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Ricardo Flores Magón (Semblanza biogáfica) (página 2)

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Capítulo Dos

EL JOVEN ANARQUISTA

Ricardo inició su actividad política como líder estudiantil antiporfirista.

Participó en las manifestaciones callejeras de la ciudad de México que tuvieron lugar en mayo de 1892.

Gómez-Quiñones escribe que la protesta de 60 estudiantes y otras personalidades, tenía el objetivo de exigir elecciones libres y de pedir a Díaz dejara la presidencia

Samuel Kaplan, en su libro Combatimos la tiranía, reproduce un fragmento del discurso de Ricardo frente a la escuela de Minería.

"En 1876 -gritó Ricardo- Díaz denunció al presidente Lerdo de Tejada ¿Por qué? Por querer reelegirse. ¿Pero qué sucedió al año siguiente? El rebelde Díaz se adueñó del control del gobierno.

"¿Y que pasó entonces, compañeros? Díaz, cómodamente perdió la memoria en cuanto a su santo y seña de la no reelección.

"Desde entonces, el tirano se ha hecho reelegir sin cesar, menos en el período en que su protegido González ocupó la presidencia…

"¿Cómo se reelige? ¡Ya lo saben! Por medio de sus jefes políticos contrata las elecciones en todos y cada uno de los distritos del país… amenazando a los obreros con correrlos del trabajo si no votan por Díaz.

"Aterrorizan a los campesinos. Los emborrachan con pulque o mezcal y los llevan como ganado a las urnas.

"Y, por si fuera poco, ¿quién vende nuestro país a los industriales franceses, ingleses y norteamericanos, de modo que, además de ser esclavos de la iglesia, lo somos también de los países extranjeros?"

Hernández Padilla relata que un centenar de personas, entre azoradas e incrédulas, escuchaban a tan osado estudiante.

"De pronto, apareció la caballada y, cargando contra la multitud, trató de dispersarla. Los sables alcanzaron a algunos fatalmente, otros quedaron heridos, los demás corrían y gritaban: "¡Muera Díaz! ¡Viva la libertad!" Dos de los hermanos Flores Magón, Jesús y Ricardo, fueron aprehendidos y enviados durante un mes a la cárcel; Enrique, el más joven, pudo escapar.

Una vez libre, Ricardo empezó a publicar sus primeros escritos en el periódico opositor El Demócrata.

Gracias al mismo Kaplan, podemos conocer un párrafo de un editorial El Demócrata, escrito por Ricardo:

"Cada hacendado se ha vuelto un barón feudal.

"Tiene poder de vida y muerte sobre los míseros peones; sus hijas y mujeres atractivas están a disposición de el. Y no hay autoridad que les diga nada.

"Cuando venden sus propiedades las enumera y hace constar que consisten en tantas miles de hectáreas, tanto bueyes, vacas, peones y otros animales.

"¡Así aparece en las escrituras!¡Dios lo ayude a México!, donde los seres humanos son tratados peor que vacas o puercos.

"Donde el 80% de todos los trabajadores de hacienda existen -¡no viven! – , en estado de peonaje en manifiesta esclavitud.

"Mexicanos, examinen su Constitución! ¿Reconoce acaso el derecho de un acreedor de apoderarse y retener el cuerpo un deudor? ¡Por la gloriosa memoria de Benito Juárez, no!.

"Pero, ¿por qué preocuparse un comino por la Constitución ? ¿Por qué, ciertamente, cuando es la cosa más fácil del mundo, amontonar sobre ella el lodo del desprecio en tal forma que ya no es visible en los llamados tribunales?.

"En todas partes las autoridades, con alaridos de placer, juntan sus manos a las de los opresores del pueblo.

"La razón hasta los ciegos pueden verla.

"Los pretendidos protectores de los derechos del pueblo son de la non sancta alianza. ¿Por cuanto tiempo, OH Señor?".

Aumentó el número de lectores de El Demócrata y, por consecuencia, su tiraje. Porfirio Díaz envió a Miguel Cabrera, jefe de policía, al frente de un grupo de secuaces a clausurar la oficina del mencionado periódico y a detener a los Flores Magón.

. En esa ocasión sólo apresaron al mayor de los hermanos, a Jesús.

Durante seis años, los Flores Magón ahorraron cuanto pudieron. Hasta el 7 de agosto de 1900 pudieron publicar su propio periódico: "Regeneración".

Antes de analizar y comentar los artículos de Ricardo, durante los primeros diez años de "Regeneración", es necesario retroceder un poco para relatar el resurgimiento político del clero católico mexicano, cobijado y protegido por la dictadura porfirista.

En San Luis Potosí, cuenta Cockcroft, los sacerdotes fueron vistos llevando puestas en público sus elaboradas vestimentas sacerdotales de satín y oro.

Se permitió que funcionaran escuelas católicas en varias partes del Estado.

Los liberales locales se irritaban cada vez más por estos abiertos desafíos a la Constitución de 1857 y a las Leyes de Reforma.

En el verano de 1900, los liberales acusaron formalmente al obispo de San Luis Potosí, Ignacio Montes de Oca y Obregón, de manipulaciones ilegales de bienes raíces.

Como podía esperarse, la justicia local exoneró al obispo (doce años más tarde la decisión fue revocada).

Estaba implícito en los cargos de los liberales contra el obispo, un sentimiento difundido de que la Iglesia había recobrado, en San Luis Potosí, un grado reminiscente del poder de la Iglesia anterior a las leyes de Reforma.

Un monasterio abandonado en el Estado, que había sido convertido en un colegio de monjas, enfureció a los liberales, quienes declararon que el edificio estaba siendo usado como escuela católica para niñas.

Pero la gota que derramó el vaso fue un discurso, en París, el 6 junio de 1900, del obispo mencionado ante la Asamblea General del Congreso Internacional de Agencias Católicas.

El 7 de agosto de 1900, el mismo día que aparecía en la capital del país el primer número de Regeneración, El Estandarte publicó el discurso del Obispo.

Montes de Oca y Obregón, que trece años antes había advertido a los católicos que "las mejores épocas" eran cosa del pasado, ahora aseguraba que gracias a la benévola dirección del gobierno de Díaz y con el apoyo de las mujeres mexicanos, la Iglesia de México había alcanzado "la prosperidad actual".

Las Leyes de Reforma, declaraba el obispo, son leños apagados. El 30 de agosto, Camilo Arriaga publicó su manifiesto "Invitación al Partido Liberal", denunciando el resurgimiento de" clericalismo bajo el porfiriato.

No se imaginaba que prendía la chispa del incendio, social que haría caer al dictador.

Camilo Arriaga, potosino e ingeniero de minas, fue, como Madero, un intelectual de clase alta de una familia oligárquica norteña representó una tendencia mucho más radical, entre los intelectuales inconformes de México, que la representada por Madero.

Sujeto como estaba a los intereses de la burguesía mexicana, ante de Ricardo y sus seguidores cercanos, Arriaga se quedó en los límites del reformismo burgués.

En 1888, el tirano Díaz hizo que el gobernador de San Luís Potosí nombrara a Camilo Arriaga, Diputado de la Legislatura del Estado.

En 1890, cuando su padre murió, Camilo, de 28 años de edad, fue ascendido por el dictador a Diputado del Congreso Nacional, puesto que retuvo 1898.

A pesar del imperante positivismo de la educación oficial – nos dice Cockcroft, Camilo empezó a leer las obras de Proudhon, Marx, Engels, Bakunin y otros socialistas y anarquistas europeos.

Más tarde, antes de su declaración liberal de rebelión, en 1900, Arriaga fue a Europa, en donde adquirió su famosa biblioteca de libros y folletos radicales europeos.

En 1898, Arriaga se presentó ante el Congreso para comunicar el engaño de la Iglesia y de sus colaboradores políticos.

Una minoría de diputados lo apoyó. Todos ellos fueron eliminados del Congreso por el tirano Díaz ese mismo año.

Usando el capital que la crisis de 1892-1895 le había dejado, Camilo dedicó dinero y esfuerzo para formar un movimiento de oposición política contra Díaz.

Cuando Arriaga, en 1899, regresó a San Luis Potosí, cultivó la amistad de jóvenes políticos liberales disidentes, como Juan Sarabia y Antonio Díaz Soto y Gama.

Pronto se agregaron Librado Rivera y los Flores Magón.

Esta nueva generación de jóvenes idealistas se reunían con Arriaga, frecuentemente en su propio domicilio a leer y comentar algunas de las obras de los autores revolucionarios más avanzados de la época.

El 23 de febrero de 1901. Regeneración, reconoció que Camilo Arriaga era "el alma del actual movimiento político".

Camilo, un intelectual de la clase alta, fue un precursor de la Revolución Mexicana al difundir las obras de socialista y anarquista a los de otras clases sociales descontentas.

Santiago R. de la Vega, escribió más tarde: "Camilo ponía en nuestras manos a Carlos Marx. Por camilo conocí al dulce príncipe Kropotkin y toda la biblioteca Stock, que se especializaba en publicar y distribuir las obras de los líderes anarquistas europeos".

Antonio Díaz Soto y Gama, años después, recordaría los libros que Camilo le daba a leer: La conquista del pan, Memorias de un revolucionario de Kropotkin; el ideal anarquista, de Elisée Réclus y varios libros de Bakunin, Carlos Malato, Proudhon y Marx.

Capítulo tres

EL PERIODISTA LIBERAL

Antecedente del periodismo revolucionario en México durante el siglo pasado fue El socialista, publicación obrera que a lo largo de más de quince años difundió, a través de sus páginas, noticias, manuscritos, artículos y documentos socialistas.

Sería este periódico el que publicará "El manifiesto comunista" de Marx y Engels, con un tiraje especial de diez mil ejemplares, el 12 de junio de 1884.

Cuatro años después dejaría de aparecer esta publicación socialista.

Entre la prensa antiporfirista de esos años, se encontraba El hijo del Ahuizote, El correo del Lunes, El partido Liberal, El Conservador y la Patria.

Además existían los periódicos liberales que mantenían la crítica al régimen porfirista: El Monitor Republicano y El Diario del Hogar.

La libertad de expresión y manifestación de las ideas, así como la de escribir y publicar escritos de cualquier naturaleza se conservó sólo en apariencia. Como todavía sucede en la actualidad.

Gastón García Cantú, en su libro El socialismo en México, afirma que en 1888 el gobierno tenía treinta periódicos en la capital y 27 periódicos en los Estados, que requerían para su sostenimiento unos cuarenta mil pesos al mes.

Según lo afirmó El Hijo del Ahuizote, el 24 de junio de 1888, el mantenimiento de esa prensa sumisa le costaba al país tanto como los 248 diputados, los 56 senadores y las 27 legislaturas locales juntas: Poco más de un millón de pesos anuales.

Armando Barta, en el estudio introductoria a su antología de artículos de Flores Magón, nos dice que Regeneración empezó a publicarse el 7 de agosto de 1900, como periódico jurídico independiente, encabezado con el lema"Contra la mala administración de la justicia".

El tema dominante de sus notas y artículos era la venalidad y corrupción de todo el aparato jurídico porfirista.

La denuncia de la venalidad y corrupción del poder judicial, era un medio para la denuncia de la corrupción y venalidad del porfirismo en su conjunto.

En los primeros números de Regeneración no encontramos referencias frecuentes a las raíces estructurales del despotismo.

La denuncia de la opresión política pocas veces iba acompañada de la denuncia de la explotación económica.

Esta preocupación casi exclusiva del porfiriato que encuadra a Regeneración en la tradición liberal, cambiará radicalmente en etapas posteriores del periódico.

La táctica de Regeneración durante esos primeros números, con base en la experiencia de El Demócrata, estaba orientada a adquirir una mínima base social antes de lanzarse abiertamente contra Porfirio Díaz.

Años más tarde, Enrique Flores Magón, quien comenzó a dirigir el periódico, reconoció: "Durante los primeros cuatro meses estuvimos silenciosos como una tumba respecto a Díaz y sus crímenes. Todo este tiempo confiamos nuestros ataques a lo judicial. Para diciembre del mismo año habíamos ganado la atención del país. Fue entonces cuando comenzamos a considerar nuestro objetivo final; la idea de volver nuestras armas contra en dictador".

En efecto, en 1901 Regeneración cambió de lema y carácter. A partir del número 20, publicado el 31 de diciembre de 1900, el periódico apareció con el subtítulo de "Periódico independiente de combate", orientado ya abiertamente a la lucha contra la dictadura en general.

Este segundo periodo de Regeneración se enfocó al combate contra la autocracia porfirista, denunciando a la vez los fundamentos de la dictadura en la explotación económica y la entrega del extranjero.

La constitución del partido Liberal en 1901, en la que jugó destacado papel Ricardo Flores Magón, junto con Camilo Arriaga, Antonio Díaz Soto y Gama y Juan Sarabia, le ofreció a "Regeneración" la posibilidad de dar a su política una base social organizada.

Desde el periódico se anunció ampliamente la realización del acto, se difundieron sus resoluciones y manifiestos y se hacía propaganda a la constitución de clubes liberales en todo el país.

Armando Bartra, en su antología titulada Regeneración 1910-1918, la corriente más radical de la revolución mexicana de 1910 a través de su periódico de combate, nos dice que, si bien el marco de la denuncia magonista se amplió considerablemente, al abarcar tantos aspectos superestructurales como los estructurales del porfiriato.

La disyuntiva política que difundirá Regeneración, al hacerse portavoz del Partido Liberal, se redujo en todo este período a proponer un cambio político: la sustitución de la administración porfirista por una administración democrática.

En esencia, un cambio de posición política ante el aparato del Estado.

Aunque había diferencias en el seno del Partido Liberal – por un lado, las oposiciones puramente peticionarias y propagandísticas sostenidas por Camilo Arriaga, y por otro, el radicalismo de Ricardo -, la esencia de la política expresada en el órgano de dicho partido era la misma: el establecimiento de la democracia a través de un cambio en la presidencia de la República, previsiblemente por la vía electoral.

La represión y la cárcel acabaron con este segundo período de Regeneración y originaron un viraje radical definitivo en la política del periódico y del Partido Liberal.

En mayo de 1901, Ricardo y su hermano Jesús fueron detenidos y, en octubre del mismo año, el periódico se suspendió ante la amenaza de que, de aparecer un número más, los hermanos serían asesinados en la cárcel.

El 9 de junio de 1903 los tribunales pronunciaron un fallo por el cual se prohibía la circulación de cualquier periódico escrito por Ricardo Flores Magón.

En esas condiciones, en enero de 1904, el núcleo fundamental del Partido Liberal (Ricardo y sus más cercanos seguidores), se trasladó a los Estados Unidos de Norteamérica.

Antes de continuar con la siguiente etapa de Regeneración, necesitamos regresar un poco, hasta el 5 febrero de 1901, cuando en San Luis Potosí se realizó el Primer Congreso Liberal, convocado por Camilo Arriaga y su grupo de jóvenes liberales, estudiosos de los libros anarquistas que el mismo Camilo les proporcionaba.

Hernández Padilla relata que el día de la inauguración, oradores subían y bajaban del estrado del Teatro de la paz.

Los discursos no iban más allá de la arenga jacobina. Tocó el turno a Ricardo; decidido a romper con aquel medio- tono de come-curas,

Hizo una revisión minuciosa de los atentados porfiristas, de las ráfagas de "ley fuga" Perro de presa en el ataque, sujetó el cuello a Don Porfirio durante su peroración, a la que puso remate, como resumen y consecuencia: "Porque la administración de Porfirio Díaz, es una madriguera de bandidos".

En la parte esencial de su discurso, Ricardo había dicho…"los puestos públicos producen en México más que cualquier industria. Ningún negocio, ni aun el más audaz, dejan tantas utilidades como un puesto cualquiera de la administración mexicana.

"Los funcionarios entran pobres a desempeñar sus funciones de padres del pueblo y a los pocos meses ya son ricos, y a la vuelta de unos cuatro años millonarios…

"Desde el Presidente de la República hasta el más humilde polizonte, todos hacen negocios.

"Por eso no es raro que la deuda pública de México sirve para hacerse ricos a unos cuantos.

"De mil maneras explotan los funcionarios su posición ventajosa y se hacen ricos, metiendo las manos en los fondos públicos, haciéndose pagar favores, despojando brutalmente a los gobernadores".

Luego continuó Ricardo: "Hablaremos como hombres. Yo les pregunto: ¿Cómo vamos a convencer al pueblo de que el Partido Liberal es un partido que se propone reparar las injusticias que se hacen contra él? Sólo hay una contestación posible: señalando directamente, así, con el dedo condenador, al que maneja la administración nacional, esa máquina monstruosa que aplasta bajo sus ruedas sus esperanzas, sus aspiraciones y sus cuerpos".

Tras una breve pausa prosiguió: "El Presidente Porfirio Díaz es la araña que teje la tela del engaño y la injusticia que las arañas menores imitan.

"Y saben ustedes quiénes son: los Gobernadores de los Estados, los generales, los jefes políticos".

El orador también habló de los sueldos de miseria, de las condiciones infrahumanas que padecían los obreros en las fábricas, de los peones en las haciendas y del "trabajo de contrato", que no era otra cosa que la esclavitud imperante en las plantaciones de tabaco de Valle Nacional.

¿Por dónde comenzar a desentrañar aquella enorme maraña de corrupción?.

Ricardo propuso: "¡Expulsemos a Porfirio Díaz!, y, mientras tanto, reemplacémoslo con el Presidente de la Suprema Corte, tal y como lo decreta la Constitución". Más tarde, el pueblo tendría al fin la oportunidad de votar libremente por los candidatos que ofrecieran los partidos políticos, incluido naturalmente el Partido Liberal.

.Una vez más, Ricardo y Jesús fueron huéspedes de las "bartolinas" de la cárcel de Belén

Capítulo cuatro.

VÍCTIMA DE LA DICTADURA

A pesar del discurso antiporfirista de Ricardo, las resoluciones del Primer Congreso Liberal no fueron más allá del anticlericalismo militante.

En marzo de 1901, el Club Liberal "Ponciano Arriaga" de San Luís Potosí, como centro directo de todos los clubes de su línea, publicó un "Manifiesto a la Nación" firmado por Camilo Arriaga y Díaz Soto y Gama.

Este manifiesto dio un paso más que el Congreso para encuadrar el conflicto dentro de la contienda política.

Atacó a la "dictadura dominante", a la "prensa oficial" y al "personalista, antidemocrático y mal llamado partido científico".

El manifiesto pedía la formación de un "partido verdaderamente nacional".

Como ya habían sido excomulgados por el obispo de San Luis Potosí, los liberales, deseando hacer algo más provechoso que atacar al clérigo, presentaron un reto directo al régimen de Porfirio Díaz.

Ricardo y Jesús, en apoyo a los firmantes del manifiesto, se reunieron en la capital del país en abril de 1901 para formar la Asociación Liberal Reformista.

En mayo, el dictador Díaz pensó que si arrestaba a Ricardo y Jesús, acabaría con el movimiento de oposición.

Los clubes liberales ya habían sido clausurados en toda la nación.

Sin embargo, el 18 de julio de ese mismo año, en Pinos, Zacatecas, Díaz Soto y Gama radicalizó aún más el movimiento liberal con un discurso público que, rezumante de nacionalismo, criticaba severamente a Porfirio Díaz.

Cockcroft nos dice que, sin revelar sus tendencias anarquistas, el joven abogado potosino buscaba extender a las clases medias y bajas el llamado del naciente movimiento de oposición.

El tema principal del orador era que México estaba regido por una camarilla dictatorial de criterio estrecho y antipatriótico, que favorecía los intereses de los extranjeros, especialmente a la Iglesia católica, cuyos fanáticos estaban conspirando para apoderarse de toda la nación y destruir hasta el último reducto de las anteriores formas revolucionarias (por ejemplo, la Constitución de 1857).

El ultimo proyectil de su artillería, Soto y Gama lo dirigió al dictador Porfirio Díaz, "caudillo que traiciona a la democracia, que no tiene un átomo de demócrata, ni la más leve tintura de estadística, ni conoce el respeto a la ley, ni tiene a la Magna Constitución del 57 en más aprecio que el acicate que daba hoy en los ijares de su caballo y que hundirá mañana en las entrañas del pueblo".

Cuando los Flores Magón, que estaban en prisión, recibieron noticias del inflamatorio discurso de Díaz Soto y Gama, pidieron a sus amigos que lo publicaran.

El 31 de agosto de 1901 Regeneración público el texto completo del discurso.

Un mes más tarde el gobierno suprimió el periódico.

El 4 de noviembre El Porvenir y El Renacimiento, de Juan Sarabia, publicaron un manifiesto del club Liberal "Ponciano Arriaga", firmado por Camilo Arriaga y José María Facha, en el que se trató por vez primera el problema agrario y la necesidad de reforma social.

El manifiesto también denunciaba que el régimen de Díaz había obligado a los indios yaquis de Sonora a ir a cosechar tabaco a Valle Nacional, Oaxaca, intensificaba el ataque contra los extranjeros, las clases privilegiadas y el "despotismo" de Díaz.

Arriaga fue sentenciado a once meses de prisión y mil pesos de multa, y Facha a nueve meses y quinientos pesos de multa.

No sólo los grupos liberales fueron reprimidos, sino también toda la prensa de oposición al tirano

En 1901 y 1902, cerca de 42 periódicos anti-porfiristas fueron clausurados, mas de 50 periodistas fueron encarcelados en toda la nación y dos más fueron asesinados por los esbirros del tirano Díaz.

La represión militar porfirista no se limitó a impedir violentamente el segundo congreso liberal de 1902, sino que encarceló a todo el núcleo dirigente liberal.

Ricardo, una vez libre, el 20 de abril de 1902, rentó un semanario de oposición de la ciudad de México, el hijo del Ahuizote, el primer número fue dirigido por Ricardo, el 16 de julio de ese año,

Contenía una serie de artículos contra el presidente Díaz y el general Bernardo reyes.

La respuesta del gobierno fue la confiscación de las personas y del equipo de oficina del periódico, del encarcelamiento del personal, por orden de un juez militar, el 12 de septiembre de 1902.

Sería hasta el 23 de enero de 1903 cuando los liberasen.

El 27 de febrero de 1903,el club liberal "Ponciano Arriaga" publicó un manifiesto declarando, en términos violentos el nuevo movimiento contra la injusticia social y económica,y la necesidad de una reforma radical.

El documento atacaba al "Capitalista, al fraile y al alto funcionario, ya sea civil o militar", condenada a la monopolización de la tierra, especialmente por los yanquis y la iglesia ,al igual que las deplorables condiciones del campesino y lamentaba la muerte de la constitución, de la libertad y del sufragio.

El 11 de abril de 1903, Ricardo Enríquez y otros editaron un manifiesto en que culpaban al gobierno de Díaz de haber producido la "supremacía del capital y ha hecho palpable la decadencia del trabajo, el descontento general y un verdadero malestar en las clases de la sociedad".

Finalmente, el manifiesto hacía notar que de seguir Díaz gobernando, la única opción para México sería una guerra civil.

El resultado de esa publicación fue la invasión de la policía a las oficinas de El Hijo del Ahuizote, la confiscación de todo el equipo y el encarcelamiento de Ricardo, Enrique y todos los que trabajaban en la publicación.

Hasta octubre de 1903 liberaron a los Flores Magón.

Durante ese año de 1903, la tiranía encarceló y empujó al exilio a todos los periodistas de la oposición liberal.

Fueron amenazados con la muerte, si continuaban publicando.

Un decreto del 9 de junio prohibía la publicación de cualquier escrito de los Flores Magón y sus seguidores.

A fines de 1903, Camilo Arriaga, Díaz Soto y Gama, Ricardo Flores Magón y Juan Sarabia continuaban unidos en lo esencial.

Habían acordado y contribuido a la radicalización del movimiento más allá de su anticlericalismo inicial.

Ahora todos aspiraban a derrocar a Díaz e introducir reformas sociales y económicas profundas.

Curiosamente – dice Cockcroft -, ninguno de los cuatro se dio cuenta de que tal movimiento revolucionario ya se había iniciado y se había ido desarrollado por su propio impulso, con ellos mismos al mando, desde agosto de 1900.

Capítulo cinco

EXILIO Y DIVISIÓN.

Obligados a huir de la persecución policíaca porfirista, escribe Hernández Padilla, los periodistas liberales se refugiaron en San Antonio, Texas, y San Luís, Missouri.

Sara Estela Ramírez le escribió a Ricardo para informarle que se desligaba del grupo y, asociada a Camilo Arriaga, seguiría la lucha. Díaz

Soto y Gama regresó a México.

Crescencio Villarreal, inquieto ante la posibilidad de ruptura, pidió a los Flores Magón y a Sarabia que "sean indulgentes" con Arriaga y Madero, quien, a través de Arriaga, había empezado a brindar ayuda económica.

Cockroft relata que durante el exilio de 1904 – 1906 los liberales se comenzaron a dividir por motivos personales, ideológicos y sociales.

Las diferencias básicas de extracción social y de convicción política empezaron a separar a los precursores, en el mismo momento en que estaban organizando el Partido Liberal Mexicano, formulado su programa y preparándose para las revueltas de 1906 – 1908.

Al poco tiempo de la llegada de los liberales mexicanos a Estados Unidos, las diferencias entre Arriaga y Flores Magón, que se encontraba en San Luis, Missouri, se agravaron y el grupo de exiliados se dividió.

Unos, los moderados, regresaron en compañía de Arriaga a San Antonio, Texas. Allí editaron y publicaron el seminario Humanidad.

El ala radical, compuesta en su mayoría por socialistas y anarquistas, permaneció con Ricardo, quien acusaba a Arriaga de Tránsfuga, y fue a su vez tachado por éste de "ambicioso".

En el pleito terció Madero, quien, refiriéndose a los Flores Magón como "los bastardos de San Luís", decía que "sin distinción de ninguna especie insultaban a todo el mundo" y en especial a "liberales tan inmaculados como el ingeniero Camilo Arriaga".

Desde esos días se enfrentaban dos proyectos, dos ideas diferentes, arraigados en opuestos intereses de clases.

Desde el principio Arriaga limitó su participación a la lucha legal y jamás fue más allá de su propuesta de reformas políticas.

Madero, sin la cultura de Arriaga, pero dueño de un profundo sentido de clase acomodada, retiró la ayuda a los Flores Magón en cuanto se dio el rompimiento con Arriaga.

Gracias a su posición reformista y a la separación política de Ricardo, a principios de 1905 Arriaga tuvo éxito en obtener de Madero un préstamo de dos mil dólares para publicar Regeneración, en una línea diferente y contraria a la que se tenía cuando Ricardo lo dirigía.

Por su parte, Ricardo, Rivera, Juan Sarabia y Antonio I. Villarreal entablaron frecuentes conversaciones con Emma Goldman, de Chicago, y con el español Florencio Bezora, quienes era amigos de Enrique Malatesta, líder y teórico anarquista.

El 28 de septiembre de 1905 nació en San Luís, Missouri; la junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano.

Se publicaron y distribuyeron copias de las bases para la unificación del Partido Liberal Mexicano, firmadas por Ricardo y Enrique Flores Magón, Juan y Manuel Sarabia, Antonio I. Villarreal, Librado Rivera, y Rosalío Bustamante.

En ellas se invitaba a trabajar por "la organización del Partido Liberal Mexicano, llamando a los ciudadanos a unirse para crear un partido fuerte que sea capaz de hacer respetar los principios liberales".

También planteaban que Regeneración fuera el periódico oficial del Partido Liberal Mexicano; una campaña de adhesión, con garantía de guardar en secreto todos los nombres involucrados, y respaldo financiero a los periódicos de oposición y a los liberales empobrecidos o perseguidos dentro de México.

En privado, este mismo grupo decidió ponerse de acuerdo con los hombres de corazón bien puesto, para hacer la revolución.

El 5 de diciembre de 1905, Ricardo le escribía a Crescencio y Francisco Villarreal Márquez: "en público no excitamos al pueblo a las armas, porque vemos que sería peligroso hacerlo, no para nosotros, sino para nuestros correligionarios, porque al saber el gobierno que encubiertamente hacemos trabajos revolucionarios, sería interceptada la correspondencia que viene para nosotros y nuestros amigos serían asesinados en México, el éxito estará en razón directa del mayor número de centros de rebelión que se logren formar".

Un poco antes, el 8 de octubre, les había escrito a los hermanos Villarreal Márquez que "no había que escatimar esfuerzo alguno para organizar un movimiento liberal que no sea destruido por la tiranía.

El único remedio a los males del pueblo, está en la revolución; pero una revolución no se improvisa.

Es obra de paciencia y continua propaganda revolucionaria.

La revolución del porvenir tiene que ser no solamente política, sino social, porque de lo contrario recaeremos en otra tiranía, tal vez más espantosa que la que ahora nos agobia".

Los gobiernos de Estados Unidos y México, escribe Hernández Padilla, en estrecha colaboración, por medio de sus consulados y agentes policíacos, iniciaron una implacable persecución contra los dirigentes de la Junta del Partido Liberal Mexicano.

Muy pronto, la ley de 1903, "destinada a deportar a los anarquistas extranjeros", comenzó a ser aplicada contra los magonistas que radicaban en Estados Unidos.

El 12 de octubre de 1905, los detectives de la Agencia Pinkerton, sin orden judicial ni delegación legal del poder, invadieron las oficinas de Regeneración en San Luís, Missouri, confiscaron prensas, archivos y equipo y detuvieron a Juan Sarabia y los Flores Magón.

Los tres fueron acusados de "liberales y difamación" por Manuel Esperón y de la Flor,

Este cacique oaxaqueño a quien Regeneración había atacado, fue enviado a San Luís por Porfirio Díaz para levantar esos cargos, inventados, por supuesto.

Los tres dirigentes del Partido Liberal Mexicano estuvieron en la cárcel hasta mediados de diciembre de 1905.

Una vez libres, en compañía de los demás miembros de la Junta del Partido Liberal Mexicano, los Flores Magón se abocaron inmediatamente a preparar en todo el país centros de rebelión para que la conflagración fuera general y no sólo en un punto de la República.

Durante los siguientes años, el apoyo de los anarquistas norteamericanos al Partido Liberal Mexicano fue cada vez mayor.

Los anarquistas de Estados Unidos y el Partido, dirigido por los magonistas, eran aliados naturales.

Agitadores mineros norteamericanos, de la corriente anarquista, ayudaron a los organizadores obreros del Partido Liberal Mexicano, en el sur de Arizona y en el norte de Sonora, a fomentar la militancia entre los mineros mexicanos.

Los resultados de este trabajo conjunto se manifestarían durante la huelga de Cananea y la revuelta de 1906, cuando los magonistas se levantaron en armas, por primera vez, contra la dictadura porfirista.

Fue con la ayuda de un militante magonista del Partido Liberal Mexicano, Lázaro Gutiérrez de Lara, como John Kenneth Turner, periodista y anarquista norteamericano, hizo viajes a México para recopilar material para su libro México Bárbaro.

Cockcroft afirma que de finales de 1905 en adelante, se desarrolló un sistema de persecución contra el Partido Liberal Mexicano.

Cooperaban en esta empresa la Agencia Pinkerton, la embajada de México en Washington, los consulados mexicanos a lo largo de Estados Unidos, la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana, la embajada de estados Unidos en México, los departamentos de Estado, Guerra, Tesoro, Comercio, Trabajo, Justicia e Inmigración de los Estados Unidos, los presidentes de ambas naciones, etc.

El gobierno mexicano pagaba los servicios de detectives privados en Estados Unidos.

Una considerable correspondencia entre las instituciones gubernamentales y privadas muestra la profusa colaboración que existía en la vigilancia ejercida sobre los magonistas exiliados en Norteamérica.

En febrero de 1906, según Cockcroft, la redacción del programa del Partido Liberal Mexicano se estaba ya realizando.

En ella colaboraron varios autores y muchos mexicanos fueron consultados por correo o verbalmente.

Líderes sindicales de Cananea desempeñaron un papel importante en la sección laboral del programa.

Juan Sarabia "revisó" el programa completo y, con la asistencia de Arriaga y otros, pudo moderar las inclinaciones anarquistas de los Flores Magón y Librado Rivera.

La sección más larga del programa del Partido Liberal Mexicano era la "Exposición", que pretendía hacer un llamado a todos los mexicanos, especialmente a los obreros y campesinos, pero también a hombres de negocios, industriales y hacendados.

Se hacían llamados a cuadros bajos del ejército, a la tropa en general y a los anticlericales. Madero, en 1910, se dirigía a la élite militar.

También se dedicaba un apasionado y extenso párrafo a proponer salarios más altos para todos los mal pagados maestros de primaria, muchos de los cuales desempeñaban un papel importante en la Revolución.

En la sección "Capital y Trabajo" se incluía demandas avanzadas para la época.

Un llamado a obreros y campesinos planteaba la tesis marxista de que el trabajador es el productor de todas las riquezas, mientras que el soberano capitalista goza del producto del trabajo.

Por ultimo, son dignos de reproducir aquí los párrafos del apasionado manifiesto con el que concluye el programa, que seguramente fue escrito por Ricardo:

"TODO CAMBIARÁ EN EL FUTURO.

"Los puestos públicos no serán para los aduladores y los intrigantes.

"No estará allí la dictadura para aconsejar a los capitalistas que roben al trabajador y para proteger con sus fuerzas a los extranjeros que contestan con una lluvia de balas a las pacíficas peticiones de los obreros mexicanos.

"MEXICANOS:

"Entre lo que os ofrece el despotismo y lo que os brinda el programa del Partido Liberal, ¡escoged! Si queréis el grillete, la miseria, la humillación ante el extranjero, la vida gris del paria envilecido, sostened la dictadura que todo eso os proporciona.

"Si preferís la libertad, el mejoramiento económico, la dignificación de la ciudadanía, la vida activa del hombre dueño de sí mismo, venid al Partido Liberal.

"REFORMA, LIBERTAD Y JUSTICIA"

Capítulo seis.

EL REVOLUCIONARIO

El 30 de septiembre de 1905 se construyó en San Luís, Missouri, la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano.

Una de sus resoluciones fue que "los ciudadanos mexicanos que estén de acuerdo con las ideas de este manifiesto y anhelan la libertad de la Patria, construirán en las poblaciones en que residan, agrupaciones secretas que estarán en comunicación con la Junta".

A lo largo y ancho de México se organizaron grupos, simpatizantes y militares del Partido Liberal Mexicano, dirigidos por los magonistas desde los Estados Unidos.

A través de una copiosa correspondencia, de la publicación y distribución del órgano informativo y de una colaboración económica, se construyó una red informativa que tuvo frutos de gran trascendencia para la Revolución Mexicana, que estallaría en todo el país en 1910.

Nos referimos a los movimientos armados de 1906 y 1908 y, sobre todo, a la redacción y difusión en todo México del programa del Partido Liberal Mexicano, así como la publicación de Regeneración.

Cockcroft escribe que , de 1906 a 1908, una serie de huelgas masivas tuvieron lugar en Cananea, Sonora, Río Blanco, Veracruz, San Luís Potosí y en varios centros mineros e industriales del norte de México.

La principal fuerza política detrás de estas huelgas era el partido Liberal Mexicano.

Las semillas de rebeldía diseminadas por Regeneración desde 1900, pronto comenzaron a germinar en los cerebros proletarios.

Las huelgas laborales no sólo reflejaron un sentimiento nacional, antiextranjero y antipatronal en los obreros, sino también sirvieron para advertir a los consejeros del dictador Díaz del desarrollo de la revuelta desde abajo, desde la clase explotada.

Además, las huelgas proporcionaron la fuerza social y el estímulo político para la revuelta del Partido Liberal Mexicano, en 1906-1908.

Que estas huelgas fueron consideradas como una seria amenaza al sistema económico y político del porfiriato, lo indica la rapidez con que las tropas federales de México y los "voluntarios" yanquis se apresuraron a reprimirlas.

Salvador Hernández Padilla, en su libro que citamos líneas atrás, relata, en forma amplia y documentada, la represión militar que utilizó el porfiriato para aplastar sangrientamente, las dos gloriosas epopeyas huelguísticas de Cananea y Río Blanco.

Un mes antes de que se publicara el programa del Partido Liberal Mexicano, es decir, el 1 de junio de 1906, estalló el primer gran disturbio en Cananea, cuando miles de obreros hicieron un paro en la compañía, cuyos propietarios eran estadounidenses.

El disturbio estalló por el aumento de salarios garantizados a los estadounidenses, pero no a los mexicanos.

Los obreros mexicanos, que eran mayoría, abandonaron el trabajo para demandar jornadas de ocho horas, salario mínimo y la introducción del sistema de méritos que desplazara la práctica discriminatoria de contratación.

Un incidente a tiros en el patio de la compañía, en el cual perecieron tres mexicanos y dos estadounidenses, provocó dos días de motines.

Durante estas primeras cuarenta y ocho horas, los rurales mexicanos, los gendarmes y soldados irrumpieron desde sus guarniciones de la frontera norte y Cananea.

Respondiendo al urgente llamado del gerente de la compañía, Mr. Greene, aproximadamente 275 yanquis voluntarios armados llegaron desde Naco, Arizona.

La participación de fuerzas militares yanquis, unidas al ejercito mexicano, para ejecutar el genocidio de los proletarios sonorenses, era parte del plan de cooperación que ambas burguesías, la mexicana y la yanqui, había estado realizando desde 1904, cuando los magonistas llegaron a Estados Unidos.

La violación de la correspondencia, la vigilancia policíaca y el encarcelamiento de los revolucionarios, eran otros componentes de ese plan conjunto para tratar de aplastar el movimiento liberal contra la tiranía de Díaz.

Cockcroft dice que el embajador de Estados Unidos en México Mr. Thompson, después de hablar con el tirano, le escribió al Secretario de Estado del gobierno yanqui, Mr. Root, diciéndole que el Presidente Porfirio Díaz, quien consideraba los disturbios de Cananea como parte de una revolución del Partido Liberal Mexicano, "recibiría con gusto la ayuda de los soldados federales norteamericanos".

Todavía el 6 de junio, se escuchaban disparos intermitentes en Cananea. Cerca de dos mil soldados mexicanos reprimieron la huelga, y dejaron un saldo de casi cien obreros mexicanos muertos e innumerables heridos.

También hubo seis estadounidenses muertos.

El gobernador militar de Sonora, esa misma fecha, amenazó con la leva militar a dos mil mineros huelguistas: enviarlos a pelear contra los indios yanquis, rebeldes en el sur de Sonora, si no regresaban al trabajo.

Pocos días después, la huelga terminó.

Cockcroft afirma que no hay duda alguna de que la agitación del PLM desempeñó un papel importante, durante varios meses anteriores al disturbio.

La Unión Liberal Humanidad de Cananea, fundada por los dirigentes huelguistas Baca Calderón, Manuel M. Diéguez, Francisco M. Ibarra, para apoyar al PLM, distribuyó propaganda de ese partido y contribuyó a la concientización social y política de los obreros mineros.

Regeneración, del PLM, fue el primer periódico que dio la noticia de la intervención norteamericano con el añadido de:

"¡INVASIÓN DEL TERRITORIO NACIONAL!

"¡TRAICIÓN!

"¡El dictador ha pedido que los pies de las legiones extranjeras pisoteen nuestro suelo y rompan nuestras humanidad!"

El embajador Thompson envió al departamento de Estado una serie de mensajes que urgían a la rápida represión del PLM y de Regeneración en los Estados Unidos. "Regeneración, añadía el embajador, está haciendo propaganda a favor del "anarquismo", de la revolución.

En respuesta, tropas de caballería de los Estados Unidos fueron enviadas a la frontera de Sonora con Arizona y se mantuvieron allí hasta después de la revuelta de 1906.

Una vez reprimida militarmente la huelga de Cananea, los magonistas decidieron levantarse en armas contra la tiranía porfirista.

Tanto en términos ideológicos como de preparación militar, el PLM aportó contribuciones claves en el desarrollo de la revolución de 1910-17.

Aunque no tuvieron éxito en el derrocamiento de la dictadura porfiriana, las revueltas del PLM de 1906 y 1908 ayudaron a socavar su régimen.

Los militares armados del PLM obtuvieron valiosas experiencias en el campo de batalla, que habían de ser útiles en la lucha contra la dictadura que estalló a fines de 1910.

Las revueltas de 1906 y 1908 buscaron cumplir el programa del PLM, con especial hincapié en el Código Laboral y en la restitución de las propiedades comunales de los campesinos desposeídos.

Una condición especial de los insurrectos fue que no depondrían sus armas "hasta el triunfo de la revolución".

Esta condición también la enarbolarían, más adelante, los zapatistas ante Madero, a quien consideraban traidor a la Revolución.

La revuelta de 1906 fracasó porque el gobierno de Díaz tuvo noticias de los planes de PLM antes de que entrara en acción.

El gobierno utilizó un eficiente sistema de espionaje, que incluía los servicios de la detectives de la Agencia Pinkerton, incursiones en el cuartel general del PLM y la intercepción constante del correo del partido, hecha por el cónsul de San Luís, Diebolds, con la colaboración de las autoridades de los servicios postales de los Estados Unidos.

El primer levantamiento fue planeado para el 16 de septiembre de 1906, pero fue pospuesto cuando los dirigentes del PLM se enteraron de que el gobierno de Díaz estaba enterado de la fecha.

Lo que retrasó también la revuelta fue el arresto de Librado Rivera y la destrucción de Regeneración en San Luís, el 15 de septiembre, por las fuerzas combinadas del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, los funcionarios de inmigración y los detectives de Pinkerton.

Arizona, Texas y Veracruz fueron los principales centros de dirección para este primer levantamiento.

A nombre del PLM, Ricardo escribió instrucciones de rebeldía para armar a los trabajadores de Cananea, confiscar las armas de Greene, apoderarse de las aduanas en Agua Prieta y Nogales, conferenciar con los líderes yanquis y atraer a los soldados.

El 4 de septiembre de 1906, guardas de Arizona invadieron los hogares de los miembros del PLM en Douglas, Mowry y Patagonia.

Los guardias confiscaron el periódico El Demócrata del PLM, descubrieron los escondites de armas y arrestaron a 15 rebeldes.

El 2 de septiembre, Ricardo y Juan Sarabia llegaron a El Paso, Texas, donde coordinaron los planes para el levantamiento con Antonio I. Villarreal, César E. Canales, Prisciliano G. Silva, el profesor Lauro Aguirre y otros miembros del PLM que operaban a lo largo de la frontera.

El 26 de septiembre, Juan José Arredondo y León Ibarra, con otros 30 rebeldes, tomaron la plaza principal de Jiménez, Coahuila, cortaron las principales líneas de teléfono y se apoderaron del tesoro del pueblo.

Sin embargo, las tropas federales irrumpieron en la escena y dispersaron a los rebeldes, en el que fue primer derramamiento de sangre del levantamiento armado.

Cockcroft cuenta que el segundo ataque ocurrió en Acayucan, Veracruz, del 30 de septiembre al 3 de octubre de 1906. Más de mil hombres se levantaron en armas.

El comandante del PLM, Hilario C. Salas, dirigió la primera carga sobre Acayucan, con aproximadamente 300 indígenas a su mando.

Salas fue herido en la pierna y se vio obligado a retirarse con sus tropas.

Cerca de esa población se produjeron ataques similares ¾ al grito de "¡Muera Porfirio Díaz!" y "¡Viva el Partido liberal!" ¾ de los miembros del PLM y de indígenas-campesinos contra Chinameca, Minatitlán e Ixhuatlán, pero fueron rechazados por las tropas federales.

Los rebeldes que no fueron capturados ni muertos en batalla, ni enviados a San Juan de Ulúa o ejecutados, huyeron a la sierra de Soteapan para reagruparse.

Un tercer levantamiento de PLM ocurrió cerca de Camargo, Tamaulipas, a mediados de octubre, cuando Jesús M. Rengle y otros militantes del PLM lucharon contra las tropas del ejército de Reserva y contra los Rurales.

Los rebeldes fueron rechazados y fueron a extenderse a todo lo largo de la frontera de Texas y Tamaulipas.

El objetivo más importante del PLM era Ciudad Juárez, Chihuahua.

Cuatro años y medio más tarde, la posesión de esta ciudad por los maderistas precipitó la salida de Porfirio Díaz de México.

El intento fracasó debido a que agentes secretos informaran el gobernador y la traición de un ex miembro del Club Liberal "Ponciano Arriaga", quien logró que arrestaran a tres de los dirigentes: Sarabia, Canales y Vicente de la Torre.

Al mismo tiempo, al otro lado de la frontera, en el Paso, las autoridades de inmigración de los Estados Unidos y los detectives de la Pinkerton arrestaron a Antonio L. Villarreal, Lauro Aguirre, José Cano y a un buen número de rebeldes.

Solamente Ricardo y Modesto Díaz lograron escapar de El Paso.

Las autoridades de los estados Unidos asaltaron el cuartel general del PLM y se apoderaron de muchos documentos comprometedores.

De este modo, los nombres de los colaboradores del PLM y de los suscriptores de Regeneración de todos los Estados de México, fueron descubiertos y transmitidos a todos los funcionarios y policías del gobierno mexicano y del estadounidense.

Los grupos armados del PLM en todo Chihuahua fueron rápidamente derrotados o dispersados.

Una copiosa correspondencia entre el gobernador Creel y el presidente Díaz daba noticias de continuos arrestos en todo México.

El segundo fruto de la cosecha revolucionaria, después de la represión militar mexicana- yanqui de la huelga de Cananea, fue la huelga nacional textil cuyo centro se encontraba en Río Blanco, Veracruz.

Regeneración y el programa del PLM fueron sembrados en todo México, pero los dos frutos más valiosos para la revolución brotaron en Cananea y Río Blanco.

Cockcroft nos dice que Manuel Ávila dio a leer el programa del PLM a los obreros textiles de Veracruz.

El agitador liberal José Neira, de Río Blanco, amigo de Camilo Arriaga, mantuvo contacto con el PLM. Neira ayudó a fundar el semanario de los trabajadores textiles de Río Blanco, La Revolución Social.

Cuando los patrones redujeron salarios en noviembre de 1906, los obreros textiles fueron a la huelga (4 de diciembre de 1906).

Este movimiento fue apoyado por militantes del PLM.

Abraham Trujillo, obrero consciente, el 7 de diciembre dirigió una manifestación callejera y proclamó la necesidad en México de una tercera revolución, considerando que las anteriores fueron la Independencia y la Reforma.

Al mismo tiempo, los trabajadores poblanos lanzaron un código laboral detallado, que claramente reflejaba la influencia del programa del PLM.

Los patrones respondieron tomando represalias el 22 de diciembre, con el cese de entre 20 mil y 30 mil trabajadores en esa zona de Orizaba.

El dictador Díaz, el 4 de enero de 1907, pronunció un laudo afirmando que no se permitirían más huelgas en México, que todos los obreros textiles de Puebla, Veracruz, Tlaxcala, Querétaro, Jalisco y el Distrito Federal regresaran a sus trabajos el 7 de enero.

Los obreros obedecieron, menos en Río Blanco, donde se produjo un incidente en la tienda de raya.

Durante un forcejeo, obreros irritados mataron a un empleado; segundos más tarde la tienda estaba en llamas.

Las tropas federales corrieron al sitio y dispararon contra un puñado de obreros que ocupaban el palacio municipal.

Muchos obreros huyeron a Nogales, Veracruz, donde fueron de nuevo atacados por las tropas.

El cónsul general de los Estados Unidos en la Ciudad de México telegrafió al Departamento de Estado de su país para informar que la situación en Orizaba era grave; había ya 49 muertos; que el Subsecretario de Guerra iba a ese lugar, que una gran fuerza de tropas federales se dirigía hacia el escenario del disturbio y que la prensa de aquí, subsidiada casi en su totalidad, ha recibido instrucciones específicas de no dar noticias acerca de la gravedad de la situación.

Los obreros que habían escapado de la matanza escuchando el triste tañido de muerte en Río Blanco, decidieron regresar para recoger los cuerpos de sus muertos.

Fueron atacados en el camino por refuerzos federales, quienes dispararon sobre los trabajadores desarmados que avanzaban.

Hubo un número indeterminado de muertos, todos obreros textiles, durante la más sangrienta matanza de la dictadura porfirista.

El de 1908 fue el segundo levantamiento magonista contra la tiranía porfirista burguesa.

Pero, tanto del primer levantamiento de 1906 como de este segundo, el gobierno mexicano se enteró con anterioridad y con la ayuda del gobierno de Estados Unidos, los aplastó sangrientamente.

El segundo brote armado estaba planeado para septiembre de 1907, pero el arresto de Ricardo, Librado Rivera y Antonio J. Villarreal en Los Ángeles, en agosto de 1907, hizo que se pospusiera.

Los miembros del PLM acordaron dedicar sus recursos económicos a la defensa legal de sus líderes ya reunir más armas y más apoyo popular que en 1906, en contra del ejército mexicano, más poderoso, de las patrullas fronterizas estadounidenses y de una vasta red de espionaje.

En virtud del segundo levantamiento, el 23 de junio de 1908, las autoridades de El Paso irrumpieron en la casa de Prisciliano G. Silva y confiscaron más de tres mil cartuchos de municiones.

Entre los documentos sustraídos estaba una extensa carta de Ricardo a su hermano Enrique, fechada 7-9 de junio de 1908, donde se exponen los planes detallados para la rebelión en casi todos los Estados de la República.

Planes adicionales del PLM fueron descubiertos en Casas Grandes, Chihuahua.

Una redada del gobierno en ese lugar, el 18 de julio, propició la captura de 20 rebeldes del PLM y una cantidad de documentos comprometedores.

Tan rápida acción del gobierno, repetida en otros Estados de la República, impidió al PLM hacer su levantamiento a nivel nacional.

El primer hecho de armas ocurrió el 24 de junio en Viesca, al sur de Coahuila, cuando los rebeldes lanzaron un ataque armado a los gritos de "iViva la revolución! iViva el Partido Liberal!".

Los rebeldes asaltaron las oficinas del gobierno municipal, la casa del jefe político y la sucursal del banco de Nuevo León.

Por un breve periodo tuvieron el control, pues en uno o dos días llegaron tropas federales suficientes para recuperar el pueblo.

El 26 de junio, un grupo de rebeldes del PLM, en Las Vacas, Coahuila, atacó la guarnición militar.

Después de sufrir considerables bajas, los rebeldes se retiraron.

El 30 de junio y el primero de julio, hubo tiroteos en las calles de Palomas, Chihuahua.

Cincuenta rebeldes se levantaron en Casas Grandes y al ser rechazados, se dirigieron a Palomas.

El PLM fue aplastado; los que no fueron muertos anduvieron por el desierto cercano durante días antes de encontrar refugio en los Estados Unidos.

Similares derrotas sufrió el PLM en los Hornos, Matamoros, y en Sierra de Jimulco, Coahuila.

En Baja California, un pequeño contingente del PLM atacó Mexicali y luego se movió tierra adentro.

En Sonora, los indígenas yaquis rebeldes, encabezados por Palomares, se limitaron básicamente a combatir en las montañas.

Más tarde Palomares fue arrestado.

En el Estado de Veracruz, en donde muchos campesinos se habían levantado en 1906, los planes del PLM fueron desbaratados.

Los arrestos ordenados por el gobierno frustraron una nueva revuelta planeada para Orizaba y otras localidades.

Debido a semejante trastorno, las comunicaciones entre los miembros del PLM se interrumpieron en todo México. Reinó la confusión total entre los revolucionarios.

Mientras tanto, el Procurador General de los Estados Unidos ordenó que los altos dirigentes del movimiento, Ricardo, Rivera y Villarreal, confinados en la cárcel del condado de Los Ángeles, California, desde fines de 1907, fueran incomunicados.

Las tropas estadounidenses fueron reforzadas a lo largo de la frontera de 1908 a 1910.

Tales precauciones, junto con más arrestos de dirigentes del PLM, obligaron a los rebeldes a diferir los planes de futuros levantamientos armados y mantener la clandestinidad y la guerra de guerrillas hasta el resurgimiento de unidades de combate en la insurrección armada nacional de 1910, convocada por los maderistas.

Capítulo Siete.

EL ANARQUISTA

Librado Rivera, el más fiel y constante de los camaradas de Ricardo, en el prólogo al libro Ricardo Flores Magón, el apóstol de la Revolución Mexicana, de Diego Abad de Santillán, dice que ya en 1900 Ricardo conocía La conquista del pan y La filosofía anarquista de Pedro Kropotkin. Y que había leído a Bakunin, las obras de Juan Grave, Enrique Malatesta y Máximo Gorki, a quienes respetaba como sus maestros y por los cuales sentía especial predilección.

Rivera, en ese mismo prólogo, reconoce que no hay partido político que lance vivas muy altas a la anarquía y haga especial propaganda de la belleza de ese ideal, como lo hizo Regeneración.

Desde temprana edad las ideas anarquistas habían tenido cariñosa aceptación en la mente de Ricardo.

Debido a su iniciativa, en 1902 se publicó en Vesper parte de La conquista del pan, de Pedro Kropotkin.

En 1906, Ricardo asistió a las conferencias de Emma Goldman en San Luís Missouri.

En esa misma ciudad, Ricardo conservó estrecha amistad con un grupo anarquista ruso y, en especial, con Florencio Bazora, un anarquista español que tuvo para con Ricardo un cariño de hermano.

Bazora contribuyó mucho a fomentar la campaña de propaganda revolucionaria, ayudando con su dinero, vendiendo Regeneración y colectando fondos para la vida del periódico.

Florencio comprendía cuáles eran los fines de Ricardo: trabajar en el seno del Partido Liberal para difundir, en el pueblo mexicano, los hermosos ideales anarquistas.

Librado dijo que Ricardo odiaba, desde joven, toda tiranía y todo gobierno.

Cuando los miembros armados del PLM solicitaban que la junta los nombrara jefes, Ricardo era el primero en rechazar tal sugerencia, pues contestaba en todas esas ocasiones que los mismos grupos tenían que nombrar sus jefes de entre ellos mismos, o quitarlos cuando así lo juzgaran conveniente.

"La junta no iba a convertirse en gobierno central; nombrando jefes que, a la postre, se conviertan en tiranos de sus mismos hermanos", decía Ricardo.

Líneas atrás, hemos visto que, según Cockcroft, fue Camilo Arriaga quien le dio a leer a Ricardo obras de Proudhon, Marx, Engels, Bakunin, etc.

Santiago R. de la Vega reconoció que fue Camilo quien puso en las manos de Ricardo y demás jóvenes, libros de Marx, Kropotkin y toda la biblioteca anarquista de la Librería Stoock.

Las obras de los anarquistas europeos también se podían adquirir en San Luis Potosí y otras ciudades de México, gracias al esfuerzo de edición y distribución de la casa española Editorial Maucci.

Al final del siglo XIX, Maucci, rico idealista con tendencias anarquistas, instaló una imprenta en México.

El interés de Maucci en el anarquismo fue la principal causa de su amistad con Ricardo, amistad iniciada en 1900-1901, cuando, como presidente del Comité Liberal de Estudiantes de San Luis Potosí, invitó a Ricardo a asistir al Primer Congreso Liberal de febrero de 1901.

Antonio Díaz Soto y Gama veía este primer Congreso como una excelente fachada, detrás de la cual él y otros jóvenes radicales podían desarrollar sus ideas anarquistas y socialistas.

Cockcroft afirma que, en el Primer Congreso Liberal, fue natural para Librado Rivera hacerse amigo de Ricardo y de Soto y Gama, con quienes había tenido correspondencia o conversaciones previas.

Los tres hombres eran entusiastas de las ideas anarquistas e hicieron buen uso de la colección bibliográfica de Arriaga.

A mediados de marzo de 1903, en el interior de la cárcel de Belén, Ricardo, su hermano Enrique, Juan Sarabia, Librado Rivera, Cravioto, De la Vega, De la Hoz, Rosalío Bustamante y Martínez Valadés, se pusieron de acuerdo en ocultar su anarquismo revolucionario, derivado de Bakunin.

Decidieron que las palabras "socialismo" y "anarquismo", motivo de espanto para el medio general dominante, no debía ser utiliza das en el Programa del Partido Liberal Mexicano, el cual, al principio, sería de carácter amplio y no demasiado amenazante en las cuestiones agrarias y obreras, para mantener el interés de los liberales.

También planearon que, después de salir de la prisión, irían a los Estados Unidos a continuar la publicación de Regeneración, y constituirían un programa de demandas económicas y sociales para los obreros y campesinos.

Después organizarían a los militantes del PLM en células revolucionarias armadas.

De fracasar en el primer levantamiento, acordaron "insistir una y mil veces hasta que el movimiento se generalizase".

Finalmente, decidieron que su grupo propagaría, cada vez en forma más abierta, la implantación del "socialismo libertario", ahorrándose "el período de transición de los socialistas estatales".

Esto constituyó una importante concesión al anarquismo de Ricardo, quien estaba perfilándose como un prominente dirigente del movimiento.

Fue en marzo de 1904 cuando, debido al anarquismo de Ricardo, Arriaga planteó sus diferencias acerca de la dirección del movimiento.

Aunque profundas diferencias ideológicas y sociales subyacían en la división de Flores Magón-Arriaga, ninguno de los liberales deseaba que ese problema se hiciera notar, y menos en un período tan temprano de la lucha contra la tiranía.

A principios de 1905, Arriaga consiguió que Madero prestase dos mil dólares para la publicación de Regeneración.

A pesar del interés de Madero por trabajar con Ricardo, profundas diferencias ideológicas los separaban, como veremos más adelante.

Cuando Ricardo hizo público su anarquismo, no sólo se desligó de Arriaga, sino que logró la definición política del hacendado burgués Madero.

En octubre de 1905, en El Colmillo del Pueblo, Ricardo calificó a Arriaga de virtual traidor.

Sin embargo, el anarquismo de Ricardo fue moderado por Juan Sarabia, asistido por Arriaga, durante la redacción final del programa del PLM.

Cockcroft afirma que tanto Práxedis Guerrero como Ricardo y la mayoría de los dirigentes del PLM se adhirieron más abiertamente al anarquismo durante el periodo de 1906-1909.

El primero de junio de 1907, el PLM empezó a publicar Revolución, sucesor de Regeneración, en Los Ángeles, Califonia.

Al exhortar a la ocupación de tierras, el antiparlamentarismo, el levantamiento armado revolucionario por el programa del PLM y una guerra de los pobres contra los ricos, "los artículos de Ricardo se volvía cada vez más explícitos, cada vez más anarquistas".

A principios de ese mismo año, ya aparecían regularmente selecciones de las obras de Kropotkin en la página posterior de Revolución

Cockcroft asegura que la víspera del segundo levantamiento armado ( 1908), una mayoría de la Junta Organizadora del PLM, encabezada por Ricardo, Enrique, Rivera y Guerrero, acordó, secretamente, inclinar el movimiento al anarquismo.

El 13 de junio de 1908, Ricardo escribió una carta a su hermano Enrique y a Práxedis Guerrero, donde les informaba que Librado Rivera está de acuerdo con el contenido de ella:

"Como anarquistas sabemos bien todo esto. Sabemos bien lo que hay que esperar del mejor gobierno que pueda pasar sobre cualquier pueblo y como anarquistas, debemos poner todo lo que esté a nuestro alcance para que la revolución, que está en vísperas de estallar; dé al pueblo todos los beneficios que sean posible conquistar:..

Todo se reduce a mera cuestión de táctica. Si desde un principio nos hubiéramos llamado anarquistas, nadie, a no ser unos cuantos, nos habrían escuchado.

"Sin llamarnos anarquistas, hemos ido prendiendo en los cerebros, ideas de odio contra la clase poseedora y contra la casta gubernamental.

" Ningún partido liberal en el mundo tiene las tendencias anticapitalistas del que está próximo a revolucionar en México, y eso se ha conseguido sin decir que somos anarquistas, y no lo habríamos logrado aunque nos hubiéramos titulado no anarquistas. Todo es, pues, cuestión de táctica.

"Debemos dar las tierras al pueblo en el curso de la Revolución,. de ese modo no se engañará después a los pobres.

"No hay un solo gobierno que pueda beneficiar al pueblo contra los intereses de la burguesía. Esto lo saben bien ustedes como anarquistas… debemos dar posesión al pueblo de las fábricas, las minas, etc..

"Para no echamos encima a la nación entera, debemos seguir la misma táctica que hemos ensayado con tanto éxito,. nos seguiremos llamando liberales en el curso de la Revolución, pero en realidad iremos propagando la anarquía y, ejecutando actos anárquicos, iremos despojando a los burgueses y restituyendo al pueblo…

"Creo que es necesario que vengan muchos anarquistas para que aleccionen al pueblo. Además, es bueno hacer reimprimir folletos y libros anarquistas para que sean repartidos por millones…

"Sé que de escoger dos caminos para las expropiaciones, la junta puede decretarlas, o bien los obreros pueden consumarlas, y este último caso me parece el mejor; porque disfraza muy bien el carácter anarquista de la Junta.

"No tenemos más que aprobar hechos consumados. Para seguir esta última táctica hay necesidad de hacer una gran agitación entre los obreros, repartirles folletos, libros, meter entre ellos agitadores anarquistas…

" la cuestión es traerse, una vez comenzada y formalizada la revolución, ungran número de compañeros de Europa, a fomentar en México la publicación de muchos periódicos anarquistas…, sólo los anarquistas van a saber que somos anarquistas, y les aconsejaremos que no nos llamen anarquistas, para no atemorizar a tanto imbécil que en el fondo de la conciencia abriga ideales como los nuestros, pero sin saber que son ideales anarquistas, pues están acostumbrados a oír hablar de los anarquistas en términos desfavorables..

El siguiente documento anarquista sería el Manifiesto del 23 de septiembre de 1911, pero antes de analizarlo relataremos, brevemente, los hechos ocurridos entre magonistas y maderistas.

Capítulo Ocho.

MAGONISTAS Y LIBERALES

El cisma Flores Magón-Camilo Arriaga de 1904-1905, presagió las diferencias políticas de los magonistas y maderistas durante 1906- 1910.

La división en el seno de los liberales se debió a la radicalización hacia la izquierda de la ideología y de los planteamientos políticos, así como el llamamiento a la insurrección armada, por parte de los magonistas, encabezados por Ricardo.

Esta radicalización tuvo sus frutos en la fundación del Partido Liberal Mexicano (1905), con la influencia de las huelgas de Cananea y Río Blanco y con los levantamientos armados de 1906, 1908 y 1910.

La tendencia reformista de Camilo Arriaga, en 1906, fue ocupada y encarnada por el movimiento maderista.

Mientras los reformistas planteaban demandas puramente políticas, con medios pacíficos y legales, cuyo fin era sustituir la tiranía porfirista por un nuevo sistema político "democrático" –es decir, perpetuar el capitalismo en nuestro país, los magonistas, desde 1905, comenzaron a organizarse militarmente para derrocar, con las armas, el sistema capitalista e instaurar una sociedad sin propiedad privada, sin ricos ni pobres y sin gobierno.

Una sociedad en que la tierra, las fábricas y todas las riquezas estuviesen en manos de sus propios creadores: los trabajadores del campo y la ciudad.

Cuando los magonistas estaban listos para levantarse en armas en 1906, Madero rehusó proporcionar armas a los miembros del PLM, alegando que "el general Porfirio Díaz no es un tirano: es algo rígido pero no un tirano, y aún cuando fuera un tirano, yo nunca prestaré ninguna ayuda para hacer una revolución, pues tengo horror por el derramamiento de sangre".

Madero creía que los problemas de México eran fundamentalmente políticos y no económicos.

Durante su campaña presidencial de 1910, se opuso a las Leyes de Reforma, afirmando que violaban la libertad política y que los intereses religiosos no eran una amenaza para México.

A los trabajadores de Orizaba y San Luis les dijo que no les estaba ofreciendo aumentar los salarios ni disminuir las horas de trabajo, "sino libertad, porque la libertad os servirá para conquistar el pan…, el pueblo no pide pan, pide libertad".

En tanto, los magonistas sufrieron 10 años persecuciones, cárceles, destierro y muertes, los maderistas, con su lucha legal y pacífica, solo dos años ( 1909-1910) experimentaron la represión porfiriana.

En agosto de 1910, Ricardo, Librado Rivera y Antonio I. Villarreal salieron de la cárcel de Arizona y se trasladaron a Los Ángeles, California, a reanudar la publicación de Regeneración.

Durante ese otoño este periódico hizo hincapié en las metas socioeconómicas radicales propuestas por los revolucionarios del PLM y en la necesidad de la violencia armada para lograr esos fines.

Desdeñoso del electorerismo pacífico de Madero, Regeneración del 3 de septiembre expresó: "Nuestras boletas electorales van a ser las balas que disparen nuestros fusiles".

Tres semanas después, el órgano magonista proclamó el lema de los anarquistas: TIERRA y LIBERTAD.

El 8 de octubre, el PLM aseguró que México estaba comprometido en una guerra de clases y que la reforma política maderista no sólo era inadecuada, sino también "un crimen, porque el mal que aflige al pueblo mexicano no se cura con quitar a Díaz y poner en su lugar a otro hombre".

Cinco días antes del levantamiento maderista, la Junta del PLM publicó un manifiesto exhortando a sus militantes a aprovecharse de ese levantamiento reformista.

El manifiesto advertía que Madero representaba "al partido conservador", y

recomendaba a los miembros del PLM no hacer causa común con el movimiento personalista de Madero.

También se declaraba que la Junta no había celebrado, ni podía celebrar, pacto alguno con los antirreeleccionistas de Madero.

El 3 de enero de 1991, en el documento, "Instrucciones generales" a los revolucionarios del PLM, la Junta de 1908 hacía hincapié en que la revolución estaba dirigida contra los tiranos y la rapacidad de los explotadores capitalistas cualquiera que sea la raza a que pertenezcan.

Se autorizaba la colaboración con las fuerzas de Madero durante el combate, pero se reiteraban las diferencias básicas de los dos movimientos.

Cockcroft escribe que después de febrero de 1911, las victorias militares de los antiporfiristas se expandieron por todo México con gran rapidez.

Magonistas, maderistas y zapatistas luchaban contra el ejército porfirista.

De todos esos grupos, solamente el PLM tenía la experiencia, las armas y los combatientes fogueados por la lucha militar desde hacía ya cinco años.

La historia oficial sólo narra las batallas realizadas por los maderistas.

Sin embargo,los datos disponibles revelan que la facción maderista no tuvo éxito en sus fases iniciales.

En cambio, el PLM proporcionó hombres, armas y victorias militares en el periodo de noviembre de 1910 a febrero de 1911, lo cual ayudó a mantener el ímpetu del movimiento armado contra la tiranía.

Muchos de los orozquistas dirigidos por Pascual Orozco, hijo, que también obtenían triunfos militares, provenían del PLM.

Frecuentemente, los dos grupos (maderistas y orozquistas) actuaron juntos.

Antes de febrero de 1911, victorias significativas del PLM ocurrieron en Veracruz, Chihuahua y Baja California.

El 29 de enero de 1911, Mexicali, capital de Baja California, cayó en manos de los militantes armados del PLM.

Ésta fue la victoria mayor contra Porfirio Díaz en el campo de batalla hasta ese momento; el PLM dominó todo el resto del norte de Baja California.

La tiranía, con el fin de difamar y restar influencia política a los magonistas, acusó al PLM de estar controlado por intereses filibusteros "yanquis".

Los historiadores gubernativos, escribanos de los vencedores, no mencionan las relaciones políticas y militares que existieron entre magonistas y orozquistas.

Michael C. Meyer, en su biografía de Pascual Orozco, hijo, afirma que Práxedis Guerrero, dirigente y teórico magonista, fue el principal contacto entre la Junta del PLM y el grupo orozquista.

En diciembre de 1910, Orozco mandó a los Estados Unidos un enviado a solicitar elementos de combate a Ricardo Flores Magón.

A mediados de enero de 1911, los dos principales comandantes del campo de batalla en Chihuahua fueron Orozco y Luis García, éste último miembro del PLM, y coopera- ron el uno con el otro.

En el norte y en el oeste, cientos de soldados del PLM, al mando de José de la Luz Blanco, estaban ganando escaramuzas guerrilleras entre Sonora y Chihuahua, frecuentemente en colaboración con las tropas de Orozco.

El ataque de Orozco del 8 al 10 de mayo de 1911 sobre Ciudad Juárez, lo realizó desobedeciendo órdenes de Madero.

Este ataque precipitó la rendición y huida de Porfirio Díaz de México.

Durante toda la campaña contra el tirano, el ejército de Orozco fue el arma más efectiva de Madero.

Los combates de Orozco con frecuencia se produjeron con la ayuda de veteranos del PLM.

Más tarde, Enrique y Jesús Flores Magón afirmaron que un número considerable de héroes del movimiento armado habían sido miembros del PLM.

Después de leer la lista de los magonistas que participaron en el movimiento armado de 1910, ya no puede afirmarse, como lo hacen los sacerdotes de la ideología oficial, de que los seguidores de Ricardo eran únicamente "precursores" de ese movimiento bautizado por la ideología burguesa mexicana como "Revolución de 1910".

Con o sin la aprobación de Madero, los maderistas buscaron el apoyo de tropas y jefes del PLM, haciendo circular el rumor de que Madero podía ser presidente y Ricardo vicepresidente. Flores Magón negó rotundamente esto en la edición del 5 de febrero de 1911 de Regenera ción, en la que reiteró su punto de vista anarquista de que "los gobiernos son los guardianes de los intereses de las clases ricas".

Sin embargo, muchos miembros del PLM cayeron engañados por la treta maderista y marcharon al lado de los seguidores de Madero.

Además, la circulación de Regeneración en el interior de México disminuyó a causa de la guerra y la confusión.

El 11 de febrero de 1911, tres días antes del regreso de Madero a suelo mexicano, las tropas de Prisciliano G. Silva tomaron Guadalupe. Chihuahua, e izaron el emblema de "TIERRA y LIBERTAD".

Mientras el PLM ganaba las principales victorias en Casas Grandes, Guadalupe y Mexicali.

Ante esta situación Madero estaba preocupado, porque sus fuerza! eran ineficaces y, por tanto, necesitaba una victoria importante.

Por ello cruzó la frontera para reclamar la dirección de las fuerzas que operabar en Chihuahua.

Cuando Madero encontró una fuerte resistencia de los federales pidió a Silva refuerzos y transporte.

Cuando el magonista Silva ayudó , Madero, como lo hizo antes Judas, lo abrazó y lo declaró prisionero, y lo pudo hacer porque en ese momento recibía apoyo militar de otro magonista Gutiérrez de Lara, quien representaba el ala socialista del PLM, la cual estaba resentida con la mayoría anarquista de la Junta del partido, encabezada por Ricardo.

A partir de ese instante, y gracias a la división de Silva y Gutiérrez de Lara, Madero, al apresar al primero de estos dos dirigentes magonistas logró ponerse al frente del movimiento armado.

Ricardo, al enterarse de la acción de Madero, publicó en Regeneración del 25 de febrero de 1911 el artículo "Francisco I. Madero es un traidor a la causa de la libertad".

De marzo a mayo de 1911, las fuerzas de Díaz sufrieron reveses el todo el país.

Los maderistas y zapatistas ganaron nuevas e importante: victorias.

Madero seguía insistiendo en que las tropas del PLM obedecieran sus órdenes; cuando su poder lo permitía, arrestaba a aquellos que persistían en la autonomía del PLM.

En abril de 1911, arrestó y desarmó en Chihuahua a Luis García ya otros cinco comandantes por haber izado a bandera roja del PLM de "TIERRA y LIBERTAD", y por haber solicitado permiso para actuar independientemente del mando de Madero.

Madero consideró este hecho "como un acto de rebeldía a mi gobierno".

Los tratados de paz en Ciudad Juárez, firmados por Madero con el dictador, no sólo fueron criticados por los magonistas y por el ala izquierda de los maderistas, sino por Luis Cabrera y Venustiano Carranza, asociados al movimiento reyista.

Estos últimos consideraban los tratados como una transacción de Madero que lo acercaban a la traición ala revolución.

Muchos Maderistas del ala izquierda, entre los que estaban Jesús Flores Magón, Vázquez Gómez y Orozco, miraban con recelo la ulterior actitud traidora de Madero.

Estos maderistas pensaron que la revolución no había traído ningún cambio, puesto que los porfiristas y reyistas continuaban en el gobierno.

Una vez que el dictador fue expulsado del país, Madero inició un viraje hacia la derecha, reformó el Partido Antirreeleccionista, impuso a Pino Suárez como candidato a vicepresidente, desarmó a sus fuerzas, lidió a Zapata que entregase las armas y permitió que el ejército porfirista, encabezado por Huerta, Blanquet y Reyes, asesinase maderistas y zapatistas.

La traición de Madero no tomó por sorpresa a los radicales del PLM, pues ese partido se había anticipado al movimiento agrario zapatista,utilizó el lema "¡TIERRA y LIBERTAD!", y delineó la división entre Zapata y Madero, al sufrir la traición militar de Madero antes de la que sufriría Zapata y, en lo esencial, al insistir en la lucha por metas socioeconómicas en el campo.

Cockcroft señala que el PLM fue consistentemente más agresivo, en su política y en su acción, que el movimiento zapatista.

Desde el principio, el PLM hizo presión sobre otros grupos revolucionarios para que asumieran una posición más a la izquierda, a favor de los obreros y campesinos.

Por su posición ideológica y revolucionaria, el partido sirvió como una fuerza constante para radicalizar los acontecimientos, es decir, dirigiendo la revolución hacia la izquierda, a favor de los obreros y campesinos.

Fue hasta el periodo posterior a 1913 cuando los zapatistas radicalizaron más sus ideas, de acuerdo con el patrón establecido años antes por el PLM, su programa y lemas revolucionarios.

Capítulo Nueve

EL ANARQUISTA DERROTADO.

El 23 de septiembre de 1911, Ricardo y Enrique Flores Magón, Rivera y Figueroa publican el primer manifiesto anarquista:

"Contra el capital, la autoridad y el clero, el Partido Liberal Mexicano tiene enarbolada la bandera roja en los campos de acción en México, donde nuestros hermanos se baten…

"Todo lo que produzcan será enviado al almacén general, en la comunidad, del que todos tendrán derecho a tomar todo lo que necesiten, según sus necesidades.

"A escoger, pues: o nuevo gobernante, esto es, un nuevo yugo, o la expropiación salvadora y la abolición de toda imposición religiosa, política o de cualquier orden: "TIERRA y LIBERTAD".

Los radicales del PLM, dirigidos por Ricardo de 1910 a 1918, en su periódico Regeneración tomaron posiciones críticas frente a las facciones zapatistas, villistas y carrancistas.

En la medida que los zapatistas eran los únicos que aplicaban más claramente las metas agrarias del programa del PLM, era predecible que Ricardo y sus seguidores, en 1913, apoyaran a los zapatistas frente a los carrancistas.

Los villistas, por su parte, eran elementos rancheros, trabajadores migrantes, mineros y desempleados.

El movimiento villista no fue radical en el problema de la tierra como lo era el movimiento zapatista; las ambiciones y esperanzas de los villistas eran más comerciales que las de los campesinos zapatistas sin tierra.

Los carrancistas fueron, hasta antes del surgimiento del grupo de Agua Prieta, Sonora (Obregón, Calles, Camacho, Cárdenas, etc.), los políticos que representaban los intereses de la burguesía nacional apoyada por el imperialismo yanqui.

Además de la división y el debilitamiento del ala radical del PLM, de la traición de Madero, del alejamiento de Camilo Arriaga, Jesús Flores Magón, Juan Sarabia, Díaz Soto y Gama y otros militantes del PLM, Ricardo y su pequeño grupo de anarquistas sufrirían otro golpe mortal cuando Carranza engañó a los dirigentes de la Casa del Obrero Mundial, cuyos primeros líderes fueron anarquistas, y los envió a pelear contra sus hermanos de clase: los campesinos villistas.

Como acertadamente escribiría años más tarde José Revueltas en su Ensayo sobre un proletariado sin cabeza, la burguesía nacional, representada por Carranza, no sólo dividió a los hermanos de clase, obreros y campesinos, sino que lanzó a los primeros contra los segundos para poder debilitar al pueblo trabajador y consolidarse como clase dominante, organizar el nuevo régimen político y lograr continuar el desarrollo capitalista, con sistemas modernos de dominación ideológica y control político de las masas trabajadoras mexicanas.

Varios autores están de acuerdo en que el régimen tuvo razón al predecir que los reformistas burgueses (Madero, Carranza y Obregón) sólo iban a quitar a los gobernantes porfiristas y colocarse ellos el gobierno para seguir explotando a los trabajadores y continuar oprimiéndolos políticamente.

La intervención norteamericana en el México de 1914 ha sido un acontecimiento poco estudiado y analizado en su contexto político.

Las causas de lo anterior, por parte de los historiadores oficiales, se encuentran en la razón misma de esta agresión que fue realizada para derrumbar la dictadura de Victoriano Huerta y apoyar la subida al poder del jefe constitucionalista burgués, Venustiano Carranza.

Por lo anterior, los artículos de Ricardo publicados en Regeneración y recopilados por el grupo Antorcha con el título 1914: la intervención norteamericana en México, merecen ser leídos por quien quiera saber la verdad que tratan de ocultar los ideólogos burgueses.

Estos artículos rebaten clara y continuamente la infamia de la burguesía que acusó de filibusteros a Ricardo y sus seguidores cuando liberaron, con las armas, Baja California en 1911.

Para el grupo Antorcha queda claro que Ricardo jamás urdió complot alguno en contra de la soberanía mexicana.

El mundo sin fronteras por el que luchó como anarquista, no presuponía la intervención de potencias extranjeras en territorio nacional.

Como anarquista Ricardo amaba la tierra y los montes de la Cañada oaxaqueña que lo viera nacer, el idioma común de sus hermanos, y luchaba en contra de los piratas de las finanzas, descubriendo directa y valientemente a los cobardes, escudados tras sus disfraces patrioteros-chauvinistas.

Fue también en 1914, cuando estalló la primera Guerra Mundial, cuando Ricardo, al igual que Lenin, planteó la necesidad de convertir dicha conflagración en revolución socialista.

En 1918, Ricardo, desde su posición anarquista, criticó a los bolcheviques, pues advertía que la revolución rusa se estaba gestando en un marco socialista autoritario.

Cuando Carranza triunfó sobre el villismo, ayudado por los dirigentes de la Casa del Obrero Mundial, y cuando se perfiló como presidente de la república, Ricardo, en un artículo anarquista de 1915, escribió:

"Gobierno es lo mismo que tiranía; gobernante es lo mismo que opresor. Un gobierno, cualquiera que sea su forma, no es otra cosa que una institución creada para defender las personas y los intereses de la clase rica, contra las posibles agresiones de la clase pobre a esas personas y a esos intereses.

"Quien crea que el gobierno es una institución creada para proteger al débil, está en un error, pues ni la historia ni los hechos actuales demuestran que el gobierno sea un ángel tutelar de los desheredados".

En cuanto a la constitución burguesa de 1917, los historiadores burgueses han dicho hasta el cansancio que fue influida por el programa del PLM.

A reserva de comparar esos dos documentos en otro ensayo, por ahora es necesario señalar lo que acertadamente escribe Arnaldo Córdoba en su libro La ideología de la revolución mexicana, en el sentido de que el grupo carrancista, para poder atraerse a los trabajadores fabriles y a los campesinos, arrebató las banderas magonistas, en especial las demandas reformistas, y las banderas zapatistas de reparto de tierras.

Este plagio político, plasmado en la Constitución, fue paralelo, desde ese momento, con la represión militar contra la clase obrera, sus luchas huelguísticas y sus organizaciones sindicales.

Al mismo tiempo, el carrancismo siguió combatiendo militarmente al zapatismo, al cual descabezó por medio de la traición de Guajardo.

Carranza, como presidente, violó sistemáticamente la Constitución, como en los casos de la supresión de los sindicatos durante 1916-20 y del incumplimiento de los mandatos Constitucionales de reforma agraria.

Capítulo Diez

Asesinato en la cárcel.

Ricardo no sólo se caracterizó por ser un periodista revolucionario, cuya prosa incendiaria podemos comprobar en sus artículos políticos de Regeneración y otras publicaciones, sino también nos dejó discursos fogosos, dignos de ser pronunciados por jóvenes oradores honestos y limpios de corazón y conciencia, así como también nos legó 40 cuentos anarquistas y dos obras de teatro.

A través de cientos de cartas, publicadas en dos tomos, que cubren los periodos de 1904-1912 y 1919-1922, podemos en la actualidad paladear y saborear esas misivas de organizador de los levantamientos armados de 1906, 1908 y 1910, y soñar con la prosa filosófica y anarquista de la última fase de su vida.

Para concluir este modesto ensayo acerca de la vida y la obra de Ricardo Flores Magón, sólo nos resta comentar el fin que tuvo este insigne revolucionario.

Son tres las versiones de la muerte de Ricardo. La primera de ellas fue oficial: paro cardíaco; la segunda, de Librado Rivera, que pudo ver el cadáver, estrangulado por un reo común, y la tercera, publicada en la revista CROM de mayo de 1923, de apaleado por los guardias del penal.

Librado Rivera, quien estaba en la cárcel de Leavenworth junto con Ricardo, al año siguiente de los sucesos narró que el 21 de noviembre de 1922 vio el cuerpo ya sin vida de Ricardo tendido en una plancha del hospital.

Tenía la cara negra hasta el cuello y la frente tendida hacia atrás, como que un poderoso esfuerzo, al despedirse de la vida, había impulsado a aquel estoico luchador a exhalar el último aliento…

Se había hecho desaparecer aun gran pensador, a un filósofo, pletórico de bellas y luminosas ideas hacia el establecimiento de una sociedad de verdaderos humanos.

Se había cometido un crimen de lesa humanidad en la persona de un hombre bueno, generoso y altruista, cuyos ideales de justicia sintetizan los sublimes aspiraciones de todos los pueblos esclavos de la tierra.

EPÍLOGO

Los ideales de los revolucionarios, mientras continúen vigentes, no mueren. Sus cuerpos son torturados y se les arrebata la existencia, pero sus sueños revolucionarios siguen latentes en el corazón y el cerebro de los esclavos rebeldes de todo el planeta.

Es por ello que, como un homenaje al revolucionario caído, reproducimos las líneas de una de sus últimas cartas, líneas que constituyen un testamento político y una semilla libertaria que continuará latiendo en los pensamientos de los explotados, de los oprimidos, de los pobres del mundo:

"…En el Departamento de Justicia se dijo al señor Winberger que nada puede hacerse en mi favor si no hago una solicitud de perdón.,. Esto sella mi destino: cegaré, me pudriré y moriré dentro de estas horrendas paredes que me separan del resto del mundo, porque no voy a pedir perdón. ¡NO LO HARÉ!.

"En mis 29 años de luchador por la libertad lo he perdido todo, y toda oportunidad para hacerme rico y famoso; he consumido muchos años de mi vida en las prisiones; he experimentado el sendero del vagabundo y del paria; me he visto desfallecido de hambre, mi vida ha estado en peligro muchas veces; he perdido mi salud; en fin he perdido todo, menos una cosa, una sola cosa que fomento, mimo y conservo casi con celo fanático, y esa cosa es mi honra como luchador:

" Pedir perdón significaría que estoy arrepentido de haberme atrevido a derrocar al capitalismo para poner en su lugar un sistema basado en la libre asociación de los trabajadores para producir y consumir; y no estoy arrepentido de ello.

"Pedir perdón significaría que abdico de mis ideales anarquistas,. y no me retracto, afirmo que si la especie humana llega alguna vez a gozar de verdadera fraternidad y libertad y justicia social, deberá ser por medio del anarquismo.

"Así, pues, estoy condenado a cegar ya morir en la prisión; mas prefiero esto que volver la espalda a los trabajadores y tener las puertas de la prisión abiertas a precio de mi vergüenza.

"No sobreviviré a mi cautiverio, pues ya estoy viejo; pero cuando muera, mis amigos quizá escriban en mi tumba: "Aquí yace un soñador", y mis enemigos: "Aquí yace un loco".

"PERO NO HABRÁ NADIE QUE SE ATREVA A ESTAMPAR ESTA INSCRIPCIÓN:

"AQUÍ YACE UN COBARDE

Y TRAIDOR DE SUS IDEAS".

 

Humberto Escobedo Cetina

Partes: 1, 2
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