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La historia de la ciencia, o el avance del hombre por la senda de lo contraintuitivo


Partes: 1, 2, 3
Monografía destacada

    1. Introducción
    2. Primeros pasos reconocibles en matemáticas y astronomía, en Sumeria y Babilonia, hacia el 1800 AC
    3. Egipcios, fenicios, hititas, asirios, lidios, babilonios. Desde el 1575 AC hasta el siglo 6 AC
    4. Llegan los griegos: primero llegan Tales y Pitágoras, desde el 585 AC hasta el 500 AC
    5. Heráclito, Hipócrates, Leucipo y Demócrito en la Edad de oro de Grecia, hasta el 400 AC
    6. Platón, Aristóteles, Heráclides, hasta el 335 AC
    7. Eudoxio y Euclides, hasta el 300 AC
    8. Arquímedes y Ctesibio, hasta el 260 AC
    9. Eratóstenes, Hiparco, hasta el 134 AC
    10. El fin del clasicismo a la griega, Ptolomeo, Galeno, Zósimo y Diofanto, hasta el 529 DC

    El ser humano va afrontando el vértigo que provoca reconocer el carácter "contraintuitivo", o contrario a la intuición, de la realidad. Nuestro pensamiento sobre las cosas es fundamentalmente intuitivo, pero si nuestra intuición yerra, si las cosas no son como pensamos que son, surge la posibilidad de incorporar lo contraintuitivo como parte de lo intuitivo. Un ejemplo: la intuición nos lleva a concluir que el sol gira alrededor de la tierra, pero una observación más minuciosa nos lleva a concluir que la realidad en este caso sucede de modo contraintuitivo, y es la tierra la que gira alrededor del sol. En este artículo se aborda la etapa clásica de la historia de la ciencia.

    INTRODUCCIÓN

    Este ensayo es una breve crónica sobre el modo en que el ser humano comenzó a afrontar el desconcertante vértigo que provoca el carácter contraintuitivo, contrario a la intuición, de la realidad objetiva, a poco que se indaga sobre ella, mediante observación y/o experimentación (el método científico).

    Nuestro pensamiento es fundamentalmente intuitivo. Por ejemplo: la intuición nos lleva a concluir que el Sol gira alrededor de la Tierra, pues es lo que se observa con un primer "golpe de vista". Una observación objetiva más minuciosa conlleva una conclusión contraintuitiva: es la Tierra la que gira alrededor del Sol. En este caso, lo contraintuitivo debe ser incorporado a nuestro pensamiento como parte del proceso intuitivo, por muy repugnante que por instinto resulte a priori.

    El hombre ha afrontado este problema una y otra vez a lo largo de todas las épocas, y sigue haciéndolo. Aquí se hablará de este asunto en referencia a los primeros siglos del desarrollo de la ciencia como fenómeno cultural, surgido en el seno de la masa social a partir del esfuerzo individual. En esto la ciencia se diferencia ligeramente de los movimientos sociales que surgen de la masa irracional, con frecuencia sin un propósito claro, pero con el ilusorio aspecto de haber perseguido unos fines claros y racionales al observar los resultados con visión retrospectiva (como cuando las hormigas regulan la temperatura de su hormiguero con apariencia de racionalidad en ello). Se supone que, en este sentido, la ciencia tiende hacia el orden (orden=heterogeneidad local en el seno del homogeneizante y caótico desorden; caótico=complejo e impredecible).

    La ciencia quizá no sea tan irracional como los logros sociales, entonces. No obstante, las incongruentes consecuencias perniciosas de la ciencia, pues no todo son beneficios, llevan a pensar que tal vez en el fondo sea tan irracional como el resto de los avances socioculturales (por ejemplo: se pretende afrontar racionalmente el problema del hipotético cambio climático, pero, ¿es la emisión de CO2 por el ser humano, que está siendo considerada un posible factor causante del cambio climático, fruto de la irracional y caótica corrupción tecnológica, o es un impulso instintivo irracional para calentar un planeta que se está enfriando, de modo similar al impulso instintivo irracional que lleva a las hormigas a calentar su hormiguero cuando se enfría sin que cada hormiga lo sepa individualmente?).

    Algo sorprendente de la historia de la ciencia es que no deja de ser una minuciosa muestra de cómo el ser humano se ha ido encontrando una y otra vez con un hecho: su intuición yerra una y otra vez, y su pensamiento ha de irse adecuando a una realidad objetiva, basada en hipótesis y pruebas, que se empeña también en ser contraintuitiva una y otra vez.

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