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El tabaquismo


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Consecuencias
  3. Tratamientos
  4. ¿Por qué se fuma?
  5. ¿Por qué hay que dejar de fumar?
  6. ¿Cómo dejar de fumar?
  7. Diez pasos para dejar de fumar
  8. Síntomas de abstinencia
  9. Tratamientos del síndrome de abstinencia
  10. El tabaco en las Américas
  11. Los riesgos para la salud asociada con el consumo de tabaco
  12. Conclusión
  13. Bibliografía

Introducción

La relación entre el hábito de fumar y el desarrollo de numerosas enfermedades graves se encuentra cada vez más clara. Esto ha provocado un aumento de las consultas en la comunidad sanitaria y de salud mental.

La OMS considera una adicción a la dependencia al tabaco. Este tipo dependencia, así como muchas otras, debe ser atendida adecuadamente, ya que la nicotina puede llegar a controlar algunos aspectos importantes del comportamiento de una persona.

Al igual que otras sustancias euforizantes (alcohol y cocaína), el tabaco es capaz de producir efectos que intervienen en el estado de ánimo de la persona y con su privación desencadena un comportamiento de búsqueda de la sustancia.

Las personas fumadoras de cigarrillos tienen una expectativa de vida considerablemente disminuida con respecto al resto de la población. Algunos autores han estimado que se pierden 5,5 minutos de vida por cada cigarrillo que se ha fumado. En una persona de 30 – 35 años de edad que fuma dos paquetes de cigarrillos diarios, la expectativa de vida disminuye entre 8 – 9 años, en relación a una no fumadora de la misma edad.

Consecuencias

No ha podido establecerse ampliamente, a diferencia de otras adicciones, que el tabaquismo provoque trastornos psicológicos importantes, aparte del impulso o la necesidad de consumirlo y lo dificultoso que resulta abandonarlo.

El humo del cigarrillo contiene una inmensa cantidad de sustancias tóxicas, entre ellas el monóxido de carbono (CO). El CO tiene gran afinidad por la hemoglobina, componente del glóbulo rojo que transporta el oxígeno a los tejidos, por lo que los glóbulos rojos de las personas fumadoras pierden un 15% de la capacidad de transportar el oxígeno. Esto puede lesionar al corazón y el sistema circulatorio. También pueden encontrase otros gases como el óxido nitroso y el óxido de hidrógeno, responsables de la tos y la disminución del pasaje de aire por los bronquios.

El alquitrán es una sustancia carcinógena absoluta que provoca y fomenta el desarrollo de diversos tumores.

La nicotina produce un aumento de la frecuencia cardiaca, de la presión arterial, del gasto cardiaco y del consumo de oxígeno en los tejidos.

El riesgo de padecer un cáncer de pulmón es 10 veces mayor en una persona fumadora, y en los fumadores intensos (2 ó más paquetes por día) el riesgo es 15 a 25 veces mayor.

Los hijos de madres fumadoras tienen un peso menor al nacer en comparación a los hijos de madres no fumadoras.

Tratamientos

Actualmente existe una gran variedad de intervenciones para ayudar al tabaquista a abandonar su hábito, muchos de los cuales tienen mejores resultados a largo plazo, entre los 6 y los 12 meses. Numerosos estudios han demostrado que los tratamientos que incorporan enfoques en el cambio del comportamiento de la persona son los que ofrecen mayor posibilidad de éxito.

Ultimamente se ha incorporado el uso terapias de sustitución con nicotina, en forma de chicles y parches.

Para que el tratamiento sea efectivo deben cumplirse tres etapas: • Compromiso a abandonar el hábito y establecimiento de objetivos. • Cambio inicial: base principal del tratamiento, incluye la terapia de grupo, sustitución con nicotina, técnicas de control del comportamiento y relajación, seguimiento individual, etc. • Mantenimiento del abandono del hábito: principalmente preparándose para afrontar los síntomas de la abstinencia, ya que muchas de las personas que recaen tienen por lo menos un síntoma de la abstinencia a la nicotina.

Este último es muy importante, ya que es responsable de que el 70% de los que dejan de fumar recae en ese mismo año

¿Por qué se fuma?

Fumar no sólo es "un hábito", también es una drogadicción, ya que el hecho de fumar tabaco cumple con todos los criterios que definen al consumo de una sustancia como tal:

  • Existencia de tolerancia

  • Dependencia

  • Síndrome de abstinencia en ausencia de la misma

  • Comportamiento compulsivo

El máximo responsable de la dependencia es la nicotina, sustancia con un gran poder de adicción similar al de otras drogas como la heroína o cocaína.

La forma de dependencia que genera el hábito de fumar es:

  • Dependencia física, provocada directamente por la nicotina y es la responsable del síndrome de abstinencia.

  • Dependencia psicológica, el hábito de fumar se ha convertido en una compañía en todo tipo de situaciones, después de las comidas, con el café, al hablar por teléfono, etc …, y parece imposible cambiar esta relación.

Dependencia social, el fumar sigue siendo un acto social, se hace en grupos, en ciertas reuniones de ocio, tras cenas con los amigos, y sobre todo sigue siendo un hábito que distingue a ciertos grupos de adolescentes dándoles un valor social de rebeldía y de madurez malentendidos.

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