INTRODUCCIÓN
Es la investigación una importante parte de la formación de los estudiantes como profesionales, como proceso sustantivo que nos prepara para realizaciones y empeños superiores en la formación.
ésta es la razón por la que andando en el estudio de sus tradiciones y costumbres, fuerzas y debilidades, nos adentramos en la vida cultural de la sociedad sancristobalense, como elemento básico de nuestra vida estudiantil y transformadora una vez graduados.
La investigación aborda la vida y obra de un lugareño que en su momento trascendió a la sociedad y contribuyó con su actuar al desarrollo y consolidación de nuestra cultura. Tal es el caso de Andrés Leal Martínez trovador aficionado, que en su larga vida artística fue un fiel exponente del juglar, en los momentos en que hacer Arte era en verdad una tarea difícil.
DESARROLLO
El caserío La Chirigota fue fundado en 1950 por Don Antonio Pérez de León y debe su sugestivo nombre a una pequeña tienda, situada a la orilla del camino real, cerca del crucero real de la línea ferrocarrilera.
Allí nació el 4 de Febrero de 1924, Andrés Leal Soa hijo de Areno Martínez, fallecido el 2 de Septiembre de 1950 y de Belén Leal, fallecida el 13 de Septiembre de 1982.
Decimos Andrés Leal Soa, cuando debía decirse, Andrés Martínez Leal, puesto que él es proveniente de familia pobre y en 1924 que fue cuando se casaron los padres de Andrés no lo hicieron legalmente pues no tenían el dinero para pagar al notario, es ya entonces que al nacer Andrés y sus hermanos, no podían ser inscriptos con los apellidos de su padre, pues él no tenia el dinero para pagar y ponerles el apellido que le correspondía por derecho legitimo de la familia.
Pero podemos decir que eso no impidió para el desarrollo y aspiración de estos niños que al desarrollar sus conocimientos, soñaron con ser músicos o participar en actividades comunitarias y otras que le fueran invitadas.
El Trovador de las Verdes Campiñas como se le distinguió, era un joven afable y carismático, muy serio y responsable. De niño, como todo hijo de sitiero de aquellos tiempos, no pudo estudiar más allá del 6to grado, tuvo que ayudar a la familia en las labores del campo. Con su olor a tabaco, se caracteriza por su franca y agradable charla, que denota un peculiar sentido de la modestia, y la sinceridad, que lo identifica como un genuino valor pinareño.
Emprende su carera musical muy tempranamente, a la edad de 13 años, con dos de sus Hermanos: El mayor confeccionó una marimba el otro un par de claves y él las maracas. En ese entonces contaba con trece años. El trío amenizaba en las fiestecitas familiares, y cumpleaños de amistades más cercanas casi siempre en la casa de Atanasio Camacho, vecino y amigo de la familia. Posteriormente su hermano pasó a tocar en un sexteto pero él no lo hizo porque lo que le gustaba era aprender a tocar el tres como el que gusta ajustarse a la verdad. Y continúa participando en diferentes actividades del caserío.
Andrés conoció un hombre que se llamaba Félix Martínez en un baile y más tarde se hicieron buenos amigos, este le prestó una guitarra y el mismo le enseñaba, pero tenía que asistir a todos los bailes y guateques que él participaba para familiarizarse con la música y entonces cuando tenía un chance se escondía donde no lo molestaran para ensayar con las cuerdas y aprender el punto que le faltaba.
El primer baile que participó se desarrolló en la finca "El Oriente", cerca del faldeo de las lomas, como bongosero, luego de que Félix, "El Cuco" le enseñara los secretos del Tres. Con estos conocimientos rudimentarios se iniciaba ya en el bolero y la canción. A los 17 años ya sabía tocarlo y participó en un baile de enramada que se efectuó en las Tres Esquinas en el año 1942.
Durante una visita a San Cristóbal, se encontró con José "Cheo" Páez, a través de Camel Olivera, quién ya le había hablado a este de Andrés. Cheo lo invito para que le acompañara a una actividad en el salón de Capetillo donde se efectuaría un baile titulado "Mi bote en el 42" una canción muy popular en la época que dirigía Cheo Páez. Apreciando su destreza en el instrumento, le propuso formar parte del grupo, a lo que Andrés accedió, permaneciendo en el mismo por espacio de 20 años. En ese tiempo en que estuvo tocando en el grupo de Cheo Páez participaron en diferentes actividades, tales como: invitaciones de cumpleaños, fiestas del caserío con los amigos etc. En algunas ocasiones se dio la oportunidad de que era invitado por Cheo Páez a participar en estas fiestas y homenajes el cantante Barbarito Diez y en ese momento ambos grupos alternaban la escena y Andrés Leal intercambiaba y cantaba con este grupo e incluso con el propio Barbarito Diez.
En ese mismo año, ya junto el grupo, y de forma paralela se inició en la emisora local CMAS y por espacio de varios años (entre 1949 y 1958) actuó como trovador junto a Miguel Cordero, conocido como "el gallego Cordero" Tenía que conseguir anuncios comerciales para poder mantenerse trabajando en la misma y al mismo tiempo cobrar por lo que hacia. Desarrollaba 4 actuaciones semanales que al mes sumaban 16, cada anuncio se lo pagaban a peso y en la semana tenia 5 o 6 anuncios.
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