Capitalismo, naturaleza y liberación. Una nueva discusión sociológica desde la teología (página 2)
Enviado por marjarapo
2.1 Objetivo general
Analizar la defensa del medio ambiente propuesta por la ecología de la liberación, como un camino de la opción por los pobres trazado por la teología de la liberación.
2.2 Objetivos específicos
- Describir cuales son los lineamientos doctrinales, políticos y organizativos planteados por la ecología de la liberación, con el fin de lograr un mejor entendimiento del trabajo comunitario adelantado por este movimiento en América Latina.
- Demostrar de que manera la opción por los pobres se configura como una forma de acción social en el que hacer ambientalista.
- Puntualizar en que medida el trabajo desarrollado con los sectores populares basado en el método de ver, juzgar y actuar, propuesto por la teología de la liberación, se relaciona con el esquema de investigación acción participativa de la sociología.
3.1. estado del arte
3.1.1. Génesis de la teología de la liberación. El movimiento político religioso conocido como "teología de la liberación", surge de la autocrítica de un amplio sector de creyentes de diversas tendencias, y se presenta como un importante paso para saldar una deuda histórica de la iglesia con los pobres del mundo. En contraposición a la "antigua teología" que reducía su quehacer a lo puramente espiritual y la cual respondía a los intereses de pequeñas élites y jerarquías, la teología de la liberación florece de los
sectores marginados de la sociedad buscando responder a sus necesidades tanto espirituales como materiales. Se configura entonces como el resultado de unas condiciones sociales concretas, y además, como el producto de las reflexiones de un grupo específico: los excluidos. Es así que, "La teología del Primer Mundo tiene como interlocutor en sus reflexiones al hombre culto, "burgués", técnico, desarrollado, "ilustrado", secular, escéptico o ateo de los países industrializados, mientras que la Teología de la Liberación dialoga y tiene presente al hombre analfabeto, sencillo, pobre, creyente y reducido a condiciones infrahumanas de vida, actualizando así la preocupación de Jesús de evangelizar primariamente a los pobres".
Aunque el término fue acuñado por el teólogo peruano Gustavo Gutiérrez en su célebre texto "Teología de la Liberación, perspectivas" en 1972, ya desde mediados del siglo XX el sacerdote brasilero Dom Helder Câmara comenzaba a trazar el camino de la "opción por los pobres" que luego seguirían Leonardo Boff, Jon Sobrino, Dom Pedro Casaldáliga, Hugo Assmann, Gustavo Gutiérrez entre otros. Si bien el trabajo de Dom Helder Câmara no es hecho a nombre de la teología de la liberación, es innegable que éste fue determinante para impulsar el movimiento y aglutinar a los nuevos pensadores en pro de un mismo fin, como era, el de redefinir el papel de los cristianos en el trabajo con las comunidades y su compromiso con los más necesitados. Como obispo de la ciudad de São Sebastião, de Río de Janeiro, impulsó varios proyectos en pro de los habitantes de las favelas, tales como la Cruzada São Sebastião, La Feria de la Providencia y El Banco la Providencia, todos ellos encaminados a mejorar la calidad de vida en estas zonas de la ciudad. Participó activamente en las discusiones del Vaticano II y el CELAM, espacios en los que su posición fue siempre en favor de las clases marginadas.
El Concilio Vaticano II (1962 – 1965) iniciado por el Papa Juan XXIII y culminado por el Papa Pablo VI, marca el inicio de una apertura (que se vería truncada con la llegada de Juan Pablo II) de la iglesia hacia un mundo que comenzaba a serle extraño: "El Concilio aconteció en un momento difícil para nuestros pueblos latinoamericanos. Años de problemas, de búsqueda angustiosa de la propia identidad, marcados por un despertar de las masas populares y por ensayos de integración americana, a los que precede la fundación del CELAM (1955). Esto ha preparado el ambiente en el pueblo católico para abrirse con cierta facilidad a una iglesia que también se presenta como "pueblo"." (Puebla 223). Desde el comienzo, el Vaticano II mostró que una nueva etapa empezaba para la iglesia católica, y contrario a lo que históricamente había ocurrido, para éste evento fueron invitados algunos representantes de las iglesias ortodoxa y protestante, contando además con la presencia de religiosas, algo nuevo en este tipo de acontecimientos.
A partir de este momento, la iglesia inicia un viraje en el trabajo que venía adelantando con su grey, mirándola no como un rebaño a evangelizar, sino como el elemento indispensable desde el cual debía partir una práctica conjunta. De acuerdo con esto, la opción por los pobres se propone como el derrotero a seguir por las comunidades religiosas, no sólo de carácter clerical sino también las de tipo laico. Hacen sus primeras apariciones en escena las comunidades eclesiales de base (Ceb’s), grupos de clérigos, seglares y laicos, buscan a través de la organización popular y el estudio, transformar la realidad de las zonas sobres las cuales tienen influencia. En el camino hacia la liberación, las Ceb’s, aglutinan los esfuerzos de una comunidad específica que tiene metas comunes tanto en el ámbito espiritual como en el económico y el político. El "Ver, juzgar y actuar", se erige como la bandera bajo la cual se emprendería este proceso: observar la realidad, leerla críticamente a la luz del evangelio y buscar un cambio liberador.
Todos estos propósitos de renovación cuentan con el espaldarazo que les da las conclusiones presentadas por la Segunda Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, realizada en la ciudad de Medellín (1968). "No basta, por cierto, reflexionar, lograr mayor clarividencia y hablar; es menester obrar. No ha dejado de ser ésta la hora de la palabra, pero se ha tornado, con dramática urgencia, la hora de la acción. Es el momento de inventar con imaginación creadora la acción que corresponde realizar, que habrá de ser llevada a término con la audacia del Espíritu y el equilibrio de Dios". Leonardo Boff, con una gran claridad, llama a este encuentro como la "fase de casamiento" de la iglesia con los pobres, "Allí irrumpió en la conciencia eclesial la centralidad de los pobres y la urgencia de su plena liberación. Ellos constituyen los 2/3 de la humanidad y de nuestro continente indo-negro-latino-americano. (…) Estaba lanzado el desafío para sí misma, para las demás iglesias y para toda la iglesia universal: ser aliados, defensores y promotores de los pobres y de su liberación. Proclamar la liberación como sueño central de Jesús y realizar la liberación como misión contemporánea de la iglesia: he ahí el nuevo horizonte de la acción evangelizadora." La teología ya no es suficiente, ahora es necesario hablar de una teología en contexto, que responda a la situación de pobreza y exclusión del pueblo al cual pretende redimir.
Los lineamientos de Medellín fueron continuados por la Conferencia de Puebla (México 1979). Aunque en un principio fue concebida por parte de la jerarquía eclesial como la oportunidad de echar marcha atrás, las conclusiones de Puebla ratificaron el compromiso prioritario de la iglesia con los pobres y la búsqueda impostergable de su liberación. "Volvemos a tomar, con renovada esperanza en la fuerza vivificante del Espíritu, la posición de la II Conferencia General que hizo una clara y profética opción preferencial y solidaria por los pobres, no obstante las desviaciones e interpretaciones con que algunos desvirtuaron el espíritu de Medellín, el desconocimiento y aun la hostilidad de otros. Afirmamos la necesidad de conversión de toda la Iglesia para una opción preferencial por los pobres, con miras a su liberación integral (Puebla 1165)".
3.1.2. Ecología. En sus inicios el hombre aprendió a relacionarse con la naturaleza con la intención de sobrevivir, buscó la forma de integrarse a ella y establecer una armonía que los favoreciera mutuamente. Aprendió el cómo vivían los animales y cuáles eran sus hábitos, pudo cazarlos y domesticarlos. Ocurrió lo mismo con las plantas, comenzó a sembrar semillas, a cosechar y almacenar alimentos, surgiendo con ello la agricultura. Más adelante con el descubrimiento del fuego, el hombre primitivo pudo soportar las grandes temporadas de invierno, mejorar los alimentos, proveerse luz y calor en las cavernas, convertirlo en arma contra los animales, etcétera. "Así, el hombre aprendió a "controlar" a la naturaleza, en lo que respecta a uso del fuego, a la práctica de la agricultura, a la cría de animales domésticos y más tarde en la acumulación de conocimientos para convertirlos en ciencia".
Con el descubrimiento de nuevos continentes, Occidente entra en contacto no sólo con nuevas culturas y territorios, sino además con nuevos conocimientos tanto en el campo científico como en el de las artes. Este enriquecimiento produjo una excesiva explotación de los recursos. Así, "Al intensificarse la práctica de la agricultura y de la ganadería, en algunas regiones la ocupación de grandes extensiones de terreno para cultivar productos de interés comercial y de pastizales para criar ganado, propició que se destruyeran las plantas y animales autóctonos; paralelo a esto, el incremento en la explotación forestal y mineral produjo el deterioro del medio natural".
En la edad contemporánea se da un desarrollo acelerado de la ciencia y la tecnología, se inventan poderosas máquinas e instrumentos que le proporcionan al hombre mayor facilidad y capacidad de explotación de los recursos naturales. Además, "El aumento en la población del mundo implicó una mayor necesidad de recursos, por
lo que se dio un uso desmedido de las máquinas de combustión interna, propiciando así una gran alteración del ambiente, pues los combustibles derivados del petróleo son parcialmente aprovechados y las máquinas arrojan al ambiente gases y humo; obviamente, la acumulación de estas sustancias en el medio las vuelve tóxicas, ocasionando graves daños tanto al hombre como a otros seres vivos".
Es a raíz de todos estos acontecimientos que comienza a tomar forma la ecología. Su vocablo proviene de las alocuciones griegas oikos: casa y logos: ciencia, por lo tanto es el estudio de las relaciones entre los organismos y su medio. Es una ciencia relativamente joven pues "comienza a formarse en la segunda mitad del siglo XIX y toma cuerpo ya en el siglo XX. La ecología es producto del desarrollo de los investigadores geográficos y de la biología".
Entre sus precursores encontramos a Jean Baptista de Lamarck, el conde de Bufón Jorge Louis Lechera, Alexander Von Humboldt, Charles Darwin y Ernest Haeckel quien acuño la palabra ecología en 1869 proponiendo "designar con este nombre una subdisciplina de la zoología cuyo objetivo sería la investigación del conjunto de relaciones que establece una especie animal con su entorno orgánico e inorgánico". Esta fue una propuesta bastante acogida pero más adelante se le hizo una división considerando que las especies establecen relaciones con su medio pero también con algunas especies que comparten su espacio, por esto es dividida en autoecología que estudia las relaciones de una de las especies con su ambiente y sinecología encargada de las relaciones entre las distintas especies de una comunidad. Con todas estas variaciones a la proposición de Haeckel se redefine la ecología como "la ciencia que estudia las condiciones de existencia de los seres vivos y las interacciones de toda naturaleza que se dan entre estos y su medio".
La ecología es una ciencia de carácter interdisciplinario e integradora. Recibe y utiliza aportes de diversos campos tales como la física, la química, la geografía, la climatología, la biología, la zoología, la bioquímica, la fisiología, la genética, la bioestadística, la biogeografía y la paleontología. Por otro lado, "estudia al hombre y su adaptación a la civilización (ecología humana), señala la necesidad de que éste reglamente el uso de sus recursos, promulgue leyes para la conservación de los mismos, se asegura que éstas sean aplicadas y cumplidas y, además, organice su medio (ciudades), con el apoyo de disciplinas sociales". Dentro de estas disciplinas se cuentan: la economía, la demografía, el derecho, la sociología, la antropología y la psicología.
3.2.1 Teología De La Liberación
3.2.1.1. Que Es Teología De La Liberación. Una teología en contexto como la que propone Medellín, presupone un riguroso análisis de la situación económico social del lugar en el que pretende ser aplicada. No es una teología que atiende a la sola teorización, sino que nace fundamentalmente de la práctica. La teología de la liberación cumple a cabalidad con este requisito. Ella "surge de una indignación ética frente a la pobreza y opresión que Dios no quiere para sus hijos y precisamente en una sociedad que se declara cristiana. Se propone de inmediato desenmascarar las causas de ese mal y hacer de su razonamiento un instrumento práctico, efectivo para transformar liberadoramente las estructuras de tan triste realidad. Hay en esta teología una clara línea horizontal, una voluntad de acción política para cambiar el orden social establecido". Es entonces a partir de la lectura de una realidad concreta, cuando se puede contextualizar la reflexión teológica, por tanto, la teología de de liberación sólo podía nacer en un lugar que además de ser mayoritariamente cristiano, fuera pobre: América Latina.
Su mayor fortaleza radica en la preponderancia dada a la praxis por encima de lo teórico, poniendo a éste como resultado de aquella. En este sentido afirma Gustavo Gutiérrez: "La teología de la liberación es una teología que brota de la vida y se orienta hacia ella; sobre todo se preocupa de la vida de los sectores populares, por eso intranquiliza a los sectores que se habían apropiado en exclusividad el evangelio, secuestrándolo del pueblo". Esta nueva interpretación del compromiso con los excluidos intenta saldar una deuda histórica de la iglesia con su pueblo, que deja de verlo como un instrumento, para asumirlo como un constructor, así, "La teología de la liberación latinoamericana puede ser vista como un paso o etapa en el camino de los cristianos hacia su reconciliación con el mundo y la historia, nuestro mundo y nuestra historia, asumiendo sus culpas y criticándolas, en tanto ser cristiano implica cargar con una tradición de conquista y explotación en América, avanzando hacia un compromiso auténticamente revolucionario".
De acuerdo con Leonardo Boff podemos mencionar, en términos generales, las siguientes características de la teología de la liberación:
- Es la primera teología histórica que nace de la periferia del cristianismo y que presenta un nuevo modo de hacer teología, con una sistematización coherente de los contenidos de la fe. Coloca en su centro la práctica de liberación con los pobres. Por ser profética, al denunciar las opresiones. Es pastoral porque se interesa por transformaciones prácticas. Es militante porque las transformaciones deben ser hechas a partir de los pobres y abiertas a los demás.
A partir de esa práctica, redescubre al Dios bíblico como el Dios de la Vida. El, por esencia, se coloca al lado de los que menos vida tienen, los pobres; su proyecto histórico es de liberación en plenitud. Desvela la dimensión libertadora objetiva de la práctica, del mensaje y de la utopía de Jesús. Clarifica la misión de las Iglesias, que es la de ser actualizadoras de la dimensión liberadora integral del cristianismo en la diversidad de los tiempos y de las culturas.
- La TL significó un llamado a la conciencia mundial. Pone su atención sobre la suerte de las "grandes mayorías" de la humanidad, condenadas a la miseria y a la exclusión por causa de la otra parte minoritaria, insensible, cruel y sin piedad. Movió Estados, órganos de seguridad del sistema mundial y atrajo la ira de los poderosos. Por eso, personas que apoyaron la TL fueron perseguidas, presas, torturadas, desaparecidas, y muchas, asesinadas: obispos, sacerdotes, teólogos, laicos, jóvenes, hombres y mujeres. Se granjeó también la admiración de los mejores espíritus de nuestro tiempo.
- El peso de la TL se hizo sentir en el aparato central de la Iglesia católica, en el Vaticano. Los papas tomaron frecuentemente posición ante ella. Las instancias doctrinales reaccionaron en 1984 y en 1986 con diferentes niveles de compromiso. Fundamentalmente, y en contradicción con la versión dominante en los medios de comunicación, la TL fue aprobada por la Iglesia. Esta llamó la atención, eso sí, sobre dos peligros que siempre acosaron a ese tipo de teología: la reducción de a fe a la política y el uso acrítico del marxismo. Evitado ese peligro -pues un peligro nunca invalida el coraje del pensamiento- la TL es útil y necesaria en la presente coyuntura del flagelo planetario de los pobres.
En realidad, las Iglesias sumieron las principales intuiciones de la TL: a) la opción preferencial por los pobres, contra la pobreza y en favor de la liberación; b) la dimensión histórico-liberadora de la fe cristiana; c) las comunidades cristianas de base como expresión de un cristianismo de liberación en el cual fe y vida, mística y política se articulan para producir la liberación nacida de la propia fe; d) la liberación como un proceso abierto e integral: liberación de opresiones de todo tipo -incluso de la específicamente religiosa, del pecado- y liberación para la realización de las capacidades humanas personales y colectivas, para la plena eclosión del sentido de la historia, que incluye su inmersión en el misterio de Dios.
- La TL constituye una referencia indiscutible para los oprimidos y marginados. No son pocos los que confiesan: estoy contra el cristianismo histórico pero a favor de la TL. Lo que ella suscita no interesa sólo a los que profesan el sueño cristiano. Interesa a todos los que no perdieron su humanidad mínima: la libertad, la dignidad, la vida, el compartir, la comunicación entre todos. Mediante los debates que esta teología suscitó, algo de evangelio penetró en el mundo entero incluso allí donde era sistemáticamente negado y silenciado, como en los medios de comunicación de la Unión Soviética y de China. Con ocasión de los debates occidentales sobre esta cuestión, las televisiones de aquellos países hicieron programas de información que cubrieron todo el territorio.
- La TL obligó a las demás corrientes de teología a preguntarse por su significado social. No basta que las teologías sean ortodoxas y los argumentos internamente bien articulados. Las teologías no pueden ser sólo productos para el consumo interno de los cristianos. Tienen que ser más. Deben pensar las cuestiones del mundo y de las personas de la calle, porque estas cuestiones tienen que ver objetivamente con Dios, pues de una forma o de otra, él está presente en ellas. Especialmente deben preguntarse cuál es la funcionalidad ideológica que asumen dentro de la sociedad: pasan de largo de los conflictos que comportan graves violaciones de la justicia (pecado social) y con eso se hacen alienadas, cuando no piezas de legitimación del status quo. O las incluyen como denuncia profética, haciéndolas material de su reflexión de búsqueda de operacionalidad transformadora. En caso contrario, las teologías difícilmente se libran, nollens volens, de la alienación, de la mistificación y del cinismo histórico.
La cuestión que todas las teologías han de responder en el fondo es ésta: ¿cómo anunciar a Dios como Padre y Madre en un mundo de miserables? Sólo tiene sentido que lo anunciemos dentro de un proceso de transformaciones que haga verosímil decir que Dios es Padre y Madre, y todos nosotros hijos e hijas, hermanos y hermanas de hecho, y no sólo en la retórica religiosa. En la respuesta a esta cuestión se mide la verdad histórica y la relevancia social de cada corriente teológica.
- La TL viene revestida de irrecusable grandeza ética. Muestra compasión con el sufrimiento humano. Se asocia al destino de los condenados de la tierra. Escoge el camino más difícil, más digno: pensar, actuar y compartir la causa, la lucha y la esperanza junto con todos los oprimidos, en vistas a una convivencia en libertad, en solidaridad y colaboración. Tal opción puede costar onerosos sacrificios, persecuciones, prisiones, torturas y, no en pocos casos, la propia vida.
La TL convoca para la generosidad y suscita grandes y nobles sentimientos en quienes profesan la fe cristiana. Fundamentalmente les dice: todo dolor humano, en cualquier parte del mundo, toda injusticia en cualquier cuerpo ofendido, toda violación de la sacralidad de la vida en cualquier lugar y bajo cualquier forma, es violación, injusticia y dolor que afectan a tu piel, entristecen tu alma y afligen tu corazón. Por eso, hazte uno con los humillados y ofendidos y, juntos, realicen la liberación y reconstruyan la vida en sinergia y en solidaridad.
- La TL es sal saludable que se diluyó en toda la comida y le dio sabor nuevo y mejor. Ya no se puede disociar evangelio y liberación. Esta es parte del evangelio, como buena noticia para la humanidad en este final del milenio y para el alborear del próximo.
3.2.1.2. Corrientes de la teología de la liberación. Desde su primera etapa, los partidarios de esta "nueva teología" emprenden su trabajo por la liberación desde varios frentes: el espiritual, el económico, el cultural y el político. Para ello, se valen de las herramientas que les brinda las ciencias sociales: la economía, la filosofía, la sociología y la historia principalmente, mediatizadas todas ellas por la fe; "Se parte de la realidad histórica latinoamericana, no de principios generales; esta realidad es analizada desde las ciencias sociales e interpretada a la luz de la fe, y todo ello en orden a transformar dicha realidad. Notemos que esta teología desde sus orígenes es ecuménica, ya que colaboran en su elaboración teólogos, católicos y protestantes. También desde el inicio de la Teología de la Liberación se constatan líneas diferentes, unas que acentúan más lo socio-económico (Hugo Assmann. Gustavo Gutiérrez…), otras que subrayan más lo popular, cultural y religioso (R. Pobrete, L Gera, JC. Scanonne…)".
De otro lado, encontramos teóricos que apuntan a clarificar el aporte teológico, epistemológico y filosófico hecho por la teología de la liberación a la teología. En este aspecto sobresalen pensadores como Jon Sobrino, Ignacio Ellacuría, Clodovis y Leonardo Boff, José Comblin y Víctor Codina, principalmente, los cuales hacen importantes aportes en lo referente a la cristología, la eclesiología, la hermenéutica y el método de la teología de la liberación. Así mismo, teóricos como Julio de Santa Ana, Juan Antonio Estrada, Alain Durand, Enrique Dussel, Federico Carrasquilla y Juan José Tamayo que profundizan aspectos como: pobreza, empobrecido, pueblo, etcétera.
Los aportes mas recientes hechos a la teología de la liberación corren por cuenta de las corrientes feministas y ecológicas. En el primer campo sobresalen Ana María Tepedino, Margarida Ribeiro, Nelsa Curvelo y Ximena Costales. Del mismo modo en cuanto a la ecología encontramos a Leonardo Boff, Giacomo Panteghini, José Ignacio Vara, Alfonso Messner, Maryse Brisson, entre otros.
Ahora bien, lo que distingue a la teología de la liberación de las demás teologías, pero que a su vez unifica a las diversas ópticas dentro de éste movimiento, radica principalmente en dos aspectos: el primero es la opción preferencial por los pobres y en segundo lugar el método que propone para ello; ver, juzgar, actuar. No importa cual sea el campo al que se de mayor relevancia, todas las teologías de la liberación confluyen en un mismo interés, el cual, no es otro, mas que la búsqueda de una sociedad diferente, más igualitaria y que vaya acorde con los designios divinos.
3.2.1.3. La Opción Por Los Pobres. Acorde a los lineamientos del Concilio Vaticano II y las conferencias de Puebla y Medellín, el quehacer de los teólogos de la liberación se encamina hacia la liberación integral de los pobres; "Defender, según el mandato evangélico los derechos de los pobres y oprimidos. (Medellín 2, 22). (…) Acercándonos al pobre para acompañarlo y servirlo, hacemos lo que cristo nos enseñó, al hacerse hermano nuestro, pobre como nosotros. Por eso el servicio a los pobres es la medida privilegiada, aunque no excluyente, de nuestro seguimiento de Cristo. (Puebla 1145)". Retomando apartes de la "teoría de la dependencia", sostienen la idea de un empobrecimiento de grandes sectores del continente a causa de la explotación económica y la marginalidad social: "Los países del Sur no son simplemente pobres, sino que han sido empobrecidos por los países dominadores, que poseen en los mismos países del Sur sus aliados. (…) La explicación de la miseria en los países de América Latina, no sería simplemente de subdesarrollo, sino consecuencia de la dependencia de siglos que han padecido estos pueblos de parte de los imperios coloniales y neocoloniales".
Dado este hecho de empobrecimiento histórico, la propuesta de liberación debe surgir de la alianza iglesia-pueblo tanto en lo referente al trabajo organizativo como educativo y solidario, con respecto a ello anota Gustavo Gutiérrez: "Solamente una auténtica solidaridad con los pobres y una real protesta contra la pobreza tal como se presenta en nuestros días, puede dar un contexto concreto y vital a un discurso teológico sobre la pobreza. La falta de un compromiso suficiente con los pobres, marginados y explotados es, quizá, la razón fundamental de la carencia (…) de una sólida y actualizada reflexión sobre el testimonio de pobreza".
Así mismo se afirma que la opción por los pobres "es la compasión de Dios por los que más sufren. Al decir "los que más sufren" no quisiera que se entendiera como un sufrimiento muy sofisticado y sutil. El evangelio es muy claro, y hasta materialista, en enseñar las prioridades del sufrimiento. Se ve muy bien que un rico puede tener un sufrimiento muy hondo y profundo; pero si yo veo a un pobre ahogándose y estoy hablando con un rico sobre su sufrimiento, iría inmediatamente a socorrer al que se ahoga y dejaría el sufrimiento del rico para un poquito más tarde. La opción por los pobres es opción por aquellos en quienes la falta de humanidad aparece como prioridad más clara ante nosotros. (…) La opción por el pobre es la actitud humana que asumimos por nuestra cuenta y riesgo ante la palabra de Dios, antes de la lectura de esa palabra".
3.2.1.4. Comunidades Eclesiales De Base CEB’S. En el trabajo con los sectores populares, la teología de la liberación ha contado con el impulso fundamental de las comunidades eclesiales de base. Dichos grupos, formados en su mayoría por laicos, cuentan con el aval del Estado Vaticano, sin embargo han sido víctimas de airados ataques que las acusan de tener un carácter más político que espiritual. Las Ceb’s se definen como la "célula inicial de la estructura eclesial, (…) foco de la evangelización, y (…) factor primordial de la promoción humana y el desarrollo. (Medellín 15, 10). En este sentido actúan como catalizador entre la estructura eclesial y el pueblo católico, el cual ve a través de ellas, la forma más tangible de la opción preferencial por los pobres, es así que, "Las comunidades eclesiales de base son expresión del amor preferente de la iglesia por el pueblo sencillo; en ellas se expresa, valora y purifica su religiosidad y se le da la posibilidad concreta de participación en esta tarea eclesial y en el compromiso de transformar el mundo. (Puebla 643)"
Por otro lado, las Ceb’s se presentan como otra forma de hacer iglesia, una iglesia más comprometida con los desposeídos, más cercana a la realidad de su pueblo y con un carácter más social. No pretender sin embargo reemplazar a la jerarquía eclesial, sino más bien complementarla; como lo expresa la conferencia de Santo Domingo: "Las CEBs aspiran a ser la base de una comunidad parroquial entendida como comunidad de comunidades. No se comprenden a sí mismas como un movimiento de Iglesia, sino como una forma de ser y de expresar la Iglesia, al estilo de la primitiva comunidad cristiana". O lo que es lo mismo: "son un nuevo modo de vivir la Iglesia, de ser Iglesia y de actuar como Iglesia".
De otro lado, es su carácter de comunales y de base, lo que les permite jugar un importante papel como cohesionadoras de las inquietudes de los pobres, para tal fin, se han servido como ningún otro del ver, juzgar, actuar; su trabajo consiste en hacer una lectura de la realidad desde la comunidad, y luego "iluminados por la palabra divina", actuar en consecuencia. El buscar salidas en conjunto configura a las Ceb’s como paradigma del quehacer evangelizador, puesto que no sólo acerca al pueblo y la iglesia, sino a ésta con el mundo real. Así pues, es claro que "La metodología básica de las CEBs es la participación. En las CEBs., y a través de ellas, los pobres pueden participar en la vida de la Iglesia. Pero también por las CEBs., La Iglesia puede participar en la vida de los pobres."
Finalmente, es necesario aclarar que las comunidades eclesiales de base, aunque en términos generales se asemejan en todo el mundo, tienen múltiples diferencias que se hacen visibles cuando comparamos las de un país con otro, por ejemplo las Ceb’s brasileras y las centroamericanas, leen de manera diferente las relaciones con el aparato eclesial, el camino de la lucha armada, el ecumenismo, etcétera, por lo cual no podríamos hablar de una homogeneidad como movimiento eclesial, y mucho menos como organización política.
3.2.1.5. Doctrina social de la iglesia. La opción preferencial por los pobres, tiene su asiento dentro de la oficialidad eclesiástica en lo que se conoce como doctrina social de la iglesia. Aunque el concepto como tal data de finales del siglo XIX, principalmente con la aparición de la encíclica Rerum Novarum del Papa León XIII, es sólo hasta mediados del siglo XX con Juan XXIII y Pablo VI que adquiere un papel preponderante en el quehacer de los católicos, lo cual es ratificado por el Vaticano II y algunos documentos de Juan Pablo II.
Partiendo del supuesto de que la iglesia no sólo debe guiar a su pueblo hacia la búsqueda de una espiritualidad acorde con los preceptos divinos, sino además estar junto a él en sus luchas por la dignificación de la especie humana, la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) se define como "La enseñanza del Magisterio en materia social (…) contiene principios, criterios y orientaciones para la actuación del creyente en la tarea de transformar el mundo según el proyecto de Dios (Santo Domingo, 158)". Tiene como fin; "La promoción de la liberación integral de la persona humana, en su dimensión terrena y trascendente (Puebla 475)", y así poder "llevar al hombre y a la mujer a pasar de condiciones menos humanas a condiciones cada vez más humanas (Santo Domingo, 162)". Es "el aporte de la Iglesia a la liberación y promoción humana (Puebla, 472)".
Pero a pesar de afirmar, por ejemplo, que la iglesia "En esa contribución y ese compromiso de obras ha de tener un lugar decisivo la opción de la Iglesia por los pobres y su empeño por ser una "Iglesia de los pobres"": No siempre fue consecuente con la búsqueda de una liberación integral. Fiel a su historia de entidad reguladora de lo moral, brinda su apoyo a los postulados que no vayan en contravía de su conservadora filosofía, así entonces, "El Magisterio de la Iglesia analiza las doctrinas sociales existentes para ver si no están en contra de la fe y las costumbres. Estudia doctrinas con la finalidad de que ellas no estén en contra de la dignidad de la persona humana". No obstante, la DSI ha marcado el camino para muchos trabajadores laicos y seglares en su trabajo con los sectores marginados, y sin lugar a dudas en la actualidad es imposible hablar de iglesia sin referirse a la iglesia de los pobres.
3.2.2. Tendencias ecológicas
3.2.2.1. Ecología Humana. La ecología humana estudia la relación del hombre con el medio en que se desenvuelve, poniendo énfasis en el impacto que tiene éste sobre el ambiente ya sea urbano o rural. Aparece por primera vez en 1921 en la obra "Una Introducción a la Ciencia de la Sociología" de Robert Ezra Park y Ernest W. Burges. "Ellos abordaron el estudio de las comunidades humanas y los individuos que la forman en su relación con su propio medio espacial, establecieron que los procesos que se realizan por la especies vegetales y animales, tales como la adaptación, la competencia, la lucha por el espacio y por la existencia, tienen similitud con los procesos en la comunidad humana". Su principal impulso lo recibe de la Escuela de Chicago, gracias a algunos estudios hechos por sociólogos como R. D. McKenzie, Park, P. B. Sears, Amos H. Hawley y James A. Quinn, en el campo de la sociología urbana. La ecología humana comprende el medio ambiente como el medio físico o las modificaciones que el hombre le introduzca, más no el ambiente social o espiritual como si lo hacen la sociología o la antropología. Según lo anterior, la ecología humana se ocupa únicamente de las relaciones entre los seres humanos y sus propias instituciones; para Amos H. Hawley la ecología humana "puede ser definida como el estudio de la forma y el desenvolvimiento de la comunidad en la población humana".
Hacia 1972 en la conferencia de Estocolmo se plantea la problemática medio ambiental. Para 1976 la American Sociological Association crea una sección de sociología del medio ambiente reorientando la tradición de la escuela de Chicago hacia el estudio de la influencia reciproca de los factores físico-biológicos y socioculturales, aparece así una nueva ecología humana que sería el centro de la sociología medio ambiental, "en oposición a la tesis deurkeheimiana generalmente aceptada (los hechos sociales deben explicarse por hechos sociales), el grave problema actual de la degradación del medio ambiente exige que la sociología abandone su antropocentrismo exacerbado, que reconozca la interacción entre fuerzas sociales y naturales y que abandone sobre todo la ilusión de creer que la especie humana esta exenta de leyes que rigen las otras especies biológicas, vegetales y animales "
3.2.2.2 Ecología Social. La ecología social "es el estudio de los sistemas humanos en interacción con sus sistemas ambientales", entendiéndose por sistema humano al conjunto de individuos, grupos o naciones, y por sistema ambiental todo lo que interacciona con el sistema humano. El sistema ambiental, se divide a su vez en: humano, construido y natural. El humano se refiere a los diferentes grupos sociales y sus organizaciones; el construido representa todo lo edificado por el hombre como calles, edificios, áreas cultivadas, etcétera; por último el natural comprende los bosques, ríos, montañas, fauna y flora.
El filósofo M. Bookchin "concibe a la ecología social como una disciplina que permite estudiar los problemas creados por las crisis sociales y ambientales, donde se da igual valor a la critica, a la construcción, a la teoría y a la práctica", diferenciándola claramente de la ecología humana, puesto que ésta enfatiza su estudio en las relaciones del hombre con su espacio construido.
Por su parte, autores como Eduardo Gudynas y Graciela Evia, consideran que dicha ecología está caracterizada por tres dimensiones: la investigación científica, una labor de acción promoción y por ultimo un compromiso ético de respeto a la vida. La ecología social busca entonces "una praxis éticamente comprometida" a favor de toda clase de vida. "La praxis de la ecología social descansa en una participación profunda y reflexiva. La reflexión obliga a reconocer que siempre existe un interjuego de poderes y por lo tanto de jerarquías, y a esto nadie escapa. Por ello la búsqueda de una verdadera participación en todas estas tareas, desde la investigación hasta la acción, es el desafío de la ecología social. Por esto, la ecología social es también una herramienta para la búsqueda de nuevas relaciones entre los seres humanos y de éstos con el ambiente"
3.2.2.3 Ecología Urbana. El nacimiento de la ciudad se remite aproximadamente a 5000 años atrás, como una particularidad del género humano, que busca por medio de ella, facilitar el comercio, albergar grandes cantidades de personas y brindar seguridad a sus habitantes. Gracias a ello, logra consolidarse como el principal núcleo de poder hasta entonces conocido por la humanidad. Sin embargo, con el transcurso del tiempo estos centros urbanos han crecido a un ritmo que jamás pudo ser imaginado, trayendo consecuencias funestas para el medio ambiente, dado que la ciudad es el factor número uno en la producción de desechos sólidos y emisión de gases contaminantes, y su impacto sobre el ecosistema es cada vez más devastador.
No obstante algunos sectores consideran que "la ciudad, como entorno vivo, es en sí misma un ecosistema". Partiendo de esta premisa, aparece en el ámbito de los estudios medioambientales la idea de una ecología urbana, la cual "estudia, desde una perspectiva científica, el fenómeno urbano centrándose en el estudio de los procesos y los flujos que mantienen el metabolismo de la ciudad. (…) Analiza de forma clara y comprensible la complejidad de la estructura urbana, cuantifica las corrientes de materia y energía que interrelacionan la ciudad con su entorno y permiten su continuidad, e introduce indicadores ambientales y de sostenibilidad aplicados al conjunto urbano, considerando siempre el protagonismo del elemento vital (humano o animal) que habita la ciudad".
La ecología urbana por lo tanto, propone buscar un modelo de desarrollo urbano acorde con las necesidades de su entorno biótico, entendido este como un conjunto de seres humanos y espacios verdes: fauna, lagos, zonas forestales, y de éstos con los componentes típicamente citadinos: complejos fabriles, conjuntos residenciales, espacios académicos, etcétera. Afirma entonces que, "si realmente queremos optar por una vida ciudadana en paz con el planeta, las propuestas de la sostenibilidad tienen que ganar terreno y salir del gueto en el que han sido secuestradas para colocarse al centro del debate social y político. Las principales preocupaciones ecológicas tendrían que ampliarse y resituarse para implicar a nuestro entorno más inmediato y a nuestros hábitos más cotidianos. Hemos de volver la mirada hacia la vivienda, la calle, el barrio, la comida de cada día, la tienda de enfrente, la pequeña huerta, los barrios y edificios históricos aún conservados y a punto de ser engullidos por el cemento, los procesos y consecuencias de nuestro trabajo de cada día, etc. Impliquemos además, nuestros espíritus, mentes y cuerpos".
Para tal fin, se hace impostergable una reglamentación en términos ecológicos, de los grandes centros urbanos, con el fin de lograr políticas de conservación del medio ambiente. Se requiere, además, que dichas políticas sean encaminadas no sólo en el sentido de implementar un adecuado manejo de basuras o la puesta en marcha de campañas para disminución de la contaminación atmosférica, sino que a la par, es urgente la redefinición del modelo de desarrollo entronizado hasta hoy. Por ende, "las políticas ecológicas habrían de andar todo el camino, desde los inicios, que suelen comenzar en alguna montaña, en algún río, o en algún ecosistema específico, hasta los detritos y basuras finalmente desechadas. Si realmente se optara por avanzar hacia la sostenibilidad urbana sería preciso volver la atención desde el fin al comienzo, desde los vertidos y residuos a los procesos y los ciclos transformativos de la economía: la extracción, el transporte, la producción, los desechos y el consumo. Tendríamos que enfocar nuestra mirada a las toneladas de energía, materiales y mundo vivo que continuamente están afectadas, se agotan o se degradan en el proceso productivo, y tendríamos que reconocer las consecuencias más indeseables y no buscadas que le acompañan. Hemos de recordar que la mayoría de los problemas ambientales de hoy día derivan del enorme volumen total y creciente de recursos naturales consumidos, de sus cualidades y funciones diversificadas que se malogran, y de la velocidad con que se destruyen o agotan en ciudades tan voraces como las nuestras".
3.2.2.4. Ecología de la liberación. A principios de la década de los noventa, aparece en escena una nueva corriente de la teología de la liberación. Basada en los principios de ésta, la ecología de la liberación retoma sus reflexiones teológicas y sociológicas, insertándolas en el contexto de la globalización y sus implicaciones. Dicha corriente, plantea la cuestión ecológica ya no como la simple defensa de la naturaleza (vista sólo como recursos naturales), sino que la amplía a todo ser viviente, principalmente a la especie humana; "Como medio de salvación de la Tierra invocamos hoy la ecología. No en el sentido palmario y técnico de gestionamiento de los recursos naturales, sino como una visión del mundo alternativa, como un nuevo paradigma de relación respetuosa y sinergética para con la Tierra y para con todo lo que ella contiene".
La ecología de la liberación propone observar a la tierra y al ser humano como un todo, como un conjunto en el cual lo sucedido a una de las partes afecta a la otra, siendo necesario protegerlas por igual. Además, parte del siguiente supuesto: la especie humana es la principal afectada por el desgaste de los recursos naturales, existiendo un impacto mayor sobre los sectores empobrecidos de la población. Por lo tanto, es prioritario el proceso de liberación como fuente de una nueva relación hombre-naturaleza, y en este proceso, la opción por los pobres sigue siendo el derrotero. Al respecto Boff anota: "El ser de la creación al que menos se le hace justicia, no son las ballenas, o el oso panda de China, sino los pobres del mundo, condenados a morir antes de tiempo, o los pueblos en extinción, (…) De allí la razón impostergable de la opción por los pobres".
Aunque en el momento se realizan un gran número de trabajos que siguen esta línea, principalmente en el campo educativo, la elaboración teórica ha tenido muy pocos avances. La figura que más sobresale en este aspecto es el teólogo brasilero Leonardo Boff, el cual ha publicado artículos de revista y algunos libros entre los que se cuentan: Principio tierra, El matrimonio entre el cielo y la tierra, El despertar del águila, La dignidad de la tierra, Ecología: grito de la tierra, grito de los pobres, entre muchos otros, pero sus escritos han sido difundidos básicamente por internet, siendo esto muestra significativa de una nueva etapa en el trabajo de difusión y organización por parte de los teólogos de la liberación.
Se puede afirmar que la fuente de la cual bebieron teóricos como Leonardo Boff, es sin lugar a dudas el teólogo y filósofo francés Pierre Teilhard de Chardin, el cual basado en la teoría darwiniana de la evolución pretendió conciliar el racionalismo con el cristianismo. Su idea sobre la noosfera abrió el camino para acercar al espíritu Dios y el espíritu de la naturaleza, con una visión científica. Elabora una teoría del transformismo la cual se sustenta en la relación entre un punto Alfa (principio) y un Omega (fin de la creación) que es Dios, los que encuentran su hilo conductor en la materia. Para este pensador, la evolución del universo se da en tres etapas: litosfera, biosfera y noosfera. Entre sus obras principales están: El fenómeno humano y El ambiente divino.
Pese a la falta de una amplia teorización, la relación ecología – religión ha estado presente en las disertaciones de un importante grupo de ecólogos y teólogos, gracias a ello, existen escritos que apuntan hacia la búsqueda de una nueva visión de la ecología, leída desde la fe y con un fin de liberación. Tal es el caso de algunas visiones feministas, grupos ecologistas de izquierda, ambientalistas, etcétera. Al respecto cabe resaltar el trabajo adelantado por los intelectuales Raimond Pánicar, Helio Gallardo, Gerardo Chacón, Alfonso Messner, Cecilia Cherrez, entre otros.
3.2.2.5. Corrientes Teóricas Ambientales. Existen muchas definiciones y conceptualizaciones sobre lo que es el medio ambiente, éstas varían según la ciencia desde la cual se elaboran: biología, economía, sociología, teología, etcétera, y también de la escuela filosófica y la tendencia política de quien las plantee. Así por ejemplo, podemos encontrar que: "el medio ambiente o simplemente medio, es el marco en que se desarrolla la vida de un organismo. El medio incluye en su conformación a los seres que viven en él". Para los naturistas de la vieja escuela el ambiente "equivaldría a la presencia dominadora y denominadora de los elementos". Para otros, es todo lo que está alrededor de algo, lo que rodea a los seres y a las cosas pero que son distintas a su propia naturaleza. Y en un sentido más amplio éste puede ser definido como "un conjunto de condiciones que afectan la existencia, desarrollo y bienestar de los seres vivos. No se trata de un lugar en el espacio solamente sino de todas las condiciones físicas, químicas y biológicas que favorecen o no al desarrollo. Los ambientes son naturales o artificiales. Los primeros no han sufrido la intervención del hombre. En general son ambientes estables, en sentido de que poseen poblaciones de especies vegetales y animales (herbívoros, predadores y descompositores) viviendo en perfecto equilibrio. El ambiente artificial es aquel que fue modificado por el hombre, generalmente con el propósito de favorecer el desarrollo de una o pocas especies vivientes en particular. Es el caso de las áreas cultivadas, en los que se procura obtener las condiciones de suelo, humedad, etc., favorables para el desarrollo de ciertas plantas".
Sin embargo, más allá de cualquier discusión teórica o conceptual, la preocupación por el futuro de la tierra urge acciones concretas que permitan sortear la difícil situación que se enfrenta en materia ambiental. Este planeta en el que vivimos, cada día esta más en peligro, su deterioro ha llegado a límites insostenibles, y en la actualidad la preocupación por conservar los recursos para las futuras generaciones, resulta menos apremiante que el conservar y racionar para la supervivencia de hoy. El desgaste provocado por la industrialización y el consumo, ha degenerado en un rompimiento del equilibrio hombre-entorno donde el primero es, sin duda alguna, el más perjudicado. Vemos entonces como "El ambiente humano, en definitiva, no es más ecosistema, y de allí la posibilidad latente del ecocidio parcial o total; es, sobre todas las cosas, sociedad civil consumada y proyecto de una nueva sociedad, pacto con el establecimiento y ruptura con la tradición, anclaje en el pasado y salto hacia el porvenir, y de aquí derivan –a partir de la lucha de los opuestos de las seducciones del poder- los peligros del genocidio, la espada de Damocles que a todos nos amenaza". Lo que está en discusión entonces es ¿cuál modelo de desarrollo es necesario implementar si queremos impedir que el barco de la humanidad naufrague?
Hoy en día se exige calidad del ambiente y calidad de vida pero los programas de mejoramiento ambiental, regularmente, están enfocados hacia la conservación de recursos naturales dejando de lado el problema de supervivencia al que se enfrentan grandes sectores de la población mundial. Si a esto se suma que dichos planes son elaborados desde los grandes centros de poder, es fácil entender el porque éstos son diseñados por y para los grupos élites, quienes aspiran a tener las ciudades libres de ruido, aire puro, abundante agua y paisajes agradables, partiendo de la premisa de que sus necesidades básicas están cubiertas de manera más que suficiente. En contraposición vemos como "En el Tercer Mundo así como en los bolsones de pobreza y marginalidad del mundo industrializado, la lucha es distinta: se trata de vivir en vez de durar, de tener acceso a los bienes terrenales del hombre, acaparados por minorías del poder y el saber". De esta manera, es evidente que la conservación predicada por unos es imposible sin la posibilidad de brindar condiciones de vida adecuadas para otros, dando como resultado una contraposición de intereses entre sociedades diferentes y con grados de desarrollo desiguales. Por lo tanto, es necesario puntualizar que los problemas ambientales existentes en el mundo tienen su asentamiento en las inequidades existentes entre los países ricos y los países pobres. Esta brecha -cada día más grande- ha obligado a repensar la propuesta de desarrollo erigida hasta el día de hoy en la mayoría de los países del mundo: producir y consumir.
Este "otro desarrollo" propone, entre otras cosas, 1) satisfacer las necesidades básicas de cada comunidad y no las impuestas por los modelos de consumo, 2) permitir a los pueblos ser autodependientes, por tanto no estar sujetos a las estructuras de poder extranjeras, 3) adecuar las exigencias del ambiente para manejar adecuadamente los recursos naturales, 4) buscar una repartición de la riqueza sin exclusión de grupo alguno, y 5) permitir la participación popular en la toma de decisiones. Este desarrollo se sustenta en la idea de que, si "el problema social, económico y ambiental de los países pobres se han multiplicado en los últimos tiempos y las urgencias ya actúan en el plano de la supervivencia de enormes masas humanas totalmente desposeídas y condenadas a su extinción. No es posible demorar la proposición de otras soluciones y la definición de otra estrategia".
Esta discusión en torno a la forma de cómo se deben dirigir los planes de desarrollo no es nueva, así por ejemplo; entre los años 1950 y 1970 las planificaciones del desarrollo en los países ricos se basaban en la expansión de mercados y de consumo, mientras que en los pobres se enfocaban en lograr algún grado de crecimiento en el plano económico. En estos años no era muy trascendente el problema de los ecosistemas, para ninguno de los dos sectores. Ya en la década de los setenta son más visibles los niveles de contaminación en los países desarrollados, mientras que en el tercer mundo se empieza a llamar la atención sobre saqueo de los recursos naturales por parte de las grandes industrias. No obstante estos problemas sólo empiezan a ser discutidos de una manera juiciosa y sistemática, a partir de la XXIII Asamblea General de la UNESCO en el año de 1968, cuyas conclusiones influyeron de forma importante en posteriores foros de la ONU, e impulsaron la apertura de nuevos espacios para tratar el tema. Es así como en 1971 se firma un pacto entre países desarrollados y en vía de desarrollo, conocido como Informe Founex, el cual pretendía conciliar las posiciones encontradas entre los dos grupos y de esta manera posibilitar el primer gran encuentro ambiental en el mundo: la Conferencia de Estocolmo. Unos años mas tarde aparecen: la Declaración de Coyote, México 1974 y el Informe Dag Hammarskjöld, Upsala Suecia 1975, en cuyas conclusiones se alerta sobre el grave deterioro ambiental causado por la sobre explotación y el recalentamiento del planeta.
Posteriormente se han adelantado un sinnúmero de encuentros, y publicado declaraciones en pro de la defensa de la ecología. Dentro de los eventos mas importantes podemos mencionar la Cumbre de la Tierra realizada desde 1992 hasta hoy, evento que ha marcado un importante punto de referencia en lo concerniente al compromiso que deben tener los países del primer mundo en la conservación planetaria, y fundamentalmente los ha increpado para que disminuyan sus emisiones de gas carbónico y desechos tóxicos. Así mismo es necesario resaltar la importancia del Foro Social Mundial, realizado en enero de 2001, y que tal vez sea el espacio más representativo que la sociedad civil ha encontrado para expresar sus opiniones en el tema ambiental y del desarrollo. En todos ellos se ha tratado de impulsar la idea de la necesidad de encontrar una nueva forma de conducir el destino del planeta, basados en la formulación de un concepto de desarrollo acorde con las necesidades de las mayorías. La consigna parece ser la misma: "Ha llegado el tiempo de decir ¡basta! al desarrollo, convierte el presente de las mayorías sociales en un futuro siempre pospuesto. Ha llegado la hora de regresar al presente. Que el presente sea digno espejo para el futuro. El mito ha muerto, pero del cadáver insepulto brotan ya todo género de plagas. Ha llegado la hora de proceder al solemne funeral".
3.2.2.6. Ideas sobre las relaciones entre medio ambiente y sociedad. Existen grandes orientaciones que fundamentan el estudio de las relaciones del medio ambiente y la sociedad, las cuales se encuentran referenciadas a teóricos como Marx, Weber y Durkheim, principalmente, entre ellas tenemos:
3.2.2.6.1. Orientaciones Radicales. Son estas las que exigen un cambio a fondo del sistema social. Aquí, observamos dos tendencias minoritarias de tradición marxista, y dos innovadoras de tipo postmoderno. Dentro de las primeras están la orientación marxista elemental que toma como fundamento la noción de clase: proceso antagónico entre capital y trabajo, entre elite poderosa y mayoría oprimida que busca la liberación. Esta hace notar que los países del hemisferio norte con su modelo de desarrollo son los que más problemas ambientales producen, llevando a un desequilibrio del planeta en lo referente a las estructuras políticas, económicas y sociales, entendiendo dentro de ellas también, las relaciones de tipo productivo, cultural e ideológico.
La solución dada por esta línea resultó moderada para los medioambientalistas más radicales, basados en la idea de que el capitalismo no es capaz de subordinarse ante la colectividad y lo social, y que cualquier gestión agrava el mal y consolida la dominación de los fuertes sobre los débiles, dichos ambientalistas afirman que la solución tiene que ser mas radical y ésta ha de llegar del sur. Así mismo, es necesario cambiar las relaciones de poder económico entre norte y sur, teniendo en cuenta las relaciones de conflicto y de colaboración entre seres humanos.
Dentro de la línea de los marxistas radicales, se encuentra la llamada "orientación elaborada". Dicha corriente, se basa en una crítica al marxismo, principalmente, a los aportes hechos por éste sobre las relaciones entre naturaleza y sistema social. Para estos teóricos, la sociedad capitalista no sólo esta marcada por la contradicción entre fuerzas y relaciones de producción, sino también –y es punto que Marx ignoró–, por la oposición entre fuerzas y condiciones de producción. A partir de ello, hacen una diferencia entre relaciones y condiciones de producción, ya que las primeras se sitúan en el plano meramente económico y las segundas incluyen aspectos sociales y biológicos, como son el desgaste de la clase obrera y de la naturaleza por razones de sobre explotación. Plantean entonces que; "Sólo la unión de verdaderos movimientos democráticos, socialistas y medioambientales será capaz de encontrar remedio a esta contradicción". En una abierta reivindicación de la lucha de clases y el internacionalismo.
Tal vez Ernest Bloch es el único marxista que supera esta concepción utilitarista. En su obra habla de un eco-marxismo. Afirma, en esta perspectiva, que un orden social de tipo socialista es imposible sin el despliegue de una ética económica apropiada capaz de juzgar cuáles son los límites que se deben imponer al crecimiento de la población y el desgaste de recursos, dado que si este límite es transgredido, no se puede pensar siquiera en un nuevo desarrollo y mucho menos en la construcción de un mundo nuevo.
Entre las posiciones "innovadoras posmodernistas", encontramos: la ecología profunda y el ecofeminismo. En primer lugar, la ecología profunda invita a una protección de la naturaleza, pero en un sentido que podríamos llamar "puro", es decir, se refiere a un cuidado de la flora y la fauna en territorios que aun no han sido explorados por el ser humano, o en los cuales su presencia es mínima. Según esta visión, quedarían por fuera de toda protección los asentamientos humanos, comenzando por las ciudades. Sus principales representantes son Arne Naes y B. Devall. Se fundamenta en 8 principios básicos:
- La vida de los seres no-humanos es un valor en sí.
- La riqueza y la diversidad de estas formas son también valores en sí.
- Los seres humanos no pueden intervenir de manera destructiva de la vida.
- La intervención humana actual es eminentemente excesiva.
- Las actuales reglas de juego deben ser radicalmente modificadas.
- Esta modificación debe ser tanto a nivel de las estructuras económicas como de las estructuras ideológicas y culturales.
- A nivel ideológico, el cambio principal consiste en apreciar más la calidad de vida que el goce de los bienes materiales.
- Las personas que aceptan estos principios tienen la obligación de contribuir, directa o indirectamente, a la realización de los cambios fundamentales que aquéllos implican.
Esta corriente ecológica ha sido fuertemente criticada por considerarla defensora del status quo. En este sentido, Vicente Bellver afirma que esta visión es una muestra mas de la insolidaridad planetaria puesto que; "ha conducido a la protección de la flora, la fauna y los espacios naturales con olvido de las condiciones ambientales y de salud de los grupos humanos, en particular de aquellos que no tienen acceso al disfrute de estos territorios salvajes". Esta visión de la ecología ha tenido gran aceptación en Norte América principalmente, por lo cual se le considera una opción desde y para el primer mundo.
En segundo lugar, el ecofeminismo plantea la cuestión ecológica desde la desigualdad de los sexos. Argumentan que las mujeres no ocupan los mismos empleos, iguales responsabilidades, ni los mismos lugares que los hombres. Así igualmente, aseveran que para las mujeres es más difícil la vida en el planeta, dada su vulnerabilidad frente a sistemas políticos y económicos que unas veces las usa como objetos, y en otros casos las excluye, margina y violenta. Su eje central se define bajo las siguientes premisas:
- Hasta que los valores femeninos no tengan un reconocimiento efectivo la mujer no dejará de estar discriminada, porque la única manera que tiene ahora para dejar de estarlo es identificarse con los valores masculinos.
- Ese reconocimiento efectivo consiste en que los valores femeninos configuren, junto con los masculinos hasta ahora dominantes, la vida social. No se trata de que las mujeres sigan conservando el monopolio sobre sus valores, sino de que ambos participen en los valores que tradicionalmente se distribuían en función del sexo
- En la medida que esos valores tengan presencia social cambiarán las relaciones actuales del ser humano con la naturaleza. El ser humano tendrá una mirada más femenina hacia la naturaleza, que le permitirá reconocer su diferencia respecto de ella y, a la vez, su deber de cuidado sobre la misma. Sólo así podrá superar la crisis ecológica (Shiva y Mies, 1993; Bellver, 1995).
3.2.2.6.2. Orientaciones Críticas. The Environment (ReVelle y ReVelle, 1984) : Su tesis de base es que; para preservar el medio ambiente es necesario proceder desde análisis detallados de los costos y los beneficios de las tecnologías en uso, a fin de que el mercado pueda encontrar la mejor manera posible de realizar un desarrollo económico, social y ambiental durable y sostenible.
Small is beatiful (Schumacher 1973): Su tesis principal, es la crítica a la incapacidad de la tecnología de gran escala para resolver la problemática medioambiental. Se propone una tecnología de corte humano que tenga en cuenta las necesidades reales hacia el futuro, y que éstas sean compatibles con los recursos disponibles. Afirma además, que la respuesta a dicho cuestionamiento, está en la renovación espiritual de la humanidad.
Soft Energy Paths (Living, 1977): Busca profundizar en la diferencia entre tecnologías duras y dulces. Las primeras; complejas, prestigiosas, sostenidas por sectores poderosos, dotados de subvenciones exageradas y de exenciones fiscales, a las que tendrían obligación por cuenta de su impacto medioambiental. Y las segundas; simples, flexibles, sostenibles y provechosas para todos los ciudadanos.
The Closing Circle (Componer, 1971): Hace una reflexión sobre las repercusiones de la tecnología dura sobre la vida cotidiana de millones de consumidores, generalmente seducidos por una publicidad masiva que los manipula fácilmente. En este sentido, la naturaleza se presenta como vida en común, equilibrio y diversidad, y la tecnología como opuesta a esa armonía y fuente de un desequilibrio peligroso para la especie humana.
3.2.2.6.3. Orientaciones Reformistas. Proponen en general formas de acercamiento entre sociedad y medio ambiente pero sin formular cambios radicales a la estructura social. Aquí encontramos dos corrientes: a) la managerial, cuya idea fundamental es afrontar la problemática medioambiental a partir de operaciones diplomáticas y burocráticas fundadas en análisis de costo/beneficio, destinadas a "mejorar" diferentes tipos de políticas gubernamentales. Y b) la orientación educativa, para la cual el problema radica en la debilidad de la normas y de los valores sociales ante la conservación del patrimonio natural del planeta y las condescendencias frente al despilfarro y la destrucción de recursos. Es necesaria, entonces, una educación ecológica para solucionar los problemas del medio ambiente, con el fin de que exista una relación de respeto entre sociedad y medio ambiente.
3.2.2.7. Conceptualizaciones sobre desarrollo. El capitalismo se ha empeñado en dividir al planeta entre países desarrollados y subdesarrollados, supeditando la dinámica política, social, económica y cultural a esta diferenciación. Los países desarrollados han trazado sus propios ideales de desarrollo, los cuales vienen siendo impuestos sobre los países subdesarrollados, con lo cual éstos últimos no han tenido oportunidad de decidir sus propias políticas al respecto. Como respuesta, han venido tomando fuerza en los últimos lustros (principalmente en el tercer mundo) nuevas visiones de futuro, con la pretensión de redefinir el "desarrollo" concebido por los países del norte, y el cual, no es otra cosa que producir y acumular bienes.
Si bien es cierto que la discusión sobre el desarrollo es relativamente nueva, también lo es el hecho de que sus conceptos han sido bastante enriquecidos. Así por ejemplo, en los años cincuentas, algunos autores hablan de "desarrollo" equiparándolo con crecimiento económico, donde lo importante es obtener una tasa alta de crecimiento, su objetivo es "mejorar el nivel de vida" y permitir la reproducción de la sociedad. En este proceso son indispensables un fuerte crecimiento de la industrialización, la protección del mercado interno y la intervención del estado. Para los sesentas y setentas el concepto comienza a cambiar. El desarrollo ya no es medido solamente por indicadores económicos como la renta per capita o el PIB, sino que entran a escena nuevas variables sociales dándole mayor importancia a los problemas de desigualdad y pobreza. En las dos últimas décadas, el desarrollo se basó en teorías de origen neoclásico, por ejemplo; la importancia del mercado como regulador social, la disminución del estado, la iniciativa privada etcétera. En este sentido, y sobre las críticas que se le hacen al estado de bienestar, Mercedes Pardo afirma: que son "la confianza en el mercado como mecanismo de asignación de los recursos, junto con la crítica consiguiente a las distorsiones provocadas por la intervención del Estado en la actividad económica, y, en segundo lugar, en el hincapié que hacen en las ventajas que ofrece la participación plena en el comercio mundial", los principales impulsores de las políticas privatizadoras y de desmonte del gasto público, tanto en lo social como en lo ambiental, lo cual va claramente en detrimento tanto del uno como del otro.
Por su parte, el Programa de las Naciones Unidad para el Desarrollo (PNUD), nos ofrece una visión más amplia sobre el asunto, y afirma que el desarrollo "debe posibilitar que todos los individuos aumenten su capacidad humana en forma plena y den a esa capacidad el mejor uso en todos los terrenos, ya sea el económico, el cultural o el político, y, por otra parte crear una atmósfera en que las oportunidades puedan ampliarse para generaciones presentes y futuras. Fomentar la libertad y la potenciación de las capacidades de la gente, generar pleno empleo y seguridad de vida, distribuir los beneficios equitativamente, promover la cohesión social y la cooperación y asegurar el desarrollo humano futuro". Esta visión, muy acorde con las necesidades del tercer milenio, si bien avanza de manera significativa el camino hacia una mejor comprensión de lo ecológico, continúa adoleciendo de planteamientos claros con respecto a la opción de futuro que se quiere para la humanidad, pues sigue la línea de la depredación pero con "controles", lo que no le permite ser una opción de cambio frente a la realidad.
Por el contrario, M. Nerfin ha propuesto lo que él llama "el otro desarrollo", que con unas características específicas, nos lleva hacia una idea sobre el asunto más desde los sectores olvidados hasta el momento. Este desarrollo, entonces, debe ser: 1) orientado hacia las necesidades básicas y no al crecimiento que se proponen desde los grandes centros de poder hacia las periferias, 2) ser endógeno y no imitativo de las modas y los valores extranjeros, 3) ser autodependiente y no estar sujeto a las estructuras de poder externas, 4) adecuarse a las necesidades ambientales, manejar correctamente los recursos naturales y adoptar energías apropiadas y 5) buscar estructuralmente la repartición de la riqueza equitativamente sin exclusiones de grupos y permitir la participación popular en la toma de decisiones. El eje principal sobre el que gira este "otro desarrollo", está fundado en la satisfacción de las necesidades básicas: alimentación, vivienda, salud y educación. No obstante, hay autores como Galtung que las plantean de manera más genérica, y clasifican dichas necesidades en términos de inseguridad, bienestar, libertad e identidad. La satisfacción de estas necesidades básicas no debe limitarse al aumento de bienes, sino a perseguir valores como el desarrollo integral de hombres y mujeres, y en general de todo ser humano, aliviar las carencias básicas de países y poblaciones pobres, esto es un desarrollo para la humanización del hombre poniendo hincapié en necesidades como la libre expresión, la creación, la convivencia y la decisión sobre su propio destino.
Procura pues este "otro desarrollo" cerrar la brecha: que los países ricos sean cada vez menos ricos, y los pobres a su vez, menos pobres. En este sentido, aparecen investigadores, defensores del planeta, grupos ambientalistas, que se preocupan por la búsqueda de un equilibrio ambiental, con miras a la satisfacción de las necesidades básicas presentes pero sin perjudicar a las futuras generaciones.
3.2.2.7.1. Desarrollo Sostenible. La idea de desarrollo sostenible aparece en 1980 en el informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, para sus proponentes, "una sociedad sostenible es aquella que satisface sus necesidades sin poner en peligro las capacidades de las generaciones futuras de cumplir sus propias necesidades". Esta definición pretende inaugurar un camino hacia un mejor uso de los recursos naturales. Sin embargo el hecho de ser planteada por los países del norte para los países del norte, le imprime un halo de incredulidad por lo cual no fue de gran acogida en los países del sur. Para estos últimos, "el concepto de desarrollo sostenible no significa solamente que las necesidades del presente deben ser satisfechas sin prejuicio de las satisfacción de las necesidades futuras. Significa también que las necesidades del Norte deben ser satisfechas en forma que no comprometan la satisfacción de las necesidades presentes y futuras del Sur".
En la conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo realizada en Río de Janeiro aparece una nueva definición de desarrollo sostenible: "El derecho al desarrollo debe ejercerse en forma tal que responda equitativamente a las necesidades de desarrollo y ambientales de las generaciones presentes y futuras. A fin de alcanzar el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente deberá constituir parte integrante del proceso de desarrollo y no podrá considerarse en forma aislada". Se comienza pues a plantear la necesidad de pensar en el hábitat del ser humano y en la urgencia de cuidarlo y preservarlo para las futuras generaciones, pero sin detrimento de la población actual, y acorde a las aspiraciones de todos los seres humanos.
Sin embargo, un amplio número de ambientalistas, no comparten esta idea de desarrollo sostenible y por el contrario piensan que va en detrimento de los países menos desarrollados y con mayores necesidades. Tal es el caso de Armando Páez quien afirma que; "El discurso del desarrollo humano sostenible responde a esta lógica: promueve un proyecto político de dominación. La retórica del "universalismo en el reconocimiento de las reivindicaciones vitales de todos" ha sido el instrumento con el que ha intentado legitimarse el neoliberalismo durante la década de 1990". Para estos sectores, los países desarrollados sólo siguen buscando su propio beneficio y sostenibilidad sin pensar, en ningún momento, en una equidad mundial que permita la sostenibilidad del planeta como tal. Según esta crítica, en la actualidad se está utilizando la preocupación por la ecología como una herramienta más de penetración, configurándose como una nueva forma de colonialismo, dado que las políticas para el manejo de los recursos naturales son pensadas e implementadas desde el primer mundo, para ser impuestas a los países del sur. Por su parte el economista español Joan Martínez sostiene; "observamos actualmente cómo los responsables organismos internacionales y los bancos multilaterales de ayuda al desarrollo económico se lanzan por la vía de la planificación ecológica y emplean el concepto de capacidad de sustentación (sólo para países pobres) como base de las nuevas políticas de "desarrollo sustentable"".
Pareciera pues que la idea de un desarrollo sostenible, sea sólo una excusa, para lograr a través de una supuesta preocupación por la conservación de la naturaleza, imponer medidas económicas y políticas a los países en vía de desarrollo. Esta crítica es sustentada en el hecho de que para preservar los recursos naturales es necesario sacrificar el bienestar de amplios sectores empobrecidos, los cuales no tiene otra forma de subsistencia sino la de depredar sin control alguno las zonas en las que se encuentran asentados. Así, el cuidado del ambiente es pensado a favor de los grupos acaudalados, sin tener en cuenta que para una real preservación es necesario tener presente las necesidades de toda la población.
3.2.2.7.2. Desarrollo a escala humana. A raíz de la gran desigualdad en el mundo, de la creciente ola de pobreza, del aumento de muertes por hambre y falta de una adecuada salud, se ha planteado el concepto de desarrollo a escala humana que "se sustenta en la satisfacción de las necesidades humanas fundamentales, en la generación de niveles crecientes de autodependencia y en la articulación orgánica de los seres humanos con la naturaleza y la tecnología, de los comportamientos globales con los locales, de lo personal con lo social, de la planificación y con la autonomía y de la Sociedad Civil con el Estado". Con base en esto, éste tipo de desarrollo se sustenta en tres postulados: primero, en que es planteado para personas y no para objetos; segundo, que las necesidades humanas son finitas, pocas y clasificables, y tercero, que dichas necesidades son las mismas en todas las culturas y a través de la historia, simplemente lo que cambia es la manera de satisfacerlas.
3.2.3 Alternativas de trabajo con comunidades.
3.2.3.1. Investigación Acción Participativa (IAP). Dentro de los métodos de investigación social, tal vez el que más se acerca a la teología de la liberación y su ver, juzgar, actuar, es la Investigación Acción Participativa. La IAP surge como una opción no sólo de carácter académico sino también político, pues, si bien pretende revolucionar la forma de abordar el estudio de los problemas sociales, su principal característica es la de tener un ineludible compromiso con los sectores golpeados de la sociedad. Es por ello que, "La IAP plantea el rompimiento del binomio clásico sujeto-objeto de investigación, posibilitando una producción colectiva del conocimiento a partir de una relación horizontal: se niega la posibilidad de tomar la realidad social como un objeto. (…) La IAP pretende el conocimiento de la realidad social a partir de acciones tendientes a mejorar las condiciones de vida de los sectores populares. Se trata de hacer una ciencia que corresponda a la realidad del pueblo (…). Una ciencia al servicio del pueblo, por lo tanto la IAP tiene una opción de clase; trata de transformar la realidad trabajando con las clases populares".
Este método de investigación, se cuenta como uno de los caminos más concretos propuestos por las ciencias sociales para ir más allá de la simple pesquisa de datos e información, y poder lograr una verdadera transformación de las condiciones de vida de la población que se estudia. Aquí, el investigador logra involucrarse en los problemas y en la realidad del pueblo, trabajando junto a él, sin imponer soluciones sino buscando salidas en conjunto; por ello, "La Investigación Participativa es una propuesta metodológica que forma parte de una estrategia que involucra a la comunidad en el conocimiento y solución de sus problemas; en este sentido, se inscribe dentro del campo de las acciones de capacitación que no buscan solamente describir los problemas sino generar conjuntamente con la comunidad los conocimientos necesarios para definir las acciones adecuadas que estén en la línea del cambio y la transformación". Se entiende entonces, que si el punto de partida de esta nueva forma de investigar es el compromiso con los marginados, su finalidad ha de ser la transformación de tal situación: "La IAP opta por trabajar entre los pobres que por definición sufren la opresión y carecen de poder, pero el fin no es sólo aliviar o eliminar su pobreza mientras se mantienen dependientes y sin poder. La solución que se busca no es la del paternalismo, una clase de despotismo benevolente que provee el sustento mientras roba a sus beneficiarios de su carácter de adultos. Su finalidad consiste tanto en apoyar al oprimido para que sea autónomo, confíe en sí mismo, crea en su propia capacidad y llegue a la autodeterminación, como en apoyarlo para que llegue a ser autosuficiente".
Por otro lado, la IAP se constituye como unidad de Investigación-Aprendizaje-Educación-Acción, donde la comunidad no es vista desde afuera sino que es uno de los engranajes más importantes del proceso, puesto que la investigación sale de ella y en su etapa culminante regresa para enriquecerla y nutrirse a su vez. Así, "una vez que se ha recogido la información y se ha analizado, se plantea la pregunta de qué hacer con ella. El grupo que ha realizado el trabajo deberá devolver o entregar a la comunidad la información, enriquecida por el análisis". El proceso educativo juega un papel preponderante en la IAP, y en este campo, el aporte hecho por el Brasileño Paulo Freire. Gracias a sus aportes, "se transforma la vieja idea de educación popular y empieza a reconocerse que el pueblo también tiene su ciencia, que ésta no es un monopolio de los científicos académicos". Sin embargo, no se puede pensar el proceso de IAP como una sucesión de etapas que no siempre se desarrollan de manera uniforme y secuencial, dado que se fundamenta en la práctica y surge de las necesidades del pueblo, esta debe ser aplicada de acuerdo a los requerimientos y dinámicas de la comunidad. Así mismo, es claro que "la IAP no es exclusivamente un procedimiento investigativo ni una técnica de educación de adultos ni una acción política. Presenta a la vez todos estos aspectos, como tres fases no necesariamente consecutivas que pueden combinarse en una metodología dentro de un proceso vivencial".
3.2.3.2. Ver, Juzgar, Actuar. Uno de los aportes más significativos hechos por la teología de la liberación, no sólo a la teología sino también a las ciencias sociales, es el método de análisis-acción que propone. El "ver, juzgar, actuar" (VJA), entra a formar parte de una cierta variación de la dialéctica, por medio de la cual los teólogos de la liberación procuran entender su entorno y transformarlo. Dicho método ha sido adoptado principalmente por comunidades eclesiales de base (CEB’S), permitiendo a 7través de él una teorización de sus problemas y la búsqueda de posibles soluciones. En términos generales se puede resumir del siguiente modo:
- Ver: Se parte de una realidad concreta de pobreza y exclusión; "se mira la realidad de América Latina desde el ángulo de los pobres, desde los desheredados, desde el reverso de la historia". Para esta observación se sirve de las ciencias sociales, con el fin de verificar antecedentes, tendencias, impactos, etcétera.
- Juzgar: A partir de los hechos observados, se pasa a un análisis de esta realidad a la luz de la palabra doctrinal. En este punto se marca una diferencia con las ciencias sociales, puesto que los hechos son analizados desde criterios de fe. Lo que se hace entonces es una denuncia de lo que se asume como una violación a las leyes de Dios, "La palabra llama a una conversión personal y social, a una transformación de las personas y las estructuras para realizar el Reino de Dios, para instaurar ya aquí los comienzos de una Tierra Nueva".
- Actuar: Puesto que se exige una conversión, el método de liberación conlleva a la búsqueda de un cambio, de un rompimiento de las estructuras de dominación y empobrecimiento; "Así el actuar cristiano no puede limitarse al asistencialismo benéfico (dar alimentos), ni tampoco al desarrollismo paternalista (ayudar a la promoción de los países subdesarrollados, hasta que puedan imitar a los países desarrollados), sino apoyar al pueblo y a sus organizaciones para conseguir una transformación estructural en orden a una sociedad justa y libre".
3.2.3.3. Educación Popular. En la búsqueda por transformar la realidad, la educación juega un papel de primer orden. Para este fin no basta con cualificar a los sujetos en términos de un aprendizaje convencional, donde el educando se limite a reproducir esquemas de estudio que le son impuestos y que no logran reflejar sus necesidades inmediatas, sino que es preciso implementar un tipo de educación que responda a los requerimientos de un proceso de liberación a fondo. En este sentido, la educación popular, se encuentra en la misma línea de la IAP y el VJA –incluso es una de las fuentes de donde beben–, pero en un contexto más amplio, dado que no se inscribe solamente en el trabajo de una comunidad de base o de una investigación sociológica.
En dicho proceso educativo, el aprendizaje se da a partir de un círculo de retroalimentación donde el conocimiento no es propiedad exclusiva de unos cuantos elegidos, sino que nace y regresa al pueblo, con el fin principal de cambiar las estructuras de dominación. Luego, "es el pueblo el que educa al pueblo, y no los maestros formados en el pasado. Esta tarea viene a ser esencialmente de transformación social, con el fin de estimular el Poder Popular y poner en marcha instrumentos de producción y acción como las cooperativas, las organizaciones de masas y las instancias estatales comunales, municipales y regionales, no sólo con el saber técnico sino también con la sabiduría y experiencia populares".
De esta forma, el proceso educativo busca dejar atrás su carácter de instrumento de dominación, para convertirse en herramienta de liberación, intenta renunciar a su lógica de transmisión de datos para configurarse como una verdadera fuente de producción de saberes. Para Paulo Freire, uno de los principales teóricos de esta corriente, la educación popular debe llevar al educando a una concientización del mundo en el que vive. En consecuencia, estudiar es "percibir el condicionamiento histórico-sociológico del conocimiento. Es buscar las relaciones entre el contenido del estudio y otras dimensiones afines al conocimiento. Estudiar es una forma de reinventar, de recrear, de reescribir, tarea del sujeto y no del objeto. De esta manera, no es posible, para quien estudia en esa perspectiva, alienarse con el texto, renunciando así a su actitud crítica frente a él". Por esto, es posible ver a la educación popular como una forma de globalización de las ideas, de masificación del saber, dado en términos de un cambio en los cánones de una academia que ya no es impuesta desde afuera de la comunidad sino surgida desde adentro.
4.1 DISEÑO
Para el presente trabajo será utilizada la investigación documental, basada en el estudio de materiales tanto escritos como audiovisuales. Nos dedicaremos al escrutamiento de libros, revistas y videos especializados en los temas de ecología, teología de la liberación y ecología de la liberación. Por otro lado, la investigación será complementada con algunas entrevistas a expertos sobre el tema, y la revisión de ponencias de congresos y conferencias episcopales.
Partimos de la idea sostenida por algunos autores, según la cual, la lectura de documentos se configura como una mezcla de entrevista-observación ya que por medio de preguntas guías se les puede entrevistar y puede observárseles con la misma intensidad que a un evento social. La técnica de trabajo fundamental es la exploración de diverso tipo de material, la revisión de archivos y el análisis del contenido. De este modo, la información obtenida es confrontada con los datos de otras pesquisas, ya sea de documentos o de las entrevistas, para finalmente proceder a su sistematización y validación.
4.2 NIVEL DE LA INVESTIGACIÓN
Teniendo en cuenta que la ecología de la liberación se presenta no sólo como una nueva propuesta en el quehacer ambientalista mundial, sino que además intenta llenar un vacío que hasta el momento había tenido la teología. Que así mismo, su origen se encuentra en teología de la liberación y que ésta a su vez se alimenta de las ciencias sociales (la economía y la sociología principalmente), pretendemos encontrar las relaciones que las acercan, y puntualizar cuáles son los aportes hechos por la ecología de la liberación a la sociología en el campo del trabajo con comunidades. En este sentido nuestro trabajo está concebido desde un punto de vista analítico. No obstante busca también ser un punto de partida para futuros trabajos de investigación, puesto que en áreas como la sociología rural y urbana o la sociología política, la ecología de la liberación tiene aportes que deben ser analizados con detenimiento.
4.3 ROL DEL INVESTIGADOR
Dado el carácter de la investigación, nos fue relativamente sencillo encontrar información al respecto. Existen en la actualidad gran cantidad de libros y de material audiovisual en los temas de teología de la liberación y ecología, sin embargo en lo referente a ecología de la liberación, la producción documental es bastante limitada, y se suscribe a algunos escritores latinoamericanos y unos pocos europeos. No obstante en internet circulan numerosos artículos sobre el tema.
Las personas entrevistadas fueron contactadas a través de conocidos que han trabajado teología de la liberación y los cuales muy gustosamente accedieron a compartir sus conocimientos y experiencias para que la presente investigación pudiera llegan a buen puerto. Por otro lado, la asistencia al Primer Congreso Internacional de Teología de América Latina, celebrado el mes de julio de 2002 en Medellín, nos permitió conocer a varios protagonistas del movimiento que enriquecieron el trabajo de forma substancial. Tal es el caso del sacerdote colombiano Gabriel Díaz y del brasilero Luiz Carlos Susin. Por el contrario, nos fue imposible contactar a los teólogos Pedro Casaldáliga y Leonardo Boff, representando esto un gran vacío en el trabajo, dado que talvez sean ellos los principales exponentes del movimiento de la ecología de la liberación en Suramérica.
En cuanto al proceso por el cual se llegó al tema abordado, se inicia de una experiencia anterior en la que se tuvo un acercamiento con participantes del grupo Golconda. A partir de allí, se concluye que la vigencia de la teología de la liberación es palpable y se percibe en los aportes que sobre exclusión está haciendo (teología negra, homosexual, feminista, de la ecología, etcétera), y posteriormente surge el interrogante de cuál es el aporte que ésto le hace a la teoría social.
Como ocurre con todas las investigaciones que se emprenden en el área de las ciencias sociales, se parte de inquietudes y afinidades muy subjetivas, con lo que la presunta objetividad del investigador es perneada por sus aspiraciones personales. No obstante, el presupuesto de servir al cambio social es un elemento que no se puede dejar de lado a la hora de escudriñar los fenómenos que se estudian, y en este caso, la preocupación ecológica entendida como un asunto sociopolítico además de biológico, nos lleva a tomar una posición muy clara, y que se evidencia a lo largo de la investigación. Así pues, es innegable la obligatoriedad de investigar para transformar. Orlando Fals Borda lo resume del siguiente modo: "No hay ciencia neutral, mucho menos en las ciencias sociales, el efecto político es parte indispensable y necesaria de ellas. Porque si simplemente discutimos y analizamos sin tratar de transformar las situaciones concretas, nos engañamos y además nos castramos en la posibilidad de la creatividad intelectual".
4.4 GRUPO
En términos generales la investigación está dirigida hacia el grupo de teólogos laicos y seglares que trabajan el tema de la ecología de la liberación. El acercamiento a este grupo se hará de dos maneras: a través de textos escritos o material audiovisual producidos al respecto, o por medio de entrevistas a algunos de sus representantes. (Ver anexo A)
4.5 TÉCNICAS DE RECOLECCIÓN
4.5.2 Directas
- Libros.
- Entrevista abierta no estructurada. (Ver Anexo B)
- Indirectas
- Videos : (Ver Anexo C)
- Revistas: (Ver Anexo D)
- Internet: (Ver Anexo E)
- categorías DE ANÁLISIS
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Opción por los pobres | – Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. – (…) el derecho a poseer una parte de bienes suficiente para sí mismos y para sus familias es un derecho que a todos corresponde. Es éste el sentir de los Padres y de los doctores de la Iglesia, quienes enseñaron que los hombres están obligados a ayudar a los pobres, y por cierto no sólo con los bienes superfluos. Pablo VI, Gaudium et Spes Nadie puede permanecer indiferente ante la suerte de sus hermanos que todavía yacen en la miseria presa de la ignorancia, víctimas de la inseguridad. Pablo VI, Populorum Progressio – (…) entendemos por opción de los pobres, si se trata de occidentalizar a los pobres, de ayudarles a los pobres a que no quieran ser pobres, de volver a los pobres de hoy los ricos de mañana para que los ricos de hoy sean los pobres de mañana, eso no es la opción de la teología de la liberación. Si se trata de la dignificación del pobre, de que el pobre entienda que él así no tenga plata así no tenga chalet, así no tenga avioneta es digno, tan digno como el más millonario y que por lo tanto quiera hacerse participe activo de la historia, esa tiene que ser hoy la opción. – Entonces la iglesia tiene que evangelizar la cultura nueva. Y entonces, no es si no coger una hojita y hacer la cuenta: seis mil millones de habitantes, pobres cinco mil millones ¿a quien es el que evangeliza?, a los pobres. ¿Para que hay que evangelizarlos?, para que reconociendo y recuperando su dignidad y desde sus valores, ellos evangelizan la cultura que esta naciendo. Padre Alberto Restrepo – Todos los que sean llevados a menos en tanto seres humanos tienen que pertenecer a la opción primaria de cualquier secta o iglesia, de cualquier movimiento religioso que se organice, lo contrario es negación implícita de su propia razón de ser es decir es la antitesis. – Hay dos textos que marcan el comienzo de la misión de Jesús, uno es el Magnificat es un canto de una profetiza del antiguo testamento pero que María lo asume como propio, proclama mi alma la grandeza del señor, se alegra mi espíritu eterno y salvador, pero el punto que dice exactamente que es absolutamente subversivo, que dice tumbó del trono a los poderosos y puso en su lugar a los humildes a los hambrientos llenó de bienes y a los ricos despidió vacíos. Padre Ancízar Cadavid – Ante los casos de necesidad, no se debe dar preferencia a los adornos superfluos de los templos y los objetos preciosos del culto divino; al contrario, podría ser obligatorio enajenar estos bienes para dar pan, bebida, vestido y casa a quien carece de ello. – Pero hoy, vista la dimensión mundial que ha adquirido la cuestión social, este amor preferencial, con las decisiones que nos inspira, no puede dejar de abarcar a las inmensas muchedumbres de hambrientos, mendigos, sin techo, sin cuidados médicos y, sobre todo, sin esperanza de un futuro mejor: no se puede olvidar la existencia de esta realidad. Juan Pablo II, Solicitud Social – La OP sigue siendo la opción por los pobres, textualmente. Quiero decir: sigue siendo una conciencia de que los pobres son la opción del mismo Dios, el Dios de Jesús. La Biblia entera, y, sobre todo, la palabra, la vida, la muerte y la resurrección de Jesús, nos confirman en esta conciencia teológica, teologal, de que Dios optó, opta y seguirá optando por los pobres, sus hijos -mayoría- prohibidos de ser plenamente humanos, por sistemas de prepotencia y de marginación. – No se trata de ser miserables, cuando hacemos la opción por los pobres optamos por los pobres contra la pobreza de los pobres, lo que queremos pues es una vida normal, humana, feliz para todos. – La opción por los pobres es «por los pobres»: fundamentalmente, los que no tienen, los que no pueden, aquellos que viven las «carencias» de la vida normal, económicamente: falta de tierra, de vivienda, de salud, de educación, de participación_ Los prohibidos de vivir plenamente su dignidad de personas, hijos e hijas de Dios, hermanos y hermanas. Pedro Casaldáliga, en: Quedan los pobres y Dios – (…) ante el problema de la pobreza y el desafío de los pobres no pueden existir neutralidades: o estamos con ellos solidariamente o nos situamos frente a ellos con indiferencia o en contra de sus intereses. – El escándalo de la pobreza es en el mundo actual (…) un reto a las iglesias en todos los planos de la vida de la iglesia. Exige a las iglesias responder con decisiones concretas. Las iglesias deben expresar claramente su arrepentimiento por la forma en que han aceptado la situación crítica de los pobres, aún dentro de si mismas. – La fidelidad a la Palabra de Dios en el mundo significa estar al lado de los pobres en su lucha por la justicia. Julio de Santa Ana, en: Desafío de los pobres a la iglesia – (…) la Teología de la Liberación dialoga y tiene presente al hombre analfabeto, sencillo, pobre, creyente y reducido a condiciones infrahumanas de vida, actualizando así la preocupación de Jesús de evangelizar primariamente a los pobres (Lc. 4,18). – La pastoral liberadora tiene una amplitud mayor: la de liberar a todos los hombres y a todo el hombre: pero para ello realiza una opción prioritaria por los pobres y oprimidos, rompiendo así sus lazos con las clases poderosas y dominantes de la sociedad, responsables de la injusticia actual. (…) trabaja para la transformación de la sociedad. Víctor Codina, en: ¿Que es la teología de la liberación? La Teología de la Liberación se sitúa decidida y conscientemente en el lugar social y político del pobre, en la ruta de los oprimidos, en la perspectiva de los marginados, las clases explotadas, las culturas despreciadas. Los pobres constituyen el lugar hermenéutico y el sujeto histórico de la teología de la liberación. Miguel Ángel Corral, en: Quehacer teológico en América Latina (…) los nuevos desafíos de la teología de una teología de la liberación para el tercer milenio son el desafío de la teología indígena, de la teología africana, de la teología de género, homosexual, mujer de todas las categorías marginadas en América Latina, se puede hablar de una teología de los jóvenes, en que el joven de la calle por ejemplo es una categoría marginada. Se puede hablar de una nueva teología también de los jóvenes. Padre Juan Gianni |
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Doctrina Social de la Iglesia | – Dios ha destinado la tierra y cuanto ella contiene para uso de todos los hombres y pueblos. En consecuencia, los bienes creados deben llegar a todos en forma equitativa bajo la égida de la justicia y con la compañía de la caridad. Sean las que sean las formas de la propiedad, adaptadas a las instituciones legítimas de los pueblos según las circunstancias diversas y variables, jamás debe perderse de vista este destino universal de los bienes. – Quien se halla en situación de necesidad extrema tiene derecho a tomar de la riqueza ajena lo necesario para sí. Habiendo como hay tantos oprimidos actualmente por el hambre en el mundo, el sacro Concilio urge a todos, particulares y autoridades, a que, acordándose de aquella frase de los Padres: Alimenta al que muere de hambre, porque, si no lo alimentas, lo matas, según las propias posibilidades, comuniquen y ofrezcan realmente sus bienes, ayudando en primer lugar a los pobres, tanto individuos como pueblos, a que puedan ayudarse y desarrollarse por sí mismos. Pablo VI, Gaudium et Spes – Menos humanas: Las carencias materiales de los que están privados del mínimum vital y las carencias morales de los que están mutilados por el egoísmo. Menos humanas: las estructuras opresoras, que provienen del abuso del tener o del exceso o del poder, de las explotaciones de los trabajadores o de la injusticia de las transacciones. Más humanas: el remontarse de la miseria a la posesión de lo necesario, la victoria sobre las calamidades sociales, la ampliación de los conocimientos, la adquisición de la cultura. Más humanas también: el aumento en la consideración de la dignidad de los demás, la orientación hacia el espíritu de pobreza (18), la cooperación en el bien común, la voluntad de paz. Más humanas todavía: el reconocimiento por parte del hombre, de los valores supremos, y de Dios, que de ellos es la fuente y el fin. Más humanas, por fin y especialmente: la fe don de Dios acogido por la buena voluntad de los hombres, y la unidad de la caridad de Cristo, que nos llama a todos a participar, como hijos, en la vida de Dios vivo, Padre de todos los hombres. – La Biblia, desde sus primeras páginas nos enseña que la creación entera es para el hombre, quien tiene que aplicar su esfuerzo inteligente para valorizarla y, mediante su trabajo, perfeccionarla, por decirlo así, poniéndola a su servicio. Si la tierra está hecha para procurar a cada uno los medios de subsistencia y los instrumentos de progreso, todo hombre tiene el derecho de encontrar en ella lo que necesita. El reciente Concilio lo ha recordado «Dios ha destinado la tierra y todo lo que ella se contiene, para uso de los hombres y todos los pueblos, de modo que los bienes creados, deben llegar a todos en forma justa, según la regla de la justicia, inseparable de la caridad» (20). Todos los demás derechos, sean los que sean comprendidos en ellos los de propiedad y comercio libre, a ello están subordinados: no deben estorbar, antes al contrario, facilitar su realización, y es deber social grave y urgente hacerlo volver a su finalidad primaria. – No se trata sólo de vencer el hambre, ni siquiera de hacer retroceder la pobreza, el combate contra la miseria, urgente y necesario, es insuficiente. Se trata de construir un mundo donde todo hombre, sin excepción de raza, religión, o nacionalidad, pueda vivir una vida plenamente humana, emancipado de las servidumbres que le vienen de parte de los hombres y de una naturaleza insuficientemente dominada; un mundo donde la libertad no sea una palabra vana y donde el pobre Lázaro pueda sentarse a la misma mesa que el rico (52). Pablo VI, Populorum Progressio – La Iglesia, en virtud de su compromiso evangélico, se siente llamada a estar junto a esas multitudes pobres, a discernir la justicia de sus reclamaciones y a ayudar a hacerlas realidad sin perder de vista al bien de los grupos en función del bien común. – Lo que está en juego es la dignidad de la persona humana, cuya defensa y promoción nos han sido confiadas por el Creador, y de las que son rigurosa y responsablemente deudores los hombres y mujeres en cada coyuntura de la historia. Juan Pablo II, Solicitud Social. Vemos a la luz de la fe, como un escándalo y una contradicción con el ser cristiano, la creciente brecha entre ricos y pobres (El lujo de unos pocos se convierte en insulto contra la miseria de las grandes masas Esto es contrario al plan del Creador y al honor que se le debe. En esta angustia y dolor, la Iglesia discierne una situación de pecado social, de gravedad tanto mayor por darse en países que se llaman católicos y que tienen la capacidad de cambiar. Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Puebla |
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Exclusión | – Cada día son menos los ricos y son más ricos, (…) y son más los empobrecidos. (…) Es decir que se va acumulando, van articulando capitales que se van acumulando sólo en unos pocos, y va excluyendo a la mayoría van excluyendo no sólo personas (…) sino también las pequeñas microempresas los pequeños negocios, los pequeños industriales, las empresitas pequeñas. Todo eso se lo va devorando las multinacionales todas estas empresas fuertes, el capital fuerte va excluyendo todos los pequeños productores, entonces me parece un sistema muy excluyente. – No sabría dar una definición muy amplia de la propiedad privada pero también me cuestiona mucho porque también eso ha sido muy excluyente, o sea, (…) permite que unos pocos sean los dueños de todo y el resto no cuenten casi con nada o con muy poco, que eso también excluye, margina mucho una mayoría de personas. Arturo Mora (América latina) un continente donde las víctimas nunca han valido la pena, (…) es un continente donde son los victimarios los que han sido exaltados y la esencia del evangelio, lo que hay de distinto entre el evangelio y el mito pagano es que en el mito pagano los victimarios, que son los dioses, siempre están justificados y en el evangelio cristiano las víctimas son las que siempre están justificadas y los victimarios condenados. – (…) mientras todos los hombres no podamos ser participes de la construcción de la historia, todas esas propuestas de la cultura emergente, multiculturalidad, dialógica, transdisciplinariedad, globalización, eso es chimbo, eso esta huero, eso esta vació. Padre Alberto Restrepo – Jamás el género humano tuvo a su disposición tantas riquezas, tantas posibilidades, tanto poder económico. Y, sin embargo, una gran parte de la humanidad sufre hambre y miseria y son muchedumbre los que no saben leer ni escribir – Resulta escandaloso el hecho de las excesivas desigualdades económicas y sociales que se dan entre los miembros y los pueblos de una misma familia humana. Son contrarias a la justicia social, a la equidad, a la dignidad de la persona humana y a la paz social e internacional. Pablo VI, Gaudium et Spes Cuando tantos pueblos tienen hambre, cuando tantos hogares sufren la miseria, cuando tantos hombres viven sumergidos en la ignorancia, cuando aún quedan por construir tantas escuelas, hospitales, viviendas dignas de este nombre, todo derroche público o privado, todo gasto de ostentación nacional o personal, toda carrera de armamentos se convierte en escándalo intolerable. Pablo VI, Populorum Progressio – Una de las mayores injusticias del mundo contemporáneo consiste precisamente en esto: en que son relativamente pocos los que poseen mucho, y muchos los que poseen casi nada. Es la injusticia de la mala distribución de los bienes y servicios destinados originariamente a todos. – Cómo justificar el hecho de que grandes cantidades de dinero, que podrían y deberían destinarse a incrementar el desarrollo de los pueblos son, por el contrario utilizados para enriquecimiento de individuos o grupos, o bien asignadas al aumento de arsenales. Juan Pablo II, Solicitud Social (…) comparto mucho me encanta compartir (…), lo de las otras religiones lo de los otros grupos cristianos pero si hablamos a nivel de iglesia ¿si?, estamos muy lejos porque a veces nosotros mismos nos convertimos en una secta marginando, discriminando, rechazando y yo pienso que por ahí no es. Hmna Gloria Amparo Giraldo Para Crisóstomo, lo prioritario es amar la justicia y educarse por buscar solamente lo justo, lo necesario, porque sólo así se puede entonces luchar contra todas las formas de la inequidad social en todas partes. Julio de Santa Ana, en: Desafío de los pobres a la iglesia No todos los habitantes de las naciones ricas tienen acceso a tan singulares logros. Año tras año la lista de excluidos del banquete va creciendo. Se alimenta de los ajustes empresariales, de las fusiones, de los jóvenes que envejecen en busca del primer empleo, y de cientos de inmigrantes que huyen de sus países en busca de cualquier cosa porque nada puede ser peor que aquello que abandonan. Pablo Moros y Laura Marquis, en: El consumo en un mundo globalizado – (…) como efecto de la participación y de la solidaridad, surge una mayor igualdad social. Las sociedades históricas están marcadas por la desigualdad y por la exclusión. En la medida en que las personas participan y viven la solidaridad, emergen relaciones más simétricas y por eso más humanizadoras. – (…) como tendencia general la organización social no debe producir excluidos, sino que potencialmente todos deben sentirse ciudadanos de la Tierra, acostumbrados a pensar globalmente aunque actúe locamente en sus naciones (con raíces culturales). Leonardo Boff, en: La dignidad de la tierra |
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Empobrecidos | Bueno, la palabra pobre es una palabra muy general y que tiene una connotación evangélica. El documento de Medellín mismo intenta poner tres significados para la palabra pobre, un significado social o económico, un significado místico y un significado eclesial. Pero el problema del pobre es la situación económica, social, política, eso es el pobre, como el que sufre la pobreza, la pobreza que quita la dignidad, quita la posibilidad de vivir con dignidad. Ahora esta es la pobreza que se tiene en cuenta cuando se habla en teología de la liberación. Padre Luiz Carlos Susin Pobre yo pienso que es un insulto ¿cierto?, pero empobrecido, la gente que esta marginada por eso, material e intelectualmente, la gente que esta con pocas posibilidades de trabajo, de capacitarse, de salir adelante, de estar excluida pues un poco del resto de la sociedad. Sí, tanto excluidos (…) por el Estado, (…) por el mismo capitalismo, la globalización. Arturo Mora …el pobre es el que decide ser pobre desde el evangelio, el empobrecido es el que de pronto la misma sociedad, la misma situación lo hace estar pobre mas no porque la persona lo quiera. De pronto ahí compartimos un poquito lo de los votos de pobreza, nosotros optamos ser pobres aunque muchas veces tan lejos de la sociedad. Hmna Gloria Amparo Giraldo (…) el pobre para mí, (…) es el que está cada vez más despojado de intereses egoístas. El empobrecido (…) es el que está (…) ni en la absoluta riqueza ni en la miseria, está en condiciones de vivir el evangelio. (…) Muy jodido pues, son situaciones dramáticas las dos, pero el pobre, (…) no tiene tiempo de reflexionarlo, no tiene tiempo de darse cuenta de las cosas, está muy agarrado, está llevado pues. Padre Gabriel Díaz – Emanuelle Levinas dice (…) que hay dos tipos de pobre: (…) el otro, que por el hecho de que no soy yo, yo ante él soy un pobre y el ante mí es un pobre, si el otro no me quiere escuchar yo que voy a hacer, si el otro no me quiere amar yo que voy a hacer, todo hombre ante otro es un pobre, el pobre es el otro, y hay un segundo pobre que es aquel que por ser otro le han negado el derecho a la participación y su dignidad de ser. – La teología de la liberación no dice que el pobre por ser pobre sea más bueno, ni que el pobre por ser pobre sea superior, ni que el pobre por ser pobre este más salvado que el rico por ser rico, sino que lo que enfatiza la teología de la liberación es que los valores del pobre son los que permiten construir el reino. ¿Cuales son los valores del pobre?, la gratuidad de su amor, el pobre no ama porque el otro tiene o sabe o vive bien sino porque lo quiere. La tenacidad, el pobre nunca se entrega y siempre lucha. El sentido de la oportunidad, el pobre no tiene nada que le garantice nada, sino oportunidades que el aprovecha para hacer lo suyo, en fin, (…) esos son los valores en que Jesucristo quiso vivir y esa es la gente con que Jesucristo quiso vivir para hacer la oferta del reino. – El empobrecido que es el que yo llamo el hombre pobre, que es aquel a quien lo han marginado no le dejan participar por razón de su alteridad, es que esa es la clave de la teología de la liberación. Padre Alberto Restrepo – La pobreza es una situación, para mí, dada naturalmente. El empobrecimiento es un proceso que llega, lleva a producir pobres. La pobreza puede ser una carencia. Pensemos en cualquier país que tenga un escaso territorio, con una población muy grande y con pocos recursos del suelo y del subsuelo, ahí hay una situación real de pobreza, carencia natural de bienes. Lo otro son condiciones provocadas por sujetos en interacción con sujetos, (…) el empobrecimiento es un proceso en el cual habría posibilidad, hay las posibilidades y sin embargo masivamente las personas viven situación de carencia ocasionada por decisiones de otros que tienen en sus manos el poder para decidirlo, sobre la economía, sobre lo político, etcétera,(…) otras superestructuras. – (…) yo evito mucho hablar de pobres porque este lenguaje hay que transformárselo a las iglesias oficiales. Cuando a mi me hablan de pobres, hablan como si fuera una realidad connatural a la existencia del ser humano sobre el planeta. ¡Pobres!, y cogen el texto de Jesús: pobres siempre ha habido entre ustedes, eso lo cogen fuera de contexto y vuelven un mierdero asqueroso porque dañan la apreciación estética, justifican la pobreza. Hay que hablar de empobrecidos porque eso es un resultado de unas causas hechas por otros seres humanos. Padre Ancízar Cadavid Pobres son todos aquéllos que se ven privados de "bienes materiales, sea en referencia a las necesidades biológicas y culturales fundamentales, sea en referencia a lo que es un mínimo aceptable en una determinada sociedad, sea en referencia a otras personas o grupos sociales que son considerados ricos". Miguel Ángel Corral, en: Quehacer teológico en América Latina Los países del Sur no son simplemente pobres, sino que han sido empobrecidos por los países dominadores, que poseen en los mismos países del Sur sus aliados internos. Víctor Codina, en: ¿Qué es la teología de la liberación? La pobreza en nuestro mayor problema ambiental. Josué de Castro, en: La dignidad de la Tierra – Pobreza y riqueza son conceptos relativos. Se es pobre en referencia a quienes son ricos, o en relación a una riqueza que se tuvo o se puede tener. O sea, la pobreza no es algo que debe ser analizado a partir de sí misma, que sin embargo tiene su raíz en el mismo hecho. – (…) la pobreza nunca es considerada como un bien. Por el contrario, es indicada como un mal que debe ser erradicado. Si los pobres heredarán el Reino no es tanto porque el ser pobres los hace mejores que los demás, sino porque de ese modo se repara la injusticia cometida por unos seres contra otros. La lucha contra la pobreza debe ser entendida como un servicio eficaz al pobre. (…) La superación de la pobreza exige acciones más profundas, de carácter duradero y capaces de producir efectos que resisten a la acción del tiempo, impidiendo así el retorno a manifestaciones de la miseria que son incompatibles con la imagen del hombre manifestada por Dios en Jesucristo. Julio de Santa Ana, en: Desafío de los pobres a la iglesia Los pobres colectivos y conflictivos. Los pobres del mundo están condenados a ser históricamente el humus de una nueva esperanza. Ellos no tienen mérito alguno en esto. En su misión histórica, que debe ser realizada en nombre de todos y en beneficio de la humanidad entera. Pues sólo ellos tienen posibilidades de soñar. Le presente no les pertenece. El pasado es el pasado de sus señores, que ellos tuvieron que interiorizar. Sólo les queda el futuro. Leonardo Boff, en: La dignidad de la tierra |
TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN | |
Liberación | La liberación, (es) dejarse uno esas ataduras, pues yo la interpreto así vulgarmente ¿cierto?, dejar esas ataduras que lo han tenido a uno todo el tiempo como cohibido de hacer muchas cosas ¿cierto?, supuestamente porque esto es pecaminoso porque esto y otra cosa. Entonces pues yo lo interpreto de esa manera que el ser humano puede ser libre, puede construir (…) sin estar ligado a tantos… o prevenido ante tantos prejuicios. Arturo Mora (…) la propuesta de Jesús fue liberadora y creo (…) cien por ciento en que el papel de nosotros hoy de mostrar a un Jesús es desde la liberación, una liberación desde el evangelio. Hmna Gloria Amparo Giraldo (…) para mi liberación es responder al proyecto de hombre nuevo según la propuesta de Jesús, es decir un hombre liberado de intereses al máximo. Padre Gabriel Díaz En el marco bíblico la liberación es el hecho por el cual el hombre recupera la conciencia de su dignidad y se convierte en constructor de la historia, eso es liberarse. Liberarse es recuperar la conciencia de la propia dignidad que le permite al hombre convertirse en agente activo de la historia que marcha hacia una plenitud que es el reino de Dios. Entonces eso es lo que la teología de la liberación busca que el hombre oprimido o el hombre pobre recupere la conciencia de su dignidad y se convierta en agente autónomo desde la alteridad de una historia que libere. Padre Alberto Restrepo Liberación es la ruptura radical o lenta pero definitiva y clara de toda subyugación, de toda cosa que te impida ser persona integra, persona feliz, en suma. Cuando uno se pregunta por esencialidades del ser humano, ¿que le da sentido a la peregrinación, al transito por este planeta a los seres humanos?, ¡ola!, la posibilidad de ser felices y lo contrario es infelicidad. Todo lo que te impida acceder a niveles muy profundos de felicidad, te esta subyugando, es una cadena y eso hay que romperlo. Dicho en un término filosófico no necesariamente político. Ahora, esto tiene implicaciones inmediatamente políticas, (…) porque cuando uno empieza a analizar uno encuentra que el obstáculo primero a las felicidades individuales y colectivas es la economía, es de tipo económico y ¿quienes lo fabrican?, los que controlan la economía. Entonces la liberación, los procesos de liberación hay que hacerlos, ¿a costa de quienes?, ¿contra quienes?, contra los que fabrican cadenas, es decir, una economía que no le permite a todos masivamente el acceso a los bienes. Padre Ancízar Cadavid Nuestra labor no es ser protagonistas, nuestra labor es ser una voz y un caminar al lado de otros caminares, no es el único caminar, es un caminar juntos, otro caminar que coincidimos en un objetivo que es la liberación de las masas oprimidas, ¿cierto?, que son de interés tanto para los que son sensibles a la justicia social desde una opción política, social, humanitaria como religiosa o de fe en nuestro caso. Juan del Ojo Carrera – La Teología de la Liberación insiste en que Jesús llama al seguimiento, la Cristología debe conducir a una práctica a proseguir la misión liberadora de Jesús, a seguir su camino liberador en nuestra historia de muerte e injusticia, a saberle descubrir en los pobres de nuestro mundo que esperan la liberación. – Se condena el recurso sistemático a la violencia como vía necesaria para la liberación y el mito de la revolución; pero también se condenan la formas de violencia de los ricos sobre los pobres, la violencia institucional de los gobiernos y las pasividad de éstos ante las violaciones de los derechos humanos; aunque se refiere al uso de la resistencia pasiva o de la resistencia – no violenta (…), se reafirma la doctrina tradicional de la iglesia sobre la legitimidad de la lucha armada como último recurso en casos de una tiranía evidente y prolongada (nn 76-79) Víctor Codina, en: ¿Qué es la teología de la liberación? ¿Cómo se manifiesta la lucha de los pobres contra la pobreza y la opresión? A veces es tranquila, silenciosa; pero continua y persistente. A veces es violenta y llena de cólera. Otras veces, se desarrolla por medios no-violentos. A veces, es un intento por ganar espacio, desde donde los pobres puedan a avanzar más enérgicamente. Pero, en otras ocasiones, es una lucha solamente para no perder lo que ha sido ganado previamente. A veces, crece como una lucha espontánea, mientras otras veces, está altamente organizada. En suma, las luchas de los pobres son expresiones de carácter polivalente de la historia: manifiestan la variedad de formas de las luchas de los pueblos por mayor justicia, libertad y participación. Julio de Santa Ana, en: Desafío de los pobres a la iglesia Tal vez ese es el momento de la plena liberación, cuando nos liberamos de nosotros mismos para ser lo más sinceramente libres para los demás. Entonces no se hablará tanto de la liberación, pero se vivirá su dinámica junto con los oprimidos que sobreviven y sueñan (es lo que queda) con ella, y ella vendrá. Aquel que prometió mostró en sí mismo la plenitud de la liberación para todos. Leonardo Boff, en : La dignidad de la tierra |
ECOLOGÍA | |
Calidad de vida | – Calidad de vida, tener una vivienda digna, una alimentación digna, una atención en salud también digna y la educación. Yo pienso que todos esos elementos en este momento (…) ya son fines comerciales un poco elitistas, ya cada vez esa población marginada tiene menos acceso a ellos ¿cierto?, entonces yo pienso que son derechos que tiene la gente. – No yo no me arriesgaría a dejarlo solo en consumo, yo pienso que calidad de vida es toda esa serie de cosas que necesitan o sea las necesidades (de) cada uno de los seres humanos. (…) Inclusive lo espiritual porque ¿si yo quiero separar lo espiritual de lo humano? eso es complicado porque hay esa creencia en la gente y es algo a lo que todavía mucha gente aunque diga que no es creyente como que busca por esa parte ¿cierto? No sé, yo respeto eso pero creo que eso no se puede desligar lo uno de lo otro, eso tiene que ir de la mano. Arturo Mora La calidad de vida dependerá de las posibilidades que tengan las personas de satisfacer adecuadamente sus necesidades humanas fundamentales. Manfren Max-Neef, en: Desarrollo a escala humana – (…) los solos Estado Unidos están empeñados en producir blue jeans como si en el planeta hubiera cuatrocientos mil millones de usuarios de blue jeans. Claro, como no van a tener cuatrocientos mil millones de compradores ¿que hacen?, a vos te convencen por todos los medios que estas in y bien y eres feliz si tienes 50 blue jeans. Entonces es la única forma de convencer a todo el mundo de que al frente de cada casa debe tener dos o tres carros parqueados y producir carros como si todo el mundo pudiese adquirirlos. (…) ¿Con que costos para el planeta se hace?, que es la nueva lectura que uno tiene que hacer, ya no pensando en los seres humanos que son afectados sino en el saqueo que se le hace al planeta. – El viejo capitalismo saqueó pueblos y autorizó el saqueo de pueblos y el saqueo de individuos obviamente. El nuevo capitalismo en la forma neoliberal autoriza, le da legalidad, le da estatuto de eticidad al saqueo del propio planeta, ¿con qué costos?, nosotros sabemos por ejemplo la destrucción de las selvas tropicales, crece a un ritmo impresionante, la destrucción de los recursos no renovables es absolutamente irracional. – Calidad de vida es que cada ser humano como individuo y como miembro de una colectividad, llamémosla familia como célula primera pues más chiquita, como conjunto de vecinos o etnia y como nación pueda ser feliz y relacionarse de una manera armoniosa y feliz con otros. – Calidad de vida es que yo pueda, no en el discurso, sentir garantizado un acceso equitativo a los bienes naturales, a los bienes de la tierra. (…) La calidad de vida es que así yo tenga que hacer fila para comer, pero que coma, que yo quiera curiosear el mundo por la lectura y pueda tener acceso a la alfabetización, calidad de vida es que yo pueda tener vestido y vivienda dignos, que yo pueda tener acceso a una salud permanente y oportuna, por eso yo sigo mostrando a Cuba como el milagro contra todas las obstinaciones humanas, el milagro de la humanidad de estos 20 siglos y básicamente en estos tres siglos de capitalismo, (…) de involución capitalista. – Uno mira cualquier mercado, (…) la mayoría de lo que produce son llamados bienes suntuarios es decir innecesario para ser feliz. Volvemos a ese aspecto que es para mí filosófico, (…) para mi calidad de vida es posibilidad de acceder a niveles de felicidad. Y yo pienso que bien vista las cosas, los niveles de felicidad van en contravía con el poseer mucho, a mucha posesión menor felicidad, la felicidad es un goce interior, una vez satisfechas ciertas necesidades básicas. Padre Ancízar Cadavid Todo ser humano tiene el derecho a la existencia, a la integridad física, a los medios indispensables y suficientes para un nivel de vida digno, especialmente en cuanto se refiere a la alimentación, al vestido, a la habitación, al descanso, a la atención médica, a los servicios sociales necesarios. De aquí el derecho a la seguridad en caso de enfermedad, de invalidez, de viudez, de vejez, de paro, y de cualquier otra eventualidad de pérdida de medios de subsistencia por circunstancias ajenas a su voluntad. Juan XXIII, Pacem in Terris La utopía de mejorar la condición humana ha empeorado la calidad de vida. El sueño del; crecimiento ilimitado ha producido el subdesarrollo de 2/3 partes de la humanidad, el desenfreno en la utilización exhaustiva de los recursos de la Tierra ha llevado al agotamiento de los sistemas vitales y a la desintegración del equilibrio ambiental. Leonardo Boff, en: Principio-tierra |
ECOLOGÍA | |
Desarrollo | – El desarrollo es un todo, es un proceso cultural, integral, rico en valores, abarca el ambiente natural, las relaciones sociales, la educación, la producción, el consumo y el bienestar. La diversidad de las formas de desarrollo responde a la especificidad de las situaciones culturales o naturales; no existe una fórmula universal. El desarrollo es endógeno; brota de las entrañas de cada sociedad, al definir sobrenaturalmente su visión del futuro, en cooperación con sociedades que comparten sus problemas y aspiraciones. Al mismo tiempo la comunidad internacional como un todo tiene la responsabilidad de garantizar las condiciones para el desarrollo auto dependiente de cada sociedad, haciendo disponibles para todos los frutos de la experiencia de los otros y ayudando a aquellos entre sus miembros que tengan necesidades. Esta es la esencia misma del nuevo orden internacional. – La coordinación de las actividades ambientales con la planificación del desarrollo exige una definición más amplia de las metas del desarrollo. Dicha redefinición debería insistir en la distribución del ingreso y del empleo, prestar mayor atención a los bienes y servicios públicos que se orientan hacía el bienestar social y dar un mayor margen a la participación política. – Estamos pues en una etapa de la humanidad en la cual la exigencia primera del desarrollo es la satisfacción de las necesidades básicas de los sectores más pobres de cada sociedad. El objetivo fundamental del "crecimiento" debe ser el mejoramiento de las condiciones de vida de estos grupos sumergidos. "Un proceso de crecimiento que sólo favorece a la minoría más rica y mantiene, y aún acrecienta las desigualdades entre los países y en el interior de los países, no es un proceso de desarrollo sino de explotación". Treinta años de experiencia han demostrado que un crecimiento económico rápido en provecho de una minoría, para luego desde aquí derramarse sobre las masas, han sido una ilusión. "Rechazamos en consecuencia la idea de crecimiento primero y justicia en la distribución de sus frutos después". Daniel Vidart, en: Filosofía ambiental El verdadero desarrollo no puede consistir en una mera acumulación de riquezas o en la mayor disponibilidad de los bienes y de los servicios, si esto se obtiene a costa del subdesarrollo de muchos, y sin la debida consideración por la dimensión social, cultural y espiritual del ser humano. Juan Pablo II, Solicitud Social (…) así en las relaciones entre las comunidades políticas, no está permitido a ninguna desarrollarse oprimiendo o atropellando a las demás. Juan XXIII, Pacem in Terris Creo que el desarrollo es el problema y no la solución. La palabra desarrollo es usada como panacea universal, con la confianza casi religiosa que lleva bienestar y libertad. Los datos demuestran que la pobreza aumenta, e incluso el diferencial entre ricos y pobres, pero te contestan que es porque las recetas de desarrollo no han sido aplicadas correctamente. Edward Goldsmith, en: De la economía ecológica al ecologismo popular En un momento en que el desarrollo de la vida económica, con tal que se le dirija y ordene de manera racional y humana, podría mitigar las desigualdades sociales, con demasiada frecuencia trae consigo un endurecimiento de ellas y a veces hasta un retroceso en las condiciones de vida de los más débiles y un desprecio de los pobres. Pablo VI, Gaudium et Spes (…) parecería que el ser humano fuese en contravía de cualquier desarrollo o sea que el pensamiento nos constituyese a nosotros capaces y como destinados a destruir todo lo que tocamos. Padre Ancizar Cadavid (…) es que nosotros no somos dependientes de Europa y del norte por subdesarrollados, sino que somos subdesarrollados por dependientes. Padre Alberto Restrepo ¿Ha muerto el desarrollo? Aún no. El supuesto básico de este concepto descansa sobre la alta valoración de la idea de progreso y de modernidad que da prioridad a la producción material y el consumo como sinónimo de calidad de vida. Hablar de desarrollo es hablar de capitalismo. Mientras más integrada esté una sociedad a la dinámica capitalista más desarrollada es. El desarrollo está más vivo que nunca, tan vivo está que ha adoptado una nueva identidad: ahora es humano y sostenible. Armando Páez, en: Del desarrollo a la ecología social – (…) se busca el máximo de beneficio con el mínimo de inversión y en el más corto plazo de tiempo posible. El ser humano, en esta práctica cultural, se entiende como un ser sobre las cosas, que dispone de ellas a su antojo, jamás como alguien que está junto con las cosas, como miembro de una comunidad más grande, planetaria y cósmica. – (…) generalmente en la tensión entre desarrollo y preservación del medio ambiente, se opta por el deterioro del medio a favor del desarrollo. No se cuestiona radicalmente el paradigma del desarrollo creciente y lineal. Este constituye el ideal-tipo para la sociedad. Además la justicia ecológica debe siempre venir acompañada de justicia social: ¿de que sirve garantizar escuela y merienda escolar a los niños de los tugurios si van a morir porque sigue viviendo en tugurios sin saneamiento básico? O propiciar el uso de gas natural para los transportes públicos si en los barrios pobres de la periferia ni siquiera pasa una línea de buses? Leonardo Boff, en: Principio-tierra – La preocupación ecológica hace que la lucha obrera no sea sólo por los salarios (intereses corporativos) sino también por una mejor calidad e vida y de trabajo, por un tipo de sociedad diferente y por un nuevo modelo de desarrollo que incluya, además del bienestar social, el bienestar de la naturaleza (bienestar colectivo). – Existe un peligro global. Se impone una salvación global. Para que sea posible es menester una revolución global o una liberación integral. La ecología quiere ser la respuesta a esta cuestión global, de vida o muerte. Leonardo Boff, en La dignidad de la tierra La mayor responsabilidad del desastre hay que atribuirla, sin vacilación, a los países industrializados y a su mido de vivir, de producir y de consumir, sistema fundado en el derroche y el uso superfluo. El Norte, que cuenta con 20 por ciento de la población mundial, consume le ochenta por ciento de todo lo que se produce en el mundo. Giacomo Panthegini, en :El gemido de la creación Nosotros no estamos contra el desarrollo, pero queremos «otro» desarrollo, otro modelo, supeditado a los valores humanos y éticos, no un modelo de desarrollo diseñado a partir de la rentabilidad del capital como valor supremo (como "dios"). Preferimos, por ejemplo, un modelo de desarrollo que dé más trabajo aunque ofrezca menos rentabilidad al capital. Y sabemos que lo que se nos dice que es imposible, no lo es en sí mismo, sino solamente bajo las actuales exigencias de ambiente de «confianza» que el capital exige para invertir. José María Vigil, en: ¿Cambio de paradigma en la teología de l liberación? |
ECOLOGÍA | |
Desarrollo | Sostenible |
A pesar de todos los puntos de vista que suscitó el "DESARROLLO SOSTENIBLE" y sin que se hubiera concretado en una práctica articuladora en ninguna parte, el capital (el poder económico y político hegemónico en el mundo) lo tomó simplemente para ubicarlo en sus discursos, pero no incide en su lógica que continúa intacta en lo devastadora. Y con éste simple hecho aniquiló la posibilidad de poner en juego, al menos lo que hubiera podido ser un referente para avanzar. Por eso consideramos necesario hoy hablar de sustentabilidad y no de desarrollo sustentable. Corporación Ecológica y Cultural Penca de Sábila Ni el desarrollo sostenido ni el ecodesarrollo se muestra muy decididos a cuestionar la lógica de desarrollo que se fundamenta en la rentabilidad económica. El resultado son soluciones tipo parche sobre esa misma estructura. Al traducirse en obras, éstas se constituyen con cuantiosas inversiones, poca mano de obra y destrucción del equilibrio ecológico, según un criterio de planificación que prevé sus beneficios para pocos años. Este corto plazo se constata en innumerables actividades productivas. El petróleo, por ejemplo, símbolo de la economía del país, tiene un tiempo de vida no mayor a los 15 años, sin embargo requiere de grandes inversiones y a lo sumo puede pretender minimizar los impactos sobre el medio ambiente y la integridad cultural de los pueblos amazónicos. En otras palabras, deteriora la diversidad de posibilidades de desarrollo con las que sí cuenta el país. El concepto de sostenibilidad –o sustentabilidad, según otras traducciones- nació en el Norte, sobre la base de "sostener" la relación desigual con el Sur. Se trata, pues, de la sustentabilidad del modelo occidental del Norte. Cecilia Cherrez, en: Filosofía ambiental | |
(…) observamos actualmente cómo los responsables organismos internacionales y los bancos multilaterales de ayuda al desarrollo económico se lanzan por la vía de la planificación ecológica y emplean el concepto de capacidad de sustentación (sólo para países pobres) como base de las nuevas políticas de «desarrollo sustentable». Joan Martínez Alier, en: De la economía ecológica al ecologismo popular El discurso del desarrollo humano sostenible responde a esta lógica: promueve un proyecto político de dominación. La retórica del "universalismo en el reconocimiento de las reivindicaciones vitales de todos" ha sido el instrumento con el que ha intentado legitimarse el neoliberalismo durante la década de 1990. Armando Páez, en: Del desarrollo a la ecología social La ecología social lucha por un desarrollo sostenido, es decir, aquel en el que se atiende a las carencias básicas de los seres humanos hoy, sin sacrificar el capital natural de la Tierra y en el que se considera también las necesidades de las generaciones futuras que tienen derechos a su satisfacción y a heredar una Tierra habitable con relaciones humanas mínimamente justas. – Necesitamos pues algo más que un desarrollo sostenido. Carecemos de una sociedad sostenida que encuentre para sí el desarrollo sostenido para las necesidades de todos. El bienestar no puede ser sólo social, tiene que ser socio-cósmico. Tiene que atender a los demás seres de la naturaleza como a las aguas, a las plantas, a los animales, a los micro-organismos, porque todos juntos constituyen la comunidad planetaria, donde estamos insertos y sin los cuales nosotros mismos no viviríamos. Leonardo Boff, en: La dignidad de la tierra |
ECOLOGÍA | |
Desarrollo | A Escala Humana |
– El desarrollo se refiere a las personas y no a los objetos. Este es el postulado básico del Desarrollo a escala Humana. – Un Desarrollo a Escala Humana, orientado en gran medida hacia la satisfacción de las necesidades humanas, exige un nuevo modelo de interpretar la realidad. Nos obliga a ver y a evaluar el mundo, las personas y sus procesos, de una manera distinta de la convencional. Del mismo modo, una teoría | |
de las necesidades humanas para el desarrollo, debe entenderse justamente en esos términos: como una teoría para el desarrollo. – El Desarrollo a escala humana no excluye metas convencionales como crecimiento económico para que todas las personas puedan tener un acceso digno a bienes y servicios. Sin embargo, la diferencia respecto de los estilos dominantes radica en concentrar las metas del desarrollo en el proceso mismo del desarrollo. En otras palabras, que las necesidades humanas fundamentales pueden comenzar a realizarse desde el comienzo y durante todo el proceso de desarrollo; o sea que la realización de las necesidades no sea la meta, sino el motor del desarrollo mismo. Ello se logra en la medida en que la estrategia de desarrollo sea capaz de estimular permanentemente la generación de satisfactores sinérgicos. – Debido a que el Desarrollo a Escala Humana está principalmente comprometido con la actualización de las necesidades humanas tanto de las generaciones presentes como futuras, fomenta un concepto de desarrollo eminentemente ecológico. Esto implica, por una parte, construir indicadores capaces de discriminar entre lo que es positivo y lo que es negativo; y, por otra, diseñar y utilizar tecnologías que se ajusten a un proceso de desarrollo verdaderamente eco-humanista que pueda garantizar la sustentabilidad de los recursos naturales para el futuro. Manfren Max-Neef, en: Desarrollo a escala humana – La índole social del hombre demuestra que el desarrollo de la persona humana y el crecimiento de la propia sociedad están mutuamente condicionados. – Todo grupo social debe tener en cuenta las necesidades y las legítimas aspiraciones de los demás grupos; más aún, debe tener muy en cuenta el bien común de toda la familia humana. Pablo VI, Gaudium et Sapes El desarrollo no se reduce al simple crecimiento económico. Para ser auténtico debe ser integral, es decir, promover a todos los hombres y a todo el hombre. Con gran exactitud ha subrayado un eminente experto: «Nosotros no aceptamos la separación de la economía de lo humano, el desarrollo de las civilizaciones en que está inscrito. Lo que cuenta para nosotros es el hombre, cada hombre, cada agrupación de hombre, hasta la humanidad entera» (15) Pablo VI, Populorum Progressio | |
Es por eso indispensable que los poderes públicos pongan empeño para que al desarrollo económico corresponda igual progreso social; y que en proporción de la eficacia de los sistemas productivos se desarrollen los servicios esenciales como la red de carreteras, los transportes, el sistema de créditos comerciales, la traída de aguas, la vivienda, , la asistencia sanitaria, la instrucción, y por fin la creación de condiciones idóneas tanto para la ida religiosa como para las expansiones creativas. Juan XXIII, Pacem in Terris |
TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN – ECOLOGÍA | |
Capitalismo – Neoliberalismo | Suponiendo, empero, que el neo-liberalismo monetarista se hubiese aplicado de manera más acorde la riqueza de pensamiento de sus creadores especialmente austriacos, su fracaso, en el contexto latinoamericano, habría sido igualmente inevitable. Esto es así al menos por tres razones. Primero, porque a pesar de poder impulsar el crecimiento económico, no es generador de desarrollo en el sentido amplio que hoy lo entendemos. Segundo, porque sus supuestos de racionalidad económica son profundamente mecanicistas e inadaptables, por lo tanto, a las condiciones de países pobres, donde la miseria no puede erradicarse como consecuencia de la liberalización de un mercado del que los pobres se encuentran, de hecho, marginados. Tercero, porque en mercados restringidos y oligopolios, donde los grupos de poder económico no se enfrentan a fuerzas capaces de limitar su comportamiento, la actividad económica se orienta con sentido especulativo, lo que deriva en resultados concentradores que son socialmente inaguantables. Manfren Max-Neef, en: Desarrollo a escala humana – A mi lo que me parece pues deprimente de esa movida de la teología del mercado es que absolutiza el dinero y lo pone como el primero y el único y el más importante valor de la existencia, entonces no hay posibilidad de relativizarse, es el dios mercado, el dios mercado lo dijo… – (…) realmente yo creo que en el capitalismo rampante (…) va ha seguir abriendo una gran brecha entre cinco mil millones de seres marginados de los beneficios de la sociedad y mil millones que se benefician del dinero, en mayor o menor grado, con 56 familias que dicen que son las que dominan la tierra. Entonces (…) hay un desequilibrio endémico, digámoslo así, y hay una (…) ruptura tan grande que los bienes y servicios se siguen multiplicando pero cada vez para una minoría. (…) Cuando a vos te dicen que en el océano tuvieron que tirar 180, 200 toneladas de leche para que no rebaje de precio ¿qué esta pasando allí?, es el dinero lo más importante, así mismo la gente les importa, ¿por qué tienen que ahogarlos? Padre Gabriel Díaz (El capitalismo), a mi me parece que ese es, como la señora que el niño le nació con la cabeza encogida pegada de los pies y no enderezaba, y le pregunto al ginecólogo que porque y le dijo señora uno no engendra los niños en un Volfwagen. Eso le pasa a este modelo, eso es modelo engendrado en Volfwagen, eso no tiene futuro porque uno de los descubrimientos de la cultura emergente y de la ciencia contemporáneas es que realidades unipolares o simples no hay, la realidad siempre es compleja. Padre Alberto Restrepo – El capitalismo descolectiviza, el capitalismo exonera al estado y yo pienso que ahí nosotros tenemos que acudir a la práctica saneándola de los socialismos reales, de la Unión Soviética por ejemplo que tenían el control desde el Estado de la economía. Yo pienso que los estados tienen que ser garantes y eficientes controladores de la economía, ¿para qué?, para que los bienes de esa parcela llamada nación alcancen a todos de una manera equitativa. – (…) un sistema que se piensa como posibilitador del beneficio de unos pocos (…) es ya de suyo perverso (…) Un sistema que filosóficamente se inicia hace unos 300 años y que en 300 años a demostrado incapacidad absoluta para resolver la situación, la búsqueda de la felicidad de la mayoría de los seres humanos. Que por el contrario a producido mayorías de empobrecidos en un sistema fracasado, es una filosofía fracasada. Padre Ancízar Cadavid De un modo difuso unas veces, de un modo más consciente otras, se siente, se palpa en la vida social la reivindicación de la igualdad entre los varios sectores de cada país y de los países o naciones entre sí. Siguen ahí las estructuras (la ONU misma, el FMI, el Banco Mundial) marginando, excluyendo, y esa misma exclusión crea una conciencia mayor de la iniquidad del sistema sociopolítico-económico que se nos ha impuesto, como exasperación, como el «no va más» del capitalismo, transnacionalizado, que hace de la sociedad humana un mercado simplemente, que proclama el derecho exclusivo de una minoría insignificante, y justifica la inmensa exclusión de la inmensa mayoría. Pedro Casaldáliga, en: Quedan los pobres y Dios Suponiendo, empero, que el neo-liberalismo monetarista se hubiese aplicado de manera más acorde la riqueza de pensamiento de sus creadores especialmente austriacos su fracaso, en el contexto latinoamericano, habría sido igualmente inevitable. Esto es así al menos por tres razones. Primero, porque a pesar de poder impulsar el crecimiento económico, no es generador de desarrollo en el sentido amplio que hoy lo entendemos. Segundo, porque sus supuestos de racionalidad económica son profundamente mecanicistas e inadaptables, por lo tanto, a las condiciones de países pobres, donde la miseria no puede erradicarse como consecuencia de la liberalización de un mercado del que los pobres se encuentran, de hecho, marginados. Tercero, porque en mercados restringidos y oligopolios, donde los grupos de poder económico no se enfrentan a fuerzas capaces de limitar su comportamiento, la actividad económica se orienta con sentido especulativo, lo que deriva en resultados concentradores que son socialmente inaguantables. Manfren Max-Neef: en: Desarrollo a escala humana Por su «lógica sistémica», el capitalismo concretamente es un modo de producción depredador (de la naturaleza humana y de la naturaleza cosmológica). La ecología cuestiona necesariamente ese sistema socioeconómico. Una política de tipo «ecocapitalista» no es capaz de resolver la cuestión ecológica (desde el punto de vista de las estructuras sociales). Eso no significa que no se puedan o incluso se deban apoyar estratégicamente medidas particulares de un estado capitalista (sobre la deforestación, leyes contra la polución, etc.). Clodovis Boff, en: Ecología: planteamiento de la cuestión En proceso actual de mundialización se hace en el cuadro capitalista, no por la vía religiosa, ético o ideológica, sino por la vía del mercado total, cuyas necesidades son atendidas por la ciencia y por la técnica (las necesidades del mercado no son generalmente las necesidades de los seres humanos). Leonardo Boff, en: La dignidad de la tierra |
TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN – ECOLOGÍA | |
Métodos de Trabajo | Investigación Acción Participación |
– La IAP pretende el conocimiento de la realidad social a partir de acciones tendientes a mejorar las condiciones de vida de los sectores populares. (…) por lo tanto la IAP tiene una opción de clase; trata de transformar la realidad trabajando con las clases populares. – Así se constituye la IAP como la metodología adecuada de una ciencia comprometida con el conocimiento y la transformación de situaciones problemáticas para los sectores populares. Ciencia, entonces, comprometida con las luchas de liberación de los sectores populares. – Lo que interesa a la I.A.P. y a quienes nos gusta aplicarla es la realidad de la vida en el campo, en la ciudad y en las veredas, con los trabajadores y campesinos, especialmente con aquellas clases sociales que han sido víctimas del desarrollo económico y social desequilibrado, injusto y desenfocado que caracteriza nuestra sociedad y formación social. Orlando Fals Borda, en: La investigación-acción, participativa, inicios y desarrollo (…) la Investigación-Acción participativa es un instrumento para ayudar a que las clases explotadas en sus luchas y a través de sus luchas, logren ese grado de conciencia. Ernesto Parra E., en: La investigación-acción, participativa, inicios y desarrollo (…) uno de los fundamentos de la I.A.P. es que, desde el instante mismo de iniciar una investigación participativa, es con el fin de cambiar, (…) tiene una parte que es subversiva y es contra las | |
viejas estructuras del estado dominante opresor, por eso es por la base. Luis Oscar Londoño, en: La investigación-acción, participativa, inicios y desarrollo – (…) la investigación participativa (IAP) está surgiendo como una manera intencional de otorgar poder a la gente para que pueda asumir acciones eficaces hacia el mejoramiento de sus condiciones de vida. Lo novedoso no es que la gente se cuestione sobre sus condiciones y busque mejores medios de actuar para su bienestar y el de su comunidad, sino el hecho de llamar a este proceso investigación y de conducirlo como una actividad intelectual. – La IAP es una forma de entregar capacidades investigativas a las gentes pobres y sometidas para que puedan transformar sus vidas por sí mismas. En la IAP las gentes mismas investigan la realidad con el fin de poder transformarla como sus activos participantes. – El fin explícito de la IAP es lograr una sociedad más justa donde no haya personas que sufran por no tener modo de satisfacer las necesidades esenciales de la vida, como alimentos, vestido, vivienda y salud; una sociedad en la que todos gocen de libertades básicas y de la dignidad humana. – La IAP opta por trabajar entre los pobres que por definición sufren la opresión y carecen de poder, pero el fin no es sólo aliviar o eliminar su pobreza mientras se mantienen dependientes y sin poder. La solución que se busca no es la del paternalismo, una clase de despotismo benevolente que provee el sustento mientras roba a sus beneficiarios de su carácter de adultos. Su finalidad consiste tanto en apoyar al oprimido para que sea autónomo, confíe en sí mismo, crea en su propia capacidad y llegue a la autodeterminación, como en apoyarlo para que llegue a ser auto-suficiente. – (…) la IAP es un trabajo profundamente educativo. La educación se entiende aquí no en el sentido de una transmisión didáctica de conocimiento, sino en el de aprender por la búsqueda y la investigación. El conocimiento vivo que resulta de esa clase de actividad se traslada directamente a la acción, ya que ha sido creado con ese propósito inicial. Peter Park, en: La investigación-acción, participativa, inicios y desarrollo |
TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN – ECOLOGÍA | |
Métodos de Trabajo | Ver, Juzgar, Actuar |
El método es el que ya el mismo Concilio Vaticano II había iniciado, aunque no lo desarrolló totalmente: partir de la realidad histórica de nuestro mundo (ver), iluminarla a la luz de la Palabra de Dios (juzgar), en orden a iniciar una nueva práctica (actuar). Estos tres momentos –ver, juzgar, actuar- constituyen como el nervio de esta reflexión teológica. Víctor Codina, en: ¿Qué es la teología de la liberación? – El método de ver, juzgar y actuar (…) se empieza en Francia, lo empieza entre otras cosas un movimiento obrero. (…) Uno podría decir: las paticas más profundas de la teología de la liberación están en Francia, ni siquiera aquí y son teólogos formados en Francia como Gustavo Gutiérrez (…) los que vienen a hablar este lenguaje, pero este lenguaje se genera en la década del 50 y es desde la iglesia oficial, son algunos obispos que le dicen a las clases obreras nosotros estamos con ustedes pero vamos a poner un método que sea creíble y le ponen método ver, juzgar y actuar. Luego cuando llega a América Latina sufre por decirlo de alguna manera, no sufre disfruta una transformación impresionante, que la traduce muy bien monseñor Leonidas Proaño el obispo de los indios de Riobamba, (…) Leonidas Proaño escribe un libro que se llama (…), Conciencia, Organización y Lucha. (…) Es una traducción bien comprometida, es que ya no es cualquier cosa, y lucha es lucha, lucha no es un eufemismo y conciencia es un proceso de educación del pueblo que implica llevar al pobre a analizar las causas ya no coyunturales, ni casuales, ni providenciales como se había dicho sino estructurales de la pobreza que esta viviendo. Lo primero que hicimos fue sacar la misa de la iglesia, la iglesia solo se usaba para los domingos cuando nos veíamos en una única misa, a eso de las diez de la mañana luego teníamos juegos todos en el parque. Todas las semanas eran distintas comunidades y era una misa muy habladita, toda precedida por una conversación larga sobre un problema, ver, juzgar, actuar. Entonces cogíamos un hecho, la comunidad presentaba varios, escogíamos uno, no el más protuberante sino el de más significación, luego juzgábamos y nos proponíamos acciones. Padre Ancízar Cadavid | |
(El ver, juzgar y actuar), Sí, todavía se usa. Pues… yo no sé si muy al pie de la letra ¿cierto?, pero se busca analizar la situación y tratar de identificar los problemas o necesidades, (…) para buscar respuestas. (…) Ahí es donde entra ya la parte de la autogestión, ya las mismas comunidades intentan resolver sus problemas. Arturo Mora (…) La metodología del ver, juzgar y actuar, lleva mucho a un mirar la realidad, un iluminar esa realidad desde la palabra de Dios para poder actuar. Hmna Gloria Amparo Giraldo (…) esos tres momentos son como tres miradas; (…) una mirada digamos como global, cuidadosa, sin emitir ningún juicio solamente (…) dejarse golpear por la realidad, dejarse impactar por ella, luego una mirada para superar la mirada ingenua y luego que vamos a hacer. Ese ver, juzgar y actuar iluminó a Golconda en el documento que sacó en el momento. Que hizo Golconda, Golconda miró la realidad del país, hizo un análisis, una mirada mejor a la situación política, económica, social, cultural y religiosa. Luego dio unos juicios, ¿porqué estamos actuando así, a qué se debe, con qué tipo de Dios estamos trabajando, qué se esta moviendo allí, qué intereses se mueven? Vamos a actuar, ahí cuando ya hablamos del actuar fue cuando Lleras Restrepo nos hizo detener, se complicó la vida, nos amenazaron. Padre Gabriel Díaz |
TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN – ECOLOGÍA | |
Métodos de Trabajo | Educación Popular |
– Se trata de convertir la práctica popular en objeto de estudio, de reflexión, de partir en la filosofía espontánea, del saber popular, para alcanzar niveles superiores del conocimiento. Es por decirlo así, un proceso de ubicación de lo popular. Es un decir del "sentido común" espontáneo para ir posibilitando la creación de un "nuevo sentido común", transformado por el proceso mismo de la "comunidad" y convertido en un nivel de conocimiento ya cualificado. | |
– (…) a pesar de todas las metástasis, a pesar de los errores que hemos cometido, queda vivo el propósito inicial de brindar a las clases desprotegidas de la sociedad aquellas herramientas intelectuales y metodológicas. Son con ellos, para ellos y de ellos. No son de los intelectuales como yo, que estamos allí por simple preocupación personal o por accidente. Se trata de una metodología del pueblo, para el pueblo y con el pueblo trabajador. – Se transforma la vieja idea de la educación popular y empieza a reconocerse que el pueblo también tiene su ciencia, que ésta no es un monopolio de los científicos académicos. – El propósito de la Investigación-Acción es dar herramientas intelectuales y de defensa de clase de aquellos que están en el polo alienado y oprimido, es decir, al pueblo. Orlando Fals Borda, en: Conocimiento y poder popular (…) la educación en todos los niveles, debe llegar a ser creadora, pues ha de anticipar el nuevo tipo de sociedad que buscamos en América Latina; debe basar sus esfuerzos en la personalización de las nuevas generaciones, profundizando la conciencia de su dignidad humana, favoreciendo su libre autodeterminación y promoviendo su sentido comunitario Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Medellín (…) han sido pioneras en lo que se llamó entonces la educación liberadora. Desde la religiosidad popular y la vida cotidiana de esas comunidades se recupera en educación popular un vivo sentido de las personas, de acompañar pacientemente niveles y procesos de grupos, vigilantes a toda manipulación, poniendo énfasis en la mística de sus militantes. Alejandro Cussianovich, en: Revista Pasos – ¿Cómo hacer el trabajo, (…) con los sectores más pobres, con respecto a lo ecológico?, el trabajo es de conciencia y así un trabajo de conciencia es un trabajo educativo, es un trabajo del campo de las ideas, es un trabajo del campo del pensamiento, es un trabajo que implica volver como en los tiempos de antes a levantar mucha cartillita popular. (…) Entonces mirá es un trabajo sobre el campo de las ideas, es un trabajo educativo, es un trabajo donde hay que apuntar a las comunidades empobrecidas a producir sus propios recursos, los recursos no se los va a mandar (…) Postobón, no se los va a mandar Pilsen esos les mandan unas cartillitas que no tienen que ver con sus procesos. | |
– (…) el colegio tiene como colegio una cosa son los individuos, y otra cosa el colegio, ya como institución tiene una conciencia de la necesidad de impulsar el trabajo ecológico y de articular todo el proyecto educativo institucional al rededor de una buena conciencia y de buen manejo técnico del cuidado de la naturaleza (…). Lo que empezó aquí adentro como una inquietud de aulas de unos poquitos que íbamos sembrando la inquietud cada día se vuelve más una pregunta más grande. Padre Ancízar Cadavid La educación popular cristiana, para la liberación, debe crear conciencia de las fuerzas que operan en un determinado contexto y conducir la acción a favor o contra ellas. Esto es educación popular. Comienza en la experiencia del pueblo en el punto en que se encuentran, y construye sucesivos niveles de conciencia, a medida que se lucha contra las fuerzas opresoras. Este enfoque de la educación en la Iglesia pide un cambio radical del conocimiento que domestica, que impone y refuerza el elitismo, el comportamiento pasivo y la propia imagen negativa de quienes son educados. Desembarazarse de los conceptos que oprimen, exige desembarazarse de las estructuras educativas que educan para la dependencia. Julio de Santa Ana, en: Desafío de los pobres a la iglesia (…) la doctrina tiene que partir de una ortopraxis, usted no puede educar con enunciados que llama de doctrina verdadera si usted no ha partido de praxis que resultan verdaderas y liberadoras. Entonces ¿yo para que tengo que educar al hombre del siglo XXI?, para que el hombre del siglo XXI sea capaz de vivir en la multiculturalidad, para que el hombre del siglo XXI sea capaz de vivir en la complejidad, para que el hombre del siglo XXI sea capaz de vivir en la dialógica, para que el hombre del siglo XXI sea capaz de vivir en la ecosofia, no hay mas tarea. Padre Alberto Restrepo |
TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN – ECOLOGÍA | |
Formas Organizativas | Organizaciones Populares |
El movimiento Sin Tierra, (…) en este momento es el movimiento más significativo para nosotros en Brasil y es un movimiento que tiene una coordinación muy conciente, muy responsable, muy clara y es también un movimiento que tiene una claridad en metodología y de educación, (…) invierte mucho en educación para sus miembros y tiene | |
también mucha autonomía local para que las personas aprendan a tomar decisiones y aprendan a caminar con sus pies, y en este sentido es el movimiento más articulado, es el movimiento que participa por ejemplo en la coordinación del Foro Social Mundial, son como 8 grandes instituciones y el, es una de esas instituciones. Padre Luiz Carlos Susin Así como Vía Campesina nos da esperanza, en todos estos países y bajo condiciones indescriptibles, hay gente que tiene el coraje de luchar por la justicia y la libertad. Eso también nos da esperanza porque enfrentan al Imperio allí donde está matando, torturando y destruyendo. Noam Chomsky, en: Cómo enfrentar al imperio En el Brasil el movimiento sin tierra está haciendo un trabajo bonito, la organización de los campesinos, la concientización, (…) el cuestionamiento al gobierno de la situación de una reforma agraria que está parada. No siempre las reformas agrarias que el gobierno presenta son verdaderas reformas agrarias, muchas veces son coberturas de reforma agraria que abastecen solo exclusivamente las élites del desarrollo más no la mayoría. Hay mucho desplazado en el Brasil, (…) muchos sin tierras. Padre Juan Gianni Había ministerios también inventados por nosotros, había ministerio de apostolados; era (…) irnos a los barrios pobres a ayudar a la gente en los trabajos populares, las niñas iban a ayudar a asear a los niños, a vestirlos, a pasiar con ellosa salir. Los muchachos iban a la construcción a ayudar a construir casitas. Había ministerio de recreación, ministerio de la cultura, ministerio de arte, ministerio de ecología –en , ese tiempo no se la llamaba ecología sino parques y arborización-. Padre Gabriel Díaz – ¿Que sucede en un sujeto que toma conciencia?, ¡ola!, es que esta pobreza me la impusieron, esto no es voluntad de Dios ni esto es una cosa natural, esto me lo colgaron a mí históricamente. Ese pobre invita a otro pobre a contarle el cuento y a llevarlo a la misma conciencia, nace la organización, es un trabajo de hormiga. Son las organizaciones que empiezan a ser (…) autónomas, y el estado a tenerles (…) horror y a perseguirlas y a fumigarlas | |
, porque es una organización bastante clandestina, (…) entonces nace con el nombre de organización femenina, ollas comunitarias, organización cooperativa, etcétera, organización de indígenas. Y luego viene la lucha que es una lucha organizada y es una lucha que muchos hacen desde estamentos legales y otros desde estamentos llamados ilegales, ¿no?, por la vía armada por ejemplo, articulando grupos de resistencia activa y otras de resistencia pasiva y otros de resistencia legal como es un sindicato, como es cualquier organización que tenga un reconocimiento del estado, o gremial. – El proceso va a ser lento, dañino y de pronto irreversible (…), porque va a haber mucha destrucción. Mira por ejemplo este movimiento que no es de Boff, que es de todo un colectivo que se hace en el Brasil, (…) y mientras tanto, mientras eso avanza, la conciencia avanza muy despacio, la deforestación del amazonía va siendo velocísima, vertiginosa. Padre Ancízar Cadavid | |
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Formas Organizativas | Organizaciones Ecologistas |
En los países ricos, hay un ecologismo mundialista, igualitarista (como el de los Verdes alemanes) pero existe también un ecologismo que nace de la consecuencia del daño a la naturaleza que la prosperidad económica causa (contaminación de los automóviles, residuos tóxicos, peligro radioactivo, etc.), y que suele tener una importancia local. Además en la historia de los países ricos, y particularmente de Alemania, el ecologismo no es políticamente unívoco: hay un ecologismo social-darwinista y hay un ecologismo igualitarista. La «izquierda» marxista tradicional prefirió fijarse más en el primero (estudiado por Bramwell, 1989) que en el segundo representado por los Verdes. En el Norte encontramos ambos, sin que por ahora predomine, afortunadamente, el ecologismo social-darwinista, mientras en el Tercer Mundo triunfará un ecologismo igualitarista que nace, no de los problemas ecológicos de la abundancia económica sino, al contrario, de la ecología de la supervivencia. Joan Martínez Alier, en: De la economía ecológica al ecologismo popular | |
Ecologistas en Acción es una confederación de ámbito estatal, fruto de la unificación de más de 300 grupos ecologistas. Forma parte del llamado ecologismo social, que entiende que los problemas medioambientales tienen su origen en un modelo de producción y consumo cada vez más globalizado, del que derivan también otros problemas sociales, y que hay que transformar si se quiere evitar la crisis ecológica. Ecologistas en Acción Quizás las acciones directas son el elemento más llamativo de Greenpeace. Audaces, espectaculares, decididas, las acciones directas forman parte de la filosofía de resistencia civil no violenta que utiliza la organización, como último recurso en su lucha por defender el ambiente. No obstante | |
ello, cada acción de protesta está respaldada y avalada por investigaciones y documentos de campaña. Greenpeace El Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales (WRM) es una red internacional de grupos ciudadanos del Sur y del Norte involucrados en esfuerzos por defender los bosques del mundo. Trabaja para asegurar la tenencia de la tierra y los medios de sobrevivencia de los y apoya sus esfuerzos para defender los bosques de la tala comercial, las represas, la minería, la explotación de petróleo, las plantaciones, las granjas camaroneras, la colonización, los asentamientos y otros proyectos que los ponen en peligro. WRM Amigos de la Tierra es una asociación ecologista que siempre se ha destacado por plantear una actitud de defensa del medioambiente, realista y constructiva, que apoya aquellas iniciativas que van surgiendo y ayudando a mejorar nuestro entorno desde la práctica y la acción. Amigos de la Tierra |
TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN – ECOLOGÍA | |
Formas organizativas | Comunidades Eclesiales de Base |
– Las Ceb’s son a una nueva iglesia y a una nueva conciencia desde lo creyente, lo que una célula guerrillera es a un gran movimiento de transformación y de revolución mundial, (…) vos no podrías lo uno sin lo otro, sino existe la macro estructura que de articulación, eso se queda perdido y si no existe la célula lo otro no crece. – Las Ceb’s involucran mucho lo que podríamos llamar teoría y una praxis liberadora. (…) No se entiende una comunidad eclesial de base por pequeña que sea, primero que no esté articulada con un conjunto más amplio -puede ser regional o subregional o del mismo sector o de una misma parroquia-, y no se entiende sin compromisos serios con lo político, (…) y normalmente no es con lo político formal sino con una política alternativa a la política establecida y a la administrada en el ejercicio del poder. – Las Ceb’s normalmente (…) no pegan en clase media, ni de ahí para arriba porque no es su interés transformar la sociedad. Las Ceb’s pelechan de una manera natural (…) en el sector donde la gente siente que la necesita. Articular aquí ecología y teología de la liberación y Ceb’s es un camino natural, es una cosa connatural que la gente empiece a entender y a actuar de acuerdo con esa comprensión que hay que cuidar el entorno que hay que ampliar esa conciencia de cuidado, (…) que hay que volverlo una lucha política más amplia. Padre Ancízar Cadavid El trabajo social que hacemos en las comunidades de base ha sido en articulación con las juntas de acción comunal y los grupos juveniles, por lo regular han sido articulados a la parroquia. Dicho proceso busca (…) un cambio, una transformación social desde pequeñas cosas, desde la pequeña organización que es la comunidad de base. Aunque cuesta, – cuesta (…) generar alternativas de cambios, cuesta que la gente se comprometa, cuesta que la gente persista, (…) que la gente se apropie de dicho proceso, eso es algo que nos falta mucho todavía aunque se ha avanzado en cosas. | |
– La idea de las comunidades es que dentro de la misma comunidad se generen propuestas, (…) ya sea de empleo, de organización, porque no se pretende trabajar sólo lo relacionado con lo pastoral, es decir, con la fe sino en el trabajo social. O sea, en las comunidades de base se busca que cada uno de sus integrantes tenga un compromiso pastoral y social, puede ser socio pastoral o pueden ser separados, pero la idea es que esté comprometida con la misma comunidad ¿cierto?, ya sea en la salud porque hay comités de salud, en la solidaridad, en la educación, en la parroquia, grupos de catequesis o cosas así articulados con la parroquia. Arturo Mora (…) son dos movimientos distintos: uno es el movimiento de las comunidades eclesiales de base y otro el movimiento sin tierra, mas se encuentran en una pastoral de conjunto. Nosotros por ejemplo… yo trabajo con la Ceb’s, comunidad eclesial de base, con la pastoral de la tierra que es otro organismo mas que se encuentra con la "práctica pastoral sociológica". Padre Juan Gianni Padre Alberto Restrepo (…) la teología de la liberación muy inteligentemente vio que si iba a proponer ese nuevo modelo, tenía que seguir esa metodología paulina de empezar con la pequeñas comunidades, entonces esas fueron las Ceb’s. (…) Como somos monecos imitadores, y en Europa la teología de la liberación europea quería hacer un diseño donde lo político se mezclara de inmediato con la liberación, entonces en América Latina esas Ceb’s no fueron capaces, -pues en un porcentaje muy grande-, de conservar su identidad cristiana y su quehacer sociopolítico conservando a la vez una autonomía frente al poder político del estado y entonces eso hizo que esas Ceb’s fueran, (…) permeadas, parasitazas por el poder político y acabaran convirtiéndose en celulitas manipulados por los poderes del establecimiento, entonces eso entra en una crisis. La teología de la liberación entiende el seguimiento de Jesucristo no como puro seguimiento personal, en el sentido de lo individual, sino como comunidad de seguidores del señor. Por esto se consideran las Comunidades Eclesiales e Base no como un simple instrumento de acción parroquial o | |
de la estrategia pastoral renovada por el Vaticano II, sino más bien, como aquellas que traducen concretamente lo que significa la evangelización de la iglesia a partir de la fe del pueblo pobre. Miguel Ángel Corral, en: Quehacer teológico en América Latina |
TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN – ECOLOGÍA | |
Ecología de la liberación | (…) hoy no se puede hablar de una teología de la liberación como 30 años atrás, tenemos que abrirnos al tema de la ecología, no entendida en la manera pequeño burguesa como se ha entendido una vez, (…) en el sentido amplio se habla de la madre tierra, ésta madre tierra en la que nosotros somos todos incluidos (…), debemos todos juntos defender ésta madre tierra que es la madre de todos. De facto los indígenas nos enseñan eso, los indígenas nos enseñan que la madre tierra tiene que ser defendida hasta la muerte. Padre Juan Gianni – (…) hay que trabajar por la gran pobre del planeta, del universo que es la tierra, yo no se si en los otros planetas le habrán dado tan duro a la casa como a esta. Pero realmente, Bush y su gobierno son capaces de firmar esos acuerdos internacionales para respetar la tierra y en estos momentos multitud de buldózeres inmensos, japoneses están derruyendo selva, selva amazónica, tranquilamente, pagan impuestos y ya. – (…) nosotros crecimos en un ambiente en donde se desprecia al animal y se desprecia la tierra, e inclusive no se desprecia la tierra sino que se le saca el máximo de provecho, nada más, pero no se le considera la madre de los vivientes la Pacha Mama. Me fui a Bolivia a un taller sobre construcción comunitaria de vivienda, (…) y cuando estábamos inaugurando las viviendas, (…) un poquito de vino para brindar por la casita nueva, y los indios se desaparecieron ¿sabe porque?, ¿se imaginan?, ¿donde están los indígenas?, y me dijo uno vaya fíjese lo que están haciendo, arrodilladitos en la tierra dándole, dándole un poquito de vino a la tierra para que ella brinde primero porque es la madre de los vivientes, eso es lo lindo, emocionante y yo fui y los abrace. Padre Gabriel Díaz La conciencia del cosmos es el hombre, el dinamismo inagotable del cosmos y del hombre que nunca deja estar el cosmos y el hombre contra la pared, es Dios. Lo de Pablo, en Dios vivimos, nos movemos y existimos. Ojo, no es un panteísmo, no es que Dios es el mundo, no es que el mundo es Dios, no es que el hombre es Dios y el mundo sino que son las polaridades de lo real. Pan en teismo, podría ser (…) otra buena forma. Padre Alberto Restrepo – (…) hay unas culturas que son depredadoras y que lo invadieron y permearon todo (…) es la primera lección que a mí me enseñan de teología profunda, las teologías indígenas en la parte amazónica, ellos dicen (…) el aire, el agua y la tierra no pueden ser propiedad privada porque eso lo necesita todo ser humano para sobrevivir. – Aquí no sería antropocentrismo versus naturaleza, ni naturaleza versus el ser humano. No, es que somos la misma aldea y nos correspondemos, nos complicamos mutuamente. Yo no puedo ser ni un sólo día sin éste planeta, no. Pero yo soy con otros que tienen los mismos derechos que yo. Padre Ancizar Cadavid Con la emergencia de la pluralidad de nuevas cosas, sobretodo las mujeres que empezaron a hablar de una sensibilidad de mujer para la realidad, es una sensibilidad naturalmente ecológica que tiene un cuerpo más ecológico. El vientre, el seno materno, la experiencia de la nutrición, todo eso y la experiencia doméstica también, todo eso da una experiencia más ecológica entonces el ecofeminismo es muy importante. – Prácticamente en los encuentros denominados de paz los encuentros ínter eclesiales todos esos, en la celebraciones para desarrollar la sensibilidad todo se hace en una dirección ecológica y también en cursos de formación, por ejemplo, para una economía alternativa en las áreas informales, en los barrios. Siempre está este cuidado ecológico en una economía alternativa. Padre Luiz Carlos Susin Diversas circunstancias han hecho que las distintas aproximaciones a la ecología social se desarrollaran por una opción preferencial hacia los sectores populares. Si bien este énfasis no excluye a otros sectores, se explica porque los sectores mayoritarios de nuestras sociedades están empobrecidos. Ellos son los que más han sufrido los estilos de desarrollo depredadores, extractivos y desiguales que desde afuera se han importado a Latinoamérica. Más del 42 % de la población latinoamericana vive en condiciones de pobreza. Pero, a pesar de todo, son ellos, en muchos sitios, los depositarios de las más antiguas tradiciones indígenas, y en otros, los generadores de nuevos conocimientos, de cómo relacionarse con los ecosistemas autóctonos. Y finalmente, en ellos se han generado en muchos casos, la convocatoria, el vigor. La constancia, y la representatividad necesaria como para que cualquier ensayo alternativo puede fructificar. Es entonces entre esos sectores que parece abrirse los caminos más prometedores para un cambio en los estilos de relaciones. Eduardo Gudynas y Graciela Evia, en: Ecología social Ser ecólogo es, antes que preocuparse por la contaminación del mar o de la atmósfera, interesarse por la suerte misma del hombre. Jacques Yves Cousteau, en: ¿Crisis ecológica ? Yo pienso que (…) nosotros hemos trabajado (las Ceb’s) únicamente concientización, o sea formar a la gente a que tenga cuidado con el manejo de desperdicios, manejo del agua, las aguas residuales, el cuidado con las plantas, con el bosque, con la quema, (…) con los pequeños cañitos de no contaminarlos, el manejo de los desperdicios, de los residuos en la casa y el mismo reciclaje. Arturo Mora – La integración del ser humano con la naturaleza supone una armonización con ella, capaz de compasión, porque la tierra no está fuera de nosotros, sino dentro de cada uno, como la Gran Madre. Al agredir a la Naturaleza estamos agrediendo arquetipos de nosotros mismos. Por eso todo opresor se reprime a sí mismo. Para oprimir al otro, para reducir al otro a la condición de cosa, tiene que recalcar en sí mismo la dimensión de la humanidad. Tiene que hacer como hacía el esclavista: no hablaba de esclavo como de un ser humano, sino como un objeto, porque sólo un objeto puede maltratarse, venderse y comprarse. – No sólo deben ser liberados los oprimidos, sino también todos los seres humanos. Todos vivimos esclavizados por un sistema que nos hace enemigos de la naturaleza. No sólo están gritando los pobres; también la Tierra está gritando contra nuestros sistemáticos ataques. – La Teología de la Liberación insta a la recuperación del carácter sagrado de la Tierra y al respeto de las tradiciones espirituales de las culturas oprimidas, quienes, en general, honran a la Tierra como a la Gran Madre. Leonardo Boff, en: La globalización vista por un teólogo – El ser humano, en las diversas culturas y fases históricas, reveló una intuición segura: pertenecemos a la Tierra; somos hijos e hijas de la Tierra; somos Tierra. De ahí que hombre venga de humus. Venimos de la Tierra y volveremos a la Tierra. La Tierra no está frente a nosotros como algo distinto de nosotros mismos. Tenemos la Tierra dentro de nosotros. Somos la propia Tierra que en su evolución llegó al estadio de sentimiento, de comprensión, de voluntad, de responsabilidad y de veneración. En una palabra: somos la Tierra en su momento de auto-realización y de autoconsciencia. Inicialmente, pues, no hay distancia entre nosotros y la Tierra. Formamos una misma realidad compleja, diversa y única. – (…) sentirse Tierra es percibirse dentro de una compleja humanidad de otros hijos e hijas de la Tierra. La Tierra no nos produce tan sólo a nosotros, los seres humanos. Produce la miríada de microorganismos que componen 90 % de toda la red de la vida, los insectos que constituyen la biomasa más importante de la biodiversidad. Produce las aguas, la capa verde con la infinita diversidad de plantas, flores y frutos. Produce la diversidad incontable de seres vivos, animales, pájaros y peces, nuestros compañeros dentro de la unidad sagrada de la vida, porque en todos están presentes los 20 aminoácidos que entran en la composición de la vida. Para todos produce las condiciones de subsistencia, de evolución y de alimentación, en el suelo, en el subsuelo y en el aire. Tierra es sumergirse en la comunidad terrenal, en el mundo de los hermanos 6.000 años antes de nuestra era, cuando era todavía una tierra verde, rica y fértil pasando por toda la cuenca del Mediterráneo, por la India y por la China, donde predominaban las divinidades femeninas, la Gran Madre Negra y la Madre-Reina. La espiritualidad era de una profunda unión cósmica y de una conexión orgánica con todos los elementos como expresión del Todo. Leonardo Boff, en:¿Qué significa ser y sentirse tierra? – La Ecología de la Liberación (…) avanza en cuatro vertientes de la Ecología: Ecología ambiental, que estudia la degradación del medio ambiente; Ecología social, donde se intenta demostrar que "la pobreza y la injusticia son agresiones ecológicas al ser más complejo y singular de la creación, que es el ser humano". Más adelante, aborda la "Ecología Mental", "así llamada porque la fuente del desequilibrio está en la mente humana, en arquetipos mal conocidos, en agresiones como el antropocentrismo, esa concepción que pone al Hombre en el centro del mundo dejando la Naturaleza apenas al servicio del ser humano. Son estructuras mentales que han sido reforzadas por el judeo-cristianismo. Creced y multiplicaos, dominad la Tierra, intimidad a los animales, las aves y los peces, según la expresión bíblica que, desde el punto de vista de hoy, es profundamente antiecológica". Leonardo Boff, en: Hacia una sociedad mundial – (…) una nueva democracia popular, societaria con una ciudadanía plena para todos. Apuesto a esto. Propongo una democracia socio-cósmica y ecológica. Una democracia que viene de abajo, que incorpora la dimensión religiosa como estructura objetiva del ser humano, ya que el pueblo es pobre y religioso a la vez y, además, tiene un deseo enorme de participación. – Hasta ahora había historias suizas, brasileras, argentinas, etc. Ahora comienza la historia de la familia humana, con una casa común que es la tierra. Que debe convivir en la diversidad y que integra esa diversidad no como decadencia sino como riqueza. En cuanto a la dimensión ecológica de este tipo de democracia, implica la superación de nuestro etnocentrismo. Porque ahora los grandes contratos y consensos sociales estaban únicamente centrados en la persona humana. Sin embargo, hay que centrarlos en la cadena de vida. Que es única y sagrada. Incorporar a ese contrato social todo el sistema de la vida, los microorganismos, las plantas y animales y entenderlos, a todos, como nuevos ciudadanos de este planeta vivo. No hay que olvidar que todos ellos son mucho más viejos que el hombre, exigen todo nuestro respeto y merecen continuar a vivir. – El futuro no lo tiene el cristianismo, sino la tierra y la humanidad. Entendiendo que el cristianismo como otras religiones que guardan la llama sagrada de Dios, ayudan a preservar el futuro. Pero el centro, insisto, no es el cristianismo. Es la creación buena de Dios. – La globalización tiene que ver con la historia de la propia Tierra como planeta. Cada vez gana más adhesión en la conciencia colectiva la idea de que la Tierra es un superorganismo vivo que tiene billones de años de evolución y de historia. Leonardo Boff, en: A 500 años de la conquista de Brasil – La globalización se inserta dentro de esta perspectiva universal. Por que trae consigo una conciencia planetaria. Tenemos únicamente este planeta para vivir. Debemos cuidar de él como cuidamos de nuestras casas y de nuestros cuerpos. Estamos todos amenazados ya sea por el arsenal de armas nucleares y químicas construidas y almacenadas que pueden destruir la biosfera, ya sea por la sistemática agresión a los ecosistemas que ponen en riesgo el futuro del planeta Tierra. Esta vez no habrá un Arca de Noé que salve a algunos y deje perecer a los demás. O nos salvamos todos: biosfera y humanos o pareceremos todos. – El fenómeno de la globalización y de su correspondiente conciencia planetaria darán origen a otro paradigma civilizacional. Dicho paradigma se caracterizará por un nuevo modo de relacionarse con la naturaleza y los pueblos, por una nueva forma de producción, por una redefinición de la subjetividad humana y del trabajo. En la medida que crece la conciencia planetaria crece también la convicción de que los recursos no renovables están agotándose y el equilibrio físico-químico del Planeta está profundamente afectado. O cambiamos de patrón de comportamiento con la naturaleza o vamos al encuentro de lo peor. Por eso la sociedad del Siglo XXI consumirá con más responsabilidad y respetará a la naturaleza. El desarrollo se hará con la naturaleza y no contra ella o a costa de ella como sucede hasta ahora. Leonardo Boff, en: Teología de la liberación y globalización – (…) el efecto mariposa. Él es una derivación de la física cuántica que nos enseña: todo tiene que ver con todo y somos todos inter-retrodependientes. Por eso cada individuo es un eslabón de la inmensa corriente de energía y de vida y cuenta mucho. El efecto mariposa representa una concreción de este principio. Fue identificado en 1960 por los que hacen previsiones meteorológicas. En ese campo como en otros funcionan sistemas caóticos, quiere decir, sistemas en los cuales domina la imprevisibilidad. Como un todo, tales sistemas también están sometidos a leyes matemáticas factibles de descripción; mas su comportamiento concreto no puede ser previsto. Pequeñas modificaciones pueden ocasionar grandes cambios. Entonces se dice: "Si una mariposa en Hong Kong bate sus alas, puede provocar una tempestad en Nueva York". Leonardo Boff, en: La esperanza posible en el 2002 – (…) importa que caminemos en dirección de una democracia ecológico-social planetaria. La democracia puede y debe ser vivida en todas las instancias donde las personas se relacionan: en la familia, en la escuela, en las asociaciones de la sociedad civil, en las iglesias y en la propia sociedad. – En la democracia social deben realizarse las exigencias de una ecología social. La agresión que se hace al ser humano a causa de la explotación de su fuerza de trabajo y de las condiciones de vida a la que está sometido representa una agresión a la naturaleza. El ser de la creación al que menos se le hace justicia. No son las ballenas, o el oso panda de China, sino los pobres del mundo, condenados a morir antes de tiempo, o los pueblos en extinción, como los caiapós y los yanomanis del Brasil, entre otros. De allí la razón impostergable de la opción por los pobres. En una perspectiva de la ecología social, esta opción incluye también una opción por las especies más amenazadas de exterminio (solamente en la Amazonía están amenazadas 50.000 especies hasta el final del milenio). – En esta democracia ecológica-social, ciudadanos no son solamente los humanos, sino todos los seres que componen el mundo humano-social. La democracia se abre entonces hacia una biocracia hacia una cosmocracia. Por tanto, todos los seres de la naturaleza son ciudadanos sujetos de derechos, de respeto y veneración. De ello deriva una exigencia política de una educación ecológica, que inicie a los seres humanos a convivir con sus hermanos y hermanas cósmicos en una misma sociedad. El día en que prevalezca esta democracia ecológico-social planetaria se habrán creado las condiciones para la alianza de fraternidad con la naturaleza. – (…) se debe redefinir el sentido de la política y la economía. Política tiene que ver con la convivencia humana, la búsqueda y la realización del bien común. El bien común, hoy, no es sólo humano. Es bien común de toda la naturaleza. Incluye el derecho al futuro que todos los seres deben tener. Más que una técnica del poder, es un arte sinergética de crear continuamente convergencias en la diversidad, el arte de hacer posible lo imposible. Es la práctica amorosa de la creación de las condiciones de vida y dignidad para todos los seres. Leonardo Boff, en: Un nuevo orden ecológico mundial – No vivimos simplemente en la tierra. Somos la tierra que anda, como decía el poeta cantante argentino Atahualpa Yupanqui. Somos la tierra que piensa, la Tierra que ama, la Tierra que sueña y la tierra que reza. Somos hijos e hijas de la Tierra. – Lentamente estamos descubriendo que el valor supremo es asegurar la persistencia del Planeta Tierra, la herencia que el universo y Dios nos han entregado para cuidar y perfeccionar, y es también garantizar las condiciones para que se realice la especie humana y cada uno de los miembros de la manera más colectiva y solidaria posible. – A partir de esta preocupación ética de responsabilidad para con la creación, la ecología dejó su primer estadio en la forma de movimiento verde o de protección y de conservación de especies en extinción. Se transformó en una crítica radical del tipo de civilización que construimos. Este tipo de civilización es altamente energívoro y desestructurador de todos los ecosistemas. En este sentido es como el argumento ecológico es siempre evocado en todas las cuestiones que conciernen a la calidad de vida, a la vida humana en el mundo y a la salvaguarda o amenaza de la totalidad planetaria o cosmológica. – (…) la ecología mental apenas alivia la tensión o crea un nuevo horizonte de experiencia par con el mundo? Genera una nueva alianza o apenas fortalece la tregua con la naturaleza, dejando coger fuerza a la mentalidad de posesión, de dominio y de exclusión en relación con los demás humanos y la naturaleza? Aquí es donde se decide el sentido libertario de la preocupación ecológica. – Por tanto se impone la tarea de ecologizar todo lo que hacemos y pensamos, rechazar los conceptos cerrados, desconfiar de las causalidades unidireccionales, proponerse ser inclusivo contra todas las disyunciones, holístico contra todos los reduccionismos, complejo contra todas las simplificaciones. – (…) el discurso ecológico. Esta visión sostiene que el universo está constituido por una inmensa tela de relaciones, de tal forma que cada uno vive por el otro, para el otro y con el otro; que el ser humano es un nudo de relaciones orientadas hacia todas las direcciones; y que la propia Divinidad se revela como la Realidad panrelacional. Leonardo Boff, en: Principio-Tierra – La ecología no es un lujo de los ricos ni una preocupación solo de grupos ecologistas o de los Verde con sus respectivos partidos. La cuestión ecológica remite a un nuevo nivel de conciencia mundial: la importancia de la Tierra como un todo, el bien común como bien de las personas, de las sociedades y del conjunto de los seres de la naturaleza, el riesgo apocalíptico que pesa sobre todo lo creado. El ser humano puede ser tanto ángel de la guarda cono Satanás de la Tierra. La tierra sangra, especialmente en su ser más singular, el oprimido, el marginado y el excluido, pues todos ellos componen las grandes mayorías del planeta. A partir de ellos debemos pensar el equilibrio universal y el nuevo orden ecológico mundial. – El equivoco de los ricos es tradicional, por el hecho de pensar sólo en sí mismos y de no mantener la perspectiva holística englobando a todo y a todos. Ellos son ambientalistas: cuanto menos gente haya en el ambiente, tanto mejor, pues los hombre contaminan y destruyen. O son sólo conservacionistas: quieren conservar en reservas las especies vegetales y animales amenazadas. En estas reservas vale el comportamiento ecológico, fuera de ahí continúa el salvajismo del hombre moderno rapiñador. Como se ve, se trata de una visión colectiva egoísta e interesada, que no merece el nombre de ecología, porque no es inclusiva, especialmente del ser más complejo y también más responsable de la creación, el ser humano. – (…) junto con la justicia ecológica –el respeto a los otros seres y a su derecho a continuar existiendo- debe estar siempre la justicia social, el respeto y la veneración por los seres humanos y la superación de las opresiones que se dan en las relaciones sociales. – (…) la ecología integral, parte de una nueva visión de la Tierra. Es la visión inaugurada por los astronautas a partir de los años sesenta cuando se lanzaron al espacio las primeras naves tripuladas. Ellos ven la Tierra desde fuera de la Tierra. Desde allí, desde su nave espacial o desde la luna, como testificaron varios de ellos, la Tierra aparece como un resplandeciente planeta azul-blanco que cabe en la palma de la mano y que puede ocultarse con el pulgar humano. Desde aquella distancia, se borran las diferencias entre ricos y pobres, occidentales y orientales, neoliberales y socialistas. Todos somos humanos. – El pan-en-teísmo nos permite abrazar el universo con sumo afecto porque abrazamos al propio Dios-Trinidad. De esta experiencia nace una nueva espiritualidad integradora, holística, capaz de unir el cielo con la tierra. – Ella, la Tierra, es, según notables científicos, un superorganismo vivo, denominado Gaia, con precisiones refinadísimas de elementos físico-químicos y auto-organizables que solamente un ser vivo puede tener. Nosotros, seres humanos, podemos ser el Satanás de la Tierra como podemos ser su ángel de la guarda bueno. Somos corresponsables del destino de nuestro planeta, de nuestra biofera, de nuestro equilibrio social y planetario. Leonardo Boff, en La dignidad de la tierra – Se viene proponiendo como salida del desarrollo sostenible que pretende responder a las necesidades y aspiraciones del presente, sin comprometer las posibilidades de atenderlas en el futuro. Se quiere así conjugar el crecimiento económico con los límites ecológicos. Frente a esta propuesta, tenemos que preguntarnos si son legítimas todas estas aspiraciones y quién paga los costos de dicho desarrollo; y además para quién se destinan sus beneficios. No puede ser un desarrollo que privilegia minorías en detrimento de las grandes mayorías empobrecidas del mundo. – Aprender de los pobres a vivir en sobriedad y a compartir y valorar la sabiduría de los pueblos indígenas en cuanto a la preservación de la naturaleza como ambiente de vida para todos. Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Santo Domingo El problema del hambre y de la pobreza ha dejado de ser –en realidad lo ha sido siempre- sólo un problema moral o social, para convertirse también en un grave problema medioambiental. La pobreza es producto de un acceso desigual de los individuos a los recursos imprescindibles para la vida. La tierra, por ejemplo, que sigue siendo el medio principal de subsistencia para casi tres cuartas partes de la humanidad, está mal repartida, concentrada en pocas manos, y su cultivo, al menos el de la más fértil, orientado hacia la producción comercial de alimentos. – (…) la teología de la tierra no es una teología de la naturaleza o de la creación, sino una teología de lucha social. – La salvación unifica la materia y lo espiritual, y anticipa en el presente la justicia y el bienestar del pobre: tierra sana para los empobrecidos de la tierra. La liberación del pobre implica la liberación de la tierra. – Profundizar la comprensión del pecado y de la fidelidad por medio de la incorporación de relaciones no sólo entre los seres humanos, sino de humanos con la tierra. De esta manera, el pecado y la fidelidad no se relacionan sólo con las personas, son también con el orden natural. Esto requiere que la preocupación por la justicia sea, al mismo tiempo, la preocupación por el medio ambiente. El pecado significa limitar las posibilidades para que los pobres vivan, tanto por impedirles poseer la tierra como por destruirla. Por eso, luchar contra el pecado significa liberar la tierra de la opresión, establecer la libertad para la vida y mantener un profundo respeto por la tierra misma. Roy H. May, en: Revista Pasos – Plantear la cuestión de la ecología sin ver su contexto social es quedarse en el ambientalismo o conservacionismo. Es necesario plantear la cuestión del sistema social, y particularmente del «control de los medios de producción» (que pueden ser también los grandes «medios de destrucción» ecológica). Hay pues una necesaria «ecología social» y una indispensable consideración económica (infraestructural) de la ecología. Ese es un punto que frecuentemente se deja en la sombra. Sin embargo, son los dueños de los grandes medios de producción los que son potencialmente los mayores agentes de contaminación. – El enfoque correcto para tratar de la cuestión social de la ecología es a partir de los pobres, pues, es en ellos donde la vida, en su expresión más alta (humana, moral y espiritual), se encuentra más amenazada. Más que seres contaminantes, los pobres son las víctimas del desastre ecológico, porque tienen menos medios de defenderse Clodovis Boff, en: Ecología: planteamiento de la cuestión – Si bien la responsabilidad por el actual estado de deterioro de la Creación, la comparten todos los seres humanos, unos tienen más culpa que otros, puesto que los pobres se ven precisados a intervenir en los pocos rodales de vegetación que les queda para complementar siembras inadecuadas, presionar sobre los bosques para obtener leña o invadir tierras cenagosas e inapropiadas para cualquier tipo de cultivo, de igual manera laderas de montaña o terrenos semejantes; pero lo hacen en función de su propia miseria y quienes han tenido la oportunidad de conocer la lesionalidad de los sistemas ecológicos no han llegado a ellos a tiempo con sus advertencias. En cambio más pecan aquellos que en la búsqueda del lucro y el enriquecimiento, talan los bosques, contaminan las agua, fomentan el monocultivo, tipo banano, cacao, café, camarones, no en orden a una distribución justa de los productos de la Creación, sino únicamente con el propósito de generar una involución de lo que es vida en el duro metal del dinero. – (…) paz, justicia y conservación de la Creación son tres temas absolutamente ligados, que no podrán apartarse para ser tratados individualmente so pena de caer nuevamente en el reduccionismo y no conseguir la armonía de la persona con su Creador y con la naturaleza. Vladimir Serrano, en: Teología de la ecología La experiencia de Dios, su acción en medio de nosotros, la tenemos mediante la tierra, al trabajarla, al cuidarla, al cosecharla, al celebrarla, al defenderla, al luchar por ella, al defender nuestros derechos, al ser incluso encarcelados por su causa, al retomarla para que vuelva a darnos vida, al liberarla del Monstruo Destructor y liberarnos. CENAMI, en: Apuntes para una teología de la tierra – Descubrir, analizar y profundizar cómo se relaciona la fe con la vida y las luchas de la gente del campo; mostrar cuáles son los desafíos, e interpelaciones que le presenta a la pastoral y a la misión de la iglesia de Jesucristo y, a su vez, qué influencia o contribución puede tener la fe cristiana en el contexto de la lucha por la tierra. – La teología de la tierra pretende dar respuesta a la pregunta: ¿como puede la fe de la iglesia (pueblo de Dios), en el seno de la realidad agraria, ser libertadora, transformadora, al mismo tiempo en que estamos concientes de que vivimos en una situación de injusticia y opresión institucionalizada? Ferro Medina, en: Apuntes para una teología de la tierra (…) la teología, más que estar llamada a reafirmar el señorío del hombre sobre el mundo –cosa que ha venido haciendo señaladamente desde la época bíblica en adelante- se ve interpelada a definir y precisar el sentido y los límites de dicho señorío, en el marco de una visión geocéntrica y cristocéntrica de la realidad. Giacomo Panthegini, en: El gemido de la creación Cuando se tale el último árbol, se envenene el último río y se muera el último pez, ustedes entenderán que el dinero no se come. José Miguel Tapirapé, en: Indígenas: En lucha por la supervivencia |
El capital a lo largo de su historia y en cualquiera de sus formas: mercantil, financiero, transnacional, industrial, etcétera, ha tenido como único fin la acumulación, y ésta, se presenta siempre en una escala cada vez más amplia. Ante esta lógica de producción en la que no es tenido en cuenta sino el fin pretendido, y no los medios ni las consecuencias que conlleve, el capitalismo se convierte en la principal amenaza del planeta tierra. Y esta amenaza se hace visible en tres aspectos, este modelo económico: depreda, excluye e impone.
Es depredador en cuanto a que las exigencias del mercado, incitan a las grandes empresas a extraer de manera indiscriminada recursos minerales, fauna y flora, sin que medie una preservación del equilibrio regional y mucho menos mundial. Producto de la revolución industrial, sobreviene una fiebre consumista que exige la obtención de gran cantidad de recursos, los cuales son extraídos prioritariamente de los países del hemisferio sur. Para ello, el capital trasnacional implementa mecanismos de comercio desiguales, en los que el país exportador de materias primas vende a precios muy bajos sus productos, pero con altos costos en recursos humanos y materiales. Las cifras al respecto son muy claras, por ejemplo: El 80% de la energía producida en el mundo es absorbida por los países industrializados. En los países ricos el promedio de autos por cada mil habitantes es de 580 (en los cuales circula sólo un usuario por auto), mientras que en los pobres es de 10. Anualmente se gasta en EEUU y Europa, 17.000 millones de dólares en alimentación de animales domésticos, y solamente en EEUU se destinan 8.000 millones en el consumo de cosméticos. Anualmente es deforestada una porción de selva equivalente a la mitad del territorio europeo, así mismo la tasa de deforestación en los países del sur de América aumenta en 10% cada año. Este nivel de consumo convierte a los países ricos en los principales productores de gases tóxicos y desechos sólidos en todo el mundo, los cuales la mayoría de las veces van a parar a países subdesarrollados y al mar.
Es excluyente porque se basa en el despojo. Contrariamente a los niveles de consumo de los países del primer mundo, los del tercero ven como sus recursos son enajenados sin una justa retribución. Mientras en 1820 el 20% más rico ganaba 3 veces más que el 20% más pobre, en 1997 el 20% más rico ganaba 74 veces más que el 20% más pobre. 1.442 millones de personas en el mundo viven por debajo de los niveles de pobreza, es decir, el 25% de la población total. 1.000 millones no cuentan con agua potable. 200 millones de niños, menores de cinco años, están desnutridos y 11 millones mueren al año por esta razón. En el Sur, hay un promedio de un médico por cada 6.000 personas, mientras que en el Norte es uno por cada 350 personas. En los países pobres, 842 millones de adultos son analfabetas y 110 millones de niños en edad escolar no asisten a la escuela, 766 millones no cuentan con servicios de salud, 507 millones tienen una esperanza de vida de tan sólo 40 años de edad. 1.300 millones de personas tienen menos de un dólar por día para vivir: 110 millones en América, 970 millones en Asia, 200 millones en África. Las tres personas más ricas del mundo tienen activos que superan el PIB combinado de los 48 países menos adelantados.
Por otro lado, el proceso de industrialización ha dejado sin empleo a infinidad de seres humanos que para poder sobrevivir se ven abocados, en el mejor de los casos, a vender su fuerza de trabajo por salarios de hambre. Esto sin contar el aumento de la prostitución, la delincuencia o la mendicidad. Producto de ello, y sumado al incremento sin límites de la tasa de natalidad en el hemisferio sur, presenciamos hoy una de las mas alarmantes olas migratorias en la historia; millones de africanos, asiáticos y latinoamericanos salen anualmente de sus países con el único fin de poder obtener algunos recursos para proveer a sus familias los recursos mínimos de subsistencia. Dicho proceso trae consecuencias no sólo en el aspecto económico, sino también en lo social; un alto porcentaje de los emigrantes son ocupados en oficios degradantes (prostitución, tráfico de drogas, delincuencia), o que representan graves daños a la salud (jornadas de 16 horas en promedio y bajo ambientes insalubres). Pareciera entonces que las materias primas como el carbón, el petróleo, el café o el banano, han dejado de ser los principales productos de exportación de nuestros países, y ahora ocuparan este lugar los "nuevos esclavos".
Es impositivo. Para perpetuar esta situación, el capital transnacional se vale de instituciones que diseñan e implementan políticas injustas. Tal es el caso del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. A través de dichas entidades, los países industrializados controlan el flujo del dinero en todo el mundo y por otro lado determinan las políticas monetarias que deben seguir los países que no cuentan con recursos suficientes para lograr un desarrollo autónomo. La deuda externa es una significativa prueba de ello, y es que para los países deudores resulta casi imposible conseguir alguna tasa de crecimiento a nivel social, cuando gran parte de su ingreso nacional se diluye en amortizar compromisos financieros. El 60% de los países del tercer mundo destinan en promedio el 35% de sus exportaciones para el pago de servicio de la deuda y entre 10 y 15% del PIB en pago y amortización. Casos como el de Argelia, Côte d’Ivoire, El Congo, Burundi, Nicaragua y Uganda, el promedio alcanza el 45% de sus exportaciones. Lo más preocupante de esta situación es que para poder cumplir con sus compromisos, los deudores se ven abocados a solicitar nuevos préstamos con lo que la deuda se convierte en impagable, en palabras del Teólogo Leonardo Boff, deja de ser una deuda externa para convertirse en deuda eterna.
Lo que se pone en duda entonces es el modelo de desarrollo que se ha querido universalizar desde los grandes centros de poder. La idea según la cual el crecimiento de unos conllevaría al inevitable desarrollo de otros está muerta pero sigue insepulta. Cada vez es más claro que no basta con producir a un nivel mayor, sino se distribuye mejor. En consecuencia, es prioritario destruir el mito de la calidad de vida basada en el tener y no en el ser. Por calidad de vida se debe entender, el cubrir las necesidades no sólo básicas, sino necesarias de cada grupo humano, las cuales si bien tienen elementos comunes: vivienda, alimentación, salud, etcétera, debe abarcar también, aquellas que le son propias al hombre como ser social: educación, recreación, libertad de pensamiento, respeto por los derechos humanos y por sus creencias religiosas.
No es posible seguir pensando a los hombres y mujeres del planeta como simples compradores de bienes y servicios, olvidando que somos seres multidimensionales, pluriculturales y multiétnicos. Si se olvidan estos tres aspectos, no podremos esperar jamás que el sueño de una aldea global llegue a buen término. Como lo afirma la Ong Convergencia de Organismos Civiles por la Democracia: Si las naciones ricas quieren progreso, ¿por qué no establecen reglas justas para el comercio mundial, eliminando las restricciones y las prácticas comerciales que degradan los precios de los productos que las naciones pobres exportan? Si quieren paz, ¿por qué no acaban con la carrera armamentista, que consume anualmente 800 mil millones de dólares y dejan de exportar armas hacia los países del Tercer Mundo? Si quieren el fin de las drogas, ¿por qué no erradican los paraísos fiscales, donde el dinero sucio es lavado por los "honrados" banqueros del Primer Mundo, y prohíben que el éter y la acetona sean exportados de Estados Unidos a los fabricantes?
En torno a este propósito se han venido adelantando un sinnúmero de encuentros a nivel mundial, con la participación de países que hasta hoy habían sido excluidos de las discusiones sobre desarrollo. En la ciudad de Porto Alegre, por ejemplo, se viene adelantando anualmente el Foro Social Mundial, instancia en la que participan más de 120 países de todo el mundo y en la que un nuevo modelo de desarrollo va tomando fuerza. El principal punto de discusión consiste en que no es viable para el tercer mundo emprender un camino hacia el progreso económico sino se rompe con la historia de dependencia que lo ha encadenado hasta el momento. Sobre esta base, no ven con buenos ojos la propuesta de un desarrollo sostenible elaborada desde los países industrializados, dado que ésta se fundamenta en la necesidad de conservar para las futuras generaciones los recursos que le serían indispensable para la supervivencia, sin tener en cuenta las carencias y las desigualdades de las presentes.
La teoría de un desarrollo sostenible ha venido siendo impulsada principalmente por instituciones como la ONU y el BM, las cuales sostienen que el problema ecológico se resuelve con la reducción del número de pobres, causantes del deterioro ambiental dado su alto grado de reproducción y el desgaste de recursos primarios derivado de ello. En contraposición, se sostiene que las comunidades empobrecidas son victimas y no victimarias, y que por tanto, "el problema no es la pobreza, (…) y la solución reducir el incremento de habitantes potencialmente pobres. El problema es la desigualdad generada por el sistema de acumulación capitalista, y la solución, modificar los hábitos consumistas del Norte, redistribuir los recursos naturales, técnicos y financieros, y fomentar el desarrollo autosuficiente y no dependiente de los países del sur".
En este sentido, la preocupación por el medio ambiente ha comenzado una nueva etapa. Los alarmantes índices de pobreza que se presentan en la gran mayoría de los países del mundo, después de 200 años de economía capitalista, obligan un replanteamiento del modelo de desarrollo y del concepto de calidad de vida impuestos hasta el momento. Dicho viraje, se traduce en el campo ecológico como el abandono de su perspectiva operacional y técnica del gestionamiento de recursos naturales, circunscrito a un propósito de élites, pasando a una visión mucho más amplia donde la incertidumbre del futuro de la especie humana, se pone en la primera fila.
La teología de la liberación no ha sido ajena a esta problemática, y muy por el contrario, ha evolucionado su discurso con el propósito de contextualizarlo en la realidad de un mundo globalizado. Por lo tanto, una teología en contexto no puede ser más, la que se ocupa de la liberación económica y espiritual, pensada desde lo regional, sino que debe ser articulada al ámbito mundial. Se obliga pues una liberación integral; del hombre y su entorno, partiendo de dos supuestos según los cuales; primero, la tierra como madre que engendra y alberga vida no puede ser propiedad de unos pocos en detrimento de la mayoría, y segundo, que más allá de una discusión teológica o político-económica, la preservación del planeta es una inaplazable empresa de toda la humanidad como parte de un gran organismo vivo: Gaia. En este sentido, la ecología de la liberación retoma los principios filosóficos de la TL, y desde una opción preferencial por los pobres, elabora una crítica al sistema económico de mercado y su impacto medioambiental.
La ecología de la liberación como muchas otras corrientes del ecologismo es partícipe de éste argumento, y lo recalca al afirmar que vistas las cosas, son los pobres los seres más amenazados del planeta. Para esta corriente ecoteológica, es el capitalismo neoliberal el mayor causante del deterioro ambiental por dos razones: la primera, que es un sistema excluyente que deja por fuera de la mesa a la mayor parte de la comunidad humana, y en segundo lugar porque el nivel de depredación de los recursos naturales que requiere para su reproducción es insostenible en el mediano plazo. Por tanto afirma: "A partir de los años 90 nos hemos dado cuenta que no sólo los pobres gritan. Sino que además la Tierra también grita; las aguas gritan; los suelos gritan; los árboles gritan; los animales gritan, porque se sienten agobiados y oprimidos por una práctica social inhumana. Por eso dentro de la opción por los pobres debe estar incluido el gran pobre, que es la Tierra explotada por el proceso industrialista mundial". En este sentido, la ecología de la liberación sostiene la necesidad de recuperar la dimensión cósmica del hombre como elemento esencial pero no único de la creación divina, y por tanto insiste en la obligatoriedad de implementar un modelo de desarrollo humano que permita la reproducción biótica tanto de los recursos naturales como del propio ser humano.
Esta dimensión es comprendida desde un punto de vista metafísico según el cual: somos hijos e hijas de Dios, y por lo tanto, tierra y hombre son iguales ante el creador, con los mismos derechos de pervivencia y trascendencia. Pero por otra parte, no se olvida de la cualidad terrena del hombre en lo que subyace la obligatoriedad de brindar los medios para su pleno desarrollo. Éstas dos dimensiones confluyen en un mismo ser, en una nueva trinidad: Dios – Hombre – Naturaleza, el antiguo panteísmo da paso a un pan en teismo, lo humano y lo divino se retroalimentan, en pro de un mismo fin: Lo eterno.
No obstante su carácter ideológico-religioso, la ecología de la liberación intenta dejar en un segundo plano la discusión en este sentido, para de esta manera integrar en su discurso a todas las corrientes del pensamiento, no sólo ambiental, sino, político, económico y científico. Al respecto Leonardo Boff sostiene que lo menos importante sea cual religión o ideología política deban ser impuestas en el futuro, si ello no contribuye al equilibrio universal. Lo que está en juego para la teología de la tierra, es el recuperar la armonía entre ser humano y naturaleza, no importa si esto se hace desde una u otra posición ideológica, sino desde un cambio de civilización que anteponga el sentido de cooperación al de la competencia.
Para ello es impostergable el establecimiento de una ecodemocracia y una ecopolítica, entendidas como mecanismos organizativos pluralistas que garanticen la participación, la autodeterminación y la liberación integral. Se define ecopolítica como el fomento de "estrategias de desarrollo sostenido que garanticen el equilibrio de los ecosistemas, incluyendo el sistema de trabajo, y, al mismo tiempo, tenga un sentido de solidaridad". No es entonces la política enajenada de las mayorías, sino una política acorde a las aspiraciones de la sociedad humana en conjunto. Todo ello en el marco de una democracia ecológica-social que supere el antropocentrismo, por ende, "es una democracia que acepta en su seno, como ciudadanos, no sólo a los humanos, sino también a los demás seres de la naturaleza, especialmente a los seres vivos".
El propósito fundamental de la ecología de la liberación consiste entonces en la conformación de una nueva ética mundial, sobre la cual sea posible construir el prototipo de hombre nuevo; movido por intereses de solidaridad y cooperación, no sólo con sus semejantes sino también con su entorno: "Por ethos entendemos el conjunto de las intuiciones, de los valores y de los principios que orientan las relaciones humanas con la naturaleza, con la sociedad, con las alteridades, con uno mismo y con el sentido trascendente de la existencia, Dios. (…) este ethos nace limpio de deseos, del mismo modo que Atenea nació completamente armada de la cabeza de Júpiter. Pero toda ética nace de una nueva óptica. Y toda nueva óptica irrumpe de una profunda inmersión en la experiencia del Ser, de una nueva percepción del todo ligado, "religado" en sus partes y conectado con la Fuente originaria de donde dimanan todos los entes".
En esta tarea, las comunidades eclesiales de base, cumplen un papel de primer orden. Partiendo de la idea según la cual sólo desde un cambio de mentalidad (ecología mental) puede lograrse un cambio en la actitud depredadora y autodestructiva de la sociedad actual, las Ceb’s adelantan un fuerte trabajo de educación en ecología desde lo popular con un fin de liberación. Dicho proceso educativo –largo y difícil–, se compone lógicamente de campañas de alfabetización, talleres de sensibilización, capacitaciones y demás actividades de tipo académico. Sin embargo, y más importante aún, la educación popular parte de la praxis, es decir, mediante cooperativas de reciclaje, grupos de acción política, campañas de reforestación, etcétera, se logra una sistematización de conocimientos que mezcla el saber científico y el conocimiento popular. Esta práctica es bien conocida por los teólogos de la liberación, que desde sus inicios centraron su producción teórica en los resultados de la práctica.
Un claro ejemplo de este proceso de conciencia y organización es el Movimiento de Trabajadores Sin Tierra (MST) de Brasil, el cual ha contado con el apoyo irrestricto de las Ceb’sasentadas en dicho país. El MST, ha logrado aglutinar los esfuerzos de diversas organizaciones populares con el propósito de hacer frente no sólo a la carencia de tierra para los campesinos de este país y la necesaria capacitación educativa de éstos, sino que además adelanta una importante campaña de oposición a las políticas de intervención extranjera en su territorio. Apoyados en acciones de denuncia a nivel nacional e internacional, han condenado el manejo irresponsable de las basuras, la contaminación de sus fuentes de agua y la utilización de las tierras del tercer mundo como depósito de desechos por parte de las multinacionales. Todas estas tareas han logrado ser ordenadas y difundidas desde un sinnúmero de medios alternativos: periódicos barriales, internet, emisoras radiales, foros, etcétera.
No obstante, como es bien conocido, esta metodología de educación y participación, no es exclusiva de la teología de la liberación. La IAP ha sido tal vez la abanderada de este tipo de trabajo con las comunidades, incluso con el mismo fin liberador. Sin embargo, el trabajo de las Ceb’s permite un acercamiento más profundo con las comunidades pobres latinoamericanas. Dado su alto grado de religiosidad, el pueblo en muchos casos se siente más cercano al trabajo desarrollado desde estos grupos. Es así como se han logrado articular los esfuerzos de las juntas de acción comunal, los grupos juveniles y en algunos casos las organizaciones políticas presentes en las zonas, para de esta manera aunar esfuerzos y alcanzar propósitos comunes.
La sociología con su IAP y la teología de la liberación con las Ceb’s tienen un elemento común: la opción por los pobres, y a partir de allí sustentan su reflexión y trabajo. Desde sus inicios, la relación sociología-teología de la liberación ha sido muy estrecha, como afirma el Padre Gabriel Díaz: la teología de la liberación parte de una realidad, la realidad sociológica. Pero la teoría sociológica como tal, no ha enlazado de forma clara los aportes que desde la reflexión teológica se le puedan hacer. En este aspecto es importante observar cómo una propuesta ecológica integral nutre con nuevos conceptos políticos a las ciencias sociales; la ecodemocracia, la ciudadanía cósmica y la ecopolítica, son categorías que deben ser estudiadas y confrontadas por los sociólogos.
Ante los retos que nos impone la globalización y la idea de una sociedad planetaria, vale la pena mirar con mayor cuidado lo que la teología de la liberación y fundamentalmente su corriente ecológica tiene para decirnos. Y finalmente, es necesario hacer hincapié en el hecho de que ante estos retos, los investigadores sociales no podemos quedarnos en la simple propuesta, sino que debemos pasar a la acción. Una acción que transforme y que dé esperanza a los desposeídos de todo el mundo. Cabe recordar aquí las palabras de la escritora hindú Arundathi Roy: Podemos sitiar al Imperio, quitarle el oxígeno, burlarnos de él con nuestro arte, nuestra literatura, nuestra obstinación, nuestra alegría y nuestro brillo. Negándonos a comprar lo que nos venden: sus ideas, su versión de la historia, su noción de inevitabilidad. Somos muchos y ellos son pocos. Nos necesitan más de lo que los necesitamos a ellos. Otro mundo no es solo posible, sino que ya llegó. Ya se puede escuchar cómo está respirando.
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RAMÍREZ, Alberto. La búsqueda del Logos de la fe desde un horizonte profético de la Iglesia, en Medellín 78, 1994, p. 188.
Revista de ecología y medio ambiente – Ecosistemas. http://www.aeet.org/
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VIGIL, José María. ¿Cambio de paradigma en la teología de la liberación? Internet: www.pangea.org/~spie/agenda-latino/koinonia/relat/177.html
____, seguir a Jesús bajo el imperio neoliberal en América Latina. http://www.metabase.net/docs/ceipa/00659.html
ANEXO A
Grupo DE EntrevistadoS
Padre Alberto Restrepo
Sacerdote y filósofo antioqueño. Se ha desempeñado además como profesor en las Universidades Pontificia Bolivariana, de Antioquia y San Buenaventura. Actualmente es columnista del periódico El Colombiano de la ciudad de Medellín, y conferencista en varios países de América Latina.
Padre Ancízar Cadavid
Misionero Javeriano, y educador antioqueño. Importante figura del grupo de nuevos teólogos de la liberación en Colombia. Trabajó de cerca con las comunidades eclesiales de base, y fue parte de la coordinación nacional de este movimiento a finales de los años ochenta. En la actualidad es rector del Colegio Soleira de la ciudad de La Estrella.
Hermana Gloria Amparo Giraldo
Misionera Franciscana. Trabaja con Pastoral Juvenil, en la región de la costa atlántica. Adelanta una labor de concientización ecológica a partir de la educación, y a nivel organizativo con las Ceb´s.
Prof. Dr. Frei Luiz Carlos Susin
Sacerdote, teólogo, filósofo y catedrático brasilero. Importante figura del movimiento de la teología de la liberación a nivel mundial. Su copiosa obra al respecto cuenta con 29 libros publicados, además de un número significativo de artículos de revistas y capítulos de varios libros. En la actualidad se desempeña como profesor de teología sistemática en la Pontifícia Universidade Católica do Rio Grande do Sul – PUC-RS.
Padre Juan Gianni
Sacerdote italiano, del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras. Trabaja con comunidades eclesiales de base en la región amazónica brasilera.
Padre Gabriel Díaz
Sacerdote antioqueño. Destacada figura del movimiento "Golconda" a finales de los años sesenta. Durante 35 años ha desarrollado su trabajo pastoral en las zonas rurales con miras a una mejor comprensión del campesinado para con su entorno. Paralelo a esto trabaja con algunos sectores y organizaciones populares en la Comuna 13 de Medellín.
Arturo Mora
Laico comprometido con el trabajo de las comunidades de base en la comuna nororiental de Medellín. Hace parte de un programa de recolección y manejo de materiales reciclables, inspirado en los principios de la ecología de la liberación.
ANEXO B
PREGUNTAS BASE PARA LA ENTREVISTA
- ¿Por qué toma el camino del sacerdocio, hace cuanto tiempo, de qué comunidad es?
- ¿Qué opinión tiene del movimiento de la teología de la liberación? ¿tiene vigencia?
- ¿Para usted, qué es liberación?
- ¿Cuál es su concepto sobre los pobres, pobreza y empobrecidos?
- ¿Piensa que la opción por los pobres debe ser lo fundamental en el que hacer de los católicos?
- ¿Qué opina sobre el método de ver, juzgar, actuar y las Ceb´s?
- ¿Qué opina sobre el modelo económico de mercado o capitalismo?
- ¿Qué entiende la iglesia por ecología?
- ¿Cuál es su concepto de ecología?
- ¿Cómo debe abordar la iglesia, la cuestión ecológica, fundamentalmente con los pobres?
- ¿En su concepto, de qué manera afecta a la ecología el capitalismo?
- ¿Qué opina sobre la ecología de la liberación?
- ¿Es una herramienta para el trabajo con las comunidades, con miras a mejorar sus condiciones de vida?
ANEXO C
VIDEOS
- … Y Dios habitó entre los pobres. De Televisión Española Internacional. 1997.
- La cruz del sur. Televisión Española Internacional. 1992.
- Sollicitudo Rei Socialis. Realizado por CARTEL, para el Sistema de comunicación del Vaticano. 1987.
- Entrevista al padre Gabriel Gil, elaborada por Marcela Jaramillo P. y Catalina Tabares O., para el curso Investigación Cualitativa I, en la Universidad de Antioquia. 2000.
- Serie: Los Excluidos. Hispavisión
Mujeres del sur, 1999
La lucha por la tierra, 2000
Indígenas: En lucha por la supervivencia, 2000
Filipinas. Infancias rotas, 2001
ANEXO D
REVISTAS
- Pasos
- Utopía siglo XXI
- Eco lógica
ANEXO E
Revistas electrónicas Y sitios de INTERNET
- Revista electrónica latinoamericana de teología – Relat
- Servicios Koinonía agenda latinoamericana
- Red de desarrollo sostenible
- Personas en acción
- Red Electrónica Alternativa
- Revista MAD, Magíster en Antropología y Desarrollo, Universidad de Chile
- Revista Éxodo
- Revista de ecología y medio ambiente – Ecosistemas
- Periódico electrónico de información alternativa. Rebelión
- Ecología: Revistas Ecológicas
ANEXO F
CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES
Se plantea un trabajo a diez meses que se distribuyen así:
- Exploración: Búsqueda de libros, videos, internet, contactos, etcétera.
- Recolección: Entrevistas, organización de información, posibles cambios en algunos datos de acuerdo a las necesidades, etcétera.
- Análisis y entrega de resultados.
| MESES DEL PROYECTO / MESES CALENDARIO | |||||||||
ACTIVIDAD | Abril 2002 | Mayo 2002 | Junio 2002 | Julio 2002 | Agosto 2002 | Septiembre 2002 | Octubre 2002 | Noviembre 2002 | Diciembre 2002 | Enero 2003 |
Exploración |
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Recolección |
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Análisis y entrega |
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Marcela Jaramillo
Carlos Villa Pérez
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