Meditación y chakras en el banquete de Platón.
Este trabajo se encuentra en formato PDF.Para visualizarlo necesita Adobe Reader (gratuito).
El presente artículo ofrece una lectura alegórica del Banquete de Platón en tanto que ejercicio yóguico y de trabajo con los chakras.
Durante mucho tiempo la investigación del mundo interno del alma ha sido un terreno reservado al ocultismo. Algunas religiones –en especial las orientales- emprendieron una tarea parecida, aunque limitadas, por una revelación original que impide el libre empleo del método científico. En tiempos relativamente recientes, algunas escuelas de psicología han orientado su atención hacia esta misma área, desarrollando sus técnicas peculiares en talleres de crecimiento y desarrollo, sesiones de terapia y experiencia personal, y que curiosamente se parecen mucho a los métodos arcaicos que solemos denominar ocultos o mágicos.
La práctica de ejercicios espirituales se remonta a tradiciones de tiempos inmemoriales1, y es sin duda la figura de Sócrates en los diálogos de Platón la que la hace emerger en el pensamiento occidental en forma de diálogo. Influidos por las obras filosóficas modernas basadas en la exégesis de textos, tendemos a pensar que la filosofía de Platón –como la de otros filósofos antiguos- tenía como objetivo transmitir determinados contenidos conceptuales. Sin embargo, en la mayoría de los casos estas filosofías no son otra cosa que ejercicios espirituales o de meditación, destinados a formar almas (psicagogía), que el autor práctica sobre sí mismo y hace practicar a su interlocutor. Tienen un valor psico-educativo. De ahí que toda afirmación deba ser comprendida desde la perspectiva del efecto que produce en el pensamiento y el alma de un individuo y no como una proposición perteneciente a un sistema.
Este hecho es fácilmente observable en los diálogos de Platón. En ellos la filosofía aparece descrita explícitamente como un ejercicio que produce una modificación en el ser de aquel que lo lleva a cabo. El acto filosófico no se sitúa aquí solamente en el orden del conocimiento sino también en el orden del yo y del Ser: se trata de un proceso que nos hace ser mejores. Hace pasar de un estado de vida inauténtico, oscurecido por la ignorancia y las preocupaciones materiales, a un estado de vida inauténtico en el que el hombre alcanza el conocimiento de sí mismo y la visión exacta del mundo, junto con la obtención de un buen sentido común (eudaimonia) y realización interior. Para Platón la principal causa de sufrimiento, de desorden y de ignorancia para el hombre son las pasiones en cuanto deseos desordenados y creencias exageradas que impiden vivir la vida de forma auténtica. La filosofía aparece, pues, como una terapia de las pasiones (therapeia). Terapia que se concibe como una transformación profunda de la manera de ver y de ser del individuo. Este cambio de visión es difícil y es precisamente aquí donde intervienen los ejercicios espirituales1, con el fin de obtener poco a poco la indispensable transformación interior. Lo cual libra a los diálogos de Platón de ser una exposición teórica y dogmática, y los convierte en un ejercicio concreto y práctico que conduce al interlocutor a una cierta actitud psíquica que hace posible el darse cuenta espiritual (synesis) o sabiduría.
Enviado por Alicia García Fernández
Trabajos relacionados
Ver mas trabajos de Filosofia |
Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.
Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de edu.red. El objetivo de edu.red es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de edu.red como fuentes de información.