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El mango. Economía alimentaria (página 2)

Enviado por Giovanna Cevallos


Partes: 1, 2, 3

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3.-PRODUCCIÓN

Los principales productores de mango a nivel mundial son los países asiáticos y México, siendo India el más importante ya que cuenta con una participación del 50.7% en el total de la producción mundial. Cabe advertir que, en el período comprendido entre 1992 y 1997, la producción de mango de Filipinas, Perú, Ecuador, Israel, China, Malí, Costa Rica e Indonesia se incrementó en más de un 100%, siendo Malí y Ecuador los más dinámicos.

Producción mundial de mango en toneladas 1992-1997

1992

1993

1994

1995

1996

1997

%

TOTAL

17,755,283

18,966,584

20,823,762

22,309,427

23,228,822

23,649,619

100.00

INDIA

9,223,256

10,110,000

10,990,000

11,500,000

12,000,000

12,000,000

50.74

CHINA

1,123,834

1,289,745

1,571,497

1,957,552

2,002,206

2,142,206

9.06

MEXICO

1,075,921

1,151,192

1,117,853

1,342,097

1,189,989

1,443,839

6.11

TAILANDIA

980,000

1,000,000

1,200,000

1,200,000

1,400,000

1,350,000

5.71

INDONESIA

484,780

460,360

668,048

888,960

1,128,151

1,128,151

4.77

PAKISTAN

787,271

793,652

839,307

883,674

907,778

914,492

3.87

FILIPINAS

330,131

335,554

595,138

624,824

669,681

700,000

2.96

NIGERIA

500,000

500,000

500,000

500,000

500,000

500,000

2.11

BRASIL

551,433

563,511

432,075

455,979

455,979

455,979

1.93

HAITI

230,000

230,000

225,000

220,000

210,000

210,000

0.89

VENEZUELA

141,750

128,718

137,671

131,889

137,584

143,403

0.61

PERU

66,866

82,413

147,558

125,188

110,779

136,254

0.58

COLOMBIA

93,748

91,256

98,142

98,000

98,000

98,000

0.41

MALI

14,500

14,500

14,500

23,048

50,775

50,775

0.21

ECUADOR

5,118

23,363

28,666

30,718

54,163

50,000

0.21

SUDAFRICA

30,446

28,956

28,454

30,134

24,254

25,364

0.11

COSTA RICA

10,500

11,500

13,300

13,500

20,475

20,475

0.09

ISRAEL

10,280

15,360

14,680

19,790

18,920

20,000

0.08

PTO. RICO

5,919

11,113

11,613

9,072

15,322

17,375

0.07

C. MARFIL

14,000

7,000

7,000

7,500

5,940

8,747

0.04

EEUU

9,980

910

2,710

3,630

2,720

2,720

0.01

OTROS

2,065,550

2,117,481

2,180,550

2,243,872

2,226,106

2,231,839

9.44

Fuente: FAO. Cálculos: Corporación Colombia Internacional – SIM

De las 23.6 millones de toneladas de mango que se producen en el mundo solo el 0.6% del producto fresco se comercializa internacionalmente, el resto se consume en los países productores o se comercializa como producto procesado. De las 500 variedades existentes, sólo doce se comercializan en fresco. Las variedades rojas más populares en el comercio internacional, especialmente en Estados Unidos, son:

  • Kent, de tamaño grande (500-800 g.) y forma ovalada orbicular, de agradable sabor, jugoso, de poca fibrosidad y alto contenido de azúcares.
  • Haden, de tamaño medio a grande (380-700 g.) y forma ovalada, de pulpa firme y de color y sabor agradables.
  • Tommy Atkins, de tamaño grande (600 g.) y forma oblonga oval, resistente a daños mecánicos y con un mayor período de conservación.
  • Irwin Red, de color rojo y amarillo, con poco contenido de fibra, de tamaño mediano a pequeño (340 g.) y menor calidad que los anteriores.
  • Las variedades verdes que se están posicionando con mayor rapidez dentro del mercado internacional, principalmente en el mercado europeo, son las siguientes:
  • Keitt, de forma ovalada y tamaño mediano a grande (600g.) con una pulpa de poca fibrosidad, jugosa y muy firme.
  • Amelie, originaria de Africa occidental, que aunque tiene bajo contenido de fibra es apreciada dentro en el mercado francés.

Recientemente se empezaron a comercializar las variedades amarillas que son consumidas preferentemente por la población oriental y latina residente en Europa y Estados Unidos. Las principales variedades son:

  • Ataulfo, de tamaño mediano a pequeño, baja en fibra, con alto contenido de azúcar, producido solamente en México.
  • Manila Super, de tamaño pequeño (10 oz.) y forma alargada y aplanada, de sabor fuerte.

Aun cuando el mercado de mango fresco es considerado uno de los mayores, las características del producto que se comercializa no siempre cumple los requerimientos exigidos por el consumidor. La variedad Tommy Atkins, la más común en los mercados, por ejemplo, se adapta muy bien a las condiciones de transporte a grandes distancias y tiene un mayor tiempo de maduración, pero no tiene las mejores características en cuanto a sabor y aroma; mientras que las variedades Keitt, Irwin y Kent, e incluso la Ataulfo o nuestro mango de azúcar, se destacan por tener mejor sabor.

El incremento de la demanda de mango fresco en los mercados europeo y estadounidense, a partir de 1995, ha venido presionando a los países proveedores para que mejoren y estandaricen la calidad de las principales variedades, así como la regularidad del suministro.

Clasificación botánica.

Mangifera indica L, es el miembro más importante de los Anacardiaceae o familia del marañón. Tiene algunos parientes bien

conocidos, tales como el marañón (Anacardium occidentale L.), el pistachero (Pistacia vera L), los mombins (Spondias spp.), y la familiar hiedra venenosa o roble venenoso de Norteamérica (Rhus toxicodendron L, o R.radicans L.), entre otros.  La mayoría de todas las especies de la familia se caracterizan por los canales de resina y muchos son famosos por su savia irritante y venenosa, que puede ocasionar dermatitis severa. El género Mangifera comprende más o menos 50 especies nativas del sureste de Asia o las islas circundantes, excepto una, M. africana que se encuentra en África. Sólo 3 ó 4 especies del grupo producen frutas comestibles; sin embargo, muchas de las otras especies pueden ser de un valor potencial para fines de mejoramiento, puesto que ellas poseen flores con 5 estambres fértiles.

Material vegetal

La elección de un cultivar para un emplazamiento dado debe tener en cuenta lo siguiente:

La producción para el mercado de destino.

La adaptación al medio, diferenciando entre zonas tropicales y subtropicales y zonas húmedas y secas.

Los cultivares de mango pueden agruparse en 3 grupos principales según el lugar de selección: Cultivares Indios: su sabor a trementina es muy marcado. La longitud de las fibras y el color de la piel son muy variables, teniendo algunos una piel bastante roja. La mayoría son dulces con un contenido en ácidos bajo. Cultivares Indochinos y Filipinos: son muy dulces, sin fibra ni sabor a trementina. La epidermis es verde amarillenta. Carabao es el cultivar más importante en Filipinas, exportándose en cantidades considerables a Japón. Bajo el sinónimo de Manila es uno de los cultivares más importantes de México. Cultivares de Florida: dominan la mayoría de las plantaciones de mango en casi todo el mundo, aunque en algunas áreas de cultivo predomine la selección local. En general tienen excelentes características, pero la mayoría son sensibles a la descomposición interna. El Haden se desarrolló en Florida como planta de semilla del cultivar indio Mulgoba en 1910. las siguientes características lo han hecho muy popular en el comercio internacional: color rojo atractivo de la piel, alta resistencia de la piel, muy importante para el transporte a larga distancia y contenido en ácidos relativamente alto. Desde 1940 se han desarrollado en Florida un grupo de cultivares con similares características. Algunos ejemplos son Tommy Atkins, Zill, Torbet, Kensington, Irwi, Haden Glenn, Lippens, Van Dyke, Sensation, Osteen, Keitt. El orden de maduración es aproximadamente el mismo en diferentes zonas de cultivo. Dentro de una zona, el período de maduración para la totalidad de los cultivares de mango es extiende sobre aproximadamente 3 meses. Actualmente se continúa investigando para el desarrollo de nuevas variedades de mango como Nomi (Tomer et al, 1993), Tango (Lavi et al, 1997), Shelly (Lavi et al, 1997) etc., cultivares mejor adaptados a las condiciones de cada área productiva donde se han desarrollado.

Como variedades más importantes a partir de las cuales se han desarrollado los cultivares más importantes se citan las siguientes: – Mulgoba: fruto de tamaño mediano, de forma ovalo – globosa, de 9-12 cm de longitud y 7-9 cm de anchura; de color amarillo fuerte, a veces rojo en el ápice y junto al pedúnculo, con lunares superficiales de pequeño tamaño y color amarillo pálido. La cáscara es gruesa, fuerte y tenaz. La carne, de color amarillo naranja, es suave, sin fibras, de aroma y sabor agradables, pero un poco picante. Semillas largas. Es excelente para climas secos; se cultiva en Florida, y también se ha ensayado en Israel e Islas Canarias.  - Amini: de pequeño tamaño y forma arriñonada; su peso está comprendido entre 170-200 g, y sus dimensiones oscilan entre 7-9 cm de largo y 7-8 cm de ancho. De color verde amarillento, escarlata en la base y con lunares de color amarillo pálido; la cáscara es gruesa y de superficie lisa. La pulpa es de excelente calidad, sin fibras, color rojizo pálido y muy jugoso. Semilla delgada u oval. También se cultiva en las Islas Canarias.  -  Pairi: de tamaño regular, forma ovalada, de 200-300 g de peso; 7-9 cm de largo y 7-8 cm de ancho. Color verde amarillento, escarlata en la base y lunares pequeños de color amarillo blancuzco. Cáscara de grosor medio. Pulpa amarillo naranja, compacta, jugosa, sin fibras, dulce y de perfume pronunciado. Semilla gruesa. Originario de Florida, se cultiva en Canarias, Israel y Hawai. – Camboyana: tamaño regular, forma alargada, de 10-12 cm de largo y 6-7 cm de ancho. Color verde amarillo con muy pocos lunares; cáscara blanda y delgada. Pulpa de buena calidad, sin fibras, de color amarillo intenso, muy jugosa; sabor aromático, ligeramente ácido. Está muy cultivada en Camboya, de donde es originaria. – Sansersha: de gran tamaño, entre 500 g y un kilo, de forma de pera, de 17-22 cm de longitud y de 9-11 cm de anchura. Color amarillo fuerte, algo rojizo, con numerosos lunares pequeños de color amarillo grisáceo. Es excelente fruta para conserva y no tanto para consumir en fresco; su pulpa es carnosa, regularmente jugosa, sin fibras y algo ácida. La semilla es algo curva y delgada.

  Floración y fructificación.

Sólo se producen una docena de frutos por inflorescencia. Aparte de que muchas flores son unisexuales masculinas también muchas flores femeninas hermafroditas quedan sin fecundar.

En el momento de la floración, el mango prefiere en general un período seco, y con respecto a su época de floración se distinguen tres tipos de variedades: – Los de floración tardía (marzo–abril), en los países templados están libres de heladas. – Los de floración precoz (enero–febrero), que si bien sus flores son atacadas por las heladas tardías y por la humedad del invierno, al florecer por segunda vez pueden conseguir fruto. – Los de floración precoz, que ya no vuelven a florecer; desgraciadamente la mayor parte de las buenas variedades son de este tipo, por  lo que tienen rendimientos muy irregulares a causa de que ocasionalmente zonas templadas tienen inviernos frescos. Para corregir el estado de la floración o para provocar una segunda floración se han realizado ensayos, sin encontrar de momento ninguna solución al respecto, ya que depende de diversos factores, como la acción de las hormonas, de las resinas del árbol o de la temperatura mínima para conseguir la apertura de los capullos.  Para resolver estos problemas, se han intentado ensayos para ver el efecto de las temperaturas y el manejo del riego en la inducción floral de este cultivo. Dichos ensayos muestran como temperaturas por debajo de 20ºC son necesarias para la floración y no pueden ser reemplazadas por los efectos del estrés hídrico sobre la misma (Chaikiattiyos et al, 1994). Las épocas nubosas, las lluvias, los rocíos excesivos en el momento de la floración siempre son nefastos; las flores caen en gran número y los frutos no llegan a madurar. La maduración siempre se efectúa mejor en época de sequedad ambiental. Un exceso de fertilizantes es contrario a una buena floración.

Propagación.

Se puede realizar la multiplicación por semilla, pero las plantas resultan de inferior calidad y las originarias no conservan sus características. El material vegetal poliembrionario, al presentar embriones adventicios de carácter vegetativo, no presentan caracteres diferentes ni degenerados en los árboles obtenidos por semillas. 

 

 

La mayoría de las plantaciones comerciales de mango están establecidas sobre patrones poliembriónicos que aseguran la deseable homogeneidad de los mismos. Teniendo de hecho, cada zona productora, un patrón poliembriónico típico. A continuación se citan las características deseables para un patrón de mango:

Compatibilidad con los diferentes cultivares.

Poliembrionía.

Enanizante.

Inductor de elevado rendimiento.

Inductor de producción de fruta de alta calidad.

Con el fin de obtener árboles de buena calidad con garantía varietal y con homogeneidad es necesario acudir al injerto sobre patrón poliembriónico tanto en cultivares monoembriónicos como poliembriónicos, ya que se reduce la fase juvenil facilitando una precoz entrada n producción. La propagación por injerto es el único sistema utilizado a nivel comercial por los viveristas de todo el mundo. Para ello es conveniente disponer de plantitas a las que podamos llevar las yemas o púas de la variedad que se haya seleccionado para la plantación. Como patrón dan buen resultado los árboles de frutos fibrosos de las zonas climáticas donde se desarrolla el mango. Para plantar la semilla debe quitársele la vaina. La mejor forma de hacer esto es cortar los bordes de la cápsula con una tijera de podar. Una vez libre la almendra, se procede a plantarla en bolsas de plástico que midan unos 20 ó 25 cm de profundidad y 18 ó 20 cm de diámetro; es preferible que el color del plástico sea negro, ya que la duración de la bolsa será mayor y absorbe más cantidad de calor, con lo que se favorecerá la germinación de la semilla. La tierra debe ser ligera y hay que procurar mezclarla con turba. La semilla se enterrará de 2,5 a 3,5 cm de profundidad. A continuación debe colocarse bajo un cobertizo al que entre poco sol y en que se mantenga un ambiente húmedo. Dentro de los veinte primeros días las plantas estarán fuera; como estas semillas dan más de un retoño, deben quitarse los que sobran y dejar el que presente mejor conformación. Debe tenerse muy en cuenta que el poder germinativo de las semillas del mango se pierde muy pronto, por lo que es conveniente plantarlo lo más rápidamente posible, preferiblemente al días siguiente después de haber sido liberada de la pulpa. El árbol es un poco difícil de injertar; los mejores resultados los han dado los injertos de aproximación o de escudete. Las semillas plantadas en junio y julio pueden ser injertadas en noviembre, diciembre y enero, y estar listas para colocar en el campo desde julio y agosto del año siguiente.  El momento más propicio para el injerto de yema es desde mediados de primavera y verano, cuando las plantas están en crecimiento activo. Cuando los árboles de semillas han alcanzado el diámetro de un lápiz pueden ser injertados, si bien es conveniente dejarlos crecer un poco más.  El momento apropiado para colocar los injertos es cuando las plantas comienzan a brotar, o sea, cuando echan nuevos brotes de color vinoso; en este estado, la corteza se separará fácilmente de la madera. Después que el nuevo brote se ha desarrollado y está empezando a perder su color rojizo, la corteza no se separa tan fácilmente y el injerto tiene menos éxito. Las yemas para injertar deben ser tomadas de las puntas de las ramas jóvenes, pero no de las del último crecimiento. Es importante que el gajo para injertar y el patrón sean iguales o similares en tamaño y madurez de la madera. Si es posible, deben escogerse ramitas de las cuales hayan caído las hojas. En todo caso, la madera de injerto debe estar bien madura y la punta de la ramita de la cual es tomada no debe estar en crecimiento activo. La incisión en el patrón debe ser hecha en forma de T o T invertida; la yema debe ser grande, de 3,5 a 4 cm. Después de insertada se amarra con rafia, cinta plástica o ristras de platanera humedecidas. Después de tres o cuatro semanas se examina la yema, y si está verde o parece haber formado unió, se corta el tope del patrón varios centímetros por encima para forzar la yema a crecer. Unas pocas semanas más tarde el tope puede ser cortado más abajo, hasta cerca de la yema, cuando ésta haya crecido unos 20 cm. Otro sistema de injertar por este mismo procedimiento es tomar la yema o la chapa y colocarla en un ramo del árbol que se ha arqueado previamente y haciendo la ventana o la T justamente en la parte más alta. Este tipo de injerto da resultado en árboles de dos a tres años de edad. Entre los injertos de aproximación da resultado el de cuña sin decapitar el patrón o también decapitándolo. Se hace en el patrón con la navaja un corte profundizando bastante en la madera, y en el injerto otro, también bastante profundo; se unen y se atan muy bien con cinta de plástico, procurando que la unión no esté en contacto con el aire. Si el patrón no se decapita previamente, debe hacerse una incisión unos centímetros por encima del injerto. Los árboles procedentes de semilla hasta una edad de 1 a 2 años, se pueden aproximar con comparativa facilidad siempre y cuando se aplique en la herida una solución diluida de una sustancia promotora del crecimiento, tal como ácido indol–3–acético al 1 % o ácido indol–3–butírico al 1 %, antes de que se envuelva ésta.

  Requerimientos edafoclimáticos.

  Suelo.

Puede vivir bien en diferentes clases de terreno, siempre que sean profundos y con un buen drenaje, factor este último de gran importancia. En terrenos en los que se efectúa un abonado racional la profundidad no es tan necesaria; sin embargo, no deben plantarse en suelos con menos de 80 a 100 cm de profundidad. Se recomiendan en general los suelos ligeros, donde las grandes raíces puedan penetrar y fijarse al terreno. El pH estará en torno a 5.5-5.7; teniendo el suelo una textura limo-arenosa o arcillo-arenosa. Un análisis de un suelo donde los mangos prosperan muy bien dio el siguiente resultado: cal (CaO) 1,2 %, magnesio (MgO) 1,18 %, potasa (K2O) 2,73 %, anhídrido fosfórico (P2O5) 0,15 %, nitrógeno 0,105 %.

Necesidades hídricas.

Los requerimientos hídricos dependen del tipo de clima del área donde estén situadas las plantaciones. Si se encuentran en zonas con alternancia de estaciones húmeda y seca,  óptimas para el cultivo del mango, como sucede en Sudán, durante la estación de lluvias se desarrolla un crecimiento vegetativo, y en la estación seca la floración y la fructificación; en este caso basta con un pequeño aporte de agua. En áreas más frías, como Israel e Islas Canarias, sólo existe una estación cálida, en la que tiene lugar a la vez la fructificación y el desarrollo vegetativo, en este caso el riego debe ser mucho más copioso, pero se tendrá en cuenta que un exceso de humedad es perjudicial para la fructificación.  En general necesita menos agua que el aguacate; se da la circunstancia de que en terrenos donde las disponibilidades de agua son abundantes, el árbol vegeta muy bien, pero no fructifica. Cuando más agua necesitan los árboles es en sus primeros días de vida, llegando aproximadamente de 16 a 20 litros semanales por árbol. Esto sucede durante los dos primeros años y siempre que el árbol esté en el terreno; no es lo mismo en el vivero, donde sus exigencias son menores. Una vez que el árbol está enraizado aguanta muy bien la sequía; prospera con la cuarta parte del agua que necesita la platanera y puede tolerar, según clases de tierra, hasta 400 miligramos de sal por litro de agua. Para obtener el máximo rendimiento del árbol, los riegos deben ser periódicos (400m3/ha y mes). Los riegos más copiosos deben darse cuando los capullos van a abrir, y hasta varias semanas después de la fructificación. Mientras la fruta aumenta de tamaño debe regarse una vez cada quince días y puede dejarse de regar al acercarse la madurez. El mango se adapta muy bien a condiciones de precipitación variables; además tolera la sequía, aunque fisiológicamente esta tolerancia ha sido atribuida a la posesión de laticíferos que permiten a las hojas mantener su turgencia a través de un ajuste osmótico que evite los déficit de agua internos (Schaffers et al., 1994).  En suelos calcáreos un periodo de inundaciones continuas no excesivamente largo puede ser beneficioso para el mango, ya que permite aumentar la disponibilidad en el suelo de algunos microelementos tales como el hierro y el manganeso (Whiley y Schaffers, 1997). Los periodos de déficit hídrico benefician el ciclo fenológico del mango. En áreas tropicales el estrés hídrico es el principal factor ambiental responsable de la inducción floral. Al contrario ocurre con el cuajado y el crecimiento del fruto, pues una sequía es muy perjudicial, ya que disminuye el tamaño del fruto. Se considera más importante una buena distribución de las precipitaciones anuales que la cantidad de agua, siendo la precipitación mínima anual de 700 mm bien distribuidas.  En México el riego se aplica en la región del Pacífico Centro, empleando fundamentalmente el riego por inundación, aunque algunas plantaciones cuentan con microaspersión  o goteo. El riego se aplica durante la estación seca (octubre-mayo). El riego se inicia tras la floración y continúa hasta la recolección, con un intervalo entre riegos de 10-15 días en suelos arenosos y 18-25 días en suelos arcillosos.

Temperaturas.

Es más susceptible a los fríos que el aguacate y resiste mejor los vientos que éste. El mango prospera muy bien en un clima donde las temperaturas sean las siguientes:

Invierno ligeramente frío (temperatura mínima de 10ºC).

Primavera ligeramente cálida (temperatura mínima superior a 15ºC).

Verano y otoño cálidos.

Ligeras variaciones entre el día y la noche.

Un árbol de buen desarrollo puede soportar temperaturas de dos grados bajo cero, siempre que éstas no se prolonguen mucho tiempo. Un árbol joven, de dos a cinco años, puede perecer a temperaturas de cero y un grado centígrado. Así, por ejemplo, en las islas Canarias la zona óptima para este cultivo es la del Sur, prosperando bien en la zona Norte.

 Particularidades del cultivo.

Plantación

Se recomienda antes de efectuar la plantación realizar un laboreo de un metro de profundidad, efectuado en tiempo seco, para asegurar la uniformidad del crecimiento. Esta operación será imprescindible en terrenos previamente cultivados. La plantación se lleva a cabo cuando las plantas tienen de 1 a 2 años; si se les cultiva en recipientes, se les puede sacar en cualquier época del año; si están en los surcos del vivero, generalmente lo mejor es a principio o al final de la primavera. En cualquier caso se les trasplanta lo más cuidadosamente posible en cepas previamente preparadas y espaciadas de 10 a 12 m de distancia.  Ciertas variedades que crecen débilmente se pueden trasplantar más cerca (6×6 m) y los tipos vigorosos que se extienden, se colocan a una distancia de 14 a 16 m. Los árboles deben regarse tras la plantación y luego varias veces por semana durante los primeros quince días. El área en torno al árbol (aproximadamente un metro) debe mantenerse libre de malas hierbas, recomendándose la colocación de un mulching, sobre todo en la estación seca. Puesto que generalmente se proporciona algo de sombra al vivero de propagación, los árboles se deben acostumbrar gradualmente en un área menos sombreada por un período de unas cuantas semanas, para permitirles resistir su exposición a la luz solar plena y al viento. No se les debe permitir que fructifiquen sino hasta que tengan más o menos 4 años de edad, eliminando las panículas de flor a medida que se forman. En zonas ventosas se recomienda el empleo de cortavientos, ya sean naturales o artificiales. Independientemente de la protección mecánica ofrecida por el cortaviento, el mango se beneficia por una mejora de la actividad de los insectos durante la polinización y por la disminución de algunas enfermedades como la mancha negra bacteriana en climas subtropicales, como consecuencia indirecta de una menor rotura de ramas y una más lenta dispersión de inóculo.

Abonado.

El abonado y el riego, deben programarse de acuerdo con el ciclo fenológico para alcanzar un rendimiento óptimo. La potasa es el elemento al que mejor ha respondido el árbol, siendo, por tanto, el que en mayor proporción debe entrar en la fórmula de abonado. Un árbol en plena producción responde muy bien a la siguiente aplicación de abono: 2500 gramos de sulfato de potasio y 1500 gramos de superfosfato de cal, añadidos al terreno en una sola aplicación, preferible en el mes de noviembre. Debe procurarse distribuirlo bajo la copa del árbol, removiéndolo y mezclándolo bien con la tierra. El abonado nitrogenado se puede dar con el riego en la época anterior a la apertura de los capullos, añadiendo un kilogramo de sulfato amónico y, posteriormente, la misma cantidad cuando el árbol esté en plena floración, esto ayuda a promover el amarre de la fruta. El suelo con árboles jóvenes se debe arropar para ayudar a retener la humedad y contrarrestar las hierbas. Pueden resultar útiles las aplicaciones de piedra caliza dolomítica, si la reacción del suelo está debajo de un pH 5.5. Las aspersiones nutritivas conteniendo cobre, cinc, manganeso y boro son beneficiosas en todos los suelos. Estas se deben aplicar más o menos 3 veces al año (una vez en el caso del boro) durante los primeros años.

Poda.

El mango florece y fructifica de manera muy semejante al aguacate, es decir, en grandes panículas muy ramificadas que aparecen en las extremidades de ramas del año que poseen suficiente madurez. Para que la inducción floral pueda presentarse en forma normal se requiere que le árbol pase un período de bajas temperaturas, es decir, de un cierto invierno benigno que haga detener sensiblemente el crecimiento vegetativo, se acumulen almidones en los brotes, y se propicie la diferenciación. En su defecto, a falta de bajas temperaturas, se pueden obtener los mismos resultados cuando se presenta una época de sequía. En regiones de temperaturas constantes durante todo el año, y sin marcada época de sequía, el mango tiende a adquirir un aspecto frondoso, un gran crecimiento vegetativo, pero su diferenciación floral es muy escasa, como reducida su consecuente fructificación. No se ha pensado seriamente en practicar en esta especie poda de fructificación, y que su floración, exclusivamente en panículas terminales, representa un serio obstáculo para ello, no encontrándose una finalidad práctica, todavía, que determinara las ventajas de dicha poda. Sin embargo, posiblemente, una poda que se tradujera en menor alargamiento de las ramas y en la formación de mayor cantidad de brotes anuales, en cuyas extremidades se presentara posteriormente la fructificación, fuera de desear. Respecto a la formación del árbol si es necesario intervenir con la poda, muy particularmente en la selección de las ramas principales que iniciarán la copa. Si bien es cierto que los árboles de esta especie pueden formar su estructura normal sin ninguna ayuda de la poda, también es verdad que el mango, en gran número de variedades, tiende con frecuencia a emitir cuando joven brotes muy verticales, con ángulos de inserción muy cerrados. Estos primeros brotes, que no se arquearán debido al peso de la fruta, puesto que ésta no existe, engrosarán y formarán las ramas principales del armazón del árbol, con el inconveniente de su escasa resistencia mecánica. Como el ramaje del árbol llega a ser muy pesado, al igual que la cosecha, la deficiente inserción de las ramas llega a constituir un gran peligro de desgajado de ellas. Así, es frecuente observar en los huertos de mango árboles con ramas mal colocadas, demasiado verticales, con ángulos cerrados, llenas de apoyos o soportes en la época de producción para evitar roturas. Si en los primeros años de vida del árbol se hubiera atendido su formación y se hubiera hecho una selección de ramas primarias de acuerdo con sus posiciones y sus ángulos de inserción ese problema no se presentaría después. De esta manera puede afirmarse que el mango, como cualquier especie, debe ser atendido en su formación y hay en él necesidad de eliminar ciertas ramas iniciales de estructura, que pudieran a la larga ser perjudiciales. Ello, independientemente de que se pudiera con la poda retrasar el desarrollo del árbol e incluso tender a enanizarlo.

Recolección.

La producción de un árbol de mango es muy elevada. Como término general, para un ejemplar de tamaño medio puede calcularse un rendimiento de 200 kilos, llegando normalmente algunos árboles a cargar más de 1000 kilogramos de fruta. Esto supone unos 30.000 – 40.000 kg/ha. Al norte del ecuador, los árboles de mango florecen desde enero hasta marzo y fructifican de junio a septiembre. Para uso casero, los frutos se pueden dejar en los árboles hasta que están completamente maduros. La cosecha en las plantaciones comerciales necesita de gran cuidado en la selección de los frutos que están maduros, pero que no han empezado a cambiar su color verde. Quizá el método más seguro que se puede aplicar consiste en cosechar unos cuantos frutos al principio de la temporada, tan pronto como su color verde empieza a aclararse y permitirles que maduren en un lugar fresco y bien ventilado. Si se convierten en comestibles más o menos en 10 días, la cosecha está lista para recolectarse. Los frutos de mango requieren más o menos de 105 a 130 días desde el amarre del fruto hasta su plena madurez.  En el Lejano Oriente, los mangos con frecuencia son recolectados cuando están aún de color verde oscuro y son sazonados ahumando los frutos por unos cuantos días en hoyos llenos de hojas de plátano secas, paja de arroz, u otros materiales similares de combustión lenta. Su principal desventaja es que ellos frecuentemente maduran cerca del hueso mientras que la carne cerca de la piel aún no es comestible. Los frutos tras su cosechado se deben mantener frescos pero no fríos y empacados en capas delgadas en cajas ventiladas de cartón corrugado o de madera cuyo fondo tenga un material esponjoso, con el fin de que no sufra ningún golpe, ya que de suceder esto, se estropearía rápidamente. En general, el criterio para determinar la época de recolección varía según el cultivar y la zona de producción, por tanto las recomendaciones dadas anteriormente sólo pueden tener utilidad en lugares con condiciones climáticas idénticas y donde tenga lugar una floración homogénea. La recolección del mango es manual, se debe procurar siempre cortar el fruto con un poco de pedúnculo, ya que haciéndose a ras se derramaría savia, lo que más tarde contribuiría a que la fruta se arrugara y depreciara.

Conservación.

La conservación de la fruta después de la recogida en el árbol es aceptable. Si se coge madura mantiene sus buenas condiciones durante cinco días a temperatura ambiente (20 ºC-25ºC); cogida en las mismas circunstancias, aguanta diez días sin estropearse a temperaturas de 8ºC. pero si se recoge en el momento oportuno, que es cuando aún está verde, pero tienen ya el tamaño adecuado, con un peso aproximado de 175 a 250 gramos, se mantienen las buenas cualidades de la fruta hasta veintisiete días, si se somete a temperaturas de 8 ºC. La conservación se mejora si los frutos son sometidos a un pre-tratamiento por calor, a 38ºC, antes de su almacenamiento a bajas temperaturas (5ºC). En caso contrario desarrollan daños por bajas temperaturas mucho más rápidamente. Las técnicas actuales sobre conservación post cosecha de los frutos de mango tienden al control conjunto de la humedad (>95%), aire caliente (Tª entre 47-49º C) y tratamientos fungicidas en momentos puntuales para minimizar los daños causados por plagas y enfermedades (Coates et al, 1993). Algunos ensayos para controlar los ataques de insectos sobre mangos almacenados indican que la utilización de insecticidas en atmósferas con bajos niveles de oxígeno controlan muy bien estas plagas sin modificar las características organolépticas de los frutos y la aplicación de sustancias orgánicas sobre los mismos. Colletotrichum gloeosporioides es el patógeno post cosecha más importante en el mango. Algunos de los estudios sobre el cultivo del  mango se destinan a minimizar los daños post cosecha causados por este hongo. A este respecto cabe señalar la utilización del  control biológico del patógeno con otros microorganismos.

Parámetros de calidad del fruto.

En los últimos años, grandes superficies están siendo plantadas con mango, sobre todo en Latinoamérica, con vista a abastecer los crecientes mercados de Europa y Norteamérica. Los aumentos futuros de las producciones conducirán sin duda a una demanda específica para fruta de alta calidad. La calidad es el resultado de muchos factores, algunos de los cuales se discuten a continuación.

Calidad de la pulpa.

Los cultivares de Indochina, Filipinas y la India son generalmente muy dulces y son consumidos principalmente en países tropicales. Pero es importante subrayar que entre los cultivares  de mejor calidad de pulpa, los hay tempranos, de media estación y tardíos y algunos de ellos tienen además buenos resultados de productividad, estabilidad y no presentan problemáticas limitantes graves. El fuerte sabor a trementina de casi todos los cultivares de la India desagrada a algunas personas. En Europa y Norteamérica los cultivares subácidos de Florida son generalmente preferidos. El contenido en fibras es muy variable, incluso dentro del mismo grupo de cultivares de los dos más populares de Florida, Tommy Atkins es muy fibroso siéndolo Keitt mucho menos. Se trata de una característica comercial importante, pues el consumidor europeo no gusta de la fibra en los frutos de mango. En general se está de acuerdo en que los cultivares con contenido medio en fibras, como Tommy Atkins, son aceptables. Las tendencias modernas hacia alimentos fibrosos mantendrán probablemente esta situación, aunque los cultivares con mucho menos contenido en fibras como Peach, no son considerados aceptables en el comercio internacional. El contenido en azúcar es muy importante, pues existe una cierta relación con la "valoración de la calidad de la pulpa". Sin embargo, no es determinante de una preferencia por parte del consumidor, pues hay otros aspectos en la pulpa asimismo de gran importancia como su consistencia, la intensidad del sabor terpénico, carácter subácido en el sabor de  fondo de la pulpa; así hay cultivares que sin estar entre los más azucarados son muy apreciados y valorados por el consumidor, tal ocurre con el Osteen y algo similar ocurre con la pulpa de la variedad mejicana Manzanillo Nuñez. La mejor relación media peso/pulpa del fruto la ofrece el cultivar Osteen (88.22%) seguido del Irwin (86.0%). La peor el Keitt (72.63%), el Sensation (78.14) y el Van Dyke (78.96). En general todos los cultivares presentan una gran uniformidad en esta medida, con coeficientes de variación menores del 5%. La relación volumétrica entre hueso y fruto es una característica muy importante desde el punto de vista del consumidor, pues la menor relación volumétrica determina mayor cantidad de pulpa en el conjunto del fruto. El cultivar Osteen es quien presenta una relación volumétrica más favorable, junto a Lippens y al Tolbert. La peor relación desde el punto de vista del mercado la presenta el Sensation y el Van Dyke. Algunas características de la piel como la textura, presencia de lenticelas o de pruína, no parecen relevantes para la elección del consumidor. Ya que los consumidores muestran su preferencia tanto por frutos de piel rugosa (Osteen) como de piel mayormente lisa (Lippens, Irwin). Jelly seed, soft nose, spongy tissue, internal fruti breakdown y black tip, son nombres que se dan al mismo o diferentes trastornos que afectan a la pulpa del mango. La fruta se sobremadura en el extremo penducular o en su opuesto. Sólo en casos severos aparecen síntomas externos. Las causas de estos desórdenes fisiológicos son aún desconocidas. El desequilibrio entre el calcio, potasio, magnesio y nitrógeno podría ser la causa principal (Wainwright et al, 1989). Los trastornos no aparecen en frutos cogidos antes de la etapa madura verdosa. Desafortunadamente, el sabor también se ve afectado negativamente por la recogida temprana.

Estado de madurez en el momento de la recogida.

A causa de las largas distancias en el transporte marítimo, los mangos son recogidos generalmente en el etapa maduro verdosa. Su definición es difícil porque implica un cambio en el color de la piel, desde verde oscuro a verde claro. Si una fruta es recogida demasiado pronto, su sabor es afectado de forma negativa. Es por los tanto esencial definir un estado de madurez mínimo. Varios países utilizan un sistema de media de densidad simplificado, ya que ésta se incrementa con la madurez. Las frutas maduras se hunden en agua mientras las inmaduras flotan sobre la superficie.

Color.

El consumidor europeo prefiere frutos con un cierto color rojo o rojizo al menos parcialmente coloreados, y que los frutos totalmente verdes, de algunas variedades indias por ejemplo, son menos apreciados en el mercado. Los cultivares filipinos, indochinos y casi todos los indios, muestran, en su maduración una epidermis verde o amarilla. Casi todos los cultivares de Florida, tienen bastante color rojo, aunque hay excepciones. Temperaturas frescas en campo durante el período de premaduración incrementan el porcentaje de piel roja. El porcentaje de piel roja puede también ser incrementado por tratamiento de antitranspirantes.

Peso. 

El peso de la fruta depende del cultivar, de las condiciones de crecimiento y de la cosecha. Casi todos los mercados prefieren la fruta en la gama de 300 a 500 gramos. Para obtener estos tamaños será necesario técnicas de cultivo especiales en algunos cultivares. Los frutos de tamaño demasiado pequeños presentan el inconveniente de que un fruto de semilla tan voluminosa como el mango da la sensación que con el fruto pequeño se adquiere menos pulpa, aunque realmente no es así, pues la relación volumétrica pulpa/fruto es función lineal del tamaño. En caso de frutos demasiado grandes, pueden llegar a ser muy caros adquirirlos por piezas y contener demasiada pulpa para una ración.

Duración del almacenaje y condiciones del mismo.

Los mangos, como muchas otras frutas tropicales y subtropicales, se dañan por las bajas temperaturas durante el almacenaje.

La temperatura de tránsito recomendada varía según las áreas de producción entre 10 y 13º C del nivel bajo, el riesgo de daño por frío aumenta. A 13º C el proceso de maduración no se para completamente y el período de almacenaje se reduce. Como con casi todas las frutas, la atmósfera controlada, la eliminación de etileno o el sellado de frutas individuales en bolsas de plástico de permeabilidad controlada, alargan el período de almacenaje bajo condiciones de laboratorio. Largos almacenajes, especialmente a bajas temperaturas disminuyen el contenido de azúcar y ácido de las frutas. Los problemas de calidad son evidentes tras el transporte de la fruta por barco, cuando el tiempo transcurrido entre la recogida y el consumo alcanza los 35 días. Mangos recién recogidos, almacenados a 18-22º C alcanzan el estado blando comestible en 8-10 días.

Control de enfermedades.

-Mosca de la fruta: algunos países como Japón, Chile, EE.UU. y Nueva Zelanda exigen la aplicación de un tratamiento hidrotérmico para el control de la mosca de la fruta como requisito indispensable para permitir la entrada de mangos en estos países. Este consiste en el tratamiento con agua a 46 ºC durante 90 minutos. Aunque también son admitidas otras alternativas como el tratamiento por vapor caliente y la irradiación. -Antracnosis: las lesiones que se producen durante la recolección del fruto, continúan su  desarrollo durante el almacenaje y maduración. Se controla de manera eficaz con el tratamiento de inmersión en agua caliente. -Pudriciones de la base del fruto: se controlan de manera eficaz con el tratamiento de inmersión en agua caliente añadiéndole a esta Benomilo a dosis de 500-1000 ppm a una temperatura de 50ºC, aunque sólo será válido en aquellos países donde se permita la aplicación de este fungicida. -Mancha negra (Alternaria): la aplicación de un fungicida como Procloraz aplicado como lavado durante 15 segundos después de la inmersión en agua caliente ha tenido grandes resultados.

Mejoramiento y selección.

El mango se ha considerado tradicionalmente como una especie difícil de manejaren un programa de mejora. Así, Iyer Degani (1997) señalan como aspectos negativos en la mejora del mango los siguientes aspectos:

Larga fase juvenil.

Alto nivel de heterocigosis.

Producción de una sola semilla por fruto.

Escaso cuajado y retención de fruta.

Poliembrionía.

Necesidad de grandes parcelas para evaluación de híbridos.

Además se debe añadir:

Escaso conocimiento de la heredabilidad de las diferentes características productivas y de las correlaciones genéticas entre las mismas.

Fuerte interacción genotipo x medio ambiente.

Como la mayoría de las especies de cítricos, la Mangifera indica exhibe poliembrionía (o embrionía nuclear) en donde se producen embriones adventicios por la nucelas alrededor del embrión cigótico de la semilla en desarrollo. Al contrario que ocurre en los cítricos donde las plantas producidas por semilla, de origen nuclear, se pueden detectar por la utilización de Poncirus trifoliata como el progenitor masculino (las plantas cigóticas producidas por semilla del cruce muestran el carácter trifoliado fuertemente dominante), las plantas de mango producidas por semilla se deben cultivar hasta el tamaño de fructificación, antes de que se pueda determinar si acaso el embrión fertilizado en cada semilla se suprimió o no. El porcentaje de poliembrionía varía de acuerdo con la variedad de raza, lo mismo que con las condiciones ambientales durante la floración y el desarrollo de la fruta; algunas variedades, tales como Mulgoba, Haden y Alphonse, rara vez tienen semillas poliembriónicas; otras, como Turpentine producen casi el 100 % de plantas nucleares obtenidas de semilla y algunas, como Saigón y Manila entre otras, poseen un porcentaje variable de acuerdo con las condiciones. El comportamiento de floración y fructificación del mango también ha sido adverso a un mejoramiento y selección más amplios. Existen muchas variaciones en el número de panículos, el número de flores por panículo y la proporción de flores perfectas a estaminadas, aun dentro de la misma variedad o árbol individual, de año a año. El número de panículas puede variar de 200–300 hasta 2000–3000 por árbol y el número de flores por panícula, de 500 a 10000.  La proporción de flores perfectas a macho puede variar desde 1:4 a 1:1 o aún 2:1, exhibiendo la mayoría de las mejores variedades las proporciones anteriores. Las panículas florecen desde la base hasta la punta y desde el centro hasta la circunferencia, tendiendo a desarrollarse las flores perfectas durante la primera parte de este período. Las flores son polinizadas por insectos. A pesar de la presencia de varios cientos de miles a millones de flores en un árbol maduro, el productor es afortunado si madura un promedio de una fruta por cada 10 panículas maduras.  Puesto que un porcentaje extremadamente bajo de fruta amarra y alcanza la madurez, esto ha evitado el desarrollo de cualquier clase de programa de mejoramiento del mango; las medidas actuales para ello se limitan casi exclusivamente a la selección de plantas ocasionales producidas por semilla, con el mayor énfasis en la calidad del fruto y la regularidad de la producción. La marcada tendencia de ciertas variedades a producir en años alternos, presenta problemas distintos que son difíciles de resolver para los productores comerciales, sobre una base económica. Los paliativos usuales son la interplantación de variedades para promover la polinización cruzada, la introducción de abejas y otros insectos a la plantación durante la época de floración, el manchado (efectivo en ciertos países para la fructificación fuera de temporada), el circundado y la eliminación selectiva de los frutos jóvenes cuando el amarre es muy fuerte.  Las aspersiones posteriores a floración con hormonas tales como el ácido 2,4–D (2-4 difenoxiacético) o ácido alfanaftaleneacético, lo mismo que la aplicación de micronutrientes, pueden ser útiles, pero existe poca o ninguna evidencia experimental en cuanto a su efectividad.

Enfermedades y plagas del cultivo.

Plagas

COCCIDIOS: los insectos de esta familia que atacan al mango son numerosos, como la cochinilla blanca, la cochinilla de la tizne, el piojo rojo, etc. Sus daños se producen tanto en el tronco como en hojas y frutos; además originan una melaza sobre las partes afectadas que favorece el ataque de diversos hongos. Los frutos pueden sufrir decoloraciones que impiden su exportación. El momento más oportuno para combatirlos empleando el control químico es en invierno, a base de insecticidas emulsionados con aceites amarillos. De ser el árbol invadido por la tizne o fumagina, será mejor sustituir los aceites por insecticidas sistémicos; para combatir esta plaga se puede emplear polisulfuro de potasio aplicado en fuertes dosis en invierno.

En algunos países el control químico no es recomendable o no está permitido, en estos casos se recomienda el control biológico.

MOSCA DE LA FRUTA: son grandes enemigos del mango, como la mosca del Mediterráneo (Ceratitis capitata), extendida en las plantaciones de todo el mundo, y varias especies del género Anastrepha en Centroamérica, pues casi todos los países productores de mango son atacados por una o más especies de moscas de la fruta. 

Las hembras depositan los huevos en la pulpa del fruto dando lugar la maduración prematura del fruto originando su pudrición.  Para su control resulta efectivo el empleo de trampas para la captura de adultos utilizando como atrayente feromonas sintéticas. Para el control químico se emplean diversos insecticidas sin empleo de cebo, cuyas materias activas se citan en la siguiente tabla:

POLILLAS DE LAS FLORES: se trata de dos pequeños lepidópteros, el Prays citri, de la familia Tineoideos, y el Cryptoblabes gnidiella, de la familia Pyraloideos; la primera muy específica de los agrios, y la segunda sumamente polífaga, ya que además de atacar los agrios lo hace también a la vid, al almendro, al melocotonero y a otras plantas cultivadas o silvestres, entre ellas el mango. La Prays, en su fase adulta, es una mariposa de 12 mm de longitud, de color gris ceniza con manchas oscuras diseminadas en las alas anteriores. Sus orugas tienen una longitud de 7 mm, de color terroso, cabeza y pronoto negros, con varios pelos rígidos en cada segmento.

La segunda es una mariposa algo mayor que la anterior, con alas anteriores de color gris, cruzadas por dos franjas negras transversales, y las posteriores de color blancuzco uniformes; sus orugas, de unos 8 mm, son de color verdoso con unas líneas longitudinales oscuras a ambos lados de una franja más clara. La cabeza y pronoto es de color castaño. Ambas polillas tienen unas tres generaciones anuales; sus orugas atacan a las flores, devorando pétalos y estambres, y roen los ovarios con la consiguiente destrucción de los frutos. Tratamiento: un tratamiento anual con Lebaycid al 4 %, en primavera, cuando empiezan a abrirse las flores.

Enfermedades

ANTRACNOSIS: se trata de una de las enfermedades más difundida y destructiva del follaje del mango, aunque también puede causar graves daños de post cosecha. Es producida por el hongo Colletotrichum gloeosporioides, que aparece en forma de manchas oscuras en las flores y sus pedúnculos, destruyendo a gran número de flores; en las hojas también aparecen puntos negros, que se convierten en agujeros por destrucción de tejidos. Los frutos jóvenes también pueden ser atacados, quedando destruidos antes de llegar a la madurez. Si les ocurre esto cuando ya están maduros, presentarán manchas negras que les darán mal aspecto y dificultarán su conservación. Tiene especial importancia en las zonas húmedas, sin embargo no tiene incidencia en climas secos. Tratamiento: preventivo con caldo bordelés. Este patógeno ataca igualmente a un gran número de especies de cultivos frutales tropicales.   CERCOSPORA DEL MANGO: se presenta en las hojas por la pérdida de clorofila y por una exudación un tanto azucarada, debe prevenirse la invasión al primer síntoma, a base de caldos cúpricos en dosis débiles por serle relativamente tóxicos. OIDIO DEL MANGO: es una de las enfermedades de mayor difusión a nivel mundial. Las flores quedan cubiertas de un polvillo blanquecino grisáceo con olor a moho, éstas no se abren y la inflorescencia cae. Las hojas acaban resecándose, según los cultivares los síntomas se manifiestan en el envés, en el haz o en ambas caras de la hoja. Puede producirse el cuarteado de la piel de los frutos, y la caída de los más pequeños.

Tratamientos preventivos a base de azufres y el polisulfuro de potasio bastan para eliminarlo. Oidium mangiferae es uno de los   agentes causales del oidio del mango cuya epidemiología ha sido descrita, teniendo como único huésped conocido al mango.

SECA DEL MANGO: se trata de una enfermedad destructiva que puede causar la muerte del árbol, siendo el agente causal un hongo (Ceratocystis fimbriata), que normalmente se asocia a su vector que es un  insecto (Hypocryphalus mangiferae). Este hongo puede acceder también a través de las raíces, por tanto en este caso no necesita este vector. Los síntomas se manifiestan en la parte aérea con un amarillamiento, marchitez y muerte de las hojas. Si realizamos un corte a la rama se observa los tejidos internos totalmente dañados. Para el control de la enfermedad se recomienda realizar podas de limpieza y la quema de  las ramas marchitas y los cortes de poda tratarlos con algún fungicida.  MALFORMACIÓN: es una de las enfermedades más graves del mango en el mundo, estando causada por el hongo Fusarium subglutinans. La malformación vegetativa afecta a las plantas de vivero y la malformación floral sólo tiene lugar en las plantaciones adultas. Los síntomas vegetativos se manifiestan con entrenudos cortos y hojas enanas, la malformación floral se inicia con la reducción de la inflorescencia dando lugar al incremento de flores estériles. Para su control se recomienda la poda del material afectado tanto vegetativo como floral y posteriormente proceder a su quema.

MANCHA NEGRA: Es una enfermedad de post cosecha, aunque a veces puede causar problemas al follaje, flores y frutos causados por el hongo Alternaria alternata. Tiene mayor incidencia en las áreas más secas del hemisferio oriental. Los síntomas se manifiestan en el envés de las hojas, apareciendo manchas negras redondas. Los síntomas en los frutos se desarrollan tras la cosecha, al comienzo de la maduración, con la aparición de pequeñas manchas circulares.  A continuación estas manchas se agrandan y dan lugar a una mancha única que llega a cubrir la mitad del fruto. La enfermedad avanza y las manchas penetran en la pulpa que se oscurece y ablanda. Un tratamiento eficaz de precosecha es aplicar cuatro aspersiones con Maneb a dosis de 2.5 g/l a partir de 2-3 semanas tras el cuajado. El tratamiento de post recolección recomienda el empleo de Procloraz e dosis de 9-10 g/l. 

Botryodiplodia theobromae: es uno de los mayores patógenos post cosecha del mango. Los frutos infectados con el patógeno no logran el máximo climatérico.   

Phytophthora spp: han sido descritos causando daños en viveros de mango en las Filipinas.   

MANCHA NEGRA BACTERIANA: se encuentra localizada en numerosos países cultivadores de mango, esta enfermedad afecta a todos los órganos aéreos. Está causada por la bacteria Xanthomonas campestris. El síntoma típico de esta enfermedad se manifiesta en el tronco del mango por la aparición de chancros negros longitudinales con exudados de resina, aunque también aparecen síntomas en hojas viejas y frutos. Tratamientos: la instalación de cortavientos y la poda sistemática de los brotes infectados disminuye la propagación de la enfermedad. El empleo de aspersiones cúpricas combate de manera eficaz esta enfermedad. 

4. MERCADO

4.1 Exportadores

En la actualidad el mango es el tercer producto tropical más popular, antecedido de la piña y el aguacate. El volumen total de las exportaciones de mango de los principales proveedores mundiales de América Latina, el Caribe, Asia, África y Europa se incrementó en un 76% entre 1991 y 1996, al pasar de 223.716 a 393.599 toneladas, en dicho período. Asimismo, las importaciones de mango de Europa se incrementaron en un 67% y las de Estados Unidos en un 88% durante el mismo período, al alcanzar las 65.908 y 173.817 toneladas, respectivamente.

Los principales países productores no tienen la condición de principales exportadores. India que produce el 50.7% del mango del mundo, por ejemplo, solo participa con un 0.42. % del mango exportado a Europa y Estados Unidos. Estados Unidos y, en particular, Puerto Rico producen el 0.08% del mango mundial y participan con mas del 10% del mercado europeo, siendo similar la situación de Israel o Sudáfrica. Este hecho se explica, en parte, porque las variedades de mayor producción a nivel mundial no son las que dominan los principales mercados de importación y que han sido promocionadas por las empresas importadoras.

La participación de los países latinoamericanos y del caribe en el total de las exportaciones mundiales de mango fresco es del 59%, y la de los países asiáticos del 29%, la de los africanos el 3.2% y Europa reexporta el 8.7% del volumen total de exportaciones.

En la actualidad, los principales países latinoamericanos proveedores de esta fruta a los mercados de Estados Unidos y Europa son México y Brasil. Vale la pena anotar que en los últimos años Perú, Venezuela y Ecuador han venido ganando una porción importante del mercado (2.1% del mercado entre 1995 y 1996). La participación de Colombia es, hoy en día, muy baja y debe competir con otros países de América Latina, África y Asia que ya tienen una buena posición en los mercados, particularmente en el europeo.

En Venezuela predominan las variedades Haden (80% del volumen exportado es de esta variedad), Tommy Atkins y Kent principalmente. Entre un 4 y 6% de la producción total de estas variedades en 1996 se exportaron principalmente hacia el mercado europeo y se espera alcanzar alrededor de 10.000 toneladas anuales para el año 2.000. En el año 1997 las importaciones procedentes de Venezuela en la UE eran el 2.7% del total importado para todas las variedades.

En 1996 las exportaciones peruanas de mango fresco a Estados Unidos fueron del orden de 4.3 millones de dólares, convirtiéndose así en el cuarto proveedor en importancia. Igualmente, Ecuador ha logrado ganar una posición importante en el mercado en los últimos tres años, ya que ha aumentado sus exportaciones hasta alcanzar las 3.541 toneladas a Europa y 3.922 toneladas a Estados Unidos durante 1996, por valor de US$ 4.2 y 2.9 millones de dólares, respectivamente.

México es el principal exportador mundial de mango. En 1997, la producción mexicana de esta fruta fue de 1.4 millones de toneladas, de las cuales exportó más de 175.000 toneladas principalmente hacia Estados Unidos. Las principales variedades que México comercializa son Tommy Atkins (49%), Haden (23%), Kent (24%) y Keitt (3%). En los últimos años han cobrado auge las exportaciones de la variedad Ataulfo, que representó casi el 5% del total de mango mexicano que se envió a Estados Unidos en 1997. Esta variedad compite con la Francine producida en Haití, preferida por los consumidores caribeños y asiáticos radicados en este país. Actualmente los comercializadores mexicanos están ampliando el destino de sus exportaciones de mango con el fin de llegar a un mayor número de países europeos, tales como Escandinavia, Suecia, Italia y España y, en el mediano plazo, a los mercados de Europa Oriental y del Cercano Oriente, como una estrategia para evitar el sobreabastecimiento del mercado americano.

Brasil es el mayor exportador suramericano, a pesar de que en los últimos años perdió participación en los mercados europeo y norteamericano al pasar del 8.5% en 1995 al 4.5% en 1997. Buscando conquistar nuevamente su posición regular como proveedor de los mercados, actualmente se están iniciando nuevas plantaciones de mango en la región nororiental de Brasil, donde hay condiciones climáticas más favorables, temperaturas más estables a lo largo del año y un régimen de lluvias adecuado.

Entre los países centroamericanos que compiten directamente con México dentro del mercado de Estados Unidos se destacan Guatemala, con las variedades Kent, Haden y Tommy Atkins, Costa Rica, con la variedad Tommy Atkins, y Haití, con el mango Francine. Desde el levantamiento del embargo comercial en 1993, Haití incrementó progresivamente sus exportaciones hasta alcanzar en noviembre de 1997, 6.9 millones de dólares

Otros proveedores mundiales que participan de manera significativa en el mercado europeo son Sudáfrica, Costa de Marfil con la variedad Amelie, Israel, India y Pakistán; estos dos últimos con las variedades Alfonso y Payri preferidas por los inmigrantes residentes principalmente en Inglaterra.

Filipinas registró en 1996 una producción de 669.681 toneladas, de las cuales exportó cerca del 9%, principalmente de la variedad Manila Super, a Japón, Singapur y Hong Kong.

4.2 Importadores

Los tres principales mercados importadores a nivel mundial son Estados Unidos, la Unión Europea y Asia. Sin embargo, es de destacar que el incremento en el volumen total de importaciones de mango en la Unión Europea entre 1996 y 1997 muestra que el consumo per cápita de esta fruta en la comunidad aumentó en cerca del 50%. Cabe señalar que el mango cuenta con un mercado importante en el Medio Oriente.

4.2.1 Unión Europea

La producción europea de mango es mínima y se concentra en el sur de España, donde se cultivan las variedades Tommy Atkins y Keitt, y en Sicilia, Italia, donde la Sungold Mangoes Sicily está cultivando mango para exportarlo a otros países europeos

. No obstante lo anterior, la oferta de la fruta procedente de estos dos países es insuficiente para satisfacer la demanda europea, razón por la cual el abastecimiento se hace con importaciones extracomunitarias. En 1996, la Unión Europea importó 65.908 toneladas/US$94.2 millones y, en 1997, más de 100.000 toneladas/ US$189 millones, siendo Brasil, Estados Unidos, México, Sudáfrica, Perú, Israel y Costa de Marfil los principales proveedores (Cuadro No.3).

En los últimos años se ha venido produciendo un cambio importante en la estructura del mercado comunitario. Por una parte, a partir de 1995 ha venido creciendo la participación de los nuevos proveedores, como Perú y Venezuela, que pasaron de exportar 1.591 y 3.216 toneladas durante 1992 a 5.887 y 6.612 toneladas durante 1997, respectivamente. Por otra, en tanto que las importaciones procedentes de México se han incrementado en un 77%, las de Brasil se han mantenido estables durante este mismo período.

Es oportuno resaltar el caso de Tailandia, cuya participación en el mercado de la Unión Europea se ha venido incrementando lentamente desde 1992. El aumento de las exportaciones tailandesas de mango obedece a la preferencia de la población asiática residente en Europa por la variedad Manila Super que exporta este país y al cumplimiento de los requisitos fitosanitarios impuestos para el ingreso de la fruta al mercado comunitario.

Los precios implícitos de las importaciones de mango en Europa se redujeron en cerca de un 35% al pasar de US$1.77/kgr. en 1991, a 1.15 US$/Kg. en 1997. Esta situación, que se presentó simultáneamente con el incremento del 192% del volumen importado, obedeció a la presencia de más proveedores y a la disminución en el costo de los fletes.

Holanda y Bélgica juegan un papel importante como re-exportadores dentro del comercio de mango en Europa, puesto que cerca del 54% de las importaciones entran a través de los puertos de Rotterdam (39.8%), Antwerp y Zeebrugge.

Francia, el tercer mercado de mango en Europa, es abastecido a lo largo de todo el año por Costa de Marfil, Sudáfrica, Perú, Ecuador, Brasil y Mali, entre otros, siendo la variedad Kent la más común. El 30% del mango fresco francés se vende en cadenas de supermercados; el restante, a través del mercado mayorista de Halles y de otros acopiadores.

En Inglaterra, el mercado de mango fresco se encuentra poco desarrollado debido a los altos precios que se registran en los mercados detallistas y a la poca familiaridad del consumidor inglés con el producto. La población de migrantes hindúes, asiáticos y africanos son los principales consumidores de esta fruta en Inglaterra y muestran mayor preferencia por la variedad Alphonso

En Alemania, el 70% del mango se importa de Holanda y el resto de Costa de Marfil, Sudáfrica y Costa Rica.

La variación de los precios permiten establecer los dos períodos de abastecimiento. El primero se presenta de enero a abril y se caracteriza por registrar precios altos. En estos meses los principales proveedores son Brasil, Perú y Sudáfrica y las variedades Tommy Atkins y Kent sudafricanas obtienen los precios más atractivos del mercado. El segundo período ocurre de mayo a diciembre, cuando se presentan la mayor oferta y el ingreso de mas variedades y proveedores y en consecuencia precios bajos. En los meses de junio y julio se registran las mayores caídas en el precio.

4.2.2 Estados Unidos

Hasta 1992, la producción de mango de Estados Unidos se concentraba en el Estado de Florida. Entre 1992 y 1993 dicha producción pasó de 9.980 a 910 toneladas como consecuencia de los daños que ocasionó a los cultivos el huracán Andrew. Para abastecer el mercado, entre 1993 y 1997 se incrementaron las importaciones de esta fruta en un 65%, principalmente con el producto procedente de Puerto Rico. El consumo per cápita de mango en Estados Unidos continua incrementándose, pasando de 1.87 Kg. en 1991 a 2.99 Kg. en 1996. Las variedades Tommy Atkins, Haden, Kent y Keitt son las más populares. A pesar de que la demanda de mango se concentra en la población inmigrante latina y asiática, cada vez hay más consumidores en el resto de la población.

Las importaciones de mango de Estados Unidos, a noviembre de 1997, fueron de 188.948 toneladas por un valor de 122.7 millones de dólares, representando mas del doble de los 58.3 millones importados en 1990. México fue el principal proveedor, con un 76% del valor del total de las importaciones (Cuadro No. 4). Brasil con el 5% y los demás proveedores con el 19%, han ganando participación paulatinamente y contribuyendo a enriquecer el suministro de distintos tipos de variedades de la fruta a lo largo de todo el año.

La estacionalidad de las importaciones de mango en Estados Unidos es marcada. México, el principal proveedor ingresa al mercado entre febrero y agosto, con importaciones mensuales superiores a los 5 millones de dólares, que oscilan entre 5.000 y 38.000 toneladas. Haití y Guatemala son los principales competidores de México, pero sus importaciones mensuales, en conjunto, no superan los 4 millones de dólares y las 6.000 toneladas.

El abastecimiento del mercado durante el resto del año está distribuido así: entre septiembre y diciembre proviene principalmente de Brasil y Ecuador y en los meses de diciembre y enero de Ecuador y Perú. El valor mensual del total de importaciones a Estados Unidos durante esta época del año no supera los 4 millones de dólares y las 4.000 toneladas/mes (Gráfica No. 5). Durante el período de mayor abastecimiento de mango (entre febrero y agosto) la caja de 8 unidades de las variedades Haden, Tommy Atkins y Kent de México se comercializó durante 1997 a bajos precios en los principales puertos de entrada, y particularmente en Miami.

En el segundo período, entre octubre y enero, se presenta un incremento importante de los precios del mango proveniente de Brasil, Perú y Ecuador. En el primer semestre del año, los precios tienden a la baja. En enero y febrero de 1997 la caja de 8 unidades de Tommy Atkins en Los Angeles, Miami y Nueva York tuvo un precio entre US$7.50 y 9.00. En cambio, en enero y febrero de 1998 los precios de la caja de 8 unidades de Tommy Atkins en Estados fueron de US$11.0 y US$16 en Chicago, Boston y Filadelfia, en tanto que julio descendieron a US$6.00 en el mercado de Nueva York.

4.3 Calidad y requisitos de exportación

Un incremento del consumo de mango en los mercados de Europa y Estados Unidos requiere desarrollar actividades de promoción entre consumidores, las cuales generalmente han sido financiadas por agencias públicas de promoción de exportaciones de los países de origen y por algunas comercializadoras importadoras. Mediante estas campañas se pretende dar a conocer las características exteriores de la fruta, su sabor y las formas de consumo. Las variedades que más se comercializan, como Tommy Atkins y Haden, han sido promocionadas, sobre todo entre aquellos consumidores que no hacen parte de grupos étnicos.

De acuerdo con la opinión de importadores europeos, el consumidor se adaptaría fácilmente a las distintas variedades de mango pero su principal exigencia se relaciona con la calidad de la fruta en términos de madurez y dulzura, con la regularidad en el abastecimiento y con precios favorables. De cumplirse estas condiciones habría espacio en los mercados de Estados Unidos y Europa para nuevas variedades. Sin embargo, su aceptación requeriría también una campaña de promoción en la que se presente el nuevo producto mostrando sus similitudes y ventajas en relación con las variedades ya conocidas.

En el mercado europeo, aun cuando las variedades Tommy Atkins, Kent y Haden continúan siendo las más populares en el último año, se ha reportado un incremento de las ventas de las variedades Keitt, Amelie (verde), Mora e Irwin Red como consecuencia de las actividades promocionales.

Las exigencias de los distribuidores en cuanto a buena apariencia física del mango hasta llegar a la góndola o mostrador, han sido factores importantes en la calificación del mango para comercialización. El nivel de madurez es un factor crítico tanto para el importador como para el minorista, quienes consideran que es necesario mejorar la tecnología para lograr una definición más precisa del nivel óptimo de cosecha para homogeneizar los productos que se empacan en una misma caja.

El estándar internacional para la calidad de las variedades de mango rojo, que son las de mayor comercialización internacional, comprende los siguientes factores:

Fisiológicamente maduro

Maduración con un 30 a 50% de coloración

Marcada área rojiza en la parte superior de la fruta

Firmeza

Contenido mínimo de azúcar: 10%

Forma uniforme

Libre de plagas y enfermedades, sin decaimiento, escaldado, agrietamiento o cicatrices, manchas de látex o daños mecánicos.

Peso y tamaño especificados

Cuando los mangos van a ser transportados por vía aérea deben cosecharse maduros, duros y verdes, aunque pueden incluirse en los embarques frutas a medio madurar sin exceder el 25% del total. No pueden ser incluidos en el embarque frutos en condición de maduración o con más de un 15% de coloración amarilla ni los frutos inmaduros. En el caso del mango que se exporta por vía marítima, que tiende a ser la modalidad dominante de transporte, deben estar en una etapa de maduración media, con una coloración amarilla, y no pueden presentar signos de ablandamiento o decoloración. El envío por mar debe realizarse en contenedores y los sistemas de almacenamiento deben garantizar una temperatura constante.

Los mangos se deben empacar en cajas de cartón prefabricadas con capacidad para una o dos capas de frutas entre 8 y 16 frutas por caja, con una resistencia de 250-275 lb/in. Es aconsejable utilizar cajas perforadas para garantizar mejor manejo y ventilación adecuada. En el mercado europeo se utilizan principalmente cajas de 4 kilos, mientras que en el mercado norteamericano se manejan cajas de 10 libras. Se recomienda una capa de papel corrugado en la base de la caja, que contribuye a amortiguar la fruta, impidiendo que sufra daños mecánicos. Uno de cada dos mangos deberá ir envuelto con el fin de reducir el rozamiento. Los autoadhesivos aplicados en los frutos contribuyen a mejorar la presentación del producto.

Los mangos que son exportados por vía marítima, requieren un proceso de pre-enfriamiento previo a su embarque en los contenedores. Los mangos deben enfriarse a un mínimo de 12°C, para evitar congelación, con una humedad relativa que oscila entre 85 y 95%.

El mango exportado a Estados Unidos debe tratarse previamente con agua caliente, realizado en plantas aprobadas por la USDA/APHIS. Asimismo, es indispensable la elaboración de permiso fitosanitario por parte de la misma entidad. Es oportuno señalar que los países de la Unión Europea no han establecido barreras fitosanitarias para el ingreso de mango a sus mercados.

 

Partes: 1, 2, 3

Partes: 1, 2, 3
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