- Fluido:
Sangre: La sangre está contenida en el cuerpo en cantidad de unos 4,5 a 5,5 litros y está compuesta por:
- Una parte líquida: el plasma.
- Una parte sólida: las células sanguíneas.
Estas células son:
- Hematíes o glóbulos rojos. Su número es de 4 a 5 millones por milímetro cúbico de sangre. Transportan el oxígeno.
- Leucocitos o glóbulos blancos, de 6.500 a 7.000 por milímetro cúbico de sangre. Función defensiva.
- Plaquetas o trombocitos, de 200.000 a 300.000 por milímetro cúbico de sangre. Intervienen en la coagulación de la sangre.
La sangre no siempre se encuentra concentrada en iguales cantidades en el cuerpo. Ello depende de algunas funciones que se estén realizando. Así, durante la digestión, las vísceras del aparato digestivo reciben mayor aporte sanguíneo, que al disminuir en el cerebro, provocan un ligero sopor que induce al sueño. Los músculos reciben mayor aporte sanguíneo al hacer ejercicio mediante el aumento del ritmo cardíaco.
La sangre, cuenta con otra función importante: mantener al cuerpo caliente. La temperatura corporal suele estar situada entorno a los 36,5 ó 37 grados centígrados, por lo que debemos procurar que, en los lesionados, la sangre no se "distraiga" manteniendo la temperatura de la víctima y realice su función primordial de aporte de oxígeno al encéfalo. Para ello evitaremos la pérdida o variación de la temperatura del lesionado, arropándole o protegiéndole convenientemente.
El ritmo cardíaco puede verse afectado por causas tan simples como el nerviosismo o por causas tan graves como la falta de oxigenación de las células, imprimiendo el sistema autónomo de defensa un ritmo más rápido al corazón para tratar de paliar la deficiencia. El ritmo rápido se denomina taquicardia (>100); el ritmo más lento se denomina bradicardia (<60). Si el ritmo es desigual se denomina arritmia.
Funcionamiento
El torrente sanguíneo proporciona la completa circulación de la sangre cada 22 segundos, lo que supone un caudal aproximado de 800 litros a la hora (en una persona de 80 años, el caudal que ha circulado es de 560.640.000 litros ó 560.640 m3).
La circulación que parte del lado derecho asegura la oxigenación de la sangre; se llama Circulación Pulmonar o Circulación Menor.
La circulación que parte del lado izquierdo, asegura la circulación por todos los órganos y vísceras del cuerpo humano; se llama Circulación Mayor.
Para movilizar la sangre, y que realice estos recorridos, es preciso que el corazón tenga unos movimientos o latidos, estos son:
- Contracción o sístole.
- Dilatación o diástole.
El corazón actúa como una bomba aspirante-impelente, con un número de latidos por minuto de 60-80 en el adulto y un poco más rápido en el niño (80-100) y más aún en los bebés (100-120).
Los latidos cardíacos se transmiten a las paredes de las arterias produciéndose, por la presión, una distensión en su pared elástica; esta distensión se puede apreciar al palpar: es el pulso.
Hemorragias. Una problemática de funcionamiento del sistema circulatorio
La hemorragia es la salida de sangre de los vasos sanguíneos como consecuencia de la rotura de los mismos.
Las hemorragias se clasifican:
- Según su naturaleza:
- Externas.
- Internas.
- Orificios naturales.
- Según su procedencia:
- Arteriales: color rojo vivo, sale a borbotones.
- Venosas: color rojo oscuro, sale de forma continua.
- Capilares: sale en sábana.
- La gravedad de la hemorragia depende:
- Velocidad con que se pierde la sangre.
- Volumen sanguíneo perdido.
- Edad, estado psíquico, etc.
Juan Manuel Suárez –
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |