Poesía
María
Estás llegando a la edad.
Donde la vida es más bella
Te siento alondra.
De mi recuerdo
No muy lejos
mi puño apretado marca
el compás de lo vivido.
Y si al final del camino
te sientes sola
mi hombro como verde almohada
sabrá escuchar tus lamentos.
Se esparce
Se esparce
recuerdo el aliento
con felino arrebato me siento gritar
verdes pasiones distantes
muerto mi reino de insomnios
se eclipsa el remordimiento.
Sin retorno
Al mirar la vida
pienso
amalgamo madrugadas
que se alzan,
mañanas
emergen desde mis recuerdos.
mariposa dormida en el tiempo.
Impotencia
Se me esfuman
recuerdos
distantes amasijos
en calma
miras tus sueños
enarbolas ansiedades
maldigo
No
No te confundas
agobia tu yo
sin lamentos.
Álzate al sol
no murmures
La voz enérgica
no te corrompas
no te abandones
no te aplastes.
Vive
Esperanza
Que este pedazo de suelo
marque mi ser cansado
arrebatos
girasoles
toda esperanza.
Reencuentro
Siete pasos separan tu frágil figura
espejismos en un óleo purpúreo
eslabones contados gota a gota.
Trastóquese el universo
tu faz, la risa
el sol olvido en un papel
escabullo hasta el mundo
Esperando el reencuentro.
Mortal
La noche me cubre de hastío
dicha cruel de tu desdén
el piadoso sendero que dormitas.
Deshago mi delirio
jamás podré
pues por sobre mi frente no ha rodado
lo posible.
Esta luz que me cubre
La luz me cubre
la corriente me arrastra hasta el sol
por senderos dormidos.
De verde macilento
Se remonta, se pierde
Desnuda, apacible, triste.
Aunque mire solo la mitad de mi espejo
me arrastra el sentido
mi rey sin trono visible
invencible, sediento.
Silencio
Silencio
deshecho por silencios
estás desde tus simientes
No estarás infinitamente ausente.
La ventisca balbucea tus cantos
Santiaguado el esporádico silencio
No me retienen descansas
lo presiento.
Estás bajo el verde de las hojas
y horas dormido
No sediento del mundo, de los vivos
sin miedos.
Muerdo, ahogo mi rabia
mi ternura relámpago
pero veo en el brillo de la muerte
tu despertar de triunfo.
Vuelvo mis ojos.
He descubierto mi mano
para pensarte
mi mano mágica para hacer tus planes
pretendiendo ser…
Todo el umbral se cierne
El Aqueronte lento pasa
abriendo sus fauces a tu entrada
mientras Caína no perdona
Cerbero ante la puerta
muestra su virginal encanto
para trastocar tu suerte
con sombras y miembros femeniles.
Erinías llega ¡no mires¡
se anticipa Megera
su siniestro canto te previene.
Medusa.
Gorgona se elastiza
como bronce se funde a tu figura.
Espeso el aire
de mi faz aparta
una mano al parecer cansada.
Todo el umbral se cierne
ante mis ojos.
Vas guiando mis pasos
recuerdo a Leteo que crece con estas lágrimas
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