- La inmortalización de las musas en el vals criollo
- Amelia la musa
- Rosa luz la musa
- Giannina la musa del plebeyo
- Hermelinda la musa de la discordia
- Anita la musa del mercedo Central
- El amor por las musas
- La flor de la canela la inmortalización de la musa Victoria Angulo
- Bibliografía
Son muchas las historias sobre las Musas del Vals criollo afro-peruano, algunas hasta quedaron en el anonimato, pero es reconocido por todos que fueron ellas la fuente de inspiración de nuestros bardos criollos, y a quienes les debemos se hayan escrito páginas hermosas en la historia de nuestra música criolla afro-peruana.
El vals criollo, a veces malentendido, es sin duda, un importante elemento de identidad cultural y la mujer ha sido siempre, fuente de inspiración de poetas, pintores, escultores, músicos y trovadores. La madre, la esposa, la novia, la amante, algún amor imposible, alguna amistad o alguna mujer destacada, muchas fueron las Musas a las que los bardos peruanos criollos les dedicaron sus versos, algunas composiciones, llevan el nombre de ellas y otras no, pero las mencionan posteriormente en historias contadas por ellos mismos o por las mismas musas, o en las historias urbanas contadas en el barrio.
El hermoso vals criollo "Madre", creado para ese ser maravilloso por el compositor Manuel Acosta, a la quien lo dedicó fue Doña María Luisa Ojeda de Acosta, su madre. El sábado 12 de mayo de 1951 víspera del Día de la Madre, cuando se encontraba con unos amigos en el bar "El Silletazo" en el barrio de Surquillo, en la ciudad de Lima, Acosta Ojeda escribió en la envoltura de una cajetilla de cigarros los dedicados versos inspirados en el ser que lo trajo al mundo:
"Madre cuando recojas con tu frente mi beso, todos los labios rojos que en mi boca pecaron, huirán como sombras cuando se hace la luz". "Madre esas arrugas se formaron pensando ¿Dónde estará mi hijo, por qué no llegará? y por más que las bese no las podré borrar" El Vals Madre dedicado a la musa que le dio la vida, se estrenó en Radio La Crónica por el trío Los Chamas, y fue cantada con mucho sentimiento por el intérprete "Pajarito" Bromley, quien terminó llorando en pleno escenario contagiando al público que se encontraba presente en el auditorio. La inmortalización del Vals criollo Madre, fue la fuente de inspiración del bardo criollo.
La inmortalización de las musas en el vals criollo
Amelia la musa
La inmortalización de la musa en el vals criollo, desde ese entonces se convirtió en una especie de himno para las madres peruanas. Si hablamos de vals criollo, debo mencionar especialmente al Maestro Felipe Pinglo Alva, quien con sus canciones inmortalizó a las musas que les dedicó su inspiración. "Amelia" su vecina en los Barrios Altos fue la primera, el vals lo compuso cuando solo tenía 17 años.
"En medio del bosque su base levanta una linda choza al pie de un arroyo, allí vive mi Amelia, mi anhelo, mi amada, todita mi dicha, todo mi tesoro…"
"Rosa Luz" fue inspirada por una morena muy hermosa que vendía anticuchos en una esquina de Cocharcas y vivía en la Quinta Baselli, actual cuadra 13 del Jr. Junín en la ciudad de Lima.
"La morena Rosa Luz que es mi beldad a quien amo con todito el corazón, saborea las delicias del cariño, ella vive muy feliz con su pasión. En sus ojos se refleja la ansiedad, porque libe de sus labios el amor. Entre besos y suspiros, sollozante me confiesa que su vida es mi afecto y mi calor…"
Pero la mejor carta de presentación de Felipe Pinglo ha sido "El Plebeyo". Existen varias versiones sobre su origen, siendo una de ellas la que se dice le ocurrió al propio Pinglo cuando dejó sus Barrios Altos en la ciudad de Lima, para irse a vivir a La Victoria. Allí conoció a Giannina Zucarello, una jovencita de 17 años hija de un industrial italiano que no estaba de acuerdo con el romance y la envió a casa de sus abuelos en Florencia, Italia. "Después de laborar vuelve a su humilde hogar" Luis Enrique el plebeyo, el hijo del pueblo, el hombre que supo amar… y que sufriendo está esa infamante ley, de amar a una aristócrata siendo plebeyo él.
Hermelinda la musa de la discordia
Hermelinda Rivera esposa de Felipe Pinglo, fue la musa del vals "Hermelinda" que Pinglo le dedicara antes de morir, y que por haberlo mantenido ella guardado mucho tiempo, no es muy conocido.
Sin embargo existe un clásico de nuestra música criolla compuesto por Alberto Condemarín, llamado también "Hermelinda", lo anecdótico es que este vals tuvo a la misma musa como fuente de inspiración, Hermelinda Rivera. Alberto Condemarín fue barrio-altino e igual que Felipe Pinglo estaba enamorado de Hermelinda Rivera, pero fue el "Maestro" quien ganó su corazón. Se cuenta que Condemarín con el corazón destrozado por el amor no correspondido, describió todo su pesar en la letra de este vals, poniéndole el nombre de la mujer que amó en silencio…"Escucha amada mía la voz de los cantares que brotan de mi lira cual desolado son. Malévola es tu ausencia temiendo mil azares, enferma tengo el alma y herido el corazón.
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