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Rol de la mujer reinsertada en los escenarios político, económico y familiar en la ciudad de Barranquilla


    Tesis de grado para optar al título de Magistra en Estudios Políticos y Económicos

    1. Resumen
    2. Justificación
    3. Marco teórico
    4. Planteamiento del problema
    5. Objetivos
    6. Delimitaciones
    7. Diseño metodológico
    8. Hipótesis
    9. Resultados
    10. A modo de conclusiones
    11. Bibliografía
    12. Anexos

    Resumen:

    La mayoría de las mujeres reinsertadas ingresaron al grupo armado durante la adolescencia, motivadas por factores tanto ideológicos como personales, atraídos por la búsqueda de un nuevo "Proyecto de Vida". Si la reinserción a la vida civil fue un proceso traumático para los combatientes en general, para la mujer reinsertada lo fue mucho más si se reconoce la prevalencia de un contexto socio-cultural que mantiene la inequidad de las relaciones de género. Desarmada y desprovista de su rol revolucionario, tiene que competir ahora en un nuevo terreno al parecer menos favorable para su participación política. La mujer reinsertada se ve ahora enfrentada a un mundo que le sigue siendo hostil, desprovistas de las armas que en el pasado le dieron una dimensión diferente a su rol tradicional y envueltas ahora en la complicada trama de recomponer su vida afectiva, familiar y laboral. Las mujeres reinsertadas dejaron las actividades propias de la insurgencia, para asumir el retorno a una sociedad que aún se nutre de patrimonios culturales ancestrales, patriarcales, discriminatorios y represivos que generalmente limitan a la mujer al desempeño de roles domésticos, sexuales y reproductivos.

    INTRODUCCION

    Con la firma de los acuerdos de paz a lo largo de estos últimos años, a partir del 9 de Marzo de 1990, se inició en Colombia un nuevo período de desarme, de desmovilización y de reinserción a la sociedad civil, por parte de un segmento considerable de la insurgencia, con el propósito de construir un camino para la paz y la convivencia ciudadana y dejar atrás el prolongado episodio de violencia política en Colombia.

    Se examinó, de manera más específica, el rol de la mujer, partiendo de la experiencia concreta del papel asumido por la mujer reinsertada en el contexto geográfico de la ciudad de Barranquilla. En este sentido se evaluó inicialmente el papel que asumió en una primera etapa la mujer en su condición de insurgente, y luego se determinaron las variantes en la etapa de reinserción a la vida civil.

    El examen de la problemática en cuestión se abordó en un contexto donde emerge una conceptualización y una práctica incipiente pero real, que presiona la adopción de comportamientos no discriminatorios con relación al rol de la mujer en la sociedad contemporánea. Así, la investigación planteada posibilitó discernir (a manera de insumo) si el escenario de la "lucha armada" y de la posterior reinserción contribuyó a edificar desde una práctica "liberadora", la construcción de una nueva cultura de las relaciones de género y de la participación de la mujer.

    Este trabajo de investigación, orientado a explorar sobre el rol político económico y social de la mujer reinsertada en Barranquilla, transita por su quehacer cotidiano, su experiencia de vida, sus anhelos y expectativas, desde las limitaciones impuestas por las barreras que se interponen entre las entrevistadas y la investigadora. Así las cosas, el tema estuvo inevitablemente cruzado por una perspectiva de género desde el cual se elaboró gran parte del sustento teórico.

    La investigación parte de un diseño metodológico exploratorio y descriptivo tomando como muestra un grupo de mujeres ex combatientes de los diferentes grupos que se beneficiaron de un Programa de Reinserción con el gobierno nacional. A partir de un plan de investigación se acopió toda la información, los antecedentes y la evidencia empírica necesaria para determinar los propósitos planteados. Es un tema sobre el cual aún no se ha trabajado en Barranquilla y por lo tanto no es posible plantear previamente hipótesis ni anticiparnos en sus conclusiones.

    1. JUSTIFICACION

    El tema de la participación de la mujer, su rol en la sociedad, adquiere hoy una gran vigencia, hasta el punto que desde diversos sectores de la sociedad civil se viene planteando que no es posible cristalizar los postulados de la democracia participativa sin la presencia activa de la mujer. Sin la mujer redimensionada no hay democracia, es la conclusión generalizada no sólo de los movimientos feministas sino también de otros sectores.

    El tema ha ocupado la atención incluso de gobernantes y de diversas autoridades que vienen reivindicando a partir de la constitución del 91, derechos que propugnan por la equidad de la mujer. No obstante, a pesar de que se abren nuevos escenarios y se reconocen nuevos y viejos derechos de la mujer, con los cuales el país venía en deuda hace muchos años, las discriminaciones persisten en una sociedad que de alguna manera se resiste a los cambios. Sin embargo, la reflexión hoy en día empieza por lo menos a refrescar el contexto de tal manera que permite introducir una reconceptualización.

    Abordar el problema a partir de la experiencia concreta de la mujer reinsertada equivale a desentrañar el papel de la mujer en un escenario específico cuya experiencia ofrece perspectivas investigativas hasta ahora desconocidas en el terreno de la investigación social.

    El rol de la mujer reinsertada, su participación, su papel en los diversos escenarios, reviste definitivamente una singular importancia, en la medida en que posibilita explorar la problemática y el devenir de un grupo de mujeres que en el pasado estuvieron vinculadas a un rol político marcado por la insurgencia, de tal manera que al final de la investigación podamos establecer las diferencias y qué han ganado o que han perdido desde una perspectiva de género. El tema presenta pues una vigencia y su tratamiento en gran medida posibilitarán resolver algunos interrogantes que plantea la sociedad colombiana de hoy.

    2. MARCO TEORICO

    1. El objeto de la investigación, sugiere un marco conceptual que recoge las elaboraciones que gravitan en torno a los elementos de rol asociados a la problemática del género, toda vez que se trata de la experiencia y las funciones que desempeña hoy en la sociedad, la mujer reinsertada en la ciudad de Barranquilla.

      En estos términos, y para efectos del presente trabajo de investigación, se tuvo en cuenta tanto la perspectiva psicológica como la sociológica que encierra el concepto de papel o rol en un individuo. A partir de una definición básica que integra dos componentes esenciales como son las expectativas y las representaciones, los estudiosos de la Psicología social han venido aportando diversas variables que tienen que ver con aspectos tales como: a) la validez de unas expectativas abrigadas por el actor, b) la exactitud con que el actor logra situar tanto al otro como a sí mismo en el sistema de papeles adecuados, c) la sensibilidad frente a las exigencias, d) la adecuación entre él mismo y el papel y f) el refuerzo ejercido por el auditorio.

      Dice Theodore Sarbin "que la variable dependiente que más interesa a los Psicólogos en esta materia, tiene que ver con la llamada representación de papeles, es decir, en la conducta manifiesta de una persona, en su esfuerzo por justificar su desempeño de las posibilidades que le han sido asignadas en diversas macroestructuras y microestructuras".

      En cuanto a la perspectiva sociológica, el concepto de papel ha sido trabajado ampliamente por los norteamericanos, partiendo de la premisa de que todo está siempre y en todas partes, consciente de la representación de un papel. (Park 1926). A partir de este enfoque básico se han venido presentando los siguientes elementos: 1) Ofrece un esquema o pauta general para el comportamiento, 2) Constituye una estrategia para hacer frente a un tipo de situación, 3) Se halla socialmente identificando como una entidad, 4) Está sujeto a ser desempeñado por distintos individuos y 5) Ofrece una importante base para identificar y situar a las personas en sociedad.

      Pero además, advierte el investigador Turner en la obra ya citada, que los diversos estudios dejan traslucir ciertas diferencias de conceptualización en torno a la teoría del papel. Por ejemplo, algunos autores siguen equiparando el concepto de papel al comportamiento que sigue un individuo, no obstante que la mayoría distingue entre comportamiento esperado (las expectativas) y comportamiento con arreglo al papel desempeñado (las representaciones); otros persisten en la línea de conductismo que concibe el papel como un inventario de comportamiento específico o de respuestas condicionales (Cowtrell 1942).

      En el mismo orden de ideas, ciertos autores conciben el papel social "como algo que hay que aprender y representar", mientras que para otros, sólo se trata de responder a un cierto papel del otro. Hay que agregar, incluso, que aun los investigadores no logran ponerse de acuerdo en el sentido de que si el concepto de papel está constituido únicamente por normas aplicables a una posición, o si integra además expectativas y concepciones con respecto a comportamiento "que solo son normativos en el más tenue de los sentidos". Sin embargo, subraya Turner, que pueden definirse unos postulados que tienen que ver fundamentalmente con: 1. Un sistema autónomo y dinámico de papeles en interacción. 2. El contexto organizacional y 3. El contexto societal.

      Lo primero, el papel como marco de interacción, parte de considerar el surgimiento y la identificación de los papeles no propios y ajenos en un proceso que engloba aspectos como la complementariedad, el consenso, la llamada expectativa legítima, la relación papel actor, la asignación de papeles concretos, la asunción de papeles y la adecuación y reciprocidad de papeles.

      Lo segundo, el contexto organizacional, hace referencia explícita a elementos como el "predominio de los objetos organizadores", que reconoce en la incorporación de papeles sociales una condición importante para que los objetos de la organización se conviertan en criterios decisivos para la diferenciación de papeles. Cuando la organización cuenta con metas bien definidas, puntualiza Turner, la diferenciación de papeles más sobresalientes se producirá de acuerdo a las distintas clases de tareas, cuya combinación permite alcanzar los resultados.

      Del tercer aspecto, el contexto societal, es un plano obligado, toda vez que la sociedad está conformada por un tejido asociativo y organizacional, que introduce en relación con los papeles referencias múltiples y crea para el actor la multiplicidad de papeles. Aquí encontramos lo que se denomina "coherencia de la asignación", manifiesta en la uniformidad en relación con los papeles que tanto la sociedad asigna como lo que el individuo asume. La socialización, implica que el individuo adopta en la sociedad "un repertorio de relaciones de papeles" como referencia de su propia conducta.

      Así las cosas, si el rol es una expectativa de conducta, un modelo de comportamiento externamente prescrito, a la Psicología social le va a interesar, por ejemplo, la influencia de la cultura sobre el comportamiento de las personas y todavía más, sus posibles conexiones con el desarrollo de la personalidad.

      En consecuencia, un rol está constituido por un grupo de normas definidas por la sociedad y determinan la forma en que deberíamos comportarnos. Una posición concreta adquiere el estatus de rol social, económico o político, cuando involucra un número sustancial de normas. Las normas tienen capacidad tanto para potenciar como para restringir el comportamiento de las personas. De manera que una vez el individuo ha aprendido las normas propias de su cultura, sobre cómo comportarse en muchas situaciones diferentes, queda restringida su conducta toda vez que la mayoría de las personas tienden a seguir las normas.

      Esta investigación se fundamenta en el enfoque teórico que define el rol como el comportamiento que otros esperan de una persona que tiene un status determinado. Bajo esta premisa. El modo en que la sociedad espera que se cumpla determinado rol, se denomina rol prescrito. Y el rol desempeñado, es la forma en que una persona ejecuta efectivamente un rol específico.

    2. LA PERSPECTIVA SICOLOGICA Y SOCIOLOGICA.
    3. EL ROL DESDE UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO.

    Ahora bien, como quiera que se trata del rol de la mujer reinsertada en Barranquilla, el tema se asocia inevitablemente a la problemática de género, en torno a la cual se ha venido reproduciendo una interesante y extensa literatura conceptual en la búsqueda de una nueva concepción epistemológica. En este caso encontramos, que la categoría de Género viene a constituirse en una alternativa, expresando de alguna manera la amplia gama de matices presentes en la realidad social, y continúa develando aún las condiciones de opresión y subordinación en que se encuentra la gran mayoría de mujeres en América Latina.

    Jane Flax, en la obra citada, propone el género como una categoría multidimensional, que comprende:a) como categoría de análisis para las ciencias sociales, b) como forma de relación social constituyente de otras relaciones, y c) como relación social práctica. En perspectiva, la categoría de género posibilita integrar, sobre todo en el escenario político, tanto teoría como praxis en un contexto donde la mujer se planea la búsqueda de alternativas frente a todas las manifestaciones de subordinación.

    Igualmente, el grupo de mujeres 2000 considera que mientras a las mujeres se les han negado las oportunidades de desempeñarse cabalmente en el mundo de lo público (con la agravante que es considerado como el más importante) a los hombres también se les ha negado la posibilidad de manejar el mundo de lo privado, que en esta lógica, por su puesto es menos importante. En estas circunstancias, se fue afianzando el razonamiento absurdo de que los hombres acometían el trabajo fuera de la casa y las mujeres, las actividades domésticas de la casa. Lo público y lo privado se separó así por sexos.

    Ahora bien, la problemática de género no se refiere por separado a los hombres y a las mujeres, sino a la relación entre ambos. En cada cultura, las relaciones de género adquieren sus propias particularidades de acuerdo al contexto social.

    En esta perspectiva, el género debe entenderse como un "marco analítico", un modo de ver el mundo que insiste en que los significados de hombre y mujer se obtienen siempre en términos de reciprocidad, esto es, de mutua relación.

    Pero además, las relaciones de género son y se expresan como relaciones de poder. Las racionalidades en torno a lo que es un hombre y una mujer se han ido construyendo en medio de las relaciones de poder de cada cultura o civilización determinada.

    La subordinación y la exclusión de la mujer han sido en este contexto, legitimadas y justificadas como necesarias. De ahí que la dominación; y esto es lo más grave, no depende exclusivamente de métodos violentos sean estos físicos o síquicos. Significa que se comparte por lo menos parcialmente las mismas representaciones por parte de los dos sexos; en el caso de la mujer, la formación de un consentimiento en torno a su propia subordinación y discriminación es aceptada por la sociedad. De este modo, las relaciones de género han sido una especie de campo primario dentro del cual se articulan y se reproducen las relaciones de poder.

    Por otro lado, la participación de la mujer en los procesos sociales y políticos sigue bloqueada, de acuerdo a los analistas, por una especie de "androcracia" que ha alimentado la creencia de que el mundo de lo público, de la política, es privativo de los varones. Al respecto, sostiene Socorro Ramírez: "algunos analistas han tratado de explicar esta marginalidad como resultado de un escaso interés o incompatibilidad de las mujeres con la política, derivadas de una supuesta vocación maternal y orientación particularista. Estos estereotipos, antes que explicar el fenómeno, reflejan más bien prejuicios androcéntricos". La marginalidad de la mujer se mantiene, no obstante los avances de los derechos femeninos y la conquista de espacios que consagra la Constitución de 91.

    En este sentido Juanita Barreto intenta develar, lo que la autora denomina obstáculos para la participación de las mujeres. Veamos: 1. El obstáculo invisibilizante, que hace a la mujer en los diversos escenarios y que se reproduce en la simbología, imaginarios y en el lenguaje, entre otros. 2. El obstáculo dicotomizante, producto de una lógica binaria que concibe los procesos como relaciones de oposición, y por ende, con su correspondiente jerarquización en los diferentes planos (naturaleza-cultura, objeto-sujeto, privado-público, emoción-razón, positivo-activo). 3. El obstáculo complementarista, que tiene su raíz en una división sexual de roles, asumida como consecuencia Lógica de una supuesta naturaleza femenina inmutable, desarrollada como producto de una necesaria complementación de géneros, limitando el reconocimiento de las mujeres como personas, como individuos y como ciudadanas. 4. El obstáculo maternizante, concebido como la idealización de la maternidad u la identificación del ser femenino como la función materna (ecuación mujer-madre) y 5. El obstáculo culpabilizante expresado en los múltiples sentimientos de culpa que la sociedad induce a la mujer cuando esta transgrede lo estereotipos tradicionales de la feminidad. Todos los obstáculos han contribuido, en un proceso de retroalimentación, a que sean por lo general las mismas mujeres quienes asuman determinados roles en la sociedad, asumiendo muchas veces su vinculación a otros escenarios (la política, lo laboral, lo social, lo cultural) como un abandono de sus "deberes" relacionados con la crianza de los hijos y la actividad doméstica. Son obstáculos que se enfrentan a la postmodernidad, que alguna manera viene generando cambios sustanciales en los roles de la mujer invadiendo poco a poco aquellos espacios que tradicionalmente estaban vedados.

    El rol político, económico y social de la mujer reinsertada en Barranquilla, plantea como tema de investigación, un marco teórico donde el concepto de rol involucra tanto su cotidianidad en los escenarios domésticos y reproductivos, como su participación en el mundo de lo laboral, lo comunitario y de lo público. Así, abordar la temática de los roles de la mujer reinsertada en los procesos sociales y políticos, sugiere de acuerdo a Juanita Barreto y Yolanda Puyana, desentrañar tanto su desempeño cotidiano en el ámbito doméstico, sus relaciones con el mercado laboral, con la comunidad, las instituciones, etc.

    Así, éste proyecto de investigación, asumió como rol político, económico y social de la mujer reinsertada, un proceso de intervención-participación en los diversos espacios sociales, donde se identifican y construyen sus proyectos vitales, en la perspectiva de abrir nuevos caminos en el reconocimiento y valoración de lo femenino. Bajo esta conceptualización, el rol femenino no se agota en el ámbito privado sino que se construye a partir de las demandas de lo público.

    En consecuencia, la conceptualización que emplea ésta investigación en torno a los roles de mujeres reinsertadas, rompe la tradicional dicotomía de lo público y lo privado que por mucho tiempo se ha mantenido en la cultura popular de los colombianos, según la cual, lo público-político es competencia de los hombres, y lo privado, de las mujeres.

    No obstante, como bien lo anota Marcela Lagarde, la relación mujer-política es aceptable desde una "mirada patriarcal", solo si en cumplimiento del deber genérico, las mujeres actúan en defensa de derechos de otros. Hay que admitir que su incursión en la esfera de lo público sigue siendo tangencial, quedando por fuera de los espacios de poder y de decisión.

    De cualquier manera, el universo de lo público le plantea a las mujeres de hoy ser consideradas como sujetos políticos, desde la integridad de una existencia, que trascienda su rol tradicional y principal de "reproducir a los otros en la vida cotidiana". Es un escenario cuyo tránsito sugiere cierto "sentido libertario", a partir del cual se revolucionan proyectos de vida, y se ejercita la política desde las expectativas propias de la mujer, sus necesidades, sus deseos.

    Ahora bien, abocar el tema de los roles implica, recorrer una experiencia de vida articulada a un proceso de socialización, que empieza incluso desde antes del nacimiento y se prolonga durante todo el ciclo vital, como lo advierten Barreto y Puyana. Subrayan las autoras en cita que el escenario de la socialización es por excelencia la vida cotidiana, que se convierte en "condición esencial para asumirse como parte de una organización social, para convertirse en persona".

    Los procesos de socialización, y esto es tal vez lo más pertinente a ésta investigación, en la medida en que están intervenidos por el andamiaje institucional, van condicionando una diversidad de roles sociales, es decir, a formarse en papeles prefijados por la misma sociedad. "Dichos roles corresponden a una división social del trabajo, a grupos sociales estratificados, que a partir de pautas y costumbres determinadas, llenan de contenidos el propio proceso socializador".

    En estos términos, la socialización cumple una "función con servadora" toda vez que a través de ella se reproducen las normas, valores, patrones de conducta y en fin, todo lo relacionado con la profunda experiencia vital. No obstante, hay que admitirlo, el condicionante institucional de los roles, " de ninguna manera es absoluto; siempre existe la posibilidad de recusarlos, en el lenguaje de Agnes Heller, es decir, de construir nuevos papeles sociales".

    Ahora bien, en lo que respecta al rol económico, la incursión cada vez más notoria de la mujer en el mercado laboral, según los analistas, se registra en un contexto de profundas transformaciones socioculturales e ideológicas, abriéndole paso a una mujer "proveedora" o "coprovidente", y generando cambios en la división sexual del trabajo. Sin lugar a dudas, es un factor que le ha permitido ganar autonomía en el seno de la familia y de la sociedad.

    Pero además de las transformaciones que denotan el ocaso de la familia patriarcal, el rol económico de la mujer está presionado por la necesidad de generar nuevos ingresos frente a un deterioro progresivo de la calidad de vida, y donde la función proveedora del varón ya no es suficiente para satisfacer las necesidades básicas del grupo familiar.

    Este fenómeno, sobre todo típico en los estratos populares y medios, le plantea nuevos retos a la mujer, toda vez que se da en un contexto de fuertes restricciones en el mercado laboral, frente a lo cual se asumen en muchos casos diversas formas de auto empleo y de subempleo, que hacen más traumático la asunción de nuevos roles en la mujer de la sociedad de hoy.

    La mujer, como ya se mencionó anteriormente, cumplía roles o papeles tradicionalmente diseñados por la sociedad patriarcal. Hoy, dichos roles se han visto alterados por una serie de factores que han provocado, entre otros, la irrupción de la mujer en el mercado laboral. Es lo que los antropólogos denominan "el conflicto de roles" : las tensiones resultantes al infringir la mujer las pautas culturales en el diseño de funciones adscritas a cada género. Esta participación cada vez más notoria en el mercado laboral, pesa en su determinación de jugar el papel de "coprovidente".

    3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

    En los años 80 el fenómeno guerrillero se incrementó notablemente debido a una serie de factores que respondían fundamentalmente a la persistencia de un régimen político de "democracia restringida" y a la permanencia de estructuras oligárquicas en el poder. En este contexto, la insurgencia armada emergió en calidad de interlocutora que buscaba construir proyectos de representación política desde el lenguaje de las armas.

    En este contexto, la guerrilla propició la imagen de abanderada de soluciones justicieras, posibilitando una mayor incorporación en sus filas de nuevos contingentes de jóvenes tanto del campo como de las ciudades, y especialmente, de mujeres que de alguna manera concebían su vinculación a la insurgencia como un ejercicio concreto que permitía articular la lucha estratégica por el poder y su libertad individual en el marco de la ruptura de los roles tradicionales.

    En investigaciones preliminares se ha podido constatar que las normas y prácticas guerrilleras en torno a las relaciones de género, varían dependiendo del grupo, y reflejan además los referentes ideológicos, las posiciones políticas y sobre todo, una particular concepción de la "ética y moral revolucionaria".

    Así, por ejemplo, de acuerdo a testimonios recogidos por investigadores, organizaciones como las FARC y el ELN en virtud de su estructura jerárquica autoritaria y militarista, mantienen una rígida normatividad en torno al problema de los roles de la mujer guerrillera: Igualdad en el combate, la maternidad suprimida, y poco o nulo ascenso a las posiciones de mando. De este modo, con muy contadas excepciones, las mujeres en su gran mayoría fueron incorporadas a posiciones subordinadas, desempeñando cargos así mismo de tipo logístico, de apoyo y de servicio, en tanto que los hombres guerrilleros ocupaban las principales posiciones de mando y decidían la suerte de la organización. La participación de la mujer en determinadas "acciones de avanzada" se debía fundamentalmente a razones tácticas, "ya que se presume que es menos sospechosa y desata menos regresión", según el testimonio de una ex guerrillera.

    Por otro lado hay elementos ligados a la extracción social de la mujer guerrillera, presentándose algunas diferenciaciones derivadas precisamente de esta condición. En el EPL, que se nutría de un gran número de mujeres campesinas, podemos observar que las mujeres de la ciudad gozaban de algunas prerrogativas, toda vez que desempeñaban una mayor responsabilidad en la estructura de la organización.

    En el caso de las guerrillas más ligadas al mundo rural como las FARC y el ELN, el ingreso de mujeres de extracción campesina a la insurgencia representaba, para ellas, abordar nuevos "escenarios liberadores", y en cierto sentido, la percepción de que se trataba de un "progreso" con relación a su rol doméstico tradicional. De acuerdo a la versión de algunos reinsertados, "se construyó una relación de compañerismo y de solidaridad" que estimularon el desarrollo personal de la mujer y que representó cierto grado de emancipación frente a la subordinación tradicional de la autoridad paterna.

    Sin embargo, de las expectativas a la realidad se puede constatar un desfase, si se considera el valor testimonial de la mayoría de las reinsertadas: Además de participar en "condiciones de igualdad en el combate", tenían que cocinar y lavar ropa para su compañero, que generalmente era un jefe guerrillero.

    "Claudia Liliana", reinsertada del ELN con una visión crítica sobre el rol de la mujer en la insurgencia, cree que el EPL fue una de las guerrillas más "machistas", elemento que viene a ser corroborado por algunos testimonios que comprometen seriamente a algunos comandantes en actitudes que iban desde un tratamiento discriminatorio y denigrante hacia la guerrillera hasta prácticas de abuso sexual, incluso contra sus propias compañeras con quienes mantenían una relación estable amorosa.

    La mayoría de las mujeres reinsertadas ingresaron al grupo armado durante la adolescencia, motivadas por factores tanto ideológicos como personales, atraídos por la búsqueda de un nuevo "Proyecto de Vida". Si la reinserción a la vida civil fue un proceso traumático para los combatientes en general, para la mujer reinsertada lo fue mucho más si se reconoce la prevalencia de un contexto socio-cultural que mantiene la inequidad de las relaciones de género. Desarmada y desprovista de su rol revolucionario, tiene que competir ahora en un nuevo terreno al parecer menos favorable para su participación política.

    La mujer reinsertada se ve ahora enfrentada a un mundo que le sigue siendo hostil, desprovistas de las armas que en el pasado le dieron una dimensión diferente a su rol tradicional y envueltas ahora en la complicada trama de recomponer su vida afectiva, familiar, así como en el ejercicio de su maternidad.

    La situación de la mujer en la sociedad colombiana de hoy, ha estado tradicionalmente cruzada por elementos atávicos propios de una cultura machista, que aún se hace sentir a pesar de los avances en materia de derechos y equidad. La discriminación contra la mujer persiste en múltiples escenarios y circunstancias. Por ejemplo, en el mercado laboral la mujer ha incrementado su participación pero en condiciones de inferioridad con relación al hombre.

    Las mujeres reinsertadas dejaron las actividades propias de la insurgencia, para asumir el retorno a una sociedad que aún se nutre de patrimonios culturales ancestrales, patriarcales, discriminatorios y represivos que generalmente limitan a la mujer al desempeño de roles domésticos, sexuales y reproductivos. En virtud de las consideraciones anteriores, nuestro problema de investigación plantea el siguiente interrogante:

    ¿Cuál es el Rol de la mujer reinsertada en los escenarios político, económico y familiar en la ciudad de Barranquilla?

    1. OBJETIVOS

    4.1 OBJETIVO GENERAL

    Describir los roles o papeles que asumen hoy las mujeres reinsertadas, en lo político, económico, y familiar, en la ciudad de Barranquilla.

    4.2 OBJETIVOS ESPECIFICOS

    • Identificar los nuevos roles asumidos hoy por las mujeres reinsertadas en Barranquilla, a partir de las expectativas generadas con el proceso de desmovilización.
    • Describir el rol político asumido hoy por las mujeres reinsertadas en la ciudad de Barranquilla.
    • Identificar el rol económico asumido por las mujeres reinsertadas en la ciudad de Barranquilla.
    • Determinar el rol social y familiar asumido hoy por la mujer reinsertada en la ciudad de Barranquilla.

    5. DELIMITACIONES

    5.1. DELIMITACION ESPACIAL

    La presente investigación se circunscribe a la identificación de los roles asumidos hoy en día por las mujeres reinsertadas en los aspectos económicos, políticos y sociales en Barranquilla.

    5.2. DELIMITACION DE UNIVERSO

    El estudio abarca específicamente a las mujeres reinsertadas de los grupos desmovilizados con asiento en la ciudad de Barranquilla o que desarrollen actividades en ella.

    6. DISEÑO METODOLOGICO.

    6.1 TIPO DE INVESTIGACIÓN

    El diseño de investigación implementado es esencialmente de carácter descriptivo, toda vez que posibilita determinar los roles asumidos por las reinsertadas en la ciudad de Barranquilla en lo político, económico y familiar.

    6.2 POBLACION. Según datos suministrados por la Oficina de Reinserción en el Atlántico, el número total de mujeres reinsertadas asciende a 47.

    6.3 MUESTRA. Estará conformada por 16 mujeres reinsertadas de los diversos grupos desmovilizados en Barranquilla. La muestra representa el 38% de la población y no pudo ser mayor, habida cuenta de factores como la desconfianza, inseguridad, así como dificultades para el acceso y la localización de un grupo más numeroso. Muchas de estas mujeres, se han desvinculado de los programas que adelanta la Oficina de Reinserción Atlántico.

    6.4 TECNICAS E INSTRUMENTOS.

    La presente investigación combina técnicas de investigación cualitativa y cuantitativa, y se apoya fundamentalmente en la técnica de la Entrevista Profunda. Esta se implementó con base a un cuestionario previamente elaborado por la investigadora para ser aplicado a la muestra, acompañado de una guía de observación.

    En el trabajo de campo, la investigadora estableció técnicas y metodologías a fin de crear un clima favorable y propicio para que las mujeres reinsertadas cuenten su experiencia y su vida. En lo posible se intentó desarrollar algunas actividades previas destinadas a "romper el hielo" y la prevención natural de las reinsertadas, a fin de que la información recolectada ayudara a sacar conclusiones más o menos ajustadas a la realidad, sin el engaño de la "ilusión científica".

    7. HIPOTESIS

    7.1 DE INVESTIGACION

    Las mujeres reinsertadas en la ciudad de Barranquilla, a partir de la desmovilización, asumieron las funciones de rol que tradicionalmente les ha asignado la sociedad civil.

    7.2 DEFINICION CONCEPTUAL

    FUNCIONES DE ROL. Un rol está constituido por un grupo de normas definidas por la sociedad y determinan la forma en que deberíamos comportarnos. Una posición concreta adquiere el estatus de rol político, económico y familiar, o cuando involucra un número sustancial de normas. Las normas tienen capacidad tanto para potenciar como para restringir el comportamiento de las personas. De manera que una vez el individuo ha aprendido las normas propias de su cultura, sobre cómo comportarse en muchas situaciones diferentes, queda restringida su conducta toda vez que la mayoría de las personas tienden a seguir las normas. Bajo esta premisa, el modo en que la sociedad espera que se cumpla determinado rol, se denomina rol prescrito. Y el rol desempeñado, es la forma en que una persona ejecuta efectivamente un rol específico.

    7.3 DEFINICION OPERACIONAL. Identificación por medio de la aplicación de una entrevista profunda, previa elaboración de un cuestionario, de los nuevos roles que han asumido las mujeres reinsertadas en la ciudad de Barranquilla, en lo político, económico y familiar.

    8. RESULTADOS.

    8.1 INTRODUCCION

    La entrevista se aplicó a un grupo de 16 mujeres reinsertadas, a través de un cuestionario (anexo) con preguntas que indagan no solo sobre sus actividades y su situación actual sino además sobre el rol asumido en el grupo insurgente. Se trataba aquí de "captar" un momento trascendental en la vida de un grupo de mujeres que decidieron dejar la acción revolucionaria para reinsertarse a la sociedad. Este propósito tiene sus limitaciones si reconocemos que producir una información verdadera a partir de una entrevista a un individuo, en las circunstancias previstas, es como lo señala Francis Godard, "una ilusión científica". Sería pretender que los individuos poseen un saber verdadero sobre su propia existencia y que solo basta con crear las condiciones de la entrevista para sacarlo a flote.

    En consecuencia, los instrumentos teóricos y metodológicos se diseñaron para construir una información lo más aproximada a la verdad, sin falsear sus testimonios, respetando el discurso del sujeto, en un contexto cargado de prevenciones y de escepticismo donde se supone que las mujeres reinsertadas contarían sus verdades a medias, en el mejor de los casos.

    8.2 ESTUDIO DE CASOS

    PRIMER CASO

    Nombre: MARIA. Edad 28 años.

    Vive en unión libre, tiene dos hijos de 9 y 5 años de edad, posee casa propia con todas las comodidades básicas, tiene estudios de secundaria, informática básica; manifiesta no tener ninguna actividad remunerada ya que no ha conseguido trabajo.

    Se vinculó a la CRS cuando tenia trece años, se le fue capacitando políticamente, se le asigno la responsabilidad de atender la radio de comunicaciones durante siete años hasta que en 1994 se dio el proceso de reinserción. Las circunstancias de vinculación fueron sociales y políticas. Manifiesta haber tenido relaciones afectivas dentro del grupo y que la relación con los compañeros era de mutua amistad y compañerismo y las funciones de los hombres y las mujeres eran asignadas con igualdad. No tuvo responsabilidad de mando, solo en las comunicaciones y brigadas de salud. También manifiesta que hubo equidad, toda vez que los oficios domésticos no eran asumidos exclusivamente por la mujer. Ahora, en el contexto actual, consideran que los hombres como las mujeres reinsertadas no tienen iguales oportunidades

    En cuanto a lo familiar, participa en las decisiones, y se encuentra satisfecha con los roles que asume hoy en día, por que hace una actividad política y social menos tensionada en la vida civil que dentro del movimiento. En cuanto al proceso de reinserción, se encuentra satisfecha porque, considera, le ha mejorado su proyecto de vida.

    • Análisis e Interpretación.

    Maria es una mujer joven, que ingreso al movimiento guerrillero al ser una niña de trece años, cambiando de esa manera su rol de niña por un rol especifico y determinado por el contexto circunstancial a que haya llegado, como fue el de hacerse responsable de la radio de comunicaciones, del movimiento insurgente, por 7 años. Papel que dista mucho del que tendría que haber asumido al quedarse en su hogar. Recibió capacitación política, que era exigida por la naturaleza del movimiento insurgente al que pertenecía, así mismo tuvo la oportunidad de realizar algunos estudios de secundaria, sin haberla terminado y tiene conocimientos de informática básica.

    En su rol económico tiene una gran ventaja, pues vive en casa propia con servicios básicos y eso le permite cierta tranquilidad, a pesar de no haber conseguido trabajo. El rol económico que Maria debe asumir como parte integrante de una familia, es nuevo para ella, debido a que en el movimiento insurgente no era esa su preocupación, el movimiento abastecía a sus integrantes en sus necesidades básicas, y la única preocupación que asistía a Maria era la de cumplir cabalmente y con responsabilidad su trabajo.

    En lo referente al rol político, su vinculación al movimiento fue de esa naturaleza y actualmente no esta vinculada a ningún proyecto político, pero sus ideas y doctrinas aprendidas en el movimiento están latentes y permanecen, pues en ningún momento reniega de su paso por el movimiento insurgente.

    El rol social de María cambió considerablemente, pues en el movimiento su trato social se limitaba a sus compañeros , el cual manifiesta que fue muy cordial, que no había discriminación y que las funciones entre hombres y mujeres eran compartidas. Hoy en día su rol social corresponde al cuidado de su familia como madre y mujer, puesto que tiene dos hijos y vive en unión libre con el hombre "a quien debe atender". Manifiesta su alegría con el rol social desempeñado actualmente, pues lo considera mas "gratificante y menos tensionante". De igual manera, se encuentra satisfecha con el proceso de reinserción, pues asegura que le ha mejorado su proyecto de vida.

    SEGUNDO CASO.

    Nombre SONIA. Edad 37 años.

    Es madre soltera y tiene dos hijos, no tiene casa propia y su familia es numerosa. Vive actualmente con su dos hijos en casa de la familia paterna y se separó durante la desmovilización. Posee estudios universitarios y se desempeña como enfermera superior. Manifiesta no estar vinculada a ningún proyecto político ni social y reconoce que su vinculación al grupo armado fue por razones económicas. De igual manera, expresó que las relaciones con sus compañeros de grupo fueron muy buenas y que entre ellos hubo "mucha igualdad". No tuvo responsabilidades de mando.

    Actualmente considera que la mujer reinsertada tiene iguales oportunidades y se muestra satisfecha con los roles que hoy cumple habida cuenta de que realizó estudios superiores y se encuentra desempeñando su actividad profesional. Considera que el proceso de reinserción le sirvió para mejorar en lo social y económico.

    • Análisis e interpretación. Sonia, a diferencia de María, se ha capacitado profesionalmente y ha logrado su vinculación laboral, situación que le asigna un rol económico "coprovidente" que debe alternar con el cuidado de sus hijos. En el caso de Sonia se observa que ha desaparecido el rol político y que su "realización" está hoy determinada por su condición de mujer profesional y de madre.

    TERCER CASO.

    NOMBRE: "TOCHA". EDAD 29 AÑOS.

    Tiene dos hijos de 12 y 10 años, se separó antes de la desmovilización, no tiene casa propia y vive con sus dos hijos. Sus estudios son de básica primaria. Se vinculó al EPL a la edad de 12 años y sus motivos fueron personales y políticos, con la convicción de que desde la insurgencia se podía mejorar la situación del país. Sus tareas dentro del grupo estaban relacionadas con la seguridad y los primeros auxilios del grupo. Tuvo responsabilidad de mando por tres años, experiencia que considera muy fructífera y en un ambiente de total compañerismo. Ahora su vida cotidiana se reparte entre el cuidado de sus hijos y una capacitación en el SENA.

    • Análisis e interpretación. En este caso, puede decirse que hay un cambio radical en el rol de "Tocha" si tenemos en cuenta que en la insurgencia desempeñó funciones de mando y hoy en día se ocupa esencialmente de sus funciones domésticas, de lo que puede inferirse que perdió desde el punto de vista de equidad de género. "Tocha", se ha diluido en el nuevo escenario. Al desaparecer el proyecto político, desapareció el rol de mando que ejercía. Hoy, no es más que un nombre dentro de un largo listado de beneficiarios de los programas gubernamentales de Reinserción.

    CUARTO CASO.

    NOMBRE KATIA. EDAD 40 AÑOS.

    Tiene dos hijos de 18 y 23 años, es madre soltera, vive con sus dos hijos y su familia paterna, tiene estudios superiores (no especificó qué profesión) y se desempeña actualmente como promotora de salud. Se vinculó a la CRS a los 10 años de edad y realizó proyectos que en su momento cubrían las necesidades de las comunidades donde el grupo ejercía influencia política. Considera que en la organización no logró un buen nivel de formación política.

    Su vinculación laboral le permite una proyección comunitaria puesto que le compete capacitar a las comunidades para que se organicen y gestionen proyectos para solucionar sus necesidades básicas. Esta labor la asume Katia con satisfacción, pero no deja de preocuparse por las demás compañeras "que aún viven sometidas". Cree en los programas de Reinserción.

    • Análisis e interpretación. Katia desempeña hoy un rol de mujer trabajadora que debe sostener a sus hijos y a su familia paterna. Su vinculación a la comunidad está determinada por su actividad laboral. Ya no está al servicio de un proyecto político revolucionario insurgente, toda vez que la organización se fue diluyendo paulatinamente y no logró sostenerse en los nuevos escenarios institucionales. De tal manera que Katia se siente satisfecha de sus logros personales y evalúa los programas de Reinserción con la lupa de su experiencia individual.

    QUINTO CASO.

    NOMBRE MARY. EDAD 32 AÑOS.

    Tiene dos hijos de 12 y 10 años de su primer matrimonio. Enviudó dentro de la guerrilla y posterior a la desmovilización se volvió a casar, relación de la cual tiene otro hijo. Vive actualmente con su esposo, no trabaja a pesar de tener estudios universitarios. Su relato de vida es el siguiente:

    "Me vinculé al EPL a los trece años de edad, era hija de papi y mami, quería saber más de la vida, cuando apenas cursaba el bachillerato. Así, me alejé de mi familia, fue muy duro pero seguí con mi moral muy en alto, ya que perdí a mi compañero dentro del movimiento. Fue terrible cuando mataron a un compañero en mi presencia y luego me detuvieron. Fue una experiencia dura pero maravillosa que pocas mujeres en Colombia han tenido. Tuve momentos alegres pero también muchos tristes, como cuando me dijeron que íbamos a dejar las armas. Fue como si la vida se me acabara ya que estaba acostumbrada a estar de un lado para otro y sabía que se me iba a complicar la vida porque quedaban problemas con la justicia y algunos enemigos que yo conocía.

    ¿ A veces me pregunto si valió la pena tanto sacrificio que allí quedaba ? …. Lo que uno creía que podía hacer, construir un nuevo país, hoy me doy cuenta que todo quedó en la historia, que todos ellos han olvidado aquellos que han sufrido la violencia, que ellos son su hermanos, esposos, padres e hijos……

    Un día cotidiano en mi vida de reinsertada es velar por mi hijo y por mi marido, también hago los quehaceres de la casa. No tengo ningún proyecto político. Mi vinculación al movimiento fue personal. Asumí funciones de inteligencia, de seguridad y operadora de radio. Las relaciones con los compañeros fueron buenas y las tareas eran iguales para los hombres y las mujeres. Tuve responsabilidad de mando como encargada de la seguridad para los diferentes eventos que se realizaban. Nunca me sentí discriminada. Me encuentro satisfecha con los roles que actualmente estoy desempeñando, lo cual me ha permitido ganar un espacio en mi vida. La actitud de mi compañero actual es de compañerismo y me siento representada en él. Creo que el proceso de reinserción me sirvió para mejorar mi calidad de vida".

    • Análisis e interpretación. El caso de "Mary" es interesante, toda vez que permite establecer un cambio sustancial de rol. En la organización llegó a tener responsabilidades de mando y hoy se desempeña felizmente como mujer ama de casa que atiende a su esposo e hijos. Surge aquí, el interrogante, ¿ cómo puede una mujer que tuvo responsabilidades de mando en una organización insurgente, asume hoy con satisfacción los roles de mujer subordinada ? Pareciera aquí que con la desmovilización se agota un ciclo de vida asociado a la "revolución" y del cual solo quedan las nostalgias y los recuerdos. A partir de la Reinserción, "Mary" estrena un nuevo proyecto de vida personal en el cual no tiene cabida lo político. La "revolución" ya terminó y por lo tanto sólo tiene la responsabilidad del hogar.

    CASO 6.

    "BERTA": Cuenta con 31 años de edad, tiene tres hijos de 11,9 y 6 años, tiene casa propia y vive con su esposo que lo conoció en el movimiento y se reinsertaron juntos. Después de la desmovilización ha recibido capacitación en el Sena sobre máquinas planas y control de calidad y se encuentra actualmente adelantando estudios superiores. Se dedica además al cuidado de sus hijos. Su testimonio es el siguiente:

    "Mi vinculación al EPL fue en enero de 1984, como combatiente, hice parte logística, brigadas de salud, enlace de comunicaciones, hasta el año 91 que se dio la desmovilización. Un día cotidiano en mi vida, consiste en preparar a los niños para el colegio y a mi esposo para el trabajo, hago todos los oficios de la casa y luego recojo a los niños por la tarde. Actualmente no estoy vinculada a ningún proyecto político. Mis relaciones con los compañeros de grupo, fueron de total fraternidad, amistad e igualdad. No existían distinciones de sexo en las labores, todos realizábamos las mismas labores. Tuve mando de escuadra, con algunos reparos por la misma concepción machista que manifestaban algunos mandos y combatientes de base, de creer que las mujeres somos inferiores y, de considerarnos, como objeto sexual, y por la misma subvaloración que algunas mujeres nos daban.

    En el contexto actual, el reinsertado ha tenido iguales oportunidades. Hoy, me siento satisfecha con los roles que estoy asumiendo por ser madre, vivir con mis hijos, esposo y darles una buena educación, por formar una gran familia y poder sortear todas las dificultades que la vida civil me depara. También tengo el apoyo total de mi familia, creo en el proceso de reinserción puesto que la experiencia ha sido para mejorar mi condición de vida".

    CASO 7

    "KATIA". Cuenta con 40 años de edad, tiene dos hijos de 18 y 23 años, es madre soltera, tiene casa propia con todas las comodidades básicas, tiene estudios superiores y se ocupa laboralmente como promotora de salud. Su testimonio es el siguiente :

    "Me vinculé a la CRS. a los 10 años de edad y fuimos un gran grupo. Realicé brigadas de salud, gestión educativa, desarrollé proyectos que en su momento cubrían las necesidades de nuestro barrio y zonas marginadas. En mi vida civil ahora, mi rol político está definido porque puedo comprender las condiciones sociales de mi país. Hoy, me toca capacitar a las comunidades sobre formas organizacionales y gestión de proyectos comunitarios. Estoy vinculada a proyectos sociales y pedagógicos y me encuentro satisfecha con mi rol, pero no dejo de preocuparme por las demás compañeras que aún viven sometidas. Creo en el proceso de reinserción aunque tengo algunas desavenencias, creo y estoy convencida que ha sido para mejorar".

    CASO 8.

    "SUSY": tiene 32 años, es viuda, con dos hijos entre los 17 y 16 años, cuenta con estudios universitarios técnicos, se encuentra actualmente empleada. Su testimonio es el siguiente:

    "Después que me desvincule del EPL, fui recogida por mi familia junto con mis hijos, luego empecé a trabajar con una fundación y hoy me siento con mucha suerte detener un empleo y estar capacitándome actualmente. Creo que algunas compañeras no cuentan con esta suerte. Mi vinculación al movimiento fue por puras circunstancias de desigualdad social y política y fui formada con una conciencia revolucionaria, tuve buenas relaciones afectivas y de compañerismo, se dieron relaciones de equidad e igualdad… Ahora, me dedico a las labores del hogar, trabajo y estudio a distancia. No estoy vinculada a ningún proyecto político y me siento satisfecha con los roles que actualmente asumo, porque encontré al señor Jesucristo, que cambió y transformó mi vida. Pienso que el programa para la reinserción ha sido para mejorar".

    CASO 9.

    "TOÑA": Cuenta con 40 años y tiene dos hijos de 22 y 13 años, es separada, vive con sus hijos, tiene estudios universitarios y trabaja actualmente como promotora de salud.

    "me vincule al EPL cuando tenía 30 años y mi motivación fue política, tuve relaciones afectivas con un compañero del grupo y nos separamos antes de la desmovilización. Me desempeñaba en sanidad y las relaciones con los compañeros eran amables y sinceras. Aunque no tuve responsabilidad de mando, siempre me desempeñé muy bien en lo que me tocó hacer. Nunca me sentí discriminada. Pienso que el programa de reinserción le ha dado iguales oportunidades tanto a las mujeres como a los hombres. No estoy vinculada a ningún proyecto político y no me encuentro satisfecha del rol que desempeño, ya que me siento capacitada para desempeñar otros mejores… quisiera tener un mejor proyecto de vida".

    CASO 1O.

    "LUZ": 33 años de edad, con dos hijos entre los 12 y 14 años. Se vinculó a la CRS cuando tenía 13 años. Su testimonio de vida es el siguiente:

    "Cuando estaba en la escuela acudía a escondidas para adoctrinarme, me conocí con mi compañero en el adiestramiento, el cual perdió la vida en la guerra. Hoy soy una mujer nueva, con muchas ganas de salir luchando por mis hijos y mi familia y por querer poner un grano de arena en el mejoramiento de este país. Me gusta trabajar en mi casa y velar por los quehaceres y deberes con mis hijos ya que ahora puedo gozar de ellos. Mi vinculación al movimiento fue política y personal, mis tareas estuvieron relacionadas con la parte logística, las relaciones con los compañeros de grupo fueron normales. Tengo algún proyecto con algunas compañeras de montar una tienda, también trabajar con la comunidad, aunque algunas mujeres nos rechazan por nuestra condición de reinsertadas. A algunas nos da miedo hablar de esto pero a mí no. Ahora mi vida cotidiana transcurre entre los quehaceres de la casa y estudios. Aunque tengo algunos desacuerdos con el programa para la reinserción, creo que ha servido para mejorar la vida de muchos reinsertados".

    CASO 11

    "JULIANA" : tiene 29 años, dos hijos de 9 y 12 años. Se vinculó al EPL a los 12 años, tiene estudios universitarios, trabaja en la economía informal y se dedica al cuidado de sus hijos.

    "Desde el proceso de la desmovilización, me dediqué a estudiar y a buscar medios para sobrevivir en este medio que es tan hostil y discriminatorio. En el grupo se daban relaciones cordiales, mi vinculación al movimiento fue por motivaciones políticas ya que pesaba que podía contribuir con muchas soluciones sociales y políticas en este país. En el grupo me desempeñaba en la organización para velar por la seguridad el grupo y su salud, las funciones de lo hombres eran iguales a las de las mujeres. En el contexto actual, estoy segura que lo varones reinsertados, al igual que nosotras las mujeres, tenemos iguales oportunidades, solo que nosotras debemos ser más beligerantes para poder luchar por un mejor espacio político y social. Hoy, me encuentro satisfecha con los roles que desempeño, ya que he puesto en practica todos mis conocimientos adquiridos dentro del movimiento, solo espero que el programa de reinserción mejore con todo y que hagan muchos programas más."

    CASO 12.

    "PETRA": Tiene 34 años, dos hijos de 10 y 2 años, tiene estudios secundarios. Su relato es el siguiente:

    "me dedico a las labores del hogar, en las tardes ayudo a mis hijos con las tareas, también me dedico a seguir preparándome y leyendo mucho, pero no como antes que solo leía para adoctrinarme. Ahora tengo ganas de saber de todas las literaturas, no estoy vinculada a ningún proyecto político, pero aspiro a prepararme para seguir adelante.

    Cuando me vincule al movimiento fue por una salida económica. Tuve diversas actividades dentro del grupo, entre ellas diferentes operativos y las relaciones con los compañeros se dieron en condiciones de igualdad. En el contexto actual considero que los reinsertados han tenido más oportunidades. En la actualidad me encuentro a gusto con los roles que desempeño como madre y compañera, pero voy a seguir superándome para llegar a ocupar un mejor cargo dentro de esta sociedad…."

    CASO 13

    "SULMA": su testimonio es el siguiente:

    "tenía trece años cuando ingresé a una milicia rural, me capacitaron políticamente y después me asignaron la responsabilidad de operar la radio. Mi vinculación al grupo fue como una perspectiva de cambio, ya que tenía motivaciones políticas. Las funciones dentro de la organización eran asignadas por igualdad. No tuve responsabilidades de mando, tengo gran satisfacción con los roles que actualmente desempeño ya que estoy menos estresada que cuando estaba dentro del grupo, los programas para la reinserción pueden ayudarnos a mejorar."

    CASO 14.

    "MIRTHA.": Tiene 38 años, dos hijos entre nueve y siete años, se separó durante la desmovilización, tiene estudios universitarios y trabaja en horas de la tarde. Su testimonio es el siguiente:

    "Tenía 14 años cuando me vinculé a EPL, por razones económicas. Dentro del grupo participé en brigadas de salud y las relaciones con los compañeros eran buenas, aunque no creo mucho en las condiciones de equidad ni de igualdad. Algunas mujeres teníamos que renunciar a la condición e madres y solo si abandonábamos el grupo, podíamos tenerlos. Esto nos llevaba a abandonar a nuestros hijos en casa de algunos familiares, con el riesgo de que mañana no nos reconocieran, o con el riesgo de perder a nuestro compañero… En el contexto actual, de pronto hay algunas oportunidades, pero uno lucha, me gusta mi rol de ahora como compañera y madre, ya que estoy disfrutando de mis hijos y de mi familia y esperando que el programa para la reinserción nos tenga más en cuenta".

    CASO 15

    "ADRIANA" : Tiene 36 años, tres hijos, separada durante la desmovilización y con estudios secundarios. Veamos su testimonio:

    "Para mí, vincularme al EPL fue grande, era mi ideal y por supuesto mi mayor anhelo, por mis ideales sociales y políticos. Nunca tuve relaciones afectivas dentro del grupo, aunque las relaciones con ellos eran de compañerismo. Dentro de la organización me desempeñaba como oficial de comunicaciones… tuve alguna responsabilidad de mando, fui comandante de escuadra y luego como comandante de pelotón de mujeres. En cuanto al panorama actual, considero que el reinsertado ha tenido mejores oportunidades, ya que ellos se han desempeñado en cargos políticos y con mejor remuneración. En cuanto al programa para la reinserción, no creo que nos mejoren, por eso no tengo ningún proyecto político, ya que esto es pura burocracia".

    8.3. ANÁLISIS DE RESULTADOS.

    • Del total de las integrantes de la muestra, 10 manifestaron no desempeñar ningún rol político en la actualidad. Lo que no puede interpretarse como un "arrepentimiento" de sus viejos ideales revolucionarios a los cuales no han renunciado. La diferencia (6 mujeres) desarrollan ciertas funciones de un rol político, que se manifiesta a través del trabajo comunitario o de su vinculación a proyectos de redes de paz, organización de mujeres y de derechos humanos, entre otros.
    • Siete de las mujeres reinsertadas manifestaron estar desarrollando una actividad económica, a través de diversas modalidades de empleo y subempleo. Y nueve se encuentran desempleadas de las cuales solo tres están buscando trabajo y que se sienten conforme con su actividad doméstica en el hogar. De cualquier manera es importante reconocer una participación cada vez más notoria de la mujer reinsertada en el mercado laboral, asumiendo una función de rol económico presionado muchas veces por su condición de madre soltera o cabeza de familia o por la necesidad de reforzar el ingreso familiar.
    • En lo relativo a la calidad de vida, la mayoría de las mujeres entrevistadas manifestaron que había mejorado, hecho que no se explica si más de la mitad está desempleada y no tiene vivienda propia. Es probable que el tema de la calidad de vida haya sido equiparado con la tranquilidad de una nueva experiencia desprovista de los riesgos propios de la actividad clandestina.
    • Del total de la muestra entrevistada, 8 informó haber ingresado a la "lucha armada" siendo aún menor de edad. Hoy, la edad promedio de este grupo de mujeres es aproximadamente de 33 años y más de la mitad se encuentra transitando hacia los 40 años. De lo anterior se infiere, que la adolescencia y juventud de muchas de estas mujeres se quedó en ese proyecto revolucionario, hecho que explica la mirada nostálgica que se desprende de ciertas confesiones. Así las cosas, puede señalarse con margen de error, que la desmovilización y posterior reinserción de este segmento de mujeres coincide con un nuevo ciclo en la vida de estas mujeres reinsertadas, marcado por la madurez y los cambios provocados por el paso del tiempo.
    • En lo social, la mitad de la muestra se encuentra integrada a la vida familiar nuclear y la otra mitad pertenece a una "familia compuesta". seis son solteras, seis viven en unión libre, mientras cuatro están separadas y dos son viudas. Catorce de este grupo de mujeres poseen entre 1 y 3 hijos cuyas edades fluctúan entre 5 y 22 años. Cuatro son madres solteras, seis viven con los hijos y el marido, al tiempo que tres lo hacen con la familia paterna y o materna y dos viven con sus hijos en casa de una amiga. De lo que se concluye que la mayoría de estas mujeres asumieron su función reproductora y maternal desde diversas modalidades de organización familiar. Sus hijos y sus maridos son, hoy por hoy, la prioridad en sus nuevos proyectos de vida. Disfrutan de la tranquilidad del hogar y de su relación con la comunidad.
    • Este pequeño grupo de mujeres reinsertadas, no obstante sus antecedentes revolucionarios y su ruptura conceptual con el establecimiento, hoy por hoy, sigue cumpliendo con roles prescritos históricamente por la sociedad: reproducir a los otros en la vida cotidiana y la de reproducir la vida cotidiana para los otros. Este es el consenso actual, con sus normas, valores y patrones culturales que con pocas excepciones socializan e interiorizan la mayoría de este grupo de mujeres. No ha operado entonces una ruptura con el condicionamiento cultural, cuando se manifiesta satisfacción por las labores domésticas y de "amas de casa". Aquí, la norma sigue indicando la forma como este grupo de mujeres, con algunos matices, debe comportarse. La sociedad espera de ellas, que sean buenas esposas, y madres dedicadas al hogar y al cuidado del marido, incluso, así tenga que participar en el mercado laboral. Pudo observarse, en los casos en que hay algún tipo de participación política o de actividad económica, que la responsabilidad del hogar sigue siendo soportado principalmente por estas. En el caso del grupo que manifestó no estar vinculada ni a lo laboral ni a lo político, se pudo establecer que el rol desempeñado se ejerce desde una aceptación total de lo que la sociedad espera de ellas. De tal manera que no existe lo que los analistas llaman "tensión de rol", pues hay un consenso con los roles asignados.
    • Desde el punto de vista de género, puede decirse que hay cierto retroceso, si tenemos en cuenta que en la organización desempeñaban en condiciones de equidad las responsabilidades políticas que se les asignaban. En esta fase "revolucionaria", la mujer fue privada de la vida familiar. La familia era la organización. Tal como lo expresa "Mirtha", las mujeres tenían que renunciar a su condición de madres, abandonar los hijos y el cónyuge, puesto que la organización estaba por encima de lo personal y de la familia, que de acuerdo a la ortodoxia marxista, es una institución burguesa y reaccionaria. De tal forma que con la desmovilización y la reinserción, este grupo de mujeres empieza a disfrutar plenamente de lo que se les había negado: el disfrute de su rol de madres, y de su rol de mujer que "atiende" al marido. El regreso a la sociedad, significó aquí el retorno a los roles prefijados, a la normalidad, al consenso elaborado por la sociedad patriarcal, y a lo que se espera de ellas. Ya no hay proyecto político, ya no existe la organización con su estructura político militar imponiendo sus propios valores "revolucionarios" y negando la individualidad de sus militantes. De ahí que la reinserción haya significado, sobre todo, para este grupo de mujeres, el reencuentro feliz con el núcleo familiar, la reconstrucción de la familia desarticulada.
    • Este retorno a la familia, como una de las características más sobresalientes de esta nueva fase, en este segmento de mujeres, podría plantearse como un retroceso si el asunto se examina desde una perspectiva de género. El retorno y disfrute de la vida familiar en sí no es problemático. El asunto radica en que el rol familiar se asume desde la subordinación y exclusión de la mujer y, lo que es más grave, se legitima y justifica como necesario. Existe aquí la formación de un consentimiento en torno a su propia subordinación y exclusión, operando con el proceso de reinserción una especie de regreso a los papeles prefijados, a los roles correspondientes a una división del trabajo y a lo que llaman los analistas, a una "socialización conservadora". De manera que las mujeres reinsertadas se liberaron del sometimiento de la estructura militarista y "revolucionaria", que las forzaba a cumplir un rol donde la organización está por encima de la individualidad, para regresar a lo que se les había privado, para regresar a otra subordinación, a los roles estereotipados de la vieja sociedad patriarcal.

    En este sentido, el retorno a la normalidad, al dulce hogar, a la familia, significó para este grupo de mujeres, una renuncia a la participación política. Aquí, el rol político es prácticamente eclipsado debido a lo que Socorro Ramírez denomina, los "prejuicios androcéntricos" y a una serie de obstáculos para el ejercicio de un rol político, entre los cuales podemos resaltar el obstáculo maternizante y el culpabilizante, como bien lo anotaba la autora Juanita Barreto. Cuando "Petra" declara, "ahora me siento a gusto con los roles que desempeño como madre y compañera", o cuando "Luz" manifiesta, "me gusta trabajar en mi casa y velar por los quehaceres y deberes con mis hijos, ya que ahora puedo gozar de ellos", reflejan una idealización de la maternidad, que identifica al ser femenino con su rol tradicional. De igual manera, pudo observarse la manifestación de sentimientos de culpa por haber transgredido los estereotipos tradicionales de la feminidad, por haber abandonado sus "deberes" relacionados con la crianza de los hijos. Es lo que se desprende del tono que utiliza "Mirtha" en su testimonio cuando señaló: "algunas mujeres teníamos que renunciar a la condición de madre y solo si abandonábamos el grupo y con ello nuestros ideales políticos, podíamos tenerlos, esto nos llevaba a abandonar a nuestros hijos en casa de algunos familiares, con el riesgo que mañana no nos reconocieran…".

    9. A MODO DE CONCLUSIONES

    Las diversas limitaciones de esta investigación solo permiten extraer ciertas conclusiones preliminares que servirán como punto de partida para una investigación más profunda, si se tiene en cuenta, además, que éste primer estudio del tema tenía un carácter exploratorio.

    1. Un porcentaje minoritario ejerce funciones de rol político a través de su vinculación a diversos proyectos de carácter comunitario que tienen que ver fundamentalmente con la organización de la comunidad hacia la solución de problemáticas relacionadas con necesidades básicas, servicios públicos, vivienda, gestión de proyectos de desarrollo y de empleo, entre otros.

    2. Sea lo primero señalar que las mujeres reinsertadas en la ciudad de Barranquilla, en un porcentaje mayoritario, se han reintegrado en condiciones normales a su entorno social y comunitario. No han recibido rechazo de la sociedad por el hecho de ser desmovilizadas. No obstante, debe resaltarse el hecho de que un porcentaje apreciable por encima del 60 % haya manifestado no estar asumiendo funciones de un rol político. Esta circunstancia puede estar mediatizada por razones de seguridad y de desconfianza sin desconocer el peso que tienen factores como la disolución del proyecto político y el desgaste de los programas de reinserción.
    3. Un segmento considerable, casi el 50% de la población estudiada, ha incursionado en el mercado laboral, asumiendo aquí un rol económico de mujer "coprovidente", habida cuenta de factores como la disminución del ingreso familiar, el desempleo, la crisis económica o por las mismas circunstancias ligadas a su condición de mujer cabeza de familia. Del segmento restante, un porcentaje mayoritario se encuentra capacitado para asumir su inserción al mercado laboral, pero la falta de políticas de empleo y en algunos casos, el fracaso de los proyectos productivos de la Oficina de Reinserción, no han permitido su vinculación.
    4. Llama poderosamente la atención el hecho de que un porcentaje importante de la muestra, haya manifestado su satisfacción con el rol de amas de casa que desempeñan. Se sienten realizadas como mujeres que atienden a sus hijos y al marido, quien es el que desempeña la labor de proveer lo necesario para el sustento de la familia. Aquí el rol de mujer tradicional se agota en el ámbito privado, expresado exclusivamente en sus funciones domésticas, sexuales y reproductivas. Este grupo de mujeres reproduce los patrones culturales y los roles que por muchos años han prevalecido en la sociedad. No han asumido aún conciencia para trascender su función tradicional de "reproducir a los otros en la vida cotidiana".
    5. Por otro lado, las pocas mujeres reinsertadas que manifestaron estar vinculadas a proyectos políticos y comunitarios, de igual manera expresaron que en los programas de Reinserción no había equidad de género en razón a que los reinsertados han tenido mayores oportunidades. Esta actitud de crítica es coherente y consecuente con su formación política adquirida y con las funciones desempeñadas en la insurgencia.
    6. A pesar de los problemas de empleo y de vivienda, la mayoría de las mujeres reinsertadas han considerado que su calidad de vida ha mejorado. Es muy posible que la visión de calidad de vida de este grupo de mujeres se encuentre mediatizada por los escenarios y las contingencias propias de las actividades insurgentes. En estos términos, regresar a la "normalidad", así no se tenga empleo ni vivienda propia, puede ser entendido como un mejoramiento de la calidad de vida. Lo que sí es evidente es el grado de satisfacción con su reingreso a la sociedad y no se percibe, de ninguna manera, arrepentimiento alguno por la decisión tomada. Incluso, a pesar de mostrar cierto escepticismo con relación a los programas de Reinserción del Gobierno Nacional.
    7. De la experiencia de este segmento de mujeres reinsertadas, puede reconocerse que la búsqueda por trascender el rol de mujer tradicional y ganar en equidad de género, sigue siendo incierta en un escenario que le es adverso, toda vez que son precisamente las mujeres quienes soportan con mayor rigor los recortes a los programas sociales, la precarización del trabajo y el desplome en la calidad de vida. Sin embargo, en este contexto, la búsqueda de nuevos espacios políticos de participación se ve limitada en la medida en que la mujer reinsertada tiene que vincularse al mercado laboral en condiciones desfavorables y cumplir además con su rol tradicional de atender el hogar.
    8. Al parecer, la limitación más notoria tiene que ver con una herencia cultural en materia de género, que a pesar de las políticas de equidad, sigue predominando en la sociedad colombiana, e incluso sigue siendo reproducida en su cotidianidad por las mismas mujeres, cuando declaran estar "satisfechas" de su rol doméstico, reproductivo y sexual. Así, el proceso de socialización experimentado por este grupo de mujeres, ha operado a partir de un fuerte condicionante institucional estableciendo papeles prefijados por la sociedad.
    9. Del condicionante "revolucionario" que les usurpó el pleno ejercicio de su individualidad, pasaron al sometimiento de la socialización conservadora" que impone la sociedad que las acogió en condición de reinsertadas. Aquí, la reinserción no posibilitó un escenario para construir una cultura de género con equidad. Hoy, esta sociedad presiona para que sean buenas madres, dedicadas al hogar, a los hijos y al marido y es básicamente lo que están haciendo. La posibilidad de "recusar" estos papeles, en el decir de Agnes Héller, es, en el caso que nos ocupa, una posibilidad todavía precaria e incierta en una sociedad que sigue siendo excluyente con la mujer.

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    VARGAS VELASQUEZ, Alejo. Una mirada Académica a los Conflictos Colombianos. Ed. P.N.U.D.-P.N.R. Bogotá, 1994.

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    ANEXOS

    PLAN DE ENTREVISTA PARA EL TRABAJO DE INVESTIGACIÓN "FUNCIONES DE ROL POLITICO Y ECONOMICO DE LA MUJER REINSERTADA EN BARRANQUILLA ".

    1. Generalidades.
    1. Dirección de la entrevistada _______________
    2. barrio ____________ comuna _____________
    3. Entrevistador _________________________

    2. Datos de la vivienda

    2.1 Tenencia de la vivienda:

    1. propia ____ b) arrendada c) otra _____ cual ? _________________________

    2.2 Material de construcción de la vivienda:

    a) bloque ___ b) ladrillos___ c) madera ___ d) otros.

    1. Servicios que posee :

    a) agua ___ b) luz ___ c) gas ___ d) teléfono ___ e) otros ____________

    1. Información familiar :

    3.1 Tipo de Familia . a) unipersonal____ b) sin núcleo____

    1. nuclear____ d) extensa ____ e) compuesta_____

    f) otras.

    1. Hacinamiento:
    1. No. De hogares ___ b) No. De piezas. c) No. De dormitorios____d) No total de personas por vivienda____
    1. Información Personal

    a.) edad___ b) estado civil_________________

    1. No. de hijos________

      Edades en orden cronológico ______________

    2. Cuantos hijos tiene? En caso afirmativo especifique la edad de cada uno.
    3. Vive actualmente con :
    • Los hijos (as)
    • Los hijos (as) y el marido
    • La familia paterna y/o materna
    • La opción a y c

    Nota : Si la respuesta anterior fue respondida en la opción a y c, entonces puede continuar con la pregunta siguiente :

    1. Si no mantiene una relación conyugal estable es debido a que :
    • Se separó antes de la desmovilización.
    • Se separó durante la desmovilización.
    • En el proceso de reinserción.
    • Enviudó en la guerrilla
    • Otras razones.
    1. Nivel Educativo. Cual es su nivel educativo?
    • Analfabeta
    • Básica primaria
    • Secundaria
    • Vocacional
    • Universitaria
    1. Qué tipo de formación o capacitación ha recibido después de la desmovilización?
    2. Realiza alguna actividad laboral remunerada ? En caso afirmativo, especifique________________
    3. Si no labora fuera del hogar, es porque :
    • No ha conseguido trabajo.
    • Esta dedicada al cuidado de los hijos .
    • No esta capacitada en oficio o profesión alguna.
    • No quiere trabajar fuera de la casa
    • El marido no cree que es necesario o conveniente

    5) El contexto histórico previo a la reinserción.

    a) Cual es su historia desde que se vinculó a la CRS ?

    1. Que significó en su momento la vinculación a la CRS?
    2. Que circunstancias posibilitaron su vinculación al grupo?
    3. Que tipo de motivaciones primaron en la decisión de incorporarse a la organización?
    • familiares
    • personales
    • económicas
    • sociales
    • políticas
    • otras (explicar cuales) _____________________________________________________________________________________________________________________
    1. En que año se incorporó a las filas de la organización y que edad tenia?.
    • año ________
    • edad______
    1. Sostuvo algún tipo de relación con determinado miembro del grupo?
    2. Cuales eran las tareas o actividades que desempeñaba en la organización? ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________

      ________________________________________________________________________________________________________________________

    3. Como era su relación con los hombres de la organización ?

      ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

    4. Cuales eran las funciones de los hombres y las mujeres?

      ________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

      k) Se sintió alguna vez sometida a practicas, conductas o medidas discriminatorias por su condición de mujer en la organización? explique

      ________________________________________________________________________________________________________________________

      ________________________________________

    5. Tuvo en alguna oportunidad responsabilidades de mando? en caso afirmativo, explique
    6. Cree usted que en la guerrilla se dieron condiciones de equidad entre las mujeres y los hombres?

    ________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

    1. EL CONTEXTO ACTUAL.
    1. Considera que el reinsertado varón ha tenido con respecto a las reinsertadas:
    • iguales oportunidades
    • mejores oportunidades
    • menos oportunidades

    (Explicar) ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

    1. c) Está vinculada a algún proyecto político, económico o social ? En caso afirmativo, describa que se trata y cual es su papel específico.

    2. Describa como transcurre un día típico en su vida cotidiana.

      ______________________________________________________________

    3. Participa usted en las decisiones del grupo familiar? En caso negativo, explique por qué

      _____________________________________________________________

    4. ¿Se encuentra satisfecha con los roles que asume hoy? Explique
    5. Cree que sus nuevos roles le ha permitido ganar espacios de equidad? explique
    6. La actitud de su familia paterna y/ o materna, en relación a sus
    7. decisiones y proyectos de vida ha sido de:
    • Aprobación total.
    • Aprobación con reparos
    • Indiferencia.
    • Desaprobación en ciertos aspectos
    • Desaprobación total.
    1. Cuál ha sido la actitud de su compañero, en relación a tus decisiones?
    • De acompañamiento
    • Indiferente
    • Desaprobación.
    • Apoyo con reservas
    1. Si no se a vinculado a algún proyecto político, económico o social por fuera del hogar, es por que
    • Se siente representada por el compañero
    • El cuidado de los hijos le demandan mucho tiempo.
    • No quiere.
    • Su compañero no se lo permite
    1. Cree que el proceso de reinserción le sirvió para
    • Mejorar ( )
    • Seguir igual. ( )
    • Empeorar. ( )

     

    DEDICATORIA:

    • A Dios padre fiel, me diste fuerza y perseverancia en todos los momentos difíciles. Con tu inmensa misericordia, me mostraste el camino a seguir, como diciendo, aquí estoy contigo, permitiéndome llegar a esta meta.
    • A mi hijo Sabir Guillermo, con todo el amor de su madre.
    • A mi amado Adriano, por su incondicional colaboración y apoyo en los momentos más difíciles. Su aliento fue vital para seguir adelante y coronar con éxito este propósito.
    • A mi hermano José, siempre atento a colaborarme con fraterno amor, cariño y comprensión.

    AGRADECIMIENTOS:

    • A mi amigo Fred, por su apoyo incondicional, por soportarme todo el tiempo, y por colocar a mi disposición su brillante inteligencia y sabiduría.
    • A las doctoras Marta Liliana Rincón y Mirian Jiménez, por su valiosa asesoría.
    • A todo ese equipo humano de la Universidad del Norte y especialmente del Departamento de Humanidades.
    • Y finalmente, a ese grupo de mujeres que con su información, aportaron también su grano de arena para parir este Proyecto de Investigación.

     

    LETICIA HUNDEK PICHON.

    Socióloga, Magistra en Estudios Políticos y Económicos.

    DIVISIÓN DE HUMANIDAES Y CIENCIAS SOCIALES

    UNIVERSIDAD DEL NORTE. BARRANQUILLA