VIOLENCIA MACROSOCIAL
El aspecto macrosocial de la violencia viene determinado por la utilización de la misma por parte de los estados o la creación de condiciones sociales que favorecen su aparición, aquí las acciones violentas también resultan un medio y no una finalidad en sí mismas y si el método ha perdurado y se ha generalizado, es porque evidentemente brinda resultados, volviendo así a nuestro tema fundamental no pensamos enfrentar la violencia por otra cosa que no sea porque es moralmente inaceptable, no por lo fácil, lo rápido y lo efectivo que resulte apelar a ella, pues evidentemente si es pragmática.
Los estados forman personas y las entrenan en la utilización de la violencia, este entrenamiento no solo crea capacidades físicas sino también brinda recursos "morales" que les permita utilizar la fuerza en el momento necesario sin plantearse dudas ni sentir culpabilidad por ello, se crea así una distancia afectiva entre ellos/nosotros que aleja a los cuerpos represivos y militares del resto de los ciudadanos, llegando en ocasiones a hacerlos sentir por encima de las regulaciones sociales que se aplican a los demás. Esto puede resultar aceptado gracias a la sublimación del acto en aras de un fin elevado, pero en esencia no desvirtúa para nada el hecho de que un ser humano victimizará a otro.
Aquí viene el peligro implícito del sentido del limite, pero además aparece otro peligro derivado del momento en que el mismo estado deseche, por decirlo de alguna manera, a estas personas que entrenó y se conviertan en elementos con los recursos perfectos para convertirse en un problema para la misma sociedad que defendían; amén de mencionar a los errores de selección, caso en que la persona inadecuada es entrenada y recibe las herramientas que siempre deseó para proyectos nada elevados.
Lo que venimos exponiendo se observa de forma más evidente en las dictaduras en las que es necesario un cuerpo represivo contra una población y en las postguerras, donde aparecen soldados que ya no son utilizables por los gobiernos establecidos y que van a confrontar problemas para adaptarse a la vida civil. Pero donde quiera que exista un grupo militar o paramilitar, existen también en alguna medida corrupción, abusos de poder y personas que por múltiples razones pasan al "lado contrario", siendo ellos depositarios de un poder destructivo en potencia que puede desencadenarse en situaciones a veces imprevisibles.
La expresión más evidente de la utilización de la violencia por parte de los estados es la guerra, durante la cual, cada parte trata de provocar el mayor daño posible a la otra con un espectro muy amplio de iniciativas, que incluye también y en algunos casos predominantemente a la población civil.
Desde épocas remotas a las ciudades en sitio se les introducían epidemias contaminando las aguas potables con los cadáveres propios que morían de enfermedades transmisibles, progresivamente se han desarrollado los armamentos con el fin no solo de aumentar el poder destructivo, sino además, de que esta destrucción ocurra desde una distancia segura, aparecen las armas de exterminio en masa que incluye el arma química, la nuclear y la biológica y hasta se militariza el espacio. De esta manera ha predominado la intencionalidad destructiva sobre la de proteger a los soldados y a los civiles, llegándose en ocasiones a atacar deliberadamente la población y la retaguardia para eliminar los abastecimientos a los militares y quebrantarles la moral.
Hacer un recuento histórico de la guerra es tan complejo como hacer la propia historia de la humanidad. Las tradiciones escritas más antiguas tratan de la guerra, esta se puede encontrar en la Biblia y todavía hoy horrorizan las descripciones que se hacen, por ejemplo en el libro de Josué. Cada relato enaltece el heroísmo propio y la crueldad ajena, pero ambos bandos utilizan los mismos recursos y hasta a veces no quedan bien claras las justificantes del conflicto para los historiadores y los poetas.
Pero como en el presente no nos proponemos ensalzar ninguna contienda, haremos por el contrario un recuento de la evolución de los logros humanitarios dentro de las guerras. Debemos referirnos entonces a Henry Dunant, este nace en Ginebra el 8 de Mayo de 1828 proveniente de una familia calvinista muy piadosa. En 1853 llega a Argelia para encargarse de la dirección de la colonia suiza de Setif y comienza la construcción de un molino de trigo, no logra obtener los permisos necesarios y decide dirigirse a Napoleón III con el pedido. En el momento , el emperador estaba al frente de las tropas franco-sardas y combatía a los austríacos en el norte de Italía Dunant va a su encuentro y es cuando presencia la batalla de Solferino en Lombardía, este suceso casual hace conocer a Dunant los horrores de los heridos en combate y a su regreso a Ginebra escribe "Recuerdo de Solferino" y comienza una actividad que culmina en la creación del Comité Internacional de Socorro a los Militares Heridos (futuro Comité Internacional de la Cruz Roja) resultando miembro de este comité y asumiendo su secretariado.
Henry Dunant fue reconocido mundialmente con el primer premio Nobel de la Paz y el C.I.C.R. ha tenido desde entonces participación activa y militante en defensa de las víctimas de la guerra, ya sean heridos, prisioneros, refugiados u otros.
El C.I.C.R. es una organización sin filiación política y su ideal es proteger la vida y la dignidad de todos los damnificados por las contiendas bélicas, con un programa bien definido basado en los Convenios de Ginebra y en sus protocolos adicionales, así como en los estatutos de la organización.
El Convenio de Ginebra se adopta en 1864, es modificado y ampliado en Agosto del 49 y se le añaden dos protocolos adicionales en 1977, esto brinda una idea de continuidad y perseverancia contra los horrores de la guerra, de cualquier tipo que esta sea.
Utilizar la violencia como medio para alcanzar o conservar el poder es la generalidad, pero esto no quiere decir que sea el único recurso, el ejemplo más evidente de los tiempos modernos es Mohandas Karamchand Gandhi, que no por gusto era conocido como mahatma (en sánscrito, alma grande). Esta personalidad que invocamos es la antítesis de todo acto violento, en tiempos de guerra organizó un grupo de la cruz roja y terminado el conflicto dirigió sus energías a la defensa de los derechos civiles de las clases más oprimidas, a las que por demás no pertenecía y así lo demuestra su procedencia de la casta vaisya (mercaderes) y los estudios de derecho que culminó en la metrópoli.
Si alguien pretendiera minimizar el mérito de Gandhi como líder político y el éxito de sus resultados, baste recordar que su actividad dirigente comenzó en el país más racista del momento (Suráfrica) y logró la independencia de uno de los países más grandes del mundo contra una de las potencias más poderosa de entonces y todo creando el movimiento satyagraha (abrazo de la verdad) bajo su principio de ahimsa (no violencia). No se nos ocurre un país actual con más complejidad social que la India de Gandhi, ni condiciones políticas más adversas que las que podían existir en la Suráfrica del momento, en la que todavía no era fuerte el rechazo internacional al racismo que favoreció en gran medida el derrocamiento del gobierno segregacionista; pero es claro que no podemos aspirar a que abunden líderes como el Mahatma en el mundo actual y reconocemos también que los contextos políticos y socioculturales de la India de entonces no son los mismos de los países que en la actualidad no tienen la voluntad política de enfrentar la violencia y lejos de eso la fomenten y recurran a ella como único recurso, cerrando todas las demás opciones en una carrera de armamentismo e intolerancia. ("Gandhi, Mohandas Karamchand (o Mahatma)," (16).
Por otra parte reconocer la excepcionalidad de Gandhi no pretende minimizar para nada el trabajo que han desarrollado y vienen desarrollando muchos pacifistas, en condiciones de mártir, en sociedades muy complejas, tampoco pretendemos simplificar el problema y reducirlo a la simple voluntad política de los gobernantes. Pensamos que el nuestro es un país que tiene esta voluntad, reconocemos la fuerza y efectividad de nuestras instituciones sociales y de nuestras organizaciones de masas y en cambio pensamos que aún estamos muy lejos de el ideal de no violencia que nos proponemos.
Nuestras fuerzas armadas cuentan con un efectivo mecanismo de control y no son para nada elitistas, por el contrario su extracción es puramente popular; en cambio han aparecido hechos delictivos, con un derroche desacostumbrado de violencia, en los que los autores han recibido entrenamiento militar o paramilitar y se han aprovechado de él para violar normativas jurídicas.
No brindamos una solución del problema porque sencillamente no la tenemos, tal vez simplemente haya que decidir por un mal menor, o hay que dejar a la sociedad desprotegida, o hay que correr el riesgo de ver como algunas ovejas descarriadas se convierten en un boomerang y agreden a las personas que deben cuidar, pero de cualquier manera, no se solucionará nunca un problema que no se empiece por reconocerlo y enfrentarlo.
Lo que si queremos recalcar es que se debe partir de la no violencia como principio, pues si pensamos en responder e ella utilizándola, estamos dando inicio a una espiral incontrolable, no se puede recurrir al armamentismo como suplemento del déficit de liderazgo, porque esa es la excusa del enemigo para hacer otro tanto. Un acto violento solo da origen a una respuesta violenta y en esta combinación de acción-reacción se perderá siempre el sentido de la proporcionalidad, no basta con contraatacar es necesario suprimir toda posibilidad de réplica.
Un ejemplo actual de lo dicho es lo desencadenado por los hechos de 11 de Septiembre, todo lo noble que pudiera tener la lucha estadounidense contra el terrorismo, se empaña por la desproporcionalidad de la respuesta, dos edificios destruidos son razón suficiente para arrasar con un país acosado por la pobreza, los dirigentes norteamericanos antes de detenerse en solucionar las condiciones internas que propician la aparición de actos terroristas, se proyectan a la comunidad internacional atacando y amenazando a países de menor poderío militar.
La manipulación política no combate la violencia, la estimula, pretender ignorarla la reafirma y los momentos actuales tienen sus propias manifestaciones de violencia macrosocial, que es preciso saber identificar aunque no se cuente con la solución definitiva del problema.
Si hacemos un corte de los principales conflictos actuales y de la situación internacional de la violencia, vemos que esta ya no está dirigida hacia un ejército por otro. La desaparición de un bloque militar que estaba liderado por la extinta U.R.S.S. cambia la situación militar, quedan sin utilidad países satélites que antes se utilizaban como posiciones estratégicas de ambos bandos, afloran conflictos raciales que desintegran naciones y la población civil deviene objetivo militar.
Aparecen nuevas naciones con un armamento, incluso nuclear, que no tienen la superestructura social que garantice su utilización racional, en el supuesto de que sea racional de alguna manera su existencia.
La difusión de distintos patrones sociales opuestos por parte de los medios masivos y las facilidades de la comunicación sin una ética de los comunicadores, propicia la aparición de una crisis de identidad en la población mundial que tiene como resultado la xenofobia, la crisis económica enfrenta a los grupos sociales de menos recursos y las diferencias cada vez más marcada entre países ricos y pobres propicia la migración y la aparición de minorías en desventaja social y fácilmente victimizables.
En el plano doméstico existen también condiciones sociales que favorecen sino un auge, por lo menos la aparición de nuevas expresiones de violencia, las actuales limitaciones económicas y las medidas que se emprenden, traen consigo el surgimiento de una diferencia de poder adquisitivo en la población y esta desigualdad es ya de por sí un elemento criminógeno. Los medios masivos de comunicación no han sabido estar a la altura del momento y ha desaparecido la tradicional solidaridad humana con la migración interna, de alguna manera se ha ayudado a divulgar la aparición de términos despectivos para designar a los emigrantes de zonas rurales y se ha permitido bromear en el mejor de los casos con estas personas, fomentando así la intolerancia y marginando al emigrante, el que disfruta del anonimato, se siente segregado y responde agrediendo a la sociedad que tiene reservas en incorporarlo.
Otra característica actual de la violencia que tiene sus orígenes en fenómenos macrosociales es el hecho de conservar patrones de conducta machistas, esta conducta tiene su origen en una descendencia ancestral que está presente tanto en nuestras raíces hispanas como en las africanas y que hace que la gran mayoría de las víctimas en Cuba sean mujeres u homosexuales.
Cambiar la situación de riesgo de los grupos por razones de género no es tarea de un día, ni tan siquiera de un grupo, se requiere de una acción mancomunada y por fases donde participen todos los integrantes de la sociedad, los esfuerzos del estado por colocar a la mujer en una posición de igualdad y que datan ya de más de cuarenta años, no han resultado ser todo lo eficientes que se requiere a los efectos de un enfrentamiento a la violencia y más difícil aun es la posición de los homosexuales los cuales no han tenido, salvo en los últimos años, una aceptación al menos formal. La lucha por combatir los patrones machistas que ponen en desventaja social a mujeres y homosexuales está lejos de nuestras aspiraciones, a pesar de todas las acciones emprendidas en este sentido.
LA INTOLERANCIA RACIAL COMO POLÍTICA MACROSOCIAL:
La diferencia más evidente entre los humanos es la raza a la que pertenecemos, sobre todo por que no solo se trata de características morfológicas externas, sino que también estas se asocian a diferencias socioculturales, a diferentes aptitudes para determinadas actividades y otras cuestiones que si bien no marcan una diferencia en cuanto a la esencia fundamentalmente humana que nos une; si crea una distancia que puede representar temor e inseguridad.
El sentido de lo diferente, puede provocar una crisis en la identidad de las personas, existiendo un instinto primario de defensa y autoprotección ante lo distinto, pero lo habitual es que cuando dos o más grupos humanos convivan geográficamente en una zona determinada, terminan por prevalecer las similitudes sobre las diferencias y lo general es que ocurra en alguna medida el mestizaje.
Todas las características somatoscópicas que se utilizan en la actualidad para clasificar una raza, solo pueden ser tenidas en cuenta como un indicador más dentro de un conjunto, pues el conocimiento científico ha demostrado que el mestizaje ha existido en todos los grupos que hoy se conocen como razas y que no existe un prototipo determinado para cada una, incluso en sociedades endogámicas que se mantienen cerradas al resto. En este sentido ejemplificamos con los hebreos, por un lado ha sido desmentida ya la conocida "nariz judía" y por el otro se aprecia evidentemente que un judío, por ejemplo eslavo, tiene más similitudes con los demás eslavos que con los judíos mediterráneos.
Por demás el mestizaje no lo vemos como un elemento negativo, la variación genética nos protege contra las enfermedades que siguen un patrón de transmisión recesivo, esto quiere decir que existen enfermedades que para que se expresen tienen que existir genes que estén presentes en ambos padres, que por demás son normales y esto ocurre con más frecuencia cuando padre y madre pertenecen a un mismo grupo humano, de aquí viene la creencia popular que a los hermanos que tienen descendencia le salen hijos anormales, esto no es absolutamente cierto, pero si está demostrado que enfermedades como la hemofilia, la mucovisidosis, algunas heredodegenerativas del sistema nervioso central, la sicklemia, la talasemia y muchas más solo se expresan si la información genética necesaria está presente en ambas partes.
No obstante lo dicho, se ha visto históricamente que la intolerancia racial se ha estimulado para encubrir intereses políticos, económicos y de otros tipos, manipulando sobre los sectores más retrógrados e ignorantes de las poblaciones en las que conviven varias razas.
Siempre que aparece una crisis económica se ve un brote de racismo entre las capas más bajas, que son las que tienen que competir con los inmigrantes por los trabajos menos especializados y que son los que se sienten desplazados, encubriéndose tras las diferencias raciales un móvil económico que realmente es el motor de las discrepancias.
Tradicionalmente el inmigrante sufre discriminación y resistencia para ser integrados a la sociedad de destino (por la inseguridad ya tratada) y en ocasiones las diferencias culturales ayudan a mantener una distancia entre nativos y foráneos ya sea por sus costumbres como por barreras lingüísticas, siendo este el caldo de cultivo propicio para que exploten disturbios en algunos lugares y hasta incluso la utilización de las diferencias como "chivo expiatorio" para culpar a inocentes de deficiencias en algunas sociedades.
Como ejemplos negativos de la intolerancia racial que venimos enunciando queremos exponer el Fascismo Nazi, en que un gobierno de una potencia nacional creó un sistema moral de respaldo a una manipulación política racial y la asociación racista norteamericana conocida como KKK.
EL FASCISMO NAZI
Fascismo viene de fascio, del latín fasces, as de varas atadas que utilizó Brutus (primer cónsul de Roma en el siglo VI a.C) para apalear públicamente a sus hijos y acabarlos a hachazos, acusados de conspirar contra el estado, desde entonces fue símbolo del poder consular romano y la representación es un hacha rodeada de varas atadas.
El símbolo en si mismo representa violencia extrema en rememoración del hecho, además contra los hijos descarriados.
El fundador del fascismo fue Benito Musulini en Italia, pero en este país jamás alcanzó esta ideología la misma fuerza militar y por tanto la misma repercusión mundial que en Alemania, donde el partido Nacional Socialista liderado por Adolfo Hitler llevó la guerra imperialista a todo el mundo y provocó el exterminio más repudiado de los tiempos modernos, tanto por el número de víctimas como por la falta de escrúpulos de las posiciones éticas que le dieron sustento.
Hitler nació en Austria el 20 de abril de 1889, hijo de un funcionario de aduanas y de una campesina. Fue un estudiante mediocre y jamás llegó a finalizar la enseñanza secundaria. Solicitó el ingreso en la Academia de Bellas Artes de Viena, pero no fue admitido por carecer de talento. (17).
La Primera Guerra Mundial lo sorprende en Munich donde se alista como voluntario en el ejército bávaro, aquí se entregó a la vida militar con todas sus fuerzas, pero no logró graduación más alta que la de cabo. Al fin de la guerra en 1918 regresa a Munich quedando en el ejercito como oficial de instrucción y en 1919 termina su mediocridad con la entrada al Partido Nacional Socialista Alemán del Trabajo (Nazi) donde si obtiene resultados de forma acelerada, pues en el 21 obtiene ya el cargo de presidente (Führer).
Como líder del partido era un gran orador que conocía la psicología de su pueblo y manipulaba con sus intereses y sus sentimientos, pero además se apoyaba en un aparato paramilitar que intimidaba a sus enemigos para asegurarle la victoria política en cualquier campaña que se propusiera.
En 1923 organiza una rebelión en Munich (putsch) contra la república de Weimar que resultó fallido y por el que tiene que cumplir al ser sancionado a 5 años de prisión, en 1924 es amnistiado y reconstruye el partido sin impedimento de las autoridades, comienza una propaganda demagógica donde promete a todos la reconstrucción de una Alemania fuerte; a los pobres les ofrece trabajo y protección contra los empresarios y a los ricos proteger sus intereses y acrecentar su fortuna y sin explicar con que programa cumpliría el prodigio, logra acrecentar el partido y su aceptación popular, haciendo bandera con el antisemitismo y el anticomunismo.
En 1933 es elegido canciller de Alemania y desde su llegada al poder se autoproclama dictador de la nación al asumir la presidencia del Reich y de la cancillería (Reichsführer), estrenando sus tristemente famosos campos de concentración con alemanes opuestos al nazismo.
El milagro esperado de trabajo para todos se logró con un desarrollo masivo en la industria militar que otorgó a Alemania el poderío de una potencia y creó la base para la ejecución de la Segunda Guerra Mundial. Esta comienza en Septiembre del 39 con la invasión a Polonia (ya había ocupado Austria y Checoslovaquia), en la primavera del 40 invade Dinamarca y Noruega y semanas después Holanda, Francia y Bélgica, siendo detenido por la aviación británica al tratar de ocupar el Reino Unido. Su gran fracaso militar resultó del intento de mantener el frente occidental con Inglaterra y bajo la amenaza de Estados Unidos de entrar en el conflicto, al tiempo que abría, con la operación "Barba Roja" el frente oriental contra la Unión Soviética. El 30 de Abril del 1945 Hitler se suicida en su búnker ante la evidencia de la derrota (en todo momento estimuló el optimismo y engaño a sus seguidores con unas supuestas "armas de la victoria" que saldrían a relucir en el momento oportuno para garantizar el fin de la guerra favorable a los alemanes), a su muerte dejó el rastro de un exterminio sistematizado de judíos que ocurría en los campos de concentración con técnicas muy variadas que incluían entre otras la experimentación biomédica en humanos hasta provocar la muerte en situaciones límite de temperaturas y otras barbaridades.
Hitler era una figura muy carismática, comprender como logró arrastrar al pueblo alemán en sus propósitos enfermizos conlleva un análisis particular, primero utiliza teorías halagüeñas sobre la supuesta raza Aria y su superioridad y apoyándose en esta, traza una meta final de hegemonía y liderazgo sin detenerse en dar un sustento moral a los medios necesarios para lograr el resultado, los que no se informaban o se daban a conocer por una propaganda distorsionada y manipulativa.
Su argumento moral más sólido era la Führerideologie o ideología del jefe sin más planteamientos objetivos, cada persona debía descargar sus temores y sus culpas en la persona de un jefe totalitario, jefe que se asistía del complejo aparato propagandístico de Goebbels, que cumplía la doble función de inculcar un gran número de ideas en un reducido grupo de personas y en un gran número de personas, un grupo reducido de ideas, todo se basa en la repetición de slogans; "la propaganda toma de la poesía la seducción del ritmo, el prestigio del verbo e incluso la violencia de las imágenes". (18). El Nazifasscismo utiliza elementos de la iglesia católica para crear ambientes sugerentes, erotiza los mensajes con bailes populares y la expresión corporal de la gimnasia, utiliza el lenguaje simbólico con colores excitantes y los mensajes verbales se imponen a tipo de orden militar.
Esta utilización de la propaganda se ilustra por los siguientes planteamientos: "La propaganda debe tender a simplificar las ideas complejas", "la propaganda debe facilitar el desplazamiento de la agresión, especificando los objetivos para el odio" (Goebbels), "hay que reducir, tanto más el nivel intelectual de la propaganda, cuanto mayor es la masa de hombres a los que se quiere llegar" (Hess), pero de forma particularmente sugerente: "La primera de las condiciones para el éxito consiste únicamente en la aplicación perpetuamente uniforme de la violencia", "la propaganda nos ha llevado hasta el poder, la propaganda nos ha permitido conservar desde entonces el poder, también la propaganda nos concederá la posibilidad de conquistar el mundo" (Hitler) (19).
El fundamental pilar ideológico del nazismo, como elemento de distanciamiento moral, fue el mito de la superioridad de la raza aria, este planteamiento estaba sustentado en ideas pseudocientíficas creadas con distorsión de elementos históricos y antropológicos.
La palabra "ario" no surge con un criterio antropológico sino lingüístico, para referirse a la comunidad de caracteres en las lenguas indo-europeas, en este sentido F. M. Müller decía: "En mi opinión el etnólogo que hable de raza aria, de sangre aria, de ojos o cabellos arios, se hace culpable de un pecado tan grande como cometería el lingüista que hablara de un diccionario dolicocéfalo o de una gramática braquicéfala". De hecho el primer gran problema aparece al tratar de enumerar las características somáticas de la pretendida raza, dice el chiste que un ario es tan alto como Goebbels, tan rubio como Hitler y tan esbelto como Goering. El hecho es que en 1914, el emperador Guillermo II quiso hacer el mapa racial de Alemania para resaltar el elemento ario, pero los resultados fueron tan heterogéneos que no pudieron publicarse, porque por ejemplo, en el ducado de Baden no se encontró un solo individuo con las características puras que se buscaban. (20).
Para que se tenga una idea de las implicaciones morales que pudiera tener la ideología del racismo nazi ilustramos con los planteamientos de Gauch, el que dice haber encontrado más diferencias somáticas entre los arios y las demás razas mestizas que entre estas y los animales. Equiparar el resto de la humanidad a la animalidad toda, crea una distancia que imposibilita cualquier consideración ética para con los demás, pero la práctica genocida nazi, en específico contra los judíos y los eslavos, demostró un trato que supera en crueldad cualquier maltrato a un animal doméstico.
EL KU KLUX KLAN.
Aún sin constituirse en gobierno pero con una aceptación social considerable, la más importante de las organizaciones racistas y terroristas que subsiste en la actualidad es el KKK de Norteamérica; en momentos en que la civilización toda aboga por la tolerancia y la coexistencia pacífica, resulta sorprendente que este grupo exista y realice sus actividades públicamente, victimizando personas que ya no son tan "minorías" en el país del que se puede decir que es el que más variedad étnica y cultural posee de todo el mundo.
El grupo surge finalizada la guerra civil estadounidense en Tennessee en 1865 fundada por seis antiguos oficiales del ejercito confederado y en 1867 en esta misma ciudad, se realiza una convención secreta que designa como "gran brujo" a Nathan B. Forrest, el que sería asistido por diez "genios", la organización queda estructurada por formaciones celulares o klaverns de considerable autonomía, que progresivamente se van haciendo más violentas e incontrolables, por lo que el gran brujo disuelve la organización en 1969, disolución esta que solo resultó formal pues los Klaverns siguieron funcionando normalmente.
Una segunda organización, con el mismo nombre y heredando los mismos ritos histriónicos caricaturescos, surge en Georgia en 1915 creada por William Simmons; se autodenominaron como imperio invisible y agruparon exclusivamente a hombres blancos, naturales del país, protestantes y mayores de 16 años.
En 1921 el congreso estadounidense alarmado por los crímenes del klan comienza una investigación en su contra, pero los efectos propagandísticos derivados del hecho tuvieron un efecto por completo contraproducente. En un país en crisis económica, que recibía inmigrantes que constituían un peligro potencial de desplazamiento para las clases más pobres de los ciudadanos asentados, las ideas de exclusión cayeron en el terreno adecuado para una multiplicación geométrica.
Aliviada la situación económica de la población y por presión del gobierno contra la ilegalidad de la organización esta se ve diezmada hasta la próxima crisis en que vuelve a hacerse fuerte.
El error político más grande del klan ocurre por comunidad de intereses con el nazifascismo, el ideal del hombre blanco y protestante no solo excluía a los negros, sino también a católicos, inmigrantes y por qué no a judíos; es así que hace alianza en 1940 con la Liga Germano-estadounidense y esta corporación lo llevó a la más grande derrota de su historia.
Entrados los Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial, se alimenta una histeria en la población a la caza de espías alemanes y japoneses, pero más aun el sentimiento de nacionalismo que traen la guerra y la postguerra es superior en la población norteamericana que las diferencias raciales intrínsecas; en consecuencia vuelve a ser formalmente disuelto el klan en 1944 al no poder pagar los impuestos que debían al gobierno federal.
Independientemente a las alzas y bajas del klan en la sociedad norteamericana, la organización no ha dejado de estar al menos latente en los Estados Unidos y también han tenido sus victorias políticas, como es el hecho de haber llevado un representante a la cámara por el estado de Luisiana en 1989, el brujo David Duke.
La inseguridad que traen los tiempos postmodernos y la crisis de identidad que provoca en las personas, vuelve a ser un terreno propicio adecuado para estos grupos segregacionistas y violentos y esto nos permite hacer el pronóstico de que el klan aumente su popularidad y sus acciones terroristas en los próximos tiempos. Debemos también tener en cuenta que favorece el hecho de que el gobierno norteamericano manipula la opinión pública sobre el terrorismo y pretende focalizar su lucha contra el narcotráfico centro y suramericano y contra el fundamentalismo islámico, pero sin hacer un análisis introspectivo sobre las verdaderas causas que propician la violencia en el país.
No queremos finalizar el presente acápite de este trabajo sin exponer nuestra posición al respecto de la violencia racial y defendemos que si las humanidades planteaban que las diferencias existentes entre los distintos grupos de personas, no justificaban diferencias de derechos ni deberes dentro de la sociedad, cada descubrimiento científico señala en el sentido de la poca delimitación en las razas actuales y en su origen común; el desarrollo actual de la genética argumenta la comunidad de genes en razas distintas y la descendencia de un tronco común. Lo dicho no niega que se distorsionen aún hoy descubrimientos científicos para justificar ideas políticas segregacionistas y estamos muy lejos de haber apartado el peligro del racismo de los gobiernos actuales, por lo que se impone la divulgación de las particularidades de los grupos humanos haciendo hincapié sobre todo en los aspectos comunes, ayudando a desarmar temores y lograr la unión, argumentando una ética de tolerancia e integracionísmo.
LAS CIFRAS NEGRAS:
Con todo lo que se ha venido exponiendo hasta esta altura del trabajo, creemos obligado hacer mención a la forma más frecuente de violencia que generalmente se ignora, estamos hablando de la violencia intrafamiliar que cotidianamente se ejerce contra los elementos más débiles de la sociedad: las mujeres, los niños y los ancianos.
Si bien es cierto que no existe un sustento ético para esta forma de violencia y se considera generalmente que es inaceptable, lo cierto es que subsisten en todas las sociedades actuales un grupo no estructurado de ideales y costumbres que estimulan la utilización de la fuerza y el menosprecio para muchas personas victimizadas.
Hay actualmente en todas las culturas principios sexistas androgénicos que atribuyen al hombre la fuerza, la agresividad, la impulsividad y la incontinencia y a la mujer la humildad, la debilidad y la mesura y a esto se suma una serie de creencias populares erradas que preparan el terreno para la aparición de la violencia contra la mujer.
Los hombres maltratadores achacan su conducta violenta a supuestos o reales defectos de la que es su pareja o a un carácter propio incontinente y al tiempo que aceptan actuar mal, el hecho de encontrar estas justificaciones, evidencia que no se le puede poner fin a este tipo de acciones que emprenden.
La creencia popular plantea que las mujeres maltratadas aceptan estas conductas y por tanto las merecen, cuando la realidad es que las víctimas no encuentran los recursos para evadirse del problema y no solo resultan violentadas sino también rechazadas por quienes puedan ayudarlas.
La peor parte de la violencia intrafamiliar es la creación de patrones de conducta inadecuados en la descendencia, que llevan a la perpetuación del fenómeno; los hijos se educan imitando al padre que golpea y la madre que recibe los malos tratos o por lo menos aceptando que estas cosas puedan ocurrir, pero además al ser ellos víctimas de la violencia se les vuelca también la culpabilidad de la misma al decírsele que hay que disciplinarlos por hacer cosas mal hechas, de esta forma hijos maltratados incorporan estas formas de castigo como normales y se convierten posteriormente en padres maltratadores, alimentando el círculo vicioso que hoy padecemos como herencia de estas ideas; que no han sido estructuradas en ningún sistema ético, pero que se han transmitido como una costumbre por defecto de un discurso contrario que descubra lo negativo del proceder y lo nocivo para las nuevas generaciones, llegándose a un punto actual en que la simple educación no va a resolver, por si misma ningún problema y requiriéndose de efectivos programas de reeducación en la mayoría de los casos o de una intervención familiar compleja, tanto en su concepción como en su ejecución.
Aquí aparecen ideas populares también desacertadas, el golpe no educa atemoriza, lo que educa es el ejemplo, el maltrato solo resta seguridad y autoestima al niño, el afecto y reforzar conductas positivas son la mejor forma de educación a los hijos y esto es contrario al maltrato, el padre maltratador no logra mejor descendencia ni más educada, por el contrario la está deformando con un mal que se transmitirá indefinidamente y del que es posible que él también recoja frutos en su vejez.
Otra fuente de cifras no registradas de violencias son las que ocurren relacionadas con las prácticas sexuales. Desde la violación criminal, hasta la imposición por parte de la figura masculina de cuando y como tener relaciones sexuales, va una amplia gama de prácticas que no están tipificadas como delito, que son difíciles de probar su ocurrencia o que las víctimas se avergüenzan de denunciar.
Pero en cualquier medida en que se realice una relación sexual violenta, ya no se está tratando de una relación amorosa, sino de una relación de poder y de dominación.
Este tipo de patrones de conducta encaja perfectamente en las diferenciaciones de género que se van transmitiendo y estimulando en todas las sociedades desde tiempos prehistóricos y el hecho de que nunca hayan sido sustentadas por las teorías éticas que han llegado hasta hoy, no quiere decir que no les dediquemos aunque sea una breve reflexión para exponerla y alertar la necesidad de derrumbar ideas populares erradas y proponer la divulgación y ejecución de programas comunitarios que se dirijan a la raíz misma del problema, en el que tenemos la certeza de que hay muchos profesionales capaces trabajando, pero que estamos lejos de dar por resuelto.
Actualmente es posible plantear que existen características de personalidad en los agresores sexuales y dinámicas específicas de la relación familiar que permiten sospechar con fuerza, cuando no afirmar rotundamente que son altamente proclives a la violencia, pero además contamos con grupos para la mediación de conflictos dispuestos a asesorar y brindar ayuda profesional a la pareja o la familia y tenemos además el marco jurídico necesario para sancionar estos malos tratos, el problema es más profundo pues está asociado a un arraigo milenario en la población que hace que el maltrato familiar y la violencia sexual se tengan como normales, justificables o que sea posible manejar en el seno de la familia sin solicitar ayuda.
BREVE HISTORIA DE LA EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO ÉTICO NACONAL E INICIO DE UNA VIOLENCIA HEROICA EN CUBA.
Existen aún hoy, polémicas sobre el poblamiento de América, de las Antillas y también de nuestro archipiélago, pero reiterando que no pretendemos elaborar teorías para las que no nos sentimos capacitados y tomando solo lo evidente y que se ajuste a la temática que venimos tratando, comenzaremos exponiendo que los habitantes aborígenes cubanos pertenecen al grupo denominado como amazónicos.
Estos indígenas ocuparon una amplia zona de Centro y Sur América pues se encontraban en las cuencas de los ríos Amazonas y Orinoco, pero también hacia el sur hasta el río La Plata y hacia el norte en las Antillas y en el sur de la Florida.
Las características morfológicas de este grupo estaban determinadas por ser de una talla mediana a baja, cabeza dolicocéfala, cuerpo robusto, brazos largos y fuertes y piernas cortas y relativamente débiles, con un color de la piel variable donde predominan los tonos amarillos.
Esta aparente homogeneidad biológica no es sinónimo de igual desarrollo socio-cultural, pues los grupos de aborígenes cubanos se pueden clasificar también dentro de dos grandes culturas; la más antigua constituida por grupos de pescadores y cazadores, nómadas en sus inicios y la más desarrollada de carácter ceramista.
El entorno ecológico cubano se formó de islas que brotan del mar y que alternativamente se unen y separan entre sí y supuestamente del resto del continente, presumiblemente de la península de Yucatán.
Haciendo una comparación con lo dicho para el homo habilis y para los grupos europeos, la fauna cubana no imponía una competencia con carnívoros predadores, por el contrario el mayor de los mamíferos que existió fue el Perezoso (Megalocuus rodens), un desdentado torpe que no ofrecía peligro y que se extinguió con su grupo antes de la llegada del hombre.
La ecología cubana excluía animales venenosos y fieras y por el contrario ofrecía animales pequeños comestibles como las Jutías, la Conga (Capromys pilorides), la Carabalí (Capromys prehensiles), la Andaraz (Mysateles) y la Enana (Nana), así como también el Almiquí (Solenodon atopogale cubanus), las primeras eran cazadas con perros domesticados y los segundos capturados sencillamente sacudiendo las ramas de los mangles.
En Cuba abundaban también los Manatíes (Trichechos mamatus) y enriquecían la dieta aborigen, a lo que podemos sumar quelonios y sáurios como la Cagüama (Caretta caretta) y la Igüana (Ciclura macleayi), moluscos como el Cobo (Strombus gigas) y la Sigüa (Livona pica) entre otros.
A la riqueza de la fauna terrestre se añade la pesca y una flora exuberante de árboles maderables y frutales, los indios cultivaban el Maíz, desconocido por los europeos y el Boniato (Ipomea batata) así como sumamos también un clima benigno que no exponía a bajas temperaturas y una geografía abundante en cuevas que significaban una protección contra ciclones, único peligro de dimensión a que quedaban expuestos.
Esto para algunos autores significaba una paraíso terrenal que explicaba (no tan implícitamente) por qué nuestros grupos autóctonos carecían de recursos para enfrentar las violencias que implicó la colonización, pero el hecho de que los indios cubanos no atacaran a los españoles que los "descubrieron" no quiere decir que todo haya sido paz y buenas maneras entre ellos.
De hecho existe consenso en que existían tres grupos de aborígenes con rasgos culturales distintos que constituían comunidades independientes y separadas entre sí, los más rudimentarios serían dos grupos de cazadores-recolectores con diferencias entre ellos; más primitivos los Guanahatabeyes, cuantitativamente más desarrollados los Ciboneyes y por último un grupo cualitativamente distinto de agricultores con desarrollo de la cerámica que son los Taínos. La diferencia entre estos tres grupos es explicada por migraciones distintas en tres momentos evolutivos diferentes del mismo grupo original y ya esta teoría en sí, supone un desplazamiento de los habitantes iniciales por otros nuevos, que no debe haber ocurrido de forma pacífica, más cuando es de suponer por documentos históricos que existían diferencias lingüísticas significativas entre al menos, el grupo más atrasado y los restantes (los guanahatabeyes no podían comunicarse con los interpretes traídos por Colón de La Española mientras los otros grupos sí).
Podemos añadir que existen arqueólogos que suponen la antropofagia dentro de los guanahatabeyes y basan esta suposición en características de los restos óseos encontrados en las faldas del Pan de Guajaibón, en Pinar del Río y en otras localidades del centro del país.
El desprecio y la ignorancia del colonizador hacen que se haya perdido mucha información de la estructura social de los aborígenes cubanos, los que por demás no hacían uso del lenguaje escrito y no pudieron transmitir nada por sí mismos. Pero parece ser que los guanahatabeyes vivían separados del resto, posiblemente en cuevas y con una estructura social más simple, los ciboneyes o siboneyes tenían algún grado de servidumbre o subordinación a los taínos y estos últimos tenían la estructura social más desarrollada.
La sociedad taína era patriarcal, vivían en poblados de aproximadamente cien personas, en casas colectivas que albergaban a varias familias (estructura con base en el clan) y todos respondían al cacique como jefe de la colectividad y al behique como líder religioso (shamán).
La jefatura del cacique podía llegar al despotismo y sancionaban incluso con la pena de muerte, existiendo una estructura clasista que tenía en un segundo nivel a los nitaínos como una especie de nobleza o asesores del cacique, seguían los taínos y por último los naborías, del grupo de los ciboneyes, que venían a constituir una especie de servidumbre.
No sabemos que posición dentro del grupo ocupaban los bequías o guerreros, pero Rivero de la Calle reconoce la existencia de estos "según algunas referencias históricas" (21) aunque minimiza su influencia por considerar la sociedad de los nativos como pacífica.
Los aborígenes cubanos brindan al colonizador español una imagen pacífica por considerarlos dioses, pero de ninguna manera debe entenderse que eran ajenos a la violencia en muchas de sus manifestaciones. Una falta de integración entre tres culturas distintas habla de intolerancia, una estructura clasista de violencia política, la existencia de guerreros conlleva conflictos bélicos intestinos y la existencia de algún tipo de normativa penal nos delata una violencia criminal y una respuesta penal también violenta que podía llegar a la ejecución del reo.
Cuando el régimen esclavista impuesto resultó intolerante para los indios, estos respondieron de dos maneras violentas; una autoinfringida con suicidios tanto individuales como colectivos y homicidios altruistas en los que se ahorcaba también a los niños de una familia, pero además de estas formas de violencias, hubo también una reactiva hacia el colonizador que por su grado de organización y por su efectividad, se puede deducir que no era por completo improvisada.
En 1530 el Cabildo municipal de Santiago de Cuba informa que en la región de Baracoa, "está alzado un indio llamado Güamá que trae con él más de cincuenta indios" este primer grupo de rebeldes cubanos, organizados por un líder militar autóctono, operaba escondido en los bosques, se agrupaba para atacar por sorpresa y después desaparecía nuevamente dispersándose.
Los ataques eran tan violentos como para matar españoles, saquear alimentos y quemar poblados, tan importantes como el de Puerto Príncipe y Baracoa.
El acoso impuesto por Güamá a los conquistadores sufrió un revés determinado por la epidemia de viruela que redujo drásticamente la población indígena, fue esto más que el poderío militar español lo que detuvo a los indios y no obstante hizo falta recurrir a un pedido de refuerzos a las tropas de la vecina colonia de La Española, no siendo hasta 1533 en que Manuel de Rojas, frente a una partida de ciento cincuenta hombres, logra ultimar a Güamá de un disparo de arcabuz en el pecho y sofocar la rebelión.
En 1543 en una carta de Hernando Castro, funcionario de la colonia de Santiago de Cuba, se acuña el término de "indio cimarrón" refiriéndose a rebeldes que escapaban al dominio de los colonizadores, lo que indica entre otras cosas, que las rebeliones no eran excepcionales y sí dieron que hacer bastante a los españoles.
Esta reacción violenta por parte de los indios no puede haber nacido únicamente de la conquista y la esclavización, para lograr esos resultados bélicos contra un enemigo mejor armado y pertrechado, se supone una tradición guerrera, al margen de que esté o no, documentada en la historia.
- ÉPOCA PRECOLOMBINA:
El comercio humano en África o trata, no es en realidad algo que comenzaran los españoles, durante la expansión del Islam estos llevaron muchos esclavos a Asia, pero incluso entre los europeos, la "iniciativa" se debe a los portugueses; cuando en 1441 Atam Gonçalvez captura 12 esclavos como regalo para el príncipe Enrique el navegante y de hecho fueron ellos quienes por un tiempo controlaron esta actividad.
Ese mismo año se fundan las compañías de Lagos y de Arguim y en el mismo siglo XV se dice que se embarcaban en las costas un promedio de 3 500 esclavos africanos (22).
Pero si bien no fueron los españoles quienes comenzaron esta práctica si fueron quienes más la explotaron y por más tiempo y en Cuba resultó un sustituto de la mano de obra aborigen de tal dimensión, que modificó desde entonces y para siempre el mosaico étnico nacional.
El 28 de Febrero de 1789, se expide Real Cédula que regula el comercio de esclavos desde África, en este documento se expresa la necesidad de brazos en las colonias y el interés de la monarquía de desarrollar con esta actividad la agricultura, se permite el comercio de esclavos con embarcaciones extranjeras (las que hasta entonces no podían comerciar en puertos de las colonias españolas) y se impone un impuesto por cada negro importado que no fuera a ser utilizado en la agricultura.
Los puertos autorizados para el comercio de esclavos fueron en un principio: En la Provincia de Caracas, Puerto Cabello: en la Isla Española, Santo Domingo: en la de Puerto Rico, su Puerto; y en la de Cuba, el de la Habana, haciéndose la salvedad de que el puerto de la Habana estaba vedado a los extranjeros.
En el siguiente cuadro exponemos el número aproximado de esclavos que introdujo la colonia en nuestro país por años:
- Esclavos traídos de África por los colonialistas
- LA ESCLAVITUD AFRICANA.
Años | Esclavos traídos |
1 512 – 1 763 | 60 000 |
1 763 – 1 789 | 30 875 |
1 790 – 1 799 | 50 516 |
1 800 – 1 809 | 52 958 |
1 810 – 1 822 | 142 019 |
1 823 – 1831 | 50 000 |
1 832 – 1 865 | 141 439 |
Fuente: Robert Brent Toplin. (23).
En el año 1841 la población africana alcanza una dimensión tal, que por 418 292 blancos que vivían en el país, habían 52 838 negros libres y 436 495 esclavos, nótese que numéricamente predominaban las personas de origen africano sobre las de origen europeo.
En 1817 Inglaterra que había sufrido una revolución industrial y utilizaba la mano de obra obrera, se veía afectada por la trata negrera y obliga a España a firmar un convenio que abolía este tipo de comercio, pero la economía cubana estaba tan necesitada de estas personas, que el contrabando continúa con proporciones semejantes.
Para continuar brindando información relativa a la trata, diremos que los esclavos se capturaban en sus aldeas en todo el continente y eran trasladados a "factorías" existentes a lo largo de toda la costa occidental africana, se comprende entonces que los más afectados eran los que vivían en esta costa, entre Angola y Senegal y fundamentalmente al norte del río Congo.
La transportación en barcos ocurría en condiciones infrahumanas por lo que se hacía la selección de los que pudieran resistirla, generalmente viajaban acostados bajo cubierta y con un espacio aproximado de 180 x 40 cm. para los hombres (mujeres y niños menos), sacándoseles por turnos a coger sol. Las condiciones higiénicas en general provocaban una alta mortalidad en los transportados, con promedios que oscilaban entre el 20% y el 50% (24).
Con relación a la travesía existe otro hecho que merece comentario, las compañías de seguro que vendían pólizas a los barcos negreros especificaban en los contratos que se hacían responsables de los ahogados pero no de los muerto por enfermedades y así con la mayor deshumanización que se pueda imaginar, cuando había escasez de alimentos o cuando se sospechaba que brotaría una epidemia la parte afecta de la "mercancía" era arrojada por la borda, con la mayor tranquilidad del mundo y para evitar pérdidas económicas.
Esto ilustra la deshumanización de la trata, pero una vez llegados a puerto e incluso después de asentarse en su destino definitivo, la situación no era mejor, los esclavos eran sometidos a mutilaciones si escapaban o incluso si así no fuera eran marcados al fuego como las reses, la flagelación era método frecuente para mantener la disciplina y existían cepos para castigos corporales en los que las víctimas eran inmovilizadas por maderos que fijaban el cuello, los miembros superiores y a veces los inferiores.
Este tipo de castigo, el cepo, fue tan difundido que penetró en la cultura de entonces, de forma tan arraigada que llegó a ser incluso utilizado por los mambises como método disciplinario.
Hay un dato que despierta curiosidad con relación a la esclavitud que queremos comentar, el desarrollo pondoestatural de los negros esclavos era por lo general superior al de los guajiros pobres que eran hombres libres; evidentemente la dieta de los esclavos era mejor que el promedio que podía permitirse un campesino de escasos recursos, pero esto no tenía nada que ver con razones humanitarias sino con la más cruel frialdad matemática, el negro que llegaba a tierra pasaba una selección de fortaleza y resistencia y era bien alimentado para que pudiera rendir en las largas e intensas jornadas a que era sometido, por tanto los sobrevivientes creaban una descendencia mejor dotada para su explotación y bajo estos mismos criterios se apareaban por sus dueños para procrear.
Socioculturalmente los negros (esclavos), morenos(libres) y pardos (mestizos) se mantuvieron segregados durante el colonialismo y esto retardó en ellos la aparición de sentimientos nacionalistas. La añoranza por su África natal y la negativa a integrarlos, los llevó a la creación de sociedades y hasta incluso una religión propia, que sin perder sus raíces autóctonas, se diferencia de esta por la analogía al cristianismo recién impuesto.
Con el ánimo ahora de seguir ilustrando pasamos a reproducir textualmente algunos fragmentos de la sección económica de un ejemplar de la Gaceta de Puerto Príncipe. (25):
"Se vende un negro criollo buen zapatero, volantero y regular cocinero, sin tacha, vicio, ni enfermedad en 600 ps. El que se interese ocurra al Pbra D. José María González."
"Se vende una negra joven como de 28 años, y sin tachas, y que siempre se ha ocupado en trabajos del campo y algo de casa en 400 ps. Libres de derechos. D. Juan Sariol dr."
"Una negra en la cantidad de 150 o se permuta por animales de cualquier especie: El sargento 1º retirado D. José Gavino Núñez informará."
"En la calle Contaduría contiguo á la casa de D. Manuel de Agüero, se compran mulas domadas y sin domar, dándose en cuenta de su valor algunos esclavos."
Estos anuncios aparecen insertados entre otros en los que se vende y compra cacao, azúcar, jabones y perfumes, así como libros de religión, los negros esclavos no solo son una mercancía más, sino que además son equiparables con animales de trabajo.
LA MORALIDAD DEL COLONIALISMO:
Los primeros colonizadores que llegan a Cuba parten de Andalucía, Castilla y Extremadura, trayendo consigo una herencia socio-cultural que tiene sus particularidades. En el momento de la colonización de América, España se consolidaba después de una lucha de ocho siglos entre romanos, vándalos, bereberes, visigodos, árabes, francos y otras tribus y razas. Andalucía fue la última región española en sumarse al reino, de cultura muy particular (Al Andaluz) formada por tres grandes grupos: el cristiano, el hebreo y el musulmán, sufrió una larga y cruenta guerra de conquista, con el dominio alternativo, fundamentalmente de moros y cristianos que se atacaban entre sí y ambos al judaísmo; de forma que el dominio de la región, por parte de los reyes católicos, solo fue visto como posible a través de una intolerancia religiosa que pretendió subyugar y convertir los grupos hebreos y musulmanes establecidos con anterioridad y que convivían con los españoles desde hacía varias generaciones.
Por tanto en toda la península ibérica y más marcadamente en el sur, había una profunda tradición guerrera, por un lado una nobleza dedicada a la acumulación de riquezas por la rapiña y acotada ahora a límites nacionales que ya no se expanden y que va arruinándose por verse privada de su principal fuente de ingresos y por el otro una soldadesca violenta, sin cultura y exacerbada por la intolerancia religiosa a que hacíamos referencia en el párrafo anterior, que llegaba por entonces a los "autos de fe" en que se quemaba vivos a los infieles en demostraciones públicas.
De los estratos más bajos de esta sociedad que describimos es de la que se obtienen los primeros aventureros que vienen a América y por tanto no puede esperarse de ellos una profunda moralidad, ni que vengan a establecerse como colonos en una tierra que harán suya con su esfuerzo cotidiano.
Por el contrario, a Cuba vienen personas predominantemente de sexo masculino, con el ansia de regresar a su lugar de origen, sin establecerse definitivamente en la colonia; con una marcada diferencia psicológica entre ellos/nosotros hacia los nativos a los que consideran ignorantes, infieles y por tanto inferiores. Estos "pioneros" vienen con el ánimo de enriquecerse de forma rápida, a costas de los indígenas y sin que los detengan las sujeciones morales que imperan en la metrópoli.
Progresivamente después fueron llegando a nuestro archipiélago elementos más sanos y estables desde España, pero aún entre ellos predominaban militares y burócratas que también venían temporalmente y encontraban la posibilidad de enriquecerse en un lugar que no sentían como suyos.
El hecho más violento y al tiempo desmoralizante de toda la colonización fue la esclavitud, tanto para los esclavos como para los amos, se utilizaron primero a los indígenas hasta su extinción, después a los negros africanos y por último a los inmigrantes chinos, que vivían prácticamente en las mismas condiciones que los negros; pero a pesar de todo no puede decirse que la esclavitud haya sido el único elemento de inmoralidad y violencia existente.
La falta de moral en la colonia comenzaba por los gobernadores a los que no les guiaba ni una visión completa de la calidad humana de los problemas confiados a su custodia, ni el interés y el sentimiento que provoca en el hombre la sociedad a la que pertenece.
Iniciando el gobierno por Velázquez, no puede decirse que haya sido un virtuoso, pero la disciplina férrea que imponía era un freno relativo dentro de sus subordinados y a su muerte los gobernadores toleraban toda clase de vicios, cuando no daban ejemplo de ellos, Gonzalo de Guzmán segundo gobernador de Cuba en propiedad, fue juzgado por cargos entre los que contaban "pecados públicos, blasfemos, jugadores y amancebados" Guerra R. Citado por Mouriño Hernández (26).
Un elemento que debe tenerse en cuenta, en los principios del colonialismo, es que para hacer frente a los ataques de corsarios y piratas, la metrópoli dispuso que todos los barcos procedentes de las colonias se reunieran en la Habana, estancia que se prolongaba hasta tanto se reunían la cantidad de embarcaciones requeridas o estas recibieran el apoyo militar necesario y esto al tiempo que trajo una mejora económica, implicó también un empobrecimiento moral de la población fija y flotante y un aumento de la violencia. "En verdad parece que en esta época era la Habana una congregación de gentes relajadas, muy dadas al juego. Jugaban el oro en barras, las perlas y esmeraldas, de suerte que unos se hinchaban con fáciles ganancias mientras otros morían con el alma destrozada por las pérdidas que sufrían. Se acuchillaban unos a otros, se colocaban carteles difamatorios, envenenaban a sus mujeres mestizas para casarse con otras nuevas y quemaban de cuando en cuando la casa de un enemigo como diversión". (27).
Durante todo el tiempo de la flota, la Habana se convirtió en una ciudad donde las principales actividades recreativas eran el juego y la prostitución y tanto los marineros como la guarnición establecida dedicaban a estas actividades todo su ocio. Las ganancias en gran medida eran para las autoridades coloniales que cobraban su tolerancia con independencia a cualquier normativa jurídica que partiera de España, la corrupción política y militar era evidente pero más allá llegó también hasta el clero.
En carta enviada al rey por el gobernador Francisco Carreño puede leerse: "En estas flotas de Nueva España i tierra firme, i en los galones de V.M. han entrado en este puerto más de 80 frailes, los cuales van para España; i algunos que aquí están yo los invito á Santo Domingo que, siendo de aquel convento, andan por este pueblo jugando muchos dineros y haciendo otras cosas no dignas de su hábito" (Palenzuela J. Citado por Mouriño Hernández. (28).
La referencia a este documento pretende ser un pasaje anecdótico de uno de los personajes que pretendió moralizar a la colonia, pero haciendo un alto en él, queremos seguir narrando que procesó por fraude a Francisco Calona quien por entonces dirigía la construcción del castillo de La Fuerza y demoraba la ejecución de la obra en provecho propio, como venganza la esposa de Calona envenenó al gobernador.
La violencia criminal era el instrumento más efectivo para mantener la falta de moralidad como ambiente social para el saqueo y también por veneno, parece haber sido victimizado el obispo Juan Manuel Montiel. Este dato se encuentra en una carta enviada el 1/11/1658 por el gobernador Juan de Salamanca al rey: "Reconociendo entonces la relajación en que vivían estos naturales en todo género de cosa, se ha puesto el remedio conveniente para que esta república imite en lo político á la de los reinos de España; y llegándose a obrar pecados públicos y escandalosos, desterré á algunas mujeres amancebadas con hombres casados. Obligué á los dueños de las negras y mulatas á que las tuviesen dentro de sus casas y no las diesen permisión para vivir fuera de ellas, ni ir a los ingenios y corrales, que la daban con facilidad y gusto; porque estas esclavas daban así a sus amos jornales muy ventajosos a los que ganaban en esta ciudad; y para ganarlos era preciso que fuese con ofensa de Dios, ansi por lo que ellas obraban, como por lo que hurtaban los negros á sus amos para dar satisfacción á estas mujeres. Deseando continuar el remedio, se encontró con muchas que tenían amistad con eclesiásticos, y habiendo intentado desterrar á algunas por su demasiada disolución, después de haber prevenido á otras se abstuviesen de amistades ilícitas; fue preciso cesar en una obra que fuera tan del servicio de Dios; porque empezaron á amotinar a los eclesiásticos, hallando patrocinio en su juez, tomando por pretexto que quería introducirme en jurisdicción ajena y no veneraba la dignidad sacerdotal: ajeno esto de la verdad, pues bien se ve que yo procuraba el remedio, desterrando á mujeres sin tomar ni por escrito ni de palabra los nombres de tales. Me pareció mejor resolución aguardar al prelado que aventurar un motín en esta plaza. Suplico á V.M. se sirva mandarle que venga cuanto antes para que se ponga remedio a cosa tan grave; porque el obispo D. Juan de Montiel, cuando llegó á tener noticia de estas cosas y á hacer la visita de sus súbditos, murió con celeridad y, según dice el vulgo (que podrá ser que por otra vía haya llegado á noticia de V.M. (Palenzuela J. Citado por Mouriño Hernández) (29).
Este panorama se mantuvo en toda Cuba como lo narramos hasta el siglo XVIII que es cuando comienza la emergencia de una consciencia colectiva, el establecimiento de los criollos y su desarrollo como grupo con caracteres propios y distintivos hace que aparezcan personalidades con un pensamiento ético distinto. Se crea la universidad, en sus inicios bajo moldes escolásticos anticuados para el desarrollo existente en otros países y con mayores perspectivas aparece también el Seminario de San Carlos y San Ambrosio.
Surge en este siglo la Sociedad Económica de Amigos del País, con vastas proyecciones de las que cabe resaltar la aparición del Papel Periódico, que realiza críticas a la sociedad de entonces.
Por otro lado reafirmada la paz en España y también en Cuba después de la guerra con los ingleses, comienza un periodo de estabilidad, que sumado a la mejora económica, hace que la metrópoli haga una selección más cuidadosa de los gobernadores, el primero elegido bajo esta tónica fue Juan Francisco de Güemes y Horcasitas, lamentablemente la tranquilidad ciudadana y la moralización que se imponen van aparejadas de una mayor violencia política y restricciones económicas en favor de España.
Güemes publicó veintidós bandos durante su periodo que sirvieron de base para que sus sucesores publicaran los Bandos de buen gobierno y policía, estos como un inicio de disciplina estaban lejos aún de ser llevados a la práctica.
En lo material se realizan en la Habana una serie de construcciones que dan aspecto más civilizado a la ciudad, estamos hablando de la pavimentación de las calles, el alumbrado público, el paseo de la Alameda de Paula, la Plaza de Armas y otros.
El aumento de la disciplina social por parte de los colonialistas acentuó también las discrepancias entre criollos y peninsulares, llegándose al siglo XIX con un aumento de las fricciones internas y el establecimiento de una moral patriótica que sedimenta en ideas independentistas, después de la frustración de reformas y diálogos con la colonia. Comienza entonces una época de profunda moralidad y del convencimiento de la necesidad de una violencia heroica que resuelva las diferencias con el gobierno español.
NACIMIENTO DEL NACIONALISMO PATRIÓTICO:
Los cambios ocurridos en los siglos XVIII y XIX en Cuba, se deben en gran medida a una nueva infraestructura económica que aparece de forma multifactorial. Unos factores internos dados por la aparición de los criollos como fuerza económica y política con la contradicción consecuente con los peninsulares y otros dados por condiciones internacionales que resultaron favorables para el cambio.
Las revoluciones ocurridas en Francia e Inglaterra trascienden de su marco geográfico tanto en el plano ideológico como en el económico; por una parte se divulga el ideal de igualdad entre los hombres y de una justicia social contraria a la monarquía y por otra cambia la estructura de producción que obliga a la industrialización y que se ve frenada por el régimen esclavista.
La revolución de las trece colonias limita temporalmente a los Estados Unidos como abastecedor de la economía europea, la revolución haitiana tiene también este efecto, al que se adiciona al migración de los colonos franceses hacia el este del país.
Comienza entonces en Cuba una avalancha tabacalera y azucarera apoyada en la plantación capitalista como unidad de producción. Este sistema rompe con la concepción feudal de los grandes monopolios improductivos, por el contrario, se trata de un terreno determinado con una explotación intensiva de la tierra encaminada a obtener una ganancia, con una mano de obra esclava y sus productos (monocultivo) no están dirigidos a satisfacer la demanda interna, sino se destinan como materia prima para el mercado capitalista.
A diferencia de otros países de América y del Caribe, estas plantaciones cubanas se crearon con el capital criollo y no de la metrópoli, lo que acelera los conflictos entre criollos y peninsulares, frenando estos últimos el desarrollo de los primeros con impuestos y regulaciones, los naturales recurren al contrabando y van alimentando sentimientos de rebeldía.
Para tener una idea del cambio económico que ocurre diremos que en 1761 existían en la Habana noventa y ocho ingenios azucareros, de los cuales los cuatro más grandes tenían aproximadamente cien esclavos cada uno y producían un máximo de ciento quince toneladas, en 1764 existen ciento seis ingenios y en 1792 hay doscientos veintisiete que producen trece mil ochocientas toneladas.
Visto lo económico, toca ahora hacer un recorrido por el pensamiento filosófico y social de la época. Uno de los factores que mayor peso trajo en la caída de las monarquías de Europa, fue el ilustracionismo, que creó las bases ideológicas de las revoluciones burguesas; aparece el liberalismo como corriente política y con la revolución francesa nuevos modelos de gobierno.
Ocurre la publicación de "Los derechos del hombre" por Thomas Paine que propone una soberanía popular, la abolición del absolutismo monárquico y de la esclavitud, así como otras propuestas de líneas más o menos radicales pero evidentemente también antimonárquicas representadas por Benthan, Rousseau, Montesquieu y otros.
El ilustracionismo llega a Cuba y fomenta los primeros ideales patrióticos de los cubanos (en esta época existían ya sociedades secretas antigubernamentales pero estas no estaban asociadas a ideales determinados por factores intrínsecos, nos estamos refiriendo a la Logia de York, los Soles de la Habana y los Caballeros Racionales de Matanzas, asociados de alguna manera estos últimos con Simón Bolívar).
El proyecto colonial era contrario a la aparición de cualquier grupo político antimonárquico y progresivamente fue cerrando opciones reformistas dentro del "status quo" imperante, con la intransigencia de Fernando VII quedó claro para todos los disconformes que solo era posible la violencia como modo de arrancarle a la metrópoli cualquier grado de libertad en el archipiélago.
No hubo nada que inclinara más al independentismo cubano por las armas que el despotismo colonial, su intolerancia y una militarización que no dejaba otra opción que la bélica.
Regresando ahora a la formación del sentimiento nacional que llevó a la violencia heroica, queremos comenzar hablando de un español que fue una figura importante para la introducción del ilustracionismo en Cuba, se trata del obispo Espada, a quien señalara Martí como "Aquel obispo español que llevamos en el corazón todos los cubanos"(30). Juan José Díaz de Espada y Fernández de Landa nace el veinte de Abril de 1756 en el País Vasco donde recibe la educación primaria y hereda el sentimiento profundamente patriótico de sus paisanos.
Los estudios medios y superiores los hace en Salamanca, durante el reinado de Carlos III y por tanto recibe la influencia del despotismo ilustrado español y de autores como Descartes, Montesquieu y Rousseau.
En 1800 el rey Carlos IV presenta la propuesta de Espada para obispo de la Habana al papa Pío VII y es nombrado el 11 de Agosto de 1800, llega a Cuba el 23 de Febrero de 1802 y el día 27 se consagra.
Al llegar Espada a Cuba se encuentra una iglesia con ideas atrasadas, con pugnas entre las diferentes órdenes (fundamentalmente entre Dominicos y Franciscanos) y sobre todo con una moral relajada y las costumbres relajadas que ya hemos comentado.
Crea la primera casa para dementes en la Habana y ayuda a Tomás Romay a introducir la vacuna antivariólica, no solo indicando vacunar a los niños al recibir el bautizo, son además ayudando a la campaña con su patrimonio personal.
Era antiesclavista y fomenta la inmigración europea con vistas a desarrollar la agricultura a expensas de los pequeños colonos como medio de erradicar la pobreza.
Desde el mismo año de su arribo, Espada pide su ingreso a la Real Sociedad Patriótica de la Habana, la que sorprendida lo nombra su presidente y convierte esta sociedad decadente y en vías de disolución en un espacio para sus proyectos de reformas sociales.
Hace cambios significativos en la enseñanza en Cuba y fundamentalmente en el Colegio Seminario de San Carlos y San Ambrosio, esforzándose en crear una elite intelectual cubana y patriótica, realmente así lo había logrado cuando en 1824 es removido de su cargo por los absolutistas.
De él dice Torres-Cuevas: "Con Espada nacía la posición crítica dentro de la sociedad esclavista cubana. Con Varela, alcanzaría su mayor dimensión. Trátese de la necesaria crítica de las ideas, la que abrió el camino a la crítica de las armas" (31).
La continuidad del pensamiento de Espada y para muchos aspectos su realización, la significó la personalidad del padre Varela, que fuer su alumno aventajado y más fiel seguidor.
Félix Varela nace el 20 de Noviembre de 1788 en la calle Obispo entre Villegas y Aguacate, hijo y nieto por la línea materna de militares, ambos de Regimiento de Fijos de Infantería de la Habana y de tías maternas religiosas del Convento de las Carmelitas Descalzas y de Santa Teresa de la Habana respectivamente.
Pasa su infancia en la Florida, donde estaban destacados el padre y su abuelo y allí estudia con un clérigo irlandés que se encarga de la educación en el territorio de San Agustín, con una inclinación humanista e iluminista diferentes al sistema medioeval existente en Cuba por entonces.
En 1801 regresa a la Habana e ingresa en el más importante centro de estudios de entonces, el Real y Conciliar Colegio Seminario de San Carlos y San Ambrosio de la Habana. Habiendo terminado sus estudios de latinidad y comenzando los de filosofía, el colegio se ve favorecido por los nuevos textos y sobre todo las nuevas ideas que trae el padre Espada, influencia esta que desarrolla al colegio seminario poniéndolo por encima de la universidad que por entonces dirigían los Dominicos con un método escolástico de enseñanza.
En 1804 lleva simultáneamente las asignaturas del colegio y matricula Texto Aristotélico en la universidad hasta 1806 en que se gradúa de bachiller en ambas instituciones, posteriormente se gradúa en la universidad de licenciado en filosofía en 1807.
A raíz de los cambios ocurridos en España por la dominación napoleónica y los cambios populares reactivos que llevan a la constitución de 1812, un grupo liderado por Espada decide hacer cambios en la sociedad cubana; como consecuencia a Varela le es otorgado el presbiterado y la Cátedra de Filosofía del colegio seminario, hechos estos que le conceden distinción social acorde con los planes políticos del obispo, al tiempo que con otros nombramientos se acaba de ultimar el escolasticismo en el colegio y se da paso a un abierto ilustracionismo en la institución.
En 1821 Varela obtiene la Cátedra de Constitución y utiliza esta para diseminar sus ideas patrióticas y antimonárquicas, de su primera lección se publica: "Observaciones sobre la constitución política de la monarquía española". En Marzo de este año es elegido como diputado a cortes, de forma que entra en una selección de la que va a ser un elemento anacrónico, sus ideales independentistas y antiesclavistas no tienen que ver con los intereses que supuestamente representa y eso desde un inicio le trajo dificultades pues su selección fue impugnada y estuvo más de un año en Madrid sin poder desempeñar sus funciones hasta ser ratificado.
En cortes Varela trata de llevar a la práctica sus ideales políticos dentro del constitucionalismo español, sigue la premisa de "hacer posible lo que sea posible hacer"; pero lamentablemente el régimen constitucional pudo hacer muy poco en el corto tiempo que existió y en el 23 con el retorno al absolutismo, Varela tiene que salir para Marruecos y de aquí a New York sancionado a muerte por los absolutistas.
En los Estados Unidos, Varela reinicia sus funciones como eclesiástico y continua su función política, en este sentido publica "El Habanero" y esgrime la posición de que Cuba debe lograr la independencia por sí sola y rechaza colaboración en este sentido, declinando propuestas del gobierno de México de hacer causa común. Por entonces y estando débil España por haber perdido casi todas sus colonias de América, tanto los países formados como los del viejo mundo, tienen pretensiones sobre Cuba y comienzan a buscar un acercamiento con los ciudadanos disconformes que pudieran influir en los destinos de la colonia (nos referimos a México, Estados Unidos e Inglaterra fundamentalmente).
En Estados Unidos, Varela escribe muchos textos cargados de sentido patriótico e independentista, entre ellos "Cartas a Elpidio" dirigido fundamentalmente a la juventud cubana (Elpidio etimológicamente significa esperanza). También tuvo presente el trabajo a favor de su comunidad, logró una iglesia propia y fundó escuelas para niños y muchachas, ayudó a combatir una epidemia de peste y se convirtió en el primer teólogo católico de E.U. con una producción intelectual abundante también en este sentido. Don Félix fallece en 1853 en su Florida de la infancia, en un ambiente humilde y sencillo y en 1911 sus restos son trasladados al Aula Magna de la Universidad de la Habana.
Abierto el camino al ilustracionismo y creada una elite intelectual, ajena a los intereses de los esclavistas del colonialismo y de los terratenientes, está ya creado el caldo de cultivo del que se alimentarán todos los que buscan un fundamento ético para su lucha de lograr una patria propia. Varela se autodefinió como un ecléctico y buscó en las ideas más modernas de entonces para acomodarlas en un contexto singular, de aquí su éxito político y filosófico que lo hizo trascender sobre sus seguidores, algunos de los cuales se convirtieron en reproductores de doctrinas foráneas ajenas a nuestra realidad, fundamentalmente francesas y anglosajonas.
Dentro de las limitaciones que le imponían su condición de clérigo y su respeto al constitucionalismo, creó el paradigma más sólido del pensamiento nacionalista cubano, que luego fuera enarbolado también por los masones, a quienes no aceptaba, pero que en su momento utilizaron su estructura secreta para fraguar las más importantes conspiraciones independentistas contra la metrópoli, esta ironía de nuestra historia representa un giro dentro del ritmo que veníamos empleando en el presente trabajo: Considerando el contexto nacional cubano del siglo XIX, se puede decir que no solo existen teorías éticas que llevan a la intransigencia y la exclusión, existen también buenas teorías que sirven para aglutinar contrarios en una causa noble común.
Por supuesto que Espada y Varela no son los únicos de pensamiento claro en nuestras guerras independentistas; debemos pensar también en otras personalidades como Saco, continuador de Varela en su Cátedra de Filosofía y su lucha política, en Varona con una formación ética y filosófica que también creó precedentes y que significó el punto intermedio entre la teoría y el paso a la acción, así como en otros intelectuales que dieron su vida o la consagraron a ejecutar estas ideas patrióticas: Céspedes, Sanguily, Agramonte y sobre todo José Martí, junto a otros muchos que hicieron nuestra historia, tanto en sus orígenes como posteriormente cuando ha habido que enfrentar la corrupción y otros males desde una ética autóctona y una profunda moralidad, pero pensamos que detenernos en particularidades que realmente lo merecen haría interminable el presente trabajo, limítese entonces a los primeros pasos dados en la oscuridad de principios y el relajamiento de las costumbres en el que surgió nuestra cubanía, que solo encontró inevitablemente la violencia heroica como recurso para poner fin a males mayores.
OPINIONES NO CONCLUSIVAS:
Pretender tener una solución al problema actual de la violencia, es realmente un reto inalcanzable desde el momento que hemos presentado su omnipresencia a lo largo de toda la historia de la humanidad, si alguna vez se lograra que las personas comprendan que no todo lo que puede hacerse se debe hacer y que se impone renunciar a un resultado cuando los métodos son moralmente inaceptables; este momento está aun tan lejano que pertenece al terreno de la utopía teórica.
De todas maneras, llegados al final del presente trabajo se impone adoptar una posición ética en consecuencia con todo lo expuesto y queremos comenzar por hacer negación de lo que encontramos inaceptable.
Si consideramos la no violencia con una óptica puramente axiológica y la aceptamos como un principio (lo primero y principal, sobre lo que no se puede pasar o dejar de tener en cuenta) tendríamos que permitir que quien adopte una posición violenta se encuentre impune ante sus víctimas y nada lo detenga; la violencia es ajena al diálogo y al discurso moral, por cuanto crea una distancia insalvable entre quien la practica y quien la sufre, generalmente con una ruptura de comunicación y desvirtuada por el victimario, que se auto legítima o proyecta su culpabilidad. Tendríamos que darle la razón a Gustavo Bueno en que tirar las armas solo lleva a que otros las cojan y que en este sentido el fin justifica los medios (32).
No estamos negando el papel educativo contra patrones heredados socioculturalmente en los casos en que el victimario no es consciente de su actuar, ni la labor con las víctimas para mostrarle soluciones alternativas para salir de su conflicto, pero reconocemos que estas acciones como única opción, pueden resultar ingenuas y estériles en las ocasiones en que la violencia solo pueda detenerse con violencia.
Por otra parte prever la violencia desde posiciones de fuerza conlleva una espiral de desproporcionalidad en la que cada parte se arma ininterrumpidamente y el equilibrio pacífico resulta inestable, dejando brecha a ataques focalizados a los puntos débiles que puedan aparecer en el adversario. Responder a la violencia con mayor violencia hipotética, solo resulta una respuesta cínica y desvirtuadora de los reales propósitos de cada parte.
Como en todo, el sentido del límite marcaría la diferencia y siempre aparecerían teorías éticas que justificarían una parte en detrimento de la otra, por tanto ver la violencia en un marco contextual resultaría en extremo peligroso. Siempre nuestra violencia es justiciera y la ajena es déspota y tiránica, pero siempre se llega a esto cuando encontramos un propio y un ajeno.
De todas formas, implanteable la no violencia por una parte y la respuesta violenta por la otra, no vemos otra salida que una posición ecléctica entre el principalismo deontológico y el circunstancialismo, con la creación de una base educativa y de mediación pacífica, que progresivamente eleve la tolerancia y la coexistencia entre los humanos, con la aceptación de una única moral de respeto que se imponga sobre diferencias de género, edad, religión, política, nacionalidad o raza.
La no violencia debe ser aceptada como principio de cualquier sistema ético y moral, pero reconociendo que este puede entrar en contradicción con otros principios. Por ejemplo la violencia se opone evidentemente al principio de la autonomía, por que está encaminada precisamente a vencer la voluntad de la víctima, se opone al principio de la justicia pues si se trata de dar a cada cual lo que le corresponde no es ético plantear que a nadie le corresponda recibir agresiones físicas, psíquicas o morales, se opone al principio de la no maleficencia desde el momento en que la víctima recibe un daño de algún tipo y se opone por último al principio de la beneficencia por que el bien que le trae al victimario es moralmente degradante; entonces mantener una postura de no violencia ante una actuación injusta, maleficente y que viole la autonomía de las personas, sencillamente no puede sustentarse como principio.
Llegados a este extremo estamos ya en posición de afirmar que la violencia, en los tiempos que vamos viviendo, se mantiene aun como un mal necesario; pero que solo es aceptable cuando se han agotado todas las posibilidades de diálogo y mediación, que solo se puede recurrir a ella evitando un mal mayor y que debe ser reactiva y más que proporcional, debe estar encaminada solamente a suprimir la situación violenta que le dio origen, sin ir más allá.
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Autor:
Dr. Aquilino Santiago Garrido
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