- ¿Qué debe saber?
- ¿Qué es la hipertensión arterial?
- ¿Cuántos adultos conocen la presión arterial de sus hijos?
- ¿Dr., tengo que tomar medicación toda la vida?
- Dr., ¿Porqué tengo la desgracia de tener presión alta, colesterol alto, gota y no poder bajar de peso?
- ¿Dr., Mi presión es nerviosa?
- ¿Dr. Las drogas antihipertensivas reducirán mi calidad de vida?
- ¿Dr., cada cuanto tiempo debo venir a control?
- La dieta es uno de los pilares básicos en la prevención del riesgo cardiovascular
- Alimentos para Rebajar la Presión Arterial
¿Qué debe saber?
La hipertensión arterial esencial comparte junto a la diabetes mellitus, dislipidemia, hiperuricemia, entre otras entidades, la característica de su cronicidad. La misma está dada por el hecho que todas ellas son entidades clínicas controlables pero no curables, y por ende una vez diagnosticadas, su tratamiento se extiende a lo largo de toda la vida. Ello presupone para el paciente la necesidad de modificar en mayor o menor grado diferentes hábitos de vida y probablemente el recibir medicación crónica. Particularmente, la hipertensión arterial plantea un desafío aún mayor toda vez que reviste la calidad de entidad asintomática, lo cual resulta en una mayor dificultad para el sujeto en cuanto a la aceptación de la enfermedad y la necesidad de recibir tratamiento por 10, 20 o 50 años.
¿Cómo puede alguien que se siente bien, aceptar que está enfermo, que su expectativa de vida se acorta y que debe invertir tiempo, dinero y modificar hábitos de vida para preservar su salud? La primera respuesta es crear la conciencia colectiva (poblacional) acerca del peligro que implica la elevación de la presión arterial en la salud humana. Términos como "factor de riesgo para enfermedad cardiovascular", conllevan no solo una definición médica, sino que crean en los individuos la percepción de un riesgo que los amenaza en forma directa. En este sentido, mucho se ha avanzado en los últimos años, pero mucho más es lo que se debe avanzar en el corto y largo plazo. De hecho, tanto en nuestro país como en Estados Unidos, el grado de conocimiento, tratamiento y control estable de la hipertensión arterial han paulatinamente mejorado en las últimas décadas, pero con una clara tendencia al estancamiento, particularmente notable en los últimos años.
¿Qué es la hipertensión arterial?
Muchos de nuestros pacientes aún creen que la elevación de su presión arterial es un hecho fortuito relacionado a las tensiones de la vida diaria. Lamentablemente muchos colegas e informaciones vertidas equívocamente en medios masivos de comunicación han reforzado este concepto. Posiblemente, el primer y más difícil desafío en la educación de los hipertensos esenciales es precisamente, el lograr que comprendan que esta entidad es el resultado de la expresión, en algún momento de la vida, de una carga genética predisponerte, y que los factores ambientales que la desencadenan son múltiples. Esta visión de la hipertensión arterial conlleva un elemento adicional, cual es la exposición de los hijos del paciente hipertenso a desarrollar hipertensión arterial en el futuro. Pocos médicos y aún menos pacientes tienen claro la necesidad de actuar en sus hijos desde edad temprana, a fin de evitar o postergar la aparición clínica de la enfermedad. Se ha confirmado que hábitos de vida sanos incluyendo dieta baja en grasas y sodio, y ricas en frutas, verduras y hortalizas, en conjunto con el mantenimiento de un peso corporal normal y la práctica regular de ejercicio físico, no solo constituye una parte esencial del tratamiento del paciente hipertenso, sino también una excelente forma de prevención en sus descendientes directos.
Por ello, la indicación de tratamiento antihipertensivo no queda restringida al propio paciente, sino que los cambios en la alimentación, ejercicio físico y demás hábitos de vida, deben ser indicadas al conjunto del grupo familiar. De hecho, en nuestra práctica rutinaria siempre solicitamos a un paciente adulto a que concurra en la siguiente visita de control junto a su cónyuge a fin de comprometer al núcleo familiar en el cuidado de la salud de todos sus integrantes. La indicación de una dieta restringida en sodio, grasas y calorías a un paciente hipertenso es una práctica rutinaria, pero en una mayoría de los casos no es adecuadamente seguida por el paciente. En parte ello es debido a que se prepara alimentos para el resto de la familia diferente a la oferta culinaria para el paciente.
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