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La competitividad una lucha sin fin para las PYMES

Enviado por rivasv


    1. ¿Qué es la competitividad empresarial?
    2. ¿Cómo medimos la competitividad
    3. ¿Qué empresas son PYMES?
    4. ¿De qué depende la competitividad?
    5. Conclusiones
    6. Referencias Bibliográficas

    Competitividad es productividad. Este es el axioma que sostiene Porter (1996 ) y es el basamento de su aporte a la teoría empresarial moderna. Este axioma posiblemente sea realidad al mundo empresarial de las grandes empresas norteamericanas y posiblemente del primer mundo, no así para el tercer mundo y para la realidad centroamericana y mucho menos para el mundo empresarial de las micro, pequeñas y medianas empresas.

    En este trabajo demostraré que la competitividad tal como la enseña Porter y como la conciben sus seguidores centroamericanos no tiene asidero en la realidad empresarial centroamericana y que factores de orden exógeno en el contexto de la meso economía son determinantes de la competitividad empresarial.

    Adicionalmente propongo la utilización de un modelo de competitividad denominado ARV como herramienta de gran utilidad para medir la condición de competitividad y para determinar los factores críticos endógenos que permiten aportar a mejorar la posición competitiva de la empresa evaluada.

    1- ¿Qué es la competitividad empresarial?

    Existen varias definiciones. Algunas se reducen a establecer la capacidad de generación de rendimientos, en cuanto señalan que una empresa competitiva es la que logra la rentabilidad optima a raíz de una inversión dada. (Ansof. Igor, 1997; Thompson – Strickland: 1994). Otros avanzan en establecer que la competitividad es productividad por lo que se requiere una estrategia acorde a las metas propuestas para lograrlas en la industria en la cual se encuentra operando ( Porter. M.: 1996). La competencia se establece, según Porter, a tres niveles: 1- El análisis de la competencia internacional, situación característica de la actual integración económica mundial. 2- Competencia sectorial o por rama de actividad en que opera la empresa. 3- Competencia consigo misma o de excelencia en la búsqueda de sus mejores resultados, con independencia del exterior.

    Una definición que parte de la teoría del comercio internacional define competitividad como la capacidad de competir de la empresa en su sector actual o potencial, capacidad que vendrá definida por unas características de la empresa (análisis interno) y por unas condiciones y dimensiones del marco competitivo (análisis externo). Se entiende por competitividad tanto la posición relativa frente a la concurrencia, como la aptitud de la empresa para sostener de forma duradera la competencia con los otros oferentes del sector o rama de actividad. La empresa competitiva posee un conjunto de capacidades que le permite, según los casos, entrar, mantenerse o desarrollarse en un sector, constituido por las fuerzas competitivas ya conocida y que son susceptibles de oponerse o crear un conflicto con los objetivos, proyectos y actividades de la unidad económica (Bueno C. Eduardo: 1996).

    Una definición a la que abonamos es la que define la competitividad como:

    "La capacidad estructural de una empresa de generar beneficios sin solución de continuidad a través de sus procesos productivos, organizativos y de distribución." (Fea. U. 1995. Pág. 47)

    Donde:

    • La capacidad estructural es función directa de sus principios estratégicos, del bagaje cognoscitivo de su factor humano y de su organización.
    • La continuidad en la generación de beneficios y de la empresa misma, es directamente proporcional a su dinamismo estructural.

    El nivel de competitividad de una empresa está siempre definido por su intrínseca "manera de ser" dentro de un determinado contexto socieconómico. (Fea. U: 1995)

    De este planteamiento del autor podemos colegir entonces:

    1. Que la competitividad es una característica interna al sistema empresa.
    2. Un mercado, o mejor un entorno sociopolítico y económico, determina el nivel temporal de su capacidad competitiva intrínseca.
    3. Una empresa tiene continuidad sólo si es capaz de adecuarse constantemente a las nuevas condiciones del entorno, el que puede estar determinado por factores instituciones más que por la oferta y la demanda.

    La competitividad de una empresa tiene un valor único, constituido por muchos factores que concurren a determinarlo y tienen una incidencia positiva o negativa, que debe examinarse separadamente para mejorar el resultado final.

    Una empresa puede ser competitiva en el proceso de transformación y no serlo en el de distribución o tener gastos generales o financieros desproporcionados, o estar gravada por un exceso de personal de estructura, etc.

    Las definiciones apuntadas permiten aclarar que se entiende por competitividad empresarial desde una perspectiva eminentemente de eficiencia y eficacia. El supuesto intrínseco es el de suponer que los factores de la producción: tierra(T), trabajo(L), capital (K), iniciativa empresarial(I) y la tecnología(Te) no encuentran dificultad para lograr los niveles de empleo requeridos, por lo tanto, los recursos naturales son infinitos o están dados lo que no es cierto. Los recursos naturales, productivos y tecnológicos son escasos, sobre esto se ha investigado abundantemente por lo que no profundizare al respecto.

    2- ¿Cómo medimos la competitividad

    Las definiciones anteriores de competitividad están referidas a un mundo perfecto, propio del paradigma neoclásico de la economía. Recupera el concepto de la competencia perfecta, obviando el tema de intermediación de otros actores económicos que participan activamente y que han sido ignorados sistemáticamente por Porter y sus seguidores.

    La competitividad así definida da como resultado que el axioma de Porter es cierto, es decir COMPETITIVIDAD = PRODUCTIVIDAD. Este axioma ignora que las empresas no realizan la producción en el mercado por las fuerzas de este, es decir, por la oferta y la demanda.

    Los empresarios tienen que demostrar capacidad de negociación que se expresará en la rentabilidad. Dicho de otra manera, los empresarios no solamente tienen que demostrar que producen a la mejor combinación de los factores de la producción expresado en la productividad sino en la capacidad de negociar que tengan en el mercado para conseguir el mejor precio que este dispuesto a pagar el consumidor. Los empresarios estarán dispuestos a ofertar su producción a sus costos marginales (CMg), pero enfrentará una demanda que tiene que lograr igualar a la curva de disposición marginal para pagar (DMgP). El gráfico No 1 expresa ese equilibrio. Los precios en el mercado son los sicológicos dados por estilos de vida que quiere alcanzar el consumidor y no los precios de mercado tradicionales dados por las necesidades insatisfechas.

    En investigaciones realizadas para productores agrícolas se estableció que la competitividad de las empresas PYMES reside en su capacidad de crear valor en el corto plazo. Esta creación de valor debe ampliarse a mediano plazo, lo que permitiría la permanencia de la empresa en el largo plazo, es decir, si la empresa logra crear valores en el corto y mediano plazo, el largo plazo es una resultante, por lo tanto la preocupación por el largo plazo sería menor.

    De esta conceptualización se deriva que la competitividad tiene como factores determinantes: la productividad, P; (medido por los rendimientos del sector, generalmente esta se cuantifica estableciendo el número de productos producidos dividido entre los recursos: materia prima, insumos, mano de obra, equipos, utilizados) y la rentabilidad, R, del sector.

    La forma para su medición resulta entonces de comparar la productividad de la empresa con la del sector industrial en el cual se encuentre localizada productivamente. Este generalmente es un dato de rendimiento (unidades producidas de bienes y/o servicios por período o insumos utilizados). Serán altamente productivas si los rendimientos son iguales o mayores al promedio del sector o rama industrial en la que opera la empresa. (Rivas V. A: 1998).

    Por su parte la rentabilidad se puede medir con indicadores financieros tradicionales principalmente el Valor Actual Neto (VAN), beneficios al final del período ó el que se considere representativo. El instrumento idóneo para evaluar la rentabilidad a demostrado serlo el Flujo de Caja para un período considerado adecuado, el cual permite hacer proyecciones a nuevos períodos. Las tasas de interés a las cuales se debe descontar los flujos casi siempre son las tasas de interés básicas dadas por la autoridad monetaria Vg. Banco Central, más un porcentaje de riesgo el cual fluctuará dependiendo del tipo de industria en la cual se encuentra la empresa en cuestión. Las PYMES serán rentables si los valores del VAN ó el indicador seleccionado sea iguales o mayores que cero. (Rivas V. A: 1998).

    Las posibilidades que se pueden dar (supongamos que usamos el VAN) son las siguientes:

    1. Es evidente que si una empresa logra rentabilidades superiores y su productividad supera a los parámetros del sector, esta seria una empresa líder. Esta posibilidad es independiente si el valor se está produciendo en el mercadeo, en la producción o en las finanzas. La segunda posibilidad se da con el evidente esfuerzo en mercadeo.

    2. Competitividad Alta: Si el VAN es mayor a cero y la productividad es mayor al parámetro del sector. Otra posibilidad es que la VAN sea mayor a la inversión realizada y la productividad menor al parámetro del sector.

      Esto implicará que no obstante la productividad es menor a la del sector, los precios en el mercado son favorables. Se podría lograr una situación como tal con esfuerzos deliberados en mercadeo y un esfuerzo en full coste.

    3. Competitividad media: Sí la rentabilidad es aceptable esto es el VAN es igual cero y la productividad en menor al parámetro del sector. Otra situación que se da es la VAN aceptable pero una productividad igual a la del sector.
    4. Competitividad baja: Esta situación se presentaría cuanto la VAN igual a cero y la productividad supera (mayor) al parámetro del sector. Otra situación de competitividad baja se da cuando el VAN igual a cero y la productividad es menor al parámetro del sector, esta es una situación en la cual la empresa simplemente sale del sector completamente.

    Lo cual implica que se están haciendo esfuerzos en reducción de costos no obstante financieramente se está operando deficientemente, adicionalmente el mercadeo no es efectivo (Rivas V. A: 1998).

    Mediante una matriz de competitividad a la usanza de Igor Ansoff, Michel Porter y otros lo apuntado se puede ilustrar como sigue.

    Gráfico No 2

    MATRIZ DE COMPETITIVIDAD

     Para ver el gráfico seleccione la opción "Descargar" del menú superior

     En donde: P = Productividad, Ps = Productividad del Sector y R= Rentabilidad.

    Fuente: Elaboración propia.

    La matriz es lo suficientemente explícita las relaciones con respecto a la Productividad (P) y la Rentabilidad (R) permiten ubicar una empresa en particular. Una PYMES puede ubicarse en cualquiera de esas posiciones. La única diferencia es que su condición de PYMES le establece límites para ubicarse en otra categoría empresarial. Como apuntamos anteriormente esta condición se modificará solamente si cambia su relación con respecto al sector industrial en la cual se encuentra compitiendo. Un buen ejemplo son las empresas de países subdesarrollados del tercer mundo, aunque en el país (dentro) puede ser una empresa grande y exitosa a nivel del mercado mundial solamente es una micro o pequeña empresa tercermundista.

    La mayoría de PYMES se encuentran en el segundo y tercer nivel (contados de arriba a bajo) de la matriz de competitividad, es decir, de mediana a baja competitividad. Algunos autores las clasifican entre PYMES de acumulación y de subsistencia, se dirá que en el primer cuadrante del tercer nivel de la matriz (contado de izquierda a derecha) se encuentran las de acumulación en cuanto compiten a corto plazo, mientras las que se encuentran en el cuarto cuadrante solamente existen porque cuentan con apoyos de programas sociales y viven una ficción empresarial, es decir, están ocupados pero no logran permanencia empresarial, estas tiene una vida de duración corta. Estas las denominaré iniciativas emprendedoras espurias, por lo tanto no clasifican como empresarios PYMES.

    Para fines prácticos medir la posición competitiva de una empresa requerirá conocer los parámetros señalados (productividad y rentabilidad) y clasificar en alta, mediana o baja. Un reto de suma importancia es medir la productividad de una empresa PYME en cuanto es menos difícil para una empresa grande que casi siempre opera en mercados oligopólicos, esto implica que estas empresas simplemente se miden con respecto a la empresa líder que generalmente es del mismo grupo financiero y los retos productivos son casi siempre como "verse en un espejo".

    En un ejercicio que realice con mis alumnos y alumnas del curso de PYMES que imparto de vez en cuando, en la Facultad de Economía de la Universidad Latina de Costa Rica, pude comprobar que no es sencillo pero tampoco es imposible. Tomamos tres empresas de sectores productivos bastantes diferentes: una empresa que vende resinas para fabricar productos de plástico; una galería de pinturas que al mismo tiempo da servicio de maquetería y una fabrica de muebles para el hogar. El resultado fue sorprendentemente excelente. Sobresalió que en lo fundamental el esfuerzo reside en establecer a que sector o subsector de la industria pertenece la empresa, la localización del mercado en el que opera (se clasificó a partir del área geográfica: el barrio o comunidad; regional, nacional o internacional estando este casi siempre entendido como los Estados Unidos de Amperica), tipo de mercado (monopolístico u oligopólico) y determinar que negocio o empresa es líder. Se midió la productividad, de las empresas en estudio, en términos ingenieriles y se recurrió a la consulta directa en los casos que se pudo y a la indirecta para saber la productividad del líder. El juicio de experto fue fundamental para lograrlo. Debo decir que el ingenio de mis alumnos sobre paso las expectativas.

    Medir la rentabilidad solamente requiere de la colaboración de los empresarios en proporcionar los VAN que les calculan los contadores. En algunos casos esto se dificulta por la indisciplina contable que con la que viven los empresarios PYMES, pero en general este no es difícil de lograr. Los resultados generales han sido de comprobar lo señalado en párrafos anteriores

    3- ¿Qué empresas son PYMES?

    La definición o categorización de las empresas en Centroamérica ha tenido un tortuoso camino. Las PYMES no escapan de esta situación.

    3.1- Conceptualización en los países Latinoamericanos

    La conceptualización de las PYMES transita por varias definiciones, principiando por las que las ubica en el Sector Informal Urbano, SIU dándole con ello la connotación de ser un sector, por tener características homogéneas en cuanto a remuneración y condiciones laborales. Este surge a partir de 1972 en África ha tenido amplia influencia y aceptación en Latinoamérica.

    Son reconocidas tres orientaciones que recogen la conceptualización (Galin: 1991) de PYMES que por ahora es aceptada ampliamente: a) la inspirada por el Programa Regional de Empleo de América Latina y el Caribe (PREALC); b) la orientación neoliberal cuya expresión más conocida en el libro de Hernando de Soto, El Otro Sendero, y c) la vertiente crítica del concepto, principalmente en las elaboraciones de algunos estudiosos del Programa Mundial de Empleo de la OIT y del Instituto Internacional de Estudios Laborales.

    El PREAL establece que el concepto se originó en la migración del campo a la ciudad, como producto de las expectativas que el modelo desarrollista creo y al no poder satisfacerlo los campesinos se vieron obligados a subsistir realizando cualquier actividad que les generara algún ingreso. Estos migrantes, así como los que recién se incorporan al mercado de trabajo urbano, carecen de capital y de capacitación técnica. Por ello las actividades que podrán realizar, determina la primera característica del sector: la facilidad de entrada, por poco capital comprometido y escasa habilidad exigida. Esto a su vez determina que la división del trabajo sea rudimentaria.

    La principal característica de las unidades productivas es que no se comportan como una típica empresa capitalista. Esto es no persigue maximizar sus utilidades, sino que el propietario del negocio persigue ganar un salario mayor al promedio, Galin (1991) resumen las características de estas unidades en: a) facilidad de entrada; b) poco capital; c) escasas calificaciones; d) rudimentaria división del trabajo; e) organización no capitalista de la producción, siendo esta última la principal característica.

    El PREAL reconoce que no obstante que existe heterogeneidad en el sector el elemento homogenizador que los distingue como sector son los ingresos que perciben, los cuales en su mayoría son idénticos o similares, en general se admiten que los ingresos son inferiores a los salarios de los empleados públicos en la mayoría de países.

    Por otra parte se acepta como unidad las características que impone la heterogeneidad del sector, es así que distinguen las categorías: a) vendedores ambulantes de bienes y servicios, organizados y cuya demanda principal es la seguridad, pues necesitan un lugar protegido; b) propietarios de talleres informales, cuya principal preocupación es el exceso de requisitos legales que obstaculizan la regularización de sus negocios con una tónica individualista; c) transportistas, propietarios de un automóvil o camión, también individualistas y con escasa organización; d) asalariados informales quienes perciben que su mayor necesidad es protección, ya que son inestables, tienen dificultades para sindicalizarse, no cuentan con seguridad social y perciben salarios inferiores a los legales.

    La posición NEOLIBERAL se sintetiza en el trabajo de Hernando de Soto (1987), El otro sendero, en el que recoge la experiencia peruana. En cuanto al origen del concepto de SIU no difiere de lo apuntado por el PREAL. De Soto enfatiza en la marginalidad de la mano de obra como principal impulsador de la creación de PYMES, pone su énfasis en la distorsión que crea el Estado en el mercado al encarecer los trámites para logra instalar un negocio, esto está vetado a los campesinos que migran a la ciudad, por lo tanto lo tienen que hacer en forma ilegal. Para de Soto, el tamaño reducido, el escaso capital o dinamismo reducido no son característicos de la informalidad.

    La unidad de análisis en la perspectiva neoliberal son las actividades. La informalidad no es una condición inherente a un sector sino producto de la valoración que hace el empresario entre los costos de la legalización y los beneficios que percibe con su actividad productiva, de tal forma que cuando los costos son superiores prefiere la ilegalidad. Desde esta perspectiva los costos laborales se mueven con el mercado, es decir, suben o bajan dependiendo de la oferta y demanda laboral, el riesgo existe cuando no se tienen los ingresos no son suficientes para pagar mano de obra especializada.

    Para de Soto, lo ideal es que el Estado no intervenga en la economía reglamentando fuertemente las iniciativas empresariales y que lo recomendable es la existencia de: a) simplificación de normas, eliminado duplicaciones y reglamentaciones inútiles; b) descentralizar, transfiriendo responsabilidades a las autoridades regionales y locales; c) desregular, reduciendo facultades del Estado, incrementando la de los particulares.

    Por su lado LA VERTIENTE CRÍTICA, sostienen que la caracterización del SIU encierra una concepción dualista de la sociedad, la cual apunta a la oposición tales como: moderno – atrasado o tradicional. Esta oposición es formal en cuanto la una depende de la otra. El concepto de informal refiere a la ilegalidad por lo tanto es confuso para referirse a empresas que pueden ser legales pero que operan en mercados que no cubre la economía formal, otro elemento es el asociar lo informal, ilegal a baja rentabilidad en cuanto existe evidencia empírica que muestra que esas dos condiciones no limita a que las PYMES maximicen sus beneficios, esta misma dualidad se apunta que grandes sectores laboran en sectores formales en horas laborales tradicionales y en informales después de su jornada de trabajo, esto lo hacen a lo largo de su vida. Se tiende a asociar al SIU a la pobreza urbana lo cual no siempre es cierto, no obstante, de que existe una alta asociación.

    Esta vertiente propone sustituir el concepto de SIU por el de grupos vulnerables de trabajadores. Estos trabajadores pueden ser vulnerables por estatus laboral, como los eventuales, temporarios, aprendices, empleados domésticos, trabajadores a domicilio y trabajadores contratados. Reconoce que es necesario que cubra sectores de trabajadores que laboran para empresas formales e informales usan formas desprotegidas de empleo, como los contratados por temporadas de cosecha o posproducción, o subcontratados y que no cubren la seguridad social.

    En términos de intervención del Estado ésta corriente propone la protección social a grupos de trabajadores, como los empleados domésticos, los trabajadores a domicilio y asalariados de PYMES que no pagan los servicios sociales. Propone que esto se maneje desde la autoridad local, siendo la política dictada desde lo más alto del Estado. La no existencia de protección estatal significa ganancia para los empresarios que sobre explotan a la mano de obra desprotegida.

    Una síntesis de estos enfoques los ofrece Galin en el siguiente esquema (Cuadro No 1)

    Cuadro No 1

    ESQUEMA DE INTERPRETACIONES SOBRE SIU

     

    PREAL

    NEOLIBERAL

    Vertiente Critica

    Origen, concepto y característica

    Migrantes rurales: excedente de fuerza de trabajo. Facilidad de entrada, poco capital, escasa calificaciones, rudimentaria división del trabajo, organización no capitalista de producción

    Las ciudades, centro religioso y administrativo – hostil. Actividades ilegalmente: se aparta de la normatividad establecida.

    Dualista, a) simplista, b) lógicamente inconsistente, c) partes de un continuo, d) no es posible diseñar una política única, e) SIU ¹ Pobres, f) personas que trabajan 1 T.

    Contexto teórico

    El concepto de EIR(ejército industrial de reserva) no es aplicable, ya que los salarios pagados en el SIU no afectan el nivel de los salarios del sector formal. (El EIR, en versión clásica tenía como objetivo el freno al incremento de los salarios)

    Economía neoclásica.

    EIR latente/flotante/intermitente.

    Similitudes históricas

    Original de los países dependientes y de América Latina en particular (% de independientes en la PEA).

    Mercantilismo. Elites privadas que se oponían al libre mercado: sistema de privilegio.

    Capitalismo del siglo XIX.

    Unidad de análisis

    En sus últimas versiones la unidad de análisis son los individuos en el mercado de trabajo. Distinguir: a) vendedores ambulantes, b) propietarios de talleres, c) transportistas, d) asalariados informales.

    Actividades. No es un sector preciso, sino una zona de penumbra.

    Las antigüedades del concepto dificultan la aproximación empírica. El análisis debiera ser multivariado.

    Políticas

    Los programas de apoyo al SIU: a) son riesgosos y no deben sobreestimarse, b) no pueden ser mantenidos en el largo plazo: si se sostienen artificialmente a las microempresas, se frustrarán una vez retirado el apoyo, c) el solo apoyo al SIU no es una política contra la pobreza, porque el apoyo a las microempresas no ayuda a sus asalariados.

    Sistema legal único: a) simplificar normas, b) descentralizar responsabilidades a autoridades locales, c) desregular, reduciendo facultades legales del Estado.

    Deberá proteger a las categorías vulnerables de trabajadores: empleo doméstico, trabajadores a domicilio y asalariados de pequeñas empresas.

    Fuente: Galin. Pedro (1991) pág.50.

    La definición de las PYMES en la mayoría de países latinoamericanos sigue estando basada en la cantidad de trabajadores, estas definiciones tienen un sesgo cuantitativo ya que se adicionan requisitos que tienen en cuenta la cuantía de sus activos y ventas.

    El cuadro No 2 adjunto da cuenta de un grupo de países que privilegian tales indicadores. Se puede observar que es evidente el poco avance en la definición de las MYPE.

    No obstante, existen esfuerzos importantes en colocar a las PYMES en un ámbito superior del que las ubicaba la marginalidad y la informalidad. El Banco Mundial, el BID, la CEPAL y otras organizaciones internacionales han realizado estudios que las identifica en la esfera de la economía y no en la social. Estos esfuerzo lo que han provocado es enfatizar la importancia del sector para que sean consideradas en los programas financieros de los países del tercer mundo. Su punto de partida es de demostrar que deben existir políticas públicas que las apoyen y fomenten, no obstante estos esfuerzos los efectos en los países latinoamericanos son menores.

    Cuadro 2

    América Latina: Definición de Empresas por Número de trabajadores

    PAÍS

    MICRO

    PEQUEÑA

    MEDIANA

    GRANDE

    Argentina

    Se utiliza una formula ponderada (empleo, ventas, activos)

    Bolivia*

    No existe una única definición interna

    Chile

    1-9

    10-49

    50-99

    Más de 100

    Colombia

    1-10

    10-199

     

    Más de 200

    Brasil

    1-19

    20-99

    100-499

    Más de 500

    Costa Rica*

    1-10

    6-30

    31-100

    Más de 100

    Guatemala*

    1-15

    16-40

    41-100

    Más de 100

    México

    Hasta 30

    31-100

    101-500

    Más de 500

    Perú*

    1-4

    5-19

    20-199

    Más de 200

    Venezuela

    Menos 5

    5-20

    21-100

    Más de 100

    El Salvador

    1-9

    10-19

    31-100

    Más de 100

    Honduras

    1-10

    11-49

    50-100

    Más de 100

    Nicaragua

    1-15

    6-20

    21-100

    Más de 100

    * La definición está asociada al cumplimiento de otros requisitos adicionales sobre ventas y valores de activos.

    Fuente: Tomado de Castillo y Chaves (2001)

    3.2- Re Conceptualización PYMES

    En general las organizaciones que atienden las PYMES LAS clasifican en términos tradicionales, el cuadro No 1, que recoge algunas de estas definiciones que no escapan de la clasificación cuantitativa.

    A ésta conceptualización oponemos la siguiente:

    Las PYMES son unidades productivas de menor escala en un sector industrial determinado. Se caracterizan por tener de 1 a 100 empleados incluidos el patrono, utiliza tecnologías que van de atrasadas a las más avanzadas ó modernas. Su rentabilidad es la del sector industrial al que pertenecen y sus niveles de productividad en la mayoría de las veces son inferiores a las de su sector.

    Esta definición nos permite avanzar al acápite siguiente.

    3.3- Hacia una nueva conceptualización de las PYMES

    La informalidad es sinónimo de ilegalidad (no tener permisos de funcionamiento o no estar inscritos en los registro correspondientes) no obstante esto puede llevar un sesgo al desconocer el aporte o creación de valor que hacen las PYMES al proceso productivo nacional. Por ejemplo si más del 60 % de la ocupación centroamericana y en otros países latinoamericanos en mayor proporción, se explica por la PYMES esto implica que ese 60% de personas de la PEA realiza trabajo legal, es decir, no delinque, lo que crea un ambiente favorable para la imagen de un país, de tal forma que da confianza para que la inversión extranjera crezca lo mismo que los sectores turismo y servicios en general. Por ejemplo, Costa Rica no necesita un estado policial represivo para garantizar la seguridad ciudadana, esto es un aporte de las PYMES en la creación de imagen por lo tanto de valor en la producción.

    Muchas de estas unidades productivas de pequeña escala que dada su forma de organización se constituyen en PYMES eficientes y rentables, superando los límites establecidos en cuanto a valor de las ventas y activos. Es el caso de ciertas actividades que requieren un alto grado de especialización, por ejemplo: algunos talleres mecánicos, pequeñas industrias de alta tecnología, joyerías y algunos servicios a las personas, estas en la mayoría de los casos no cumplen con todos los requisitos de legalidad.

    Otro elemento central en una propuesta de nueva conceptualización de las PYMES debe aceptar que éstas son empresas de menor tamaño en el mercado en general (es decir: participación, tipo de producto, segmento que cubren, otros) y no por la cantidad de las personas que laboran en ellas, ni por la cantidad de activos o el volumen de ventas. La relación capital trabajo (K/L) es un factor que no debe ser ignorado para establecer que es lo prioritario de tal forma que propongo que se considere a las empresas PYMES no en términos de micro, pequeñas o medianas, entendiendo que pueden ser empresas que emplea de 1 a 100 personas y su condición de PYMES está en relación a otros factores tales como los siguientes:

    1. – Las PYMES son aquellas empresas que no tienen las condiciones necesarias ni suficientes para competir en el largo plazo, en la rama industrial en la que se encuentran operando.
    2. – No obstante, estas empresas pueden competir, en el corto plazo, en el sector, dentro de la industria, ya sea porque se encuentran posesionadas adecuadamente en un nicho de mercado sirviendo como proveedora de servicios, supliendo materias primas o solucionando necesidades a consumidores finales.
    3. – Esta definición es un asunto de competitividad y no de dimensión espacial, empleo, volumen de ventas y de capital. Es su relatividad para enfrentar los desafíos de la industria en la cual nació y ha decidido permanecer.
    4. Por ejemplo una cooperativa de crédito para maestros de educación primaria puede ser micro o pequeña (es decir no compite) en la industria financiera nacional, pero dentro del sector de cooperativas de crédito para maestros de primaria puede ser competitiva, quizá no por el volumen de recursos que gerencia pero si por el servicio en cuanto no exige tramites engorrosos. Es decir, sus clientes están satisfechos y por nada se cambian a otra cooperativa del sector. Otro ejemplo son las empresas de software, están en la industria del software para INTERNET, con lo más moderna tecnología en el mundo, pueden contar con 4 personas o menos laborando incluido el dueño (por el número de personas laborando sería microempresa en la definición tradicional), la inversión en equipo no es más de US$3.000, pero sus ventas pueden ser superiores al millón de dólares anuales, muchas se localizan en la casa del dueño, no tienen rotulo físico (sólo electrónico) no obstante manejan y generan de los capitales con mayor crecimiento en el mundo, la llamada "nueva economía". Son altamente competitivas en la industria informática y en el sector del software.
    5. ¿Cómo se clasifican estas empresas?, micro, pequeña o mediana. Posiblemente sea mediana, posiblemente no pague impuestos, posiblemente su relación con el mercado es solamente electrónico.

    Esta propuesta requiere que se plantee que se entiende por competitividad. Porter (1996) puso de moda el concepto al recuperar la cadena de valor como elemento central en la definición de estrategia y al desarrollar el diamante de competitividad como eje de su discusión, centrado en la teoría clásica del comercio internacional.

    La diferencia en nuestra concepción es que partimos inicialmente de elementos endógenos para marcar las pautas de la competitividad, de tal manera que ésta, la competitividad, es una situación en la que el mismo servicio o bien es prestado y producido por dos o mas actores, todos y cada uno de ellos dispuestos a dar lo mejor de si, sin treguas, por atraer a los usuarios de esos servicios o bienes, ofreciéndoles los mejores precios, calidad y atención que es posibles ofertar en una lucha sin fin. Esta concepción reconoce que las empresas actúan en mercados imperfectos, principalmente monopolístico y/o oligopólicos. Estos mercados exigen seguir políticas de Benchmarking y buscar asociación y cooperación entre productores, consumidores, proveedores y condiciones de entorno dado por las instituciones públicas (estatales) y privadas. En donde la intermediación institucional pone en riesgo la competitividad.

    4- ¿De qué depende la competitividad?

    Contestando a la pregunta que encabeza este acápite diremos que la competitividad esta en función de la capacidad del empresarios de gestionar, entendida esta como la capacidad de involucrarse en todos los ámbitos requeridos, el negocio en campos como: Empresarial, Financiero, Comercialización, Producción, Tecnológico. En términos simbólicos se expresa en la siguiente ecuación:

    CM = f(Ge; Co; Gf; P; T) + E

    En donde:

    CM = Competitividad de las PyMES

    Ge = Gestión Empresarial

    Co= Gestión de la Comercialización

    Gf = Gestión Financiera

    P = Producción

    T = Tecnología

    E = Entorno o factores exógenos relacionados con la meta economía

    Las ECUACIONES DE COMPORTAMIENTO.

    Las ecuaciones de la gestión empresarial.

    1. Ge = f(Es, Cr, Cn, Pe) ; Es, Cr, Cn, Pe, rrhh > 0

    Gestión Empresarial

    Ge

    1- Escolaridad del empresario.

    Es

    2- Experiencia productiva.

    Ep

    3-Conocimientos sobre el negocio.

    Cn

     

    4- Proyección Estratégica

    Pe

     

     

     

    La ecuación lo que dice es que la Ge está en función de la escolaridad del empresario (Es), experiencia productiva (Ep), conocimientos sobre el negocio (Cn) y, la proyección estratégica (Pe).

    La función de la gestión comercial.

    (2) Co = f(Tm, Tc, Pp, Fv) Tm, Tc, Pp, Fv > 0

    Gestión Comercial

    Co

    1-Tipo de mercado en el que opera.

    Tm

    2- Tipo de Cliente

    Tc

    3- Política de Precios

    Pp

    4- Formas de Ventas

    Fv

     

     

    5- Experiencia de Mercado

    Em

    Esta ecuación explica que la comercialización está en función del tipo de mercado en el opera la empresas (Tm), el tipo de cliente al cual orienta su producción (Tc), las políticas de precio que aplica a sus clientes (Pp), de las formas de ventas (Fv) y, Experiencia de Mercado (Em).

    La función de la gestión financiera.

    (3) Gf = f(Tf, Tp, Tr, Pi) Tf, Tp, Tr, Pi> 0

    Gestión Financiera

    Gf

    1- Formas de financiamiento

    Ff

     

     

    2- Tipo de proveedor de materia prima.

    Tp

    3- Tipo de registros

    Tr

    4- Pago de impuestos que paga (Ventas)

    Pi

    Esta ecuación describe las dependencia de la Gf de las formas de financiamiento a la que accesa (Ff) el empresario PYMES, la cual puede ser crédito bancario, familiar, de amistades o donaciones. También esta en función del tipo de proveedores de la materia prima (Tp) los cuales pueden ser empresas grandes, otras PYMES, distribuidoras comerciales a las cuales puede comprar a contado o a crédito la cual consideramos otra forma de financiamiento. La idoneidad de los controles contables expresado en el tipo de registros que lleva (Tr) implica reconocer el rol de llevar una contabilidad formal como un control financiero idóneo por excelencia. El pago de impuestos (Pi) principalmente el de ventas, en cuanto este representa un financiamiento a corto plazo ya que el empresario al retener este recurso puede utilizarlo para apalancarse o simplemente ganar tasas de interés en el tiempo que tarde para devolver el dinero al fisco.

    Incorporando las dependencias tendríamos:

    ECUACIONES TECNOLÓGICAS

    La función de la producción y la tecnología se considera constante en el corto y mediano plazo, justificado en que las modificaciones en estas variables no son de forma inmediata ya que el empresario generalmente responde a cambios en la demanda de mercado y no ha una cultura de innovación constantes. Razón por cual solamente se enuncian.

    (4) P = Ceteris Paribus

    (5) T = Ceteris Paribus.

    ECUACIONES INSTITUCIONALES O LEGALES

    La función de entorno se considera constante en el corto y mediano plazo. No obstante, la ecuación institucional es la que hace referencia a la meta economía y se refiere al conjunto de instituciones públicas y privadas que afectan en forma directa y/e indirecta la competitividad empresarial. Un ejemplo de ello es el rol de los Bancos Centrales o Autoridades Monetarias que al definir políticas restrictivas o expansivas afectan la competitividad empresarial al crear un spreed de intermediación que afectan el sistema de precios y con ello crean condiciones favorables o adversas al empresario.

    Por fines de simplificación del modelo supondremos que esta se mantiene constante.

    1. ECUACION DE DEFINICIÓN O IDENTIDAD

      En general se establece la identidad de la competitividad de empresarial de la siguiente manera:

      (7) CM = ∑(Ge;Co;Gf;P;T;E)

      En donde se establece que la competitividad empresarial es la sumatoria de las Ge, la Co, la Gf, la P, la T y, el E.

      ECUACIONES DE EQUILIBRIO MOVIL

      Adoptamos las que propone Camilo Dagún (1986) siguiente:

    2. E = Ceteris Paribus
    3. Pt = Z t-1

    Esta ecuación es denominada de retardo de tipo lundbergiano la que expresa las expectativas de los empresarios con respecto al nivel deseado de la producción P en el período t-1. Es decir, la demanda Z t-1 induce los planes de producción en el período t (Dagum: 1986).

    CONCLUSIONES

    Las explicaciones sobre el surgimiento de las PYMES tienen varias fuentes, sobresaliendo las que explican a partir de las deficiencias en los modelos de desarrollo ejecutados. En la década del cincuenta en el ambiente intelectual latinoamericano veían a las sociedades como escindidas en dos sectores: uno "tradicional" y otro "modernizante", con muy pocos puntos de contacto entre sí. Caracterizando a los estratos pobres de la población como predominantemente rurales, con muy bajos niveles de instrucción formal y con valores que le impedían integrarse al "sector moderno."

    El modelo económico "desarrollista" suponía que la producción masiva constituiría un prerrequisito necesario del esfuerzo de industrialización. La intervención del Estado, a través de políticas de corte keynesiano, proveería como otro prerrequisito necesario, el marco político-institucional indispensable para el ejercicio del modelo.

    Desde el punto de vista del funcionamiento de los mercados de trabajo, se preveía una relación positiva entre el crecimiento de la producción y el empleo; lo que aseguraría la integración de un creciente contingente laboral al sector "moderno" de la economía, trasladándose de ocupaciones periféricas al sector industrial asalariado.

    La deficiencia del modelo condujo progresivamente a la manifestación de fenómenos inesperados. La mayor parte de los países que a partir del período de la posguerra comenzaron a experimentar acelerados procesos de urbanización e industrialización que postulaba el modelo, evidenciaban como correlatos "indeseables" y penosamente "visibles" elevadas proporciones de su población urbana viviendo en condiciones sociales de "miseria" y residenciados en áreas segregadas ecológicamente, las que fueron llamadas "villas miseria", "favelas" o "barrios" de ranchos.

    A fines de los sesenta y comienzo de los setenta el mismo modelo desarrollista intentó hacer interpretaciones de la marginalidad urbana, pero no fue suficiente, porque una visión crítica y pesimista sobre las consecuencias del modelo desarrollista se fue conformando progresivamente y dio origen a la teoría de la dependencia. Para esa corriente, la solución de los problemas generados por el modelo dependía de las propias posibilidades de su negación y subsistitución. La marginalidad urbana era para la teoría de la dependencia sólo expresión del funcionamiento de la sociedad capitalista.

    En lo que al tema del funcionamiento de los mercados laborales respecta, se enfatizó en las interrelaciones entre el polo marginal y el polo hegemónico de la sociedad. A diferencia de la concepción dualista anterior, para el enfoque dependentista, el polo marginal existe sólo en la medida en que es funcional para el sector hegemónico, al constituirse en importante reservorio de mano de obra obligada a trabajar por bajos salarios.

    A inicios de la década del setenta, comenzó a gestarse una explicación alternativa, que progresivamente se popularizó en gran medida por la intervención de varios organismos internacionales y, fundamentalmente, por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El término sector informal se incorpora a partir de estudios realizados a inicios de la década de los setenta al referirse al desempeño productivo del sector en el contexto africano, pero fue difundido rápidamente a partir de los trabajos del World Employment Program de OIT. Este término más neutral ideológicamente, surgía para calificar al conjunto de ocupaciones urbanas que permiten la supervivencia de numerosos contingentes de trabajadores que no logran insertarse en las empresas calificadas como modernas. Este enfoque, particularmente basado en sus inicios en una concepción dualista de la estructura económica y de los mercados laborales, evidenciaba también una perspectiva altamente optimista de las posibilidades de desarrollo de los países del Tercer Mundo. Constituía un fundamento conceptual coherente con las políticas que las misiones de asesoría de la OIT proponía a los gobiernos del Tercer Mundo. Políticas éstas que, en lo fundamental, propiciaban el aprovechamiento, mediante medidas de apoyo y fomento de la productividad del sector informal, del supuesto dinamismo y potencial integrativo manifestado por estas actividades para asimilarse progresivamente al sector moderno y la adopción de políticas macroeconómicas que incorporaran explícitamente objetivos de empleo. Las PYMES surgen como alternativas de empleo de aquellos trabajadores que no son absorbidos por el modelo de desarrollo vigente. Para la mayor parte de los trabajadores latinoamericanos, la pérdida de empleo asalariado o la imposibilidad de su obtención, implica altos riesgos en términos de las posibilidades de supervivencia.

    En la década de los sesenta existieron esfuerzos para explicar y atender el reciente fenómeno de las iniciativas de supervivencia de los desempleados o no absorbidos por el modelo de industrialización vigente. No obstante, esta atención fue orientada a explicarlo como crítica al capitalismo industrial naciente en América Latina y atenderlo desde la perspectiva de mitigación de la pobreza, con programas de subsidio y no fue visto como un elemento posibilitador de emprendimientos que podrían hacer surgir un nuevo componente económico de la sociedad de la época.

    De aquí que se entienda tradicionalmente como PYMES a las unidades productivas que se caracterizan por:

    • Bajos índices de la relación capital-trabajo; uso de tecnologías relativamente simples, intensivas en mano de obra y generalmente de baja productividad, con una débil división técnica del proceso productivo.
    • Una escala relativamente pequeña de operaciones, tanto en lo que respecta a los volúmenes de ventas de flujo de capital y de como a los volúmenes de trabajadores. Las unidades productivas unipersonales (trabajadores por cuenta propia) son parte importante del volumen total.
    • El propietario de los medios de producción trabaja directamente en la unidad productiva y recurre frecuentemente al trabajo de otros miembros del grupo familiar, aunque eventualmente recurra al empleo de trabajadores asalariados.
    • El aprovechamiento de las relaciones familiares y de amistad suele sustituir el precario acceso a los mecanismos de apoyo del Estado, a la vez que frecuentemente también escapan a su control.
    • Sus formas de vinculación, tanto a los mercados de factores como de productos los obliga a comprar a precios relativamente altos y a vender a precios relativamente bajos. Lo que deriva de una frecuente inserción en mercados competitivos en la base de una pirámide de oferta dominada por oligopolios concentrados.
    1. Como consecuencia de todo lo anterior, estas unidades se ven en la imposibilidad de acumular excedentes reinvertibles y por lo tanto, en la mayoría de las veces reproducen precariamente su existencia, remunerando de la misma manera a sus trabajadores.
    1. Los Gobiernos y organismos internacionales de cooperación multilateral del sistema de las Naciones Unidas tradicionalmente han establecido que en las microempresas laboran de una a cuatro personas y las pequeñas empresas de cinco a nueve personas. Consecuentemente las medianas empresas emplearán de diez a veinte personas y empresas con más de veinte son consideradas grandes empresas. Esta clasificación varia de país a país de tal suerte que en países con poblaciones grandes (veinte millones de habitantes) estas relaciones se modifican.

    En la actualidad el concepto SECTOR INFORMAL es parte de la realidad que involucra no sólo al Tercer Mundo sino a todos los países, principalmente cuando se integra al proceso de desmasificación de la sociedad industrial, resultado del acelerado proceso de tecnificación y difusión de nuevas tecnologías.

    La micro y pequeña empresa se define ya no en términos de marginalidad sino como una alternativa productiva que permite la generación de procesos de desarrollo local que garantice efectivamente la equidad en el desarrollo económico. El desarrollo de nuevas tecnologías permite la emergencia de formas productivas que apuntan a la sustitución de la producción de masa por medio de las líneas de ensamblaje y maquinaria y mano de obra especializada, por una producción diversificada sobre la base de maquinarias de usos múltiples que favorecen la descentralización de procesos.

    Por otra parte, los límites intrínsecos al modelo de producción de masas llevaron a las empresas, en un intento de mantener sus anteriores niveles de rentabilidad, a la experimentación con nuevas formas de organización de la producción y gestión de la mano de obra, caracterizables bajo el término general de flexibilización, esto es, ajuste de los equipos a una demanda variable, adaptabilidad de los trabajadores a tareas variables, posibilidad de variar empleo y la duración del trabajo en función de la coyuntura, sensibilidad de los salarios a la situación coyuntural de las empresas y del mercado de trabajo. Modificaciones necesarias en la organización de las empresas a fin de ejercer un mayor control sobre un mercado caracterizado por su inestabilidad.

    En Latinoamérica este proceso es lento y existen barreras que imposibilitan que la PYMES se conviertan en una alternativa real de progreso y de generación de crecimiento económico en el ámbito nacional.

    Entre estas sobresalen: 1- La consideración de que la PYMES son un sector social y no económico. 2- El acceso a fuentes de recursos financieros limitados a programas de organismos internacionales y ONG.

    En la actualidad, al estar orientada la sociedad hacia el fortalecimiento de los procesos de globalización y la generación de procesos de gestión pública descentralizados, posibilitarán que las PYMES sean afectadas en forma positiva, principalmente porque a éstas les corresponderá asumir el rol de dinamizadoras del desarrollo económico local, así las PYMES serán el vehículo idóneo para lograrlo con la mayor eficiencia y eficacia.

    Otros estudios (González Vega C., y Miller S. T., 1993. ONUDI: 1996. Internacional Cooperation Development Fund: 1997), dan cuentan que las PYMES están llamadas a ser un sector de importancia relevante para el desarrollo socieconómico de las sociedades centroamericanas, no obstante, de adolecer de sistemas financieros adecuados y asesoría que garanticen su reproducción y aporte al crecimiento nacional.

    Los puntos críticos para que el impacto de las PYMES sea relevante residen en que su participación en las economías nacionales no son consideradas en términos económicos sino sociales, razón por lo cual no son atendidas dentro de un marco de políticas globales con el fin de garantizar un ambiente favorable para su desempeño, integrando diversos instrumentos de política, principalmente: tributarias; fiscales y monetarias; políticas de crédito, políticas de apoyo (capacitación tecnológica, asistencia gerencial y mercadológica, simplificación y desburocratización); y políticas de asociatividad. Políticas con las que siempre a contado la empresa grande principalmente aquella consideradas como el eje dinamizador vinculada a la esfera del Estado.

    Existe la paradoja de la informalidad e ilegalidad de las PYMES no obstante de ser competitivas.

    En general, los trámites estatales y el costo de trabajar a derecho es alto. En su gran mayoría las PYMES en Centroamérica son consideradas ilegales, producto de los altos costos de los trámites legales y de lo largo del trámite. Según información de la Fundación para del Desarrollo Sostenible, FUNDES, el trámite para formalizarse es de aproximadamente trece meses, en la mayoría de países. Junto a la necesidad de lograr obtener ganancias ahorrando el pago de seguro social y cargas patronales hace que aproximadamente más del 70% de las PYMES se encuentren en sector informal.

    El fomento de la micro, pequeña y mediana empresa, ha sido desde hace varios años ya, una preocupación de los países en desarrollo, como mecanismo para promover el empleo productivo, fomentar el valor agregado y favorecer una distribución más equitativa. Las empresas pequeñas han ganado el titulo de generadores de empleo, lo cual evidencia la enorme importancia que revisten para las economías en desarrollo. En términos de economías globalizadas, el aporte de las pequeñas empresas es también amplio, se estima que entre un 25% y un 35% de las exportaciones mundiales de manufacturas provienen de pequeñas empresas. En América Latina y El Caribe, se estima que el 90% de las empresas son pequeñas y medianas.

    Existen ciertas características de las PYMES que las hacen competitivas EN EL CORTO PLAZO tales como:

    • La flexibilidad para enfrentar las distintas necesidades del mercado y la adaptación a estas variaciones según los gustos y preferencias del consumidor.
    • Requieren de menos capital para iniciar las actividades, y generan en proporción al capital invertido, mas personal que las grandes compañías.
    • Tienen menos dependencia tecnológica y de infraestructura, lo cual le facilitan ubicarse en cualquier espacio.
    • Mayor fluidez en las comunicaciones internas, adaptación de resultados y a la existencia de mayores exigencias de efectividad ante la escasez de los recursos. Originando con ello una mayor capacidad de innovación.
    • Normalmente tienen una mayor capacidad para mejorar y perfeccionar los productos elaborados por las grandes firmas, ya que su capacidad de aprendizaje se ajusta mas fácilmente.
    • Pueden mantener una relación mas estrecha con los clientes, lo que les produce mayor oportunidad de retroalimentación.
    • Las estructuras flexibles y pequeñas, facilitan el desarrollo de cadenas productivas eficientes entre empresas de similares tamaños.
    • Contribuyen a mantener la competencia en el mercado y a conservar el espíritu empresarial.

    Los trabajo de Trejos (1999), Castillo y Bonilla (2000), Castillo y Chávez (2001), avanzan en la definición al señalar una clasificación que parte por identificar características particulares de éstas, tales como, él definirlas desde una perspectiva de unidad productiva que tiene objetivos de acumulación de capital, lo que sería, desde la perspectiva de las ciencias empresariales, una típica empresa que maximiza sus utilidades, hasta la unidad productiva que busca propiciar un espacio de reproducción de la familia desde una dinámica de subsistencia y no con la perspectiva de mejorar su posición en el mercado en procura de asumir mayores roles en la generación de valor.

    Un sesgo importante que presentan estos trabajos es la perspectiva que privilegia a las PYMES en el ámbito de la subsistencia y centran sus esfuerzos en explicarse esa dinámica de funcionamiento de las PYMES. Juan Diego Trejos Solórzano(1999), propone caracterizarlas a partir de establecer una clasificación minuciosa entre los micro productores a través de la identificación de ramas de actividad formales y, segundo, ampliando el tamaño del establecimiento para identificar actividades de baja productividad denominadas por el autor como de subsistencia. Para ello se incorporan variables como los ingresos laborales, el tipo de aseguramiento y las condiciones de empleo, adicionales al tamaño del establecimiento, para proceder a la estratificación de los sectores. Con estos elementos define tres estratos al interior de las actividades productivas informales de baja productividad con las siguientes características:

    • De acumulación ampliada: el establecimiento permite remunerar a su propietario y generar excedentes o ahorro y puestos de trabajo que cumplen con la legislación laboral en cuanto al pago del seguro de salud y del salario mínimo.
    • De acumulación simple: la unidad productiva sólo es capaz de regenerar el mismo proceso productivo y para ello tiene que seguir prácticas contractuales ahorradoras de costos salariales como el no pago del salario mínimo o el aseguramiento indirecto.
    • De subsistencia: apenas remunera inadecuadamente a su propietario sin la retribución correspondiente al capital productivo con lo que produce descapitalización y no puede cubrir los costos laborales de la seguridad social. (Trejos: 1999).

    Para evitar la asociación unívoca entre producción y pequeña escala e informalidad y avanzar en la asociación de trabajadores con sus establecimientos el autor procedió a revisar la clasificación de actividades económicas a cuatro dígitos (CIIU: 4 dígitos) y seleccionar aquellas ramas que por la magnitud de los recursos necesarios para operar (como electricidad, gas y agua, o comercio al por mayor), por la calificación requerida de los productores (servicios técnico profesionales entre otros) o por los requisitos legales indispensables para operar, entre otros (farmacias, estaciones gasolineras, etc.) las sacan de la esfera del sector informal. Con este procedimiento se identificaron 43 ramas productivas que se clasifican directamente como formales y todos los trabajadores dentro de ellas pertenecen entonces a establecimientos formales.

    Estas ramas representaron en 1997 una cuarta parte del empleo total en Centroamérica, casi un tercio del empleo no agrícola y un 18% de sus trabajadores laboran en establecimientos de 1 a 4 trabajadores. Cabe señalar que una simulación realizada para aplicarle a estas ramas los criterios de informalidad Vg. no tener patentes, permisos legales y otros, llevan a que el 88% de sus trabajadores quedarían clasificados como parte del sector formal. Dado el escaso margen de los trabajadores que no cumplen con los requisitos de formalidad y que pueden reflejar también formas de precariedad laboral y dada la ganancia de poder asociar trabajadores con sus establecimientos, se introduce y mantiene este criterio de ramas formales.

    La principal falla de este enfoque es que sigue explicando la dinámica de la pobreza y no la viabilidad de los mecanismos de creación de las unidades productivas de subsistencia como factores de crecimiento. Nuestra opinión es que a las PYMES no se les puede clasificar como elementos de informalidad que operan en mercados formales, entendidos como ramas o segmentos industriales y reconocidos por la Clasificación Internacional Industrial Uniforme (CIIU). Si el 80% de los trabajadores desarrolla actividades clasificadas como formales, es injustificable que se les denomine como sector informal.

    Un estudio elaborado por Wilson Pérez de CEPAL demostró, basado en una muestra de empresas PYMES de 10 países latinoamericanos, Vg. Argentina, Brasil, México, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela, Costa Rica y Uruguay, que el peso relativo en la economía de estas empresas es importante, dependiendo del tamaño de cada país. La hipótesis principal de ese estudio es el suponer que las pequeñas y medianas empresas tendrían un protagonismo fundamental en el nuevo modelo económico impulsado en Latinoamérica a partir de las reformas de la década de los años ochenta. Estas reformas privilegiaron el libre mercado en detrimento del proteccionismo de que gozaron las empresas lideres de la época. Se creía que las PYMES se favorecerían de la reducción de privilegios de que han gozado las empresas tradicionales, en cuanto las PYMES mejorarían su peso relativo en el mercado. La preocupación se genera a raíz de que al abrirse el mercado aparecieron empresas transnacionales que compiten de una forma tal que las PYMES, en vez de favorecerse se perjudicaron con el libre mercado.

    Los resultados del estudio de Pérez dan cuenta de que las PYMES en la industria manufacturera son un actor relevante, principalmente en materia de empleo. Es decir, no perdieron presencia con las transnacionales en el mercado.

    En los países considerados grandes (Argentina, Brasil, México) las PYMES tienen una participación importante en el sector industrial, principalmente en productos alimenticios, ropa y textiles. En los países de tamaño medio (Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela) la participación de peso se da en la industria alimenticia y químicas. Mientras que en los países considerados pequeños (Costa Rica y Uruguay) las PYMES tienen la presencia abrumadora de la industria de alimentos en la producción industrial.

    Pérez señala como elementos nuevos el hecho de que "… las industria de alimentos y productos químicos son importantes en la producción de las PYMES en todos los países, mientras que algunos de los sectores industriales generalmente asociados con las empresas de este tamaño (producción de ropa y calzado) no tienen mucha importancia en su estructura productiva. Los productos de cuero son irrelevantes en la estructura productiva de las PYMES, por su parte la producción de ropa tiene un peso menor que la producción de textiles, sin llegar ni siquiera al 10% de la producción de las PYMES ningún país, aunque se carece de información que permita indicar si esta situación ha sido constante a largo plazo" (Pág. 6)

    El estudio demuestra que las PYMES no constituyen un agente económico estancado en el periodo posterior a las reformas económicas. Estas empresas aumentaron su participación en la producción industrial total en Argentina, Chile, México, Uruguay y Venezuela. Mientras que en Brasil, Costa Rica, Colombia Ecuador y Perú a pesar de perder participación,, aumentaron su producción total. Es decir no gana pero no pierde. Otro factor relevante es el hecho de que la producción de las PYMES se oriento a productos tecnológicamente mas avanzados que el promedio de países. Los textiles y ropa muestran por lo general rendimientos deficientes.

    Digno de rescatar del estudio de Pérez es la evaluación de los factores que determinan el desempeño de las PYMES. En este tema se apunta que las reformas económicas, las condiciones macroeconómicas, la profundidad y complejidad de la estructura industrial y el impacto de las políticas orientadas a apoyar y fomentar el desarrollo de estas empresas, se combinan y crean condiciones para buenos y malos desempeños. Pérez señala que las políticas publicas orientadas al apoyo y fomento de las PYMES no tuvieron ningún peso en lo encontrado. Son los efectos de las condiciones macroeconómicas vía tasa de inflación y comportamiento del PIB; las reformas económicas y la profundidad y desarrollo de la estructura industrial, las que intervienen para influir el desempeño de las PYMES. En síntesis estos factores contribuyen para el buen o mal resultado en la gestión de las PYMES. Todo ello puede haber fortalecido la capacidad de las PYMES para enfrentar la competencia y volverlas más flexibles para reaccionar ante los cambios que se producen en el ambiente económico. Sin embargo, en el estudio queda claro que son las condiciones macroeconómicas (crecimiento del PIB y estabilidad de precios) las que tuvieron un mayor peso en el desempeño de las PYMES en el periodo evaluado.

    Es claro entonces que las empresas tienen importancia en la economía por su aporte a la productividad de un país adicionado al aporte en la generación de empleo.

    No pueden ser consideradas empresas PYMES las iniciativas de sobrevivencia de los pobres y marginados, que la mayoría de organizaciones sociales públicas y privadas llaman microempresas. En éstas iniciativas generalmente operan personas o grupos de personas que no generan valor agregado a la actividad a la que se dedican. Por ejemplo: vendedores ambulantes de bienes tipo buhoneros. Estas iniciativas deben de ser objeto de programas sociales que les garanticen el acceso a servicios financieros o de capacitación que los habilite para insertarse en el sector económico MYPE, de la sociedad.

    Las empresas no solo se enfrentan en el mercado de bienes y servicios, sino también luchan en el mercado de los proveedores, el mercado del empleo, el mercado de capitales, el de la tecnología, entre otros. La presente investigación demuestra que las empresas PYMES poseen cierta capacidad de competencia en cada uno de los mercados mencionados anteriormente; son capacidades parciales de competencia. La competencia es multidimensional. De tal forma que la competitividad global de la empresa no es igual a la suma de sus capacidades parciales de competencia, sino a la más pequeña de ellas. Las capacidades parciales no se compensan. Una empresa fuerte en mercadeo pero subutilizada tiene una capacidad de competencia total débil. Muchas PYMES son sacadas del mercado por empresas que lo único que tienen es capacidad financiera.

    La competitividad no es un estado empresarial al cual se llega, sino que es la continua búsqueda de mejorar el desempeño en todas las áreas que integran una empresa. El ser competitivo hoy no garantiza per se la competitividad mañana. No se es competitivo de una vez y para siempre sino que se debe estar construyendo y en su búsqueda de forma permanente, es una lucha sin fin.

    Las empresas PYMES han mostrado su importancia en las economías de los países latinoamericanos. En Costa Rica esta importancia también es significativa no obstante, de tener menos reconocimiento que en otros países. Las condiciones en las cuales las PYMES compiten no son las más adecuadas en cuanto estas se insertan en una economía de competencia imperfecta, dominada por condiciones oligopólicas, en donde la capacidad de negociación con los proveedores; los consumidores y los entes financieros son inexistentes. De tal manera que la sobrevivencia es efímera, esto es, algunas perduran con el ciclo de vida del producto que comercian o producen, otras con el ciclo de los mercados, o se agotan con el nicho de mercado al cual dirigen sus esfuerzos.

    No obstante de tener un panorama no muy halagüeño, ha sido evidente, en el transcurso de esta investigación, que las PYMES podrían encontrar oportunidades de entorno, esto es: existe una expansión en los negocios internacionales de Costa Rica como país, en las cuales se podrían insertar las PYMES como proveedores de servicios y de facilitadores de los procesos que gobiernan las grandes empresas tales como INTEL, entre otras, que están en el país y de las han mostrado interés por los facilidades que les da Costa Rica. Esto sin dejar de acentuar su fortaleza actual como lo es la flexibilidad,

    Las PYMES muestran debilidades endógenas que tienen su origen la génesis. Estas debilidades se identifican principalmente en problemas para la Gestión Empresarial, en la Comercialización y en la Gestión Financiera, en cuanto que las condiciones de tecnología están dadas y que la producción se realiza con mayor o menor deficiencia. En lo concreto se observa que si no produjeran (bien o mal) simplemente no estaríamos hablando de ellas. Estos elementos lo que nos permiten es apuntar a realizar una prioridad de los problemas.

    La Cooperación Internacional debe jugar un importante papel como dinamizador del desarrollo, fortalecimiento y consolidación sostenible del proceso.

    Se establece que el éxito de las políticas depende en gran medida de que los empresarios abandonen la lógica de la sobrevivencia y la prioridad en el corto plazo, por visiones estratégicas en las que la productividad, la calidad y los compromisos con la sociedad sean los principios que guíen la gestión empresarial.

    El modelo ARV de competitividad que hemos desarrollado se recomienda como base para la clasificación de aquellas empresas PYMES que requieren de apoyo para mejorar su competitividad. La forma en que opera permite, mediante la determinación de la COMPETITIVIDAD actual (esto es midiendo su productividad y rentabilidad), establecer que aspectos de la Gestión Empresarial, la Gestión de la Comercialización y/o la Gestión Financiera necesitan ser reorientadas en pro de su fortalecimiento y con ello garantizar la COMPETITIVIDAD en el mediano y largo plazo. Entidades bancarias, públicas o privadas; con o sin fines de lucro, para otorgar créditos pueden recurrir a nuestro modelo y de esa forma determinar con alto grado de precisión los destinos de los fondos que oferten (Por ejemplo: para que mejoren su tecnología gerencial, su posición en el mercado introduciendo innovación en el producto, entre otros); lo mismo las instituciones que prestan servicios de capacitación y asistencia técnica al sector empresarial PYMES pueden recurrir a nuestro modelo para establecer las áreas de desempeño que requiere la empresa para mejorar su competitividad.

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    ALVARO RIVAS VILLATORO

    ECONOMISTA

    MSc. en POLITICA ECONÓMICA

    PhD. en Ciencias Económicas y Empresariales

    EXPERIENCIA PROFESIONAL: Experto en Identificación, Formulación y Evaluación de Proyectos de Inversión. Ha realizado trabajos de gestión ante la Cooperación Internacional Bilateral en los campos de la formulación y gestión de proyectos. Especialista en estudios de factibilidad financiera, manejo del riesgo en las inversiones y Planificación Estratégica Empresarial. Fue, por 5 años director de programación y evaluación de proyectos del Centro de Capacitación para el Desarrollo (CECADE). Fue Director Ejecutivo del CENAP, empresa de capacitación a micro y pequeños empresarios urbanos y rurales; y director nacional de proyectos de Action Aid, agencia de cooperación internacional en El Salvador. Asesor en Planificación Estratégica de CIERI, Organización cubana de cooperación al desarrollo. Docente Universitario en Estrategias Empresarial, Políticas Públicas y los Proyectos de Inversión.

    INVESTIGACIONES Y PUBLICACIONES. Tesis Doctoral: MODELO DE COMPETITIVIDAD PARA MICRO Y PEQUEÑAS EMPRESAS. Tesis de Maestría en Política Económica: LAS FACILIDADES PARA EL ESTABLECIMIENTO DE INDUSTRIAS DE EXPORTACIÓN EN COSTA RICA. Es coautor del Manual de Capacitación a Técnicos de Campo: PROYECTOS DE INVERSION PARA PEQUEÑA EMPRESA RURAL, publicado por el Instituto Interamericano de Cooperación Agrícola IICA. También participo en la elaboración de la publicación PROGRAMA DE CAPACITACION PARA ELABORACION DE PEQUEÑOS PROYECTOS DE INVERSION, publicado por el CECADE y la Editorial Porvenir. COMPETITIVIDAD EN COOPERATIVAS AGROPECUARIAS, publicado por UTAN GRANSER, El Salvador, 1998. Cuenta en su haber artículos en revistas especializadas sobre temas sobre el Ajuste Estructural, zonas francas. Ha realizado varios proyectos de capacitación, de fondo de crédito rural, institucionales, agropecuarios e investigación especializada.

    ESTUDIOS ACADEMICOS. BSc. en Economía: Universidad Latina de Costa Rica. Maestría en Política Económica mención en Sector Externo y Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional de Costa Rica. Estudios en la Maestría en Computación énfasis Sistemas de Información en El Instituto Tecnológico de Costa Rica. A realizado cursos de Análisis de riesgo en las inversiones en INCAE. Candidato a PhD del programa de Doctorado en Ciencias Económicas y Empresariales, del Centro de Estudios de Postgrados, CEP, de la Universidad Latina de Costa Rica.

    EXPERIENCIA DOCENTE. UNIVERSIDAD NACIONAL: Escuela de Planificación y Educación. Cursos: Contabilidad y Formulación y Evaluación de Proyectos. INSTITUTO CENTROAMERICANO DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA (ICAP): Maestría en Gerencia de Proyectos. Cursos de Economía para Gerentes, Macroeconomía y Toma de Decisiones. FUDEPOS-UCR. Maestría en Administración de Proyectos. Curso: Economía para Gerentes. UNIVERSIDAD LATINA DE COSTA RICA: Escuela de Relaciones Internacionales: Profesor de Finanzas Internacionales y Economía Internacional. Escuela de Economía: Teoría Monetaria, Comercio Internacional, Formulación y evaluación de Proyectos. Centro de Estudios de Postgrados: Profesor de Formulación y Evaluación de Proyectos de Inversión; Estrategia Gerencial y Análisis Cuantitativo para la Toma de Decisiones, en la Maestría en Administración de Negocios (MBA).