Proceso de transformación MÉTODOS BIOLÓGICOS O BIOQUÍMICOS: Diversos tipos de microorganismos contribuyen el proceso de degradación de las moléculas de materia de biomasa húmeda en compuestos simples de gran contenido energético por medio de dos tipos de técnicas: Fermentación alcohólica: proceso que consiste en la transformación del carbono acumulado en las plantas, como consecuencia de la energía solar, en alcohol por medio de fermentación en diferentes fases según el tipo de biomasa. La fase de coste energético más elevado es la de destilación que contribuye a que el balance energético de la técnica puede no cumplir los parámetros renovables. Los productos obtenidos son biocarburantes como el bioetanol o el biodiesel, utilizados como combustibles alternativos a los fósiles.
Proceso de transformación Fermentación metánica o digestión anaerobia: proceso de fermentación microbiana con ausencia de oxígeno del que se genera gases como el metano y el dióxido de carbono. Se utiliza principalmente para la fermentación de la biomasa húmeda del tipo de residuos ganaderos o aguas residuales urbanas, siendo el producto combustible final obtenido el biogás. Los combustibles obtenidos mediante los procesos de transformación antes mencionados presentan las siguientes ventajas medioambientales respecto a los combustibles convencionales: El contenido en azufre de los gases de su combustión es escaso. No liberan partículas en su combustión. La producción de cenizas es reducida. Contribuyen a la conservación del ciclo del dióxido de carbono.
CONSIDERACIONES AMBIENTALES EN EL APROVECHAMIENTO DE LA BIOMASA: Es fundamental que se establezcan pautas que aseguren un correcto desarrollo del potencial de la biomasa sin dar lugar a otros problemas ambientales. El objetivo de ser impulsar aquellas formas de aprovechamiento que sean sostenibles y ambientalmente aceptables, descartando otras que sean perjudiciales para el medio ambiente.
CONSIDERACIONES AMBIENTALES EN EL APROVECHAMIENTO DE LA BIOMASA: La biomasas es parte del ciclo natural del carbono entre la tierra y el aire. Para que la biomasa energética se considere energía renovable, la emisión neta de carbono del ciclo deberá ser cero o negativa, esto es, el carbono absorbido en el proceso total debe ser igual o mayor al emitido en la atmósfera en los procesos de generación de la energía.
SITUACIÓN ACTUAL: Puede que sea imposible estimar con precisión la cantidad total de energía solar hoy empleada porque algunas fuentes no están registradas. A principios de la década de 1980, dos fuentes importantes de energía solar (la energía hidroeléctrica y la biomasa) contribuyeron más del doble de la energía nuclear al suministro mundial de energía. Sin embargo, estas dos fuentes están limitadas por la disponibilidad de lugares aptos para presas y de tierras para cultivar árboles.
En la actualidad, la energía solar está siendo infrautilizada, a excepción de la hidroeléctrica, debido a que su precio resulta todavía bastante elevado en comparación con el de los combustibles fósiles. Puede ser que en un futuro no muy lejano, los avances tecnológicos y las normativas de control medioambiental referidas a los combustibles fósiles influyan positivamente en el desarrollo de la energía solar. En España la biomasa es un recurso abundante, existiendo empresas suministradoras de la misma repartidas por todo el territorio nacional con niveles de exportación elevados en algunos tipos como el hueso de oliva.
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