Descargar

Innovación tecnológica a nivel de empresas privadas (página )

Enviado por Yibetza Romero


Partes: 1, 2

 

Si se cambia del entorno macroeconómico a la gestión empresarial, es necesario conseguir, la fórmula que permita encontrar la senda del crecimiento. Y aquí también, según el ciclo económico, se imponen unas técnicas u otras para conseguir el objetivo.

En la búsqueda de la mejora en la competitividad empresarial, de la obtención de ventajas competitivas, reducción de costes y el aumento de la eficiencia o incremento de las ventas, en cada ciclo económico, se han destacado estrategias basadas en la producción "just in time", el outsourcing, la mejora continua de los procesos de producción, la búsqueda de la calidad, la presencia en Internet, la inversión en nuevas tecnologías o la gestión del conocimiento, entre otras.

Y en la fase económica actual, los expertos vuelven la vista a una técnica que conocemos desde hace ya mucho tiempo, la innovación, dicen que el futuro será de las empresas innovadoras. Así, en los últimos números de las publicaciones más prestigiosas sobre gestión empresarial, se menciona con especial énfasis, de cómo conseguir que la empresa innove, liberar la capacidad innovadora de las personas que forman parte de la organización o el tipo de innovaciones que son más factibles en la actualidad.

Innovación Estratégica

Alejandro Llano, reflexiona sobre la estrecha relación entre responsabilidad empresarial e innovación, considera que la innovación debe ser liderada por las personas, libres de prejuicios, capaces

de desmarcarse de los principios vigentes y pensar, desde la misma realidad, con actitudes inconformistas y radicales. Y para conseguirla, se requiere de calidad ética y cultural, clima de confianza, un esquema organizativo al servicio de las personas ?y no a la inversa?, interdisciplinariedad, una constante actitud investigadora abierta, capaz de rectificar.

Alfons Cornella señala que debemos experimentar y apoyar a la innovación, aprender de los errores, y asegura "No hay innovación sin riesgo. Se camina cayendo al andar". Y apunta que serán las innovaciones "de negocio" (maneras diferentes de presentar un producto o servicio) las más frecuentes y las más accesibles para las empresas. Destaca que un elemento fundamental, crítico, de toda innovación, para que consiga la aceptación del mercado, es que sea fácil de comprender, de entender y de usar.

En épocas como las de hoy tan cambiantes el Factor Clave del Éxito no se da por que tanto juegas mejor que la Competencia, sino sobretodo por la forma de modificar las Reglas de juego, es decir buscar una nueva y eficiente manera de hacer las cosas. Sin embargo el simple hecho de romper las reglas tampoco nos garantiza el éxito, pero la pregunta es:

¿Cómo hacer una jugada Estratégicamente Innovadora?

¿Cómo logra el Estratega para ver algo que para los demás no esta del todo claro? ¿Hay un método para hallar ideas innovadoras?

La Innovación Estratégica va a depender de la Naturaleza del sector de negocios, lo que realmente necesita el Cliente, la posición competitiva, sus puntos Fuertes y débiles; pero es necesario tener presente que encontrar una nueva idea de hacer las cosas sin la ayuda de una ventaja tecnológica resultara difícil para el éxito.

Hay que lograr ser el numero uno y para ello hay que llegar más rápido que los demás y tendremos más posibilidad de éxito, pero aún así no hay garantía de tener éxito, es importante además explotar ese Nicho de mercado en forma competitiva, para así Posicionar una forma Innovadora de hacer el negocio. Si reflexionamos sobre la estrategia de las empresas de éxito: Microsoft, 3M, Dell, Ikea, General Electric, Charles Schwab, Sony, Gillette, Nokia, Amazon.com, cada una es de un sector, cada una ofrece un producto/servicio distinto ? pero todas tienen algo en común: la innovación</B.

Es importante destacar que cuando se habla de innovación, no se habla de innovación en un sentido estricto de producto/servicio, sino de innovación en un sentido mucho más amplio que abarca todos los conceptos empresariales: estrategia, procesos, productos/servicios.

Es decir, el concepto de innovación va mucho más allá del concepto de desarrollar nuevos productos con casos tan famosos como Chupa Chups o el Post It de 3M , sino de la innovación en conceptos empresariales. El modelo desarrollado por Gary Hamel en "Liderando la revolución", un concepto empresarial comprende cuatro componentes principales: "Relación con el cliente", "Estrategia Clave", "Recursos Estratégicos" y "Conexiones de Valor". Así, una empresa innovadora es la que redefine total o parcialmente alguno de estos conceptos clave.

Ejemplos de innovación en conceptos empresariales, en este caso en "relación con el cliente", son empresas como Dell o ING Direct, que han encontrado una forma de acercarse más a sus clientes y reduciendo costes redefiniendo la cadena de distribución.

Es importante integrar en la estrategia global de la empresa la gestión de la tecnología, es decir la estrategia que permita a la empresa desarrollar, adquirir y asimilar tecnología, incorporarla de forma eficaz a sus nuevos productos, anticiparse a las necesidades de los clientes, ofrecer calidad y dominar los plazos de lanzamiento al mercado.

La concepción actual de la actividad innovadora contempla a la empresa como un todo integrado, donde el éxito depende a menudo del grado de integración de las unidades, de la estrecha relación entre la producción, la comercialización y la I+D, lo que requiere de la fusión de lo técnico, lo económico y lo social, en lugar de ser materia exclusiva del impulso tecnológico o la atracción del mercado.

La innovación tecnológica se debe analizar bajo un enfoque sistémico, donde interviene la estrategia corporativa con un conjunto de tecnologías interrelacionadas de manera conjunta con los factores comerciales. Unido al enfoque sistémico y a la complejidad de la innovación tecnológica se pone además de manifiesto la necesidad de gerenciar la innovación tecnológica.

La integración de la gestión tecnológica y su carácter estratégico ha sido resaltada por Pavón e Hidalgo (1997) como el proceso orientado a organizar y dirigir los recursos disponibles, tanto humanos como técnicos y económicos, con el objetivo de aumentar la creación de nuevos conocimientos, generar ideas que permitan obtener nuevos productos, procesos y servicios o mejorar los existentes y transferir esas mismas ideas a las fases de fabricación y comercialización.

A partir de esta definición, se puede identificar el conjunto de elementos que se consideran necesarios para que la empresa gestione con eficiencia el proceso de innovación: capital humano, conocimiento, espíritu empresarial, cooperación y cultura innovadora.

EMPRENDIMIENTO DE EMPRESAS INNOVADORAS

Para el establecimiento de mecanismos que impulsen la formación de  Centros de Emprendimiento Empresarial en Universidades, Incubadoras de Empresas  de Base Tecnológica, Parques Tecnológicos y la promoción del empleo de herramientas de gestión de la tecnología e innovación en las  empresas.

La finalidad es de generar en el país, una capacidad de formación de pequeñas empresas que utilicen intensamente el conocimiento científico y tecnológico,  como su principal insumo, y  realicen innovaciones tecnológicas en los espacios de mercado donde el país y sus empresas   sean competitivos; así como la utilización de herramientas de gestión de la tecnología e innovación en las pequeñas  y medianas empresas.

A continuación se muestra un esquema del Emprendimiento de Empresas Innovadoras:  

  1. INNOVACIÓN TECNOLÓGICA: LIBERACIÓN O DEPENDENCIA, POR MANUEL CASTELLS

En el último Foro Social Mundial de Porto Alegre, Brasil, el tema volvió a estar sobre la mesa. El reconocido sociólogo español Manuel Castells, autor de "La Galaxia de Internet" y "La era de la información", participó del debate. Aquí cuenta su experiencia.

  ¿Qué hacíamos debatiendo de temas tecnológicos en medio de la gran reunión mediática de movimientos sociales globales? Pues planteando uno de los problemas esenciales de la humanidad hoy en día: cómo evitar que la extraordinaria revolución en las tecnologías de información y comunicación sea monopolizada y esterilizada por una visión arcaica del derecho de propiedad y por manipulaciones de empresas como Microsoft.

Y es que hoy se ha demostrado que hay formas de producción de la innovación tecnológica que pueden obtener resultados superiores a los de las empresas tradicionales a partir de la cooperación libre no remunerada y sin apropiación privada del conocimiento resultante del proceso de producción. Aunque estas formas de cooperación productiva pueden extenderse a otras actividades, sus resultados más espectaculares se registran en el software informático. Lo cual no es un tema menor.

El software es el lenguaje que permite relacionarnos con las computadoras y los sistemas digitalizados. O sea, con las redes de máquinas que forman la infraestructura básica de nuestra sociedad. La apropiación privada del software es equivalente a la apropiación de la escritura en los orígenes de la humanidad. Y de hecho, durante muchos siglos, la escritura se reservó a quienes ejercían el poder y sus escribas.

Pues bien, ocurre que desde hace casi tres décadas, junto al software propietario de empresas privadas, bien para su uso interno bien para venderlo, se desarrolló otro tipo de software para sistemas operativos, basado en el sistema Unix, que, por razones legales, los laboratorios Bell se vieron obligados a ceder a Berkeley y a otras universidades con la autorización para modificarlo sin límites legales.

La diferencia fundamental entre ambos regímenes de propiedad es que las empresas, como Microsoft, no difunden lo que se llama el código fuente del programa, es decir, la fórmula que permite modificar, mejorar y reparar en caso de necesidad el software que se utiliza. Es algo así como si usted recibe el motor de su coche sellado y si se estropea ni usted ni ningún mecánico pueden repararlo. Ni siquiera el servicio de manutención. Tiene que esperar a que la empresa saque un nuevo modelo de coche o de programa en el que hayan subsanado, sin que nadie sepa cómo, los problemas detectados.

Pero con el programa Unix, inicialmente, los programadores (investigadores y estudiantes universitarios) difundieron desde el principio el código fuente justamente para que todo el mundo pudiera trabajar con él y modificarlo para el beneficio de la colectividad. De esa línea de programación salió, en 1991, el programa Linux, desarrollado en primera versión por un estudiante de 21 años de la Universidad de Helsinki, Linus Torvalds, que necesitaba un programa para su tesis y tras crear un primer sistema operativo lo puso en Internet pidiendo ayuda para mejorarlo.

Todo el mundo podía acceder al código fuente, trabajar sobre él y ponerlo de nuevo en Internet, con toda la información y sin cobrar nada, los resultados de su esfuerzo. En realidad, Torvalds utilizó un instrumento legal diseñado en 1984 por el fundador del movimiento de software libre, un programador del MIT llamado Richard Stallman. Se conoce como General Public License (GPL) según la cual todo el mundo puede utilizar libremente el software publicado con esa licencia (con acceso al código fuente) con la única condición de que todo lo que se haga sobre ese programa se vuelva a difundir públicamente con la misma condición, o sea, que nadie se pueda apropiar el resultado de ese trabajo. Es decir, que lo único que se prohíbe es la apropiación privada.

Pues bien, de esa forma de cooperación aparentemente utópica, salieron distintas versiones de Linux, que hoy día es generalmente considerado un sistema operativo tecnológicamente superior a los de Microsoft, que se utiliza en la mayoría de los servidores del world wide web en el mundo, que ya emplean un 14% de los servidores de gran tamaño y que cuenta con 21 millones de usuarios, en una progresión que parece imparable. ¿Juicio subjetivo? Miren lo que escribía en 1998 un alto ejecutivo de Microsoft en un memorándum interno que fue filtrado y se conoce como los documentos de Halloween: "Linux y otros defensores del software de código abierto representan una propuesta cada vez más creíble de que este software es tan robusto -si no más- que las alternativas comerciales".

A partir de ahí, el documento esboza estrategias de ataque contra el software libre, pero se encuentra con el problema, en sus propias palabras, "para competir contra el software de código abierto hay que apuntar a un proceso en lugar de a una empresa". Y, naturalmente, las empresas con más visión han entendido que ese tipo de programación libre es el futuro, de modo que multinacionales como IBM, Oracle, Netscape, Sun, Computer Associates, SAP, Hewlett Packard, Dell, Silicon Graphics, y una larga lista, basan muchos de sus sistemas en Linux y otros programas de código abierto, siempre respetando la cláusula de la no apropiación privada de los programas que utilizan y a cuyo desarrollo contribuyen.

Algo semejante ocurre con el programa Apache, también creado por una red cooperativa de programadores y que hoy, con el apoyo de IBM, pero en régimen de propiedad libre, hace funcionar más de dos tercios de los servidores del world wide web que usted utiliza. El éxito del movimiento de software libre explica el apoyo de numerosos gobiernos y administraciones a este tipo de programas, incluyendo Brasil, India, China, Francia, Alemania, Finlandia, Extremadura (donde crearon el programa Linex, como extensión simplificada de Linux), Euskadi y, recientemente, Catalunya.

¿Cómo es posible? Por un lado porque las empresas más inteligentes (grandes como IBM o de menor dimensión como Red Hat) saben ganar dinero con los servicios y aplicaciones desarrollados a partir de los programas de software libre sin matar la gallina de los huevos de oro, que es la libre contribución de cientos (y en algunos casos miles) de programadores que no donarían gratis su tiempo y su trabajo si los demás no respetaran la regla fundamental de no apropiarse privadamente el resultado del trabajo cooperativo.

Pero, por otro lado, todavía hay que explicar por qué estos programadores se dedican a esto (normalmente en horas libres o como actividad secundaria en su horario de trabajo) sin buscar compensación económica. Las respuestas al enigma son tan variadas como las ideologías. Pero tenemos datos de encuestas sobre miembros de estas comunidades cooperativas de programadores.

Y las motivaciones son, en orden de frecuencia: la convicción de que el software tiene que ser libre porque es un derecho fundamental; la constatación de que la calidad técnica del software producido es muy superior al comercial; su mejora profesional mediante la participación en la comunidad en red, y el divertirse con esta actividad. Todo ello junto conduce a que estas redes tienen una potencia de creatividad infinitamente mayor, y por tanto un resultado de mayor calidad, a los de empresas parapetadas tras la propiedad intelectual.

El movimiento de software libre ejemplifica una forma de organización de la producción y la distribución en una economía del conocimiento que se basa en la propiedad común de la innovación, mediante la colaboración libre de los creadores, y la apropiación privada y comercial de las aplicaciones y productos derivados de esa creación. No se trata de abolir la propiedad privada, sino la propiedad de rentistas y parásitos que bloquean la innovación y la distribución de la riqueza de la humanidad.

Pero también es un tema fundamental en un mundo en desarrollo donde la batalla en torno a los derechos de propiedad intelectual es la cuestión decisiva para que el planeta comparta la innovación y sus beneficios, en un círculo virtuoso entre los que contribuyen a la innovación como productores y los que la mejoran como usuarios, estén donde estén y cualquiera que sea la posición de poder que heredaron de la geopolítica de la historia. De eso estábamos hablando en Porto Alegre.

 

Yibetza Romero

yibetza[arroba]hotmail.com

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente