipio El Cuá-Bocay es 1.90 ms-² g. Esto significa un valor de amenaza sísmica Bajo para el municipio.

No se debe descartar, aunque se evalúa la ocurrencia de sismos en esta región como baja o poco frecuente, la posibilidad de ocurrencia de sismos moderados a fuertes en este territorio.

7. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

La geología, el relieve y el clima, el tipo y uso del suelo favorecen condiciones de inestabilidad que en situaciones de mucha lluvia intensas podrían favorecer la ocurrencia de deslizamientos y flujos potencialmente peligrosos para la población de El Cuá.

Las grietas que afectan la carretera han casi destruido la infraestructura escolar, y se pueden considerar peligrosas, que podrían activarse con las lluvias.

Los deslizamientos en su mayoría pequeños son frecuentes en laderas de las quebradas y potencialmente en laderas de cafetales, con suelos profundos, sueltos y saturables.

Los deslizamientos en las quebradas podrían represar el agua y su rompimiento súbito producir un flujo torrencial capaz de alcanzar al poblado de El Cuá.

La ubicación de El Cuá, entre el río y laderas de cerros, la hace altamente vulnerable a inundación y potencialmente a deslizamientos flujos procedentes de estos cerros. Estos elementos deben de ser considerados en sus planes de ordenamiento territorial y de crecimiento urbano.

Por su diseño, el nuevo puente actúa un muro que represa la crecida y acumula los materiales que transporta, e incremen el riesgo e impacto de la inundación al poblado.

El grado de la amenaza sísmica para el territorio de El Cuá-Bocay, se evalúa como 4, en una escala de 0 a 10. Según el GSHAP, (1999) la aceleración máxima de la onda sísmica en roca (PGA) para el municipio es 1.90 ms-² g. Un valor de amenaza sísmica Bajo.

Se recomienda realizar un estudio geofísico con una metodología adecuada para determinar anomalías, como instrumento auxiliar en el conocimiento de la extensión y profundidad de grietas en suelo y roca, hidrogeología local y condición de suelo.

Se recomienda que los ingenieros valoren estos resultados antes de decidir la reconstrucción y ocupación de las instalaciones escolares.

Se recomienda estudiar posibilidades de readecuación del diseño del puente y la posibilidad de realizar medidas de retención de ramas y troncos en sitios aguas arriba del puente.

Se recomienda dar seguimiento a sitios de deslizamientos en quebradas factibles de represar sus aguas y causar flujos de lodos peligrosos y el grado de apertura de las grietas en suelo, piso y paredes de la escuela, midiéndolas luego de día lluviosos.

En razón que la Alcaldía Municipal cuenta con técnicos y dispone de gps manuales, se recomienda tomar datos de sitios críticos (deslizamientos, flujos y grietas), para preparar una base de datos.

8. REFERENCIAS Y ANEXOS

GSHAP, 1999. Global Seismic Hazard Assesment Programm. INETER

Datos aportados de trabajos realizados cortesía de T. Obando. 2005

 

 

 

Autor:

Tupak E. Obando R

Ingeniero en Geología. Doctorado, y Master en Geología, y Gestión Ambiental por la Universidad Internacional de Andalucía UNÍA (Huelva, España). Especialista en Deslizamientos Volcánicos y No Volcánicos.

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