Cara anterior: presenta el foramen infraorbitario, terminación del conducto precedente, por donde emerge el nervio infraorbitario. Debajo de este foramen hay una depresión: la fosa canina. De la parte inferior del conducto infraorbitario, en el espesor del hueso, se originan conductos que terminan en los alvéolos del canino e incisivos: los canalículos dentarios anteriores.
Cara infratemporal: convexa, corresponde medialmente a la tuberosidad del maxilar, y lateralmente, a la fosa infratemporal. Presenta forámenes alveolares [dentarios posteriores] destinados a los nervios del mismo nombre y a las arterias alveolares para los molares.
Borde inferior: cóncavo hacia abajo, es grueso y convexo en sentido anteroposterior.
Borde anterior: forma la parte media e inferior del borde orbitario.
Borde posterior: contribuye a delimitar la fisura orbitaria inferior.
C. Borde anterior: emerge por debajo de la espina nasal anterior. Se ensancha a nivel de la escotadura nasal y termina continuándose en el borde anterior de la apófisis frontal.
D. Borde posterior: redondeado, constituye la tuberosidad del maxilar. Ésta forma la parte anterior de la fosa infratemporal y se articula, hacia abajo, con el hueso palatino, del cual está separado por el conducto palatino mayor.
E. Borde infraorbitario: limita medialmente la pared inferior de la órbita. Se articula de adelante hacia atrás con el hueso lagrimal, el etmoides y el palatino.
F. Borde inferior: está excavado por los alvéolos dentarios.
Simples en la parte anterior, los alvéolos están divididos a nivel de los grandes molares en dos, tres o cuatro fositas secundarias para cada una de las raíces de un mismo diente.
G. Ángulos: se describen cuatro ángulos, dos superiores y dos inferiores. En el ángulo anterosuperior se destaca la apófisis frontal, vertical y algo oblicua hacia atrás. Aplanada en sentido transversal, su base ensanchada se confunde con el cuerpo del hueso; su vértice se articula con la porción nasal; la cara medial forma parte de la pared lateral de las cavidades nasales; la cara lateral, lisa y cuadrilátera, presenta la cresta lagrimal anterior del maxilar, delante de la cual se inserta el músculo elevador del ala de la nariz y del labio superior; por detrás de la cresta, el surco lagrimal. El borde anterior de la apófisis frontal se articula con los huesos nasales; el posterior, con el hueso lagrimal. Los otros ángulos del hueso no presentan accidentes dignos de interés.
Estructura
El maxilar está formado por hueso compacto con pequeños islotes de tejido esponjoso en la base de la apófisis frontal, sobre todo en el borde alveolar. El centro del hueso presenta una cavidad de forma piramidal que corresponde al seno maxilar (véase Cavidades nasales).
Anatomía de superficie
Situada en la parte anterior de la cara, el maxilar es un hueso superficial. El borde anterior de la apófisis frontal, sus caras y las que participan del borde orbitario son subcutáneas y están tapizadas por las partes blandas de la cara y de la mejilla.
La cara medial de la apófisis frontal y la superior de la apófisis palatina del maxilar se pueden explorar por vía nasal (rinoscopia).
El borde alveolar y la cara inferior de la apófisis palatina pueden ser explorados a través de la cavidad bucal.
Desarrollo
En el brote yugal del 1 er arco branquial, en el 2° mes de vida intrauterina, aparecen dos zonas de osificación. Éstas se sueldan a nivel de la sutura incisiva. El, seno maxilar insufla el esbozo del hueso a partir del 6° mes y alcanza su desarrollo después del nacimiento, debido a la respiración La ausencia de la soldadura entre sí de las apófisis palatinas de los dos maxilares genera la hendidura palatina, por la que se comunica la cavidad bucal ~on las cavidades nasales.
La ausencia de la soldadura de la sutura incisiva es la causa del labio leporino
Hueso cigomático [malar]
El hueso cigomático es un sólido arbotante situado entre el maxilar y el frontal, el ala mayor del esfenoides y la apófisis cigomática del hueso temporal.
Posición
Colocar lateralmente la cara lisa y convexa del hueso; hacia adelante, la superficie en forrna de semiluna: el borde orbitario; hacia abajo y horizontal, la parte más estrecha del hueso.
Descripción
El cigomático forma el esqueleto del pómulo, de forma cuadrangular; en él se describen:
A. Vista lateral: lisa y convexa, sirve de inserción a los músculos maseteros y cigomáticos; presenta la terminación del foramen cigomaticofacial Su parte superior está cubierta por el músculo orbicular de los párpados.
B. Vista medial: es cóncava, forma parte de las fosas: temporal e infratemporal; da inserción a parte de las fibras inferiores del músculo temporal Se prolonga hacia adelante, en una superficie triangular dentada que forma parte del ángulo anterior del hueso; hacia arriba, se destaca la apófisis frontal del cigomático; se articula por arriba con el frontal; medialmente, con el ala mayor del esfenoides y por abajo, con el maxilar; presenta el foramen cigomático-orbitario. Una superficie rugosa y triangular lo articula con el vértice truncado de la pirámide del maxilar.
C. Borde anterosuperior: cóncavo, forma el borde lateral y parte del inferior de la órbita; se continúa con el borde de la apófisis cigomática y con la apófisis frontal del maxilar.
D. Borde posterosuperior: presenta una parte horizontal, que se continúa con el borde superior de la apófisis cigomática, y otra vertical, en forma de S alargada. En él se inserta la fascia temporal.
E. Borde anteroinferior: dentado, casi recto, limita la su- . perficie de articulación con el maxilar.
F. Borde posteroinferior: rectilíneo, grueso y rugoso.
G. Ángulos: se articulan: el superior, con el frontal; el inferior, con la apófisis cigomática; el anterior, agudo, con el borde inferior de la órbita; llega por encima del foramen infraorbitario; el posterior se articula con la apófisis cigomática.
Estructura
Constituido por tejido compacto, en él puede observarse tejido esponjoso. El hueso se encuentra atravesado por un canal [conducto] en forma de Y que en la cara superior del proceso frontal, en el interior del hueso, se divide en dos; uno termina en la cara lateral del hueso y otro en la media! Este conducto es recorrido por la rama orbitaria del nervio maxilar.
Anatomía de superficie
Superficial, es el hueso del pómulo. A pesar de ser sólido, está expuesto a las fracturas por choque directo.
Desarrollo
Se origina a partir de 3 puntos de osificación que aparecen al 2° mes y se sueldan en el 5° de la vida intrauterina. Uno origina la porción cigomática; los otros dos, la orbitaria.
Hueso nasal [propio de la nariz]
Los huesos nasales son dos pequeñas láminas unidas en la línea mediana. Están situados entre las apófisis frontales del maxilar, en la sutura frontonasal.
Posición
Lateralmente, su cara convexa; hacia abajo, el borde que presenta una incisura; hacia adelante, el borde vertical, más grueso.
Descripción
A. Vista superficial: presenta una cara subcutánea, convexa transversal mente, cóncava de arriba hacia abajo en su parte superior. En su parte inferior es convexa; en esta cara se inserta el músculo prócer.
B. Vista profunda: cara profunda o nasal. Forma la parte anterior de la bóveda de las cavidades nasales.
C. Borde superior: dentado y grueso, se articula con el frontal y su espina nasal.
D. Borde inferior: delgado, se une al cartílago de la nariz.
E. Borde anterior: grueso y rugoso, se articula con la espina nasal del frontal, con la lámina perpendicular del etmoides y con el hueso nasal opuesto.
F. Borde lateral: se articula con la apófisis frontal del maxilar.
Anatomía de superficie
Huesos superficiales, palpables por su cara superficial, sólidos y resistentes; se encuentran expuestos a traurnatismas y fracturas.
Estructura
Están constituidos por tejido compacto y atravesado por un canal vascular (foramen nasal).
Desarrollo
Cada uno de ellos presenta un punto de osificación que aparece a mediados del 3er mes de la vida intrauterina.
Hueso lagrimal [unguis]
Hueso par, situado en la cara medial de cada cavidad orbitaria, entre el frontal, el etmoides y el maxilar; es una lámina ósea, delgada e irregular.
Descripción
Presenta dos caras y cuatro bordes .
A. Cara lateral: en ella se observa una cresta vertical: la cresta lagrimal posterior, que termina abajo por medio de una apófisis en forma de gancho: gancho lagrimal (hamulus), que forma parte del orificio superior del conducto lagrimonasal. Esta cara está dividida en dos porciones por la cresta: la posterior, plana, se continúa con la lámina orbitaria del etmoides; la anterior contribuye a formar el conducto laqrimonasal.
B. Cara medial: presenta un canal vertical que se corresponde con la cresta de la cara lateral; en la parte posterior se articula con el etmoides, completando las celdillas etmoidolagrimales. La parte anterior, rugosa, contribuye a formar la pared lateral de las cavidades nasales.
C. Borde superior: se articula con el borde nasal del frontal.
D. Borde inferior: contribuye a formar el conducto lagrimonasal.
E. Borde anterior: se articula con la apófisis frontal del maxilar.
F. Borde posterior: se articula con la lámina orbitaria del etmoides.
Estructura
Está formado en su totalidad por tejido compacto.
Desarrollo
Se efectúa a partir de un solo punto que aparece en el 3er mes de la vida intrauterina.
Hueso palatino
Hueso par y profundo, contribuye a formar la bóveda palatina, la cavidad nasal, la órbita y la fosa pterigopalatina.
Posición
Colocar hacia abajo y horizontalmente la lámina horizontal (de forma cuadrangular); hacia atrás, el borde cóncavo de esta lámina; y medialmente, el borde más grueso y libre de la lámina horizontal.
Descripción
Está formado por una lámina horizontal, que constituye la parte posterior del paladar óseo, y una lámina perpendicular (vertical) que se une a la precedente en ángulo recto.
El palatino presenta tres apófisis: una inferior, la apófisis piramidal, que se dirige hacia el espacio que queda entre las dos alas de la apófisis pterigoides. Las otras dos, situadas en el borde superior del hueso, están separadas por una escotadura: hacia adelante y arriba, la apófisis orbitaria; hacia atrás y medial, la apófisis esfenoidal.
A. Lámina horizontal: cuadrilátera, presenta dos caras y cuatro bordes
Cara nasal: es superior, cóncava transversalmente, forma parte del piso de la cavidad nasal.
Cara palatina: es inferior, rugosa, contribuye a formar la bóveda del paladar óseo.
Borde medial: se une a su homólogo del lado opuesto y presenta por arriba la cresta nasal, donde se articula el vómer.
Borde lateral: se continúa con la lámina perpendicular.
Borde anterior: es delgado y rugoso; se articula con el borde posterior de la apófisis palatina del maxilar.
Borde posterior: sirve de inserción al paladar blando. El ángulo posteromedial, al unirse con el homólogo opuesto, forma la espina nasal posterior.
B. Lámina perpendicular: larga, delgada y vertical, presenta dos caras y cuatro bordes :
Cara maxilar: se describen tres zonas: a) anterior, rugosa, se articula con la tuberosidad del maxilar, formando el surco palatino mayor; b) posterior, rugosa, se articula con la apófisis pterigoides; c) entre ambas zonas existe una superficie lisa, no articular, que en el cráneo completo forma la pared medial de la fosa pterigopalatina.
Cara nasal: presenta dos crestas de dirección anteroposterior: la cresta etmoidal, que se articula con el comete nasal medio y la cresta de la concha [cresta turbinal], que lo hace con el cornete inferior. Ambas crestas limitan una superficie lisa: la pared lateral del meato medio; la superficie que se halla por debajo de la cresta de la concha, forma la pared del meato inferior,
Borde anterior: delgado, que se superpone a la tuberosidad del maxilar. Partiendo del borde anterior, se ve una lámina que se dirige hacia adelante y contribuye a cerrar la parte posterior del hiato maxilar,
Borde posterior: es delgado y se articula con la apófisis pteriqoides.
Borde inferior: está unido al borde lateral de la lámina horizontal; de esta unión emerge hacia abajo y atrás una saliente ósea, la apófisis piramidal del palatino, En la parte anterior del borde inferior se abren los conductos palatinos menores,
Borde superior: presenta en su parte media la escotadura esfenopalatina, limitada adelante por la apófisis orbitaria y atrás por la apófisis esfenoidaL El cuerpo del esfenoides cierra la escotadura esfenopalatina y así se forma el foramen esfenopalatino, que da paso al nervio y a los vasos esfenopalatinos y comunica la fosa pterigopalatina con la cavidad nasal.
C. Apófisis piramidal: se ubica en el espacio que queda en la parte inferior del borde anterior de la apófisis pteriqoides.
D. Apófisis orbitaria: está unida al resto del hueso por un istmo óseo estrecho, cuya cara medial presenta la cresta etmoidal. La cara lateral de la apófisis tiene dos superficies: la anterior, horizontal, constituye la parte posterior del piso de la órbita, mientras que la lateral contribuye a formar la fosa pteriqopalatina. En la cara medial existen superficies articulares: la anterior para el maxilar, la posterior para el esfenoides y la interme-
E. Apófisis esfenoidal: más pequeña que la precedente, se dirige medialmente hacia atrás y arriba, Su cara superolateral se aplica contra la base de la apófisis pterigoides, formando la parte superior del surco palatino mayor, para los vasos y nervios del mismo nombre, Su cara inferior contribuye a formar el techo de la cavidad nasal,
Estructura
Principalmente formada por hueso compacto, se encuentra hueso esponjoso en la base de la apófisis piramidal.
Anatomía de superficie
Situado profundamente, pertenece por su cara medial a la cavidad nasal, explorable por rinoscopia directa, a nivel de los meatos inferior y medio, Por medio de la rinoscopia posterior se observa el borde posterior del hueso, donde se inserta el velo del paladar. Por vía bucal se visualiza la parte posterior del paladar óseo tapizado por mucosa,
Desarrollo
Se produce a expensas de dos centros primitivos que aparecen al mes y medio de la vida intrauterina: uno origina la apófisis piramidal y la lámina perpendicular, y el otro, el resto del hueso. Aparecen dos centros complementarios, uno para la apófisis orbitaria y otro para la esfenoidal.
Cornete nasal inferior [concha nasal inferior]
Lámina ósea alargada horizontalmente, arrollada alrededor de su eje longitudinal, se adhiere a la pared lateral de la cavidad nasal por su borde superior.
Posición
Colocar medialmente la cara convexa; el borde erizado de salientes hacia arriba; el extremo más afinado hacia atrás.
Descripción
De contorno ligeramente romboidal, presenta :
A. Cara medial: convexa, orientada hacia el tabique nasal, en su mitad superior es más o menos lisa, y en la inferior, presenta rugosidades y surcos vasculares.
B. Cara lateral: cóncava, forma la pared medial del meato inferior. Este meato se encuentra entre el cornete y la pared lateral de la cavidad nasal.
C. Borde superior: se articula con las caras nasales del maxilar y de la lámina perpendicular del palatino. En su parte anterior, una saliente cuadrangular, la apófisis lagrimal, se articula con el hueso lagrimal y con los bordes del surco lagrimal del maxilar. Por detrás se encuentra una lámina ancha dirigida hacia abajo: la apófisis maxilar, que se articula con el borde inferior del hiato maxilar, reduciéndolo. Más hacia atrás, una pequeña lámina se articula con la apófisis unciforme del etmoides: la apófisis etmoidal.
D. Borde inferior: libre, se encuentra en la cavidad nasal.
E. Extremos: el extremo anterior está en contacto con el maxilar y el extremo posterior con el palatino. Ambos extremos se articulan en las crestas de la concha [turbinales] de ambos huesos.
Estructura
Este hueso está compuesto por hueso compacto y delgado, y se halla enteramente tapizado por la mucosa nasal.
Anatomía de superficie
Es explorable por medio de rinoscopia anterior; se encuentra tapizado totalmente por mucosa.
Desarrollo
Se efectúa a partir de un punto de osificación que aparece hacia el 4° o 5° mes después del nacimiento.
Vómer
Es una lámina ósea vertical y media, extendida desde la cara inferior del cuerpo del esfenoides hasta la sutura palatina media. Forma la parte posterior del tabique de las cavidades nasales.
Posición
Ubicar hacia arriba y atrás el borde que presenta dos prolongaciones laterales; hacia abajo, el borde más extenso.
Descripción
El vómer forma el tabique nasal óseo, junto con la lámina perpendicular del etmoides Se distinguen dos caras y cuatro bordes.
A. Caras: ubicadas lateralmente, son planas y verticales; con frecuencia se encuentran desviadas, y se vuelven convexas o cóncavas. Presentan surcos vasculares y nerviosos, entre los que se destaca uno, el surco vomeriano, dirigido hacia adelante y abajo, que aloja al nervio nasopalatino.
B. Borde superior: presenta las dos alas del vómer, abiertas en ángulo diedro, formando un canal orientado de adelante hacia atrás y de arriba hacia abajo, que se articula con la cresta esfenoidal. Esta cresta no alcanza el fondo del canal, y se forma el conducto vomerorrostral. por el que pasa una arteriola que irriga el cuerpo del esfenoides y el tabique nasal.
C. Borde inferior: delgado, penetra entre las crestas nasales de las láminas horizontales de los huesos palatinos, a nivel de la sutura palatina media y más hacia adelante, entre las apófisis palatinas de los maxilares.
D. Borde anterior: oblicuo hacia abajo y adelante, su parte superior se articula, en parte, con la lámina perpendicular del etmoides, y el resto, con el cartílago del tabique nasal.
E. Borde posterior: delgado y cortante, constituye el borde medial de la parte posterior de ambas cavidades nasales, separando ambas coanas.
Estructura
Está formado, en su totalidad, por hueso compacto. Es frágil y puede fracturarse y desplazarse hacia un lado, provocando desviaciones del tabique.
Anatomía de superficie
La rinoscopia permite estudiar, a través de las cavidades nasales, ambas caras del hueso cubiertas de mucosa.
Desarrollo
En una trama conjuntiva embrionaria, a partir del 3er mes de vida intrauterina, se generan dos láminas que comienzan a soldarse desde abajo hacia arriba. Ambas láminas paralelas forman en su parte superior un canal; pueden apreciarse entre el 6° y el 7° mes de vida intrauterina.
Mandíbula [maxilar inferior]
Hueso simétrico, impar y mediano, es un hueso móvil, situado en la parte inferior de la cara. Tiene un cuerpo de forma cóncava hacia atrás, semejante a una herradura, y sus extremos se dirigen verticalmente hacia arriba, formando con el cuerpo un ángulo casi recto.
Posición
Colocar hacia adelante la porción convexa del cuerpo en un plano horizontal y hacia arriba, el arco alveolar.
Descripción
Se describen el cuerpo y las dos ramas.
Cuerpo
En él se distinguen dos caras y dos bordes:
A. Cara externa: en la región anterior, en la línea mediana, presenta una cresta vertical, resultado de la soldadura de ambas mitades del hueso: la sínfisis mandibula. Por debajo de ésta se encuentra la protuberancia mentoniana. Lateralmente y hacia atrás, a la altura de la implantación del 2° prernolar. se halla el foramen mentoniano, por donde emergen el nervio y los vasos mentonianos. Casi a mitad de distancia entre el arco alveolar y la base [borde inferior] de la mandíbula, a ambos lados de la protuberancia mentoniana, emerge la línea oblicua. En su comienzo sigue paralela a la base del hueso, para dirigirse luego hacia arriba y atrás; atraviesa en diagonal esta cara y se continúa con el borde anterior de la rama. En esta línea rugosa se insertan los músculos: depresor del labio inferior y depresor del ángulo de la boca. En el área comprendida por encima de la línea oblicua y por debajo del arco alveolar, se observan salientes verticales que corresponden a las eminencias alveolares; entre estas salientes existen surcos que corresponden a los tabiques interalveolares.
B. Cara posterior: hacia adelante presenta un surco vertical que corresponde a la sínfisis mandibular. En su parte inferior se observan salientes de inserción, las espinás mentonianas (qeni), en número de cuatro: dos superiores, que dan inserción a los músculos genioglosos. y dos inferiores, donde se insertan los músculos genihioideos. Próximo a la línea mediana se encuentra el origen de la línea milohioidea, que asciende en forma oblicua hacia atrás, pasando por debajo del último molar, hacia la cara medial de la rama. En esta línea se inserta el músculo milohioideo, y en su parte posterior, el músculo constrictor superior de la faringe. Esta línea milohioidea divide a esta cara en dos partes: una superior (bucal), que presenta, a cada lado de las espinas mentonianas, la fosita sublingual. En ella se aloja el extremo anterior de la glándula sublingual. En la porción situada por debajo de la línea milohioidea se observa una depresión en la cual se aloja la glándula submandibular: la fosita submandibular. Existe, además, un surco subyacente a la línea milohioidea: el surco milohioideo,
Borde superior: es el arco alveolar y recibe a las raíces dentarias. Los alvéolos son simples adelante y más complejos hacia atrás, donde están formados por varias cavidades, separadas por los tabiques interradiculares, puentes óseos donde se insertan ligamentos dentarios.
Borde inferior: es redondeado. Cerca de la línea mediana se observa la fosa digástrica, en la cual se inserta el vientre anterior del músculo digástrico. Hacia atrás, este borde puede presentar una escotadura para el pasaje de la arteria facial.
Rama de la mandíbula
En número de dos, son cuadriláteras, dirigidas en sentido vertical, pero algo oblicuas de abajo hacia arriba y de adelante hacia atrás.
A. Cara lateral: presenta rugosidades producidas por la inserción del músculo masetero, más acentuadas en el ángulo de la mandíbula, el que puede presentarse proyectado hacia afuera y arriba por la tracción del músculo mencionado
B. Cara medial: en la parte media de esta cara se observa una saliente aguda: la língula de la mandíbula [espina de Spixl. Por detrás de esta língula se encuentra el foramen mandibular, por donde penetran el nervio y los vasos alveolares inferiores. De la parte posteroinferior de este foramen parte el surco milohioideo. Por detrás de éste, en la proximidad del ángulo de la mandíbula, la presencia de rugosidades importantes denota la firmeza de las inserciones del músculo pterigoideo medial.
C. Borde anterior: es oblicuo de arriba hacia abajo y de atrás hacia adelante. Agudo arriba, se ensancha cada vez más hacia abajo. formando una depresión entre sus bordes. La vertiente medial se dirige hacia el borde superior del cuerpo y la lateral se continúa con la línea oblicua.
D. Borde posterior: es liso y redondeado; corresponde a la glándula parótida.
E. Borde superior: presenta, de adelante hacia atrás, tres accidentes importantes: la apófisis coronoides, que da inserción al músculo.temporal: la escotadura mandibular, cóncava hacia arriba, que establece una comunicación entre la región maseterina en sentido lateral y la fosa infratemporal en sentido medial; la apófisis condilar, eminencia articular achatada en sentido anteroposterior y proyectada medialmente en relación con el borde de la rama. En el extremo de esta última se encuentra el cóndilo de la mandíbula, que a su vez está unido a la rama de la mandíbula por el cuello; en el cual se inserta, medialmente, el músculo pterigoideo lateral.
F. Borde inferior: se continúa sin línea de demarcación con el borde inferior del cuerpo. Forma un ángulo muy marcado con el borde posterior; es el ángulo de la mandíbula, muy saliente, también llamado gonión.
Estructura
La mandíbula es un hueso extremadamente sólido, en especial a nivel de su cuerpo. El hueso compacto que lo forma es espeso y son necesarios traumatismos violentos para fracturarlo.
El borde superior del cuerpo está tapizado por una lámina bastante densa de hueso esponjoso que rodea a los alvéolos dentarios. El centro del cuerpo presenta el conducto mandibular [dentario], que posee un número de conductos secundarios, verticales, que desembocan en cada alvéolo. Este conducto mandibular se abre al exterior por medio del foramen mentoniano. La rama es menos espesa y menos sólida, pero su envoltura muscular la torna bastante poco vulnerable.
Anatomía de superficie
La mandíbula es bastante superficial y se la puede explorar en una gran extensión. Determina la configuración de la parte inferior del macizo facial, y su ángulo posteroinferiar es una referencia importante. Su cara profunda puede ser visible y explorada en el interior de la cavidad bucal. Su movilidad condiciona los movimientos de la masticación y la presencia, así como el desarrollo o la desaparición, de los dientes modifica el aspecto general del hueso y, por lo tanto, de la cara.
Desarrollo
El hueso se desarrolla a partir de dos porciones iguales: una derecha y otra izquierda, a expensas del cartílago de Meckel. Varios puntos de osificación aparecen en este cartílago, simétricos con respecto a la línea mediana y ubicada en la región mentoniana a nivel de la apófisis coronoides, del cóndilo, etc. La soldadura de ambas mitades de la mandíbula a nivel de la sínfisis mentoniana se completa a los 90 días de la vida intrauterina (Mugnier).
Autor:
David Abelardo Ayala Aquice
Soy estudiante de Odontología y Educación Secundaria de la UNA – PUNO, espero que les sirva este material proporcionado y estudien.
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