- El rostro hacia el suelo para adorarlo eternamente
- ¡Sufre, pero no lances ni un lamento! ¡Muere, pero no cambies de bandera!
- Cayeron de rodillas extendiendo los brazos hacia la enseña bendita de la Patria
- ¿Hay algún ejemplo en la historia humana que se compare a esta persistencia y heroísmo?
- Hay que evitar la afrenta sobre todo. ¿Lodo? ¡Eso nunca! ¡Sangre antes que lodo!
- Asumió la épica del cautiverio, la consagración cotidiana a un ideal
- Se había jugado tanto la vida y batido en mil batallas
- ¡Oh Patria amada! –gritó y se desgranaron los versos de su poema "Legión guerrera"
- De un lado está la adoración e idolatría y ahí mismo, muy cerca la desmesura, el desdén y la condena
- En las sombras, cuando el día ha muerto el alma mía por su ausencia llora
- Lo que más importa es que dichas versiones formen parte del cancionero popular
- Yo, humilde bardo del hogar tacneño, que entre pesares mi existencia acabo
- Legado que nos alcanza como el decurso de un destino invisible
- Los arrayanes y claveles de los huertos de Tacna jamás lo olvidan
1. El rostro hacia el suelo para adorarlo eternamente
Pidió que de donde su cuerpo cayera yerto recogieran sus restos y lo enterraran en Tacna, tierra que lo vio nacer, donde pasó su infancia y juventud y a la cual dedicó sus mayores esfuerzos y desvelos, porque en ella creció libre y feliz, cuando la vida le deparaba sus mejores mieles.
Pero un día, su pueblo y él pasaron a ser esclavos, sin garantías ni derechos humanos, porque su provincia fue invadida, arrebatada su soberanía y enajenada por un tratado internacional por 10 años, que se prolongaron a 50, por imposición del poder militar de Chile y por cuya liberación luchó con gran sacrificio y denuedo, sufriendo destierro y arriesgando a cada instante la vida:
¡Patria del corazón! La suerte un día, te hundió en el pecho con furor la espada, y hoy, abatida pero no humillada, pareces un león en la agonía.
Antes, cuando dichosa te veía, fuiste por mí con entusiasmo amada; pero hoy, que veo que eres desgraciada no te amo ya… ¡te tengo idolatría!
Pidió, suplicó, rogó que lo enterraran en ella con el rostro hacia el suelo para besarla eternamente.
¡Oh! ¡Quien pudiera, Patria, quien pudiera disipar las tinieblas de tu cielo y sucumbir envuelto en tu bandera!
Yo, tal fortuna es todo lo que anhelo, ¡y que me echen de cara cuando muera, para besar el polvo de tu suelo!
Y así fue, en 1968 se repatriaron sus restos desde el puerto francés de Marsella, donde murió el 30 de octubre de 1929, gestionando apoyo internacional para la devolución de Tacna al Perú. Fue sepultado en un mausoleo, en la forma cómo él lo pidió, en el cementerio general de Tacna, donde mora.
2. ¡Sufre, pero no lances ni un lamento! ¡Muere, pero no cambies de bandera!
Poeta inmenso, de vuelo intrépido y de aura trágica; su vida la cruzó llevando clavada una espada en el alma: porque la tierra en la cual nació feliz, y a la cual amaba entrañablemente pasó, de modo violento y brutal, a una situación de esclavitud y cautiverio. Ello por efecto de una guerra para la cual Chile se preparó intencionalmente a fin de invadirla con la anticipación de por lo menos una década.
La pretensión era adueñarse de los yacimientos de salitre de esa región –como finalmente así ocurrió– a fin de cederlos a una potencia extranjera. De ese modo pasó Tacna a ser posesión de Chile por 10 años, de acuerdo al Tratado de Ancón, período cumplido el cual se realizaría un plebiscito, a fin de decidir su soberanía, el mismo que no se realizó nunca.
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