Los quistes representan sin duda, un peligro para la integridad del componente máxilofacial, ocasionando trastornos funcionales y estéticos de variable intensidad por lo que deben ser diagnosticados precozmente y tratados de forma adecuada. (1)
El quiste se define como una bolsa conectivoepitelial, tapizada en su interior por epitelio y recubierta en su cara externa por tejido conectivo, que encierra un contenido líquido o semilíquido, son asintomáticos y se descubren en estudios radiográficos de rutina. (3)
Kramer (4), lo define como una cavidad patológica con un contenido líquido, semilíquido o gaseoso, no originado por el acúmulo de pus, y que suele estar aunque no siempre, revestida de epitelio. Así se engloban como quistes las lesiones de los maxilares, epiteliales o no y las de los tejidos blandos, descartando los abscesos por acúmulo de pus.
Otros autores definen el quiste como cavidades formadas por epitelio y tejido conectivo, con contenido líquido o semilíquido. (5, 6, 7, 8, 9, 10, 15)
Los objetivos que establecemos al realizar dicho trabajo son:
Determinar las causas que provocan o predisponen al desarrollo de quistes de maxilares.
Desarrollar sus características clínicas e histopatológicas y sus tratamientos.
Concienciar acerca de los controles odontológicos periódicos, desarrollando una información completa, adecuada y eficaz.
Quistes
Desde la primera clasificación propuesta por Robinson en 1945, se han sucedido múltiples clasificaciones. La última, en 1992, suscrita por Kramer, Pindborg y Shear , es la siguiente: (3)
Quistes epiteliales
A- Del desarrollo.
Odontogénicos.
Quiste gingival infantil.
Queratoquiste odontogénico (primordial).
Quiste dentígero (folicular).
Quiste de erupción.
Quiste periodontal lateral.
Quiste gingival del adulto.
Quiste odontogénico glandular; quiste sialoodontogénico.
No Odontogénicos.
Quiste del conducto nasopalatino
Quiste nasolabial (nasoalveolar).
Qistes medianos palatino, alveolar y mandibular.
Quiste glóbulo maxilar.
B- Inflamatorios
Quiste radicular: apical, lateral, residual.
Quiste paradental. (colateral inflamatorio, bucal mandibular infectado).
Quistes no epiteliales
Quiste óseo solitario.
Quiste óseo aneurismático.
Otros autores simplifican esta clasificación en: (6, 7, 8, 9, 10).
Quistes de desarrollo
Quistes odontógenos.
– Quistes no odontógenos.
El Dr. Julio C. Santana Garay (5) asemeja esta clasificación separando los quistes en:
– Quistes formados por alteraciones del desarrollo de la cara, la boca y el cuello. – Quistes y tumores odontogénicos de los maxilares y la mandíbula.
Etiología
Los quistes odontógenos de manera general se forman a partir del epitelio dental en cualquiera de sus etapas de desarrollo; y los quistes no odontógenos se forman por el atrapamiento de células epiteliales durante el período de fusión de los procesos embrionarios. (5, 8, 9).
Quistes epiteliales del desarrollo
Quistes odontógenos
Quiste gingival del recién nacido: (3, 9, 10)
Llamados también Perlas de Epstein o Nódulos de Bohn.
Etiología:
Perlas de Epstein: Derivan de microquistes de los restos de la lámina dental.
Nódulos de Bohn: se originan a partir de los restos epiteliales atrapados en la zona de fusión de las apófisis palatinas.
Características Clínicas:
Perlas de Epstein: Aparecen en la mucosa alveolar del recién nacido como múltiples elevaciones blanquecinas de 2-3 mm de diámetro.
Nódulos de Bohn: Son similares y aparecen en la línea media del paladar.
Características Histológicas:
Se observan múltiples nódulos quísticos llenos de queratina.
Tratamiento:
Ambos desaparecen antes del tercer mes de vida extrauterina. Las Perlas de Epstein, llamadas también dentición predecidua tienden a desaparecer sobre todo cuando van a erupcionar los dientes.
Quiste Primordial: Queratoquiste Odontogénico
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