Metodología comparada de los clásicos y Marx: ciencia y filosofía económica (página 2)
Enviado por Fahd Boundi
LUXEMBURGO, Rosa (2002): Reforma o revolución, Madrid, Fundación Federico Engels.
MARX, Karl (1982): Introducción general a la crítica de la economía política: 1857, México, Ediciones pasado y presente.
MARX, Karl (2006): El Capital: crítica de la economía política, vol. I, México, D.F, FCE.
MARX, Karl (2006): El Capital: crítica de la economía política, vol. II, México, D.F, FCE.
MARX, Karl (2006): El Capital: crítica de la economía política, vol. III, México, D.F, FCE.
MARX, Karl (2010): Las Crisis del Capitalismo, Madrid, Público.
MILL, John Stuart (1996): Liberalismo y socialismo, Madrid, Pirámide.
RICARDO, David (2003): Principios de economía política y tributación, Madrid, Pirámide.
ROBINSON, Joan (1968): Ensayo sobre economía marxista, México, D.F, Siglo XXI.
SMITH, Adam (1983): La riqueza de las naciones, vol. I, Barcelona, Bosch.
Autor:
Fahd Boundi
22/10/2012
[1] David Hume observó una relación directamente proporcional en el aumento del precio y el incremento de la masa monetaria. En su crítica a los mercantilistas, Hume argumentaba que el aumento de la cantidad de oro y metales preciosos haría caer la competitividad del país que experimentase el aumento de la masa monetaria. La razón principal era que el aumento de la masa monetaria empujaría al alza los precios, y por ende, el país no podría competir con otras naciones que producían las mercancías a menor precio.
[2] Irving Fisher establece la siguiente relación matemática: M x V = P x Y, donde M es la cantidad de dinero en una economía, V la velocidad de circulación del dinero, P los precios e Y la producción.
[3] Si bien Adam Smith estudió un fenómeno de acumulación capitalista que comenzó en el siglo XVI, fue el economista Earl J. Hamilton, quien demostró que hubo un proceso inflacionista que favoreció la acumulación de capital en Europa en el período de 1501 a 1650.
[4] La traducción sería; “Dejad hacer y dejad pasar, el mundo va por sí mismo”.
[5] El 9 de Thermidor del año III corresponde con el 27 de julio de 1795 del calendario gregoriano. Se le dominó a la conspiración de los monárquicos contra los jacobinos reacción thermidoriano por el hecho de haberse producido el 9 de Thermidor del calendario de la I República francesa.
[6] En cambio, John Maynard Keynes aplicará el término de economistas clásicos también a los economistas neoclásicos. Keynes en su crítica a la economía clásica, situará a los neoclásicos como la segunda generación de los clásicos, debido a la fuerte influencia de Ricardo. Este semblante se materializó en la aceptación la Ley de Say, al construir la teoría del consumidor alrededor de esta teoría y los rendimientos decrecientes de Ricardo.
[7] SMITH, Adam (1983): La riqueza de las naciones, vol. I, Barcelona, Bosch, p.78.
[8] Para que el comercio internacional sea posible, las naciones deberán de especializarse en los bienes en donde mayor ventaja comparativa tengan, e importen los bienes en donde no tengan ventaja.
[9] MARX, Karl (2010): Las Crisis del Capitalismo, Madrid, Público, p.14.
[10] “El firme, simétrico y maravilloso edificio del pensamiento marxista queda reducido por Bernstein a un enorme montón de escombros en el que los cascotes de todos los sistemas y las piezas del pensamiento de las grandes y pequeñas mentes encuentran una sepultura común. Marx y Proudhon, Leo von Buch y Franz Oppenheimer, Friederich Albert Lange y Kant, el señor Prokopovithc y el doctor Ritter von Neupauer, Herkner y Schulze-Gavernitz, Lassalle y el profesor Julius Wolf, todos han contribuido con su óbolo al sistema de Bernstein y de todos ha tomado éste algo. ¡No es de extrañar! Al abandonar el punto de vista de clase, ha perdido la brújula política; al abandonar el socialismo científico, ha perdido el eje de cristalización intelectual en torno al cual organizar los hechos aislados en el todo orgánico de una concepción coherente”. LUXEMBURGO, Rosa (2002): Reforma o revolución, Madrid, Fundación Federico Engels, p.91.
[11] ENGELS, Friedrich (1969): Del socialismo utópico al socialismo científico, Madrid, Ricardo Aguilera, p. 64.
[12] Un incremento de los salarios por encima del nivel natural provocará una explosión demográfica, en tanto que las familias decidirán en tener más hijos. Esta relación se traducirá en un incremento poblacional que empujará a que los salarios vuelvan al equilibrio.
[13] Keynes se refirió a Malthus como el gran enemigo de la Ley de Say, minimizando las aportaciones de Marx, al considerarlas procedentes del “bajo mundo”; “El gran enigma de la demanda efectiva, con el que Malthus había luchado, se desvaneció de la literatura económica. Ni una sólo vez puede verse mencionado en cualquiera de los trabajos de Marshall, Edgeworth y el profesor Pigou, de cuyas manos ha recibido la mayor madurez la teoría clásica. Sólo pudo vivir furtivamente disfrazada, en las regiones del bajo mundo de Carlos Marx, Silvio Gesell y el mayor Douglas.” KEYNES, John M. (1982): Crítica de la Economía Clásica, Barcelona, Ariel, p.39.
[14] ROBINSON, Joan (1968): Ensayo sobre economía marxista, México, D.F, Siglo XXI, pp.1-2.
[15] Ibíd.,p.19
[16] Para Hegel, el sujeto real es el espíritu. En cambio, para Feuerbach, es el hombre en abstracto.
[17] MARX, Karl (1982): Introducción general a la crítica de la economía política: 1857, México, Ediciones pasado y presente, p.21.
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