Doña Francisca se encuentra con Don Carlos y planean que pueden hacer para estar juntos, ella le cuenta que mañana partirá a Madrid y que llegando será la boda, Don Carlos le afirma que le seguirá a donde valla e impedirá que la boda ocurra, le dice que la ama y que va a hacer todo lo posible, Doña Francisca llora, pues se siente sola y no sabe qué hacer.
Escena VIII
Rita viene a avisarles a Don Carlos y a Doña Francisca que deben separarse pues la comida está servida, Don Carlos se va para no levantar sospechas y le dice que en el día encarara al que quere esposarla. Se despiden cariñosamente y se van a acostar.
Escena IX
Don Carlos maldice al prometido de su amada (que no sabe que es Don Diego, su tío) y busca la forma de separarlo de Doña Francisca. Calamocha va donde Don Carlos a ofrecerle comida, pero justo llega Rita con dos tazones de sopa para ellos. En ese momento se aparece Simón en el pasillo y los hombres piensan que decirle para que no sospeche.
Escena X
Simón se encuentra con los dos hombres y se saludan y conversan.
Escena XI
Don Diego sale de la habitación de Doña Irene Y descubre con enojo que su sobrino se encuentra en la posada. Le pregunta disgustado si sucedió alguna desgracia y se sorprende que le hayan dejado salir de la milicia. Le dice que no puede aceptar algo así y que Don Carlos junto con su criado debe irse inmediatamente de la posada y que no van a poder dormir ahí esa noche, los echa.
Escena XII
Don Diego le da dinero a Don Carlos para el camino y le dice que todo lo que está haciendo es por su bien, que siempre lo va a querer y que lo perdona, pero debe irse. Don Carlos se siente avergonzado por haber desilusionado a su tío, pero también disgustado por tener que irse y dejar a Doña Francisca ahí. Se despiden cariñosamente. "Si la dejo, la pierdo para siempre" murmura.
Escena XIII
Don Diego se siente orgulloso por el respeto que Don Carlos le tiene, piensa que pronto le comunicara la buena noticia (que él se va a casar con su amante).
Escena XIV
Doña Francisca le cuenta a Rita lo afortunada que es al poseer un amor como el de Don Carlos y que se siente muy segura junto a él, también dice que lo lamenta por Don Diego, pues es un hombre muy bueno.
Escena XV
Simón se encuentra con Doña Francisca y le cuenta que los ruidos que se escuchaban anteriormente eran de un teniente y de su criado que se marcharon de la posada por algún motivo (Don Carlos y Calamocha).
Escena XVI
Doña Francisca se da cuenta de que las personas de las que hablaba Simón eran Don Carlos y su criado y se deprime mucho, en esto llega Rita que también se había dado cuenta de que Don Carlos se había ido y la consuela. Desprecia la acción de su amante y lo llama "Hombre indigno". Llora junto a Rita y se van a la habitación de Doña Francisca.
Acto tercero
Escena I
Don Diego se encuentra en plena noche y sin ganas de dormir, repentinamente se despierta Simón también y los dos conversan un rato. Pasado un tiempo escuchan una melodía que venía desde afuera, era un hombre que le cantaba a su amada. Los hombres se retiran y escuchan como Doña Francisca y Rita se asoman a la ventana.
Escena II
Doña Francisca y Rita se asoman a la ventana del pasillo y descubren que la persona que está tocando la melodía es Don Carlos, como estaba oscuro, Simón se acercó a la ventana del pasillo también y no lo descubrieron. Doña Francisca le dijo algunas palabras a su amante y luego este le tiro una carta por la ventana, que debido a la oscuridad no pudo encontrar, se dijeron que la buscaran en el día y se van a acostar.
Escena III
Don Diego y su criado se sorprenden al descubrir que Doña Francisca tenía un amante e intentan buscan la carta que las mujeres no pudieron encontrar, cuando la descubren, van a buscar una luz para leerla.
Escena IV
Don Diego hace un monólogo donde dice que siente mucha indignación y rabia que no puede reprimir, pero que también no puede culpar a nadie por esta, pues la causa de este amante pueden ser las exigencias de él, la represión de Doña Irene o solo una aventura de Doña Francisca.
Escena V
Rita va al pasillo nuevamente a buscar la carta de Don Carlos y mientras estaba en eso llega Simón con una luz, Rita se sorprende y Don Diego le pregunta que estaba asiendo ahí y que estaba buscando. Rita no sabiendo que decir e dice que fue a revisar la jaula del tordo de Doña Irene. Los hombres se van a la habitación.
Escena VI
Rita le va a contar a Doña Francisca que se encontró con Don Diego, Doña Francisca se da cuenta que ellos estaban en el momento en que ella se asomo por la ventana y de que ellos tenían la carta. Se queja de su desdicha, dice que Don Carlos se fue sólo porque había un competidor más y no tenía ganas de luchar por ella, está deprimida.
Escena VII
Don Diego manda a Simón a buscar a Don Carlos a caballo. Don Carlos saluda a Doña Francisca como si nada y le pregunta por su madre.
Escena VIII
Don Diego se sienta a conversar junto con Doña Francisca, él le pregunta si en verdad desea casarse con él y si tiene algún otro pretendiente. Le recuerda que él la quiere mucho y que si no tiene a nadie más con quien casarse, ¿por qué esta tan deprimida? Ella le cuenta que no puede contarle su aflicción y que no importa lo que ella sienta, pues de todas formas se casará con él para que su madre sea feliz, Don Diego le dice que no se sienta triste que la entiende y que puede contar con él como amigo, Doña Francisca se siente muy agradecida por su amabilidad y se despide besándole las manos.
Escena IX
Simón le avisa a Don Diego que pudo alcanzar a Don Carlos y que se encuentra en la entrada de la posada, que le dio su recado y que no alegó ni una palabra, Don Diego manda a avisarle que suba.
Escena X
Don Diego encara a Don Carlos y le muestra la carta que él le había enviado a Doña Francisca, le pide una explicación a eso y que por favor le explique cómo empezó todo. Don Carlos accede y le cuenta que la conoció en Guadalajara el año pasado, que apenas la vio sintió que la amaba y ella sintió lo mismo por él. Por mucho tiempo se hablaron por cartas y así supo que ella era la indicada para casarse. Dijo también que un día se fue lejos, a una batalla, y que por medio de una carta supo que su madre quería casarla, se acordó de su promesa de casarse con ella a toda costa y se subió a su caballo para ir a la posada donde se encontraban en Zaragoza y que lo demás su tío ya lo sabía. Don Carlos le dice que aunque él se case con ella, jamás tendrá su amor y que ella siempre sentirá algo por él. Don Diego se siente ofendido por lo que su sobrino dijo y Don Carlos le dice que nunca quiso hacerle daño, que la forma de demostrar esto era su obediencia yéndose lejos de Doña Francisca. Doña Irene se aproxima a la habitación y Don Diego hace a Don Carlos esconderse en la habitación contigua.
Escena XI
Doña Irene entra a la habitación y ve que Don Diego está un poco inquieto, le pregunta si sucede alguna novedad y Don Diego la invita a sentarse. Le dice que su hija está enamorada, pero que no lo está de él. Doña Irene se pone a llorar y se lamenta de que esta sola y todos la desprecian. Cree que Don Diego ya no quiere a Doña Francisca y que está buscando pretextos para dejarla. Don Diego le pide que le deje contarle la historia antes de juzgarle, le dice que Doña Francisca hace un año que tiene un amante, le cuenta que ya se habían jurado amor eterno y matrimonio y le pasa la carta de Don Carlos a Doña Irene, esta se para indignada y llama a gritos a Doña Francisca.
Escena XII
Llegan Doña Francisca y Rita a la habitación junto con Doña Irene y Don Diego, Doña Irene les muestra la carta que Don Carlos le había mostrado y le pregunta que estaba pasando, al principio Doña Francisca se enoja con Don Diego por lo que había hecho, pero Don Diego le explica que no es culpa suya y Doña Francisca acepta que es cierto que tiene un amorío con el sobrino de Don Diego. Doña Irene colérica contra Doña Francisca quiere pegarle, pero Rita y Don Diego lo impiden.
Escena XIII
Al ver que Doña Irene pretendía dañar a Doña Francisca, Don Carlos sale de la pieza donde se escondía y va a defender a su amada y la abraza. Don Diego le dice a Doña Irene que él es el que está enamorado de su hija y que los perdona para que puedan vivir juntos, le dice a Doña Irene que hiso muy mal en reprimirla y en no dejarla decidir por sí misma. Doña Irene al ver que se amaban mucho decidió finalmente dejarlos casarse y darles su bendición. Don Diego termina diciendo que aunque es viejo y esa era su última oportunidad de casarse va a vivir feliz debido a que juntó a una bella pareja la cual va a ser como una familia para él.
FIN
Autor:
Felipe Nast
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