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Historia siglo XX (página 2)

Enviado por carlosvladimir2005


Partes: 1, 2

    1. Gamal Abdel Nasser, (1918-1970), estadista egipcio que, partiendo de unos orígenes humildes, llegó a ser presidente del país (1956-1970) y el líder político más influyente en el mundo árabe de su época.

      Nasser nació en Asiut el 15 de enero de 1918, hijo de un cartero. Tras estudiar en una escuela de enseñanza secundaria de El Cairo, ingresó en la Real Academia Militar, donde se graduó en 1938. Allí y durante los posteriores años de servicio hizo amistad con varios oficiales, con los que fundó una sociedad revolucionaria secreta, los Oficiales Libres. Egipto estaba gobernado en esa época por una pequeña clase terrateniente poseedora de una tercera parte de la tierra del país y que dominaba el Parlamento. El poder británico era omnipresente y el peso político del rey Faruk I, escaso.

      Los Oficiales Libres se conjuraron para expulsar de Egipto a los británicos y al rey. El fracaso militar egipcio, en 1948, durante la primera Guerra Árabe-israelí, fortaleció su determinación. El 23 de julio de 1952 dieron un incruento golpe de Estado y destronaron al rey Faruk. Aunque Nasser era el auténtico jefe, permaneció inicialmente en un segundo plano.

      Pronto se tomaron medidas drásticas: se limitaron o se nacionalizaron los latifundios y se prohibieron los partidos opositores. En 1953 se abolió la monarquía y se proclamó una República de partido único. Estuvo presidida en sus inicios por el general Muhammad Naguib, pero en 1954 Nasser asumió el poder como primer ministro. Más tarde negoció un tratado con Gran Bretaña que puso fin a los 72 años de control británico sobre Egipto. En 1956 fue oficialmente elegido presidente.

      En la Conferencia de Bandung, celebrada en 1955 por varios Estados asiáticos y africanos que acababan de conseguir su independencia, Nasser surgió como una figura mundial, pero su adhesión a una política exterior que seguía las pautas de la Organización de Países No Alineados (de la que se convirtió en uno de sus dirigentes más destacados), deterioró sus relaciones con Occidente.

      En 1956 Gran Bretaña y Estados Unidos retiraron su ayuda económica al proyecto de la presa de Asuán. Con el propósito de financiar dicha obra, Nasser nacionalizó el canal de Suez. Esta decisión precipitó la invasión de Egipto por Francia y Gran Bretaña, aliados con Israel. Sin embargo, los invasores, bajo la presión ejercida por Estados Unidos y la Unión Soviética, se vieron obligados a retirarse, tras lo cual se interpuso, entre Egipto e Israel, una fuerza militar de las Naciones Unidas que evitara el enfrentamiento.

      El intento de Nasser de unificar el mundo árabe se plasmó en febrero de 1958 mediante la federación de Siria con Egipto, estableciéndose la República Árabe Unida bajo su presidencia. Sin embargo, esta unión fue disuelta en 1961 tras un golpe de Estado en Siria (en 1959 se había producido la secesión de Yemen, unida a la federación desde marzo de 1958). En política interior creó la Unión Socialista Árabe como partido gubernamental, desarrolló una política que sintetizaba el nacionalismo árabe y la planificación socialista por la que los bancos y las empresas de servicios públicos fueron nacionalizados con el fin de financiar la industrialización del país, para lo que contó con el apoyo financiero soviético.

      En 1967 las relaciones árabe-israelíes se habían deteriorado de nuevo. Tras la retirada, a petición de Nasser, de la fuerza pacificadora de las Naciones Unidas, el Ejército egipcio impidió que barcos israelíes cruzaran el golfo de Aqaba. Israel respondió fulminantemente: atacó Egipto y ocupó la península del Sinaí y el canal de Suez, en la llamada guerra de los Seis Días. Nasser asumió la responsabilidad del desastre y dimitió, pero se vio obligado a regresar al poder ante la aclamación popular, recuperando su papel de máximo representante del panarabismo, e interviniendo como mediador en varios conflictos árabes. El 28 de septiembre de 1970 murió de un ataque al corazón, siendo aún presidente del país.

    2. Nasser asume el poder en Egipto

      Congo, República Democrática del (nombre oficial, République Démocratique du Congo, República Democrática del Congo), república situada en el centro de África que limita al norte con la República Centroafricana y Sudán; al este con Uganda, Ruanda, Burundi y el lago Tanganica (que la separa de Tanzania); al sureste con Zambia; al suroeste con Angola, y al noroeste con la República del Congo. En el extremo occidental, a orillas del océano Atlántico, posee una faja costera de 37 km de longitud que separa la región de Cabinda (un enclave angoleño entre la República Democrática del Congo y la República del Congo) del resto de ese país.

      Se denominó Congo Belga hasta que se hizo independiente, en 1960; en ese año pasó a denominarse República Democrática del Congo, nombre que se sustituyó por el de Zaire en 1971. En mayo de 1997, el país recuperó su anterior denominación de República Democrática del Congo. La parte más ancha del país tiene una extensión de unos 1.930 km; su mayor longitud de norte a sur es de 2.010 kilómetros. Su superficie total es de 2.344.885 km². La capital y principal ciudad del país es Kinshasa.

      La historia antigua del Congo es todavía una gran desconocida, pero se cree que los primeros habitantes de esta zona fueron los pigmeos. Las exploraciones europeas de la región se iniciaron en el siglo XV; los portugueses iniciaron contactos con el reino bantú de Kongo en 1482, cuando el navegante portugués Diogo Cam visitó la desembocadura del río Congo. Se considera que en esta época el reino se extendía desde la región que forma hoy Angola hasta Gabón. En 1489 se envío una embajada congoleña al rey de Portugal y en 1490 se instalaron en la zona misioneros franciscanos y artesanos portugueses

      . El rey del Kongo se convirtió al cristianismo, pero sus tentativas de convertir a su pueblo desencadenaron una violenta oposición. Su hijo, Alfonso (que le sucedió en 1507), se propuso cristianizar el país; el nuevo monarca, que leía y escribía en portugués, adoptó el modelo luso de gobierno y construyó muchas iglesias. Sin embargo, el reino entró en una etapa de decadencia y apenas quedan restos de esta época.

      El creciente interés por África como fuente de riqueza se incrementó debido a los informes de los exploradores, sobre todo del periodista anglo-estadounidense Henry Morton Stanley, que viajó al interior del Congo en 1877. Tras una conferencia con Stanley, el rey Leopoldo II de Bélgica creó la denominada Asociación Internacional del Congo (1878). La nueva organización contrató inmediatamente a Stanley para que regresara al territorio con el fin de establecer enclaves comerciales y entablar relaciones amistosas con los jefes locales. El explorador fundó varios puestos comerciales, entre ellos la ciudad de Léopoldville (actual Kinshasa), y también se aseguró los derechos sobre extensas regiones a orillas del río Congo.

      Las pretensiones territoriales en la región del Congo de varios países europeos, sobre todo Portugal y Francia, dieron lugar a la Conferencia de Berlín (1884-1885), en la que, entre otros asuntos, se reconoció la soberanía de la Asociación Internacional del Congo, se abrió el Estado Libre del Congo, como se denominó a la región, al comercio internacional y se declaró ilegal el comercio de esclavos. En julio de 1885, el nuevo Estado se situó bajo la soberanía personal del rey Leopoldo II.

      La explotación y la opresión creciente que sufrían los habitantes del Estado Libre del Congo provocaron un descontento sistemático que dio lugar, a comienzos del siglo XX, a la protesta internacional. La opinión pública obligó a Leopoldo a establecer una comisión de investigación en 1904 cuyo informe reveló que los habitantes de la zona eran víctimas de un sistema de trabajo esclavista y de numerosos abusos de todo tipo. El rey introdujo ciertas reformas que no fueron muy eficaces, por lo que el Parlamento belga votó a favor de la anexión del Estado Libre del Congo, convirtiéndolo en una colonia que se denominó el Congo Belga (1908).

      Durante la I Guerra Mundial, las tropas congoleñas ayudaron de forma efectiva a la causa aliada en África y conquistaron el territorio alemán de Ruanda-Urundi, que la Sociedad de Naciones puso bajo el mandato de Bélgica en 1919.

      La II Guerra Mundial provocó una importante expansión económica en el Congo, en especial en lo que se refiere al aumento de la producción de uranio, cobre, palmera de aceite y caucho. En los años de posguerra se produjeron aún mayores incrementos en la productividad de la colonia y se iniciaron una serie de reformas que establecerían la autonomía del territorio. El 8 de diciembre de 1957, los habitantes de la colonia de origen africano participaron por primera vez en las elecciones para elegir a los integrantes de los consejos municipales, obteniendo 130 de los 170 escaños.

      Después de que los nacionalistas que solicitaban la independencia se amotinaran en Léopoldville en 1959, el gobierno belga anunció la celebración de elecciones en el Congo que establecieron un sistema de gobierno autónomo; pero los principales partidos nacionalistas insistieron en su demanda de plena independencia y los belgas decidieron renunciar a la colonia. En las elecciones que se convocaron antes de la independencia, unos 40 partidos presentaron candidatos.

      El Movimiento Nacional del Congo, dirigido por Patrice Lumumba, obtuvo el mejor resultado, en tanto que la Abako (Asociación del Bajo Congo), presidida por Joseph Kasavubu, se colocó en segundo lugar. Tras un acuerdo entre los dos partidos más importantes, Lumumba fue designado primer ministro y Kasavubu, presidente. El 30 de junio de 1960, el rey Balduino I de Bélgica proclamó la independencia de la República del Congo.

      Los violentos desórdenes provocados por las disputas étnicas, la decepción de los partidos excluidos del gobierno y las numerosas revueltas militares fueron la pauta generalizada a la semana de declararse la independencia. El Ejército belga, que todavía se hallaba en el Congo, se desplegó con el fin de restaurar el orden y garantizar la seguridad de la población blanca contando incluso con tropas de apoyo belgas, a pesar de la oposición de Lumumba. Esta acción, que se interpretó como un intento de volver a imponer la autoridad belga, provocó actos de violencia contra los europeos. El panorama político se complicó aún más cuando el 11 de julio Moïse Kapenda Tshombé, entonces primer ministro de la provincia de Katanga, proclamó la independencia de la provincia (la más rica del Congo y donde los intereses económicos occidentales eran muy fuertes) y solicitó ayuda militar a Bélgica.

      Como respuesta a una demanda de Lumumba, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas autorizó al secretario general Dag Hjalmar Hammarskjöld a reclutar una fuerza militar y enviarla al Congo para restaurar el orden; el Consejo de Seguridad también exigió la retirada de las tropas belgas. Los cascos azules de la ONU (que contaban con unidades militares integradas por efectivos de países africanos, de Suecia y de Irlanda) fueron suplantando progresivamente a las tropas belgas. Cuando el Consejo de Seguridad decidió que las tropas de la ONU no se deberían utilizar para alterar la evolución o el resultado de ningún conflicto interno de la provincia, Tshombé permitió que las tropas de la ONU entraran en Katanga.

      En septiembre, técnicos y asesores soviéticos se instalaron en el Congo provocando el recelo de Estados Unidos. La tensión se agudizó cuando el presidente Kasavubu destituyó al primer ministro Lumumba, y éste se sublevó contra Kasavubu. El 13 de septiembre las tropas de la ONU cedieron el control de los aeropuertos y de Radio Kinshasa a Lumumba.

      Sin embargo, el Ejército gubernamental, dirigido por el coronel Joseph-Désiré Mobutu (que más tarde cambiaría su nombre por el de Mobutu Sese Seko), un partidario de Kasavubu, se hizo con el poder y expulsó a los embajadores soviético y checoslovaco del país. El 29 de septiembre, el presidente Kasavubu transfirió el poder ejecutivo y administrativo del Congo al Colegio de Altos Comisionados, un gobierno provisional apadrinado por Mobutu. En noviembre, la Asamblea General de la ONU reconoció la delegación de Kasavubu.

      En diciembre de 1960, Antoine Gizenga, antiguo diputado en el gobierno de Lumumba, se proclamó primer ministro y designó a Stanleyville (actual Kisangani) como capital del Congo, siendo reconocido por muchos países árabes y comunistas, así como por Ghana. En enero de 1961 partidarios de Lumumba invadieron la parte norte de Katanga y el mando de la ONU en el Congo envió tropas para evitar el estallido de una guerra civil.

      El presidente Kasavubu reemplazó el gobierno provisional de Mobutu en febrero por un nuevo gobierno presidido por Joseph Ileo. Lumumba, que fue hecho prisionero en Katanga, escapó, pero fue asesinado en su huida (12 de febrero). Nunca se establecieron claramente las responsabilidades de esta muerte.

      En febrero de 1961, el Consejo de Seguridad autorizó a la ONU a utilizar la fuerza para evitar el estallido de una guerra civil en el Congo y exigió la retirada de todo el personal militar extranjero, excepto el que estaba bajo el mando de la ONU. Oponiéndose a la decisión del Consejo y con la esperanza de adelantarse a la intervención de la ONU, 18 dirigentes de varias facciones del Congo (entre los que no se encontraba Gizenga) acordaron el 12 de marzo abolir el gobierno central y sustituirlo por una confederación de estados soberanos.

      En una reunión posterior, Tshombé retiró su cooperación. Detenido y acusado de traición, se aseguró su liberación al acordar destituir a los mandos posteriores y a los asesores extranjeros de Katanga cuando regresara a Élisabethville (actual Lubumbashi). Mientras tanto, el secretario general de la ONU, Hammarskjöld, murió en misteriosas circunstancias en un accidente de aviación en Ndola, Rhodesia del Norte (actual Zambia), cuando intentaba conseguir un alto el fuego entre los cascos azules y las fuerzas de Katanga.

      Entretanto, Gizenga accedió a reconocer al gobierno central después de que el primer ministro del Congo, Cyrille Adoula, prometiera continuar con la política de Lumumba. Gizenga fue nombrado viceprimer ministro, pero en enero de 1962 fue destituido.

      En la primera mitad de 1962, Tshombé mantuvo conversaciones intermitentes con Adoula, pero los dos líderes no lograron ponerse de acuerdo. Para obligar a Tshombé a llegar a un acuerdo, el secretario general de la ONU en funciones, U Thant, propuso un plan de pacificación que implicaba el fin de la secesión de Katanga.

      En diciembre, y ante las dilaciones de Tshombé, los cascos azules entraron en Katanga y ocuparon Élisabethville. Tshombé huyó aunque se rindió en enero de 1963 ante la promesa de amnistía para él y para sus seguidores.

      Unos pocos meses más tarde, el primer ministro Adoula formó un nuevo gabinete, con representantes de Katanga y con una mayor representación de los lumumbistas. Sin embargo, las huelgas y rebeliones continuaron asolando al país y, en junio de 1964, Adoula dimitió. Se aprobó una nueva constitución y se formó un gobierno encabezado por Tshombé. En agosto, Stanleyville cayó bajo el control de los rebeldes lumumbistas. Después de que las tropas del Ejército Nacional del Congo (con la ayuda de mercenarios blancos) iniciaran una ofensiva para reconquistar la ciudad, los rebeldes amenazaron con matar a los blancos que retenían como rehenes. El 24 de noviembre, paracaidistas belgas, transportados en aviones estadounidenses, y tropas congoleñas reconquistaron la ciudad. Las tropas belgas abandonaron el país al finalizar su misión de rescate.

      A comienzos de 1965, una frágil coalición organizada por Tshombé ganó las elecciones parlamentarias, pero poco después Kasavubu le destituyó del cargo de primer ministro. A finales de 1965, Mobutu intervino de nuevo y se designó a sí mismo presidente, reemplazando a Kasavubu.

      En 1966, Mobutu instituyó una forma presidencial de gobierno formalizada a través de una nueva constitución aprobada en 1967. En sus primeros años en la presidencia, Mobutu consiguió cierta estabilidad política en el país, aunque siguieron produciéndose revueltas locales y los estudiantes continuaron protestando contra su gobierno dictatorial. En 1966, se nacionalizaron algunas empresas mineras extranjeras y se reemplazaron los nombres europeos de algunas ciudades por nombres africanos (Léopoldville pasó a llamarse Kinshasa; Stanleyville, Kisangani).

      En 1970, Mobutu fue elegido presidente para un periodo de siete años y, a comienzos de la década de 1970, emprendió un amplio programa de africanización: en 1971, el nombre del país se cambió por el de República Democrática del Congo y al año siguiente, el presidente cambió su nombre por el de Mobutu Sese Seko, al tiempo que exigía a otros zaireños que abandonaran sus nombres no africanos. En 1973, el gobierno se enfrentó a dificultades económicas como consecuencia de la excesiva dependencia de las exportaciones de cobre, cuyo precio había descendido de forma notable desde mediados de la década de 1960.

      En 1980, debido en gran parte al consiguiente descenso en los ingresos de la República Democrática del Congo derivados de las exportaciones, la deuda externa del país se incrementó hasta alcanzar los 4.000 millones de dólares; al mismo tiempo aumentaron los índices de desempleo e inflación.

      En 1977 y en 1978, Zaire (con la ayuda de Bélgica, Francia, Marruecos y otros países) repelió la invasión desde Angola de antiguos residentes de la región de Katanga (que entre 1972 y 1998 fue denominada Shaba).

      A comienzos de la década de 1980, el principal problema al que se enfrentaba Zaire continuaba siendo la debilidad de su economía. La deuda externa del país se reconsideró en 1981 y el Fondo Monetario Internacional (FMI) concedió un crédito de 1.000 millones de dólares; la ayuda posterior en 1983-1984 estuvo acompañada de la devaluación de la moneda y otras medidas de austeridad. Sin embargo, en 1986, Zaire abandonó el programa del FMI y la economía sufrió otro golpe.

      En 1989, el gobierno adoptó una nueva reforma económica y en 1990, tras varias huelgas y otras demostraciones del descontento popular, Mobutu legalizó los partidos de la oposición. El descontento con el régimen autoritario y con la corrupción desenfrenada que parecía estar asociada al régimen, se intensificó a comienzos de la década de 1990, a medida que se deterioraba la economía.

      La Conferencia Nacional sobre el futuro de Zaire se disolvió en diciembre de ese año tras haber elegido al Alto Consejo de la República (HCR), dominado por la oposición, para que actuara como cuerpo legislativo provisional. Las luchas por el poder entre el HCR y Mobutu condujeron a la formación de dos gobiernos rivales en 1993. Mientras, la economía se había desintegrado hasta el punto de estar cerca del colapso y se había iniciado un proceso de hiperinflación. La presión internacional para la instauración de un sistema democrático vino acompañada de una paralización de las ayudas económicas.

      En enero de 1994, como medida de compromiso, el HCR y la Asamblea Nacional (dominada por los miembros del Movimiento Popular para la Revolución, leal a Mobutu) formaron conjuntamente un cuerpo legislativo, el Alto Consejo de la República-Parlamento de Transición (HCR-PT). Este organismo estableció una fecha límite de 15 meses para volver a la democracia; en este tiempo, se aprobaría una constitución, se convocaría un referéndum y se celebrarían elecciones legislativas y presidenciales. También se adoptó el Acta Constitucional de Transición, que definía las relaciones entre el gobierno y Mobutu y reforzaba el poder del primero, al concederle el control del Ejército y del banco emisor.

      En junio, Kengo wa Dongo fue elegido primer ministro por el HCR-PT y formó un gobierno con una participación igualitaria de los miembros de la agrupación presidencial y de los de la oposición. Se programaron elecciones para julio de 1995, pero fueron pospuestas debido a que los problemas económicos y la inestabilidad general del país no permitirían que se celebraran de forma abierta y democrática.

      El país se vio envuelto en el drama que afectó a la vecina Ruanda entre 1994 y 1996, cuando tuvo que alojar a un millón de refugiados a lo largo de su frontera oriental; poco después tuvo lugar un brote del virus de Ébola en torno a la ciudad de Kikwit, a unos 550 km al este de Kinshasa. El virus (bautizado con el nombre de la zona de Ébola, en el noroeste de la República Democrática del Congo, lugar en el que se detectó por primera vez la enfermedad en 1976) mató al menos a 160 personas antes de que pudiera controlarse por la intervención de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

      Las secuelas de la crisis ruandesa tuvieron prolongada continuación al iniciarse 1997. La masiva presencia de refugiados hutus, entre los que se encontraban un número considerable de responsables directos del genocidio acontecido en Ruanda, junto con el descontento generalizado entre la población zaireña (particularmente en las regiones orientales del país) provocó la rebelión de los tutsis que habitan en las montañas del este de la República Democrática del Congo.

      Esta rebelión, dirigida por Laurent-Désiré Kabila y respaldada por Estados Unidos y por algunos de los países vecinos (Uganda, Ruanda, Burundi, Angola), se propagó rápidamente por las regiones orientales y centrales, encontrando el apoyo entusiasta de una población que había sufrido el saqueo de unas tropas gubernamentales en retirada hacia Kinshasa. En menos de dos meses, los rebeldes tomaron Kisangani y Lubumbashi, capitales, respectivamente, de la Provincia Oriental (antiguo Alto Zaire) y de Katanga (antigua Shaba), y se adentraron por la región de Kasai Oriental y Kasai Occidental durante el mes de abril, poniendo en jaque a un debilitado Mobutu, respaldado por Francia en el exterior y por los grupos sociales favorecidos por su régimen clientelista y dictatorial en el interior.

      Finalmente, tras el avance imparable de las fuerzas de Kabila en la primera quincena del mes de mayo por las regiones más occidentales del país, las tropas rebeldes entraron entre el 16 y el 18 de ese mismo mes en Kinshasa, capital de Zaire, que pasó a ser denominado nuevamente República Democrática del Congo. Mobutu huyó a Marruecos (donde falleció pocos meses después), mientras que Kabila juró pocos días después como nuevo presidente del ‘gigante africano’, comprometiéndose a llevar adelante la plena democratización del país, pese a lo cual las potencias occidentales y numerosas organizaciones no gubernamentales han venido observando con recelo el lento y poco decidido proceso de cambio iniciado por las nuevas autoridades.

    3. Nace el Congo

      Suez, Canal de (en árabe As-Suways), vía fluvial artificial que corre de norte a sur a través del istmo de Suez en el noreste de Egipto. Comunica Port Said (en árabe Bus Said) en el mar Mediterráneo con el golfo de Suez, un brazo del mar Rojo. El canal sirve de atajo para los barcos que operan entre los puertos europeos o americanos y los de Asia meridional, África oriental y Oceanía, que gracias a él no tienen que bordear el continente africano.

      El primer canal entre el delta del Nilo y el mar Rojo se excavó alrededor del siglo XIII a.C., probablemente durante el reinado del faraón egipcio Sethi (o Seti) I o de Ramsés II. Durante los siguientes mil años, hubo largos periodos de tiempo en los que no se le prestó la menor atención. Sin embargo, en varias ocasiones, algunos gobernantes volvieron a excavarlo o lo modificaron.

      En el siglo VIII d.C., fueron definitivamente paralizados los intentos de mantenerlo en buen estado. No obstante, de vez en cuando los intentos de excavar un canal a lo largo del istmo se retomaban, pero no se realizó ningún intento serio de retomar las obras hasta que en 1854 el ingeniero y diplomático francés Ferdinand Marie, vizconde de Lesseps consiguió que el virrey egipcio Said Pasha se interesara en el proyecto de construcción del canal. En 1858 La Compagnie Universelle du Canal Maritime de Suez se creó para construir el canal y gestionarlo durante 99 años, a cuyo término la propiedad del canal pasaría a manos del gobierno egipcio. La compañía era originariamente una compañía egipcia privada, cuyo capital estaba fundamentalmente en manos de egipcios y franceses. En 1875 el gobierno británico adquirió la parte de la compañía que era de Egipto.

      Las obras de excavación del canal empezaron el 25 de abril de 1859, y fue abierto al tráfico el 17 de noviembre de 1869. El coste total fue de varios millones de libras esterlinas, en su valor actual, y además se invirtió unas tres veces esa cantidad en reparaciones posteriores y mejoras. Las dimensiones originales eran de 22 m de anchura máxima en el fondo, de 8 m al nivel de la superficie del agua, y de 8 m de profundidad.

      Un acuerdo internacional firmado en el año 1888 establecía que el canal quedaba abierto al tráfico de barcos de todas las naciones, sin discriminación alguna, tanto en tiempos de paz, como de guerra. Gran Bretaña, no obstante, consideraba que el canal desempeñaba un papel muy importante en el mantenimiento de su poder marítimo y de sus intereses coloniales, sobre todo, como vía de comunicación con la India. Mediante el tratado firmado en 1936, entre Inglaterra y Egipto, los ingleses adquirieron el derecho de mantener en la zona del canal tropas para la defensa del mismo, con lo que se hizo con el control de los accesos al canal. Después de la creación del estado de Israel en Palestina, en 1948, el gobierno egipcio prohibió durante la mayor parte del tiempo el tráfico de barcos desde o hacia Israel.

      Insistentemente, los nacionalistas egipcios pidieron durante mucho tiempo que Gran Bretaña abandonara la zona del canal de Suez, y, finalmente, en 1954, ambos países firmaron un acuerdo de siete años de validez, que suplantaba al de 1936 y que establecía la retirada gradual de las tropas inglesas de la zona. En junio de 1956 las tropas inglesas dejaron definitivamente la zona y Egipto tomó posesión de las instalaciones del canal.

      El 26 de julio de 1956, poco después de que los Estados Unidos y Gran Bretaña retiraran sus ofertas de contribuir económicamente a la construcción de la presa de Asuán, el gobierno egipcio nacionalizó el canal de Suez en virtud de un decreto dictado por el presidente Gamal Abdel Nasser, quien anunció que Egipto se proponía usar las ganancias del canal para financiar la construcción de la presa. El 29 de octubre de 1956, Israel invade Egipto. Dos días después, tropas inglesas y francesas unidas atacaron Egipto para asegurar el tráfico gratuito a través del canal.

      Como represalia, Egipto hundió en el canal cuarenta barcos, bloqueándolo por completo. Gracias a la intervención de las Naciones Unidas (ONU), en noviembre se firmó una tregua, y a finales de año las tropas británicas, francesas e israelíes abandonaron la zona. Después de que un equipo de rescate de la ONU retirara los barcos hundidos en el canal, éste se reabrió en marzo de 1957. En 1958 Egipto y la Compañía del Canal llegaron a un acuerdo para fijar las condiciones de financiación del canal, y en 1962 se hicieron los últimos pagos a los propietarios originales.

      El canal de Suez desempeñó un papel importante durante los enfrentamientos entre Egipto e Israel en las décadas de 1960 y 1970. Permaneció cerrado durante la guerra de los Seis Días, en 1967, debido al hundimiento en el canal de varias embarcaciones que lo bloquearon por completo. El canal se reabrió en junio de 1975, después de que un destacamento de fuerzas internacionales lo desbloqueara. Ese mismo año, Egipto permitió que mercancías de carácter no militar pudieran ser transportadas desde o hacia Israel a través del canal. Finalmente, con el tratado de paz entre Egipto e Israel de 1979 se permitió a Israel usar el canal sin ningún tipo de restricciones.

    4. Se abre el Canal de Suez
    5. Namibia se independiza
  1. AFRICA

Namibia (nombre oficial, Republic of Namibia, República de Namibia), república del suroeste de África; limita al norte con Angola y Zambia, al este con Botsuana y Suráfrica, al sur con Suráfrica, y al oeste con el océano Atlántico. Tiene 824.269 km² de superficie.

Movidos por las medidas que el gobierno surafricano había seguido para establecer el apartheid en el territorio del mandato, Etiopía y Liberia llevaron el caso al Tribunal Internacional de Justicia, pero éste rechazó la querella en 1966 por principios técnicos.

En octubre de ese año Suráfrica extendió las leyes de apartheid al país. La ONU continuó debatiendo la cuestión y, en junio de 1971, el Tribunal Internacional de Justicia declaró ilegal la presencia de Suráfrica en Namibia, lo que no impidió que Suráfrica continuara gobernando el territorio. Como consecuencia, el SWAPO, un movimiento nacionalista africano negro dirigido por Sam Nujoma, intensificó su campaña de guerrilla para expulsar a los surafricanos, creando el Ejército de Liberación del Pueblo de Namibia. A finales de la década de 1970, las principales potencias occidentales, en especial Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y Alemania Occidental, empezaron a tomar partido en la cuestión de Namibia. Suráfrica continuó resistiéndose a abandonar el territorio hasta diciembre de 1988, fecha en la que acordó permitir a Namibia su independencia a cambio de la expulsión de las tropas cubanas de Angola.

En noviembre de 1989, se celebraron elecciones para la Asamblea Constituyente, compuesta por 72 miembros, bajo la supervisión de la ONU, y el SWAPO emergió como el partido mayoritario. Después de que la Asamblea aprobara una nueva Constitución y nombrara presidente de la República a Nujoma, Namibia consiguió la independencia el 21 de marzo de 1990 y recuperó la soberanía sobre Walvis Bay. Nujoma fue reelegido como jefe de Estado en 1994 en las elecciones parlamentarias y presidenciales.

  1. Nelson Mandela elegido presidente de Sudáfrica

Mandela, Nelson (1918- ), político surafricano, premio Nobel de la Paz que durante más de 25 años fue el preso político más famoso del mundo y que, en abril de 1994, se convirtió en el primer presidente de raza negra de la República de Suráfrica (cargo que desempeñó hasta junio de 1999), al mismo tiempo que comenzaba a ser considerado unánimemente como una de las grandes personalidades del siglo XX.

Nacido el 18 de julio de 1918 en Umtata (en la región de Transkei, en la actual provincia de El Cabo Oriental), estudió leyes en la Universidad de Fort Hare (Alice), donde entró en contacto con la política y conoció a Oliver Tambo. Ambos tomaron parte en una huelga estudiantil en 1942 que supuso su expulsión del centro. Más tarde conocería a Walter Sisulu, quien le proporcionó un trabajo en un despacho jurídico después de haber obtenido la licenciatura en Derecho a través del servicio de educación a distancia de la Universidad de Suráfrica (Pretoria).

En 1944, junto a Sisulu, Tambo y Anton Lembede, fue miembro fundador de la rama juvenil del Congreso Nacional Africano (ANC). Se convirtió en el presidente juvenil de esta organización en 1951, tres años después de que el Partido Nacional, con Daniel-François Malan al frente del gobierno, comenzara a aplicar una política legislativa encaminada a obtener la supremacía de la población blanca, minoritaria en la República. Aunque en principio se oponía a colaborar con otros grupos raciales, Mandela cambió de opinión en 1952, durante el transcurso de la denominada "Campaña del Desafío". A partir de entonces propugnó la acción conjunta contra la política gubernamental del apartheid. En esta época había fundado con Tambo el primer despacho de abogados dirigido por negros en Suráfrica.

En diciembre de 1952 fue detenido en virtud de la Suppression of Communism Act (Ley de Represión del Comunismo). Aunque su condena de nueve meses quedó en suspenso, se le prohibió acudir a mítines o abandonar el distrito de Johannesburgo. Esta prohibición se renovaría repetidamente durante los siguientes nueve años. A pesar de esta inhabilitación, continuó trabajando con el resto de los dirigentes del ANC. En diciembre de 1956 fue, junto con otras 156 personas, juzgado por traición. El juicio se prolongó hasta 1961 y concluyó con la absolución de todos los cargos. En 1958, un año después de divorciarse de su primera esposa, Evelyn Mase, contrajo matrimonio con Nkosikazi Nomzamo Madikizela, quien pasaría a ser conocida como Winnie Mandela.

Tras la matanza de Sharpeville, en la que 69 ciudadanos negros murieron asesinados por las fuerzas de seguridad surafricanas durante una manifestación en contra del apartheid en marzo de 1960, fueron prohibidos el ANC y el Congreso Panafricano (PAC). En marzo de 1961, con el fin de evitar su detención y una nueva inhabilitación, Mandela pasó a la clandestinidad y, junto a Sisulu, recorrió en secreto el país para organizar una huelga de tres días.

En junio de 1961, los dirigentes del ANC decidieron iniciar la lucha armada y crearon el Umkhonto we Sizwe (‘Lanza de la Nación’), brazo armado del ANC, con Mandela como máximo dirigente. En enero de 1962 abandonó Suráfrica y poco después viajó a Argelia, donde recibió entrenamiento para la lucha guerrillera, y por último a Londres, ciudad en la que se reunió con los líderes de la oposición en el exilio.

Regresó a su país en julio de 1962 y fue detenido el 5 de agosto, acusado de rebelión y abandono ilegal del país, por lo que fue condenado inicialmente a cinco años de prisión. Mientras se encontraba en la cárcel, la policía registró el cuartel general del ANC en Rivonia (en las afueras de Johannesburgo). La mayor parte de los miembros dirigentes de esta organización fueron arrestados; además se confiscaron diversos documentos, entre los que estaba el diario escrito por Mandela durante su viaje por el extranjero. Él y otros activistas fueron juzgados, en lo que se conoce como el juicio de la traición de Rivonia, que duró desde octubre de 1963 hasta junio de 1964. Mandela, que llevó a cabo su propia defensa y la de los otros acusados, fue condenado a cadena perpetua.

Pasó dieciocho años en la prisión de máxima seguridad de la isla de Robben (próxima a la Ciudad de El Cabo, en la bahía de Table), antes de ser trasladado a la de Pollsmoor (asimismo cercana a la Ciudad de El Cabo) en 1982, año en el que se inició una campaña internacional en favor de su liberación. Durante su largo confinamiento se convirtió en un símbolo internacional de la resistencia contra la represión de la libertad de pensamiento, y comenzó a escribir su autobiografía, que aparecería en 1994 bajo el título de Long walk to freedom (El difícil camino hacia la libertad).

En 1985, Mandela rechazó la oferta del presidente de la República Pieter Willem Botha de otorgarle la libertad condicional al considerar que éste no estaba dispuesto a modificar su posición sobre el régimen del apartheid. El gobierno del presidente Frederik Willem de Klerk liberó a Mandela en febrero de 1990, después de legalizar el ANC y otros partidos políticos y tras acoger favorablemente las numerosas presiones internacionales e incluso las de su propio país. Mandela asumió el liderazgo del ANC y dirigió las conversaciones con el gobierno entre los difíciles años de 1990 y 1994, cuando en muchas ocasiones parecía que las negociaciones se iban a romper y que estallaría una guerra civil. En 1991, el régimen surafricano abrogó la última de las leyes que constituían la base legal del apartheid. Mandela y De Klerk compartieron en 1993 el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos para establecer la democracia y la armonía racial en Suráfrica.

En mayo de 1994, tras las primeras elecciones generales en las que todos los grupos raciales (incluidos los negros) tenían derecho al voto, Mandela se convirtió en el primer presidente de raza negra de la República de Suráfrica. Tras la aprobación parlamentaria en mayo de 1996 de la nueva Constitución surafricana, el propio Mandela la firmó en diciembre de ese año ante miles de personas, en Johannesburgo; se ponía así fin al periodo de transición democrática iniciado con su salida de la cárcel en 1990 y se daba por terminado el gobierno de coalición formado por el ANC y por el Partido Nacional de Frederik Willem de Klerk. Mandela se convirtió definitivamente en 1997 en un líder indiscutible de las relaciones internacionales africanas. Sirvió de mediador en varios conflictos, como en el de Zaire (actual República Democrática del Congo), que en la primera mitad de ese año acabó por suponer el fin del régimen de Mobutu Sese Seko.

En diciembre de 1997, 16 meses antes de una nueva convocatoria de elecciones generales, fue sustituido en la presidencia del ANC por Thabo Mbeki (hijo del líder histórico del partido Govan Mbeki), quien en realidad ya venía ejerciendo la dirección del mismo desde hacía algún tiempo. Contrajo terceras nupcias en julio de 1998 con Graça Machel (viuda del que fuera presidente mozambiqueño Samora Moises Machel), dos años después de haber obtenido el divorcio de su segunda esposa, Winnie Mandela. Ésta se había visto envuelta en un polémico juicio en el que fue acusada sin éxito de haber cometido asesinato durante los años en que su esposo se encontraba en prisión y en los cuales ella encabezó la lucha para acabar con el apartheid y lograr la liberación de Mandela.

En octubre de ese año presentó junto al presidente de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, el arzobispo Desmond Tutu, el informe que reflejaba las conclusiones de aquélla (compuesto por cerca de 3.500 páginas). En él se acusaba a los gobiernos de crímenes cometidos durante la aplicación de la política de segregación racial en Suráfrica, pero también al movimiento de liberación de la mayoría negra, incluido el propio ANC, que había promovido la creación de la Comisión.

El ANC reaccionó de forma airada ante el informe, pero Mandela se distanció de su propio partido al apoyar los resultados del texto publicado por la Comisión. El 3 de marzo de 1999 anunció que no se presentaría a la reelección presidencial. Celebradas las elecciones generales el 2 de junio de ese año, resultó sucedido en la jefatura del Estado por el vencedor de las mismas, Mbeki, que había sido hasta entonces el vicepresidente de la República.

3.6 África: la OUA pasará a denominarse Unión Africana

El 11 de julio, durante la celebración en Lomé (Togo) de la XXXVI Cumbre de la Organización para la Unidad Africana (OUA), los jefes de Estado y de gobierno de los países asistentes a la misma firmaron el acta constitutiva de un nuevo organismo que se llamará Unión Africana y que reemplazará a la OUA. La Unión Africana entrará en vigor 30 días después de que sea ratificada por los parlamentos de al menos dos tercios de los 53 países que pertenecen actualmente a la OUA. Un año después de la ratificación de la UA, que también tendrá su sede en Addis Abeba, la OUA desaparecerá.

    1. Organización de Estados Centroamericanos (ODECA), asociación fundada en 1951 para promover los lazos políticos, económicos, sociales y culturales entre los países de Centroamérica. La intención de los fundadores era construir un mercado regional, que se logró al crearse en 1960 el Mercado Común Centroamericano. Hoy está integrada por Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. En 1962 se firmó una nueva carta, aunque los programas y actividades de la Organización se hallan en suspenso desde 1973. Su órgano de gobierno es el Consejo Ejecutivo, que suele reunirse cada dos semanas y está formado por los ministros de asuntos exteriores de los estados miembros, o sus representantes. La Secretaría General, que se encuentra en San Salvador, constituye la sede administrativa. La Organización obtiene sus fondos a través de las aportaciones efectuadas por las naciones que la integran.

      En cuanto al Mercado Común Centroamericano, que se había fijado como objetivo el establecimiento de una unión aduanera, la tensión existente entre Honduras y El Salvador obligó a la congelación del proyecto a mediados de la década de 1970. Los antagonismos políticos en la zona han impedido la reactivación de este interesante programa de integración regional.

    2. Se organiza la ODECA

      Proceso revolucionario que a partir de 1959 convirtió a Cuba en un país socialista liderado por Fidel Castro, si bien, por extensión, también se considera como tal al conjunto de radicales transformaciones que el gobierno de aquél provocó desde entonces en la isla.

      El golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, que derribó a Carlos Prío Socarrás (1948-1952) e impuso la dictadura de Fulgencio Batista, fue el germen sobre el que habría de tener lugar la Revolución Cubana. A partir de estos acontecimientos, el descontento del pueblo cubano fue en aumento y no concluyó hasta el triunfo definitivo de los revolucionarios. El 26 de julio de 1953, con el asalto al cuartel de Moncada, comenzó la insurrección contra la dictadura de Batista. El ataque, dirigido por Fidel Castro al mando de unos 200 hombres, fracasó y su jefe fue condenado a 15 años de prisión en la isla de Pinos (renombrada en 1978 como isla de la Juventud).

      Amnistiado en 1955, Castro se exilió en México, creó el Movimiento 26 de Julio, reorganizó a los insurgentes y entró en contacto con el revolucionario argentino Ernesto Che Guevara.

      En diciembre de 1956, a bordo del yate Granma, Castro desembarcó en la playa de las Coloradas, situada en la ensenada del Turquino (en el extremo suroccidental de Cuba), y se adentró en sierra Maestra. Allí recibió el apoyo de buena parte del campesinado y comenzó una guerra contra el gobierno que duró dos años. La isla estaba, en este periodo, completamente entregada al capitalismo estadounidense, que controlaba el 90% de las minas y de las haciendas, el 40% de la industria azucarera, el 80% de los servicios públicos y el 50% de los ferrocarriles y de la industria petrolera.

      A fines de 1958, la guerrilla asentada en su base principal de sierra Maestra, así como el denominado II Frente Oriental, había acabado prácticamente con la resistencia del Ejército de Batista. El 8 de enero de 1959, Castro entró en La Habana, de donde ya había huido el dictador Batista a Santo Domingo, y se designó presidente a Manuel Urrutia Lleó, aunque el poder efectivo estaba en manos del principal dirigente revolucionario, que pronto se convirtió en primer ministro.

      En julio de 1959, Urrutia, descontento por la negativa de Castro a celebrar elecciones, fue sustituido por Oswaldo Dorticós. El nuevo gobierno adoptó medidas radicales: Ley de Reforma Agraria, que entregaba la tierra a los campesinos, creación de un Ejército nacional y alfabetización de la población.

      En 1961, fracasó el desembarco de bahía de Cochinos, un intento de invasión de la isla organizado por la agencia estadounidense CIA, y Cuba pasó a convertirse progresivamente en un Estado socialista cada vez más vinculado con la otra superpotencia: la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). En 1962, los soviéticos instalaron rampas de misiles en la isla, las cuales, ante el bloqueo dictado por el presidente John Fitzgerald Kennedy, fueron finalmente desmanteladas, resolviéndose de este modo la gravísima vicisitud internacional planteada entre Estados Unidos y la URSS que pasó a ser conocida como crisis de los misiles.

      En 1965, en sustitución del Partido Unido de la Revolución Socialista, se constituyó el Partido Comunista de Cuba, de carácter marxista-leninista, con Castro como secretario general. Como cabeza de la revolución comunista en el Tercer Mundo, Cuba intervino militarmente en diferentes conflictos: Angola, Congo, Guinea-Bissau, Somalia, Etiopía, Mozambique y Yemen del Norte.

      Desde diciembre de 1991, y aun desde algunos años antes, la disolución del principal valedor y apoyo internacional del régimen cubano, la URSS, agravó los problemas socioeconómicos de la isla, lo que no impidió que la aplicación de los principios marxistas-leninistas de Castro (quien, desde 1976, no sólo encabezaba el gobierno, sino la misma jefatura del Estado), así como su decidida política exterior de signo antiimperialista (entendida ésta como un claro enfrentamiento ante las decisiones boicoteadoras estadounidenses), fuera el comportamiento habitual del gobierno de Cuba.

    3. Revolución Cubana

      Watergate, nombre dado al mayor escándalo político estadounidense, iniciado con el allanamiento e intervención de las líneas telefónicas del cuartel general electoral del Partido Demócrata, que sirvió para acusar posteriormente al presidente Richard Nixon y a muchos de sus colaboradores de haber llevado a cabo una serie de actos ilegales. El escándalo culminó con la primera dimisión de su cargo efectuada por un presidente de Estados Unidos.

      El allanamiento fue cometido el 17 de junio de 1972 por cinco hombres que fueron detenidos en las oficinas del Comité Nacional del Partido Demócrata en el edificio Watergate de la ciudad de Washington. Con el paso del tiempo, su arresto desveló un plan de espionaje promovido por la Casa Blanca contra sus oponentes políticos, que implicó a altos cargos del país, como el antiguo fiscal general (ministro de Justicia) John Mitchell, el consejero presidencial John Dean, el jefe de Personal de la Casa Blanca H. R. Haldeman, el asesor especial de la Casa Blanca para Asuntos Nacionales John Ehrlichman y el propio presidente Nixon.

      El 30 de abril de 1973, Nixon aceptó la dimisión de Haldeman y Ehrlichman, y anunció el cese de Dean. El procurador general Richard Kleindienst también presentó la dimisión. Su sucesor, Elliot Richardson, nombró un procurador especial, Archibald Cox, para que dirigiera una investigación sobre las escuchas del Watergate.

      En mayo de 1973 el Comité del Senado sobre Actividades Presidenciales inició las comparecencias, que dieron como resultado una serie de asombrosas revelaciones. Dean testificó que Mitchell ordenó el allanamiento y que se había intentado encubrir la implicación de la Casa Blanca. Además, manifestó que el presidente había autorizado el pago a los asaltantes para que guardaran silencio. La administración Nixon negó vehementemente esta acusación.

      El 16 de julio de 1973, Butterfield, asesor de la Casa Blanca, testificó que Nixon había ordenado la instalación en la Casa Blanca de un sistema para grabar automáticamente todas las conversaciones; de este modo podría ser verificado lo que el presidente hubiera dicho. Cox exigió la entrega inmediata de ocho grabaciones, que confirmarían el testimonio de Dean. Nixon se negó a entregarlas y el sábado 20 de octubre de 1973 ordenó a Richardson que cesara a Cox. Richardson presentó su dimisión y fue el fiscal general del Estado quien cesó a Cox. La destitución provocó la unánime protesta de la opinión pública. En respuesta, Nixon nombró otro procurador especial, Leon Jaworski. Algunas de las conversaciones pedidas desaparecieron y los expertos determinaron que las grabaciones habían sido manipuladas y borradas en parte.

      En marzo de 1974, el Gran Jurado acusó a Mitchell, Haldeman, Ehrlichman y otros cuatro funcionarios más de la Casa Blanca de participar en el encubrimiento del caso Watergate y consideró a Nixon como 'conspirador sin encausar'. El Tribunal Supremo ordenó a Nixon la entrega de la totalidad de las grabaciones.

      En la noche del 29 al 30 de julio de 1974, una comisión judicial nombrada por la Cámara de Representantes aprobó tres impeachment (formulación de una acusación contra el presidente o algún alto funcionario del gobierno de Estados Unidos) que acusaban a Nixon de abuso del poder ejecutivo, de obstrucción a la justicia y de no protección de la Constitución.

      Tan pronto como el escándalo Watergate salió a la luz, fueron desveladas una serie de actividades ilegales paralelas: desde 1971 un grupo perteneciente a la Casa Blanca, había intentado obstaculizar las filtraciones de información a los medios de comunicación. El Gran Jurado acusó a Ehrlichman, al consejero especial de la Casa Blanca, Charles Colson y a otros funcionarios de irrumpir en el despacho de un psiquiatra a fin de obtener documentos para ser utilizados en contra de Daniel Ellsberg, quien había publicado los denominados 'papeles del Pentágono'.

      Además, los investigadores descubrieron que la administración Nixon había solicitado grandes cantidades de dinero durante una campaña ilegal de donativos (utilizadas para financiar el espionaje político y para pagar más de 500.000 dólares a los asaltantes del edificio Watergate) y que ciertos funcionarios gubernamentales habían mentido sistemáticamente sobre su participación en la intervención de las comunicaciones y en el posterior encubrimiento de los hechos. Por otra parte, funcionarios de la Casa Blanca testificaron que en 1972 habían falsificado documentos para implicar al presidente John Fitzgerald Kennedy en el asesinato del presidente survietnamita Ngô Dinh Diêm (1963) y para acusar al senador Hubert Horatio Humphrey de conducta inmoral.

      Todo este proceso erosionó la imagen de Nixon. El 5 de agosto de 1974, tres nuevas grabaciones revelaron que el presidente había ordenado que el FBI (Oficina Federal de Investigación) dejara de investigar las escuchas del Watergate. También demostraban que el propio Nixon estaba involucrado de forma directa en el encubrimiento de la participación de la administración en el escándalo.

      Para evitar hacer frente al casi seguro impeachment, Nixon dimitió el 9 de agosto, siendo el primer presidente de Estados Unidos en renunciar a su cargo. Un mes más tarde su sucesor, Gerald Ford, le exoneró de todos los delitos que pudiera haber cometido durante su mandato. Nixon quedó entonces a salvo de cualquier acusación.

    4. Watergate

      Guerra de las Malvinas, conflicto bélico que, en 1982, enfrentó al Reino Unido y a Argentina por la soberanía de las islas Malvinas. Sus causas se remontaban a una disputa anglo-española por la titularidad de dichas islas, que tuvo lugar en el siglo XVIII, a la que siguió un posterior intento de colonización por parte de Argentina para hacer constar sus derechos sobre las antiguas posesiones de España. En 1833, Gran Bretaña (denominación abreviada que designa igualmente al actual Reino Unido) reafirmó su soberanía y expulsó a la población argentina de las islas.

      En 1981, cuando se acercaba el 150 aniversario de esta expulsión, una nueva Junta Militar argentina presidida por Leopoldo Fortunato Galtieri, que obligó a dimitir a Roberto Viola, dio máxima prioridad a la devolución de las Malvinas. No existían indicios que hicieran pensar que el gobierno británico estuviera especialmente interesado en conservar la colonia: la población no llegaba a los 2.000 habitantes y su crecimiento decrecía poco a poco, al igual que lo hacía la economía local, que dependía de la exportación de lana, y estaba dominada por la Falkland Island Company (FIC, Compañía de las Islas Malvinas). Sin embargo, los isleños se resistían a cualquier tipo de cesión de soberanía a Argentina.

      La Junta Militar argentina decidió llevar a cabo una ofensiva diplomática intensiva e inflexible que, en caso necesario, culminaría en una acción militar en otoño de 1982. En febrero de ese mismo año, se celebraron en Nueva York varios contactos diplomáticos, sin que hubiera ningún resultado. Al mes siguiente, algunos chatarreros argentinos llegaron a otra isla británica, situada al sureste del archipiélago de las Malvinas, Georgia del Sur. Gran Bretaña sospechó que su objetivo era establecerse allí de forma permanente, por lo que envió un barco patrulla, el HMS Endurance, para desalojar a los trabajadores. Este hecho hizo que el gobierno militar argentino pensara que Londres estaba aprovechando la oportunidad para reforzar su posición en las Malvinas. En vista de la situación, el 26 de marzo de 1982, la Junta Militar argentina decidió iniciar la ofensiva militar y el 2 de abril tuvo lugar la invasión, a la que hizo frente un pequeño destacamento de soldados de infantería de la Marina británica. Al día siguiente, Georgia del Sur también fue tomada por las tropas argentinas.

      Gran Bretaña había alertado al gobierno de Estados Unidos cuando la invasión pareció inminente, lo que dio lugar a un infructuoso llamamiento de última hora por parte del presidente estadounidense Ronald Reagan al presidente argentino Galtieri. El gobierno británico de la primera ministra Margaret Thatcher se enfrentó a una grave crisis política, que provocó la dimisión inmediata del ministro de Asuntos Exteriores, lord Carrington. Margaret Thatcher decidió la ‘liberación’ de las islas.

      Rápidamente se reunió un importante destacamento de fuerzas, formado por dos portaaviones y unos 28.000 hombres. Cuando este destacamento inició su viaje de 8.000 millas hasta el Atlántico sur, se produjo una intensa actividad diplomática por parte del secretario de Estado (ministro de Asuntos Exteriores) de Estados Unidos, Alexander Haig, el cual trató de convencer a Argentina de que tenía más posibilidades de alcanzar su objetivo aceptando entablar negociaciones diplomáticas, pero al fracasar en sus esfuerzos, el 30 de abril anunció formalmente el apoyo estadounidense a Gran Bretaña.

      El 25 de abril, las fuerzas británicas reconquistaron Georgia del Sur. A comienzos de mayo, tras el despliegue del grueso de sus fuerzas en la zona, los aviones de la RAF (Fuerza Aéreas británicas) comenzaron a atacar las posiciones argentinas, en especial la pista de aterrizaje de Puerto Stanley (Puerto Argentino, antiguo Puerto Soledad). Aunque los británicos no lograron expulsar a las fuerzas aéreas y navales argentinas, el submarino nuclear Conqueror provocó el hundimiento del crucero argentino General Belgrano, falleciendo 360 hombres. A continuación, un misil Exocet lanzado por la aviación argentina hundió a un destructor británico, el HMS Sheffield.

      Los británicos se prepararon para un desembarco anfibio en la Gran Malvina (una de las mayores islas del archipiélago), una operación militar bastante difícil. Fuerzas especiales reconocieron la isla para determinar las posiciones de las tropas argentinas e identificar los lugares más apropiados para el desembarco. Mientras tanto, la actividad diplomática continuaba, primero a iniciativa del gobierno peruano y, después, del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Javier Pérez de Cuéllar. Una vez más, el gobierno argentino se negó a contemplar la posibilidad de una retirada militar si no se le garantizaba que las negociaciones directas desembocarían en una transmisión de soberanía.

      El 21 de mayo, unos días después de que concluyeran los esfuerzos de la ONU, sin que se produjera ningún avance, las tropas británicas desembarcaron en San Carlos (en la Gran Malvina). El desembarco se llevó a cabo con éxito, pero durante los días siguientes no cesaron los ataques aéreos contra los buques británicos que trataban de desembarcar suministros en tierra. Fueron hundidos tres buques de guerra y un mercante, el Atlantic Conveyor, varios helicópteros se perdieron y numerosos aviones argentinos fueron derribados.

      El principal combate en tierra, después del desembarco, se produjo el 28 de mayo, cuando un contingente británico formado por 600 hombres derrotó a una guarnición argentina mayor en número en Goose Green (en Malvina del Sur), tras un duro enfrentamiento. Los británicos avanzaron hacia la principal guarnición argentina que estaba situada en la capital, Puerto Stanley (Puerto Argentino), y el 8 de junio se produjo su mayor desastre, cuando el buque de transporte Sir Galahad fue destruido por aviones argentinos en Port Fitzroy.

      Poco a poco, mediante ataques combinados de artillería e infantería para acabar con la intermitente resistencia argentina, los británicos tomaron las tierras altas que rodean Puerto Stanley (Puerto Argentino). El 14 de junio, la guarnición argentina, a las órdenes del general Menéndez, se rindió. La Junta Militar que controlaba el poder en Argentina dimitió poco después de la derrota. Las islas fueron fortificadas por los británicos, manteniendo su carácter de colonia, aunque a sus habitantes se les concedió la plena ciudadanía británica.

    5. Guerra de las Malvinas
    6. MERCOSUR
  1. AMÉRICA

Mercado Común del Sur, organización regional del espacio sudamericano constituida en virtud del Tratado de Asunción. Fue éste firmado el 26 de marzo de 1991 por los presidentes de Argentina (Carlos Saúl Menem), Brasil (Fernando Collor de Mello), Paraguay (Andrés Rodríguez) y Uruguay (Luis Alberto Lacalle). El principal objetivo establecido en el Tratado de Asunción era lograr la progresiva eliminación de barreras arancelarias entre los estados miembros con el fin de constituir un mercado común antes del 31 de diciembre de 1994.

Los orígenes del Mercosur se remontan a un encuentro que tuvo lugar en 1986 entre los entonces presidentes de Brasil, José Sarney, y de Argentina, Raúl Alfonsín. El acuerdo comercial bilateral entre ambos países se transformó con el tiempo en la idea de crear una zona de libre comercio en Sudamérica, proyecto que cobró fuerza cuando Uruguay y Paraguay se sumaron a tal intento. Según lo previsto en el cronograma del Tratado de Asunción, el día 1 de enero de 1995 se puso en vigor la unión aduanera y la libre circulación de bienes entre los cuatro países firmantes: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

El espacio que engloba el Mercosur constituye un mercado de más de 200 millones de personas. Esta cifra se aproxima a la población de América del Norte y no dista demasiado de los 300 millones de habitantes de la Unión Europea (UE). El producto interior bruto (PIB) del área integrante del Mercosur alcanza los 800.000 millones de dólares, aproximadamente el 60% del PIB regional.

La administración y ejecución del Tratado de Asunción y de los acuerdos específicos y decisiones adoptadas durante el periodo de transición estuvieron a cargo del denominado Consejo del Mercado Común (cuya presidencia tiene un carácter rotatorio, establecido cada seis meses) y del Grupo Mercado Común.

El Consejo del Mercado Común es el órgano superior del Mercosur. Le corresponde la conducción política del mismo, así como la toma de decisiones que aseguren el cumplimiento de los plazos y objetivos para su constitución definitiva. Está integrado por los ministros de Relaciones Exteriores de los estados parte, que deben reunirse al menos una vez al año. El Grupo Mercado Común es el órgano ejecutivo del Mercosur, debe velar por el cumplimiento de las decisiones adoptadas por el Consejo y está coordinado por los ministros de Relaciones Exteriores.

El Tratado está abierto a la adhesión, previa negociación, del resto de los países miembros de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), cuyas solicitudes serán consideradas después de cinco años de su entrada en vigor. Sólo podrán ser analizadas antes de este plazo las presentaciones de países que no formen parte de esquemas de integración subregional o de una asociación extrarregional.

El Mercado Común tiene tres objetivos fundamentales:

1) libre circulación de bienes, servicios y factores productivos entre los países firmantes del Tratado de Asunción mediante, entre otras medidas, la eliminación de los derechos aduaneros y restricciones paraarancelarias;

2) fijación de una tarifa externa común y adopción de una política comercial común con relación a terceros países o bloques regionales, y coordinación de las posiciones en foros comerciales de la región e internacionales;

3) coordinación de políticas macroeconómicas y de comercio exterior, agrícolas, industriales, fiscales, monetarias, cambiarias y de capitales, de servicios, aduanera, de transportes y comunicaciones, y otras que se acuerden en el futuro, a fin de asegurar condiciones adecuadas de competencia entre los estados parte.

Por lo que se refiere a la estrategia del Mercosur, ésta se basa en tres soportes interrelacionados: profundización (negociación de temas nuevos), consolidación (cumplimiento y aplicación efectiva de los compromisos acordados) y relaciones exteriores, que se fundamentan en negociaciones con países de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), de la UE y de otras entidades y organizaciones supranacionales.

Con el fin de hacer efectiva la estrategia consolidadora, se tratan de asegurar los mecanismos de solución de controversias y de garantizar la seguridad jurídica del proceso de integración. La decisión número 17/98 de la XV Reunión del Consejo del Mercado Común reglamentó el Protocolo de Brasilia para la Solución de Controversias.

En el contexto de la estrategia tendente a la apertura comercial se ha implementado una política de relaciones exteriores muy activa. De esta forma, en el marco de la ALADI se ha trabajado de modo intenso en la renegociación de los acuerdos preferenciales preexistentes con los demás países miembros de la misma. Con ocasión de la Cumbre de Presidentes de San Luis (1996) se firmó el Acuerdo de Complementación Económica Mercosur-Chile, que entró en vigor el día 1 de octubre de 1996 y que constituyó un vigoroso instrumento que sentó las bases fundamentales para la conformación de un "espacio económico ampliado".

En el caso particular de Bolivia, en la Cumbre de Presidentes celebrada en Fortaleza (1996) se firmó el Acuerdo de Complementación Económica Mercosur-Bolivia, con alcances similares al suscrito con Chile. También se progresó con los demás países de la ALADI. Así, se propuso a los cuatro socios restantes de la Comunidad Andina (Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) la negociación de un acuerdo de libre comercio similar a los suscritos con Chile y Bolivia. Con respecto a México, se han celebrado rondas de negociaciones en las que se consideró la posibilidad de establecer un acuerdo estrictamente comercial.

En 1997 cada uno de los países del Mercosur prorrogó sus acuerdos bilaterales hasta que se alcance el Acuerdo General. En abril de 1998 se firmó el Acuerdo de Cooperación en materia de comercio e inversión entre el Mercosur y los países integrantes del Mercado Común Centroamericano (MCCA, integrado por Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua). De forma paralela, y en un contexto americano ampliado, en la Cumbre Hemisférica de Miami de 1994 se establecieron las bases para poner en marcha una zona de libre comercio continental a partir del año 2005, el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). En 1995 fue suscrito en Madrid el Acuerdo Marco Interregional de Cooperación entre el MERCOSUR y la UE.

Asimismo, se realizan reuniones de exploración con el CER (Closes Economic Relations, integrado por Australia y Nueva Zelanda), con la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) y con otras organizaciones.

4.6 Cumbre de países de América del Sur

El 31 de agosto y el 1 de septiembre tuvo lugar una cumbre que reunió, en Brasilia, a los jefes de Estado de 12 países de América del Sur. Todos los participantes se comprometieron, con la firma del llamado Comunicado de Brasilia, a construir un "nuevo espacio sudamericano", en palabras del presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, que permita el desarrollo económico y social de toda la región. La reunión sirvió también para aprobar un proyecto para la modernización de las infraestructuras y redes de comunicación en el subcontinente. Los doce deberán implementar un plan de integración que abarca aspectos como la lucha contra el narcotráfico o la cooperación tecnológica, y se comprometen a crear, antes de 2002, una zona de libre comercio en el subcontinente que fusione el Mercosur y la Comunidad Andina, y que integre también a Guyana y Surinam.

La Cumbre de Brasilia, aunque dio un respaldo global al Plan Colombia, sirvió también para dejar patentes las reticencias que la estrategia diseñada por el presidente Andrés Pastrana para acabar con el narcotráfico ha despertado en algunos de sus vecinos, como Brasil, Venezuela o Perú. Estos últimos temen la extensión del conflicto colombiano, el éxodo masivo de refugiados y narcotraficantes hacia sus fronteras y los efectos perniciosos sobre el medio ambiente de las fumigaciones sobre las plantaciones de coca.

Los líderes latinoamericanos respaldaron igualmente la reivindicación argentina sobre las islas Malvinas.

5. COLOMBIA

5.1 Rojas Pinilla (1953-1957)

Rojas Pinilla, Gustavo (1900-1975), militar y político colombiano, presidente de la República (1953-1957). Nació en Tunja (Boyacá). Estudió en la Escuela Militar de Cadetes de Bogotá. Al mando de las Fuerzas Armadas dirigió el golpe de Estado contra el presidente interino Roberto Urdaneta Arbeláez (que sustituía a Laureano Gómez desde 1951) y fue proclamado presidente de la República. Durante su mandato se produjeron abundantes disturbios, reprimidos con dureza, se cerraron periódicos, creció la deuda, aumentó la corrupción y se realizaron importantes obras públicas.

Fue derrocado por un levantamiento popular en 1957 y se exilió. Regresó un año después y fue condenado a la pérdida de sus derechos políticos y de su rango militar, pero quedó rehabilitado en 1967. Fundó el partido ultraderechista Alianza Nacional Popular (ANAPO) en 1965 y estuvo a punto de ganar las elecciones de 1970. Sus numerosos seguidores no aceptaron el resultado electoral y hubo que proclamar el estado de sitio. Murió en 1975 en Melgar.

5.2 Pacto Andino

Pacto Andino, programa político común acordado por los países firmantes del Acuerdo de Cartagena (1969), que dio lugar a la fundación del Grupo Andino (rebautizado en 1996 con el nombre de Comunidad Andina).

Cartagena, Acuerdo de, tratado firmado en 1969 por Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú en la ciudad colombiana de Cartagena, con el fin de crear un mercado común de ámbito regional. Sus resultados fueron la conclusión de un programa de política común (el Pacto Andino) y la integración de los países firmantes en el denominado Grupo Andino (desde abril de 1996 rebautizado como Comunidad Andina).

Los objetivos iniciales consistían en erradicar por completo los aranceles entre los países firmantes y la creación de un único Arancel Externo Común (AEC) frente a terceros. Venezuela se adhirió en 1973, pero el Grupo sufrió la baja de Chile en 1976 como consecuencia de las nuevas directrices políticas implantadas por Augusto Pinochet, jefe del Estado chileno desde 1973. A pesar de tener que enfrentarse a importantes problemas (sobre todo debido a las frecuentes tensiones territoriales entre Ecuador y Perú), el Acuerdo mantiene sus objetivos.

Comunidad Andina, organización internacional del ámbito sudamericano conocida por el nombre de Grupo Andino hasta abril de 1996, fecha en que su última Asamblea General cambió su denominación de Grupo por el de Comunidad. La finalidad de la Comunidad Andina es facilitar el desarrollo de los estados miembros a través de la cooperación económica y social.

El Grupo Andino fue creado en 1969 por el Acuerdo de Cartagena, y en 1994 englobaba a Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela y Perú, habiéndose visto modificada su estructura primigenia tras la adhesión de Venezuela en 1973 y la retirada de Chile en 1976. La autoridad suprema de la Comunidad la constituye una Comisión, formada por un representante de cada país. La presidencia es rotatoria y varios órganos subsidiarios coordinan la política relativa a cuestiones como el comercio, la industria, el turismo, el intercambio monetario, la planificación financiera y la legislación.

En 1984 se lanzó una moneda única, en un esfuerzo por reducir la dependencia con respecto al dólar estadounidense. Algunos de los más ambiciosos programas del grupo, como el establecimiento de una unión aduanera, fueron modificados por el Protocolo de Quito de 1987. Más tarde, en la cumbre celebrada en mayo de 1991, se acordaron tres importantes compromisos: crear un mercado común andino, que entraría en vigor en 1995; introducir el sufragio universal para elegir al Parlamento Andino; y otorgar a los países miembros la igualdad de derechos en lo concerniente al espacio aéreo y aeropuertos enmarcados dentro del territorio del grupo. Su sede se halla en Lima, capital de Perú.

5.3 Concluye el Frente Nacional

A finales de 1958 el candidato liberal Alberto Lleras fue reelegido presidente (lo había sido ya entre 1945 y 1946). La coalición liberal-conservadora trajo cierta estabilidad a Colombia durante la década de 1960. La coalición tenía la mayoría en ambas cámaras del Congreso, pero rara vez podía ganar las dos terceras partes requeridas en ambas para llevar adelante proyectos legislativos. Por ello, el gobierno frecuentemente caía en periodos de inactividad.

El presidente Guillermo León Valencia, candidato conservador elegido en 1962, declaró el estado de sitio el año siguiente con el fin de vencer el desacuerdo político. Bajo el mando del presidente Carlos Lleras Restrepo, candidato liberal que sucedió a Valencia en 1966, se continuó gobernando mediante decretos. En las elecciones de 1970 el Frente Nacional derrotó a la oposición del anterior dictador Rojas Pinilla y se eligió a Misael Pastrana Borrero como presidente.

Cuando la coalición llegó a su fin en 1974, se eligió como presidente al liberal Alfonso López Michelsen, aunque se concedieron ciertos cargos del gabinete a los conservadores. El alto nivel de desempleo persistió y se produjeron incidentes a causa del descontento de trabajadores y estudiantes, así como la actividad aislada de grupos guerrilleros. En 1978, en unas elecciones caracterizadas por el bajo número de votantes, otro liberal, Julio César Turbay Ayala, ganó la presidencia por un margen muy estrecho; posteriormente llamó a cinco conservadores para que participaran en su gabinete.

Hacia el año 1979, los insurgentes izquierdistas habían adquirido más fuerza conforme el Ejército fracasaba en sus intentos por vencerlos. Un año después, un grupo guerrillero ocupó la embajada dominicana en Bogotá durante 61 días, reteniendo a numerosos diplomáticos extranjeros como rehenes.

El candidato conservador, Belisario Betancur, anterior ministro de Trabajo, ganó las elecciones presidenciales de 1982, estableciendo una ley de amnistía que afectó a numerosos guerrilleros; en mayo de 1984 se anunció la tregua acordada entre el gobierno y los grupos rebeldes. Ese mismo mes, Betancur tomó medidas enérgicas contra el floreciente tráfico de drogas en el país.

Sin embargo, durante 1985 las organizaciones guerrilleras recuperaron su fuerza y la lucha contra el narcotráfico fue perdiendo su ímpetu inicial conforme los traficantes de drogas y los rebeldes unían sus fuerzas en varias regiones. En noviembre de ese año las tropas del gobierno y la guerrilla se enfrentaron en un violento combate después de que grupos guerrilleros tomaran el Palacio de Justicia en Bogotá e hicieran rehenes a docenas de personas. Al final del sitio habían muerto un centenar de personas, entre las que se encontraba el presidente de la Corte Suprema y otros diez magistrados.

Para añadir aún más dramatismo a la situación del país, a finales de ese mes una avenida de lodo volcánico del Nevado del Ruiz provocó la muerte y la desaparición de 25.000 personas.

Los liberales ganaron las elecciones de 1986 y Virgilio Barco Vargas, su máximo dirigente, se convirtió en presidente el 7 de agosto. En agosto de 1989, respondiendo a la ola de asesinatos en los que estaban implicados los cárteles de la cocaína de Colombia, el gobierno arrestó a más de 10.000 personas y confiscó las propiedades de presuntos traficantes de drogas.

5.4 Virgilio Barco es elegido nuevo presidente

Barco, Virgilio (1921- ), político colombiano, presidente de la República (1986-1990). Nació en Cúcuta. Miembro del Partido Liberal, desempeñó diversos cargos entre 1958 y 1969: ministro de Obras Públicas con Alberto Lleras Camargo (1958-1962), embajador en Gran Bretaña, ministro de Agricultura con Guillermo León Valencia (1962-1966) y alcalde de Bogotá (1966-1969). Nombrado embajador en Estados Unidos en 1977, regresó a Colombia pocos años después para preparar su carrera hacia la presidencia.

En 1986 fue elegido presidente del país y durante su mandato hubo de enfrentarse a la actividad guerrillera, por un lado, y por otro al terrorismo de los narcotraficantes. A pesar de algunos acuerdos logrados con la guerrilla y a la lucha contra el narcotráfico, los logros de la deseada pacificación fueron muy precarios.

5.5 Nueva constitución política

Durante el siglo XX, los partidos políticos tradicionales, la oposición política de izquierda, la insurgencia armada y las disidencias políticas constituidas como "terceros partidos", cuestionaron y trataron de reformar la Constitución Política de 1886. Las transformaciones sociales y económicas del país, la violencia social y política, y la indiferencia ciudadana frente al Estado y la democracia, habían llevado a nuestro país a límites peligrosos de ilegitimidad.

Entre 1910 y 1954, diferentes gobiernos adelantaron reformas a la Carta de 1886 con el fin de reducir la duración de la presidencia, de incorporar nuevos derechos económicos y sociales, de modernizarla administrativamente y de adaptarla a nuevos proyectos económicos y políticos. Desde 1957 el proceso reformista y sus obstáculos le dieron un giro decisivo a nuestra historia contemporánea.

Ese año, por medio de un plebiscito, se dio vida constitucional al Frente Nacional. En esta oportunidad los partidos tradicionales introdujeron, en medio de la expectativa general de la sociedad por la pacificación nacional, la prohibición de reformar la Constitución por vía plebiscitaria.

En 1968, el gobierno de Carlos Lleras Restrepo logró sacar ade lante una reforma constitucional, fortaleciendo la autoridad presidencial dencial, con amplias facultades para intervenir en la economía del país, y con una enorme influencia sobre el Congreso de la República. En 1977, el presidente Alfonso López Michelsen propuso una reforma constitucional más; planteó la urgencia de la descentralización administrativa, la reforma de la justicia, y la creación de una Corte Constitucional; sin embargo, la propuesta fracasó.

El proceso se aceleró con el asesinato de Luis Carlos Galán, en agosto de 1989; en marzo d 1990, y gracias a la convergen cia de un movimiento estudian til surgido como protesta freni. a la crisis, de la intervención de los principales medios de comu nicación y de sectores de los partidos tradicionales y de la oposición, los colombianos vota ron la séptima papeleta, que convocaba al constituyente primario a manifestarse a favor de una reforma.

Con las elecciones para presidente, en mayo de 1990, se votó afirmativa y copiosamente en pro de la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente. Sus principales promotores llamaron la atención sobre la imposibilidad de que el Congreso hiciera la reforma, la importancia de renovar la "clase política" tradicional y el hecho de que todos los colombianos se encontraran alrededor de una causa que debía sacar al país de la crisis, con la ampliacion de sus derechos, la modernización del Estado y el fortalecimiento de la justicia.

El ambiente no podía ser más tenso y crítico: en marzo había sido asesinado el candidato presidencial de la Unión Patriótica, Bernardo Jaramülo; poco tiempo después, en mayo, lo fue Carlos Pizarro Leongómez, candidato presidencial y dirigente del M-19.

El 9 de diciembre de 1990 los colombianos que respondieron a la convocatoria, eligieron 70 constituyentes que se encargaron de estudiar, debatir y redactar la Nueva Constitución Política de Colombia. Se presentaron 116 listas que recogieron a partidos y movimientos políticos. A pesar de ello, el porcentaje de abstención electoral fue enorme: 75.34%. Pero, frente a este hecho, se rescató la tendencia del voto de opinión, liberado de las maquinarias partidistas y a favor de la expresión de su malestar e inconformidad, y de su convicción por el cambio pacífico. Contribuyó enormemente a ello, la introducción del tarjetón electoral.

El 5 de febrero de 1991 se instaló la Asamblea Nacional, cuyo trabajo se organizó en cinco comisiones, a saber: la Comisión I, integrada por 17 miembros, se encargó de los "Principios, derechos, deberes, garantías y libertades fundamentales, mecanismos e instituciones de protección, participación democrática, sistema electoral, partidos políticos, estatuto de la oposición, mecanismos de reforma constitucional".

La Comisión //, integrada por 13 miembros, se encargó del "Ordenamiento territorial, del Estado, la autonomía regional y local". La Comisión III con 17 miembros, se encargó de los siguientes temas: "Gobierno y Congreso, fuerza pública, régimen de estado de sitio, relaciones internacionales". La Comisión IV, integrada por 9 miembros, lo hizo de la "administración de justicia y del ministerio público"; y la Comisión V, con 18 miembros, de los "asuntos económicos, sociales y ecológicos"

.La Constitución se proclamó y se firmó en una ceremonia transmitida a todo el país por los canales de televisión y emisoras de radio, el 4 de julio siguiente. Tiene 13 títulos y 380 artículos, e introdujo 8 capítulos de disposiciones transitorias que contenían 59 artículos.

Los principios constitucionales reconocieron los mecanismos para que la democracia se hiciera realidad. No sólo quiere decir que los colombianos debemos y podemos participar electoralmente, sino que también podemos ejercer nuestra soberanía a través de varios mecanismos de participación ciudadana, tales como el plebiscito, el referendo, la consulta popular, el cabildo abierto, la iní ciatipa legislativa y la revocatoria del mandato (art. 103 de la Constitución de 1991).

Esta convocatoria a la participación democrática aspiraba a involucrar a los trabajadores en la gestión de las empresas, y a la comunidad educativa en la dirección de las instituciones de educación. La sociedad estaría, en consecuencia, en capacidad de vigilar, sancionar e intervenir, con base en el ejercicio de las libertades consagradas por la Constitución, en la orientación económica y social de su barrio, ciudad, región y país.

Las posibilidades reales del ejercicio pleno de la democracia política y del compromiso del ciudadano con su país y su comunidad, necesariamente descansa en la existencia de condiciones sociales y económicas; la Constitución encargó al Estado la responsabilidad de garantizar esos derechos, los cuales apuntan al bienestar de los colombianos: empleo, servicios públicos, protección de la familia, derechos de la mujer, los niños, los adolescentes y los ancianos, la salud y la educación.

En conjunto, todo ello quiere decir que el Estado, en nuestro país, adquirió una enorme responsabilidad y función social: estar al servicio y bienestar de la comunidad, promover su prosperidad y asegurar la justicia y equidad, para lo cual debe, en primera instancia, garantizar la satisfacción de las necesidades básicas de los colombianos.

Las posibilidades de ejercer la democracia, con base en las libertades consagradas, se concretarían en la transformación de los cuerpos colegiados, en la elección popular y directa de Alcaldes, Gobernadores, Vicepresidente y Presidente, en la consagración del Estatuto de la Oposición, la institucionalizacion de los partidos políticos, el ejercicio de los organismos de control público, la reforma del sistema jurisdiccional y la reorganización de las entidades territoriales.

Uno de los escenarios más importantes para construir la democracia participativa fue el municipio, revitalizando con nueva vida a través de la participación popular y de la introducción del voto programático.

Este mecanismo garantiza que la responsabilidad del municipio sea colectiva, es decir, que comprometa tanto a los funcionarios elegidos —sea Alcalde o Gobernador— como a los electores, o sea, a los ciudadanos, quienes podemos y debemos evaluar la gestión y el cumplimiento de los compromisos adquiridos por esos funcionarios.

5.6 Colombia: visita de Clinton en apoyo al Plan Colombia

El 30 de agosto, un día antes de que comenzara una cumbre que reunió a 12 jefes de Estado de países de América del Sur, el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, viajó a Colombia para impulsar el llamado Plan Colombia, la estrategia diseñada por el presidente Andrés Pastrana para acabar con el narcotráfico y la guerrilla, y fomentar el desarrollo económico, institucional y social de su país. El gobierno estadounidense ha contribuido a dicho plan con 1.300 millones de dólares, fundamentalmente en ayuda militar. La mayor parte de esta ayuda se destinará a la fumigación de cultivos ilícitos y a la destrucción de laboratorios clandestinos para el procesamiento de la droga.

La visita de Clinton generó numerosas protestas en Colombia. Organizaciones no gubernamentales, diversos sectores sociales y la propia guerrilla expresaron su temor a que con el plan, tal y como ha sido concebido, se produzca de hecho una intervención militar estadounidense que llevaría a la intensificación de los enfrentamientos armados y a la "vietnamización" del conflicto.

Países vecinos a Colombia, como Brasil, Venezuela y Perú, manifestaron también su preocupación por la posible extensión del conflicto, la previsible llegada de refugiados a sus fronteras y los posibles efectos medioambientales que pueda acarrear la fumigación de las plantaciones de coca.

(Para más información, véase el artículo de julio de 2000 "Colombia: apoyo económico internacional al Plan Colombia".)

Carlos

Partes: 1, 2
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