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La Desintegración Comunal


    1. Introduccion
    2. Desintegracion comunal en el distrito de Yanahuanca
    3. Yanahuanca en el contexto de la economia regional
    4. Cambios tecnologicos en Yanahuanca
    5. El aprendizaje en el marco de la desintegracion comunal
    6. Conclusiones
    7. Bibliografia

    INTRODUCCION

    La antigua visión cultural andina ha tenido su manera propia de percibir la escuela. Es la visión del analfabeto, que muchas veces ignora el castellano y no ha pasado por la escuela. Para él, la escuela asusta, es un lugar de peligro, como lo contaba por ejemplo aquel anciano monolingüe quechuahablante. Es una visión lúcida de la escuela percibida desde la antigua visión andina del mundo, sobre cuya base se incorpora la escuela en su percepción tradicional.

    La escuela es un elemento nuevo dentro de la cultura andina. Los maestros, asociados con ese mundo, son presentados por el hombre andino, como enemigos de su mundo. En la lógica del anciano común y corriente, la presencia de la escuela en la comunidad es la presencia de un monstruo asociado con el Estado, monstruo que asusta y engaña: quiere devorar su cultura, sus creencias, pero aparenta ser bueno, y les dice que deben asimilar su nueva cultura, costumbres, tecnología, que no es cierta la dominación occidental sobre el mundo andino. Por eso según algunos, los niños están obligados a acudir a la escuela, pero no les gusta, se escapan.

    Un caso, por lo demás acogedor, es la expresión de uno de los entrevistados –Don Leopoldo Ermitaño-, la única esperanza es que algún día reaparezca, renazca nuestra cultura, ahuyentando la mala tecnología, pero no hay garantía de su regreso, pues antes tal vez nos morimos de hambre…

    Para quienes han aprendido a hablar castellano y han pasado por la escuela, la actitud respecto a ella es bastante diferente, aun cuando el antiguo miedo recalcado por don Leopoldo no parece desaparecer nunca del todo. La investigación arroja datos como que para los campesinos, la escuela es percibida como el modo de despertar, abrir los ojos, para pasar de la noche constituida por la cultura andina al día que representa el mundo occidental. Este tránsito de un mundo a otro comienza con el aprendizaje de la lectura y significa progreso.

    Para el grupo de trabajo, esta actitud del campesinado con respecto a la escuela es positiva en cuanto permite la liberación de la dominación, pero, a la vez, simultáneamente, el sistema escolar cumple una función liquidadora de la cultura andina, en cuanto es "un medio para implantar una dominación capitalista más vasta.

    Ahora bien, cómo es que la Desintegración Comunal y las Transformaciones Tecnológicas influyen en el Proceso Educativo.

    Tenemos factores que configuran un estado de transición hacia formas modernas de prácticas productivas agrícolas y comerciales por parte de las Unidades Productivas Familiares.

    De otro lado, los usos y las prácticas socioeconómicas comunales del pasado no se han adecuado a la nueva dinámica económica y tecnológica vigente, por lo que las comunidades campesinas se encuentran en un franco proceso de debilitamiento y desintegración. Predominando así, dentro del marco de diversidad tecnológica actual, en la localidad objeto de estudio, el dualismo tecnológico.

    En este marco, esta monografía está dividida en seis partes o capítulos que creemos guardan la coherencia necesaria para explicar de la mejor manera nuestras preocupaciones de investigación.

    El capítulo primero, titulado El Problema de Investigación, fundamenta la razón de la investigación y hace mención a los objetivos que perseguimos con el presente trabajo. En el segundo capítulo presentamos un breve Diagnóstico de la Localidad, hace hincapié en lo socioeconómico y de recursos naturales de la localidad. El capítulo tres, aborda el proceso de desintegración de la comunidad de Yanahuanca.

    En el cuarto capítulo explicamos cómo la localidad se articula a la economía regional y las características de la misma que son compartidas localmente. Y en el quinto capítulo desarrollamos lo central del trabajo, es decir, los cambios tecnológicos y las prácticas actuales que sobre ella se dan.

    Finalmente, en el sexto capitulo, titulado El Aprendizaje en el Marco de la Desintegración Comunal, presentamos un análisis sucinto pero medular de las consecuencias de la descomunalización en la localidad de Yanahuanca. Asimismo, optamos por poner de relieve la visión de los campesinos sobre las bondades y maldades de la educación.

    Para terminar, queremos resaltar dos ideas que recomendamos no perder de vista al leer este informe:

    • La situación tecnológica y educativa actual no sólo refleja lo que sucede en la realidad, también expresa el proceso histórico que sigue el desarrollo de la sociedad local y lo paulatino y gradual de los cambios tecnológicos que experimenta.
    • Lo tecnológico implica la integridad de la organización de la producción, es decir, dos ámbitos que definen los resultados en productos y productividad: a) lo técnico/material (instrumentos y procesos técnicos productivos); y, b) la organización social (división social del trabajo). Es dentro de este contexto general que identificamos cuatro aspectos importantes que concurren para la determinación del nivel de desarrollo tecnológico: a) agentes de la producción, b) recursos económicos, c) organización de la producción y d) resultados.

    Como es obvio todo ello influirá de manera decisiva en la educación del poblador campesino en Yanahuanca.

    Como notará el lector, este trabajo es un esfuerzo de investigación histórica y del presente, y por lo mismo de valor trascendental en cuanto a investigaciones del tipo se refiere. Por lo que no hacemos otra cosa que recomendar su pulcra y analítica lectura.

    El presente trabajo, "Desintegración comunal en medio de las transformaciones tecnológicas", estudia, fundamentalmente, tres aspectos básicos:

    1. Los cambios en la estructura productiva generados por las innovaciones tecnológicas;
    2. El desarrollo de esta nueva configuración trae aparejada modificaciones integrales de la estructura comunal que hoy se resiste a desaparecer, en medio de una situación de desintegración; y
    3. La influencia de la desintegración comunal y las transformaciones tecnológicas en la educación del campesino.

    A lo largo de la historia los elementos tecnológicos, de estructura productiva y organización social siempre han estado interrelacionados. A este hecho no escapa la localidad objeto de este estudio, como lo describiremos más adelante.

    Para explicar los cambios experimentados en Yanahuanca, hemos partido del factor, a nuestro criterio básico, que es la propiedad de la tierra. En segundo lugar, señalamos el importante rol transformador que jugó y juega el desarrollo de una economía mercantil, porque ella dinamiza la integración espacial, económica y social de los pueblos, generando nuevas formas de vida en el mundo andino. Y, en tercer lugar, los cambios de mentalidad, aunque más lentos pero que significan el surgimiento de prácticas creativas para afrontar los requerimientos de sobrevivencia.

    Las actividades productivas dentro de este distrito hoy se ven diversificadas hasta el extremo de que la actividad fundamental de antaño, es decir, la agricultura, hoy ha devenido en complementaria dentro de una economía mercantil, que es el marco dentro del cual se mueven las unidades económicas familiares y la comunidad.

    Esto se percibe en el área de estudio, caracterizado primero por su heterogeneidad tecnológica en las labores agrícolas y artesanales, es decir, la convivencia de sectores con usos tecnológicos modernos, al lado de otros con prácticas tradicionales y aquellos –la mayoría- que combinan ambos, desarrollando un dualismo tecnológico interesante. Y, segundo, la diversidad de actividades económicas en las que se desenvuelven las economías familiares –multiactividad- para subsistir.

    La presente investigación nos ayudará a comprender mejor los fenómenos y la problemática planteada líneas atrás, que en el transcurso de la investigación, seguramente, serán parcialmente modificadas y, hasta descartadas. De otro lado, no perseguimos otra cosa que demostrar ¾ por ejemplo¾ que el desarrollo de una economía mercantil generó cambios tecnológicos, afectando directamente la organización social comunal, hasta llevarla a su casi total desintegración. Pues, la integración e interrelación espacial/económica/social, individualización en los usos tecnológicos y las prácticas productivas, son factores que configuran un estado de transición hacia formas modernas de prácticas productivas agrícolas por parte de las Unidades Productivas Familiares. No obstante, los usos y las prácticas socioeconómicas comunales del pasado no se han adecuado a la nueva dinámica económica y tecnológica vigente, por lo que las comunidades campesinas se encuentran en un franco proceso de debilitamiento y desintegración.

    Por eso, podemos ir precisando que dentro del marco de diversidad tecnológica actual, en la localidad objeto de estudio predomina el dualismo tecnológico.

    Como notará el lector, este trabajo es un esfuerzo de investigación histórica y del presente, y por lo mismo de vital importancia en la actualidad pues no debemos olvidar que de nuestro pasado, mucho, dependerá nuestro futuro.

    El método desarrollado en el estudio combina elementos varios como la interpretación diacrónica de ciertos hechos (el lento proceso de desintegración comunal); análisis sincrónico (usos y prácticas tecnológicas, ubicación de la localidad en el contexto de la economía regional y local). Se ha definido las unidades de análisis por niveles: economía familiar, economía local y comunal, contexto micro regional (Quebrada de Chaupihuaranga) y contexto regional.

    Además nos hemos valido del método dialéctico y la hermenéutica para fundamentar la esencia, ventajas e importancia del trabajo.

    DESINTEGRACION COMUNAL EN EL DISTRITO

    DE YANAHUANCA

    Comunidad Madre.

    El problema del desarrollo local, está condicionado por la dinámica de la evolución económica y social; estas comunidades se sustentaban en la reciprocidad y cooperación (Uyay, minka), que fueron básicamente formas sociales de trabajo interno para beneficio familiar y colectivo; estas formas de cooperación no se dieron para la producción en las tierras de la iglesia (cofradías) y encomenderos.

    Es a partir de mediados del siglo XIX que empiezan a avizorarse la presencia de capitalismo en la Sierra Central, que empezó a expandirse gracias a la intensificación de relaciones mercantiles. Yanahuanca se va constituyendo paulatinamente en un centro de confluencia de intercambios, debido a su ubicación geográfica estratégica y a la existencia de la división social del trabajo entre las comunidades que la rodeaban.

    La importancia económica de la zona se notó en diferentes momentos; durante el apogeo de la explotación minera se desarrolló un circuito mercantil que enlazaba varias ciudades, tanto por la obtención de mano de obra y de medios de vida como maíz, trigo y otros cereales y tubérculos. Con la llegada de la república esta región adquiere mayor importancia en las relaciones comerciales con los centros mineros básicamente, pese a que los caminos de herradura eran de difícil tránsito debido a lo que el arrieraje jugó un papel económico fundamental para el campesino que estableció relaciones permanentes de comercio o trueque.

    De este modo la comunidad indígena de Yanahuanca, con sus autoridades controlaban sólo la propiedad comunal, el resto de tierras estaba en manos de los hacendados, éstas en el transcurso del tiempo devino en juicios, por un lado, y también fueron arrebatados violentamente dando origen a muchos anexos; esta evolución va a culminar en el presente histórico de distritalización de los anexos, que en su derrotero van a crear los símbolos que los identifican: Plaza, cabildo, iglesia, local comunal, etc.

    Diferenciándose de la comunidad madre en base al trabajo

    comunitario, en Enero de 1944, Yanahuanca nace, se independiza y se eleva a la categoría de Distrito, posteriormente nace Daniel Carrión, el 27 de Noviembre de 1944, se eleva a la categoría de Provincia, para fortalecerse como ciudad de comerciantes y de crecimiento económico y social moderado. Podemos señalar aquí el inicio de las contradicciones entre el naciente organismo municipal que rivalizará con el sistema comunal, impulsándose en el período de la década del 40 del presente siglo nuevas formas de organización económica y social, diferenciándose de otras comunidades que se refugiaron en lo tradicional, este fenómeno significó la paulatina presencia de instituciones y valores que competían con las normas y valores comunales que sobrevivían en los lugares más atrasados.

    El sistema comunitario tradicional que se resistió a desaparecer por estar en el seno de una predominante población y cultura indígena que rodea a la provincia de Daniel Carrión, de una densa población mestiza que hoy emergen hacia ciudades prósperas y comerciales.

    Los viejos ayllus devinieron entonces en comunidades de indios, así el pueblo de Yanahuanca registra su condición de comunidad a partir del título, es decir que el reconocimiento jurídico es la apertura de una nueva etapa en la concepción y necesidad, control del comportamiento comunal a diferencia del

    pasado de esta ley donde no encontramos títulos o documentos que especifiquen los linderos y disposición de tierras.

    Otro sí, ocurre con otras comunidades. La reducción que Toledo hizo entre 1570-1572, fue convertir varias encomiendas en pueblos. Estos núcleos surgieron modestamente con el objeto de integrar al indio al régimen de explotación colonial. En la relación de Cristobal de Miranda, hecha por orden del Virrey Martín de Enriquez en 1583, nos revela los primeros datos sobre el reparto y el nacimiento de las comunidades en la Quebrada de Chaupihuaranga.

    "El repartimento de los Yaros Chaupiguarangas encomendado en don Joan de Garay tiene 1041 tributarios, 4821 personas rreducidos en ocho pueblos llamados San Joan de Villanueva de Yanacocha, Santa Ana de Xuti, San Francisco de Moxa, Nuestra señora de la Concepción de Vico, Santa María Magdalena de Chincha, San Joan Baptista de Huariaca, San Pedro de Pillao de Cuerca, Santo Domingo de Angasmarca." (Miranda: 1906, pp 203-204).

    Desde entonces la comunidad se mantuvo bajo las formas de control y trabajo comunitario donde el ayni y la minka constituyeron la forma de cooperación comunal que empezaron a resquebrajarse en el periodo republicano, por la década del 80 del siglo XIX hasta el período actual en que el indígena observó una lenta modernización mesocrática y popular, se inicia la ola de independencia de los anexos.

    Comunidades Hijas.

    El proceso de independencia de los anexos constituye un proceso de fragmentación territorial y autonomización administrativa, como efecto de la penetración de un nuevo sistema económico de producción, reduciéndolos al actual distrito en estudio.

    El problema de la tierra ha sido un factor de enriquecimiento para unos y miseria para otros, lo primero propiciaba el desplazamiento y establecimiento de la gente del lugar en las ciudades, insertándose y creando un comercio o en otros casos haciéndose profesionales y ascendiendo en el marco de la economía capitalina fundamentalmente, este tránsito se sustentaba en la propiedad de grandes extensiones de tierra que en el pasado poseían sus antecesores, que lo iban vendiendo o arrendando y parcelando para obtener mayores ganancias; por otro lado, los segundos, es decir, los sectores empobrecidos y los migrantes establecidos en estas tierras fueron poseyendo paulatinamente de acuerdo a sus necesidades.

    De esta manera la pauperización paulatina se afianzaba como consecuencia de que los primeros poseían el control social.

    Es dentro de este marco que observamos durante la década del 60 del siglo XIX, en el interior de la comunidad rivalizaron dos clases, gamonal y campesina, por poseer el control de las tierras a usufructuar y con ello predominar, esta mala visión afectó a las propiedades de los hacendados por constituir un reto permanente entre privacidad y comunidad, esta rivalidad cotidiana condujo a que la comunidad madre de Yanahuanca paulatinamente vaya recobrando el control sobre sus tierras, llegando a contar en este momento con 65 mil km² de tierras y que son de baja productividad.

    "[La comunidad] estaba más organizada y éramos más cantidad que ahora, además había más aceptación por parte del pueblo, todos todavía usufructuábamos de nuestros pastos y cosechas, también poseíamos más tierras, hoy nos han recortado, ahora somos pocos y nos falta más unión, pocos vienen a las faenas, pero si están cuando vamos a dar algún beneficio…" (Testimonio: Pablo Vicente Landa).

    También políticamente, las mismas que acarrearon costos económicos, culminando finalmente sólo en su demarcación territorial, existiendo entonces una indiferencia por el control de las tierras comunales, este vacío coyuntural fue asumida por las familias y ciudadanos de mayor apego hacia su pasado tradicional, frenando así los intentos municipales de querer controlar las tierras comunales, hasta hoy no resueltas en total.

    La comunidad se reconoció como tal en el año 1944, con principios de identidad económica y sobre todo política, por estos años se enmarcaba fundamentalmente en las formas de trabajo en común, sólo en las tierras de la comunidad, desarrollándose paralelo a ello el trabajo individual; es decir, en familia nuclear; vinieron también las formas de prestaciones de servicios entre familias y comunidad

    "…la forma como se vinculan las familias campesinas con su comunidad, representado por sus autoridades. El comunero debe prestar una serie de servicios a favor de su comunidad y a cambio, debe recibir determinados bienes o servicios en recompensa." (Mayer: 1986).

    La comunidad estuvo organizado con un presidente comunal seguido de un vicepresidente y su secretario,

    "Nuestra directiva estaba más organizada, aunque ya iba perdiendo la unión que años más atrás, cuando mi padre conformaba la directiva, existía. Los jóvenes comuneros de aquel entonces aprendíamos todo lo que nuestros padres y comuneros viejos nos enseñaban, usufructuar de todos los bienes de forma equitativa y sin distinción alguna…" (Testimonio: Juan Gonzáles).

    Es preciso también escudriñar las innovaciones notables que se establecieron en el distrito por los años 80 cuando la municipalidad se desarrollaba como una institución gubernamental. La comunidad se constituía en una organización que se fortaleció porque el municipio, en sus primeras gestiones, se valía de las formas de trabajo y convocatoria para realizar labores de construcción, restauración y el linderamiento entre las comunidades vecinas y los caseríos que se iban independizando.

    Situación Actual de la Comunidad.

    Por la década del ´80 se vislumbra con mayor fuerza los elementos que tipifican a una ciudad donde se reafirman los poderes locales ligados al Estado, en el proceso del crecimiento del poderío municipal la comunidad se convertía en una fuerza secundaria, que iba perdiendo los valores que lo identificaban como tal, perdiendo sus tierras, sus formas de trabajo comunal y la ayuda mutua entre sus integrantes.

    "Para decirte que era tal y conforme como hoy día tu sabes como está, con poca participación, pero eso sí había más cantidad y éramos más unidos, parece que poco a poco se ha ido enfriando la unión que nuestros antepasados habían formado". (Testimonio: Romeo Véliz Chacón)

    En la actualidad, identificamos los siguientes problemas que la comunidad atraviesa:

    Problemas.

    a) Reducido número de comuneros.

    Inscritos en el padrón comunal; para 1990 se encontraban inscritos sólo 380 personas, lo saltante era la composición de esta población, un 10%; jóvenes entre 20 y 30 años, entre 31 y 40 años se ubicaba el 23%, indicándonos que sólo 1/3 de comuneros tienen entre 20 y 40 años; las edades avanzadas de la mayoría de comuneros, si bien no constituye ni debe constituir limitación alguna, es un síntoma de la pérdida de vigencia de esta institución en la expectativas de los jóvenes.

    A ello hay que agregar la escasa participación activa en la vida comunal, pocas son las personas que muestran preocupación constante por la comunidad y sus actividades; para Mayo de 1991, se registraron sólo 61 participantes, lo cual es grave y pone a la comunidad en riesgo de extinción.

    Es debido a ello, es decir, a lo exiguo de los integrantes en una localidad que posee no menos de 2 000 familias, que vienen surgiendo opiniones desfavorables en la población señalando que la comunidad debe desaparecer, aunque con ello pierdan las posibilidades de convertir a esta institución en un factor de dinamización socioeconómica pese a su precaria situación.

    b) Sectorización y parcialización.

    Formalmente la C.C. abarca a 123 800 31 Has. de tierras, éstas se dividen en: urbanizadas, agrícolas, forestales y eriazas. La totalidad de las urbanizadas son de propiedad privada o de uso público (áreas de recreación, servicios, etc.). De las tierras de cultivo (1 198 22 Has), solamente 2 Has. se encuentra en uso efectivo por la comunidad, lo restante es de propiedad privada; de estas tierras de cultivo 1 149 93 Has. son de secano, 48 28 Has. con riego y 554 40 Has. Agroforestales con riego. Las tierras con aptitud forestal (205 Has), pastizales (4 865 16 Has) y eriazas (101611 64), se encuentran bajo el control de la comunidad, constituyendo su principal recurso; cabe señalar que las tierras eriazas hasta ahora no son objeto de preocupación ni de la comunidad, ni del municipio, ni de particulares, nadie los reivindica, ni busca obtener algún provecho económico, pese a existir en estas áreas abundancia de tierra arcillosa susceptibles de ser usados como materia prima para diferentes fines.

    Producto de los anteriores es que las actividades agrícolas que la comunidad desarrolla sean muy escasas, limitándose a cultivar sólo las tierras "productivas" que posee; nunca se ha planteado tareas de capacitación en técnicas agronómicas, por lo cual las prácticas culturales agrícolas de la gente son totalmente espontáneas u obedecen a la lógica de cultivos secularmente transmitidos de generación en generación.

    Por otro lado se observa la baja dependencia de los comuneros de la actividad agrícola; de acuerdo a los datos consignados en el Padrón Comunal, solo un 40% se declara agricultor y pecuarista, comerciante 5% y artesanos una similar proporción, mientras que un 32.5% señalan otras actividades (Profesores, obreros, etc.). Esto no significa que solamente un 40% cultiva sus tierras y cría algún tipo de ganado, al contrario, la totalidad cultiva sus parcelas, pero sólo un 40% depende especialmente de su labor agropecuaria, los restantes desarrollan la multiactividad para su subsistencia familiar.

    También, la comunidad perdió de vista la importancia de las actividades pecuarias, por lo cual no tienen, tampoco intentan desarrollar, la crianza de animales menores o mayores; la crianza que realiza la población es totalmente voluntaria y espontánea, de acuerdo a las posibilidades y necesidades de su economía familiar. Concomitante con esto, se nota el descuido y la sub-utilización de las parcelas que poseen riego, pudiendo destinarse a la producción de forrajes necesarios para la crianza animal; y de manera similar el desconocimiento de la silvo-pastura como forma de aprovechar los terrenos no agrícolas con fines pecuarios.

    Causas.

    Consideramos que son tres, las razones que explicarían este estado de cosas:

    a) La existencia generalizada del minifundio en propiedad

    privada

    Debido a las peculiaridades históricas seguidas en la zona, la casi totalidad de las tierras de cultivo de la zonas bajas y medias fueron, y continúan siendo, de propiedad privada y con ausencia de latifundios. La sucesión hereditaria de la propiedad ha llevado a la atomización extrema de estas.

    La proliferación del minifundio en esta localidad provoca dos fenómenos negativos:

    1. Los bajos niveles de producción y productividad; debido a la imposibilidad del uso de tecnología adecuada en mayor escala, el despilfarro que significa la existencia de espacios demarcatorios, el uso de semillas, insumos y trabajo a escalas reducidas, etc.
    2. La formación de una mentalidad individualista en el pequeño propietario, reduciendo sus preocupaciones a su parcela y subsistencia familiar; perdiendo de vista los intereses y posibilidades de la acción colectiva, lo que se refleja en la práctica desaparición de las faenas comunales y el reducido número de comuneros inscritos oficialmente en el padrón comunal y la mucho menor participación efectiva de los mismos en la vida comunal; esta mentalidad constituye un serio obstáculo al fortalecimiento y valoración de la comunidad generando, por el contrario, la desarticulación y enervamiento de la misma.

    b) La ausencia de proyectos y acciones de desarrollo

    productivo.

    En la comunidad se ha perdido de vista totalmente la importancia que tendría el desarrollar actividades productivas para su existencia misma, de ahí que las tendencias a la desarticulación y debilitamiento comunales se hayan generalizado paulatinamente. La comunidad no ofrece alternativas, dejó hace tiempo de ser una instancia orientadora y centralizadora de la producción, básicamente; el comunero no obtiene beneficio alguno de ella y no vislumbra que una comunidad fuerte y dinámica sería un eficaz instrumento para transformar positivamente su realidad.

    Esta quiebra o crisis del gobierno y la organización comunal significa que se ha roto el equilibrio entre obligaciones de los comuneros y los beneficios que deberían obtener; hecho que se refleja en la pérdida del autocontrol comunal y sobre las acciones de los individuos y las familias, en la pérdida de control sobre los terrenos comunales que paulatinamente fueron privatizándose por los usufructuarios y en la pérdida de iniciativas colectivas en el marco de una economía cada vez más mercantilizada.

    c) Paralelismo del sistema de autoridades comunales y

    municipales.

    No existe una clara delimitación de las funciones y la jurisdicción territorial entre comunidad campesina y municipio; de acuerdo a sus respectivas leyes (Ley Orgánica de Municipalidades No. 23853 y Ley General de comunidades Campesinas No. 24656).

    Creemos que el problema no radica en la similitud de funciones, porque finalmente éstas deberían permitir la mutua colaboración entre ambas instancias; empero, las cosas no suceden así, ya que una sorda competencia es lo que tiñe las relaciones de ambas, competencia que esteriliza u obstaculiza los débiles esfuerzos que a veces realizan una u otra autoridad con fines de desarrollo local. Aquí se requiere una paciente labor de convencimiento con las autoridades, las organizaciones de base y la población para superar esas fricciones y que municipio y comunidad campesina asuman conjuntamente una propuesta de desarrollo.

    Consecuencias.

    Aparte de los síntomas que constituyen, también, consecuencias del estado de crisis por la que atraviesa la comunidad campesina, consideramos que son tres las más dramáticas consecuencias que se observan en la población, tanto comunera como en general de la localidad;

    a) Alimentación.

    En los últimos 15 años se ha venido produciendo un persistente deterioro de los niveles de ingesta calórico-proteico de la población; la razón principal es la retracción de los ingresos básicos y adicionales de las familias, por consiguiente el consumo de productos alimenticios manufacturados ha disminuido, incrementándose el de productos agrícolas.

    Esto no sería problema, pero sucede que el productor empobrecido destina los productos de su actividad complementaria (leche, huevos, carnes, etc.) al mercado, obteniendo elementos monetarios que les permitirán adquirir lo mínimo indispensable para alimentar a su familia (fideos, harina, azúcar, aceite, etc.); la precariedad económica de las familias los obliga a privarse –especialmente a la niñez, lo que a largo plazo es sumamente grave– de importantes elementos nutrientes en aras de lo más barato y necesario, perdiendo así la posibilidad de diversificar la dieta familiar.

    No debe perderse de vista que este tipo de intercambio lleva implícito en sí la transferencia de excedentes de la producción campesina a la agroindustria o, al consumidor citadino, porque, generalmente, los precios que se pagan por estos productos no cubren los costos requeridos para su producción.

    El deterioro en la alimentación se manifiesta con crudeza en el alto nivel de desnutrición infantil que se registra en esta localidad y, el bajo nivel educativo de los escolares a causa de su alimentación. De un estudio sobre nutrición de 152 niños realizado en los clubes de madres y jardines de infancia en Yanahuanca se obtuvo:

    CUADRO No. 3.1

    EVALUACIÓN NUTRICIONAL

    DE NIÑOS DE 1 A 6 AÑOS, MAYO DE 1998

    NUTRICIÓN

    EDADES

    TOTAL

    NORMAL

    DESNUTRICIÓN

    I

    II

    III

    1 a -1,11 m.

    13

    6

    6

    1

    2 a -2,11 m.

    15

    1

    10

    3

    1

    3 a -3,11 m.

    27

    10

    8

    7

    2

    4 a -4,11 m.

    43

    13

    21

    8

    1

    5 a -6 a.

    54

    25

    25

    4

    TOTAL

    152

    55

    70

    23

    4

    %

    100,00

    26,2

    46,0

    15,1

    2,6

    FUENTE: Elaboración propia.

    !Sólo un 26,2% de niños presentan un estado de nutrición normal!. El 63.7% presenta algún grado de desnutrición; las secuelas a largo plazo son harto conocidas; deterioro de las capacidades físicas e intelectuales.

    b) Salud.

    Consecuencia de lo anterior son los altos índices de morbilidad en la población; especialmente de enfermedades infecto-contagiosas de relativa-mente fácil prevención y tratamiento. Las más comunes se refieren a enfermedades gastrointes-tinales (helmintiasis, infecciones por salmonella, desenterías, intoxicaciones alimenticias, infecciones diarreicas, tifoidea), y casos bronquiales (resfríos comunes, infecciones respiratorias agudas, influenza).

    La UNICEF, en el año '88 constataba lo siguiente; "De los 60335 muertos anuales que se registran en el Perú sólo en niños menores de un año, el 65,5% mueren, no por patologías complicadas, sino por infecciones respiratorias agudas, por diarreas, por enfermedades inmuno-prevenibles o por la desnutrición, que son las cuatro primeras causas de la mortalidad infantil. De modo que 85000 niños fallecen cada año injustificadamente y antes siquiera de cumplir cinco años de edad".

    c) Educación, empleo y migraciones.

    La educación en la zona de estudio está caracterizada por su crónico déficit de infraestructura y la obsolescencia de mobiliario y materiales didácticos; docentes mal pagados y deficientemente preparados. Lo más preocupante es el retroceso en las tasas de escolaridad que se viene registrando. En el siguiente cuadro veremos el estancamiento de la población escolar respecto a la población general en crecimiento (Ver pag. siguiente):

    Repetimos, en la localidad la población escolar no crece, ¿Qué está pasando con las generaciones en edad escolar que dejaron de asistir a la escuela o al colegio? El incremento de las tasas de deserción escolar nos indican que existe una franja de población joven que escapan al sistema educativo formal; aquí lo urgente es buscar alguna alternativa para ellos. Por otro lado, actualmente la educación que se brinda a la niñez y juventud –al margen de su adecuación al medio o no- crea en ellos expectativas de empleo y vida- reforzadas sobremanera por la televisión y otros medios de comunicación –que no encuentran a su alrededor. Este desencuentro genera actitudes que desembocan ya sea en la emigración o en la frustración y resignación esterilizantes en gran parte de los jóvenes, especialmente.

    CUADRO 3.2

    CUADRO COMPARATIVO DE CRECIMIENTO DE POBLACIÓN

    GENERAL Y ESCOLAR (1990-1998)

    AÑOS

    POBLACIÓN

    ESTIMADA

    POBLACIÓN ESCOLAR

    TOTAL

    PRIMARIA

    SECUND.

    1990

    8 015

    3459

    1 837

    1 622

    1991

    8 215

    3 340

    1 791

    1 549

    1992

    8 420

    3 293

    1 797

    1 496

    1998

    12 650

    3817

    1986

    1831

    FUENTE: INEI.

    Cabe recalcar que, a la actualidad el 14,6% (3 817) de la población es no escolarizada, siendo la zona rural la que tiene mayor índice 17,8% (7 365) y la zona urbana 7,4% (1 252). Ello nos hace pensar en lo mucho que han influido las transformaciones tecnológicas y la desintegración comunal en la educación.

    En cuanto al empleo y las migraciones, tenemos que la PEA local constituye el 12% de la población, esta proporción está por debajo de los niveles regional y nacional que es del 30%; aquél dato es el reflejo de la emigración de la fuerza laboral (el saldo migratorio para la quebrada de Chaupihuaranga es es de –19,8%). Si bien el nivel de desocupación esta en el 22,4%, presumimos la existencia de una desocupación encubierta bajo el ropaje de sub-ocupacion, porque ésta no es más que el recurso último para subsistir y la negación de posibilidades para el desarrollo de las capacidades físico-intelectuales de los individuos.

    Las estadísticas oficiales registran niveles de sub-ocupación que no bajan del 70%. Por otro lado, la tendencia migratoria del campo a la ciudad, del pueblo pequeño al más grande, de la sierra a la costa o selva, etc. Continúa vigente en el Perú; en Yanahuanca es "normal" observar este desplazamiento, cuando los jóvenes (con o sin preparación técnico-profesional) enfrentan el momento de buscar empleo, sus interrogantes se refieren a posibilidades fuera de la localidad, a espacios de mayor dinamismo económico o allí donde pueda hallar ocupación. Generalmente, esta fuerza laboral, se desenvuelve en difíciles condiciones, como es el trabajo en la minería, o el magisterio en poblados alejados y de dificultoso acceso, o labores subalternas en la ciudad, etc. La fuerza de trabajo que decide quedarse o no puede emigrar, y al no encontrar condiciones favorables para el despliegue de sus energías y capacidades creativas, se limita a sobrevivir reproduciendo sus monótonas y primarias condiciones de producción y de vida en general.

    CAPITULO IV

    YANAHUANCA EN EL CONTEXTO DE LA ECONOMIA REGIONAL

    La Región.

    La economía local está articulada al mercado de la Quebrada de Chaupihuaranga, mercado regional y al gran mercado metropolitano de Lima. En las actuales condiciones de una economía de apertura la ventaja de la economía regional es que cuenta con infraestructura económica y social importante, con acceso a la banca comercial, a la investigación, asistencia técnica y capacitación para los productores, etc.

    La estructura de los flujos económicos en la región y, dentro del cual se mueve Yanahuanca, es el siguiente: (Ver gráfico 4.1)

    Con las potencialidades naturales indicadas más arriba, la localidad presenta, como gran parte de la Quebrada de Chaupihuaranga y de los pueblos de la sierra peruana, un conjunto de características socioeconómicas que reflejan, también, una situación de atraso y falta de dinamismo local y regional.

    En la ex-región Cáceres, en los últimos 20 años, se ha experimentado un lento y persistente proceso de contracción de su economía; el PBI regional creció a un promedio de 0,5% anual, mientras que la agricultura decreció a un promedio de 0,8%, notándose una tendencia contraria en la minería, manufactura y otros servicios que crecieron a tasas de 1,2%, 1,3% y 0,4% respectivamente. Estas tasas anuales durante las dos décadas últimas significaron una redefinición en la estructura porcentual del PBI por clase de actividad.

    CUADRO 4.1

    REGION CACERES: PBI POR CLASE DE ACTIVIDAD ECONÓMICA

    1970–1990 (Estructura Porcentual)

    1970

    1975

    1980

    1985

    1990

    TOTAL

    100,1

    100,1

    100,1

    100,1

    100,1

    Agricultura, caza, silvicultura

    26,7

    24,7

    16,4

    17,7

    13,8

    Pesca

    – –

    – –

    – –

    0,1

    0,1

    Explotación de minas y canteras

    9,1

    7,3

    17,9

    9,5

    5,3

    Industria manufacturera

    15,0

    12,5

    25,4

    22,5

    30,4

    Construcción

    6,3

    6,3

    5,2

    6,6

    7,0

    Comercio, restorán, hoteles

    14,5

    18,1

    12,4

    16,1

    20,2

    Alquiler de vivienda

    8,0

    6,3

    1,9

    0,9

    0,6

    Produc. y servicios Gubernam.

    7,3

    8,7

    6,8

    8,8

    7,5

    Otros servicios

    13,2

    16,2

    14,0

    17,9

    15,2

    FUENTE: Cuentas Nacionales: Perú PBI Regional 1970-1990. INEI-Julio 1991

    Para la región, la actividad agropecuaria y la minería constituyen rubros importantísimos en su economía, sin embargo, éstas sufrieron una retracción del 50% en su importancia relativa; esta situación fue agravada en 1991 y lo que va del '98 por que, en el caso de la minería, el precio subvaluado del dólar, la caída de los precios de los metales y los efectos destructivos del terrorismo, confluyen para la dramática recesión de este sector, generándose cierre de minas pequeñas y medianas, despido masivo de trabajadores y congelamiento de sueldos y salarios; en el caso del agro, en la última campaña se sufrieron grandes pérdidas por efecto de la sequía en toda la región, se calcula que 30000 Has. de cultivos fueron afectados, perdiéndose totalmente arriba de 10000 Has., estimándose en 75000 toneladas los alimentos perdidos; si a ello sumamos la suspensión de créditos desde hace dos campañas agrícolas, la descapitalización de los productores, el encarecimiento y escasez de insumos, la desactivación total del Banco Agrario, etc., el panorama del agro en la región es desolador.

    Sin embargo, la población creció a un ritmo de 2,3% anual, lo que significa que se experimentó un crecimiento demográfico de un 61%, proporción mas elevada de lo que se incrementó la economía.

    La PEA en la sierra crece a un ritmo mucho más alto que el producto que esa población trabajadora genera, es decir, la

    población trabajadora es menos productiva y los beneficios de la producción se distribuyen entre un mayor número de consumidores.

    CUADRO 4.2

    REGIÓN CÁCERES: PBI POR CLASE DE ACTIVIDAD ECONÓMICA

    ÍNDICE DE VOLUMEN FÍSICO 1970-1990

    (Año base 1979 = 100,0)

    1970

    1975

    1979

    1985

    1990

    TOTAL

    70,1

    78,9

    100,0

    99,0

    77,2

    Agricultura, caza, silvicultura

    88,8

    80,7

    100,0

    94,2

    76,2

    Explotación de minas y canteras

    60,2

    63,3

    100,0

    105,6

    76,2

    Industria manufacturera

    56,7

    67,0

    100,0

    103,1

    73,6

    Construcción

    75,5

    89,2

    100,0

    80,0

    68,0

    Comercio, restorán, hoteles

    89,9

    109,8

    100,0

    80,6

    60,2

    Alquiler de vivienda

    80,3

    93,3

    100,0

    111,8

    120,5

    Produc. y servic. Gubernam.

    62,6

    88,3

    100,0

    126,6

    109,9

    Otros servicios

    62,8

    82,4

    100,0

    99,7

    85,7

    FUENTE: Cuentas Nacionales: Perú PBI Regional 1970-1990 INEI – Julio 1991

    Esta especie de "lógica regresiva" va condicionando la persistencia de indicadores de condiciones de vida crónicamente críticas; veamos algunos referidos a la población infantil: (Ver gráfico 4.3)

    De entonces a la actualidad, las condiciones de vida de la población han empeorado, por lo que la situación de nutrición infantil debe presentar un cariz más dramático; respecto a los índices de mortalidad infantil se observaba lo siguiente: (Ver gráfico 4.4)

    Cuadro 4.3

    REGIÓN CÁCERES: DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE NIÑOS

    MENORES DE 06 AÑOS,

    POR TIPO DE DESNUTRICIÓN: 1998

    REGIONES DE SALUD

    TIPO DE DESNUTRICIÓN (%)

    Crónica

    Aguda

    Más aguda

    Normal

    TOTAL

    50,85

    0,7

    0,25

    48,2

    Pasco

    52,8

    0,4

    0,3

    46,5

    Huancayo

    48,9

    1,0

    0,2

    49,9

    FUENTE: INEI-CENDES 1998.

    Cuadro 4.4

    PERÚ: MORTALIDAD INFANTIL

    POR REGIONES NATURALES

    TASAS DE MORTALIDAD INFANTIL (por mil)

    REGIONES

    1967

    1979

    1987

    PERÚ

    147,7

    92,0

    88,2

    Costa

    121,56

    83,33

    79,63

    Sierra

    287,00

    118,89

    114,64

    Selva

    109,40

    96,60

    91,08

    FUENTE: Idem.

    Como secularmente sucede en el Perú, la Sierra constituye una zona descuidada por las políticas del Estado, su situación de postración económica provoca últimamente una especie de redistribución acelerada de la pobreza, estimándose que para el 2 000 el 60% vivirá en situación de pobreza relativa y el 40% en pobreza absoluta.

    La expansión de enfermedades infectocontagiosas como la tuberculosis, malaria, uta, cólera, sarampión entre otras se ha

    intensificado en las zonas más deprimidas. Sumemos a esto el déficit de profesionales de la salud, por cada 10 000 habitantes se cuenta con lo siguiente: camas 13,3, deben ser 33; médicos 1,8, deben ser 8; odontólogos 1, deben ser 2; enfermeras 5,5, deben ser 8.

    En cuanto al analfabetismo, se tiene una tasa de 18%, superior al promedio nacional que es de 12% (l,989), siendo la Sub-Región Huánuco la que cuenta con mayor población analfabeta (24%).

    Este constituye el marco regional en el que se ubica la localidad objeto de nuestras preocupaciones.

    Características Económicas y Socioculturales.

    En la zona de estudio podemos identificar tres tipos de comunidades determinadas por sus actividades económicas básicas, su cohesión e identidad colectiva y sus relaciones con el mercado regional y nacional.

    Comunidades agro-pastoras en la zona alta e intermedia: Estos pueblos son eminentemente rurales, obtienen sus principales ingresos del pastoreo y actividades conexas –venta de carne, fibras e hilados y tejidos-, practican una agricultura de autosubsistencia tanto en la misma zona alta como en la parte superior de la zona intermedia.

    Organizativamente las comunidades están bastante cohesionadas y practican una administración colectiva de sus tierras; los espacios de pastoreo son totalmente comunales, las familias atendiendo al ciclo de rotación que la comunidad decide. Estos núcleos humanos aún conservan formas de trabajo colectivos como el ayni (trabajo de varias familias en la parcela de una de ellas y así sucesiva y recíprocamente) y la minka (trabajo de la comunidad en obras de utilidad común –escuela, local comunal, etc.).

    Estas comunidades establecen una relación restringida con el mercado regional, toda vez de que su lógica económica es básicamente de subsistencia, son escasos los excedentes que orientan al mercado; esta situación es reforzada por la lejanía geográfica de las mismas y la inexistencias de vías carrozables hacia ellas.

    Comunidades agrícolas y semi-urbanas en las zonas intermedia y baja: Estos asentamientos humanos están situados en la zona intermedia como Chipipata, Palca, etc., con acceso a limitados espacios de pastoreo en la zona alta y tierras de cultivo en la zona baja. La mayor parte de ésta comunidades las ubicamos en la zona baja, lo que no les impide controlar amplios territorios en la zona intermedia. El sustento de las economías familiares en estas comunidades se basa en actividades agrícolas, pecuarias y artesanales; esta diversificación ocupacio-

    nal no les inhibe su articulación con el mercado regional, ya que por la calidad de sus tierras obtienen lo necesario en productos básicos -papa y maíz- para el consumo familiar, destinando a la venta los excedentes; y no comercializan solamente el sobrante de cultivos, sino, también, el fruto de sus actividades de crianza animal (reses, ovinos, porcinos, aves, cuyes, etc.) y artesanales (por ejemplo el tejido de frazadas, mantas, etc.) a fin de satisfacer las necesidades de efectivo, de las familias.

    Cabe resaltar la existencia de una amplia franja de familias sin tierra o con escasez de ella; la subsistencia elemental de éstas depende del trabajo asalariado en tiempos de labor intensa, desplazándose a las zonas bajas de la zona; en periodos de descanso agrícola uno o dos miembros de las familias se desplazan a la ciudad a desempeñar labores diversas o comercio al menudeo.

    Organizativamente estas comunidades aún mantienen fuerte cohesión, especialmente cuando se trata de realizar labores de utilidad pública: construcción de escuelas, local comunal; limpieza de canales de riego; forestación comunal, etc. Comparativamente con las comunidades pastoras, aquí éstas presentan mayores ventajas debido a que una proporción significativa de sus terrenos poseen riego, ya sea natural o construido, por el hecho de ubicarse en las zonas intermedia o baja, se benefician de la cualidad colectora de aguas de las cuencas que desembocan finalmente en la parte baja de la quebrada.

    Otra ventaja importante es que cuentan con carreteras de comunicación que les permiten orientar su producción a los mercados locales y regionales (aunque en poca escala).

    Comunidades urbanas de la zona baja: Aquí ubicamos centros urbanos como Yanahuanca; estas localidades poseen suelos de secano y riego. Entre los productos que cultivan los agricultores (hortalizas, leguminosas) son el maíz, la papa, cebada y trigo que predomina largamente, el uso actual de estos suelos está marcado por el cultivo de estos productos, sin vislumbrarse la posibilidad de cambio de este patrón de cultivos, al menos en un mediano plazo.

    Yanahuanca en el contexto de la Quebrada de Chaupihua-ranga.

    Yanahuanca no sólo forma parte del paisaje natural de la quebrada, sino también participa de la dinámica económica que en ella se desarrolla.

    La zona en estudio se encuentra fuertemente articulado a las redes de comercialización que se han desarrollado; estas redes permiten el flujo de mercancías en direcciones inversas, aunque no proporcionales. Nos explicamos:

    1. La producción agro/silvo/pecuaria para abastecer a las ciudades y centros de producción mineros en la región, provienen de las innumerables comunidades rurales, semi-urbanas y urbanas que existen a lo largo y ancho de la zona.
    2. Esta producción –especialmente la agropecuaria– es canalizadas por el sistema de ferias locales, micro-regionales y regionales que se realizan permanentemente y que dinamizan la vida económica en todo el ámbito.
    3. Estas ferias posibilitan no sólo la salida de productos, sino, también la llegada de otros productos diversos: manufacturados, de origen nacional o extranjero; agroindustriales, especialmente de la costa peruana; agrícolas, ya sea de la costa o de la selva.
    4. Esta intensa circulación mercantil ha provocado la casi desaparición del trueque, forma de intercambio que se encuentra sólo en lugares alejados de la zona.
    5. Afirmábamos que existen intercambios desiguales debido a la relación, también desigual, que el capitalismo provoca entre la ciudad y el campo; recibiendo ésta última menos valor transable por sus productos, estando sujetos a los vaivenes de la demanda urbana y sin ninguna protección;
    6. tampoco debemos olvidar que los factores climáticos afectan la producción rural, más negativa que positivamente.
    7. Como es obvio suponer, la dinamización mercantil será un factor estimulante para la introducción de innovaciones tecnológicas en la producción de las comunidades, como veremos en el capítulo siguiente.

    Finalmente, Yanahuanca, como gran parte de la Quebrada de Chaupihuaranga, presenta también características económicas propias de realidades atrasadas:

    1. Los recursos naturales que posee son, en la mayoría de los casos, sub utilizados; el minifundismo constituye el principal problema (aunque los propietarios parceleros no lo perciban así), generando bajos niveles de producción y productividad y la formación de una mentalidad individualista y mezquina de pequeño propietario; además del abandono de medios de valor colectivo como son los canales de riego y las prácticas de trabajo comunitarias (faenas). Es notoria, también, la ausencia de preocupación por la explotación racional de recursos forestales, no se realizan labores sistemáticas de forestación, reforestación y saca madera, pese a contar la localidad con posibilidades apreciables. Y, por el lado de la explotación pecuaria, se limitan a la crianza familiar y en pequeña escala de cuyes, conejos, gallinas, ovinos, vacunos, etc. con ausencia de una práctica técnicamente orientada y por tanto económicamente más rentable.
    2. Escasa división del trabajo; las familias, para cubrir sus necesidades, distribuyen sus esfuerzos en las labores agropecuarias, artesanales y/o comerciales, además de la búsqueda de empleo fuera de la localidad, especialmente en el magisterio, la empleocracia y la minería.
    3. La capacidad de generación de empleo en la localidad es escasísima; debido a la total ausencia de empresas que requieran mano de obra, o al hecho de que las unidades familiares son en su gran mayoría autosuficientes en este respecto o sólo requieran de ella en épocas de labor intensa (siembra y cosecha); existen algunos talleres artesanales –carpintería- que emplean mano de obra en reducida escala, o también cuando alguna familia decide levantar su vivienda, que es esporádica.

    Esta incapacidad para crear empleos productivos locales es grave en las condiciones de crisis que atraviesa el país, ya que el mayor peso de ésta recae sobre los hombros de las mayorías; tanto así que se calcula que un

    grueso sector de trabajadores (magisterio, salud, empleados públicos en general, manufactureros, etc.) en la última década sufrió la reducción de sus ingresos reales en un 80%.

    Estas condiciones han configurado una economía poco diversificada y con décadas de estancamiento. En 50 años las prácticas productivas de la gente casi no han cambiado. Esta especie de parálisis ha ido generando desorganización y apatía en la población, indiferencia respecto a sus propias capacidades y posibilidades de cambiar las cosas; la ausencia de líderes es notoria.

    Por otro lado, las condiciones sociales que se advierten en este medio no son precisamente las deseables, y es la niñez y la juventud la más perjudicada por estas circunstancias. Y son ellos los que directamente están expuestos a los devastadores influjos materiales y espirituales de la crisis total de la sociedad peruana; los niños, sobreviviendo con deficitaria ingesta calórico-proteica, anulando prematuramente sus potencialidades físicas e intelectuales (lo que más nos interesa); los jóvenes, involuntarios partícipes de un proceso educativo mediocre, de un ambiente de estrechez material y pobreza intelectual deprimentes; generaciones que no vislumbran o vagamente imaginan que es posible construir derroteros diferentes y más promisorios.

    CAPITULO V

    CAMBIOS TECNOLOGICOS EN YANAHUANCA

    Antecedentes.

    La situación tecnológica actual no sólo refleja lo que sucede en la actualidad, también expresa el proceso histórico que sigue el desarrollo de la sociedad local y lo paulatino y gradual de los cambios tecnológicos que experimenta.

    La zona en estudio, ningún momento de su historia fue objeto de repentinos y drásticos cambios tecnológicos que provocaran, a su vez, importantes metamorfosis económicas y sociales. Al contrario, los lentos cambios tecnológicos en las actividades agrícolas fue lo que lo caracterizó hasta mediados del presente siglo; aunque en este período experimenta cierto dinamismo por la influencia de las actividades mineras, forestales y ganaderas, especialmente, y los circuitos mercantiles que ligaban a las mismas con el ámbito zonal; veamos cada uno de estos factores:

    1. Desde décadas pasadas, entonces, la minería de la sierra central propició movimientos migratorios en los pueblos de la región de donde se proveía de fuerza laboral, desarrollándose dos polos de atracción minera: Huancavelica, por un lado y, Cerro de Pasco, por otro.

      Para el caso del segundo polo, un análisis de la procedencia de la fuerza de trabajo migrante (Contreras, 1986) que laboraba en las minas de Cerro de Pasco en la segunda mitad del s. XIX muestra que los trabajadores que

      venían de Huánuco representaban apenas el 6.6% del total de los migrantes. Algo similar ocurría con Ancash (5,0%) y Huancavelica (5,7%). En cambio, quienes venían de Yanahuanca y alrededores representaban el 15.7%.

      El proceso migratorio de los hombres del campo a las minas en la región central, en el presente siglo, está marcado por tres grandes momentos: El primero; se caracteriza por implantar un sistema compulsivo de captación de la fuerza laboral, mediando el denominado enganche minero, este se inicia con el desarrollo de la Cerro de Pasco Cooper Corporation; El segundo; se caracteriza por un desplazamiento poblacional estacionario, voluntario, de complementación económica; El tercer momento, se inicia luego de la segunda guerra mundial y corresponde al de las empresas mineras modernizadas que demandan mano de obra calificada.

      La estructura productiva fue controlada paulatinamente por los capitales norteamericanos, instalados fundamentalmente en nuestras minas, irrumpen también en las estructuras de nuestras comunidades campesinas; provocando un lento proceso de descomposición comunal y descapitalización del campo. Fueron, entonces, las comunidades campesinas las principales tributarias en

      fuerza de trabajo para las actividades mineras, por medio de las corrientes temporales que estaban en función al calendario agrícola, buscando intercalar sus ocupaciones campesinas.

      Esta conclusión se desprende de los estudios realizados sobre La Cerro de Pasco (Flores Galindo, 1974). Heraclio Bonilla (1974), analizando el caso de Morococha, demuestra que la fuerza laboral provenía de los pueblos y comunidades campesinas mayoritariamente, pero estos migrantes no abandonaban sus relaciones con sus lugares de origen; sin embargo, estas nuevas relaciones socioeconómicas repercutieron en el seno comunal acarreando una serie de modificaciones en sus estructuras.

      Un texto más reciente, (Sulmont y Valcárcel, 1993), recurriendo a la encuesta de la Sociedad Nacional de Minería del Perú, indican que 15% de los obreros de la mediana minería eran hijos de mineros y el 64% de agricultores o ganaderos. Además, un 34% se dedicaba a las actividades agropecuarias antes de convertirse en mineros, lo que demuestra que muchos mineros son de origen o previamente pasaron por actividades agrícolas.

      "…el tránsito de campesino a obrero minero andino constituye, al mismo tiempo, una ruptura y una continuidad.

      Ruptura, porque no es lo mismo evidentemente trabajar en el campo o trabajar en el socavón, depender de sí mismo o depender de los otros, trabajar con las manos o trabajar con las máquinas. Continuidad, porque muchos ex-mineros no dejan su calidad de comunero y se jubilan en su tierra" (Assadourian, et.al, p.68).

      Respecto al lugar de procedencia, estos estudios demuestran que los departamentos que más contribuyen a la formación de la mano de obra minera, para el caso de la gran, mediana y pequeña minería son Pasco con un 51% y Junín con un 31%.

    2. La influencia de la minería; parte de la población empezó a desarrollar una especialización en la actividad del trabajo estacional minero (lo que no significó cambios tecnológicos en sus lugares de origen, es decir, al volver a sus hogares, estos "mineros" continuaban sus prácticas agrícolas tradicionales); Esta "tradición" minera, se explica por el hecho de que el poblador tenía mayor libertad de movilización, en tanto que era propietario minifundista de la tierra, que lo diferenciaba de las poblaciones que se desenvolvieron dentro de economías de haciendas feudales.
    3. Cambios ecológicos; Desde la perspectiva ecológica el distrito de Yanahuanca a experimentado grandes cambios. Un factor importante que modificó la configuración ecológica, fue la introducción del eucalipto, especie forestal que se adaptó muy bien a las condiciones naturales de la región y posibilitó cambios agroecológicos y económicos dentro de las comunidades. Por lo que la presencia de los eucaliptos en las comunidades que están por debajo de 3700 m.s.n.m. nos indica la gran preferencia del campesino por esta especie para cultivarlo. A esta especie forestal debemos agregar la introducción, un poco tarde, de cereales como el trigo y la cebada y legumbres como habas, arvejas y otras que posibilitaron el surgimiento de zonas productoras de granos (cebada y trigo) o comunidades especializadas en la producción de hortalizas.
    4. La ganadería; La llegada de especies animales como los vacunos, ovinos y acémilas, significó cambios sustanciales en la configuración económica y el desarrollo tecnológico; el arado de tracción animal, constituyó un salto tecnológico importante, especialmente en las zonas planas; o el surgimiento del arrieraje como actividad económica predominante. No menos importancia debemos asignarle al uso de la carne y derivados de los vacunos y ovinos, ahora la disponibilidad de lana ovina incentivó la artesanía textil generando especializaciones en la textilería, también en la producción de productos de cuero, todos estos factores fueron de gran importancia en los cambios socioeconómicos.

    La tecnología de "punta" en el siglo pasado se encontraba en la producción ganadera de las haciendas, la ganadería campesina no participaba de esta tecnificación; más adelante, con la llegada del capital extranjero a la actividad minera en la región (a partir de 1901), las actividades ganaderas campesinas se beneficiarían débilmente de los cambios tecnológicos y las economías

    rurales de la región experimentarán cambios, tanto en su dinámica demográfica, cuanto en su diversificación económica.

    A lo largo de la primera mitad de este siglo los cambios tecnológicos fueron poco significativos en las actividades agrícolas y ganaderas en las economías campesinas. Antes de pasar a la identificación tecnológica de las unidades económicas, presentamos un panorama general del agro en la localidad:

    El Problema Tecnológico en Yanahuanca.

    Lo tecnológico implica la integridad de la organización de la producción, es decir, dos ámbitos que definen los resultados en productos y productividad:

    1. Lo técnico/material (instrumentos y procesos técnicos productivos), y,
    2. La organización social (división social del trabajo).

    Es dentro de este contexto general que identificamos cuatro aspectos importantes que concurren para la determinación del nivel de desarrollo tecnológico:

    a) Agentes de la producción:

    Propietarios: latifundistas, medianos o pequeños,

    Arrendatarios: con intermediación monetaria o sin ella (partidarios),

    Jornaleros.

    b) Recursos económicos:

    Tierra

    Agua

    Fuerza de trabajo

    Capital: semilla (común o mejorada), fertilizantes (naturales o químicos),

    semovientes (comunes o mejorados), instrumentos de producción (tradicionales,

    adaptados, importados) y financiamiento.

    c) Organización de la producción:

    Relaciones de trabajo: salariales, trabajo familiar o multifamiliar,

    Monocultivo o policultivos,

    Control de pisos ecológicos.

    d) Resultados:

    Productos: volúmenes de producción y productividad,

    Destino: autoconsumo o venta en el mercado.

    Siguiendo el esquema propuesto vamos a describir los diversos factores que intervienen en la configuración tecnológica de la producción en Yanahuanca:

    1. La antigua costumbre de fijar fechas de siembra y cosecha y organizar el trabajo de las tierras en grandes "clanes" familiares, ya no existe. Hogaño cada familia decide aisladamente cuando y como desarrollar sus labores culturales. En las unidades económicas de sobrevivencia y en transición, el factor fundamental de la producción es la fuerza de tabajo familiar; sólo en determinados momentos (cosecha y cultivo, especialmente), aquellas que poseen la capacidad para ello, contratan peones agrícolas.

      Por otro lado, se nota que la organización de las actividades agrícolas no son ordenadas en función del máximo rendimiento del trabajo, la tierra y los insumos; este hecho, creemos, es inherente al minifundio, cuando la actividad agrícola constituye una de las varias que la familia desarrolla, y no es la única ni la principal.

      Estas familias, en el pasado, se integraban en familias amplias, donde el parentesco era el factor unificante central, y desarrollaban la siembra y cosecha de manera coordinada, solidaria y multifamiliar (ayni). Hoy día, esta práctica cultural está prácticamente extinguida.

      La forma de pago se realiza generalmente en dinero, aunque algunas veces, especialmente en tiempos de cosecha, se combina con pago en productos; el pago se efectúa habitualmente a diario, en algunos casos es por adelantado.

      Es conocido que estos agricultores destinan la mayor parte o la totalidad de su producción a la venta en los mercados urbanos regionales y extraregionales (Lima). Lo que significa que la monetización de la producción es la norma entre estos productores.

      Lo que caracteriza a este proceso de realización de la producción, es el hecho de que no se efectúa en un determinado período, después de la cosecha; sino que la venta es materializada durante todo el año. Las familias van vendiendo su maíz de a poco, dependiendo de sus necesidades de liquidez; para ello concurren al mercado local donde semanalmente los acopiadores compran el producto. El maíz, entonces, constituye una reserva económica importante de las familias.

      Pero, no todo se vende. Una parte, que varía entre familias –dependiendo de su situación económica–, es consumida directamente por ellas; el autoconsumo es directamente proporcional con el estado de pobreza o no de las familias, a mayor pobreza, mayor proporción de maíz autoconsumido.

    2. Organización de la producción; La producción local se desarrolla de manera espontánea y sin ninguna planificación previa.
    3. División y organización del trabajo; El criterio principal para la división del trabajo rural es el sexual; los varones desarrollan determinadas actividades especialmente y las mujeres otras, lo que no les impide realizar las actividades propias del otro sexo, en ambos casos, cuando las circunstancias lo requieren.

    Por el lado de la organización se observa que las actividades agrícolas no son ordenadas en función del máximo rendimiento del trabajo, sino de las costumbres y, muchas veces, de la disponibilidad de tiempo de los integrantes de las familias. Influye en este fenómeno el hecho de que la agricultura no constituye la actividad económica única ni principal (salvo para las familias pobres).

    Para el caso de los peones agrícolas, la jornada laboral se extiende a 9 horas, generalmente comenzando a las 8 a.m. para terminar a las 5 p.m. Como podemos notar las jornadas de trabajo no bajan de 8 horas, si a ella le sumamos el tiempo que emplean para trasladarse al centro de trabajo, tenemos una jornada de casi 9 horas; lo que explica el gran agotamiento de estas jornaleras en su labor agrícola. Se nota en la mayoría de los agricultores la preferencia por trabajar en su propia chacra porque ahí no están sujetos a la presión del patrón o empleador, ni a horarios rígidos.

    El pago por jornada es diferente entre varones y mujeres, generalmente los primeros ganan un poco más. Sin embargo el precio por jornal no es uniforme algunos pagan menos, otros más. En el caso de trabajo de niños el pago es menor que de las mujeres.

    No existe homogeneidad en las relaciones que las(os) trabajadoras(es) establecen con uno u otro patrón, la manera como se desarrolla el trato en el trabajo varía en función al carácter o la forma de ser de los patrones, existen quienes son exigentes y duros en el trato, también quienes son más flexibles y un tanto menos exigentes.

    Mercado y Tecnología en Yanahuanca.

    La lógica integral de la economía local, y el consiguiente empleo de determinada tecnología se encuentra, entonces, fuertemente condicionada por el rol que el mercado (de bienes, fuerza de trabajo y capital) juega, es decir, la adopción de cierta tecnología no se puede realizar sin considerar las premisas que se crean en el mercado –acceso a la tecnología: precios, información; y beneficios que puedan realizarse.

    1. Las economías de subsistencia se caracterizan por sus bajos niveles de producción y productividad, teniendo como trasfondo el uso de tecnología tradicional.
    2. En las actuales circunstancia estas unidades económicas no pueden sustraerse de la dinámica del mercado, es imposible que subsistan al margen de ella.
    3. Integrarse al mercado –generalmente en condiciones adversas- obliga a la adopción de tecnología importada, aunque esta adopción sea generalmente unilateral y sin la información necesaria para su buen manejo.
    4. Esta integración, a su vez, provoca modificaciones sociales, tales como la desintegración comunal y modificaciones en las unidades económicas familiares (que ven debilitadas sus vínculos de reciprocidad en su seno y la emergencia de conductas más personalistas entre sus integrantes).
    5. Por otro lado, se nota que las unidades integradas plenamente a la lógica del mercado elevan sus rendimientos en producción y productividad, incrementado, por tanto, sus niveles de vida.
    6. Esta mejora en los niveles de vida de una franja de la población, les posibilita presentar capacidad de ahorro y capitalización, que aún no siendo tan elevada, en las condiciones actuales del agro es bastante significativo.
    7. Finalmente, al generarse economías de acumulación, surgen gérmenes de pequeñas empresas o conductas individuales y familiares más propias de pequeños empresarios que buscan interrelacionar actividades agrícolas, pecuarias, agroindustriales y artesanales para consolidar su economía y lograr variados niveles de acumulación.

    Factores que Influyen en la Adopción de Tecnología.

    Identificamos dos tipos de factores, aquellos que favorecen la adopción de determinada tecnología y aquellos que retrasan el uso de tecnología en las labores agropecuarias. Lo manifestado aquí para el caso de estudio, no es extraño a las prácticas tecno-culturales del mundo andino rural.

    Factores que favorecen.

    1. La tecnología importada se adapta básicamente a los requerimientos singulares de las unidades de producción, es decir, son propicias para el desarrollo del campesino como productor parcelario independiente.
    2. La cada vez mayor demanda de productos agropecuarios por el mercado urbano local y nacional, circunstancia que ofrece posibilidades de realización de la producción rural y la consiguiente adopción de tecnologías para elevar la productividad.
    3. El desarrollo de vías de comunicación carretera en el conjunto de la zona, factor que facilita la movilización de productos y fuerza de trabajo; a ello se debe sumar el incremento de medios de transporte (humanos y de carga) muy notorio en estos últimos años (combis y camionetas pueden llegar a los rincones rurales más alejados).
    4. La existencia de colegio en la localidad y la cercanía del instituto tecnológico y la Universidad Nacional Daniel Alcides Carrión-Sección Yanahuanca; estos elementos vienen jugando un papel importante en la difusión de nuevas tecnologías y la formación de material humano capacitado en su manejo y con inquietudes de innovación o adaptación tecnológica, a partir de las peculiaridades locales.
    5. Generalización del consumo de medios de comunicación masiva (televisión y telefonía, especialmente) y los consiguientes efectos en la modificación de las percepciones y conductas de los individuos y sus aspiraciones respecto a su propia producción agropecuaria y su consumo que cada vez se va diversificando.

    Factores que retrasan la adopción de tecnología.

    1. Gran parte de la tecnología importada es producida al margen de la realidad campesina local, por lo que su uso trae consecuencias muchas veces adversas en las condiciones de la agricultura del parcelario.
    2. La tecnología importada está pensada y aplicada sectorialmente, es decir, sin considerar la compleja estructura económica, social y cultural del mundo rural.
    3. El limitado entendimiento –reforzado por visiones unilaterales muy difundidas- de que la tecnología es sinónimo de instrumento material y nada más, olvidando sus implicancias culturales.
    4. Ausencia de esfuerzos de capacitación en uso de tecnología y promoción de la adaptación e innovación tecnológica. Es notoria la ausencia de entes estatales y privados que desplieguen acciones para contribuir al desarrollo tecnológico en el campo.

    CAPITULO VI

    EL APRENDIZAJE EN EL MARCO DE LA DESINTEGRACION COMUNAL

    Escuela e Ideología.

    La escuela representa para el común yanahuanquino un canal para salir de su condición e incorporarse a la ciudad, lo que para muchos significa intentar dejar de lado su cultura para incorporarse al soñado progreso. Pero hay otro lado del problema. La idea del progreso en las comunidades no es solamente expresión de un sálvese quien pueda hacia la sociedad urbana. También refleja el dinamismo de un campesinado que es consciente que, para sobrevivir, tiene que aceptar cambios profundos en su cultura para incorporar elementos externos totalmente nuevos. La nueva actitud no necesariamente significa el dejarse engañar por el monstruo, también indica el esfuerzo para incorporar al monstruo a la vida cotidiana, para domesticarlo y ponerlo al servicio de uno. En lugar de asustarse con la escritura, el hombre andino de hoy pretende utilizarla.

    Pero el problema no es tan simple. El carácter destructor de la cultura de la escuela se encuentra hoy día en tensión con un potencial de renovación cultural presente en el campesinado, que crea condiciones para una ruptura que no signifique necesariamente destrucción cultural, sino transformación y superación, y esto está ligado a la profunda debilidad de la acumulación capitalista del Perú. Lejos de ser un instrumento funcional de un pujante desarrollo capitalista, o el producto de una política coherente del Estado, el sistema educativo en el campo se deriva de un inmenso anhelo del campesinado por cambiar su situación, por acceder a formas modernas de vida y de trabajo, por construir algo nuevo para lo cual intuye que requiere de los conocimientos que difunde la escuela, para ir reconstruyendo su cultura en concordancia con los retos y las necesidades del presente.

    Si la escuela sólo fuera liquidadora de la cultura andina, o bien habría que resignarse a ello aceptándola como está, o bien habría que hacer campaña por su destrucción, tal como lo plantea el grupo. Si se cree en cambio que la aspiración por tener su escuela no significa un suicidio cultural, sino representa al contrario el deseo de hacer uso de un instrumento que es parte de un conjunto de transformaciones sociales y culturales, en un proceso de grandes tensiones no resueltas entre fuerzas sociales, entonces el reto consiste también en transformar la escuela para que responda de manera mucho más eficaz a las necesidades campesinas. Es desde esta perspectiva que vamos ahora a examinar el uso campesino de la escuela como trampolín hacia fuera, y su potencial para el desarrollo.

    La Escuela como Trampolín hacia Afuera.

    A diferencia de la visión tradicional expresada en la introducción de la presente investigación, en el actual proceso de integración del campesinado a la sociedad nacional se asume que la escuela es arma que debe ser conquistada. Sin embargo, esta nueva estrategia no implica la desaparición de la visión tradicional, que queda latente. Lo que se da más bien, es una forma diferente de responder a la situación presente. Así por ejemplo, la noción de miedo que encontramos en nuestros entrevistados sigue presente en relación con la escuela, aún cuando la actitud general sea la de reconocer la necesidad de aprender en ella los conocimientos del mundo externo para poder moverse en él.

    Para muchos padres de familia, la escuela es el medio para salir de la condición campesina, que es vivida como algo muy pesado y sufrido. Así lo expresa una campesina de la comunidad de Nunumyayog, al explicar por qué quiere que su hijo asista a la escuela:

    "Para que no se quede en la chacra. En mí que se acabe esa cosa. Ser campesino ganadero es algo pesado. Ojalá Dios quiera que mi hijo sea algo."(E1)

    Si ser algo es dejar de ser campesino, quiere decir también entonces que ser campesino es equivalente a no ser nada. También es sufrir y el sufrimiento en el campo está asociado con la ignorancia. El campesino se siente inútil, ignorante. Desea que sus hijos sean mejor que él, que den un paso adelante, para así dejar de sufrir, lo que quiere decir dejar de ser campesino.

    Varios padres de familia vinculan directamente la escuela con la noción de progreso, en contraposición a su situación de atraso.

    "De hecho, (en la escuela deben) aprender bastante. Antiguamente hemos sido muy atrasados."(E2)

    "Leen, pero no entienden, como no saben hablar muy bien el castellano. Por ahí están atrasados."(E3)

    Entonces, el atraso es quedarse igual que los padres, el progreso es entrar a la universidad, o por lo menos salir del campo. En efecto, el quedarse encerrado en el pueblo es signo de atraso, como lo manifiestan muy bien dos hombres que conocen de cerca la ciudad y valoran mucho su experiencia:

    "Preg. ¿Está bien o no que el profesor sea del lugar?

    "No. No tiene adelanto, pues. Toda la vida acá. Cuando una persona se le dice, ahí no más dice: si… No tiene una mentalidad para pensar. La gente no entiende las palabras nuevas acá, a veces el castellano es difícil."

    "Está bien que los niños salgan del pueblo, en un paseo a un pueblo vecino, porque necesariamente tenemos que salir para coger algo, un ambiente diferente de acá. Pero en cambio aquí, eternamente encerrado en su pueblo, no hay un cambio."(E4)

    Pero no basta que el joven salga del pueblo, sino que también debe tener estudios, porque afuera de otro modo no se puede trabajar.

    "Ahora estamos atrasados. Ni en la agricultura estamos bien. Ni viajando o trabajando fuera. Por más que tengamos ropa o nos pintemos, si no tenemos estudios, no valemos nada."(E5)

    No todo se reduce a conseguir trabajo fuera, está también presente, muy profundamente, la necesidad de recuperar mediante la escuela el valor perdido, la dignidad, que los signos exteriores de riqueza no pueden reponer. Y el progreso, para algunos, no se reduce necesariamente en ir a la ciudad, puede ser también aprender a reclamar sus derechos y hacerse respetar.

    Otras versiones asocian además la escuela, no solo con el saber, entendido como saber escolar, sino con la falta de ojos (no saber leer), boca (no saber hablar).

    "Los mayores poco sabemos del estudio, no sabemos ni leer, ni escribir. Somos como animalitos. Es necesario el estudio todavía. Exigente… ni siquiera tenemos palabra para poder conversar, con los preparados… no sabemos estudiar. Somos analfabetos. Leer ni escribir sabemos. Ni cómo hablar no sabemos. Por eso en estos momentos también estamos dudosos de hablar, de contestar. Ahorita que están viniendo usted promotores. Tenemos miedo de hablar, de conversar. "(E6)

    A diferencia de otras versiones, los campesinos de hoy valoran enormemente la escuela, y el aprender a expresarse. Inclusive el testimonio anterior tal vez exagere en algo la supuesta incapacidad por hablar, pues fue expresado en castellano por una señora, con mucha vehemencia y soltura, aunque también es evidente que ella actuaba a la vez como portavoz de muchas otras mujeres que estaban entonces reunidas con ella en el club de madres. En todo caso lo importante es el sentimiento del miedo de hablar que se expresa aquí. Pero al mismo tiempo, la misma señora agrega que están aprendiendo castellano "poco a poco ahora con nuestros hijos menores".

    Esa idea de mejorar poco a poco es muy frecuente en los testimonios campesinos para quienes la incorporación de la escuela constituye así una estrategia de largo plazo que abarca en realidad varias generaciones. La actitud parece ser: no hay apuro, lo importante es avanzar.

    "Los padres de familia no tenían para discutir con aquellos que vienen como autoridades, entonces pensaban que los alumnos sepan siquiera hablar un poquito, para discutir con las autoridades, porque engañan a uno que no tenía palabra, no tenía suficiente para discutir. Esto ha mejorado un poco ahora. Tenemos un poquito para discutir con aquellos." (E7)

    El valor de la escuela en contraposición al campo ha sido remarcado una y otra vez en las entrevistas. Se debe a que permite la acumulación en la cabeza de una riqueza que nadie se puede robar, a diferencia del ganado, que es la riqueza tradicional del campesino, su forma antigua de guardar para el futuro.

    Como mínimo, entonces, la escuela debe servir para salir de la condición de campesino y poder trabajar afuera. Pero muchos padres de familia tienen ilusiones mayores. Sueñan con que sus hijos vayan a la universidad, que sena profesionales, cosa que no está ya fuera del alcance.

    La escuela debe entonces abrir paso a un futuro mejor, a una vida más suave, que es también cómo ve el campesino la vida del profesional cuando la compara con el trabajo en la chacra.

    La escuela debe ayudar a orientarse en es nueva vida, que incluso para el que se queda en el campo es diferente porque es una vida sin patrones, que supone además, esté uno en la ciudad o en el campo, manejarse con las leyes nacionales.

    La escuela aparece así como una inversión de largo plazo que realiza la familia en los hijos. Hay incertidumbre sobre los resultados exactos de esta inversión, pero ésta se tiene que hacer de todas maneras porque se considera una condición mínima para salir de la pobreza actual.

    Como se ha visto, si tienen suerte, pueden salir profesionales, pero en todo caso, pueden salir algo aunque ahora aún no les sirva (y hay entonces dudas sobre la utilidad futura, especialmente si quedan en el campo).

    En función de ese futuro mediatizado por la escuela, la mejor herencia ya no consiste en animales, como en tiempos antiguos, la mejor herencia es la educación escolar.

    Esa inversión prolongada en el estudio debe servir a los hijos mismos pero debe entenderse también dentro de una estrategia familiar que supone que los padres también preparen su propio futuro a través de sus hijos. Son pocos los padres que lo admiten, pero algunos lo aclaran:

    "La escuela debe servir para él mismo. Cuando sale de aquí, nos puede servir, a su mamá también. Para que más adelante, se preocupe por mí, sienta por mí. Más tarde nos pueden mantener. Ya trabajarán."(E8)

    No debe interpretarse esto como una actitud calculadora de los padres. Se entiende que los hijos se preocuparán por los padres en agradecimiento porque les han hecho estudiar, han velado por su futuro y se han sacrificado, a diferencia de lo que hicieron los propios padres de algunos informantes, como aquel que dice: "Antiguamente, las madres no tomaban interés. Mi madre no podía por dinero. Nos mandaban a pastear, a la chacra" (E8). Pero lo cierto es que, en términos objetivos, dentro de la lógica de reproducción social de la familia campesina, el preparar el futuro de sus hijos, los padres preparan también su propia vejez. No quiere decir necesariamente que piensen salir del campo junto con sus hijos, pero sí que cuentan con el hijo que esté afuera para seguirles ayudando. En verdad, esto no es nada nuevo: siempre en Yanahuanca los grupos familiares étnicos enviaron partes de ellos a colonizar distintos pisos ecológicos en provecho del conjunto familiar. Hoy en día sigue operando una lógica similar, con la diferencia de que la complementariedad ya no se da con otros pisos ecológicos sino –en condiciones ciertamente muy diferentes, de subordinación- con la economía moderna.

    De manera general, para el campesino, queda absolutamente clara la relación entre la escuela y el progreso. La noción de progreso va unida estrechamente a la noción de futuro. La enorme inversión de los campesinos en la escuela (sea en su

    trabajo directo, sea al dejar de utilizar el trabajo de los niños, o sea inclusive en una reorientación total de toda su vida como cuando migran a la ciudad para que sus hijos puedan estudiar) muestra ese afán del campesino por el futuro de sus hijos. todo padre o madre desea que sus hijos sean más que él, sea algo, lo que quiere decir en general que deje de ser campesino. Para el campesino que se percibe a sí mismo como abandonado, miserable, marginado, ignorante de los beneficios de la sociedad, toda la esperanza está en el futuro. Sus hijos son su futuro, y ese futuro necesariamente pasa por la escuela.

    ¿Cómo no entender entonces el inmenso clamor campesino por la escuela, ahora que vive una desintegración comunal, o sea, una descomunalización en medio de las transformaciones tecnológicas? La educación en el campo debería apoyarse en estos elementos modernizadores de las comunidades, en aquellos que además han optado por volver hacia lo suyo y tienen entusiasmo para trabajar. Se trataría de orientar el gran anhelo campesino por el progreso, para que también se creen alternativas de salida hacia adentro. La educación entonces no puede concebirse fuera de planes regionales y locales de desarrollo, con participación en ellos de las escuelas, no sólo en función de la preparación de los jóvenes para trabajar en una adecuada producción en el campo, sino también convirtiéndose en centros dinamizadores de iniciativas y experimentaciones.

    CONCLUSIONES

    1. En Yanahuanca, la comunidad campesina ha dejado de tener vigencia efectiva como ente regulador y organizador de la producción local.
    2. Esta pérdida de vigencia fue un proceso histórico largo y lento que supuso la paulatina autonomización de las comunidades hijas y su independización territorial, organizativa y política.
    3. No existe posibilidades de desarrollar las economías familiares campesinas si es que ellas no se integran al mercado como productora de bienes agrícolas, porque como productora de mano de obra, eso ya lo sabemos, las familias campesinas son eficaces.
    4. Para entender los procesos de cambios tecnológicos que se dan en esta localidad, se debe relacionar la economía local con la dinámica tanto de la zona como de la Región central y el país en general. Las economías locales, a estas alturas, ya no son autárquicas.
    5. En Yanahuanca el agro se caracteriza por el minifundio y el predominio del cultivo de maíz y papa porque los pequeños agricultores son los últimos en adoptar nuevas tecnologías.
    6. Las unidades económicas agropecuarias en su gran mayoría se caracterizan por su situación de transición, entre lo tradicional y lo moderno; presentan rasgos de ambos que los convierten en unidades económicas técnicamente duales.
    7. Lo importante no es la defensa de un productor empobrecido; lo que importa es el desarrollo de las fuerzas productivas y esto está indisolublemente ligado a la acentuación de la división social del trabajo.
    8. No existen programas gubernamentales para promocionar el rendimiento agrícola con los pequeños agricultores, es importante atender a estos sectores por dos razones: Trabaja la mayor parte de la tierra cultivable, y gran parte de los recursos humanos se emplea en la agricultura. Es decir, cualquier meta humanitaria trascendente debe tomar en consideración estos cultivo y a sus cultivadores.
    9. Por otro lado, en realidades de escaso desarrollo, como la nuestra, las actividades femeninas constituyen una base sólida de las economías familiares locales; las mujeres juegan un papel regulador inestimables en la vida cotidiana de las familias, pese a ello existen grandes carencias en la educación, capacitación tecnológica en producción, almacenaje y procesamiento de alimentos, orientación organizativa, etc.
    10. Consideramos que las mujeres son agentes potenciales de cambios fundamentales al interior de las familias y en su entorno social; por ello la necesidad de asumir la promoción sostenida de este sector de la población de bajos recursos.
    11. El respaldo de la iniciativa individual-familiar por la comunidad representa un potencial enorme para la transformación del campo, pero al mismo tiempo, al favorecer la escolarización, tiende a facilitar la emigración hacia la ciudad de los jóvenes y en general de los espíritus más capaces e innovadores. Sin embargo, ante las dificultades de absorción de mano de obra por las zonas urbanas en razón de la crisis, parece que se está iniciando una nueva tendencia, aún incipiente, de atracción hacia el campo de jóvenes dispuestos a transformar el campo utilizando su experiencia urbana y sus conocimientos educativos.
    12. Hasta la actualidad sin embargo, en Yanahuanca, la sigue siendo en gran medida una realidad aparte, un "paquete" cerrado que es de dominio del profesor. Y muchos padres de familia declaran no estar enterados de lo que hacen ahí los hijos.
    13. El aprendizaje de los alumnos en Yanahuanca manifiesta la influencia de sus marcos de vida andinos. Medio geográfico, economía, organización social y cultural. Dicho aprendizaje refleja continuidad, en la medida que es de carácter práctico y tiene relación con actividades de su medio andino.
    14. La aspiración a una sociedad justa, nos descubre que la educación juegue un papel, un rol activo en el cambio social. En esta perspectiva un sistema es eficaz cuando se basa en un método activo y educación permanente, que responda a las necesidades, a las aspiraciones de todos los sectores sociales en Yanahuanca, que tome en cuenta las peculiaridades físicas, culturales, económicas de las diversas familias, en concreto de la región heredada de una cultura y educación andina propia.
    15. Finalmente, hoy en día aparecen opiniones a veces muy firmes sobre la necesidad de cambiar el tipo de educación. Esta actitud es nueva e indica que con el tiempo y el avance de la escolarización, la comunidad puede empezar a querer intervenir en el proceso educativo escolar mismo, porque ya sus dirigentes lo conocen desde dentro, habiendo llegado no pocas veces hasta la universidad.

    BIBLIOGRAFIA

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    Lic. VALENZUELA DAVILA José Carlos

    Licenciado en Educación Secundaria