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La promoción humana a la luz de la "Gaudium et spes"

Enviado por Hugo Erazo


    1. Análisis de la realidad
    2. Juzgar a partir de la Palabra de Dios y la Doctrina de la Iglesia
    3. Compromiso
    4. Conclusión
    5. Bibliografía

    Introducción:

    Las perennes amenazas a la vida, a la persona humana, sobre todo de los débiles, los más pobres, de las que somos testigos en nuestro medio y las aterradoras estadísticas dicen que cada vez empeora más, esta situación es la que me ha llevado a reflexionar y profundizar en este tema que he titulado: "Promoción humana a la luz de la "Gaudium et Spes" lo he realizado con la metodología de la "acción católica": ver, juzgar y actuar, que es la misma metodología de la GS; empiezo analizando la realidad actual iluminado con los desequilibrios que nos presenta la GS; los contrastes entre las riquezas, poder económico de nuestro mundo y el hambre, la miseria, el analfabetismo, la falta de libertad, la esclavitud psicológica y social que hay en él; ante esta realidad me pregunto: ¿Qué se puede hacer por el ser humano y por este mundo? ¿Cómo podemos promover a la persona humana?.

    No tengo las soluciones pero sí creo que como cristianos tenemos que mirar con los ojos de Dios, obrar como Jesús, proclamando el mandamiento nuevo del amor y promover mediante la justicia y la paz el auténtico crecimiento del ser humano. "La promoción humana" es hacer pasar de condiciones de vida menos humanas a condiciones cada vez más humanas, creo que "la promoción humana" nos exige ser profetas, ser creativos en nuestro servicio solidario, ser capaces de encarnar la fe y el amor en sintonía con los signos de los tiempos: derechos y deberes humanos, ecología y tierra como don de Dios, empobrecimiento y solidaridad, trabajo humano, orden económico. "La promoción humana" también debe ser a la vez espiritual, personal y comunitaria.

    Espero que este trabajo monográfico nos ayude a despertar la conciencia ante la situación que estamos viviendo y nos comprometamos en la defensa de la vida y la promoción inalienable de la persona humana. El modelo de promoción humana es Jesús (el Buen Samaritano) que encarna la caridad y no sólo se conmueve, sino que se transforma en ayuda eficaz, su acción está movida por la dignidad de todo ser humano marginado, explotado, etc. Por eso la "promoción humana" ha de ser la línea de nuestra acción a favor del pobre de manera que respetemos su dignidad y le enseñemos a ayudarse a sí mismo.

    El Evangelio nos debe enseñar que ante las realidades que vivimos hoy en América Latina, no se puede amar de veras al herman@ y por lo tanto a Dios, sin comprometerse a nivel personal, en muchos casos incluso a nivel comunitario y a nivel de estructuras con el servicio y la promoción de grupos humanos y estratos sociales más desposeídos y humillados.

    La GS nos dice que hay que salvar a la persona humana y renovar la sociedad humana, por eso también esta Constitución pastoral es un buen ejemplo de referencia de la esperanza cristiana hacia la transformación del mundo, del cambio de las personas y de las estructuras. ¡Hay que creer en un hombre y mujer nuevos para una nueva sociedad.!

    I) CAPITULO PRIMERO: (Análisis de la realidad)

    1.1.- Breve historia de la Gaudium et Spes

    Setenta fueron los esquemas elaborados en la etapa preparatoria del concilio, pero por la similitud de muchos se redujo a dieciséis, la GS es uno de estos textos surgidos sobre la marcha de las tareas conciliares.

    El cardenal Suenens (primado belga) fue el primero en referirse a la conveniencia de un esquema que tratara de las relaciones de la Iglesia con el mundo, los cardenales Montini y Lecaro abundaron en las mismas ideas y el concilio las acogió complacido.

    Antecedentes

    Sin duda alguna esta Constitución es influenciada por la Encíclica Pacem in Terris por ejemplo en el párrafo 36, sobre el valor de la creación y la finalidad de "un progreso universal en la libertad y sobre una justa distribución de los bienes entre los hombres"

    Juan XXIII escruta y contempla los signos de los tiempos, hace la "fenomenología de la paz". Su método no es deductivo sino inductivo, habla de lo que ha visto y descubierto, además su método va más allá es comparativo, pone los acontecimientos de la actualidad de cara a la Revelación cristiana y la tradición doctrinal o también a las enseñanzas de la Iglesia. Apenas esbozada en la Pacem in Terris, esta teología de los "signos de los tiempos", nacida del Evangelio, que Juan XXIII cita en este sentido, ha sido recogida y sintetizada con toda fuerza por la GS, que le da una importancia espiritual metodológicamente determinada.

    Además Juan XXIII había escrito en la Constitución apostólica Humanae Salutis que convocaba al Concilio: "se trataba de poner en contacto con las energía vivificantes y perennes del Evangelio al mundo moderno…sentimos el ingente deber de reunir a nuestros hij@s para dar a la Iglesia la posibilidad de contribuir más eficazmente a la solución de los problemas de la edad moderna."

    La Constitución pastoral GS sobre la Iglesia en el mundo actual es el más extenso de todos los documentos conciliares. Y uno de los más importantes; el Concilio sin el, le haría falta una pieza fundamental, clave para la acción pastoral de la Iglesia. En los día de su gestión el padre Congar llamó a este documento "la tierra prometida", pues era frecuente en los días del concilio remitir a este esquema los problemas difíciles e interesantes que iban surgiendo sobre la marcha de los debates, porque muchos pensaron que esta Constitución pastoral iba a dar respuesta a todos los problemas de la vida moderna, también dicho título de "tierra prometida" ha podido llevar a cierta desilusión a quienes esperaban de nuestro texto más de lo que podía dar. La GS dio mucho más de lo que podía esperarse de un documento totalmente en la historia de los concilios.

    Originalidad

    "Ningún Concilio había promulgado hasta el Vaticano II un documento semejante, por eso es que la GS es una gran novedad en la historia de la Iglesia; nuevo es su propósito, nuevo es su tema, su nombre es también nuevo, original en su estructura, dividida en dos partes: doctrinal y pastoral. En la primera parte de la GS se expone la doctrina del ser humano, del mundo y de su propia actitud entre ambos. En la segunda parte considera con mayor detenimiento diversos aspectos de la vida y de la sociedad actual, particularmente ciertas cuestiones y problemas que son más urgentes.

    Los destinatarios es toda la humanidad, no sólo está escrita para los hij@s de la Iglesia, sino para que la lean todos los católicos y no católicos, ateos; el nuevo quehacer de la Iglesia en el mundo actual, la salvación no ya de las almas, sino de todas las realidades humanas, la salvación del mundo.

    El tema del concilio es totalmente nuevo en la agenda de los concilios, ningún concilio, ni en los textos de los Papas se abordó los temas de nuestra constitución pastoral, ya que antes los concilio se centraba en el dogma, moral o disciplina de la Iglesia, en cambio la GS pone al ser humano en el centro de las consideraciones. .

    Pablo VI comentaba la originalidad de la GS:

    "La Iglesia del concilio se ha preocupado además de sí misma y de la relación que la une con Dios, del hombre tal cual hoy se presenta: vivo… fenoménico cubierto de todas las vestiduras de sus innumerables apariencias… se ha levantado al hambre trágico en sus propios dramas, el hombre super – hombre y mujer de ayer y de hoy, por lo mismo frágil y falso egoísta y feroz, el hombre descontento de sí, que ríe y que llora, el hombre versátil, el ser humano rígido, que se cultiva solamente en la realidad científica; el hombre tal cual es, que piensa, que ama, que trabaja, que está siempre a la expectativa de algo, el hombre sagrado por la inocencia de su infancia, por el misterio de su pobreza, por la piedad de su dolor, el hombre individualista y el hombre social, el hombre que alaba a los tiempos pasados y el hombre que sueña con el porvenir, el hombre pecador y el hombre santo… el Papa se dirige a los humanistas de hoy para decirles: Ustedes humanistas

    modernos , que renuncian a la trascendencia de las cosas supremas, confiéranle este mérito y reconozcan nuestro nuevo humanismo ¡También nosotros – y más que nadie- somos promotores del hombre!".

    Tentaciones de la Iglesia

    La Iglesia se siente tentada por estas dos posiciones extremas. Hay cristian@s que huyen del mundo y hay los que quieren dominarlo, hay épocas en las que prevalece aquel sentimiento de huida y otras en las que se muestra más activo el afán de dominio, en uno y en otro caso alegan motivos religiosos, los huidizos no creen en la posibilidad de salvar el mundo y se contentan con salvarse del mundo, los dominantes, por el contrario, alegan razones teológicas para legitimar su deseo de imponer sus ideas religiosas de desarrollo a las realidades humanas. Algunos acusaban a la GS y eran los cristianos "equivocados" que buscan la ciudad futura descuidando las tareas temporales, sin darse cuenta que la propia fe es un motivo que les obliga al más perfecto cumplimiento de todas ellas.

    1.2.- Signos de los Tiempos

    La atención constante a la historia y la relación del Evangelio con ella hacer surgir, teológicamente, el tema de "los signos de los tiempos".

    "Signos de los tiempos" es una expresión antigua; su origen evangélico remite a la necesidad que ha de tener el creyente de escrutar constantemente el mundo en que vive para poder comprender ante todo las expresiones positivas o negativas que se dan en él, verificar luego las orientaciones que asume y, finalmente, poder influir en él con la fuerza provocadora y renovadora del Evangelio.

    Recuperación de un término antiguo

    La expresión aparece por primera vez en (Mt. 16,3) y (Lc. 12, 54-56). Más allá de la autenticidad o no del texto, estamos frente a la dialéctica que opone continuamente Jesús a las exigencias de sus interlocutores: la necesidad de ver un signo como prueba de su divinidad. Recurriendo a un simple fenómeno meteorológico, los evangelistas (Mt. y Lc.) parecen insertar una explicación ulterior que intenta destacar tanto el carácter absurdo de la exigencia que presentan a Jesús los "fariseos y saduceos" como su incapacidad para saber reconocer en él al Mesías: "Por la tarde dicen: Hará buen tiempo, porque el cielo se enrojece. Y por la mañana: Mal tiempo, porque el cielo se enrojece con sombras. Saben interpretar el aspecto del cielo, ¿y no son capaces de interpretar las señales de los tiempos?". Se trata de una invitación a ser perspicaces, esto es a saber estar dispuestos a mirar en profundidad, lo más íntimo, la realidad, para poder así reconocer lo esencial.

    Se debe a la acción profética de Juan XXIII la recuperación del valor y del significado de esta categoría para la vida de la Iglesia y para la reflexión teológica. El sentido original del versículo de Mateo fue utilizado insistentemente por el pontífice con la intención de provocar a l@s cristian@s a saber mirar los cambios del mundo contemporáneo para poder anunciar de nuevo el Evangelio de Cristo de forma que pueda ser comprendido.

    En el documento de convocatoria del concilio Vaticano II, Humanae Salutis, fechado simbólicamente el 25 de diciembre de 1961 se dice textualmente: "Haciendo nuestra la recomendación de Jesús de saber distinguir los signos de los tiempos, creemos descubrir, en medio de tantas tinieblas numerosas señales que nos infunden esperanza sobre los destinos de la Iglesia y de la humanidad".

    Contra los "profetas de desventuras", siempre dispuestos a anuncias acontecimientos nefastos, como si el fin del mundo estuviera siempre acechando, Juan XXIII proponía el optimismo evangélico para saber responder a los momentos de crisis de la Iglesia y de la sociedad con una renovada fuerza espiritual capaz de reconocer las virtualidades presentes en los hombres y mujeres de buena voluntad y la acción constante del Espíritu.

    También Pablo VI empleó en su primera encíclica, Eclesiam suam. En este texto se advierte que hay que "estimular en la Iglesia la atención constantemente vigilante a los signos de los tiempos y la apertura continuamente joven que sepa verificarlo todo y quedarse con lo que es bueno".

    El concilio, con el nuevo clima que se estaba creando, especialmente en las relaciones Iglesia-mundo, no podía encontrar una solidaridad mayor con estos precedentes. En varias ocasiones aparece este término en los diversos documentos conciliares, hasta encontrar en la GS su formulación oficial. "Signos de los tiempos" puede ser considerada, en este horizonte, como una de las formulaciones más originales del concilio en su intención pastoral.

    En este punto resulta útil mencionar algunos textos explícitos en los que aparece esta expresión, ya que son fundamentales para la comprensión de esta categoría y constituyen unos puntos muy útiles de referencia para su interpretación teológica.

    a) "Como quiera que hoy, en muchas partes del mundo, por inspiración del Espíritu Santo, se hacen muchos esfuerzos con la oración, la palabra y la acción para llegar a aquella plenitud de unidad que Jesucristo quiere, este santo sínodo exhorta a todos los católicos a que reconociendo los signos de los tiempos, participen diligentemente en la labor ecuménica"

    b) "Saludando con alegría los venturosos signos de la época presente y denunciando con tristeza estos hechos deplorables el sagrado concilio exhorta a los católicos y ruega a todos los hombres y mujeres que consideren con suma atención cuán necesaria es la libertad religiosa sobre todo en la presente situación de la familia humana"

    c) "(Los presbíteros) oigan de buen grado a los laic@s, considerando fraternalmente sus deseos y reconociendo su experiencia y competencia en los diversos campos de la actividad humana, a fin de que juntamente con ellos, puedan conocer los signos de los tiempos"

    d) "Para cumplir esta misión, es deber permanente de la Iglesia escrutar a fondo los signos de la época e interpretarlos a la luz del evangelio, de forma que, acomodándose a cada generación, pueda la Iglesia responder a los perennes interrogantes de la humanidad sobre el sentido de la vida presente y de la vida futura y sobre la mutua relación de ambas, es necesario por ello conocer y comprender el mundo en que vivimos, sus esperanzas, sus aspiraciones y el sesgo dramático que con frecuencia le caracteriza"

    Tras estos textos explícitos vienen otros muchos textos del Concilio en donde es muy clara la referencia a los signos de los tiempos, aunque de forma implícita. Una breve ojeada a este punto podrá ayudar sucesivamente a la elaboración de una "teología de los signos de los tiempos" realizada por el Vaticano II.

    Hay dos párrafos de la GS especialmente importantes en este tema:

    "El pueblo de Dios movido por la fe, que le impulsa a creer que quien lo conduce es el Espíritu del Señor, que llena el universo, procura discernir en los acontecimientos, exigencias y deseos, de los cuales participa juntamente con sus contemporáneos, los signos verdaderos de la presencia o de los planes de Dios. La fe todo lo ilumina con nueva luz y manifiesta el plan divino sobre la entera vocación del hombre. Por ello orienta la mente hacia soluciones plenamente humanas"

    "Es propio de todo el pueblo de Dios, pero principalmente de los pastores y de los teólogos, auscultar, discernir e interpretar, con la ayuda del Espíritu Santo, las múltiples voces de nuestro tiempo y valorarlas a la luz de la palabra divina, a fin de que la verdad revelada pueda ser mejor percibida, mejor entendida y expresada en forma más adecuada"

    Como he dicho antes al considerar el impacto de la Encíclica Pacem in Terris, la novedad más notable de su metodología es el recurso a los "signos de los tiempos" Juan XXIII se contenta con enunciar este acercamiento a la realidad, simplemente poniéndolo en práctica. La GS ha elaborado la teoría. Pablo VI mostraba ya la originalidad de esta integración de los "signos de los tiempos" en la antropología de la GS; la describe como una interpretación teológica de la Historia contemporánea precisando que nos se trata solamente de una "lectura póstuma del pasado", sino de un esfuerzo para "descubrir en el tiempo los signos…, las indicaciones de una relación con el Reino de Dios".

    La teoría de "los signos de los tiempos" atañe a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, no es un monopolio de los cristian@as subraya con insistencia todo lo que la Iglesia recibe del mundo; cómo ella reconoce y afirma la presencia del Espíritu Santo y de la gracia redentora en todos los hombres y mujeres y no solamente en los bautizad@s. Entonces el derecho y deber de todo hombre y de todos los hombres a ejercer este discernimiento entre los acontecimientos y el bien moral, conocido por su conciencia. Los cristian@s tienen sin embargo, algo específico que decir en orden a la interpretación y a la realización de la historia, deben interpretar la historia mediante "los signos de los tiempos" es decir preguntarse si los acontecimientos, las realizaciones, las corrientes de opinión que se abren paso, representan o no un enriquecimiento de esta naturaleza humana en constante perfeccionamiento, (v.gr. la naturaleza humana creada por Dios); los nuevos acontecimientos ¿son su imagen o su criatura? El método de los signos de los tiempos consiste primeramente en descubrir correspondencia y semejanzas, además corresponde preguntarse si el desarrollo de esta historia es conforme al designio del plan divino, a la historia santa, a la historia Bíblica y mesiánica, que se prolonga entre la resurrección de Cristo y su venida en la Parusía.

    La interpretación de los signos de los tiempos puede dar lugar a actitudes muy diversas, para los cristianos la tentación es identificar su propia interpretación cristiana de la Historia con la de Dios y la de toda la Iglesia, para no caer en esta tentación se debe hacer la interpretación sin sustituir a las instituciones de la sociedad civil… y por encima de sus propias particularidades. La proximidad de los signos de los tiempos debe conjugarse con "los hombres de buena voluntad"

    1.3.- Situaciones de pobreza e injusticia

    Las primeras palabras de la introducción a la GS, son una rotunda afirmación de simpatía con los hombres y mujeres y con todos sus problemas:

    "Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuentos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón… La Iglesia se siente íntima y realmente solidaria del género humano y de su Historia"

    Riqueza y pobreza

    El rendimiento anual de la economía mundial creció, de $31 mil millones de dólares en 1990 a $42 mil millones en el 2000 (en 1950, el rendimiento mundial total había sido de $6.3 mil millones). Jamás se había producido tanta riqueza; pero jamás había estado tan mal distribuida

    El PIB mundial, se calcula hoy en US$25 billones, es el retrato de la brutal acumulación de riquezas en manos de pocos: los países del G-8. (Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Francia, Italia, Alemania, Japón y Rusia) detentan US$18 billones. Los $7 billones restantes deber ser repartidos entre más de 180 países!.

    Agrupando todos los países del mundo en cinco grupos iguales, según las riqueza que disponen se constata que el 20% de los países más ricos posee una riqueza 150 veces superiores al 20% de países más pobres. El promedio de ingreso de los 20 países más ricos es 37 veces mayor que el de los 20 más pobres; una brecha que se ha duplicado en los últimos 40 años .

    El grupo de los países más indigentes comprende 24 naciones: 18 países africanos además de Yemen, Afganistán, Bangladesh, Haití, Mongolia y República Popular Democrática de Corea.

    Tres ciudadanos estadounidenses –Bill Gates, Paul Allen y Warren Buffett- poseen, juntos, una fortuna superior al PIB de 42 naciones pobres, en las cuales viven 600 millones de habitantes! (Bill Gates ha creado recientemente una Fundación para combatir la pobreza, donando para ello $US24 millones de dólares).

    Las 356 personas más ricas del mundo disfrutan una riqueza que excede a la renta anual del 40% de la humanidad. Por eso, hay 204 millones de pobres y 90 millones de miserables en América Latina y en El Caribe, a los cuales se debe aumentar los bolsones de miseria que existen en varias partes del opulento Estados Unidos.

    Brecha creciente.

    "Nunca ha tenido la humanidad tanta abundancia de riquezas, posibilidades y poder económico y sin embargo todavía una enorme parte de la población mundial se ve afligida por el hambre y la miseria; es incalculable el número de los totalmente analfabetos. Jamás tuvieron los hombres un sentido tan agudo de la libertad como hoy y sin embargo surgen nuevos tipos de esclavitud social y psicológica"

    Si en 1960 la riqueza de los países del primer grupo era 30 veces superior al de los más pobres, en 1990 era de 60 veces más. La diferencia pasó de $US1,864 a $US 15,149 millardos. La proyección de esta tendencia para el 2025 haría prever 2 mil millones de personas en extrema pobreza en el mundo. Cada año se transfieren US$150 mil millones del Sur al Norte, por medio de tres importantes mecanismos: los intereses de la deuda, el comercio exterior y la especulación financiera. ¿Quién ayuda a quién?.

    Desigualdad tecnológica:

    Las telecomunicaciones: El 60% de las personas actuales no han hechos nunca una llamada telefónica y 1/3 de la humanidad vive sin electricidad

    Internet: El Internet es un gran motor de desarrollo: En el 2001 los usuarios fueron

    400 millones; en el 2005 podrán ser mil millones. Los gastos mundiales realizados en 1999 para la tecnología de la información fueron 2,200 millones de dólares. El 79% de los usuarios reside en los países ricos, mientras que solo el 0.4% de los habitantes del África tiene acceso a la red.

    El orden social… y su progresivo desarrollo en todo momento debe subordinarse al bien de la persona ya que el orden real debe someterse al orden personal y no al contrario"

    Subconsumo y derroche

    EEUU representa el 6% de la población mundial; pero consume el 48% de la riqueza total del planeta. La cuarta parte de la población del Norte consume el 70% de la energía mundial, el 75% de loa metales, el 85% de la madera y el 60% de la comida.

    Los automóviles invaden el planeta, en el año 2000 había 532 millones; esto condiciona un estilo sedentario de vida y mayor contaminación. 2.8 miles de millones de personal – casi la mitad de la población mundial – vive con menos de US$2.00 diarios y 1.2, con menos de un dólar. El 15% de la población mundial –la que vive en los países ricos – consume el 56% del total mundial; mientras que el 40% más pobre consume sólo el 11% del total (v.gr. África consume 20% menos de lo que hacía hace 25 años).

    Mientras que las clases medias y elevadas practican un consumismo derrochador, las mayorías no cubren sus necesidades fundamentales: 2.800 millones de personas sobreviven con menos de dos dólares diarios.

    ¿En qué se gasta el dinero?

    Cálculo del costo adicional que se requeriría para lograr el acceso universal a servicios sociales básicos en todos los países del mundo, en millones de dólares:

    Instrucción básica para todos 6,000 Cosméticos en USA 8,000

    Agua para todos 9,000 Helados en Europa 11,000

    Salud Reproductiva 12,000 Perfumes en Europa y USA 12,000

    Salud y nutrición básicas a todos 13,000 Mascotas en Europa y USA 17,000

    Cigarros en Europa 50,000 Alcohol en Europa 105,000

    Droga en el mundo 400,000 Armas en el mundo 780,000

    1.4.- El grito de los pobres

    "Del fondo de nuestros corazones, nosotros, los pobres de América Latina y el Caribe, excluidos de la sociedad neoliberal, elevamos nuestras voces para expresar la perplejidad frente a la actual coyuntura internacional marcada por la desigualdad y por la injusticia.

    Somos todos pasajeros de la misma nave espacial llamada planeta Tierra. Sin embargo, como en las carabelas de los colonizadores y en los aviones trasatlánticos, viajamos en condiciones desiguales. Una minoría usufructúa, en primera clase, de tecnología de punta, como el Internet, de alimentación saludable, de medicina sofisticada y de acceso a la cultura. La mayoría –85% de la población mundial – se amontona en bolsones insalubres, amenazada por el hambre, por las enfermedades y por la violencia.

    Nuestro grito se yergue en contra de la globalización que, al favorecer a los pocos países metropolitanos, en detrimento de las naciones pobres, revela su carácter de verdadera globocolonización. El PIB mundial, calculado hoy USD 25 billones, es el retrato de la brutal acumulación de la riqueza en manos de pocos: los países del G-8 (detentan 18 billones de dólares. ¡Los 7 billones de dólares que restan deben ser repartidos entre más de 240 países!. Clama a los cielos constatar que apenas tres ciudadanos norteamericanos –Bill Gates, Paul Allen y Warren Buffett – poseen, juntos, una fortuna superior al PIB de 42 naciones pobres, ¡en las cuales viven 600 millones de habitantes!.

    Hoy en América Latina y el Caribe, hay 204 millones de pobres y 90 millones de miserables. Son 192 millones de niños, de los cuales la muerte alcanza, cada años, a casi 500 mil, afectados por enfermedades prevenibles. Cerca de 14 millones de niños con menos de 5 años de edad sufren deficiencia de vitamina A. Cerca de 20 millones de niños menores de 15 años de edad trabajan en América Latina y el caribe. Muchos abandonan la escuela para ayudar en el presupuesto familiar, mientras otros asumen riesgos de vida en sus actividades profesionales.

    Casi 2 millones de latinoamericanos y caribeños están contaminados por el virus VIH. En las escuelas de enseñanza fundamental, la tasa media de repetición es del 30 %, sin contar que amplias capas de la población todavía son analfabetas, agravadas por el analfabetismo virtual, por no saber lidiar con los equipos electrónicos.

    Nuestro grito es de propuesta contra la economía neoliberal que, monitoreada por el FMI y por el Banco Mundial, reduce la democracia al mercado, la ciudadanía al consumismo, y viola la soberanía de nuestros Estados nacionales a través de la privatización de nuestras empresas estatales y públicas. En 1999, el desempleo se elevó a 8,7% en nuestro Continente , la tasa más alta de la década, mientras el salario real en la industria cayó, según la OIT, 0,9% en le primer semestre de 1999, frente a igual periodo en el año.

    Se globaliza la pobreza y no el progreso; la dependencia y no la independencia; la competitividad y no la solidaridad. Mientras que las naciones ricas invierten en tropas y armas, anualmente, ¡800 millones de dólares! Nuestro grito interpela: si las naciones ricas quieren la paz, ¿por qué no suprimen sus recursos bélicos y cancelas las exportaciones de armas para el Tercer Mundo? Si quieren el fin de las drogas, ¿por qué no erradican los paraísos fiscales y prohíben que éter y la acetona se exporten de EE.UU. a Colombia?. Nuestro grito quiere hacer ver que América Latina no tenía deudas después de la Segunda Guerra Mundial. Hoy, debe casi billón de dólares. Por habitante, es la más alta deuda externa del mundo. Y en ninguna otra parte del mundo hay tanta deferencia entre los más ricos y los más pobres como en nuestro Continente.

    Nuestro grito denuncia la mentira de que el mercado neoliberal es igual para rodos.¿ Cuántas empresas y bancos del Primer Mundo hay en nuestros países? Y ¿cuántas empresas y bancos de nuestro países hay en le Primer Mundo? Para citar un ejemplo, Brasil, con 8,5 millones de Kilómetros cuadrados y 167 millones de habitantes, en sus exportaciones en 1998 obtuvo cerca de 51 mil millones de dólares. Holanda, con 41,5 mil kilómetros cuadrados y 15,7 millones de habitantes, con o que exportó obtuvo 199 mil millones en el mismo año.

    Gritamos para denunciar: se quiebran las barreras comerciales de nuestras naciones y yerguen verdaderas murallas proteccionzotas en los países ricos, donde es cada vez más difícil la entrada de productos provenientes de neutras fuentes productoras. Nos imponen comprar lo que producen, pero se rehúsan a consumir lo que tenemos que ofrecer. En los países de OCDE, el club de los más ricos, el impuesto aduanero medio aplicado a las exportaciones de manufacturas de los países subdesarrollados es cuatro veces mayor que el aplicado a los miembros del club. Nosotros, del Sur, somos victimas del proteccionismo selectivo impuesto por el Norte. Gritamos por no soportar la asfixia de los exorbitantes precios que debemos pagar por los productos manufacturados, mientras los productos básicos producidos pos nuestros países, como el azúcar, el cacao, el café y otros similares tienen, hoy, un poder adquisitivo equivalente al 20% de lo que tenían en 1960, y mal pagan los costos de producción.

    Nuestros países son víctimas del capital especulativo; del colonialismo cultural de los enlatados televisivos; de la intervención militar so pretexto de combate al narcotráfico. Nunca tuvimos, entre nosotros, tantos hambrientos y desempleados. En nuestras calles, niños y mendigos se disputan, como animales voraces, las latas de basura. Gritamos indignados contra la prepotencia del FMI que, de sus escritorios en Washington, nos impone políticas de ajustes fiscales, sin tener en cuenta la variedad de naciones y la especificidad de cada país, cortando inversiones sociales y multiplicando la miseria y la pobreza. Y ¿quién asume la responsabilidad cuando tales ajustes producen el caos y desestabilizan gobiernos como ocurrió en Ecuador, Argentina, Bolivia?.

    Nuestro grito se eleva a todos los que son sensibles a la solidaridad y osan abrazar la utopía de un mundo sin desigualdad, miseria y exclusión. Lo que queremos se resume en tres palabras, todas ellas hijas de la justicia: pan, placer y paz". Como el grito del salmista, lleguen a los oídos del Señor de la Justicia nuestros clamores, bajo las bendiciones de Nuestra señor de Guadalupe, patrona de América Latina, y de san Oscar Romero, que nos inspira en la indignación y en el coraje.

    "Se dice que hemos terminado el siglo más violento de la historia, pero creo que este siglo que empezamos será peor, al hablar de violencias, en seguida pensamos en las guerras, ya incontables, que han asolado países enteros y que han causado millones y millones de muertos. O nos referimos al terrorismo, a la delincuencia, o simplemente a los desagradables programas que nos suministra diariamente la televisión, sin duda el fenómeno más desolador del siglo pasado ha sido la violencia; pero cuando pensamos en este asunto, no deberíamos olvidar nunca lo más importante: la violencia más brutal, la más criminal, que se ha practicado y se sigue practicando (cada día más), no es la que se ha producido en las guerras (con ser tan espantosa). La violencia de peores consecuencias, en nuestro tiempo, es la que genera la economía, la que provoca el mercado, y el capitalismo neoliberal, tal como está organizado. Según las estimaciones más bajas, cada día mueren, en el mundo, 70.000 personas por causa de la desnutrición. Ninguna guerra que yo sepa, ha causado tantos muertos todos los días. Y los más asombroso que sabemos, con seguridad, que si ahora mismo se producirían alimentos para abastecer a la población mundial sobraría bastante, lo que ocurre es que por ejemplo en EE.UU. se gastan 60.000 millones de dólares al año en productos de belleza. En Gran Bretaña, más de mil millones de libras se destinan a comida para animales de compañía. Lo más grave, es el hecho de que millones y millones de seres humanos que se ven abocados a la muerte y al exterminio; o por lo menos obligados a llevar una vida que no es digna de tal nombre"

    "La historia de Naboth sucedió hace mucho tiempo; pero se renueva todos los días. ¿Qué rico no ambiciona continuamente lo ajeno? ¿Cuál no pretende arrebatar al pobre su pequeña posesión e invadir la herencia de sus antepasados? ¿Quién se contenta con lo suyo? ¿Qué rico hay que al que no excite la codicia de la posesión vecina?. Así pues, no ha existido solo una Achab, sino que lo que es peor, todos los día nace de nuevo y nunca se extingue su semilla en este siglo. Si muere uno, renacen muchos; son más los que nacen para la rapiña que para la dádiva. Ni es Naboth el único pobre asesinado; todos los días se renueva su sacrificio, todos los días mata al pobre. Embargado por este miedo el pobre abandona sus tierra y emigra cargado con sus hijos, prenda de amor; le sigue su mujer llorosa, como si acompañara a su marido a la tumba. Es menos deplorable para ella asistir al entierro de los suyos; porque aunque perdiera la ayuda de su marido, este tendría un sepulcro, y aunque se quedara sin hijos, no lloraría su destierro ni estría afligida por el hambre de su tierna prole".

    La gravedad de este fenómeno progresivo y creciente, constituye, por supuesto, el hecho más preocupante, en nuestro tiempo, para cualquier persona que pretenda vivir con honestidad y coherencia.

    La Iglesia reconoce humildemente su propia limitación en lo temporal. Sabe que las relaciones terrenas tienen un valor en sí, independientemente del orden de la redención. El mundo goza de autonomía frente a lo religioso; pero a la vez invita a cambiar la situación en el mundo contemporáneo llenos de contradicciones y desequilibrios en el orden teórico y práctico, gravedad especial de las condiciones demográficas y económicas, contrastes entre grupos sociales y raciales.

    1.5.- La compasión que nace del amor divino como interiorización del sufrimiento del otro

    "…el Hijo de Dios, con su encarnación, se ha unido, en cierto modo, con todo hombre. Trabajó con manos de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre…".

    El concilio se ha acercado al hombre y la mujer desde el amor, por esto ha podido atender al ser humano de nuestros días en toda su complejísima situación, casi cada página de la constitución pastoral da pruebas de este conocimiento amoroso, ningún hombre ha sido excluido, ni los ateos siquiera, ningún problema ha escapado a esa amorosa solidaridad.

    "No hay nadie en el género humano a quien no se deba amor, si no ya por mutua reciprocidad, sin embargo, sí por la participación de la común naturaleza"

    "Cómo sólo hay dos maneras de pecar contra el prójimo: una causándole daño y otra negándole ayuda cuando se le puede ayudar, y por ello los hombres son malos… el amor al prójimo es el principio del amor de Dios… sabemos que todo coopera a su bien para los que aman a Dios" (Rom. 8,28)

    La GS en el n. 22 dice que los avances se dan por el amor como motor de la historia, y en la verdad y caridad de los cristian@s, serán presagios de unidad y paz para el mundo entero.

    Por eso la compasión como programa mundial de cristianismo, exige un programa universal, no sólo para las religiones, sino incluso para toda la humanidad, la compasión no puede construirse en una consenso mínimo ético, que ponga de relieve algunas virtudes como obligatorias, pues probablemente con esto se esté socavando la idea de la libertad y reduce a migajas nuestro compromiso con los que sufren, la compasión nace del amor divino como una interiorización activa del sufrimiento del otro, es el monoteísmo que une el amor a Dios y el amor al prójimo, la compasión pensada como programa político, es en primer lugar ingrediente de un programa de paz, que junto al sufrimiento personal tiene en cuenta al sufrimiento del otro, del compañero de conflicto y ese sufrimiento se percibe y se integra en la memoria histórica, además la compasión es capaz de oponerse a la amnesia cultural y política, que "grita por la justicia" y se enfrenta al olvido político cultural, el universalismo de la compasión se basa en la universalidad del sufrimiento.

    "¿No advierten que llamamos humano lo que respira compasión y bondad, y calificamos de inhumano todo lo que lleve signo alguno de crueldad y dureza? ¿No es así que tomamos por distintivo del hombre la compasión y lo contrario el de la fiera? De ahí que digamos: pero ¿eso es un hombre o una fiera y un perro? Propio de los hombres es socorrer la pobreza, no aumentarla"

    Compasión quiere decir sentimiento conjunto, empatía, pero además es la donación misericordiosa de Dios al ser humano, y también del hombre hacia los demás, la compasión no es sólo un concepto barato de la tradición cristiana cuando se lleva al fondo de su historia semántica, porque compasión es también donación de Dios en la experiencia del Éxodo, es también la fe en la resurrección de cristo y esperanza en la resurrección, eso hace que la compasión provoque la única respuesta válida del hombre a los sufrientes del hombre, consiste sentir con los que sufren y participar de sus sufrimientos. Por ello es un elemento central el amor al prójimo; esta dimensión ética de la compasión es importante para todos.

    El prójimo y por lo mismo el aliado de aquello que nos compete, no es sólo aquel que nosotros vemos y admitimos como tal. El ámbito de lo que nos concierne y el tamaño de la responsabilidad es ilimitado. El criterio de medida es y será el sufrimiento ajeno tal como se ve en la historia de Jesús: un hombre caído entre los ladrones ante el cual sacerdotes y levitas pasan de largo por un interés superior. La forma más masiva del sufrimiento es hoy un sufrimiento ante la pobreza, la violencia e injusticia estructural que lenta y violentamente lleva a la muerte. Esta pobreza, o bien el recuerdo de Auschwitz, son "un paisaje de gritos" y esta experiencia es en la que se fundamenta la compasión. La entrega es un aspecto de la compasión como respuesta a la desesperación de los que sufren; el otro aspecto es el grito compasivo por la justicia, frente al mundo sufriente, la primera respuesta es la de la compasión que fuerza a terminar con el sufrimiento.

    La ortopraxis en sentido de implicarse en el sufrimiento del otro significa, en la misma línea que marca la teología de la liberación, la búsqueda de la justicia, una justicia que tiene su fundamento en la compasión. Esta compasión específica no se puede dar desde la superioridad, sino que exige una aceptación literal del otro, el cual no es solo el hombre y mujer que puede ser dañado en forma general; sino el ser humano concreto que yo encuentro herido, humillado y al que le han arrancado su felicidad. La compasión y el sufrimiento compartido, como resultado de nuestro análisis, es un sentimiento altruista, un sentimiento que reacciona ante el sufrimiento de otra persona con el deseo de alcanzar su bien.

    1.6.- Algunos signos de esperanza presentes en nuestro tiempo

    La actitud del Concilio ante las realidades terrenas alienta un optimismo franco y contagioso, no ignorando las muchas miserias y calamidades que se dan en nuestro presente, los padres no eran ilusos soñadores, sabían que el género humano en esta tierra gustará siempre de las alegría y tristezas, se moverá entre angustias y esperanzas, contabilizará éxitos y fracasos, vivirá una síntesis de miserias y fracasos.

    "El concilio, se ha detenido más en el aspecto dichoso del hombre más que en el desdichado. Su postura ha sido muy a conciencia optimista. Una corriente de afecto y de admiración se ha volcado del concilio hacia el mundo moderno. Ha reprobado los errores, sí porque lo exige no menos la caridad que la verdad; pero, para las personas, sólo invitación, respeto y amor. El Concilio ha enviado al mundo contemporáneo, en lugar de deprimentes diagnósticos, remedios alentadores; en vez de funestos presagios, mensajes de esperanza; sus valores no sólo han sido respetados, sino honrados; sostenidos sus incesantes esfuerzos, sus aspiraciones, purificadas y bendecidas".

    La profundización de la acción del Espíritu Santo en la Iglesia y en el mundo nos impulsa a prestar atención a los "signos de esperanza presentes en este último fin de siglo, a pesar de las sombras que con frecuencia los esconden a nuestros ojos". En efecto, es verdad que nuestro siglo está marcado por gravísimos crímenes contra el hombre y oscurecido por ideologías que no han favorecido el encuentro liberador con la verdad de Jesucristo ni la promoción integral del hombre. Sin embargo, también es verdad que el Espíritu de Dios, que "llena el universo", no ha cesado de sembrar abundantemente semillas de verdad, de amor y de vida en el corazón de los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Esas semillas han producido frutos de progreso, de humanización y de civilización, que constituyen auténticos signos de esperanza para la humanidad en camino.

    "Los progresos realizados por la ciencia, por la técnica y sobre todo por la medicina al servicio de la vida humana" En efecto, no cabe duda de que la existencia humana en la tierra, a nivel personal y social, ha experimentado y sigue experimentado una notable mejoría gracias al extraordinario desarrollo científico. Sobre todo cuando respeta la promoción humana auténtica e integral, debe acogerse con gratitud, aunque, como es evidente, la ciencia y la técnica no basta para colmar las aspiraciones más profundas del y mujer (v. Gr. En el campo de las comunicaciones) si garantizan el pleno control democrático, y si se convierten en transmisores de valores auténticos, la humanidad podrá gozar de grandes beneficios y se sentirá una única gran familia.

    "Un sentido más vivo de responsabilidad en relación con el ambiente" Hoy la humanidad redescubre, también como reacción ante la explotación indiscriminada de los recursos naturales que a menudo ha acompañado el desarrollo industrial, el significado y el valor del ambiente como morada hospitalaria, donde está llamada a vivir. Las amenazas que ciernen sobre el futuro de la humanidad por no respetar los equilibrios del ecosistema, impulsan a las personas de cultura y d ciencia, así como a las autoridades componentes, a estudiar y poner en práctica diversas medidas y proyectos que no solo buscan limitar y aliviar los daños causados hasta el momento sino sobre todo lograr un desarrollo de la sociedad que respete y valore el ambiente natural.

    "Los esfuerzos por establecer la paz y la justicia donde hayan sido violadas, la voluntad de reconciliación y de solidaridad entre los diversos pueblos, en particular en la compleja relación entre el norte y el sur del mundo" En este siglo que recién hemos concluido se ha dado la inmensa tragedia de dos guerras mundiales y hoy siguen existiendo guerras y tensiones, que provocan como consecuencia gran sufrimiento par pueblos y naciones de todo el mundo. Además en este siglo, más que en ningún otro, masas enormes de personas, entre causas por perversos mecanismos de explotación, han vivido y siguen viviendo en condiciones indignas de la persona humana. También por esta razón, la conciencia humana, impulsada por la acción objetivo prioritario e irrenunciable. La conciencia advierte hoy como un crimen intolerable el que perduren condiciones de injusticia, de subdesarrollo y de violación de los derechos de la persona humana. Además, con razón se rechaza la guerra como medio para la solución de los conflictos.

    Pablo VI quiso señalar como meta, en el horizonte de la humanidad, una "civilización del amor" en la que se podrá alcanzar el ideal de una única familia humana en la que se respete la identidad de cada uno de sus miembros y se realice un intercambio recíproco de dones. Como nos recuerda el Concilio, el Verbo nos revela "que Dios es amor" y, al mismo tiempo, nos enseña que la ley fundamental de la perfección humana, y por ello de la transformación del mundo, es el mandamiento nuevo del amor. Así pues, a los que creen en la caridad divina les da la certeza de que el camino del amor está abierto a todos los seres humanos y de que no es inútil el esfuerzo por instaurar la fraternidad universal"

    II) CAPÍTULO SEGUNDO: (Juzgar a la luz de la Palabra de Dios y la doctrina de la Iglesia)

    2.1.- Dios como liberador y la acción liberadora del ser humano.

    La situación mundial tal como está en este momento, nos impone una nueva forma de pensar a Dios y de pensar en Dios; una nueva forma de comprender a Jesús y de leer su Evangelio. En definitiva, una nueva forma de interpretar y explicar la revelación que Dios nos ha comunicado en Jesucristo. Es verdad que la violencia, pobreza y sufrimientos son cosas que siempre han existido en el mundo y en la historia. Pero, en este nuevo milenio, esas cosas se están produciendo con dos características nuevas: en primer lugar, unas dimensiones de pobreza y sufrimiento que nunca se habían dado como ahora; en segundo lugar, un contraste, en la cara opuesta (los causantes, responsables de tal situación) que resulta, cada día más escandaloso por la acumulación de las riquezas, por el despilfarro consumista sin sentido que se da y sobre todo por la ignorancia (responsable) y la insensibilidad que, de hecho existe en quienes mueren (literalmente) a causa de la abundancia. Ahora bien, estando así las cosas si no pensamos a Dios, si no intentamos comprender el Evangelio desde el sufrimiento de las víctimas, se hace sencillamente imposible enterarnos de cómo es el Dios de nuestra fe. Y se hace también imposible enterarnos de cómo es el Dios de nuestra fe. Y se hace también imposible enterarnos de lo que nos quiere decir su mensaje.

    Por eso la teología no se puede seguir elaborando, sólo o principalmente, a partir de ideas, verdades absolutas, dogmas de fe, teorías teológicas, sino que ante todo, a partir de la vida, tal como la vida de los seres humanos está de hecho determinada y condicionada en nuestro tiempo: una vida desigual para unos y para otros; vida amenazada en millones de personas; vida carente de la más elemental dignidad en los excluidos de nuestra sociedad y vida también que se realiza en formas de deshumanización degradante en el caso de quienes (por acción o por omisión) somos responsables de lo que está ocurriendo. Esto no quiere decir que en el nuevo paradigma teológico que la teología prescinda de las verdades de fe o de los dogmas de la Iglesia. Significa que se tiene que leer e interpretar esas verdades y esos dogmas desde la solidaridad con las víctimas del "orden establecido", los débiles con los que se solidarizó Jesús; "lo débil del mundo", "lo plebeyo del mundo", "lo despreciado", "lo que no existe", aquí está el mérito y valor de la teología de la liberación, desde su mismo origen ha tenido la libertad y audacia de ponerse a pensar la fe desde los que están abajo en la historia y lo que esos teolog@s han dicho, es por una razón fundamental, la razón determinante de todo lo demás: ha sintonizado con la vida, las preocupaciones y las esperanzas de los que están abajo y cuando la sintonía humana va por ahí, eso por si solo genera libertad y audacia y la creatividad fuente del futuro. Una teología que asume como estructuras básicas, la vida, la libertad y la utopía, es una teología "parcial". Es decir, toma partido a favor de los que siempre han estado, están y estarán abajo en la sociedad. O sea, se pone de parte de "los últimos de la vida", lo cual no tiene su origen en las ideologías de izquierda de los dos últimos siglos. Tiene su origen en lo que, de hecho, fue la vida y el destino de Jesucristo en el que decimos que creemos los cristian@s.

    Sabemos por la fe, que la esperanza rebasa los límites de nuestra historia; pero sabemos igualmente que una esperanza, que no empieza por luchar por mejorar la historia, no es ni puede ser la esperanza que nos presenta el Evangelio cuando explica el proyecto del Reino de Dios. Por otra parte, lo más exigente y prometedor, que nos enseña el Evangelio sobre la utopía, es que la esperanza de un futuro mejor viene de los que están abajo en la historia. Por eso Jesús nos dice que no pongamos nuestra esperanza ni el progreso de la economía (los que dominan a los pueblos), ni en la fortaleza del poder (los que controlan a los pueblos). Jesús ve a la historia y el futuro de la humanidad desde un punto de vista que nos desubica a todos, sobre todo en este momento cuando los países ricos (dinero) y poderosos (política) se enseñorean sobre el resto de la humanidad , la masa inmensa de los excluidos.

    Dios sale en defensa de los pobres:

    "por la miseria de los desvalidos y el gemido de los pobres me levanteré ahora", dice el Señor (Sal 11,6) ¿Quién no temerá al Señor que se levanta? Y en otro lugar: "Levántate Dios mío, álcese tu diestra, no te olvides de los pobres" (Sal 9,53) Temamos ese alzamiento y no queramos ver levantada la mano de Dios sobre los que desobedecen y lo que es más grave, dejándose caer sobre los que se muestran duros con los pobres. Y: "No será siempre el olvido del pobre" y "sus ojos miran sobre el pobre (lo que es mejor y más importante que las cejas y sus cejas interrogan a los hijos de los hombres" (Sal 10,5); una inspección o mirada como si dijéramos menor y secundaria"

    El Evangelio nos enseña que paradójicamente, si hay esperanza en el futuro, tal esperanza viene precisamente de aquellos con los que ya no cuentan. Entonces lo más importante que tendría que hacer la Iglesia en su relación con los pobres, es antes que querer "ayudarles", ponerse a "escucharlos". Lo que, ante todo, tenemos que hacer es, más que evangelizar a los pobres, dejarnos evangelizar por ellos.

    2.2.- Promoción humana y salvación Cristiana

    Durante muchos siglos, la teología no se ha preocupado de la vida porque no se ha preocupado del problema de los pobres, Entre otras cosas, porque quienes han hecho la teología han sido (y seguimos siendo), por lo general, personas que tenían (y tenemos) esta vida asegurada. ¿Cómo podemos hablar del Dios de la vida en una situación de muerte, la muerte temprana e injusta que sufre la gran mayoría de los pobres? ¿Cómo vivimos el amor y la esperanza? ¿Qué entendemos por salvación cristiana ¿Qué significa la Iglesia, en este momento, para la vida que lleva la mayoría de la gente?, se podría seguir planteando preguntas, algunas seguramente más graves.

    Desde el final del Concilio Vaticano II, durante el cual la Iglesia se insertó especialmente por los problemas que afectan a la organización del mundo, se ha ido escrutando los signos de los tiempos e interpretando a la luz del Evangelio, v.gr. en la conferencia general de Medellín, 1968, la Iglesia oye el grito de los pobres y se hace intérprete de su angustia, igualmente la teología de la liberación permaneciendo en contacto estrecho con la vida cotidiana de las poblaciones víctimas de la miseria y con la tarea que la Iglesia debe llevar a cabo en esta coyuntura, su intención es la de hacer oír ampliamente el grito del herman@ pobre y sufriente, la queja que suscita el hambre, las enfermedades, la explotación injusta practicada con espíritu de lucro, el exilio forzado, la opresión. Condiciones inhumanas padecidas por los seres humanos que poseen exactamente lo que llevan sobre cuerpo, pasan la noche en la calle, en ella viven y en ella mueren, sin beneficiarse de la asistencia médica más elemental. Para el Cristiano(a) "iluminado" por el Evangelio, estos "signos de los tiempo" constituyen uno de los desafíos más provocadores. Incitan a desplegar, en nombre de la fe, todos los esfuerzos posibles para liberar a sus herman@s de su situación inhumana. Este interés hacia los miserables y esta alianza con los oprimidos encuentran expresiones particularmente sugestivas en las palabras bíblicas de justicia, liberación, esperanza, paz.

    Tomando la situación de la historia humana como un destino que es posible cambiar, Dios revela su misterio a través de los mismos acontecimientos, cuanto más penetra el cristian@ en las situaciones concretas y su evolución histórica, mejor responde a la Palabra de Dios, así se capta mejor la unidad profunda que une a la historia divina de la salvación realizada por Jesucristo a los esfuerzos desplegados a favor del bien del ser humano y de sus derechos; la fe cristiana, debe ser ante todo como una praxis histórica que cambia y renueva el orden social y político, ya que es precisamente allí en el mundo el lugar donde se desarrolla el designio divino de salvación.

    2.3.- Lo que el Antiguo y Nuevo Testamento dicen en relación a la salvación divina y la promoción humana.

    Se recurre casi siempre al relato del Éxodo, en efecto, la salida de Egipto es realmente el acontecimiento primero de la salvación en el Antiguo Testamento; es la liberación que redime de una dominación extranjera y de los trabajos forzados. En este liberación está ordenado el culto de la alianza que se celebró en el monte Sinaí.

    Los Salmos, igualmente, cuando hablan de miseria y de lamentaciones, de socorros y de acción de gracias, se expresan en fórmulas de plegarias que mencionan la Salvación religiosa y la "liberación". La estrechez no se identifica con una condición social de miseria sino también de la enemistad, la injusticia, del pecado y de aquello a lo que éste nos conduce: la muerte amenazadora y el vacío que esta representa.

    La Revelación Divina inspira a mejora las condiciones de la existencia humana, los profetas denuncian a las condiciones sociales v.gr. Amós y Oseas, reprochan con fuerza a sus contemporáneos la falta de solidaridad. Isaías designa muy especialmente, entre los seres humanos que reclaman protección a las viudas y a los huérfanos; además condena el acaparamiento de bienes en las manos de algunos. Isaías junto a los demás profetas exigen la actitud de la conversión interior y de la justicia, "dejen de hacer el mal. Aprendan a hacer el bien, busquen el derecho, socorran al oprimido,,sean justos con el huérfano, defiendan y consuelen a la viuda".

    Muchos salmos hablan explícitamente de Dios como liberador de los oprimidos y defensor de los pobres. Cuando libera al pueblo de Israel de la opresión, Dios exige de él que se prohíba a sí mismo de toda forma de opresión a los hombres. El Nuevo Testamento recoge elementos muy importantes del Antiguo, muestra que no hay verdadero cambio de la sociedad sin reconciliación del hombre con Dios y con los otros hombres y mujeres; la vida humana sólo puede conseguir una forma mejor de manera suficiente y constante si los seres humanos llegan a ser " criaturas nuevas" por la conversión y la justicia. Obligación de cuidar a los pobres y enfermos.

    El mensaje central de Jesús es el Reino de Dios y de vida. El Reino de Dios no es sólo un mensaje para la otra vida, sino que, además de eso y antes que eso, es un proyecto para "esta" vida que se consumará en la otra: cuando el Nuevo Testamento habla de la "vida", se trata siempre de la vida en relación al proyecto fundamental de Dios: su Reino, proyecto de vida, para vivir la vida y esta vida en plenitud, por eso el anuncio del Reino se presenta como Buena Noticia; porque la noticia que más interesa a la gente, es toda noticia que se refiere a la vida. Jesús no sólo anuncia el Reino con sus palabras, sino que, al mismo tiempo, aporta los signos de su presencia, que todos van al mismo sentido, el de la vida: curar, alimentar, consolar, perdonar liberar, es decir, todos los gestos de Jesús son para hacer vivir a la gente. Jesús a partir de su proyecto sobre el Reino de Dios, se solidarizó con cuatro grupos de personas, los enfermos, los pobres, los pecadores y las mujeres. Todas estas gentes eran marginales de aquella sociedad, de manera que el denominador común de todos ellos era "la debilidad", es decir personas en las que la vida se veía amenazada, disminuida, mutilada, de una manera u otra; físicamente en los enfermos, económicamente en los pobres, moralmente en los pecadores; socialmente en las mujeres. No hay duda alguna, lo determinante, para Jesús, es la defensa y la dignificación de la vida.

    Parábola del rico epulón y del pobre Lázaro en la que Jesús apuesta por la defensa de una vida digna.

    "… la igual dignidad de las personas exige que se llegue a una situación de vida más humana y más justa. Pues las excesivas desigualdades económicas y sociales entre los miembros o los pueblos de una única familia humana resultan escandalosas y se oponen a la justicia social, a la equidad, a la dignidad de la persona humana.."

    En la parábola del Buen Samaritano frente a la indeferencia por la protección de una vida en peligro, que se personaliza en los hombres de la religión (el Levita y el sacerdote) Jesús presenta como modelo al indeseable samaritano, que sólo tiene una cosa buena: ante el peligro de la muerte, "se le conmovieron las entrañas", es decir era un hombre al que le importaba en serio la vida, fuera de fuera, Jesús pone en el centro de su mensaje la vida, puesto que el centro de tal mensaje es el amor .

    2.4.-Relación entre la promoción humana y la salvación realizada por Dios

    La revelación con la que hemos sido gratificados en Cristo divide el curso ininterrumpido de la historia dela salvación en tiempo de promesa y tiempo de cumplimiento, por otro lado hay que admitir que las necesidades del ser humano no están reducidas solamente a las dificultades económicas y materiales, hay que tener presente la totalidad de lo que comporta su situación de peligro y de perdición.

    La constitución pastoral GS hace una distinción entre el crecimiento del reino de Dios y el progreso humano, "el servicio de los hombres sobre la tierra "prepara la materia de Reino celestial" Por lo tanto la misión de la Iglesia no es sólo anunciar el mensaje de Cristo y su Gracia a la humanidad, sino también impregnar y perfeccionar todo el orden temporal con espíritu evangélico; por eso podemos considerar a las luchas por la justicia como la participación en la transformación del mundo, "como un elemento constitutivo de la fe"; por una parte, la historia concreta es en cierto modo, el lugar donde el mundo se transforma hasta que toca el misterio de Dios.

    La Iglesia no puede jamás olvidar que vive constantemente en una especie de arena, donde estás en competición los candidatos al poder, donde el poder se ejerce efectivamente de tal o cual manera concreta, donde reinan las ideologías que allí se relacionan. En razón de su origen, de su carácter sobrenatural y de su misión religiosa, como también de la esperanza escatológica, de la Iglesia "no está ligada de una manera exclusiva e indisoluble a ninguna raza o nación, a ningún genero de vida particular, a ninguna costumbre reciente" . si el es necesario guardarse de estar comprometida en las intrigas de los que buscan el poder, no debe adoptar una actitud puramente "neutralista" e "indiferente" ni acantonarse en su reserva totalmente "apolítica". Pede llegar a incurrir en el reproche de complicidad si no denuncia la situación de los oprimidos, las victimas de las injusticias y más si encubre tal estado de cosas y se abstiene de tocarlo. Es solidaria de los pobres.

    Es preciso entender esté término en toda su aceptación , que comprende, por ejemplo a los hombres y mujeres afectados por la indigencia espiritual, psicológica o material. La asistencia eficaz que hay que asegurar a estos "pobres"es ciertamente, desde ka antigüedad, una de las tares principales de la Iglesia y de sus miembros: Pero hoy día su ejercicio ha llegado a ser el testimonio más esplendoroso de una fe viva y, para un gran número de personas ajenas a la Iglesia, un criterio inapreciable de su credibilidad.

    La iglesia toda: laicos, diáconos, sacerdotes, obispos, el Sumo pontífice; no tienen el derecho de callar en los casos en que son pisoteados la dignidad humana y los derechos elementales del ser humano; siendo así, la Iglesia, en su conjunto, está obligada a expresar su pensamiento sin tardanza y con vigor. En la Iglesia nadie habla por si solo, es necesario que todos oigan el grito de sus herman@s donde quiera que se encuentren, de todos lo que tratos injustos, son explotados por el sufrimiento, endurecidos por la pobreza y por el tormento del hambre.

    2.5.- Tierra y cielos nuevos (GSn. 39)

    La GS da el debido realce a la conexión existente entre nuestro esfuerzo y el más allá, la expresión "tierra nueva" además de ser tomada de la Biblia, expresa acertadamente la oposición entre la tierra presente y la futura.

    Que el mundo actual, tal como lo vemos ahora, sufrirá una transformación radical, es una persuasión que se remonta al los tiempos más lejanos; pero la cuestión que ahora se plantea es la siguiente: ¿ Tiene el trabajo actual del hombre o mujer alguna relación con el cielo futuro?, el trabajo, o esfuerzo humano a través de la historia, ¿prepara de alguna manera la Jerusalén celestial? El progreso científico, la técnica y la producción, ¿mantiene alguna continuidad con la realidad postrera que seguirá a la parusía? Y, si la contestación a esta pregunta es afirmativa, surge una nueva cuestión: ¿De qué naturaleza es esta relación, preparación y continuidad?. ¡Realidad misteriosa la de este nuevo mundo, objeto de nuestra esperanza!; sin convertirnos en juguete de nuestra imaginación, bien podemos asegurar que el mundo futuro será mucho más maravilloso de lo que podamos soñar ahora.

    Para el cristian@, la dirección y meta de la historia son bien claras. La historia tendrá un fin, desembocando en la eternidad; también el mundo actual desembocará en el "mundo nuevo" en el que Dios será todo en todos; también el Cristian@ se pregunta en qué medida su acción actual contribuye a la edificación del mundo eterno, del paraíso trascendente que él espera. Este mundo futuro, ¿será el mismo mundo que nosotr@s hemos trabajado con nuestra manos? ¿No será un mundo totalmente distinto?.

    – Hay una concepción catastrófica del mundo, según la cual, nuevo significa renovación total; los que siguen esta línea defienden la tesis de una total discontinuidad entre el mundo actual, para estos las actividades temporales con las que la humanidad edifica técnicamente el mundo no tienen ninguna fuerza ni relación con el mundo futuro.

    – Una visión más optimista, donde el mundo futuro será fundamentalmente el mismo en el que ahora vivimos: sufrirá solamente una transformación que volverá a poner las cosas en el mismo orden que tenían antes de la caída y apoyándose en Rom. 8, 19-22 defienden la tesis de la continuidad y aceptan una contribución efectiva del trabajo humano en la elaboración del paraíso futuro.

    La Iglesia deja la libertad para escoger la que responda mejor a los propios sentimientos; sin embargo nos podemos preguntar si la visión optimista no tiene más probabilidad de ser verdadera; si por la fe sabemos de dónde viene el mundo, sabemos también a donde va; creación y escatología no pueden existir separadas una de la otra. En esta referencia al principio y término final de la creación, el trabajo alcanza todas sus dimensiones humanas y sobrenaturales.

    Toda historia del mundo está orientada hacia el retorno de Cristo, rey del universo; el hombre, mediante toda su vida y por lo tanto, también por su trabajo, prepara el advenimiento del mundo futuro sobre el cual reinará eternamente con Jesucristo, ya que cristo está en el principio y en el fin de los tiempos, es el Alfa y la Omega de la historia del universo con el vendrá el advenimiento de los cielos nuevos y de la tierra nueva que cante el libro del Apocalipsis.

    Esencialmente el reino de cristo es un reino espiritual: "Mi Reino no es de este mundo", sin embargo, la realeza de Cristo trasciende el orden espiritual. Como quiera que todo ha sido hecho por Él, en Él y con Él, Cristo es con pleno derecho de rey de la creación: la creación viene de Él, y Él la dirige hacia su término. Todo lo que brotó de las manos de Dios –nos dice la Escritura- es bueno. Además, la criatura suspira por la liberación; pero una auténtica liberación supone identidad entre aquello que en algún momento conoció la servidumbre y después pasó a gozar de la libertad. Finalmente, la concepción optimista parece armonizarse mejor con el plan de Dios.

    El número 39 de la GS subraya cierta continuidad entre nuestra tierra y la tierra nueva que empezará con la parusía. Así pues, para algunos, trabajar la tierra, pone al día todas las riquezas que Dios ha encerrado en ella, desarrollar las virtualidades del cosmos, todo esto es preparar el cielo nuevo y la tierra nueva. Sin embargo, el mundo no conseguirá esta renovación con sus propias fuerzas, ni con el progreso técnico de la humanidad. Será necesaria una intervención divina que purifique el mundo de la herrumbre y escoria que lleva consigo, y que lo transforme maravillosamente, elevándolo al orden sobrenatural.

    Gracias al trabajo del ser humano, la salud va triunfando sobre la enfermedad, la vida sobre la muerte, la verdad sobre el error, el bien sobre el mal… No cabe duda que el mundo, paso a paso, se va haciendo más apto para recibir la transformación de lo alto. "De nada sirve al hombre y mujer ganar todo el mundo si se pierden a sí mismos"; esta orientación hacia el futuro escatológico debe franquear los umbrales de la vida ética del hombre y mujer; debe penetrar a su conciencia apara animarle a la labor de la propia abnegación y para que, en el empleo de las energías terrenas a favor de la vida humana, tenga siempre presente y acaricie el deseo de que su esfuerzo, su trabajo y su actividad en general vayan éticamente orientados hacia el más allá; es decir de cara al más allá, en el plano ético tiene mucha importancia no sólo lo que se hace, sino también y sobre todo el cómo se hace (es decir, el amor con que se hace). Además de lo que quedaría de nuestros esfuerzos para el reino no será esencialmente su resultado, sino el amor que le habrá inspirado. Ese amor lo que da a nuestra actividad su verdadera grandeza en el orden sobrenatural.

    A nuestro parecer, los padres conciliares quieren evitar dos actitudes falsas:

    a) La de aquellos que centran toda su atención en lo que hace, prescindiendo o dando muy poca importancia al cómo lo hacen.

    b) La de aquellos que, por la esperanza de la tierra nueva, se olvidan o no toman con el suficiente interés las cosas de aquí abajo dando una valor muy secundario a lo que hacen, para centrar todo su interés en el cómo lo hacen.

    La búsqueda y esperanza del cielo no tienen ningún derecho a desviar la actividad humana de sus ocupaciones naturales ni a disminuir su interés por ellas. "En nombre de nuestra fe, tenemos el derecho y el deber de apasionarnos por las cosas de la tierra". "¡Hermanos, permanezcan fieles a la tierra!".

    III) CAPÍTULO TERCERO: (Compromiso)

    3.1.- Misión de los cristian@s en el mundo.

    "…Numerosos mártires dieron y dan un preclaro testimonio de esta fe. Fe que debe manifestar su fecundidad impregnando toda la vida de los creyentes, también la profana, e impulsándolos a la justicia y al amor, sobre todo con los necesitados…".

    La Iglesia, es la comunidad cristiana, integrada por hombres y mujeres que, reunidos en Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinar hacia el Reino del Padre y han recibido la Buena Nueva de salvación para comunicarla a tod@s. El mundo es la entera familia humana, con el conjunto universal de las realidades entre las que ésta vive; el mundo, es teatro de la historia humana, con sus afanes, fracasos y victorias; es el mundo que los cristian@s creen fundado y conservado por el amor del creador, esclavizado bajo la servidumbre del pecado, pero liberado por Cristo, crucificado y resucitado, roto el poder del demonio, para que el mundo se transforme según el propósito divino y llegue a su consumación.

    Para el mundo actual, la mejor respuesta a aquella pregunta: Iglesia ¿qué dices de ti misma?, (decimos para el mundo), no para los que son miembros conscientes de la Iglesia, el mundo pregunta a la Iglesia: tú ¿quién eres?, carece en su mayor parte de esta fe y esperanza que todo ilumina. Su actitud, por lo general es, más bien de acuciante curiosidad natural. Tal vez, en ocasiones, de verdadero interés, no exento de admiración. Muchas veces, de escepticismo o –de lo que es peor- de crítica propensa a la polémica y al resentimiento y aún de abierta prevención y hostilidad.

    La Iglesia considera que puede responder a los deseos más profundos del ser humano, revelándole su último destino predicando la libertad, la dignidad de la conciencia y del derecho justo, no separado de la ley divina, en una falsa autonomía, sino inserto en el plano salvífico de Dios. La Iglesia exhorta a los cristian@s al cumplimiento de sus deberes temporales, advirtiéndoles que deben guiarse por el Evangelio; lamenta la conducta de aquell@s que se sumergen en los "negocios terrestres" sin referencia alguna a la vida cristiana. Los laic@s tiene el deber de dedicarse a las actividades temporales con competente dominio, respetando las leyes propias de las diferentes disciplinas y pidiendo a sus sacerdotes luz y fuerza moral, pero no necesariamente la solución concreta de los varios problemas temporales.

    Pablo VI, hablando al cuerpo diplomático acreditado ante la santa sede, se refirió a los Católicos que quieren de la Iglesias esta actitud:

    "Piensan que la fidelidad al deposito que ha recibido impone a la Iglesia una actitud de reserva, o incluso de condena al mundo moderno ¿No está toda la Iglesia encaminada hacia otro mundo, plenamente diferente de éste, el mundo del más allá, el mundo plenamente diferente a éste… el mundo de las almas de las realidades espirituales? ¿Qué importancia puede conceder a estos progresos técnicos, orgullo del hombre de hoy, a sus esfuerzos por explorar el cosmos… todo esto es lo "temporal", objeto de las investigaciones y de las disputas de los hij@s de los hombres. Si no llega a condenarlo y maldecirlo, que la Iglesia al menos se desinterese de ello, que se "desligue", como hoy se dice que permanezca en su campo: lo espiritual, lo espiritual puro".

    Pablo VI ha rechazado sin ninguna reserva estas dos posturas extremas y dice:

    "La Iglesia no puede hacer suya ninguna de estas dos actitudes extremas. No puede desinteresarse de lo temporal, porque lo temporal es la actividad de los hombres y mujeres y todo lo que concierne al ser humano concierne a la Iglesia. Una Iglesia desencarnada, alejada del mundo, retirada al desierto, no sería la Iglesia de Cristo, la Iglesia del Verbo Encarnado. Ella, por el contrario, se interesa muy de cerca por todo esfuerzo generoso que atienda a hacer avanzar a la humanidad, no solamente en su camino hacia el cielo, sino también en su búsqueda del bienestar, de la justicia, d e la paz y de la felicidad sobre la tierra. No puede, por otra parte, aprobar a los que pretenden conseguir este objetivo tan noble y tan legítimo por medio de la subversión violenta del derecho y del orden social… ya que las revolución entendida en el sentido de un cambio violento y brusco se ejerce desde siempre en algunos espíritus ávidos de lo absoluto, de soluciones rápidas, enérgicas y eficaces del problema social; ellos ven gustosos aquí la nunca vía que conduce a la justicia. En realidad, la acción revolucionaria engendra de ordinario todo un cortejo de injusticias y de sufrimientos, pues la violencia, una vez desencadenada se controla difícilmente, surtiendo sus efectos en las personas al mismo tiempo que en las estructuras, no es lo mismo a los ojos de la Iglesia la solución apta para remediar los males de la sociedad. Por lo tanto, ni indiferencia por el camino concreto de los hombres y mujeres de hoy, ni vinculación con la acción revolucionaria. A igual distancia de estos dos extremos, la actitud de la Iglesia ante el mundo moderno es la que ha definido ante nuestros ojos, a lo largo de los años de reflexión que estamos viviendo, el concilio Vaticano II, una actitud que puede resumirse en dos palabras: amor y servicio"

    3.2.- Respeto a la dignidad de la persona humana

    El Concilio reúne en tres grupos a la persona humana: atentamos contra la vida; contra la integridad de la persona humana . En el primero incluye a los homicidios de cualquier clase, genocidio, aborto, eutanasia y el mismo suicidio deliberado. Los atentados contra la dignidad de la persona humana citados por el concilio, son las mutilaciones, las torturas morales o físicas, los conatos sistemáticos para dominar la mente ajena. Pero el peligro más sutil está en el intento de justificación que para tales comportamientos puede querer buscarse precisamente en el bien común. Finalmente ofenden a la dignidad humana las condiciones infrahumanas de vida, las detenciones arbitrarias, las deportaciones, la esclavitud, la prostitución; también las condiciones laborales degradantes que reducen al operario al rango de mero instrumento d lucro, sin respeto a la libertad y ala responsabilidad de la persona humana. Es cierto el juicio sobre estas situaciones sociales: deshonran más a sus autores que a sus victimas. La dignidad humana radica en el espíritu en la libertad.

    La GS afirma recogiendo la enseñanza de la Sagrada Escritura, que "el ser humano fue creado a imagen de Dios, capaz de conocer y amar a su creador". Esta afirmación tan fundamental plantea que la dignidad del ser humano no sólo debe referirse a su origen, al hecho de ser obra del mismo Dios, sino a la vocación inscrita en su capacidad de conocer y amar a Dios y a sus semejantes.

    Si la defensa de la dignidad humana aparece históricamente como una progresivamente conquista de la humanidad, se debe principalmente a la acción de la Iglesia. Podrá ocurrir que la participación en esa conquista se realice algunas veces por cuenta de culturas o ideologías no cristianas. Sucederá incluso, en otras ocasiones, que ka conducta de ciertos más bien hayan servido, o sirvan todavía, de rémora justamente por el divorcio entre la fe y la vida diaria. El Concilio quiso provocar en todo pueblo de Dios una sincera y abierta "revisión de vida" ante el mundo entero como espectador y juez.

    "Clama sin cesar… dice el Señor al profeta, alza tu voz como trompeta y echa en cara mi pueblo sus iniquidades y sus pecados…día tras día me buscan y quieren saber mis caminos, como si fuera un pueblo que ama a la justicia, sin apartarse de la ley de su Dios…¿Saben que ayuno quiero yo? Dice el Señor Yavé: Romper: las ataduras de yugo; partir su pan con el hambriento, albergar al pobre sin abrigo, vestir al desnudo y no volver el rostro ante tu hermano… Entonces llamarás y Yavé te oirá; le invocarás y El te dirá: Heme aquí. Cuando quites de ti la opresión, el gesto amenazador y el hablar altanero, cuando des tu pan al hambriento y sacies el alma indigente brillará su luz en la oscuridad y tus tinieblas serán cual melodía". El Cristian@ que falta a sus obligaciones temporales: falta sus deberes con el prójimo, falta, sobre todo a sus obligaciones para con Dios

    El Concilio inculca el respeto al hombre y al mujer, de forma que cada uno, sin excepción de nadie, debe considerarse al prójimo como "otro yo", es importante insistir que los humanos se tienen que amar; ya que la tentación de cada un@ es hacer su propia vida. Toda la sociedad ha de amar y ha de sentirse comprometida par acercarnos a todos y servirles con eficiencia cuando llegue el caso.

    IV) CONCLUSIÓN:

    ¿Cómo promover al ser humano a comienzos del siglo XXI?

    Ya he hablado de la urgencia de promover a todo ser humano (alma y cuerpo) para ello, creo que es conveniente hacerse la pregunta ¿Cómo es el ser humano de este nuevo siglo?.

    El mundo ha desarrollado mucho la ciencia (el saber) y la técnica (el hacer) aunque no de modo general; pero ha olvidado un tercer elemento: la ética (hacer el bien). La cultura actual no tiene como fundamento la ética, ni la religión; hay que humanizar a la libertad humana, la cual no es infinita, sino responsable. El ser humano de hoy se encuentra degradado en cuanto a principios éticos (todo vale), los grandes pensadores, científicos, técnicos y políticos no son muy éticos.

    "El hombre de hoy está en vías de desarrollar más plenamente su personalidad y de descubrir y afirmar cada vez más sus derechos"

    La promoción human parte de los Derechos Humanos, entonces no existe otro camino para la promoción humana que el de la justicia y de modo eminente la justicia social, (expresión acuñada por Pío XII). La justicia implica reconocimiento de la dignidad y de los derechos humanos; sin embargo muchas veces ni siquiera se cumplen los Derechos Humanos, v.gr. La declaración de la ONU habla del derecho ala vida (art. 3), pero no de que este derecho pertenece al niñ@ desde su concepción. Tampoco condena la eutanasia; no explicita el derecho a la integridad física ni condena el genocidio.

    "… crece la conciencia de la excelsa dignidad que corresponde ala persona humana, ya que está por encima de todas cosas y sus derechos y deberes son universales e inviolables. Conviene pues, que se haga accesible al hombre todo lo que necesita para llevar una vida verdaderamente humana, como es: el alimento, el vestido, la vivienda, el derecho a elegir libremente un estado de vida y a formar una familia, a la educación, al trabajo, a la buena fama, al respeto, a una adecuada información, a actuar de acuerdo con la recta norma de su conciencia, a la protección de la vida privada y a la justa libertad, también en materia religiosa".

    Nuevos Desafíos:

    1.- El problema económico: Porque, ahora mismo, lo que decide la vida o muerte de muchos miles de personas, cada día, es la organización y el funcionamiento de la economía mundial (neoliberalismo), lo cual hace que la economía se concentre cada vez en menos personas y la distancia entre ricos es más asombrosa y la consecuencia inevitable, no ya la marginación de los marginados de siempre, sino sobre todo la exclusión y el exterminio de millones de seres humanos; por eso no queda otra cosa que la promoción humana y tomar enserio la fe Cristiana, sin tomar partido con el neoliberalismo económico, porque si este sistema no mata, por lo menos maltrata, envilece, humilla y degrada la vida hasta límites que ni imaginamos.

    "Se nos advierte que de nada sirve al hombre ganar todo el mundo si se pierde a sí mismo"

    2.- El problema ecológico: Es cuestión de vida o muerte, no se puede tomar postura a favor de la vida, o de la promoción humana, sin tomar postura a favor de la ecología. Es importante salvar la vida de las ballenas o de tales especies animales en peligro de extinción; pero más importante que eso es salvar la vida de millones de seres humanos que se mueren de hambre, bien dice Leonardo Boff "la ecología es el grito de la tierra"; pero antes que eso, es el grito de los pobres. Es urgente superar el nuevo ecologismo proteccionista para pasar al ecologismo globalizador o ambientalista que cuestiona al actual modelo de desarrollo tecnológico, no centrado en el hombre, sino en el beneficio asimétrico de ciertos grupos políticos y financieros.

    3.- El problema legal:

    "… se ha de proteger la vida con el máximo cuidado desde la concepción; tanto el aborto como el infanticidio son crímenes nefastos"

    Tomar enserio la defensa de la vida, es por supuesto pronunciarse en contra del aborto; pero no solo eso, además de eso hay que pronunciarse en contra de la pena de muerte y en contra de la fabricación y el comercio de armamentos y en contra de los gobiernos que, como es sabido fabrican y venden armas a los países del tercer mundo. Tomar en serio la vida tendría que incluir denunciar abiertamente y oponerse abiertamente a los países que venden armas y son miembros del llamado "consejo de seguridad" de Naciones Unidas, si los que hacen posible a las guerras, son precisamente los encargados de evitarlas.

    4.- El problema social: Hablo del respeto a los derechos de las personas, de la igualdad real y efectiva de todos ante la ley, de la estima que toda persona (por el solo hechos de ser persona) merece, de la igual dignidad de todo ser humano, sea cual sea su sexo, el color de su piel, las ideas políticas que defiende, la nación a la que pertenece, la religión que profesa, el cargo que ocupa, la cultura que tiene, etc. Ya que todos tenemos derecho a vivir con dignidad.

    5.-El problema religioso: También las religiones han atentado y siguen atentando de muchas maneras contra la vida, con frecuencia ha ocurrido que quienes tenían (o tienen) poder en la institución religiosa, se han visto con derecho –y hasta se han sentido con el deber de imponer, a los que están abajo su poder, doctrinas, obligaciones y renuncias incluso al propio pensamiento; a veces se humilla a las personas y hasta se las priva de su felicidad o incluso de su dignidad.

    La promoción Humana no se agota en su realización terrenal; el plan definitivo de Dios sobre el ser humano, se cumplirá en el más allá. Toda la creación de Dios tiende a la plenitud escatológica y por consiguiente, toda promoción humana porque el fin último de todo lo creado es ser "nueva creación" "nuevos cielos y tierra nueva" (Is. 67,17).

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