Direcciones tácticas en el entrenamiento de karate y taekwondo (página 2)

El diagnóstico se realiza se realiza en la (EIDE) "Héctor Ruiz Pérez", en una muestra de 70 deportistas (40 taekwondocas y 30 karatecas); así como 50 deportistas (24 taekwondistas y 26 karatecas) de la (ESPA) "Marcelo Salado Lastra" de Villa Clara; Cuba, utilizando los mismos espacios de actuación en que transcurre la preparación deportiva de estos equipos, en el período comprendido entre el 2000 y el 2005. También formaron parte de la investigación 59 deportistas (34 taekwondistas y 25 karatecas) del Estado Amazonas; Venezuela, en el período comprendido entre el febrero-diciembre 2008. La selección de la muestra se realiza de manera intencional, siguiendo criterios de selección muestral: espaciales, estructurales y de informantes claves. Participaron también 24 directivos que a diferentes niveles controlan la preparación de estos deportistas; la selección se realizó atendiendo a los siguientes criterios (conocimientos y experiencia (+7 años), si fue entrenador y/o atleta activo del deporte, disposición y voluntariedad a participar en la investigación). De ellos 16 tienen nivel universitario y 12 son técnicos medios en diferentes especialidades.

Para la realización de la investigación se utilizaron una amplia ama de métodos y/o técnicas investigativas dentro de las que se encuentran: Encuestas, observación, revisión documental, la medición o prueba de control del entrenamiento técnico-táctico, prueba o control de rendimiento, técnicas abiertas y participativas, triangulación de fuentes y metodológica, Métodos del nivel estadístico (distribuciones empíricas de frecuencias y sus gráficos para los datos susceptibles de medición, el análisis de contenido para los de naturaleza textual), entre otros.

II. DESARROLLO.

El Karate-Do y el Taekwondo, constituyen artes marciales devenidos en deportes de combate recientemente. Desde esta perspectiva, se manifiestan como deportes de contacto, deportes individuales o deportes sin cooperación y con oposición del contrario; de enfrentamiento directo entre dos contendientes, según la clasificación de A. Z. Puni, (1969), Joan Riera, A. (1985), A. Thomas, L. Rusell, (1994), donde cada uno de ellos trata de conseguir la victoria. Son considerados también deportes tácticos, siguiendo los criterios de Ozolin, N. G. (1983), Matveev, L. (1983), Harre, D. (1988), Platonov, V. (1990), Yánez Ordaz, (1996) etc…, ya que el resultado deportivo depende en gran medida de la preparación táctica de sus practicantes. 

Coincidimos con Sagarra, A. (1998:124), prestigioso especialista cubano de Boxeo plantea que en las especialidades de combate: "…para obtener el éxito, el factor táctico es determinante en un alto por ciento en la decisión del combate…."

De ahí que los deportistas de estas especialidades, tengan que superar no solo la fuerza física que el contrario le antepone, sino también la táctica que el mismo utiliza, la técnica que realice en cada uno de los movimientos ofensivos–defensivos y todo ello debe hacerlo bajo un clima de alta tensión, por cuanto los karatecas como los taekwondistas individualmente tienen toda la responsabilidad de alcanzar la victoria, sobreponiéndose a cualesquiera de las barreras psicológicas que le impone la situación y el contrario específicamente

Si hacemos un análisis crítico de cada una de estas clasificaciones en relación con la victoria de estos deportistas coincidimos con Álvarez, A. (2002), en que resulta evidente que la gran mayoría de los casos, no gana el competidor que posee mayor resistencia, fuerza y rapidez; como tampoco el que realice las mejores ejecuciones técnicas desde el punto de vista biomecánico; sino el deportista que sea capaz de percibir las disímiles y variadas situaciones que se presentan durante el combate, las analice y dé una correcta respuesta motora en correspondencia con sus posibilidades físicas y técnicas. Todo grupo de deporte tiene una orientación metodológica hacia donde debe ir dirigido su proceso de entrenamiento. De acuerdo a las bibliografías consultadas, en los deportes de combate, esta se orienta hacia la preparación física y la preparación táctica respectivamente. (Sagarra, 1998)

El término de "Direcciones del Entrenamiento Deportivo", es abordado por Forteza (1999), al expresar que"…los contenidos del entrenamiento deportivo que se enmarcan en el concepto de la Preparación del Deportista no satisfacen las necesidades de organización de la carga de entrenamiento". (Forteza, 1999:1)

Valdés (2003), en este mismo sentido, es del criterio que: "Las direcciones del entrenamiento deportivo constituyen un componente más de la carga que muy pocas veces es valorado, trayendo como consecuencia serios errores al cumplirse la relación trabajo descanso. Esta es la dirección fundamental en los deportes de equipos y de combate, en la cual: – Se perfeccionan las acciones de competencias. – Se acumula mucho ácido láctico. – Cuidar nivel de fatiga y errores en las acciones. – En lo posible se modelan las situaciones competitivas". (Valdés, 2003:2).

Forteza (2000), en relación con las direcciones que se han generalizado expresa que: "Al abordar las direcciones del entrenamiento deportivo… no significa que estamos en presencia de una obra acabada pues existen muchas direcciones por las cuales aún debemos trabajar tales como las direcciones técnicas y tácticas…". (Forteza, 2000:1).

Este autor plantea, además, que: "…..le toca al entrenador la responsabilidad de seleccionar las direcciones que desarrollará y en que momento del plan las aplicará…..".(Forteza, 2000:5)

La propuesta de direcciones tácticas que se presenta, se sustenta en que los contenidos de la preparación táctica de los karatecas y taekwondistas que se explicitan en la macroestructura de entrenamiento, en muchas ocasiones, se conciben como preparación técnico-táctica; sin embargo, todo el accionar didáctico-metodológico (en cuanto a objetivos, contenidos, métodos, medios, evaluación) se dirigen fundamentalmente hacia lo técnico y en menor medida a lo táctico. (Morales 2001; Morales, Gómez y Pujol 2002;  Morales y Molerio 2003; Morales y Rodin 2005; Morales, Reyes y Rodríguez 2006; Morales, Castillo y Rodríguez 2007; Morales, De armas y Sánchez 2007, entre otros). Esta situación ha conducido en innumerables ocasiones a que no se relacione todo el arsenal de contenidos tácticos a desarrollar por los deportistas, disminuyéndose de esta manera la objetividad en el control y la valoración correcta de su estado de preparación táctica en cada momento particular. 

Al respecto, coincidimos con Morales y Álvarez (2000), cuando exponen que: "…cuando se habla de preparación técnico-táctica por lo general existe "un príncipe y un mendigo"…"Evidentemente la preparación táctica es el mendigo en término de medios, métodos, evaluación e incluso de corrección, porque lo que se corrige está a un nivel técnico en la mayoría de los casos". (Morales y Álvarez, 2000:2)

En los escenarios, en que hemos interactuado (Centros de alto rendimiento. Provincia Villa Clara. Cuba; así como en el entrenamiento de alta competencia, Estado Amazonas. Venezuela) hemos constatado que en la práctica existe un mayor dominio por parte de los profesores deportivos del diagnóstico, la planificación, dirección, control y evaluación de la técnica que del diagnóstico, planificación, dirección, control y evaluación de la táctica. 

Se ha evidenciado además, una tendencia incorrecta a pensar que siempre que está desarrollando una técnica determinada, se está desarrollando también la táctica. Sin embargo, coincidimos con Vichí, R. (s/f), que plantea que lo correcto es conocer que cuando se desarrolle la táctica en la práctica, las técnicas que la integran fueron enseñadas y evaluadas satisfactoriamente con anterioridad, o que cuando se enseña un elemento técnico se presente de forma teórica las variantes tácticas en las que puede ser utilizado. Todo lo cual evidencia cierto desconocimiento en como diagnosticarla, dirigirla, organizarla, evaluarla; cómo transita por cada etapa de la preparación, así como cuales son sus tareas en cada una de ellas.

De la situación constatada, consideramos que el planteamiento de "Direcciones Tácticas", constituye una alternativa que puede contribuir a erradicar algunas de las carencias y/o vacíos que se presentan tanto a nivel teórico como práctico. Pero una alternativa que es más funcional para el alto rendimiento y no para el deporte a nivel de base.

Sobre este aspecto, coincidimos con Forteza, (1999:5) cuando plantea que: "La planificación del entrenamiento por direcciones constituye a nuestro modo de pensar una solución no sólo a la planificación más exacta del plan de una macroestructura, sino más bien posibilita un control más efectivo del proceso de preparación". (Forteza, 1999:5)

En la investigación se asume como preparación táctica, al proceso que proporciona el dominio de contenidos conceptuales (conocimientos, leyes, principios, reglamento, etc.), procedimentales (habilidades, hábitos, capacidades, estrategias) y actitudinales (valores, normas, actitudes, etc.) relacionados con el comportamiento del deportista en competiciones, en condiciones de oposición, que le permite no sólo la solución de las variadas situaciones competitivas que se presenten en este escenario, sino también la toma de decisiones que determina la efectividad de la solución de estos problemas.

Por otro lado, asumimos el término táctica como: La habilidad que tiene el deportista para integrar, distribuir, dirigir y utilizar sus fuerzas y recursos técnicos, físicos, psicológicos, teóricos, y espirituales con una determinada intención, ya sea para lograr un punto con una técnica seleccionada; para conducir el combate en una determinada dirección, o para lograr la victoria en una competición planificada, etc., es decir, para lograr un fin inmediato; un objetivo determinado. 

Pero una habilidad no sólo de tipo perceptiva, sino mental y práctica, que le permite al deportista no sólo saber, sino fundamentalmente saber hacer (gesto técnico), saber crear, saber tomar decisiones, y saber valorar las situaciones adecuadas para aplicar lo que conoce en función de lograr sus objetivos. (Morales Cuellar, 2001-2005).

La concepción de táctica asumida, coincide con los criterios expuesto por Mahlo (1985), cuando expone las fases psicológicas de la acción táctica: (Percepción y análisis de la situación, Solución mental, Solución motriz). También coincide con los criterios de Morales (2000), que expone como fases pedagógicas de las acciones tácticas: (Preparación de la acción, Realización de la acción, Continuación de la acción).

Como posición de partida, se asume la clasificación de táctica deportiva dada por Silvio González Catalá (s/f), en el deporte de Lucha, la cual puede es funcional también en el Karate-Do y el Taekwondo; en este sentido, se califica la táctica deportiva en: Táctica de ejecución de las acciones técnicas. Táctica de conducción del combate. Táctica de participación en competencias.

Las direcciones tácticas que se proponen para el Karate-Do y el Taekwondo, parten de las exigencias competitivas de estos deportes, de las características y particularidades de su actividad competitiva; del modo particular de su entrenamiento y preparación, así como de sus particularidades como deportes de combate. En este contexto, las direcciones tácticas son asumidas como las acciones direccionales inmediatas de preparación tácticas, determinando para su cumplimiento la relación entre contenido-tarea-carga–método, lo cual permite contribuir al logro del nivel necesario de preparación y disposición para alcanzar altos y estables resultados deportivos.

Es en la tarea docente donde se concretan las direcciones propuestas, esto es, en su concepción y formulación es donde se logra materializar las intencionalidades educativas; donde se concretan las acciones y operaciones a realizar por los deportistas. Se asume la tarea como aquellas actividades que se conciben para que las realice el deportista en la unidad de entrenamiento y fuera de ella, vinculado a la búsqueda y adquisición de los conocimientos y el desarrollo de las habilidades intelectuales y prácticas con determinada orientación táctica. La tarea tiene que ser problémica para que oriente y movilice al deportista a la solución de las situaciones planteadas.

La tarea con enfoque problémico, parte de concebir el proceso de preparación táctica con un carácter dialéctico, con una concepción explícita de desarrollo; al expresar las contradicciones a resolver por el deportista, para alcanzar el nivel deseado y consecuentemente, cuales son las acciones a ejecutar por su parte para resolverlas; así como cuales con las ayudas didácticas a realizar por el profesor para garantizar la ejecución adecuada de esas tareas.Cada una de estas dirección tácticas propuestas, cumplen con las exigencias de la organización de la carga enunciados por Verjoshanski (1990), citado por Forteza (1999), los cuales son la distribución e interconexión. La distribución se refiere a la relación de la carga en sentido horizontal y la interconexión en sentido vertical.

A continuación se muestran las direcciones propuestas:

DIRECCIONES TÁCTICAS EN EL KARATE Y TAEKWONDO.

Cada una de estas dirección tácticas propuestas, cumplen con las exigencias de la organización de la carga enunciados por Verjoshanski (1990), citado por Forteza (1999), los cuales son la distribución e interconexión. La distribución se refiere a la relación de la carga en sentido horizontal y la interconexión en sentido vertical. (Anexo # 1 y # 2), así como una tabla que muestra la Relación dirección táctica-contenido-tareas-carga-método-evaluación y control (Ejemplos en el Karate-Do).

– Valoración de la propuesta de direcciones tácticas en el Karate y Taekwondo.Desde el punto de vista teórico, la propuesta de direcciones tácticas fue avalada por 24 especialistas que emitieron criterios positivos acerca de su pertinencia, utilidad, factibilidad y posibilidades de generalización. De manera unánime expresaron que las direcciones propuestas permiten una mejor orientación de los contenidos a desarrollar desde el punto de vista táctico; relacionan en un gran por ciento todo el arsenal de contenidos tácticos a recibir por los deportistas; posibilitan ser abordadas durante toda la macroestructura de entrenamiento. Y permiten el planteo, la ejecución de los diferentes componentes didácticos y un mejor control de este aspecto de la preparación.

En el orden práctico, las direcciones tácticas y toda su concepción, se valoraron a partir de un proceso de intervención seguido durante los años 2003 al 2007 en los centros de alto rendimiento de Villa Clara, Cuba, así como durante todo el 2008 en el estado Amazonas, Venezuela. Como características semejantes en estos contextos se manifiesta la solicitud expresa, de los profesores deportivos de estas especialidades, en asesoría sobre la temática de la preparación técnico-táctica ya que aún cuando se habían obtenido buenos resultados, existían necesidades en cuanto al tratamiento consciente de este componente.

Con este objetivo a través de la aplicación los métodos utilizados (encuestas, observación científica, revisión documental, la medición o prueba de control del entrenamiento técnico-táctico, prueba o control de rendimiento, técnica P. N. I. (Positivo – Negativo – Interesante), entre otras, se pudo constatar cambios favorables en la concepción, organización, planificación, ejecución y control de la preparación táctica de estos deportistas, por otro lado, los actores principales del proceso (profesor deportivo, deportista y el grupo) emitieron criterios positivos a favor de la propuesta como alternativa para enfrentar las insuficiencias que se presentan en la práctica para desarrollar este aspecto. La propuesta científica en los contextos en que se aplicó, contribuyó a la mejora continua de los resultados deportivos incrementándose éstos tanto en forma cuantitativa como cualitativa.

– Conclusiones derivadas del estudio realizado:

1. Las direcciones del entrenamiento deportivo que se han generalizado abordan con mayor profundidad las direcciones funcionales y en menor medida las físico-motrices en relación con el componente táctico de la preparación, todo lo cual reclama la necesidad de satisfacer esta carencia con soluciones que complementen y enriquezcan las que actualmente existen.

2. El poco tratamiento de la preparación táctica que se brinda en la bibliografía especializada de Karate y Taekwondo, la escasez de orientaciones metodológicas para su desarrollo, la limitada bibliografía que aborde este aspecto en estos deportes, así como las necesidades de conocimientos teórico–práctico-metodológicos que presentan los profesores en la práctica, es lo que impone la necesidad del establecimiento de direcciones tácticas como alternativa para enfrentar estas carencias.

3. Las direcciones tácticas son asumidas como las acciones direccionales inmediatas de preparación táctica, determinando para su cumplimiento la relación entre contenido-tarea-carga-método, lo cual permite contribuir al logro del nivel necesario de preparación y disposición para alcanzar altos y estables resultados deportivos.

4. Los criterios teóricos y prácticos recogidos permiten afirmar que las direcciones tácticas propuestas son viables, factibles, útiles, pertinentes, potencialmente generalizables, novedosas y permiten resolver las insuficiencias que se presentan en el tratamiento teórico y práctico de la preparación táctica en estos deportes.

Recomendaciones:

• 1. Profundizar en el tratamiento de las direcciones tácticas, con el objetivo de enriquecer la propuesta tanto en el Karate-Do como en el Taekwondo.

2. Diseñar alternativas didáctico-metodológicas para la preparación táctica donde se inserten y articulen las direcciones propuestas.

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25. Valdés Camacho, D. (2002) Planificación del entrenamiento por direccionesfundamentales. La Habana ISCF "Manuel Fajardo".

RELACIÓN DIRECCIÓN TÁCTICA-CONTENIDO-TAREAS-CARGA-MÉTODO-EVALUCIÓN Y CONTROL.

Leyenda:V= Volumen

I= Intensidad

E=Ejercicios. En dependencia de la etapa los ejercicios pueden ser ((diferentes; = iguales)

EPG: Etapa de preparación general

EPEV: Etapa de preparación especial variada

EPE: Etapa de preparación especial

EC: Etapa Competitiva

D. Larga: Distancia larga

D. Media: Distancia media

D. Corta: Distancia corta

Anexos

ANEXO # 1 y # 2

DISTRIBUCIÓN E INTERCONEXIÓN DE LAS DIRECCIONES TÁCTICAS

Autor:

Msc. Yoel Morales Cuellar

yoelmoralescuellar[arroba]yahoo.es