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Donación de órganos


Partes: 1, 2

    1. Prólogo
    2. Marco teórico
    3. Donación de órganos en el Perú
    4. Conclusiones
    5. Bibliografía

    PRÓLOGO

    La salud es el regalo más preciado de la vida, sin esta es difícil disfrutar al máximo todos los acontecimientos especiales en los que ríes, juegas amas, sientes, sueñas, anhelas, viajas y demás momentos que se nos presentan en la vida.

    Para quien goza de buena salud es casi imposible percibir el dolor, ansiedad, depresión e impotencia que padece un enfermo; lo que si es imposible de creer es que existiendo la manera de salvar múltiples vidas, esta oportunidad se desperdicie por falta de información o desconfianza, al negarnos a donar nuestros órganos a nuestra muerte o a la muerte de algún familiar, sin pensar que un ser querido nuestro o nosotros podríamos estar en la misma situación de ese enfermo, en un futuro.

    Donar o recibir un órgano parece estar lejos de nuestro entorno cuando en nuestra vida todo marcha bien con nuestra salud y la de nuestra familia, pero es bien conocido que la salud no es para siempre y que no estamos exentos a perderla, es por eso que en este trabajo quiero hablar sobre lo que es y significa la donación de órganos. No es un simple problema de doctores y algunos enfermos; esto es un problema de carácter moral que envuelve a toda la sociedad, y debido a que concierne a la sociedad, concierne de igual manera a las leyes que nos rigen.

    CAPÍTULO I

    MARCO TEÓRICO

    • CONCEPTO

    La donación de órganos se percibe en abstracto como un acto que ocurre cuando una persona fallece; la donación y el trasplante de órganos son percibidos como experiencias ajenas a su propia realidad, que denota su desconocimiento hacia este tipo de procesos. Es algo que sucede en la vida de los otros y no creen que todos y cada uno de nosotros o de nuestros seres queridos estamos expuestos tanto a requerir un trasplante como en un momento dedo a ser candidatos a donadores. La necesidad de un órgano o el ser donadores se percibe más como un problema individual o de una familia en especia que como un problema social.

    A groso modo, distinguen do clases de donaciones; la donación en vid, que resulta conocida por las donaciones de sangre, y la donación al termino de la vida.

    El concepto muerte cerebral, el cual se confunde con otros diagnósticos que son del conocimiento popular a través de películas, cuentos o experiencias cercanas son: "entro en coma", "esta descerebrado", "quedo en estado vegetal" o "se recupero después de estar en coma" que suscitan las mas diversas y controvertidas respuestas con las cuales se fortalecen los mitos y la ignorancia acerca de otro tipo de muerte de la convencionalmente conocida.

    Al referirnos al tema de donación de órganos surgen miedos y dudas. Algunos de los miedos que podrían traer la obligación legal de donar nuestros órganos a nuestra muerte sería que ya nosotros no somos dueños de nuestro propio cuerpo, que nuestros derechos tal vez podrían ser violados

    Pero ¿qué tan real sería esto? ¿Podría afectar a nuestra vida el hecho de saber que a nuestra muerte sea obligatorio donar nuestros órganos?

    Esto no debería causarnos temor ya que nuestros derechos de la personalidad culminan con la muerte además de que al suceder ésta, nuestra conciencia termina.

    Lo que sí nos debería de preocupar es el peligro latente de ser presa de un tráfico de órganos, de ser asesinados tal vez solo para obtener un órgano que, si todos en la sociedad donaran a su muerte no tendrían necesidad de hacerlo.

    Este problema debería ser 100% moral pero a medida que va pasando el tiempo nos damos cuenta de que necesitamos una solución rápida a estos problemas, una solución que involucre a todos como sociedad.

    Es por esto que tal vez sea necesario hacer obligatorio la donación de órganos a la muerte de las personas y que aparte de ser una esperanza de vida para muchos enfermos, seria la salvación de otros tantos que están o podrían estar en la mira de despiadados traficantes de órganos.

    Un trasplante es la sustitución de un órgano o tejido que ya no funciona con el objetivo de restituir las funciones perdidas. En muchos pacientes, el trasplante es la única alternativa que puede salvarle la vida y recuperar la calidad de la misma. Los trasplantes de órganos constituyen un logro terapéutico, vinculado históricamente al propio desarrollo cultural de la Humanidad y al deseo de perpetuarse y de alcanzar la inmortalidad.

    Pueden necesitar un órgano las personas con insuficiencia renal, hepática, cardiaca, pulmonar, ceguera, leucemia, etc., en fase terminal e irreversible, quienes tienen la esperanza de recibir un órgano o tejido para poder ampliar su esperanza de vida. Un familiar tuyo o tú mismo pueden necesitarlo o ser beneficiados por un trasplante. Y se obtienen de vivos relacionados: padres, hijos, tíos, hermanos, etcétera y de personas que en vida han decidido que después de su muerte sus órganos y tejidos salven o mejoren la vida de otros.

    Los donadores pueden ser personas vivas, quienes solamente pueden donar aquellos órganos que no afecten las funciones que requiere el organismo para mantener un buen estado de salud.

    También existen donantes de órganos de cualquier edad, que a causa de traumatismos y hemorragia cerebral, etcétera, fallecen en un hospital con problemas que afectan directamente al cerebro provocando el estado que se conoce como muerte cerebral que es muerte total e irreversible a pesar de que el corazón sigue latiendo.

    La muerte cerebral es el estado fisiológico que se caracteriza por ausencia completa y permanente de conciencia, de respiración espontánea y de los reflejos de los pares craneales y medulares; falta de percepción de los estímulos externos; atonía de todos los músculos. Todo ello debido a la pérdida de la función cerebral lo que constituye muerte total e irreversible pero con corazón latiente y respiración sostenida por un respirador mecánico.

     

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