- Conceptos de edición
- La computadora como instrumento de trabajo
- El corrector ortográfico y presentación preliminar
- Guardar el documento
- Documentos tipo memoria
- Encabezados y pies de página.
- Justificación del texto y división de palabras
- La barra de dibujo
- Estilos
- Tablas
- El editor gráfico
- Imágenes en un documento
- Filigranas
- Textos llamativos
- Macros
- Hojas de cálculo
- Bases de datos
- Bibliografia
Hasta hace relativamente poco tiempo, para escribir una carta se utilizaba un lápiz y una cuartilla de papel. Sin embargo, este método de comunicación escrita plantea bastantes problemas en cuanto a la interpretación de los caracteres. Cada persona tiene un tipo de letra particular y esto hace que la lectura de un texto no sea todo lo rápido que se quisiera, a veces se llega hasta el punto de no entender el significado de ciertas palabras. Para evitar este problema surgieron las máquinas de escribir, que utilizan un conjunto de caracteres estándar. De esta forma se consiguió uniformidad en el texto escrito. Esta máquina ha supuesto un gran avance en la comunicación escrita, pero en la actualidad la tendencia es la de sustituirla por un programa de computadora que facilite este trabajo.
Entre las ventajas de utilizar las computadoras hay que destacar una fundamental, que es la de permitir guardar el texto escrito en un fichero que se puede recuperar posteriormente para realizar las modificaciones oportunas. Una vez escrito el texto se pueden hacer tantas modificaciones como se quiera e imprimir el número de copias que se necesiten. Lo importante ahora es: ¿cómo utilizar las computadoras para escribir texto? Para responder a esta pregunta se analizará el proceso que hay que seguir para escribir una carta sencilla.
Cuando las personas escriben un texto a mano aplican muchos conceptos de composición de textos de forma mecánica, sin tener conciencia de lo que hacen. Los mecanismos intelectuales automáticos de las personas se encargan de hacer el trabajo, sin que ellas se den cuenta.
Al utilizar un «artefacto mecánico» para escribir un texto, por ejemplo una computadora, sucede lo contrario: hay que darse cuenta de lo que se quiere hacer para lograr que la máquina lo haga. Dado que la máquina desconoce los propósitos y mecanismos automáticos del usuario, es incapaz, por sí sola, de lograr el resultado deseado. Hay que decirle qué tiene que hacer. De ahí la importancia de consolidar los conceptos de composición para luego ser capaz de aplicarlos con la computadora.
Los conceptos de edición que subyacen en este documento son: bloque de texto, márgenes, alineación, tipos de letra y espacio interlineal.
Bloque de texto. Es un conjunto o una agrupación de caracteres, palabras, frases o párrafos, que se delimita para realizar algunas operaciones, como cortar, copiar, mover, etc.
Márgenes. Son los espacios vacíos que quedan entre los extremos del papel y la zona reservada para la escritura. Los tipos de márgenes que hay son: superior, inferior, derecho e izquierdo. Cumplen una función estética y práctica. Estética, porque así está establecido por los cánones de escritura de documentos, y práctica, para que pueda leerse el texto cuando esos documentos se encuadernen, archiven, etc.
Alineación. Cuando todos los renglones de un párrafo terminan en una misma línea vertical se dice que hay alineación a la derecha y cuando todos los renglones de un párrafo empiezan en una misma línea vertical se dice que hay alineación a la izquierda, siendo ésta la alineación que tiene definida la computadora por omisión. Sirve para presentar el texto de una manera más agradable a la vista. También existe otro tipo de alineación, que consiste en la alineación a la izquierda y a la derecha a la vez, a la que se denomina justificación.
Tipos de letra. Son las distintas formas que pueden adoptar las letras. Se enumerarán algunos tipos de letras, entre ellos se presentanName=g348; HotwordStyle=BookDefault; : Arial, Times y Courier, que son las más habituales.
Espacio interlineal. Es el espacio en blanco que hay entre dos líneas escritas de un texto. Sirve para hacer legible el texto, ya que si no fuese así las letras se juntarían y no se podrían leer.
La Computadora como Instrumento de Trabajo
Una vez vistos algunos de los conceptos de edición, se analizarán las características de la computadora como nuevo instrumento de trabajo. El software que permite a la computadora la composición y el tratamiento de textos es lo que se conoce como procesador de textos. En el mercado existen numerosos procesadores de textos, como Wordstar, Wordperfect, Amipro, Word, etc. Todos ellos tienen la misma finalidad y, aunque entre ellos existen diferencias, hacen básicamente lo mismo. Las diferencias radican en la forma en que realizan las distintas tareas.
Se ha elegido el procesador de textos Word 6.0 para analizar el proceso que hay que seguir para escribir una carta, por ser el más usado.
Si se hace una analogía con la máquina de escribir se ve que, a grandes rasgos, existen tres partes: un lugar para el papel donde se escribirá, un teclado para escribir el texto, y botones y palancas para poder aplicar algunos conceptos de la edición de textos: los márgenes, el espacio interlineal, los tabuladores y otros. Como la computadora tiene muchas más posibilidades de hacer cosas, tiene también muchos más «botones y palancas» que la simple máquina de escribir. Las posibilidades han aumentado tanto que al manejar un procesador de textos se puede dejar atrás el trabajo de mecanógrafa o mecanógrafo para convertirse en editoras o editores potenciales de libros, revistas, periódicos o cualquier otro tipo de material impreso.
Aprender este nuevo trabajo requiere estudiar, primero, qué se hace en la edición de textos y, después, aprender a dialogar con el procesador para lograr lo que se quiere hacer. Dialogar significa efectuar acciones sobre los botones, palancas, menús del procesador, interpretar sus respuestas, ejecutar otras acciones, volver a interpretar las respuestas, y así sucesivamente.
Las pantallas de edición de los procesadores de texto constan de una zona de escritura llamada pantalla o ventana de edición, que correspondería a la hoja de papel en el método manual; el cursor o punto de inserción de caracteres que se mueve a medida que se insertan caracteres, y rodeando a la ventana, una zona de diálogo donde la persona se comunica con la computadora.
La zona de diálogo la componen la regla, semejante a la de la máquina de escribir, que permite apreciar la distancia que existe en los márgenes; la barra de herramientas general, llamada barra de herramientas Estándar, porque dispone de botones con los que acceder rápidamente a distintas funciones y utilidades que dispone el procesador; la barra de herramientas para formatos, llamada barra de herramientas Formato, ya que dispone de botones para aplicar distintos tipos de formato al documento, y las barras de desplazamiento, utilizadas para mover verticalmente el documento, así como lo hace la rueda de carro de la máquina de escribir. El movimiento vertical permite cambiar de hoja automáticamente al llegar al límite de la página.
La alineación a la izquierda no es necesario ponerla porque es la que define el procesador por omisión.
La alineación a la derecha se consigue al pulsar con el ratón el botón de la barra de herramientas Formato que muestra un conjunto de líneas alineadas por la derecha.
La alineación al centro, de igual forma que el anterior.
Se observa, además, que el nombre de la empresa aparece subrayado y con un tipo de letra mayor que el resto de la carta. Además, la separación de esta línea con respecto a la siguiente es mayor que la que existe en el resto del documento.
El subrayado se consigue pulsando el botón correspondiente que aparece en la barra herramientas Formato.
El tipo de letra y el tamaño se pueden modificar si se hace clic con el ratón en el botón que indica «Fuente» al posicionarse sobre él. En este momento aparece un menú desplegable con todos los tipos de letra que se pueden elegir. Para seleccionar un tipo de letra determinado hay que situarse sobre él utilizando las fechas de cursor o el ratón. Una vez elegido se pulsa la tecla de aceptación «INTRO» o se hace doble clic con el ratón sobre el tipo de letra seleccionado.
El doble clic consiste en pulsar dos veces seguidas el botón izquierdo del ratón en un breve espacio de tiempo. Este puede ser modificado por el usuario y, por omisión, suele ser medio segundo. Para seleccionar el tamaño de la letra se procede de una forma similar. En este caso se pulsa el botón que indica «Tamaño fuente».
Este procesador permite subrayar, de forma simple, doble, punteada e incluso subrayar únicamente las palabras saltándose los espacios en blanco. Hay diferencias entre subrayar antes de escribir el texto y hacerlo después de escrito. Para hacerlo antes de escribir el texto, hay que dar la orden, después escribir lo que se quiera subrayar, y por último, quitar la orden; si no se quita, todo lo que se escribe queda subrayado. Para hacerlo después de estar escrito el texto, hay que seleccionar lo que se quiere subrayar y dar la orden.
Como siempre hay una forma de realizar la tarea, en este caso subrayar, usando la vía del menú: usando «Fuentes» del menú «Formato» y eligiendo el tipo que se desee en la opción «Subrayado». Pero como subrayar es una tarea frecuente, también debe encontrarse una vía alternativa en la barra de herramientas (menú de acceso rápido) pulsando el botón de la barra de herramientas Formato correspondiente.
El encabezado presenta un interlineado distinto al resto del documento. Para modificarlo hay que seleccionarlo y luego escoger en el menú «Formato» la opción «Párrafo», dentro del cuadro de diálogo que aparece hay que pulsar la pestaña de «Sangría y espacio» y aparecerá un cuadro de diálogo que permite elegir uno de los siguientes interlineados: sencillo, 1,5 líneas, doble, mínimo, exacto y múltiple. Una vez elegido el nuevo interlineado hay que pulsar el botón de aceptación que aparece en dicho cuadro y las modificaciones se harán de forma inmediata.
Cuando se selecciona la opción «Preparar página» del menú «Archivo» aparece la ventana donde se pueden modificar los Márgenes, Tamaño de papel, Fuente del papel y Diseño de página. Al marcar la pestaña «Márgenes», se visualizan los márgenes que existen en el documento y, actuando sobre cada uno de ellos, se puede modificar su valor.
Las medidas pueden venir definidas en centímetros, puntos, picas y pulgadas. Si se quiere cambiar las unidades de medida hay que seleccionar «Opciones» del menú «Herramientas» en la pestaña de nombre «General».
Si solamente se quieren definir los márgenes derecho e izquierdo, entonces se puede hacer de una forma más directa: moviendo los límites de escritura sobre la regla, de manera semejante a la máquina de escribir. Se coloca el puntero del ratón en el límite y con el botón izquierdo pulsado, se arrastra hasta conseguir el margen deseado. Para ajustar los márgenes de esta manera se requiere habilidad en el manejo del ratón; sólo hay que entrenar.
Para poner el sangrado de la primera línea hay que seleccionar la opción «Párrafo» del menú «Formato» y luego pulsar la pestaña correspondiente a «Sangría y espacio». La ventana aparece, y en ella se puede modificar su valor y después se elige «Primera línea» en el menú desplegable «Especial».
Para poner el sangrado de la primera línea hay que tener en cuenta si se hace antes de escribir el texto o si se hace una vez que éste esté escrito. Si se define antes de escribir el texto el cursor se coloca automáticamente en el lugar definido, y así para todos los párrafos. Si se define después de estar escrito el texto, automáticamente se desplaza la primera línea tantos lugares como se hayan definido, independientemente de donde esté situado el cursor en el párrafo. En ambos casos no es necesario pulsar la tecla de tabulación para colocar el cursor en el lugar definido. El sangrado se hace a nivel de párrafo, por lo que no es necesario seleccionar todo el párrafo.
Esta operación requiere un poco más de habilidad con el ratón que la de los márgenes porque hay que mover un elemento más pequeño. El mismo efecto se puede conseguir utilizando tabuladores. ¿Qué son y para qué sirven los tabuladores? Son distintas posiciones que permiten presentar el texto en columnas. De la misma forma que un párrafo normal, puede presentar distintos tipos de alineación. Normalmente se utilizan para escribir listas con números, fechas, lugares, etc.
Ahora se pasará a analizar los problemas que presenta el documento en cuanto a párrafos repetidos y en desorden. Se podría pensar que la forma de solucionarlo es borrar el párrafo y copiar de nuevo, en el lugar correcto, los bloques descolocados. Pero éste no es el método, ya que se pierde mucho tiempo. Para evitarlo, el procesador dispone de opciones para poder mover, copiar y borrar bloques de texto fácilmente.
Cuando se utilizan las funciones de copiar y cortar, el texto que se ha cortado o copiado queda almacenado en el portapapeles. Desde el portapapeles puede incluirse en el lugar que se quiera en el documento mediante la función pegar.
Para mover un bloque que se encuentra mal situado en el documento, el bloque «En virtud…», primero se selecciona el párrafo a mover, después con el botón derecho del ratón, si se mantiene el puntero sobre el texto seleccionado, saldrá un menú con las tareas más habituales que se realizan con los bloques seleccionados, entre las que está «Cortar». O si se prefiere se puede seleccionar el botón correspondiente de la barra de herramientas Estándar.
Para copiar o duplicar un bloque se selecciona lo que se quiere copiar y se elige «Copiar en el menú» que aparece pulsando el botón derecho del ratón. O, como en el caso anterior, con la barra de herramientas Estándar. Para insertar el texto que se ha copiado en el lugar que se quiera, se situará primeramente el cursor y después se elegirá la opción «Pegar en el menú» que aparece al pulsar el botón derecho del ratón.
Para borrar un bloque se selecciona y luego se pulsa la tecla «Supr». En este caso, el bloque que se quiere borrar es el que comienza «Por lo cual…», en el párrafo tercero.
Una de las diferencias entre una máquina de escribir y un procesador de textos es la forma en la que se almacena el documento. En la máquina de escribir el texto escrito aparece en el papel a medida que se insertan los caracteres. En los procesadores está dentro de la computadora; por tanto, para sacarlo en papel se necesita una impresora. El procesador permite obtener una copia utilizando la opción «Imprimir». Pero, antes de imprimirlo, se debería comprobar que no existen faltas de ortografía ni palabras mal escritas. Para ello se pasará un corrector ortográfico.
El Corrector Ortográfico y Presentación Preliminar
Corrector Ortográfico
A esta opción se puede acceder pulsando directamente el botón de la barra de herramientas Estándar o seleccionando la opción «Ortografía» del menú «Herramientas» y aparece el cuadro de diálogo.
Los botones cambian de función a medida que va avanzando el corrector ortográfico. Por ejemplo, el botón Empezar se sustituye por Ignorar una vez que se pulsa para indicar que se comience la revisión. La herramienta ortográfica dispone de las principales utilidades.
El procesador puede corregir las palabras mal escritas porque dispone de unas fuentes iniciales que permiten hacer las comprobaciones ortográficas. Estas fuentes son los llamados diccionarios principal y el personal, en caso de que se haya creado.
Cambiar: El procesador ha encontrado una palabra incorrecta o que no conoce y muestra una serie de opciones de palabras que pueden ser las adecuadas. Con esta opción la palabra seleccionada por el corrector se sustituye por la que aparece en «Cambiar por» y pasa a la siguiente palabra mal escrita. Si se pulsara «Cambiar todo», la palabra sería sustituida tantas veces como aparezca en el documento. Si en «Cambiar por» no se pone ninguna palabra aparecerá la opción «Eliminar» y «Eliminar todo», que tiene la misma función pero con la variante de que suprime la palabra encontrada.
Ignorar: La palabra no se encuentra en el diccionario y esta opción no corrige dicha palabra ni la agrega al diccionario. En «Ignorar todo» se especifica que si aparece en la sesión actual no se volverá a cuestionar.
Cambiar: La palabra se sustituirá por la que se inserte en «Cambiar por», pero si se elige «Cambiar todo» no sólo se cambiará esa palabra encontrada, sino todas la veces que aparezca en el documento.
Agregar: Agrega la palabra encontrada al diccionario seleccionado en «Agregar palabras a».
Deshacer: Deshace la última modificación ortográfica efectuada.
La ventana que aparece cuando se selecciona la opción «Imprimir» del menú «Archivo». Las opciones que presenta son:
Impresora: Ofrece las posibilidades de elegir, entre los tipos de impresoras que están instaladas, la que se va a utilizar.
Opciones: Se puede elegir el número de copias que se quieren sacar, invertir el orden por el que empieza a imprimir, elegir el modo borrador para economizar la tinta de la impresora, etc.
Intervalo de páginas: Permite imprimir todo el documento o bien seleccionar parte de él. Se puede dar un rango de páginas consecutivas o bien el número de las páginas.
Por tanto, para imprimir la carta hay que seleccionar «Imprimir» del menú de «Archivo», elegir las opciones deseadas y pulsar «Aceptar». Si se quiere imprimir con las opciones que aparecen por omisión, se puede seleccionar el botón correspondiente a «Imprimir».
Presentación Preliminar
El procesador permite que se pueda comprobar el aspecto del documento antes de sacarlo por la impresora. Esto asegura que las opciones que se han elegido son las correctas. Para obtener la «Presentación preliminar» se elige justo esta opción en el menú «Archivo» o bien seleccionando el botón de la barra de herramientas Estándar.
Con el botón que tiene dibujada una lupa se puede aumentar la visión de la página. Para volver al modo normal se selecciona «Cerrar» en la nueva barra de herramientas que aparece en «Presentación preliminar».
Ahora sólo queda guardar el documento. Dentro de la computadora, cada documento tiene un nombre que lo identifica. Este está formado por ocho caracteres alfanuméricos para el nombre en sí, luego se pone un punto (.) y otros tres caracteres que forman la extensión del nombre. El nombre puede tener un número de caracteres entre uno y ocho. La extensión se utiliza para identificar el tipo de documento. Así, a los documentos de texto se les suele poner la extensión «DOC». Si se utiliza Windows 95 las cosas cambian, ya que permite dar nombres a los documentos utilizando más de ocho caracteres.
Para acceder al documento en ocasiones posteriores, una de las posibilidades es acordarse del nombre que se había dado, escribirlo en la ventana que aparece al seleccionar «Abrir» en el menú «Archivo» y pulsar «Aceptar». Suele suceder que no se sabe exactamente cuál es, pero sí se sabe parte del nombre. Entonces existe otro método que permite visualizar todos los nombres del documento que cumplan una determinada máscara. Si se sabe que el primer carácter del nombre empieza por «t» y tiene una extensión «doc», se introduciría la máscara «t*.doc». El carácter «*» sustituye a cualquier cadena de caracteres, y de esta forma se pueden visualizar todos los nombres de documentos que empiecen por «t» y tengan una extensión «doc». Entre ellos se encontraría «tuberías.doc».
No todos los documentos tienen las características de una carta como la que se ha analizado. Se tienen documentos sencillos, como cartas, instancias, certificados, memorias, informes, etc., y cada uno tiene su estilo para uniformar su aspecto.
En el documento se ha utilizado un amplio conjunto de conceptos de edición de textos que lo convierten en un documento complejo. Concretamente se han aplicado distintos tipos de letra (Arial, Times New Roman y Courier New); aspecto cursiva; distintos tipos de sangrado: sangrado de la primera línea, sangrado a la izquierda (sangría francesa), sangrado a la derecha y sangrado completo o total; encabezados, pies y numeración de página; definición y alineación de tabuladores; parte del texto está presentado en columnas por medio de los tabuladores; división de palabras; corrección de errores sencillos utilizando el corrector ortográfico, y un pequeño gráfico o dibujo, utilizando las herramientas de dibujo. El documento se analizará de forma gradual, de forma que al final de la exposición se tengan los conocimientos suficientes para poder realizar dicho documento.
Presenta tres tipos de letra diferentes: todo el documento está escrito en el tipo Courier New, excepto los datos de la última página que están en Arial y el texto de los recuadros en Times New Roman. En el ejemplo de la carta ya se han visto algunos tipos de letra. Las diferencias básicas de los tres tipos de letra más habituales, Times New Roman, Arial y Courier, son:
— Tamaño. No tienen la misma altura aun teniendo la misma medida (puntos) y lo mismo pasa con la anchura.
— El espacio que ocupan. Los tipos de letra se pueden clasificar en tipos no proporcionales o monoespaciadas y tipos proporcionales. En los primeros, todas las letras ocupan el mismo espacio, independientemente que sean más o menos grandes. Un ejemplo es el tipo de letra Courier. En los proporcionales cada letra ocupa un espacio proporcional al tamaño de la letra, así por ejemplo la «m» y la «i» no ocupan el mismo espacio. La «i» ocupará, más o menos, la tercera parte del espacio ocupado por la «m». Un ejemplo es la letra Arial.
— La forma del carácter. Hay letras que tienen distinta forma, pueden ser tipos con serifa y tipo sin serifa. La serifa lo constituyen rasgos (breves líneas horizontales) que se agregan en los extremos superiores e inferiores de las letras, que tienen componentes verticales, tales como Courier, Times New Roman, etc. Hay tipos de letra que no utilizan la serifa, como por ejemplo la Arial.
En un documento no se deben incluir más de tres tipos de letra distintos por razones de estética. Uno de ellos puede utilizarse en los títulos, otro en el texto normal y, el tercero, para los textos incluidos en gráficas, tablas, etc. En el documento no se ha seguido esto porque se pretende enfatizar claramente los distintos tipos de letra.
Hay documentos que usan tipos de letra determinados. Así los periódicos usan, por ejemplo, Times y Palatino. Los titulares usan Helvética. Las máquinas de escribir utilizan Courier y en las postales otros tipos más complejos, como la Swiss, Frankenstein, Stamp, etc.
¿Dónde se puede elegir el tipo de letra? Es una característica del texto, entonces debería estar en el menú «Formato». Al seleccionar «Fuente» aparece un cuadro de diálogo donde se puede seleccionar, aparte del tipo de letra, el estilo, tamaño de las letras, etc. Incluso se puede cambiar el color del texto en la opción de «Color». Sin embargo, como es una función que se va a usar muy a menudo, existe un botón en la barra de herramientas Formato. Ya se ha visto en el ejemplo de la carta cómo se puede seleccionar el tipo de letra utilizando dicho botón.
Para obtener distintos tipos de letra hay que tener en cuenta:
— Si el texto está escrito, primero se selecciona el texto que se quiere cambiar, después se indica el tipo deseado y, por último, se anula la selección del texto.
— Si el texto no está escrito, primero se indica el tipo de letra que se quiere utilizar, se escribe el texto y cuando se quiera cambiar a otro tipo de letra se repite el proceso.
Al final del documento aparece una tabla con datos dispuestos en columnas. Dichas columnas se han conseguido utilizando tabuladores.
De la misma forma que un párrafo normal, puede presentar distintos tipos de alineación. Los tipos de alineación son: a la izquierda, a la derecha, al centro y decimalName=g360; HotwordStyle=BookDefault; . Normalmente se utiliza para escribir listas con números, fechas, lugares, etc. Si se elige el tipo de alineación «Barra» para el tabulador, situará una línea vertical en la posición del tabulador. Esta línea irá creciendo verticalmente a medida que crezca el párrafo en que está definido ese tipo de tabulador.
La distancia que se toma por omisión entre tabuladores a partir del margen izquierdo es de 1,25 cm. Pero se puede dar el caso de que se quieran definir tabulaciones con un espaciado distinto entre ellos. Para ello se selecciona la opción «Tabulaciones…» del menú «Formato» y se indican las posiciones donde se quieren situar los distintos tabuladores. Se rellena el campo «Posición» y se elige el tipo de alineación y relleno. El relleno se refiere a los caracteres que se introducirán en el documento hasta alcanzar la posición del tabulador.
Otra posibilidad es realizar un clic, con el botón izquierdo del ratón, en la regla que aparece al principio del documento. Para seleccionar el tipo de alineación se hace clic en el botón que aparece en la intersección de la regla vertical y horizontal. Por cada clic se cambia el tipo de tabulador, que se introducirá posteriormente al pulsar con el ratón dentro de la regla horizontal.
Con la opción «Eliminar» y «Eliminar todas» se pueden borrar las marcas de tabulación que se deseen. Para eliminar los tabuladores directamente en la regla, se desplazarán fuera de la regla.
Tanto los encabezados como los pies de página sirven para añadir información al documento. Se puede poner: el título del documento, el título del capítulo, los códigos, las referencias, etc. Estos pueden ocupar una o varias líneas e incluso se pueden poner varios encabezados o pies de página distintos en varias líneas, con distintos tipos de letra, con distintas alineaciones, etc.
El encabezado o pie de página se sitúa fuera de los márgenes que se establecen para el texto del documento, es decir, entre el extremo del papel y el límite del margen de escritura. Para poner el encabezado o pie de página basta con seleccionar «Encabezamiento» y «Pie de página» del menú «Ver», aparecerá en ese momento una barra de botones específica y una zona delimitada por líneas de puntos donde se puede escribir. Existen botones para insertar el número de página, fecha, hora, intercambiar entre encabezado y pie de página, etc.
Se puede pensar que tanto la hora como la fecha se puede escribir directamente sin utilizar los botones. Lo que sucede en este caso es que cada vez que se abre el documento, ni la fecha ni la hora se actualizan. En cambio al utilizar las opciones de la barra de botones, cada vez que se abra el documento se actualizarán automáticamente. Lo mismo sucede con el número de página. Si se pone de forma manual y, posteriormente, se inserta más texto en medio del documento de forma que aumenten el número de páginas, habría que volver a enumerar cada página. Esto no ocurre con la opción del encabezado, ya que la actualización se realiza por sí sola.
Para escribir el texto correspondiente al pie de página se pueden utilizar los cursores o a través del ratón usando la barra de desplazamiento vertical. Pero para hacer un desplazamiento más rápido existe un botón que permite intercambiar entre el encabezado y el pie de página. Otro de los botones permite acceder al cuadro de diálogo «Preparar página», que en la pestaña «Diseño de página» se pueden seleccionar las siguientes opciones.
— Encabezados o pies de página en todas las páginas, excepto en la primera o diferentes para pares e impares.
— En la sección que se quiera comenzar a poner el encabezado o pie. Para ello se elige entre las opciones «Empezar sección». Las secciones se verán más adelante.
— La alineación vertical que puede adoptar el pie o encabezado respecto al espacio que se les ha reservado.
- Insertar números de línea en el borde izquierdo de un documento. Esta opción aparece al seleccionar «Números de línea…».
Justificación del Texto y División de Palabras
Al escribir el texto de la carta, cuando no había espacio suficiente para insertar una palabra, el procesador cambiaba dicha palabra a la siguiente línea y reajustaba el espaciado entre las palabras para ajustar el texto por la derecha. Sin embargo, los espacios entre palabras pueden ser más grandes de los deseados. Para evitar esto, el procesador ofrece la posibilidad de dividir la palabra que no quepa en una línea.
¿Cómo realizarlo? Debe existir una opción que permita dividir una palabra con un guión al igual que se hace cuando se escribe sobre una hoja de papel. Los guiones son los mismos que los utilizados para separar fechas (1990-1992) o los introducidos entre palabras (psico-pedagógico), pero, aunque tengan la misma apariencia, el procesador los interpreta como diferentes. El procesador es capaz de hacer la división de palabras mediante un complejo diccionario de partición silábica y un conjunto de reglas ortográficas que lleva incorporado en el diccionario principal y/o el secundario.
Para la división de palabras se deberá elegir «Guiones…» del menú «Herramientas». Aparecerá el cuadro de diálogo, en el que se puede elegir:
— División automática del documento: si se elige esta opción, será el procesador el que realice la división de palabras.
— Dividir palabras en mayúsculas: si no se señala, no pondrá guiones a aquellas palabras que se encuentren en mayúsculas.
— Zona de división: cuanto mayor sea la zona de división que se elija, menor será el número de divisiones de palabras.
— Limitar guiones consecutivos a: se elegirá el número de líneas consecutivas que pueden tener división de palabras.
Tras la elección se pulsará el botón «Aceptar». Si se pulsa el botón de «Manual…» el procesador, al igual que hace con la ortografía, preguntará, para cada palabra que no tenga espacio suficiente en la línea actual, si se desea dividir con un guión o se pasa a la siguiente línea. Para activar la división de palabras es necesario desactivar la opción «No dividir con guiones», que se encuentra en la pestaña «Presentación» al elegir «Párrafo» en el menú «Formato». Hay que tener en cuenta, si está desactivada, que mientras se escribe la división de palabras será automática.
Falta saber cómo realizar pequeños dibujos o gráficos. Estos dibujos o gráficos son utilizados para presentar la información de forma clara y ordenada. Las herramientas de dibujo hacen las funciones de un sencillo editor de dibujos, y con ellas se pueden hacer líneas, rectángulos, rectángulos sin esquinas, círculos, polígonos, textos enmarcados y algunas posibilidades más que se verán a continuación.
Estos dibujos pueden tener aspectos distintos, tales como el color de contorno, que puede variar y va desde el blanco al negro pasando por todos los colores principales; el color de relleno, al igual que el anterior, tiene todos los colores básicos; la trama muestra las distintas formas que puede tener el relleno: puntos, rayas y cuadrados, también se puede utilizar el blanco y el negro, y, por último, las formas en que se pueden poner las líneas: van desde la línea sencilla a la nula pasando por líneas gruesas, líneas de guiones, punteadas, con forma de flecha, sombreadas y múltiples combinaciones.
Para utilizar la herramienta de dibujo es necesario pulsar el botón correspondiente a «Barra dibujo» de la barra de herramientas Estándar. También se puede activar dicha barra por los menús. Al pulsar el botón aparecerá la barra de herramientas, en la parte inferior de la pantalla. En esta barra se integran las herramientas y el aspecto: el color de contorno, el color de relleno, la trama y el tipo de línea. Esta barra de herramientas es móvil, como cualquier barra de herramientas de la pantalla. Es a lo que se denomina barra de herramientas flotante. Se puede mover hasta cualquier lugar de la pantalla y permanecer allí hasta que se quiera cambiar de lugar o cerrar. Esto se realiza pulsando dos veces con el puntero del ratón en un área en «blanco» de la barra de herramientas. Para volver a situar la barra fija se vuelve a pulsar dos veces.
Como cualquier regla, al mantener el puntero del ratón sobre cada botón durante un intervalo de tiempo aparece sobre pantalla la función que desempeña.
Para crear el dibujo del documento se puede seguir el siguiente proceso:
1. Pulsar el botón de «Cuadro de texto», y con el ratón dibujar el cuadro de texto en el lugar que se desee. Pulsar en el interior del recuadro y escribir el texto con el tipo de alineación centrada.
2. Seleccionar el cuadro de texto y asegurarse que el estilo de línea es el adecuado. Este se elige al pulsar el botón «Estilo de línea».
3. Los textos enmarcados se unen con líneas utilizando el botón «Línea».
4. Y por último, para poner la trama punteada que tiene el primer recuadro, en el botón de «Color de relleno» se elige el primero de la segunda fila.
Los ocho cuadrados negros que aparecen en las esquinas y laterales son los indicadores de tamaño, que aparecen cuando se hace clic con el ratón sobre el dibujo. Se puede disminuir o aumentar la imagen situándose con el cursor en uno de dichos cuadrados. Entonces el cursor se convierte en una línea con doble flecha. Pulsando el botón izquierdo del ratón y arrastrándolo hacia fuera se agranda, y hacia dentro del rectángulo disminuye. De esta forma, si se quiere modificar una línea, por ejemplo que resulte demasiado grande o pequeña, no hay que volver a dibujarla, simplemente se selecciona con el ratón y cuando aparezcan los indicadores de tamaño se arrastrará con el ratón hasta conseguir el tamaño deseado.
Para mover toda la imagen de un sitio a otro se sitúa el puntero del ratón dentro de la figura, y al hacer clic con el ratón el puntero adopta la forma de cuatro flechas. Sin dejar de pulsar, se arrastra hasta la nueva posición.
Nótese que, para cambiar el aspecto de cualquier dibujo, éste debe estar seleccionado, es decir, deben aparecer los indicadores de tamaño (los ocho cuadraditos).
Si se realiza un breve análisis a los dos documentos que se han creado, se observa que cada documento tiene sus propias características, es decir, su propio estilo. Estos son muy semejantes a los estilos en el vestir. ¿Qué es un estilo en el vestir? Por ejemplo el estilo «sport», que generalmente se compone de un pantalón holgado, una camiseta, una chaqueta y unas zapatillas. Estilo clásico en el hombre son trajes de colores oscuros, con camisas claras, corbatas no llamativas y zapatos planos. Pero porque dos personas utilicen el mismo estilo de vestir no han de ir necesariamente iguales.
Eso es lo que ocurre con los estilos del procesador. Se aplican unas características a un texto (un estilo), pero el contenido del texto no tiene que ser el mismo que otro al que se le apliquen las mismas características (el mismo estilo).
Los estilos que se creen tienen que estar almacenados en algún sitio, ya que se van a aplicar en distintos momentos de la creación del documento. Pues bien, los estilos quedan almacenados en unos documentos especiales denominados plantillas. Todos los documentos sobre los que se trabaja están basados en alguna plantilla. La plantilla sobre la que se trabaja por omisión es la denominada normal. Es importante tener varias plantillas, porque unos estilos se usarán para unos documentos y otros se usarán para otros. Así, se tendrán distintas clases de plantillas para distintas clases de documentos, en el que se tendrán definidos unos estilos diferentes.
Por omisión, al igual que se tiene una plantilla, también se tiene un estilo, el estilo normal. Para crear un estilo se pueden seguir dos caminos. El primero consiste en escribir el texto con las características que se quieran definir en un estilo e indicarle al procesador que «capte» esas características para aplicarlas después a otros textos.
Los pasos que se tienen que seguir para crear un estilo de esta forma son:
1. Escribir un texto con los atributos de edición que se deseen (tipo de letra, tamaño, aspecto, etcétera) y seleccionarlo (para indicar que ése es el texto del que debe de «captar» las características).
2. Elegir «Estilos…» en el menú «Formato». En «Descripción» aparecerá el estilo que se tenía antes. En caso de no haber anteriormente definido ningún estilo, aparecerá el que se tiene por omisión (estilo Normal).
3. Elegir la opción «Nuevo».
4. Nombrar el estilo creado en el recuadro de «Nombre:» En «Descripción» aparecerá Normal + Times New Roman, 10 puntos, centrado, cursiva.
5. En «Tipo de estilo» se elige «Párrafo», si se quiere que posteriormente el estilo se aplique a todo un párrafo, aunque se tenga seleccionado sólo parte del párrafo, o «Carácter», para poder tener la opción de aplicar el estilo únicamente a lo seleccionado.
6. Para finalizar, se pulsa el botón «Aceptar».
Una vez creado un estilo, también se tiene la posibilidad de eliminarlo. Esto se consigue seleccionando el estilo a eliminar en «Estilos» y luego pulsando «Eliminar». Si se quiere modificar un estilo porque se haya cometido un error o por cualquier otro motivo, el procesador permite modificarlo. Para ello se tiene que hacer lo siguiente:
1. Seleccionar el nombre del estilo a modificar en «Estilos» y elegir la opción «Modificar».
2. Al pulsar el botón «Formato» se despliega una lista de características que se pueden modificar.
3. Se modificará lo necesario (en la ventana de «Descripción» aparecerá el nuevo estilo) y, una vez cambiado, se pulsa el botón de «Aceptar».
4. Elegir «Cancelar» si por ahora no se quiere aplicar el estilo o «Aplicar» en caso de que así sea.
Una vez creado el estilo, ¿cómo aplicarlo? Como se ha definido el estilo de tipo párrafo, únicamente se situará el cursor en el texto al que se quiera aplicar. Luego se elegirá el que se quiera en el menú desplegable que aparece al pulsar el botón «Estilos».
La segunda forma consiste en definirlo antes de escribir el texto. Se trata de elegir entre unos atributos o características de edición dispuestos en una lista que ofrece el cuadro de diálogo de estilo.
En el segundo ejercicio ya se ha visto la posibilidad de incluir tablas en el documento. En realidad no era exactamente una tabla, sino que, utilizando los tabuladores, se conseguía que el texto y los datos se mostraran en columnas, dando así el aspecto de una tabla. Pero, debido a la gran utilidad de las tablas, el programa permite definirlas y realizar determinadas operaciones relacionadas con tablas.
Una tabla es una zona enmarcada que organiza la información en filas y columnas. Cada posición de la tabla se denomina celda. Su tamaño, número de filas o columnas, el aspecto del texto contenido en cada posición, el aspecto de las líneas que separan las filas y columnas, el marco exterior, etc., se puede modificar según el gusto del usuario.
Para crear una tabla, primero se sitúa el cursor en la posición del documento donde deba aparecer. Luego se elige la opción «Insertar tabla» del menú «Tabla» y se elige el número de filas y columnas que se quieran para la tabla. La tabla que aparece está definida por líneas punteadas. Esto significa que son líneas imaginarias. Si se pulsa el botón de presentación preliminar se puede comprobar que dichas líneas no salen en pantalla. Por tanto, habrá que crear las líneas de la tabla.
A continuación se elige «Autoformato de tablas» en el menú «Tabla» y aparece una lista de posibilidades. En «Muestra» se ve un ejemplo del aspecto que tomaría la tabla con el formato seleccionado. Los formatos son los que aparecen en el primer recuadro («Aplicar formatos») debajo del recuadro «Muestra», y se puede elegir entre poner borde o no ponerlo («Bordes»), ponerle o no sombreado («Sombreado»), ajustar o no las dimensiones de la tabla a su contenido («Autoajuste»), etc.
Los formatos especiales se encuentran en el recuadro inferior («Aplicar formatos especiales a»). En algunas de las tablas entre las que se puede elegir se encuentra la primera fila (la correspondiente a los títulos) en diferente formato que el resto de la tabla (en negrita, con sombra, distinto borde, etc.). Al desactivar «Filas de títulos» se indica al procesador que la fila de títulos la deje en el mismo formato en que se encuentra el resto de la tabla. Lo mismo ocurre con el resto de las opciones.
Una de las funciones que tienen las tablas es presentar la información de forma organizada. Para escribir el texto de la tabla hay que situar el puntero sobre la celda. Si el texto no cabe en la celda, ésta se expandirá verticalmente. Se contraerá verticalmente si se suprime texto de tal manera que ocupe menos líneas. Se puede definir el tipo, el aspecto y el tamaño de las letras para cada celda o para todas las celdas de la tabla si se selecciona toda la tabla.
La forma de moverse de una celda a otra es utilizando las teclas de direcciones, para mover el cursor a las celdas derecha, izquierda, arriba y abajo, una vez que el cursor está dentro de una celda. La tecla de tabulación permite el movimiento de una celda a otra en sentido horizontal. Una vez que se llegue a la última celda de la fila, y se pulsa de nuevo la tecla de tabulación, aparecerá el cursor en la primera celda de la siguiente fila.
Para modificar el texto escrito en la tabla se puede aplicar todo lo que se ha visto y hecho con bloques de texto: seleccionar y aplicar las modificaciones. Pero en este caso se tiene que seleccionar la o las celdas. Se puede seleccionar tanto por filas como por columnas. Para seleccionar filas, basta con situar el ratón en la primera fila a seleccionar y desplazar el puntero horizontalmente. Por columnas, igual que por filas, nada más que desplazando el puntero verticalmente. Las celdas seleccionadas aparecerán sombreadas. A continuación se harán las modificaciones que se deseen (centrar, tamaño de letra, etc.).
Una vez creada la tabla es necesario realizar algunas modificaciones para conseguir el aspecto deseado. Para aumentar o disminuir el tamaño de las columnas hay que situar el cursor encima de la línea que separa la columna que se quiera aumentar o disminuirName=g372; HotwordStyle=BookDefault; . Cuando el cursor se convierte en la forma que se muestra, se presiona el botón izquierdo del ratón y se arrastra hasta el lugar deseado.
De todas formas, lo primero es crear la tabla tal como se ha visto. Luego se aplicarán las modificaciones necesarias para cambiar su aspecto. Posteriormente, en cada celda hay que indicar las características del texto a escribir, por lo que resulta más cómodo seleccionar aquellas celdas que tengan las mismas características en el texto y aplicarlas a todas las celdas a la vez.
¿Qué falta por hacer una vez rellenada la tabla de contenido? Poner el borde apropiado. Para poner el borde se puede utilizar la opción de «Autoformatos de tablas…» que se ha visto anteriormente. Pero puede que, entre los distintos formatos que aparecen, ninguno se amolde a las características de la tabla que se quiere crear. Por ejemplo, puede que interese una tabla con distinto borde (tipo de línea) o distinto sombreado. Estas posibilidades las ofrece la barra de bordes, por tanto habrá que visualizarla. Para visualizar dicha barra se hace clic en el botón «Barra bordes» que aparece en la barra de herramientas Formato. Otra posibilidad es utilizar las opciones del menú. Se elige la opción «Barra de herramientas…» del menú «Ver» y se marca la barra de «Bordes».
Dependiendo de lo que se quiera modificar habrá que:
— Activar el botón con el tipo de borde que interese mantener en la tabla. El dibujo de cada botón, de izquierda a derecha, indica si se trata del borde superior, inferior, izquierdo, derecho, el interno o el externo. Si se quieren quitar todos los bordes se presiona el último botón.
— Elegir el estilo de línea para los bordes exteriores e interiores.
— Seleccionar el tipo de sombreado para las celdas (relleno interior de cada celda).
Antes de escoger cualquiera de las posibilidades hay que seleccionar la tabla, columna o fila. De lo contrario, sólo actuará sobre la celda en la que se encuentre el cursor. Para obtener todas las líneas de la tabla hay que:
1. Seleccionar toda la tabla. Elegir el tipo de línea de 4 puntos y medio de grosor y aplicar el borde exterior.
2. Poner borde interior a todas las celdas de la primera columna, excepto la primera que tiene un borde distinto.
3. Seleccionar la primera fila y aplicar tipo de línea doble, de tres cuartos de punto de grosor, al borde inferior.
4. Seleccionar la primera columna y aplicar tipo de línea doble, de tres cuartos de punto de grosor, al borde derecho.
5. Seleccionar la zona de datos y aplicar bordes interiores con un tipo de línea de tres cuartos de punto de grosor.
De esta forma se ha creado un nuevo tipo de tabla sin necesidad de elegir entre las tablas que ya vienen predefinidas en «Autoformato de tablas…». Se podría dar el caso de que en la lista de tablas ya creadas se encuentre alguna que se parezca bastante a la que se quiere diseñar. ¿Qué se podría hacer? Si se tiene una que se parece mucho, se podría ahorrar trabajo si se elige ese tipo de tabla y posteriormente se hacen las modificaciones oportunas.
Ya se ha visto cómo construir la tabla y cómo rellenar el contenido de cada una de sus celdas. Pero en algunas ocasiones se necesita agrupar celdas para indicar, por ejemplo, el título de la tabla. Esto se consigue seleccionando las celdas a unir y eligiendo «Unir celdas» del menú «Tabla». Solamente se pueden unir celdas que se encuentren en la misma fila. Si las celdas que se quieren unir están en columna, no existe ninguna opción para unirlas. Por tanto, la solución será no poner bordes internos en las celdas que se quieran unir.
Para subdividir una celda en columnas se selecciona la celda y se elige la opción «Dividir celdas…» del menú «Tabla». La subdivisión sólo puede hacerse a nivel de una sola celda. Si se pretende hacer a nivel de varias celdas sólo se subdividirá la primera celda seleccionada. No se puede realizar una subdivisión en filas.
En otras ocasiones sucede que, una vez creada la tabla, se quiere añadir o quitar una fila o una columna. Para no tener que volver a realizar la tabla desde el principio, el procesador ofrece la posibilidad de borrar toda una fila o columna.
— Borrar una fila de la tabla («Eliminar toda la fila»).
— Borrar una columna («Eliminar toda la columna»).
— Borrar una serie de celdas. Pero en este caso habrá que especificar hacia dónde se van a desplazar las demás celdas cuando se eliminen las celdas («Desplazar celdas hacia arriba» o «Desplazar celdas hacia la izquierda»).
Las operaciones que se pueden realizar en una tabla son, entre otras: PROMEDIO (calcula la media de una lista de datos), ABS (valor absoluto del número), etc.,
Pero, ¿cómo se pueden utilizar estas fórmulas? Para realizar la media de la primera celda de «Media» es necesario indicar algo de este tipo: PROMEDIO(FILA1). Sin embargo, para calcular la media de «Media D/F» (media de Dataflex y Foxpro) hay que indicar que se trata de la media de dos celdas. En este caso será algo del estilo: PROMEDIO(celda1;celda2). Para utilizar una función matemática se selecciona «Fórmula» del menú «Tabla» y aparece el cuadro de diálogo. La función a aplicar se debe poner en «Fórmula» después del signo (=).
Se observa que se necesita algún método para referenciar las celdas, filas o columnas. Las columnas se denotan por orden alfabético mientras que las filas se enumeran. Para referirse a toda una fila se utiliza la notación nº de fila:nº de fila y para referirse a una columna letra de columna:letra de columna.
Por ejemplo, para calcular «Media D/F» de la tercera casilla, hay que indicar Promedio(B3;C3), es decir, indicar las dos casillas en las que tiene que aplicar la media. Y para calcular la media en «Media» de toda la fila tercera se tendrá que indicar como Promedio(3:3).
Si se calcula primero «Media D/F» y posteriormente «Media», ¿qué ocurriría? La respuesta sería que calcularía la media de toda la fila incluyendo «Media D/F». Esto también ocurriría si se pretende modificar algún dato en la tabla y se vuelve a calcular la media sin eliminar el contenido de las casillas de la columna «Media D/F». ¿Cómo podría solucionarse este problema? Una solución sería, primero, calcular las medias de toda la fila y posteriormente «Media D/F», y en caso de que se modificara algún dato habría que borrar primero las celdas de «Media D/F». Otra solución que se puede pensar es utilizar fórmulas que afecten sólo a celdas y no a toda la fila. Pero existe otra posibilidad, y consiste en utilizar otras opciones para nombrar a los elementos que se quiere aplicar una función. Estas opciones son:
— Izquierda: Aplicará la función matemática a todas las celdas que se encuentren a la izquierda de donde esté situado el cursor.
— Derecha: Lo mismo que el anterior, pero hacia la derecha.
— Debajo: Aplicará la función a todas las celdas que se encuentren por debajo de donde esté situado el cursor.
— Encima: Similar al anterior, pero aplica la función matemática a las celdas que se encuentren por encima.
Así, por ejemplo, se podría calcular la media («Media») de la primera fila como:
PROMEDIO(IZQUIERDA)
Anteriormente se ha comentado que al modificar algún dato de la tabla se podía actualizar automáticamente el resultado. Para la actualización hay que seleccionar la celda que se quiere actualizar. Se pulsa el botón derecho del ratón y en el cuadro de diálogo que aparece se selecciona la opción «Actualizar campo», y el dato se modificará automáticamente al valor que le corresponde.
La representación gráfica de los datos de una tabla se realizará con «Microsoft Graph», que es una aplicación que se puede usar dentro del procesador. Los diagramas presentan la información de forma gráfica. Estos diagramas representan un conjunto de datos que se encuentran en una tabla. Es decir, que a partir de unos datos que se introducen en una tabla, y decidiendo qué tipo de gráfico se quiere, automáticamente se creará el gráfico que representa a dichos datos.
Para realizar estos diagramas hay que arrancar el editor gráfico. Para ello, se pulsa el botón «Insertar gráfico» de la barra de herramientas y aparece la pantalla. En la parte superior se muestra una tabla en la que se encuentran unos datos y en la que cada fila está representada por unas barras de color (en la fila1, por ejemplo, las barras son de color azul). Un poco más abajo se muestra un diagrama en el que se encuentran dibujadas barras de distintos colores. Cada fila de la tabla se corresponde con un conjunto de barras del diagrama. Esto significa que se pueden representar varios conjuntos de datos en el mismo diagrama (por ejemplo, ventas y pérdidas en función de los meses).
Una vez que se ha obtenido el gráfico, se puede cambiar su aspecto. En la barra de herramientas que aparece al entrar en la pantalla gráfica, al seleccionar el menú «Formato» se muestran algunas opciones para cambiar la apariencia del diagrama (tipo de dibujo, efecto 3D o 2D, color, rotación del dibujo en el espacio, etc.).
EDICIÓN DE TEXTOS EN COLUMNAS
La apariencia o presentación de un documento es fundamental. En un documento sin formato no se pueden resaltar las partes más importantes, ni el mensaje que quiere transmitirse, con lo cual el lector pierde interés y termina leyendo sólo el titular, despreciando el contenido del texto. Por tanto, una buena presentación es fundamental para cautivar al lector. Una de las posibilidades que se analizarán en este apartado es poner el texto en columnas periodísticas. Para definir columnas se pulsa el botón «Columnas» de la barra de herramientas Estándar. Arrastrando el ratón en sentido horizontal se puede elegir el número de columnas que se quieren insertar.
Una vez elegida la opción de insertar columnas en el documento, la regla se divide en tantas partes como columnas se hayan establecido. Esto permite que se puedan utilizar todas las posibilidades de la regla (márgenes, sangrías, tabuladores, etc.) a nivel de columnas. Obsérvese que los marcadores de sangría únicamente aparecen donde se encuentra el cursor. Esto es así porque cada columna es tratada como una hoja diferente, es decir, que una vez que se llegue al final de la columna el cursor aparecerá automáticamente en la siguiente columna, si ésta no es la última. En caso de que lo fuera, aparecerá en la siguiente página.
Una vez definidas las columnas, se comprueba que no se puede pasar de una columna a la siguiente utilizando las teclas de los cursores, de la misma manera que no se puede pasar de una página a la siguiente, o escribir en medio de una página, si no se ha escrito texto o pulsado la tecla «INTRO» repetidas veces. Es necesario rellenar toda una columna para poder pasar a la siguiente. Pero en algunas ocasiones interesa no completar toda una columna y continuar en la siguiente. Para ello hay que pulsar la combinación de teclas «CTRL + SHIFT + INTRO».
Para establecer la distancia entre columnas y su anchura se elige la opción «Columnas…» del menú «Formato». Aparece el cuadro de diálogo con las siguientes opciones:
— Preestablecidas: Permite elegir el tipo de columnas según muestra el dibujo: Una, Dos o Tres columnas, Izquierda (la izquierda menor que la derecha) o Derecha (la columna derecha menor que la izquierda).
— Número de columnas: Otra forma para poner el número de columnas que se quiere añadir al documento. En este caso se tienen más posibilidades (una, dos, tres, cuatro, etc., columnas), todas las que permitan los márgenes establecidos.
— Ancho y espacio: Para definir el ancho de cada columna y la distancia entre ellas.
— Columnas de igual ancho: Si señala la casilla, el ancho será igual para todas las columnas.
— Aplicar a: Se señalará a partir de dónde se quieren insertar columnas, si en todo el documento, a partir del cursor, etc.
— Empezar columna: Para indicar que inserte una columna donde se encuentra el cursor.
— Línea entre columnas: Inserta una línea divisoria entre columnas.
Otra de las posibilidades que ofrecen los procesadores de texto es la de incluir imágenes en el documento. Estas imágenes también podían haber sido realizadas con editores de dibujos, tales como «Paintbrush» o «Power Point».
Las formas de insertar una imagen son: importarla directamente del fichero en el que se encuentra, insertarla desde «ClipArt» que dispone el Word o también se puede hacer utilizando la función de pegar una imagen desde el portapapeles, si previamente se ha copiado o cortado. Se puede insertar en cualquier parte del documento. Para insertar el mapa del mundo hay que hacer lo siguiente:
1. Situar el cursor en el punto del documento en que debe aparecer la imagen.
2. Seleccionar «Objeto…» desde el menú «Insertar».
3. En «Tipo de objeto» de la pestaña «Nuevo», se elige «Microsoft ClipArt Gallery» y se pulsa «Aceptar».
4. En la ventana que aparece se selecciona la categoría «Mapas_Internacionales». Debajo aparecerán los tipos de mapa y, entre ellos, se elige «Mapa del mundo».
5. Pulsar el botón de «Aceptar».
La imagen resulta ser demasiado grande. Habrá que disminuirla. ¿Cómo hacerlo? La imagen está rodeada por un marco con unos puntos cuadrados en las esquinas y en la mitad del lado. Al pinchar con el ratón en uno de ellos, y sin dejar de pulsar el botón izquierdo del ratón, se puede desplazar para adecuar el tamaño de la imagen al deseado. Para moverla dentro del documento, se hace clic con el ratón encima de la imagen y cuando el ratón adopta la forma de cuatro flechas formando una cruz, se puede mover al arrastrarla con el ratón a una nueva posición dentro del texto.
VIÑETAS Y NUMERACIÓN DE PÁRRAFOS
Se podría pensar que la numeración hay que ponerla directamente a mano. Pero, ¿qué ocurriría si el número de párrafos a numerar fuese extenso y hubiera que incluir un párrafo nuevo en medio de otros dos? Pues habría que volver a numerar todos los párrafos desde el se acaba de insertar. Pero existe una función en el procesador que, como siempre, simplifica las cosas. En la barra de herramientas existe un botón que tiene unos números dibujados y permite establecer la numeración de los párrafos de forma ordenada. Así, si se quiere insertar un nuevo párrafo en medio, automáticamente se actualizaría la numeración y cada párrafo tendría la que le corresponde. Cada vez que se pulse un salto de línea, tecla «RETURN», aparecerá automáticamente un nuevo número de párrafo. Esto es lo que se conoce como listas numeradas.
A este conjunto de puntos que sirven para señalar párrafos se les denomina viñetas. En la barra de menús existe un botón con el mismo texto «Viñetas», y al pulsarlo aparece una viñeta que no es igual a la que se muestra en la figura anterior. ¿Dónde se puede cambiar el formato de la viñeta?.
Toda posibilidad que ofrece el procesador hay que buscarla por medio de los menús. Así que, ¿en qué menú habrá que buscar? Como es un cambio de formato, habrá que buscar en el menú «Formato», donde aparece la opción «Numeración y viñetas…». Al acceder a dicha opción saldrá el cuadro de diálogo que se muestra, y en la pestaña «Viñetas» se pueden ver las diferentes formas de viñetas de que dispone el procesador. En las pestañas de «Números» y «Multinivel» aparecen otras opciones que puede que en algún momento se necesiten. En la pestaña de «Números» se puede modificar el estilo de las listas numeradas, de igual forma que en las viñetas. Y la pestaña de «Multinivel» lo que ofrece es una serie de combinaciones establecidas para el caso de que se necesiten viñetas dentro de otras.
La pantalla aparece al pulsar el botón «Modificar…». En ella se puede modificar:
— El símbolo de la viñeta: Cambiando el «Tamaño», «Color» y la forma que puede adoptar la viñeta. En la parte superior se pueden encontrar diferentes estilos de viñetas predeterminadas.
— La posición de la viñeta: Referente al estilo que debe tener el texto que acompaña a la viñeta. Se cambiarán las opciones según el tipo de alineación que se desee para el texto y la distancia entre la viñeta y el texto, así como la distancia entre el texto y la sangría.
Los símbolos utilizados en las viñetas también se pueden introducir en cualquier parte del documento como un carácter especial. Se elige la opción «Símbolo…» del menú «Insertar» y automáticamente aparece el cuadro de diálogo con todos los caracteres especiales. En este caso el símbolo de la mano se encuentra en la «Fuente: Monotype Sorts».
De la misma forma que se hacía con las viñetas, se selecciona con el puntero del ratón y se pulsa el botón «Insertar». Dicho símbolo aparecerá en el documento en el lugar donde se encuentre el cursor. ¿Qué se puede hacer con el símbolo? Si no se trata de una imagen, ¿qué es? Si en «Fuente» se selecciona texto normal, aparecerán caracteres normales de escritura. Esto significa que cualquiera de los elementos que aparecen son caracteres. Por tanto, se podrá aplicar cualquier función que se puede utilizar sobre un carácter (negrita, cursiva, etc.). En el ejemplo se ha puesto el símbolo en un tamaño de 24 puntos.
En el documento aparece un texto con un dibujo de fondo. Dicho dibujo es un archivo que se encuentra en el directorio «ClipArt» de «Msoffice» y se utilizará para introducir el editor de imágenes. Lo primero es aprender cómo insertar un dibujo, o incluso un texto, detrás del texto del documento. Al texto o dibujo que aparece en un plano inferior es a lo que se llama filigrana o marca de agua.
Se imagina que al añadir un texto o dibujo debajo de un texto escrito es como si hubiera dos niveles en el mismo documento, es decir, como si hubiera dos hojas superpuestas. El encabezado y pie de página se tratan de esta forma. Pero lo que se ha visto es que al introducir texto en el encabezado, el resto del texto del documento se desplazaba hacia abajo y no permite la superposición con el texto del documento. Tiene que existir una función para que no desplace el texto.
Como se trata de dibujos, es necesario activar la barra de herramientas de dibujo. Se activaba presionando el botón «Barra de dibujo» que aparece en la barra de botones. Los distintos grupos de botones que la componen: Estilos de línea, Inserción de texto, Estilos, color y seleccionar, Posiciones, Movimientos y Otras funciones. Para que no se desplace el texto lo que se hace es insertar en el encabezado un cuadro de texto. En este cuadro de texto se inserta la imagen que aparecerá de fondo en el documento. ¿Qué hay que hacer? Primero situar el cursor en el interior del cuadro de texto y, como se quiere introducir una imagen, habrá que buscar alguna opción en el menú «Insertar».
Cuando se han visto las viñetas, se hablaba de insertar objetos. Se podría pensar que ahora hay que insertar una imagen como objeto. Pero no. La diferencia entre una imagen y un objeto es que la imagen se puede modificar en algunos aspectos. Con los objetos lo único que se puede hacer es aumentar o disminuir su tamaño.
Ya se tiene la imagen dentro de un recuadro. En la pantalla se va a mezclar el dibujo de fondo con el texto. Para ver de una manera más clara la imagen, de forma que aparezca en pantalla sólo el encabezado, en la barra de encabezado y pie se pulsa el botón «Ver/ocultar texto del documento». Si se pulsa con el puntero del ratón el recuadro que rodea a la imagen, aparecerán los marcadores de tamaño con los que se puede aumentar o disminuir la imagen según el tamaño que se quiera.
Existe otro tipo de opciones que no se han visto cuando se presentó la barra de herramientas de dibujo. Estas opciones son las que se presentan al final de la barra. Lo que se puede hacer con los cuatro botones es:
— Poner una cuadrícula: Establece una cuadrícula para facilitar la colocación de la imagen en filas o columnas.
— Alineación: Alinea el dibujo a la posición que se le indique.
— Crear una imagen: Para crear una imagen utilizando la barra de herramientas, sin necesidad de tener que importar una imagen.
— Insertar marco a la imagen: Otra forma de insertar un marco al dibujo.
COMBINACIÓN DE CORRESPONDENCIA
En muchas ocasiones se necesita mandar el mismo documento a distintas personas. Por tanto, interesa escribirlo una sola vez y conectarlo de forma automática con los datos de las distintas personas. El procesador de textos permite realizar estas tareas. Si se quiere enviar una carta personalizada a un grupo de personas seleccionadas, se escribe la carta modelo y luego el procesador se encarga de combinar ambos archivos utilizando la función de combinación de correspondencia o también denominada fusión de correo. Aplicando esta función se consigue realizar documentos de forma rápida y sencilla. La combinación de correspondencia ofrece gran cantidad de posibilidades.
La combinación de correspondencia es una aplicación del procesador para crear documentos personalizados, es decir, un mismo documento para distintas personas. Para ello se necesitan dos archivos, uno que contenga el texto del documento y otro que contenga los datos de las personas. Este último se puede crear o bien utilizar los datos de un programa de base de datos compatible con Word. Para este ejemplo se creará el fichero de datos en el propio procesador. La utilidad de esta función es que con escribir una sola vez un documento primario, la carta modelo, se pueden obtener tantos documentos personalizados como nombres y direcciones de personas (registros) haya en la base de datos. Si no se aplicara esta función, habría que escribir la carta tantas veces como personas vayan a recibir la carta. Esto resulta muy útil en el caso de las empresas para enviar cartas a sus clientes.
Una base de datos se compone de registros y éstos, a su vez, de campos. En esta carta el nombre, los apellidos, la dirección y la provincia son campos y todos ellos constituyen un registro. La diferencia está en que en vez de los datos de la persona aparece un identificador entre comillas por cada dato, indicando que en ese lugar tiene que aparecer el nombre, la dirección o cualquier otro dato de la persona. Son los campos.
Los registros del fichero «datos.doc» pueden variar a lo largo del tiempo. Es necesario añadir más registros, borrar alguno de los existentes o cambiar el valor de alguno de los campos. Por tanto, es necesario aprender a modificar el fichero de datos que se había creado anteriormente. Por ejemplo, supóngase que se quieren enviar más cartas a otras personas. ¿Qué habría que hacer? Recuperar el archivo de la carta principal, el que contiene los datos, y luego añadir más registros al fichero de datos. La forma de acceder al fichero de datos es seleccionar la opción «Combinar correspondencia» del menú «Herramientas» y pulsar el botón correspondiente a «Editar» los datos. Se accede a los últimos registros utilizando las flechas que aparecen en la parte inferior de la ficha de datos y se pulsa el botón «Agregar nuevo…». En este momento ya se pueden introducir los datos correspondientes al nuevo registro.
Otras posibilidades son: establecer un orden alfabético entre los datos, eliminar o agregar campos y registros, etc. Las principales tareas que permite usar la barra de herramientas son:
— Ficha de datos: Para acceder automáticamente a la ficha de datos.
— Administrar campos: Pulsando este botón aparece directamente la pantalla que permite añadir o eliminar campos (dirección, nombre, etc.).
— Agregar registro nuevo: Aparece una nueva fila para añadir los datos personales de otra persona.
— Eliminar registro: Borra el registro (toda una fila) en el que está situado el cursor.
— Ordenar ascendente y descendentemente: Ordena ascendente o descendentemente, según el botón que se presione, toda la columna de campos en que se encuentre el cursor. La ordenación es tanto alfabética como numérica. Si se ordena una columna, las demás columnas adoptarán el mismo cambio para que los datos de la misma fila se sigan correspondiendo.
— Insertar Base de datos: Inserta información de una base de datos.
— Actualizar campos: Para el caso de que el campo esté formado por operaciones matemáticas y se haga una modificación en los datos que afecte a las celdas referenciadas por la fórmula.
— Buscar registro: Busca un dato en concreto, administrándole el campo al que pertenece. Cuando se haya escrito el dato en «Buscar:» se podrá pulsar el botón «Buscar primero». Si lo encuentra el botón aparecerá como «Buscar siguiente» y, al pulsarlo, buscará el siguiente campo que se encuentre con el mismo nombre.
— Documento principal: Pulsando este botón se pasa directamente a la carta modelo.
Hemos visto cómo realizar pequeños dibujos y conseguir imágenes que ya están dibujadas. Pero los periódicos, carteles publicitarios, revistas, etc., están llenos de textos llamativos. Se utilizan para conseguir una buena presentación de una memoria, para realizar carteles vistosos, presentaciones, etc. Pero hasta ahora lo único que se ha visto es cómo conseguir grandes tamaños, distintos aspectos y distintos tipos de letra.
Para realizar textos llamativos se dispone de una herramienta llamada «WordArt», y se encuentra en el mismo lugar que el «ClipArt Gallery» que se utilizaba para insertar imágenes en el documento. Se despliega el menú «Insertar», se selecciona la opción «Objeto» y en la pestaña «Nuevo» se elige «Microsoft WordArt 2.0». Al iniciar «WordArt» aparece una pantalla diferente con el mismo documento en el que se está trabajando. Esto significa que, una vez que se salga de dicha pantalla, se situará el texto que se acaba de crear en la posición donde se encontraba el cursor. Por tanto, lo primero es situar el cursor donde se vaya a insertar el texto.
Al iniciar «WordArt» aparece una pantalla. Lo más llamativo es el cuadro de diálogo («Escriba el texto aquí»). El texto que se encuentra en dicho cuadro es el que aparece también en la pantalla. Es en este cuadro de diálogo donde hay que insertar el texto que se quiere que luego aparezca en el documento. Se observa que han desaparecido la mayoría de las barras de herramientas y la única de la que se dispone es la de «WordArt». Aquí se encuentran la mayoría de las utilidades que se van a utilizar para dar forma al texto.
Las diferentes formas que puede adoptar el texto que se encuentra en el cuadro de diálogo «Escribe el texto aquí», son:
— Perfil: Los distintos aspectos de los que se dispone son los que aparecen al pulsar la flecha del primer recuadro de la barra de herramientas. El aspecto se irá modificando inmediatamente a medida que se elija entre uno u otro, de tal manera que al verlo se pueda elegir el más llamativo. En el ejemplo se ha utilizado el quinto de la primera columna.
— Fuente: Permite elegir el tipo de letra. En el ejemplo, Arial.
— Tamaño: Ajusta el tamaño del texto. En el ejemplo se ha puesto a 40 puntos. Si se quiere ajustar al recuadro que rodea al texto habrá que seleccionar «Ajuste perfecto».
Y los botones de los que se dispone son:
— Negrita y cursiva: La misma funcionalidad que tenía hasta ahora.
— Altura de las letras: Permite que adopten el mismo tamaño todas las letras del texto, incluidas mayúsculas y minúsculas, con o sin acento.
— Giro: Gira 90 grados hacia la derecha todo el texto.
— Ajuste: Ajusta el texto al borde exterior que le rodea.
— Alineación: Dispone la alineación del texto en relación al borde que lo rodea. En el ejemplo se tiene alineación al centro.
— Espacio entre caracteres: Permite elegir el espacio que se desee situar entre dos caracteres. Se puede elegir entre los que ya vienen determinados: Muy estrecho, Estrecho, Normal, Separado o Muy separado. También se puede utilizar un ajuste «Personalizado» introduciendo el tanto por ciento de espacio que se desea ente caracteres. Si no se elige ninguna opción, por omisión se encuentra el espaciado «Normal».
— Rotación: Permite rotar el texto en la pantalla. Al presionar este botón aparecerá un cuadro de diálogo en el que se puede elegir: la rotación del texto que se quiere en relación a la página, aumentando o disminuyendo el número de grados en «Rotación», y elegir más o menos forma redondeada para el texto aumentando o disminuyendo el porcentaje de «Ajustar».
— Diseño del fondo: Para elegir un fondo en el grosor de las letras.
— Sombreado: Se puede añadir una sombra al texto. Existen varios aspectos que se verán más adelante.
— Bordes: Existe la posibilidad de añadir un borde a las letras. Para ello se pulsa el botón de bordes de manera que aparezca un cuadro de diálogo en que se puede seleccionar el grosor y el color de la línea que va a bordear a cada carácter en «Grosor» y «Color». El grosor que lleva el título del ejemplo es «Muy fino» y el color, «Automático».
En la explicación de los estilos, se definían un conjunto de características del texto como negrita, tipo de letra, tamaño, etc. Y, posteriormente, se aplicaban todas esas características a un texto. El estilo se refería a aplicar características, pero no a acciones como borrar, escribir un texto, realizar tablas con solo pulsar unas teclas, etc.
En la realización de documentos existen algunas operaciones rutinarias que se repiten con frecuencia. Estas operaciones reúnen acciones que siempre se repiten en el mismo orden. Imagínese que se puede utilizar una herramienta en la que quedarán «grabadas» una serie de acciones y que, mediante una combinación de teclas, como sucedía en los estilos, estas acciones se ejecutan de manera inmediata. Estas operaciones pueden consistir en la repetición de varias teclas, por ejemplo activar una determinada operación para la escritura de un determinado párrafo.
Las macros permiten realizar estas operaciones de una forma rápida y sencilla. Por tanto, una macro es una aplicación que resume todo un conjunto de acciones que el usuario realiza siempre en el mismo orden. El hecho de realizar una macro es muy parecido a la acción de grabar en un casete. Por ejemplo, un encargado de la limpieza se marcha de vacaciones y debe dejar detalladas las tareas al nuevo encargado para que continúe con su trabajo durante su ausencia. Para ello, graba las tareas que debe realizar a lo largo del día en un casete. Habrá que especificar, paso a paso, lo que debe hacer desde el momento en que entra en el edificio: «Al entrar por la puerta dirígete a la izquierda, entra en la primera puerta a la derecha y limpia sólo las computadoras; luego, sal y dirígete a la derecha y sube las escaleras, etc.». Y esto lo tendrá que realizar todos los días y no será necesario grabar una cinta para cada día. De la misma forma hay que tratar al procesador como si no supiera nada, hay que indicarle lo que tiene que hacer en todo momento.
TENDENCIAS FUTURAS
Como conclusión, se puede decir que los procesadores de texto son programas que permiten escribir y componer textos. En principio surgieron para crear documentos sencillos, como cartas, memorándums, notas internas, trabajos escolares, libros, etc. En todos estos documentos tienen una característica común: el texto se suele disponer en una sola columna y no incluye dibujos ni recursos sofisticados, aunque sí características como subrayado, negrita, cursiva, distintos tipos y tamaños de letra, centrado, justificación, tabulación, etc.
Actualmente los procesadores son verdaderos programas de autoedición, ya que con ellos se pueden realizar prácticamente cualquier tipo de documento, desde un documento periodístico con fotografías digitalizadas, gráficos, columnas, tablas, etc., hasta documentos extensos y subdocumentos. Introducir bases de datos, hojas de cálculo e incluso permiten crear pequeñas bases de datos, hacer operaciones matemáticas, textos llamativos, referencias cruzadas, epígrafes, etc. En definitiva, permiten la escritura y composición de textos a un nivel profesional.
Continuamente se están presentando en el mercado nuevas versiones que ofrecen nuevas características, tales como autocorrección lingüística, opciones para crear directamente páginas Web de Internet, búsqueda y sustitución gramatical, desplazamiento rápido de los bloques de texto en la pantalla, etc.
Las nuevas tendencias de Internet están revolucionando todo el mundo informático y, sobre todo, el de los procesadores. Las nuevas tendencias son intentar utilizar la red Internet como si fuera un gran disco duro y un sistema operativo. Se pretenden incluir lenguajes de aplicaciones Web que permitan no sólo intercambiar información, sino que una conexión internet funcione como si fuera un sistema operativo. Esto supone que se produzcan PC’s y programas de bajo coste con prestaciones mínimas y que herramientas tales como ortografía, sinónimos, programas de gráficos, de textos llamativos, de imágenes, etc., puedan funcionar a través de la red.
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INTRODUCCIÓN
Trabajar con grandes cantidades de información plantea problemas serios cuando se trata de seleccionar, consultar, modificar y discriminar parte de ella. Por tanto, es necesario dotar al conjunto de dicha información de una organización y estructura adecuada. Para conseguirlo, se han utilizando las tablas como soporte básico de almacenamiento de la información. Las columnas corresponden a los distintos campos y las filas corresponden a los registros. Los campos están formados por las características de que se compone la información con la cual se va a tratar. Por ejemplo, si se trata de almacenar información relativa a libros, algunas de las características que interesan son: el ISBN, número estándar internacional del libro (en inglés International Standard Book Number), TÍTULO y AUTOR que compondrán las columnas, en tanto que, en las filas, se almacenarán los distintos libros de que se disponga.
Sin embargo, la información organizada y estructurada en forma de tabla no es suficiente, pues los datos contenidos en cada tabla rara vez son fijos a lo largo del tiempo y tampoco surgen de forma ordenada. Esto implica disponer de un método de trabajo que permita actualizar y ordenar los datos contenidos en dichas tablas.
Es decir, la información global, que es la que se encuentra directamente en el mundo real, es inmanejable en su totalidad. Por tanto, se hace necesario, en primer lugar, establecer un proceso de selección de la información global para obtener la información de interés. El paso siguiente, es la organización de la información de interés. Este paso es necesario para acceder a la información de una forma rápida y fácil. Por tanto, interesa disponer los datos en forma de tablas, y se necesita un campo o una serie de campos que identifiquen inequívocamente cada fila almacenada en la tabla, esto evitará tener dos filas con la información duplicada. Para ello, este campo debe rellenarse obligatoriamente, y a esta información identificadora se le denomina clave principal. Para aclarar la idea de clave principal considérese el ejemplo del DNI. Este número es único para cada persona, no hay o no debe haber dos DNI iguales. Otro ejemplo de clave principal sería el nombre, los apellidos y la dirección de una persona, todos formando la clave principal. Es casi imposible que estén viviendo en una misma dirección dos personas con el mismo nombre y apellidos. En el caso de una biblioteca la clave principal debería ser el ISBN, ya que este número, similar al DNI de las personas, es único para cada libro.
A medida que la información aumenta, las tablas manuales se hacen cada vez más difíciles de manejar. Los problemas de espacio y dificultad de acceso son muy importantes. Para dar una idea de esto, en un disquete de computadora se pueden almacenar entre 20 y 40 páginas de una guía telefónica, normal, y un disco duro tiene una capacidad para almacenar más de una docena de novelas de gran volumen. Hay que buscar una solución que permita un tratamiento y una manipulación sencilla de los datos.
Las computadoras son, por tanto, un medio adecuado para resolver estos problemas. Permiten ordenar, insertar, borrar y modificar los distintos registros de una forma sencilla, y, además de ahorrar mucho espacio en su almacenamiento, permiten un acceso muy rápido a la información. Para ello se han desarrollado paquetes de software especializados en el tratamiento de este tipo de información. Se conocen como Gestores de Bases de Datos.
El hecho de pasar las tablas manuales a la computadora no produce ningún cambio en la organización de la información. Una tabla manual, pasa con su misma estructura a la computadora. Lo único que cambia es el soporte de la información: pasa de estar en papel a estar en un archivo cuyo soporte es magnético. Una vez en la computadora, se pueden realizar las mismas operaciones que se hacían manualmente, sólo que ahora mucho más rápidamente y ocupando menos espacio. Por ejemplo, el insertar un registro en una tabla manual de gran tamaño supone rehacer la tabla. Sin embargo, esta operación es mucho más fácil para el usuario cuando maneja una tabla en la computadora.
Una base de datos es, pues, un conjunto de información estructurado. Generalmente, la estructura es la de tabla.
Se llaman Gestores de Bases de Datos a los programas que se encargan de definir la estructura de los datos, así como recuperar y manejar los datos almacenados en la computadora.
Enciclopedia de Informática y Computación
Biblioteca de Consulta Microsoft Encarta 2004
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Francisco Javier Ayala Martinez
Edad: 18 Años