La Responsabilidad Social se desarrolla cuando el profesor toma conciencia de sí mismo, de su entorno, y de su papel en el entorno. Presupone la superación de un enfoque egocéntrico. Además, esta conciencia del profesor trata de ser global e integral (incluye tanto a los alumnos como a la escuela) y, a la vez, "contagiarse" en todas las partes de la escuela.
Esta toma de conciencia está ligada a preocupaciones tanto éticas como interesadas. Se trata de una voluntad ética e interesada a la vez de hacer las cosas "bien" para que todos los beneficiarios internos y externos de los servicios de educativos estén "bien". La ética, entonces, no aparece como freno al interés egoísta de la escuela sino al contrario como empuje para su provecho. Así se crea una articulación pocas veces practicada entre ética y eficacia.
En base a esta articulación, se definen ciertos principios y valores como parámetros de acción "buena" para la escuela. Se incluyen estos en la estrategia global y el funcionamiento rutinario de la escuela, para que impregnen todos sus ámbitos, acciones y sus consecuencias. Así la acción colectiva de la escuela se concibe como un todo complejo regulado y respondiendo por las exigencias y necesidades de todos los afectados potenciales.
La definición de lo que es "bueno" hacer o dejar de hacer depende de una negociación o diálogo entre los interesados y afectados por los servicios de la escuela, o de una anticipación de los intereses de los afectados (sobre todo cuando estos no pueden participar realmente del debate, como por ejemplo las generaciones futuras).
La Responsabilidad Social del profesor exige, desde una visión holística, articular las diversas partes de la institución en un proyecto de promoción social de principios éticos y de desarrollo social equitativo y sostenible, para la producción y transmisión de saberes responsables y la formación de ciudadanos igualmente responsables.
Con la Responsabilidad Social, queremos indicar algunas ideas que podrían servir de modelo para diseñar un nuevo "contrato social" entre la escuela y la sociedad. Los diversos puntos que planteamos para este "nuevo contrato social" sólo pretenden estimular la propia reflexión y nutrir el debate entre profesores, estudiantes y la sociedad civil. Conviene que cada escuela y cada profesor diseñen su propia estrategia de acción en relación con su propia identidad y contexto social.
El óptimo desempeño de las funciones profesionales, prevé altas exigencias a la eficiencia de cada especialista. Sin embargo, es necesario conjugar el profesionalismo con la comprensión a fondo de la responsabilidad adquirida y la obligación de cumplir irreprochablemente el deber profesional dentro del marco de un compromiso social. Las fallas éticas y el menosprecio de los valores, influyen negativamente tanto en la calidad del trabajo del profesor como en el estatus de su grupo profesional.
Siendo una obligación del docente prestar sus servicios a personas o grupos, el profesional de la educación debe caracterizarse por poseer un comportamiento digno, responsable, honorable, trascendente y comprometido. Educar representa por sí solo un acto de moralidad, es decir, se debe trabajar en beneficio de los educandos así como a favor de su libertad y desarrollo integral, independientemente de los intereses y creencias personales. Por lo tanto, el docente debe actuar con una ética impecable.
Mejorar la calidad de la Educación implica, en última instancia, lograr que el docente se desempeñe con mayor efectividad. Casi ninguna profesión tiene, frente a sí misma, una teoría tan crítica de su práctica profesional como la profesión de educador. Una profesión significa, un conjunto de prácticas sobre un sector de la realidad, donde la autonomía para tomar decisiones implica responsabilidad por los resultados.
Una verdadera educación y formación docente conlleva el sentido de responsabilidad, tanto en la formación de los estudiantes, como en la capacitación docente. Es decir, que todos los actores que intervienen en ese proceso, son responsables. Responsables, de lo bueno y de lo malo que sale a la sociedad. Si los nuevos profesionales carecen de la capacidad de responder con calidad a los retos y necesidades sociales, quedaría a la deriva la misión por la que trabajamos.
Un buen docente debe enseñar humanizando el conocimiento, fomentando la reflexión crítica, con propuestas adecuadas que lleven a un mejor orden social. Conformar el país que queremos exige un modelo educativo que promueva la investigación y combata la pobreza intelectual de los profesionales que hoy tenemos. Los profesores y profesoras debemos enseñar a nuestros alumnos/as a tomar iniciativas. A no ser únicamente receptores de conocimientos, es necesario promover la investigación. El progreso del conocimiento mediante la investigación es el elemento clave y esencial para el logro del desarrollo humano. Porque para educar debemos ser sensibles ante la diversidad de los alumnos que tenemos. Es por ello que queremos enfatizar que el profesor es un sujeto que asume una responsabilidad social ante el otro.
Si bien es cierto que la profesión docente no debe orientarse a solucionar desde sus bases los problemas sociales más acuciantes, como la exclusión, la violencia intrafamiliar, el trabajo infantil en las calles y la desigualdad social, tampoco deja de ser cierto que los docentes son capaces de disminuir la influencia negativa de las condiciones sociales de inequidad, pobreza, falta de servicios, entre otras. Que los docentes estén en el deber de rendir cuentas a la sociedad de los aprendizajes de los estudiantes, de las dificultades, de la manera como se generan procesos de socialización en torno al aprendizaje de saberes, reafirma la necesidad de discurrir sobre la responsabilidad social de los docentes.
El propósito de la escuela es ante todo la formación humana y profesional y la construcción de nuevos conocimientos, interrelacionados estrechamente. Por ello la misión social de la escuela no debe confundirse con la de instituciones de ayuda social, ni puede entenderse como reemplazo del Estado o bajo el perfil propio de ONGs de Desarrollo.
La relación del ser profesional con la docencia, atraviesa lo personal, y toca con una profunda indagación por el sentido del ser y sentirse docente, no es solo una cuestión de titulación o de cargo ejercido. Lo anterior significa que la responsabilidad también conlleva asumir una posición ética y crítica en el trabajo docente
RASGOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DEL PROFESOR DE EDUCACIÓN FÍSICA
a) Dedicación
La dedicación desde el ejercicio profesional se refiere al ofrecimiento, entrega o asignación, el significado de dedicación aquí es el " estar por ". Dedicarse a algo es más que ocuparse de ello; la ocupación, aunque sea intensa, es un quehacer transitorio e inestable que concluye tendencialmente en la des-ocupación, en liberarse de la ocupación. Mientras que la ocupación tiene un carácter de imposición o necesidad externa, la dedicación es fruto de una voluntad íntima y constante. La dinámica de un quehacer realizado con dedicación tiende a la persistencia y no a la desocupación. La dedicación no tiene un sentido extensivo y cuantitativo, sino intensivo y cualitativo. El sentido del tiempo es relevante en la dedicación profesional: más que trabajar continuamente un montón de horas, consiste en estar disponible permanente para las necesidades que eventualmente pueda surgir.
b) Compromiso
Todas las características anteriormente no pueden realizarse si no es desde un compromiso personal del profesional. El compromiso es un elemento radicalmente anti-objetivo, y reacio a toda medida y a toda estandarización, un compromiso sólo puede entenderse como un acto enteramente personal. No cabe otra posibilidad para fundamentar sólidamente los requisitos de competencia, iniciativa, responsabilidad y dedicación, salvo la apelación al compromiso personal.
ATRIBUTOS Y CUALIDADES DE LOS PROFESORES DE EDUCACIÓN FÍSICA.
Los atributos y/o cualidades de los docentes de Educación Física se definen como sigue:
1. Área Profesional y Docente
Son las cualidades necesarias para el buen desempeño y desarrollo del profesional docente.
Competente en su profesión.
Dominio certificado o validado de en su área de conocimiento o especialidad.
Capacidad docente
Con habilidades certificadas o validadas en el dominio del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Compromiso con la enseñanza-aprendizaje.
Actitudes y acciones que reflejen su interés genuino en la práctica del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Trabajo en equipo.
Capaz de integrarse a grupos, aportar ideas y llevarlas a cabo en forma solidaria.
Cumpla con lineamientos institucionales.
Actúa de acuerdo a las normas, políticas y lineamientos establecidos en los documentos oficiales de la Educación Especial.
Abierto a sugerencias de mejora.
Acepta críticas o propuestas para el mejor desempeño de su trabajo.
Actualización constante.
Promover su propio crecimiento como profesores, investigadores y en la práctica profesional de su campo de especialidad.
Capaz de adaptarse a los cambios.
Competente en el manejo de herramientas computacionales.
Dominio de los idiomas pertinentes a su desempeño profesional.
Con grados y postgrados.
Reconocidos en su área.
Investigador-académico.
2. Área Institucional.
Son los atributos distintivos necesarios en el profesor que se desempeña en educación física.
Viva y promueva los valores en Educación Física.
Que participe activamente en el proceso de Formación integral de los estudiantes.
Comprometido con el proyecto educativo de la institución y Educación Física.
Participar activamente en el cumplimiento de la Visión y Misión de la Educación Física.
Promotor de la participación de los alumnos
Establece un diálogo claro, preciso y oportuno de ideas y sentimientos.
Comprometido con la formación de los alumnos
Impulsa en cada uno de sus alumnos el logro de sus metas por medio de los objetivos del curso que imparte.
Innovador y creativo en las actividades docentes
Búsqueda constante de nuevos y mejores enfoques metodológicos que promuevan retos académicos en los estudiantes.
Comprometido con el servicio
Capacidad de salir de sí y pensar en los demás.
Exigente
Cumplimiento total de las metas y políticas definidas por el departamento o academia.
3. Área Personal.
Son las actitudes requeridas en el profesor que son compatibles con la filosofía de la Educación Física al contribuir directamente en la formación integral de los alumnos.
Honesto
Habla con la verdad, evita engañar, defraudar o apropiarse de lo ajeno y no participa en ningún tipo de corrupción.
Respetuoso de las opiniones diferentes a las propias
Acepta opiniones distintas a la suya y manifiesta su desacuerdo sin imponerse.
Responsable individual y socialmente.
Cumple con sus compromisos personales (familia y trabajo) como con sus compromisos sociales (obligaciones ciudadanas y participación en su comunidad).
Empático.
Participa solidariamente con sus colegas.
Íntegro.
Vive plenamente las dimensiones de su ser personal (espiritual, social y física).
Justo.
Evalúa de una manera objetiva, considera que todas las personas tienen los mismos derechos y oportunidades, no tiene preferencias.
Discreto.
No alardea de lo que hace, trata cualquier situación confidencial sólo con los directamente involucrados, confronta y no participa en murmuraciones.
Proactivo.
Con iniciativa para actuar.
Crítico-propositivo.
Que participe constructivamente en las mejoras.
Inteligencia emocional
CONCLUSIONES
El secreto de un buen profesor podría centrarse en tres acciones clave: amor por el conocimiento, permanente actualización en su disciplina de estudio, así como también en técnicas docentes.
Todo académico es por naturaleza amante del conocimiento, y como tal posee una inquietud permanente por saber más acerca de la disciplina que le apasiona. Un buen profesor comunica ese amor por el conocimiento a sus alumnos y se interesa por los últimos avances en su disciplina.
Los alumnos son parte esencial del profesor y es por esto que el actualizarse académicamente es indispensable para llevar a los alumnos los conocimientos que los pondrán a la vanguardia en su campo profesional.
La experiencia es un valor imprescindible ", ella explica que trabajar en el campo profesional, y mantenerse vinculado a él, permite al profesor guiar mejor a sus alumnos. Además un buen profesor también debe asistir periódicamente a cursos de especialidad y a congresos de actualización. La vida académica se trata de una cultura cuyos valores principales son la responsabilidad, el esfuerzo, la dedicación y la mejora continua. Esos valores deben ser transmitidos a través del ejercicio docente.
En los últimos años el profesor ha tenido que desarrollar una capacidad de adaptarse a los cambios que cada vez más con mayor velocidad ocurren en su área académica. La aceleración de estos cambios se ha hecho tan rápida que en ocasiones hay que actualizar los contenidos. El profesor tiene un ideal, el cual se centra en un perfil con un alto sentido de la ética social, con una alta exigencia por la calidad tanto consigo mismo como con sus alumnos, con dominio de al menos el idioma inglés, con capacidad de comunicarse con sus colegas nacional e internacionalmente, y mantenerse actualizado en el quehacer internacional de su área académica.
Se necesita que los profesores contemos con la capacidad de comunicación con otras personas, capacidad de auto superación y adaptación a los cambios del entorno, capacidad de encontrar y procesar información relevante en poco tiempo, y mantener actitudes de integridad, honestidad, sentido de justicia social, perseverante ante las dificultades y pasión por la excelencia.
Combinar docencia e investigación de alto nivel, el uso de modernas tecnologías y estrategias de enseñanza, el convertirse cada vez más en un facilitador del aprendizaje efectivo de los alumnos, e involucrarlos en la investigación son otros retos que los profesores se tienen que enfrentar día a día. El prepararnos como profesores es un gran reto, ya que nos obliga a dar un alto grado de dedicación, y a desarrollar más estilos de trabajo eficientes.
Autor:
Francisco Vela
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