Dermatitis de Pañal
¿Qué es la dermatitis de pañal? Es una enfermedad también llamada eritema del pañal, una reacción irritativa e inflamatoria de la piel del bebé.
¿Cuáles son las causas de esta irritación?- Los hongos encuentran un hábitat perfecto en el cálido y húmedo pañal de un bebé. Se presentan en forma de manchas rojas bordeadas por un halo blanco. Estos suelen aparecer cuando el niño sigue un tratamiento con antibióticos.
– Las heces muy ácidas de la diarrea o cuando sufren intolerancia a algún alimento (como la lactosa o al gluten).
– El cambio en la alimentación, especialmente la introducción de alimentos sólidos.
– El nacimiento de los dientes.
– La utilización de productos inadecuados para el cuidado de la piel del bebé.
SíntomasPresenta el área de piel irritada y enrojecida que suele quedar delimitada por los márgenes del pañal, apareciendo también otros tipos de lesiones agregadas de color rojizo brillante y descamación de la piel en alas de mariposas.
TratamientoMedidas preventivas, como son el cambio frecuente de pañal, recomendándose pañales desechables con geles absorbentes (alginatos), de mayor tamaño, para evitar el roce y facilitar la absorción; realizar el aseo del área con agua, dejando el área sin pañal el mayor tiempo posible. Las pastas con talco y óxido de zinc son útiles como aislantes y para reducir la fricción y se aplican posterior a cada cambio de pañal.
En las lesiones con mas de 72 horas de evolución o datos de infección por cándida debe aplicarse algún agente antimicótico, 2 veces al día, por 3 semanas.
En caso de impétigo segundario se recomienda el uso de antibióticos tópicos o sistémicos.
La utilización de cortico esteroides deberá ser racional, restringiéndose a casos resistentes a las terapias convencionales, utilizando esteroides de baja potencia y nunca mas de 2 semanas
Consejos para prevenirlaRealizar cambios frecuentes de pañales.
Uso de pañales descartables y con buenas propiedades absorbentes.
Limpieza en cada cambio de pañal con oleo calcáreo o aceite de cocina común.
Espasmo del sollozo
¿Cómo sucede?Es provocado por los famosos "berrinches" en situaciones de enojo, frustración, dolor o sorpresa, seguida por llanto. El niño queda quieto, exhala y deja de respira, a continuación se pone cianótico (piel azulada). Finalmente pierde el conocimiento, se pone tieso o a veces fláccido.
Características generales1-El proceso dura entre 2 y 20 segundos. El niño si deja de respirar por mas de 10 segundos, comienza a convulsionar y luego vuelve al estado de flaccidez.
2-Aparece entre los 6 y 18 meses, son mas propensos los niños con antecedentes en algunos de sus padres
3- En los recién nacidos estos episodios, pueden hacer aparición durante el cambiado de pañales o alimentación.
Tipos de sollozos
Cianótico: en este episodio luego que el niño llora vigorosamente aparece la "apnea" (falta de respiración), se pone cianótico, puede convulsionar y luego queda fláccido. Es el mas frecuente. Puede coexistir con el espasmo del sollozo pálido en el mismo niño. Tienden a desaparecer en el tercer año de vida.
Pálido: es provocado por un susto o alguna situación inesperada. El bebé llora poco, se pone pálido y puede presentar convulsiones antes de recobrar la conciencia. El mecanismo que lo provoca no esta enteramente aclarado. Es el menos frecuente. Puede coexistir con el espasmo de sollozo ciánotico en el niño. Tienden a desaparecer en el tercer año de vida.
Modalidad de actuación
Mantener la calma.
Retirar objetos que pueda llegar a tener en la boca.
Se recomienda posicionarlo de costado y alejando los objetos (si hubiera) con los que se pueda golpear.
No intentar detener el espasmo.
Tomar distancia y observar indirectamente, ya que a veces utilizan estos episodios como métodos de disuasión.
En caso de detectarse que el episodio es producido voluntariamente, finalizado el mismo, aclararle al niño que no recibirá ningún beneficio que él pretenda por generar tal episodio. En caso de que sea provocado por un accidente, abrazarlo y consolarlo para que pueda sentir contención alguna.
Luego del episodio dejarlo descansar para reponerse y poder olvidar el "berrinche" que produjo tal situación.
Precauciones
No tratar de reanimarlo, porque pueden existir riesgos fatales si lo realiza alguien inexperto.
No darle agua hasta que se reanime totalmente (se pueden ahogar).
Llamar un médico en caso que el espasmo se produzca sin un desencadenante, si tiene convulsiones o no recobra el conocimiento luego de los 30 segundos, o si al dormir sufre un espasmo.
Fiebre
CONSIDERACIONES GENERALES
Es un mecanismo de defensa del cuerpo, avisa que algo pasa.
Causas frecuentes: infecciones virales, bacterianas o parasitosis.
Otras causas: endocrinológicas, oncológicas, emocionales, exposición a altas temperaturas o estrés.
La respuesta febril hacia una infección es más alta en niños que en adultos.
CÓMO TOMAR LA FIEBRE
Temperatura axilar: con termómetro de mercurio durante 5 minutos aprox.
Antes de usarlo: sacudirlo hasta que marque menos de 35°C.
El niño debe estar tranquilo y no sobre-abrigado.
El ambiente no debe estar cálido
SÍNTOMAS QUE ACOMPAÑAN LA FIEBRE
Decaimiento y postración.
Inapetencia.
Debilidad muscular y cansancio.
Molestias musculares y articulares.
Sensación de disconfort y fastidio.
Cefalea leve.
Mayor sensibilidad de la piel.
CÓMO BAJAR LA FIEBRE
Realizar baños con agua a temperatura agradable.
Uso de paños húmedos (tibios/fríos) en la frente, cuello, axilas o zona inguinal.
Mantener una temperatura ambiente confortable.
Beber mucha agua fresca.
No dar antitérmico sin autorización médica.
Controlar la temperatura cada 30 a 40 minutos.
TRATAMIENTO CON MEDICAMENTOS ANTIFEBRILES
Debe consultarse al médico, que indicará cuál es el más adecuado, la dosis y frecuencia de administración.
Los más usuales son:
Paracetamol
Ibuprofeno
Dipirona
Aspirina
Paracetamol + Dipirona
CONVULSIONES FEBRILES
Síntoma neurológico transitorio ligado al aumento de temperatura corporal.
Pueden darse en el período entre el nacimiento y los 6 años.
El niño presenta movimientos involuntarios del cuerpo o parte de él.
Duran pocos minutos y no dejan secuelas.
Autor:
Elizabeth